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CINE CUBANO 2

Este cine nuestro


Realidades y perspectivas de un nuevo cine… 199 revistas después / Arturo Sotto
Septiembre-
Diciembre 2016 200 7
19
«El misterio de la flecha en pleno vuelo». Entrevista a Fernando Pérez / Karina Paz Ernand
Yo soy del son a la salsa: la reedición de nuevas expresiones interculturales caribeñas en el espacio
Director cinematográfico / Maydi Estrada Bayona
Arturo Sotto
24 Mujer con forma de isla. Entrevista a Gloria Rolando / Hilda Rosa Guerra Márquez
Subdirectora
30 Migración y cubanidad en el cine: una historia de abrazos / Anabella Castro Avelleyra
Mercy Ruiz Saeb
40 Es más fácil crear una –«otra»– vanguardia. Entrevista a Leo Brouwer
Jefa de redacción
Celia Rodríguez Tejuca
44 Dosier: Los que visten nuestro cine
45 La vestimenta / María Eulalia Douglas (Mayuya)
Edición y corrección
51 Miriam Dueñas ¿Qué es lo que pasa con nosotros?
Lisandra Puentes Valladares
Beatriz Rodríguez Elías
Dirección de arte,
diseño y diagramación 59 Dosier / Carnada para antología (Compilación de Arturo Sotto)
Juan Carlos Viera 60 Algunas cuestiones de principio / Alfredo Guevara
Lourdes HB
64 «¿Qué es lo moderno en el arte?» Mesa redonda (1962)
Digitalización de
83 La noche, el eclipse, la aurora. Entrevista con Michelangelo Antonioni / Jean-Luc Godard
imágenes y archivo
María Teresa Díaz Montero 89 Cada filme es mi último filme / Ingmar Bergman

Tratamiento de imágenes
95 Cine antropomórfico / Luchino Viscontivi
Arturo Sotto 97 El profeta Andréi Tarkovski
Fotografía 103 80 minutos con Serguei Urusevki / Eduardo Manet
Paco Bou 107 Akira Kurosawa: reflexiones cinematográficas
Secretaria administrativa 112 Picasso 1923
Norma Cubela Canto 118 La estética de la violencia / Glauber Rocha
Redacción, suscripciones 120 El cine latinoamericano: del subdesarrollo al posmodernismo / Michael Chanan
y canje
Calle 23 n. 1155 e/ 10 y 12
El Vedado,
La Habana, Cuba Variaciones
Tel: (53) 7 838 2865; 136 Crónica y flashback de un redescubrimiento: Memorias del subdesarrollo / Luciano Castillo
7 838 3650 ext. 151
Fax: (53) 7 838 1188
E-mail De película / A cargo de Jacqueline Venet
revcinecubano@icaic.cu 142 Pequeño álbum de Cuba / Jacqueline Venet
www.cubacine.cu 144 Con los pies en el agua / Nils Longueira Borrego / Yelsy Hernández Zamora
Impresa por 148 ¿Conocerán los japoneses a Cuba? Intercambios transnacionales, vanguardia fílmica, y política /
Ediciones Caribe
Miharu M. Miyasaka
ISSN 009-6946 RPNS 0342
Publicación fundada en junio
153 ¿Dónde está Teresa? / Enrique Álvarez
de 1960 por Alfredo Guevara. 156 Cantando entre los tractores: Patakín o de las angustias de lo musical en el cine cubano /
Norge Espinosa Mendoza
Cada autor se hace responsable
de sus opiniones. 161 Entre lo íntimo y lo social: Otra isla y la necesidad del cine político / Zaira Zarza

En portada:
Memorias del subdesarrollo Libros
(Tomás Gutiérrez Alea, 1968) 168 El paraíso de los intrusos entusiastas (o turistas militantes) / Antonio E. González Rojas

Un cuento de cine...
171 Cazador de crepúsculos / Julio Cortázar

Con luz propia


173 Norma Martínez Pineda

174 Julio García Espinosa. Palabras de Eusebio Leal Spengler


este cine nuestro

REALIDADES
Y PERSPECTIVAS
DE UN NUEVO CINE… 199 REVISTAS DESPUÉS
ARTURO SOTTO

«E
stética y financieramente el cine cubano atención pública y oficial, motivo de reflexión para es-
surge en medio de un complejo de cir- tadistas y pensadores y objeto de brutales represiones
cunstancias de orden histórico, económico políticas […] habitualmente sujeto a su condición de
y psicológico que condicionan sus primeros pasos y industria y a la estructura mercantilista de la explota-
obligan a tomar en consideración elementos y carac- ción de sus productos por lo que resulta el ejemplo
teres que no tienen igual significación para otras ci- más claro de la esclavización del arte en la sociedad
nematografías».1 Con estas palabras iniciaba Alfredo contemporánea».2 Para combatir lo que llamó «escla-
Guevara, cincuenta y seis años atrás, el primer texto vizamiento del arte», en el ferviente verano de 1960,
programático de lo que sería el futuro cine cubano. Alfredo propuso un «cine de la libertad», que espe-
En el ensayo, «Realidades y perspectivas de un nuevo raba alcanzar con el descubrimiento y desarrollo del
cine», publicado en el número uno de la revista Cine talento que pudiera expresarla; un cine que se consti-
Cubano, el primer presidente del ICAIC hacía un aná- tuyó en los Por cuanto de la Ley no. 169 del gobierno
lisis de los antecedentes del arte cinematográfico; va- revolucionario que fundó el Instituto Cubano del Arte
loraba su carácter específico y diferenciado; al tiempo e Industria Cinematográficos. Sin embargo, el pro-
que apuntaba su «condición singular» en relación con pio Guevara reconoce el nacimiento de la institución
el dispositivo tecnológico que se pone en función de como una creación artificial; surge por decreto y virtud
un lucrativo negocio, en el que siempre aflora, aun en del triunfo revolucionario, no como una consecuencia
el más mediocre de los filmes, la impronta del artista orgánica en el desarrollo del cine nacional; es cons-
que le da un sentido a las imágenes producidas por ciente de que el arte nuevo que se propone deberá su-
máquinas. Guevara advertía la «tamaña contradicción perar una gran dificultad: el problema de la tradición.
práctica y estética» que hace del cine un «centro de «De un modo u otro nos enfrentamos a una realidad

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indiscutible: carecemos de una tradición arte comprometido con la belleza, la realidad y el ser humano,
cinematográfica hacia la cual volvernos»,3 termina decantándose por el neorrealismo y la Nueva Ola como
escribe, y escribe más: radicaliza su criterio «lecciones que debemos tomar en cuenta».8 Sobre la Nouvelle
en la denostación del cine prerrevoluciona- Vague llega a expresar: «Cine de jóvenes, cine barato, cine sin es-
rio, conceptualiza su prehistoria y define el trellas, cine que quiere ser rebelde aunque no lo logre totalmen-
«sabor tropical» de aquellos filmes de ínfima te, cine protesta, cine formalmente inconformista, innovador e
calidad que se reducen a «cuatro paisajes, un iconoclasta, se enfrenta a los valores “respetables” y los echa al
hotel de lujo, dos rumberas y un villano de suelo sin consideraciones de clase alguna. Esta es su virtud».9
jipi y retorcido bigotillo».4 Posicionamiento Así se pronuncia el Alfredo siempre revolucionario, cómplice de
histórico y estético que ha prevalecido en la la herejía adulta y sistemática, de la audacia de pensamiento que
mayoría de las aproximaciones al quehacer exige estar acompañada de profunda instrucción, no de la irre-
cinematográfico insular, previo a la creación verencia circunstancial o la catarsis de la inmediatez; dice creer
del ICAIC –nuevas lecturas críticas pro- en la Nueva Ola como una fuerza capaz de «barrer falsos mitos
curan rescatar algunas películas de la me- y prejuicios: la monotonía de cánones técnicos aceptados e in-
diocridad reinante en aquel periodo, pero
apenas un puñado lo consigue–. De manera
que se plantea, como denominador común
para nuestro cine, «el aprovechamiento y
asimilación de todas las experiencias vá-
lidas en medio siglo de cinematografía, o
cuando menos, de las más afines a nuestra
fisonomía nacional, caracteres psicológicos,
tradiciones culturales y necesidades revolu-
cionarias de transformación, crecimiento y
madurez».5 Para argumentar esta estrategia
expone sus valoraciones sobre las tendencias
más significativas en el cine de los últimos
años, en función de lo que puedan aportar,
tanto en el orden artístico como industrial.
Estos dos elementos son imprescindibles en
su proyección como intelectual y político.
Concibe el proceso de formación de nuestro
cine como un programa de desarrollo en el
que, por un lado, se trabaja en la formación
del personal artístico: «El arte comienza Al centro, Tomás Gutiérrez Alea, a la derecha, Manuel Octavio Gómez y Alfredo
a partir del instante en que se domina un Guevara, en la filmación de Historias de la Revolución (1960).

instrumental, y nunca antes. Es a partir de tocables, el olimpo decrépito de directores-artesanos y las fór-
entonces cuando precisa hacerse la pregun- mulas manidas de la publicidad y el gran espectáculo».10 Sería
ta fundamental: ¿qué hacer con él?»6 Por el oportuno señalar que para Alfredo la juventud nunca fue sinó-
otro lado, no pierde de vista el alcance de la nimo o distintivo de osadía intelectual por antonomasia; en más
obra en relación con el público: «Creemos de una ocasión expresó, después de Fresa y chocolate (Tomás
en el cine como arte, pero no encontramos Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, 1993), que Titón era el más
los motivos o experiencias que nos obliguen joven de los cineastas cubanos. Y si nos atenemos a sus pala-
a calcular una insalvable contradicción con bras –monotonía de cánones técnicos, formulas manidas, gran
sus posibilidades comerciales».7 espectáculo– encontraremos sintonía con los enunciados de un
En el recorrido que hace el joven Guevara texto que aparecería algunos años después, un ensayo medular
por todos aquellos movimientos y cinemato- en la historia del cine cubano y latinoamericano: Por un cine im-
grafías que son más cercanos a su ideal de un perfecto, de Julio García Espinosa. Si invocamos estos nombres,

ESTE CINE NUESTRO 3


como también el de Saúl Yelín y, en ese orden, un lis- dinámica del desarrollo en nuestra sociedad. Ha sido
tado de artistas y trabajadores que conformaron el nú- justamente ese espíritu de compromiso crítico lo que
cleo fundador del ICAIC, es para extender y resaltar la convirtió a nuestro cine en la expresión artística en la
obra colectiva de pensamiento que cambió el curso de cual los espectadores nacionales encontraron la mayor
nuestra historia cinematográfica, no por decreto sino identificación (nuestras salas solo se llenan cuando se
por virtud de sus hacedores. exhibe cine cubano). Pero también ha sido ese reflejo,
Casi a punto de concluir su análisis crítico sobre esos movimientos incómodos del espejo con que el
el panorama cinematográfico internacional, Guevara cine enfrenta la realidad, los que han provocado re-
expresa: «Por todas estas razones, revolucionarias, es- currentes incomprensiones y más de una descali-
téticas, de solidaridad humana, prácticas, económicas, ficación. Quienes intentaron desvirtuar la labor de
el nuestro tendrá que ser un cine de calidad y tendrá nuestro cine, y de la institución que lo producía, acu-
que reunir una serie de características a la par de que sándolo de sospechosas tendencias (deformantes en lo
cumplirá ciertas premisas. Intentaremos resumirlas».11 ideológico), no tuvieron la lucidez de comprender la
Y a partir de este párrafo introduce las directrices de dimensión estratégica de un movimiento que rebasó
lo que Será el nuevo cine cubano; pero antes de ana- lo cinematográfico para convertirse en la imagen de
lizarlas, repasemos algunas de estas nuevas realidades un proceso mayor. Cuando se propusieron socavarlo,
que se nos presentan. a inicios de los noventa, reaccionó como un coloso
Es a todas luces innegable que las circunstancias asediado y encontró la unidad, en su propia diversidad
de orden histórico, económico y psicológico en que hoy de ideas, para enfrentar las corrientes que se oponían
se desarrolla el cine cubano son infinitamente más a la continuidad de su existencia, entonces fundaron
complejas que cincuenta y seis años atrás; como in- lo que Ambrosio Fornet llamó «el soviet del ICAIC».12
cuestionable también resulta el hecho de que la huella Porque es también indiscutible que el ICAIC sobre-
dejada por los fundadores y las generaciones sucesivas pasó su proyecto inicial, no solo contribuyó al de-
de cineastas cubanos, nos libera de aquella primige- sarrollo y humanismo que inspiraba la Revolución,
nia problemática: hoy contamos con una obra hacia como pretendía la Ley que lo creaba, sino que llegó a
la cual volvernos. No es necesario acudir a ninguna convertirse en una institución-arte a la que debemos,
otra experiencia cinematográfica para buscar herra- «–además de sus filmes y sus afiches y sus publicacio-
mientas de lenguaje; tampoco se han producido mo- nes y su sistemático empeño de formar un nuevo tipo
vimientos significativos a escala internacional, el últi- de público–, un modelo de política cultural, un pro-
mo de ellos que provocó cierta algarabía fue Dogma yecto de organización y difusión de la cultura que ya
95 y pocos advirtieron que ese tipo de cine se venía forma parte del patrimonio cultural de la nación»;13
haciendo en América Latina, desde hacía más de tres habría que añadir, con razones, que el ICAIC fue para
décadas, sin necesidad de convertirlo en un decálo- muchos «un proyecto de vida, una manera de ver las
go de las formas. En definitiva, siempre hemos esta- cosas y actuar sobre ellas».14
do mucho más preocupados por los contenidos: una La realidad de estos días es tan diferente a la de
cámara en la mano y una idea en la cabeza, al decir 199 revistas atrás, que nadie puede determinar con ab-
de Glauber Rocha, ha sido el primero y más urgente soluta convicción cómo será el nuevo cine cubano, la
de nuestros fundamentos. La cinematografía cuba- nostalgia de la futuridad. Entre otras cosas porque los
na ha creado tanto en el discurrir de estos años que centros de producción se han multiplicado; ya no solo
nuestro cine comienza a citarse, a autorreferenciarse contamos con las entidades cinematográficas estatales
en su propia obra. Este hecho constituye una muestra que históricamente han prefigurado nuestra imagen,
de valor estético singular, la expresión de un diálogo ahora coexisten en este complejo escenario los mate-
que se genera en la relación que han creado muchas de riales escolares y las producciones autónomas que no
nuestras películas con la realidad en que fueron con- se rigen por ninguna política programática en el ejer-
cebidas, un vínculo que se verifica continuamente en cicio de la creación. Asistimos a un complejo escena-
el tiempo y que supera lo específico cinematográfico. rio donde las premisas que anunciara Alfredo adquie-
La autorreferencia recurre a personajes, escenarios, ren una nueva perspectiva en lo que hoy conforma,
situaciones, e incluso a intérpretes, para advertir la más que cine en su añeja acepción de arte e industria,

4 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Asamblea de Cineastas en Cuba.
el audiovisual cubano. Un espacio me subjetividad con el que rechaza la frivolidad del cine precedente, al
donde confluyen maneras diver- tiempo que espera sortear el entusiasmo por la ramplona propaganda que
sas, desde el cine más convencional podría deparar el futuro; porque «no son los filmes mediocres los que
hasta el llamado postdramático, abren los mercados: son los filmes artísticamente válidos».15 Y no por
documentales de variado metraje, gusto es el cimiento originario, como se expresa en la Ley vigente, aun-
cortos de ficción, animados para que el objetivo final no sea el mercado: «El cine cubano surge con otras
niños y adultos…, cine de talento y aspiraciones y responde a una actitud moral distinta».16 En su pretensión
también de grisura, como en todas de liquidar el oscurantismo, dilucidando los grandes conflictos del ser
las cinematografías del mundo, en humano en la sociedad moderna, espera contribuir al fomento de una
lo estatal y en lo privado. El audio- sensibilidad que alimente el crecimiento espiritual del público que lo reci-
visual –la forma por excelencia de be. A la educación de esa sensibilidad irán encaminadas sus fuerzas, qui-
la comunicación contemporánea– zás su propósito más sublime. «Será un cine nacional» y transnacional,
nos invade sin la profundidad de diríamos hoy, porque las fronteras se han corrido y los creadores cubanos
un análisis que establezca jerar- expresan la fisonomía y el carácter de nuestra cultura en los diferentes
quías. Las nuevas tecnologías de- lugares del mundo donde producen sus películas. El cine insular se reser-
sencadenaron el acceso masivo a va la singularidad de abordar una realidad muy específica y, en la medi-
un instrumental que ofrece resulta- da de su talento, hacer de esa visión de la realidad una obra de arte. Un
dos sin el mínimo esfuerzo, enton- cine nacional que no se prive de las coproducciones con cualquier país,
ces aquella pregunta fundamental como una forma de colaboración y financiamiento que es cosa natural en
que se hacía Alfredo: «¿Qué hacer el mundo cinematográfico; demonizar su práctica es la expresión de un
con él?», parece retórica, baladí. pensamiento demodé, enajenado y paralizante. «Será un cine inconfor-
En medio del aluvión se generan mista», invoca Alfredo en la búsqueda de la autenticidad en el tratamien-
las empatías críticas –generaciona- to del entorno y la psicología del cubano, así como el encuentro del cine
les, temáticas, ideológicas y hasta nacional con su propio lenguaje. Este debate sobre el inconformismo es-
oportunistas–, entonces comienza tuvo muy en boga por los años sesenta y algunas páginas de Cine Cubano
a reinar una confusión que deriva se dedicaron a estudiar el tema; no obstante, las lecturas contemporáneas
en ignorancia. han privilegiado el término más en función del maridaje cine-realidad,
«Será un cine artístico», fue el que en el análisis de las estructuras y el lenguaje. «Será un cine barato»,
primer mandamiento previsor que «Será un cine comercial» y «Será un cine técnicamente terminado»;
hizo Guevara, un axioma de enor- estos tres últimos postulados se vinculan entre sí, se entienden como

ESTE CINE NUESTRO 5


reglas tácitas de nuestra actividad cinematográfica y inclusivo, no por decreto sino por ley de vida; un cine
conservan su tenaz vigencia, al igual que el resto de las partícipe de esa herejía intelectual que Alfredo Gueva-
premisas citadas, aunque ya no sean foco de atención ra demandó: «…no podemos sumirnos en el silencio
para estudiosos y creadores. o la indiferencia, o pretendernos ajenos a cuanto
Las discusiones del presente se originan en otros te- se discute en el mundo contemporáneo: las ideas y
rrenos del pensamiento: la organización económica, la tendencias circulan y penetran, abren automática-
necesidad de una actualización jurídica que se corres- mente discusiones necesarias, y como artistas cons-
ponda con las nuevas formas de producción, el desarro- cientes debemos abordar esos problemas».17 Amén,
llo de la tecnología, la reconfiguración del aparato in- o mejor, Que así sea, para que la cosa no quede solo
dustrial y el reconocimiento legal, tanto de la obra que en manos de Dios.
se produce fuera de los recintos institucionales, como 1
Alfredo Guevara, «Realidades y perspectivas de un nuevo cine»,
de sus creadores. En el número 197 de Cine Cubano
Cine Cubano, no. 1, 1960, p. 3.
publicamos un editorial que recoge los avatares de los
cineastas cubanos en estos últimos años. A las sesiones 2
Ibídem. Las negrillas pertenecen al texto original. [Nota del autor].
del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba lle- 3
Ibídem.
garon las resonancias de todo ese conjunto de deman- 4
Ídem, p. 5.
das que tomaron cuerpo en las Asambleas abiertas del
gremio. El origen del debate, la necesidad y la urgencia, 5
Ibídem.
se remonta a los señalamientos realizados en otro Con- 6
Ídem, p. 8
greso, también el VII, pero de la Unión Nacional de Es- 7
Ídem, p. 9.
critores y Artistas de Cuba, evento en el que se aprobó 8
Ídem, p. 8.
el documento Propuesta para una renovación del cine
cubano. Como resultado de todo ello, la magna cita del
9
Ídem, p. 9.
Partido decidió incorporar, como un lineamiento más 10
Ibídem.
en la política de actualización del modelo económico y 11
Ídem, p. 10.
social, la atención y desarrollo del cine nacional. 12
Ambrosio Fornet, «Contextos históricos y polémicas culturales
Las realidades y perspectivas de nuestra cinemato-
en el cine de la Revolución. Entrevista a Manuel Pérez Paredes»,
grafía, al igual que las de esta Revista, se irán forjando
Cine Cubano, no. 177-178. p. 21.
en el transcurrir, como escribiera Fernando Ortiz, de
la misma manera que se han ido renovando la mayo-
13
Palabras de Ambrosio Fornet citadas en el discurso pronunciado
ría de los procesos culturales en Cuba. No pueden –y por el ministro de Cultura, Abel Prieto Jiménez, en el acto realiza-
no deben– convertirse en formas cristalizadas donde do en el Karl Marx con motivo del aniversario 50 de la fundación
la inercia y la desidia social que nos ha contamina- del ICAIC, Cine Cubano, no. 171, p. 5.
do durante los últimos años, conduzcan al quebranto. 14
Ambrosio Fornet, Op. cit., p. 26.
Evitar esto exigirá un ejercicio de pensamiento dia- 15
Alfredo Guevara, Op. cit., p. 10. Todas las negrillas sucesivas, los
léctico para quienes tendrán la responsabilidad de Será…, pertenecen al citado artículo. [Nota del autor].
establecer los marcos jurídicos en que se desenvuelva 16
Ídem, p. 9.
toda la actividad cinematográfica en nuestro país. De
ello también dependerá la permanencia de un ánimo 17
«Sobre un debate entre cineastas cubanos», Cine Cubano,
de confrontación, sobre nuestra propia obra, que nos no. 14-15, p.14.
impulse a crecer en calidad artística; un impulso que
redundará en todas las esferas de la cultura como la Arturo Sotto (La Habana, 1967). Escritor, ensayista,
expresión de un crecimiento espiritual por el bien de guionista y director de cine. Entre sus filmes constan Pon tu
todos. Es en el terreno de la cultura donde se disputa pensamiento en mí (1965), Amor vertical (1997), La noche
esa batalla esencial, diaria, que parece invisible, por el de los inocentes (2007) y Boccaccerías habaneras (2013).
futuro de la nación. De modo que si nos atreviéramos Autor de los volúmenes Conversaciones al lado de Cinecittá
a escribir un nuevo Será, con la esperanza de que el (Ediciones ICAIC, 2009) y Caro Diario (Ediciones Unión,
azar no lo desmienta, apostaríamos por Será un cine 2010). Actualmente dirige la revista Cine Cubano.

6 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


«El misterio
de la flecha en
pleno vuelo»

Entrevista a Fernando Pérez

KARINA PAZ ERNAND

H
ace exactamente un año, la revista Cine Cuba- Luego de escribirle, recibí un correo afectuoso en
no me encargó una entrevista a Fernando Pé- el que se disculpaba por rechazar la entrevista en ese
rez sobre la nueva película que se encontraba momento y me pedía dejarla para más adelante, alu-
rodando y que, por aquel entonces, todos conocíamos diendo que prefería no hablar sobre sus películas en
por el título de Chupa pirulí. Acepté la propuesta sin medio del proceso de producción. Sus simples pala-
titubeos, puesto que, además de tratarse del ser hu- bras contenían la poesía que las caracteriza: «La ver-
mano maravilloso con quien trabajé durante varios dad es que (¡y tú me conoces bien!), en esta etapa de
años en la Muestra Joven ICAIC, me daba la posibi- preparación de la película, a mí no me gusta mucho la
lidad de entrevistar al consagrado director de cine, a promoción. Es un proceso en el que nada es seguro,
quien admiro desde mucho antes de soñar que podría todo es una búsqueda que nunca se sabe a dónde irá a
conocerlo. parar: ¡¡¡es como la flecha que uno lanza y todavía no

ESTE CINE NUESTRO 7


se sabe si dará en el blanco!!! Ahora estoy en el vuelo Habana… o Chupa pirulí [2016]. ¿Por qué? ¿Ves en ello
de la flecha, es decir, ¡¡¡estoy en el aire!!!» una especie de cierre de ciclo, un retorno a ese primer
Pasaron los meses, y luego de posproducciones in- cine tuyo de Clandestinos [1987], más narrativo? ¿O
terminables –al menos para mí–, encuentros y desen- lo ves como oleadas constantes que te van impulsando
cuentros, viajes que nos impidieron reunirnos… final- hacia un estilo u otro? ¿Qué las provoca?
mente pudimos concretar la anhelada entrevista, un Parto siempre de la idea de que cada película es
año después. única en sí misma, una individualidad. Y como indivi-
Tal vez por el tiempo transcurrido, por las ansias dualidad, cada película tiene su propia personalidad,
contenidas, por el placer de encontrarme nuevamente su propio carácter y, digamos, su propio estilo. Lo pri-
con él, y por la oportunidad de conversar sobre un mi- mero que trato en el proceso creativo, mientras va sur-
llón de temas que a ambos nos apasionan, esta entre- giendo en mí la idea, es saber qué rostro tiene. Y ese
vista –cuya escaleta tenía muy bien estructurada an- rostro es el que expresa las emociones y los sentimien-
tes de sentarme frente a Fernando– se convirtió en lo tos... y más tarde las reflexiones que quiero provocar
que es: una conversación afable, un diálogo un tanto en el espectador. A mí me cuesta mucho trabajo defi-
desestructurado y acronológico, un ajiaco temático en nir un estilo. Eso se lo dejo a los críticos, a los estudio-
el que, más que preguntas, se intentan provocaciones sos [risas]. Desde que me viene la inspiración de cada
que hagan al cineasta –como en un fluir de la con- película, trato de interpretar, definir, qué personali-
ciencia– reflexionar sobre su obra y sobre el contexto dad tiene. Por supuesto que eso no quiere decir que
cinematográfico de la época. en ese proceso creativo no trabaje mucho –porque los
he estudiado, y me considero un profesional–, con los
principios narrativos de los géneros, de cada corriente
artística, en la cual la película se pueda insertar.
Recuerdo que, mucho más joven, leí en la bibliote-
ca del ICAIC un texto escrito por Pier Paolo Pasolini,
en el que definía –muy profundamente y a su estilo– el
«cine de prosa» y el «cine de poesía». No voy a citar
las palabras exactas de Pasolini, invito a los lectores
a que lo lean para que puedan compartir la profun-
didad de su pensamiento, pero sí quiero recordar que
Pasolini, sin crear categorías definidas e inamovibles,
veía cómo en toda la Historia del Cine han existido y
existen dos maneras de narrar: el «cine de prosa» y el
«cine de poesía». Una no es mejor que la otra, una no
anula a la otra… solo se complementan. Por supuesto,
en el «cine de prosa» entra el cine de género, un cine
Rodaje de Clandestinos (1987).
mucho más narrativo, como sucede también en la lite-
Puede advertirse una etapa… podría decirse… «más ratura; mientras el «cine de poesía» va por un lenguaje
metafórica o simbólica» en tu cine anterior, un cine que más metafórico, más asociativo. Yo me he enfrentado
podemos catalogar como asociativo y, en algunos ca- a esas dos maneras de narrar. Cuando comencé con
sos, hasta surrealista, como Hello Hemingway [1990], Clandestinos, tenía que probarme a mí mismo si po-
Madagascar [1994], La vida es silbar [1998], que tie- día contar una historia o no, a través de las imágenes,
nen incluso un puente conector con Madrigal [2007], de los sonidos, del lenguaje audiovisual. Y me planteé
aunque esta se haya realizado después de Suite Habana que en ese primer paso mío, en esa primera «andadu-
[2003]. En Suite Habana pudiera pensarse que haces un ra», tenía que buscar la narración más aristotélica. Yo
tránsito, al mezclar la noción documental con ciertos había bebido mucho –porque era muy apasionado, y
rasgos ficcionales. Y ahora llegas a una etapa, en cierta todavía lo soy– de las películas de acción, del género
medida, más apegada a la convención de los géneros… de acción. Y definiendo ese como el género que me
La pared de las palabras [2014], Últimos días en La interesaba, traté de manejar en Clandestinos las cate-

8 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


diferente. Mis colegas ya se habían involu-
crado en temas contemporáneos desde an-
tes, y yo estaba todavía en los años cincuen-
ta, en la épica y en la historia –con minús-
cula– con Hello Hemingway. Y sentí que al
abordar la contemporaneidad no podía que-
darme en el testimonio; quería dar otro paso
más, ponerme la varilla un poco más alta y
ver si podía o no narrar a través del lenguaje
asociativo y las metáforas. ¿Por qué no?
Era imponerse un nuevo reto… como con
Clandestinos y la narración aristotélica… in-
tentar contar una historia primero, y ver luego
si podías narrar desde otra perspectiva… ¿no?
A mí eso me ayudó muchísimo, porque
si bien como cineasta me gusta caminar por
Fernando Pérez, María Isabel Díaz y Laura de la Uz durante la filmación de Hello todos los senderos, también como espec-
Hemingway (1990).
tador no estoy afiliado a un solo cine. Me
gorías de la épica, del suspenso de [Alfred] Hitchcock, a quien gusta cualquier tipo de película, si realmen-
siempre admiré y sigo admirando muchísimo. Porque Hitch- te logra conmoverme. Y poder comenzar a
cock narraba fundamentalmente a través de las imágenes y creó narrar desde esa otra perspectiva, digamos
un estilo propio, que se ha convertido también en una manera más subjetiva, para mí era muy importante.
de narrar, la que alcanzó en Vértigo [1958], su más depurada y Claro, después vienen las clasificaciones…
poética expresión. Luego, con Hello Hemingway, yo sentía que pero por ejemplo, yo me pongo a pensar y
debía continuar mis pasos por un cine de narración aristotélica, digo: Suite Habana, siendo una película do-
pero un poco más intimista. Aunque hoy puedo afirmar que la cumental, ¿es absolutamente realista? En
dramaturgia aristotélica siempre hay que aplicarla. Tú puedes ella, sin abandonar ni traicionar los princi-
construir un edificio, pero tienes que partir de una estructura… pios del género documental, acudo también
Puedes construir la más poética de las narraciones… pero a al lenguaje asociativo…
fin de cuentas estás narrando, ¿cierto? Es que Fernando nunca fue el mismo des-
En toda obra tiene que haber un crescendo dramático..., pero pués de Madagascar…
bueno, hay películas más narrativas que otras. Fue a partir de En Suite Habana, por ejemplo, el perso-
Madagascar cuando sentí que tenía que hacerlo de una manera naje del Chino, el ferroviario, vive la noche,
Laura de la Uz en Madagascar (1994).
toca en la iglesia y comienza entonces un
montaje paralelo entre toda una serie de ac-
tividades nocturnas: béisbol, baile popular
en La Tropical… todo eso está unido por el
Amén que cantan en la iglesia…
Justamente está unido por una asociación
de sentidos…, como también la escena de la
despedida del hermano del médico y el plano
secuencia posterior del barco que pasa, len-
tamente, y permanece en pantalla por varios
minutos…
Efectivamente. Ya ves que también se uti-
liza en Suite Habana un lenguaje asociativo.
¿Es simbólico? No sé. ¿Es metafórico? No
sé. Pero el principio de las asociaciones para

ESTE CINE NUESTRO 9


mí es muy importante en todo el cine que he hecho después de
Madagascar, incluso en una película más narrativa como José
Martí: el ojo del canario [2010] que, al estar comprometida con
la historia real, traté de que fuera más clásica, una suerte de bio-
pic…
Sin embargo, desde el nombre, ya es asociativa…
¡Claro!, y en ella se buscan también asociaciones visuales
con la poesía de Martí. Es decir, me gusta buscar a través de las
imágenes –contando siempre una historia– que el espectador
pueda abrirse a todo tipo de asociaciones, y que la imagen y el
sonido creen estados de ánimo, para que también pueda sacar
sus conclusiones. Pero ya te digo, para mí cada película implica
un reto, es como caminar hacia lo desconocido, no sabes nunca
a dónde va a llegar…
Es decir, no hay un análisis independiente del estilo de cada
una…
No. Es la película la que me lo pide, y yo tengo que tratar de
descubrirlo…, a veces con más o menos fortuna… [risas]. No
me atrevería a afirmar que una vez descubierto, queden desen-
trañados todos los misterios que cada película esconde. Cartel de Suite Habana (2003).
¿Y qué hay, o no, en tus películas de ficción, del Fernando Pé- jo. Incluso llegó un momento en que –a par-
rez documentalista, que fue tu formación inicial como cineasta? tir de Camilo [1982] y Omara [1983]– em-
¿Qué vínculos visuales, conceptuales… encuentras entre tu cine pecé a trabajar un poco la puesta en escena,
de ficción y de documentales como Cabinda [1977], La sexta par- a transitar por esos caminos que tienen más
te del mundo [1977], Siembro viento en mi ciudad [1978], Mi- que ver con la ficción, que era, a fin de cuen-
neros [1981] o Las armas invisibles [1981]? ¿Hay un nexo entre tas, lo que a mí me interesaba. Con esto que
aquel Fernando antes de los 40 años, antes de que empezara a digo no quiero olvidar que el documental, y
hacer ficción? sobre todo el Noticiero ICAIC Latinoameri-
Voy a serte sincero. Yo miro hacia atrás… y siento que nun- cano, fueron mi escuela. Ahí fue donde yo
ca fui un buen documentalista [risas]. Fue mi escuela, pero yo obtuve mi verdadera formación profesional.
no fui un buen documentalista. Recuerdo que mientras Daniel Esa exigencia –sobre todo en el Noticiero–
[Díaz Torres], Rolando [Díaz] y otros colegas de mi generación de salir a filmar un evento, una realidad
hacían dos y tres documentales al año, yo hacía uno. Y no por inesperada, una noticia que ocurría en ese
vagancia, sino porque realmente me costaba mucho más traba- momento, y de decidir dónde tú ponías la
Fernando Pérez junto a Rolando Brito y Daniel Romero Bildaín en el rodaje de José cámara, cómo lo filmabas… todo eso fue
Martí: el ojo del canario (2010). Fotografía: Paco Bou. una experiencia única. Y se lo debo a San-
tiago Álvarez, porque él nos dejó armar en el
Noticiero –en la etapa en que nosotros estu-
vimos– prácticamente un taller de creación;
donde estaban Daniel Díaz Torres, Rolando
Díaz, Jorge Abello, Julia Yip, Raúl Pérez Ure-
ta, Daniel Díez Castrillo, Francisco Puñal…
en fin, todo un grupo de jóvenes que aspirá-
bamos a hacer nuestra obra, y el Noticiero
fue nuestro espacio formativo-práctico. Fue
una etapa que yo definiría como «nuestra
educación sentimental», porque lo más im-
portante que queda en mí de todo ese tiem-

10 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


po es la actitud; la actitud ante cada imagen que uno una banda sonora… Recuerdo que fui como dos o tres
va a filmar y a montar después… Y esa actitud es iden- veces a verlo y fue distinto cada vez. Y yo pienso que
tificarme siempre con lo que estoy haciendo; no traba- eso tiene mucho que ver con el cine también.
jar a través de fórmulas, sino de principios narrativos Eso me recuerda Guernica, un cortometraje de Emir
que te pueden llevar al éxito o al fracaso, pero que son Kusturica sobre el que escribí hace un tiempo para la
los tuyos. Puedo decir que me identifico con toda la revista Enfoco, de la EICTV. Fue la obra de licenciatura
obra que he hecho, y reconozco también que algunas del director serbio en la Academia de Artes Interpreta-
no han tenido el resultado que yo esperaba. tivas de Praga, en 1978. Trata, justamente, de la impre-
Retomando el tema de la ambientación y la compo- sión que causa en un niño judío el cuadro de Picasso.
sición fotográfica… siento como si ambas persiguieran Es un corto de ficción precioso que nos muestra cómo
siempre en tus películas ese sentido conceptual que me ese niño judío vive envuelto en la densa atmósfera del
remite a las manifestaciones no cinéticas o que no trans- nazismo, sin advertir bien de qué se trata. Al preguntar
curren en el tiempo, como la fotografía, la pintura. Yo a su padre qué es eso de ser judío y por qué se les consi-
veo mucho de las artes plásticas en tus composiciones dera una raza impura e inferior, este intenta simplificar
fotográficas, en el modo en que encuadras la cámara. la respuesta, apelando a la inocencia infantil: «Mi nariz
Ese intentar captar en una imagen única e irrepetible, es muy grande y eso es una gran vergüenza hoy en día».
uno o muchos sentimientos y sensaciones. Cada cua- Minutos más tarde, el niño, solo en casa, intenta meta-
dro, cada escena de tus películas, me remonta a esa in- bolizar las palabras escuchadas y «restaurar el orden»:
tención. ¿Cuánto hay de cierto o intencional en ello, y haciendo gala de una apabullante lógica infantil, el pe-
cuánto de pura intuición? ¿Cómo lo trabajas desde el queño comienza a desenmarcar fotos de sus ancestros y
guion y luego desde la dirección de arte y, sobre todo, les «borra» las narices con creyón de labios, haciendo
desde la fotografía? ¿Tienes alguna anécdota especial? grandes redondeles que simulan narices de payaso. Aún
Mira, si no hubiera sido cineasta, hubiera querido no conforme con el resultado, y recordando el impacto
ser músico o pintor… pero ninguna de las dos se me que le causó el Guernica de Picasso al visitar el museo
dan [risas]. La música es capaz de trasmitirme emo- con su padre, el pequeño comienza a recortar porcio-
ciones y sentimientos que me son inefables. Y me pasa nes de los cuerpos con una cuchilla de afeitar y crea su
lo mismo con la pintura. De todas las expresiones vi- propio –y estremecedor– «Guernica» con las fotos fami-
suales y del arte, es la pintura la que más me interesa. liares. De veras es un corto sumamente hermoso y estre-
Hay determinados cuadros que me han impactado mecedor, tanto por la historia, como por la concepción
emotivamente de una manera muy fuerte y me han estética de las imágenes.
marcado. Recuerdo la primera vez que vi el original de A mí, que no soy judío ni niño, me marcó increí-
Los cuervos sobre un trigal de Van Gogh; lo había visto blemente el Guernica. Fíjate que la historia de la que te
en reproducciones, pero fue totalmente diferente. Es hablé, dejé de escribirla porque sentía que no lograba
un cuadro mucho más pequeño de lo que me imagina- describir en palabras la impresión que había sentido.
ba… pero tiene un poder de atracción increíble. Había Me parece muy interesante la idea del corto de Kustu-
otros cuadros conocidos de Van Gogh, pero volví de rica. Me gustaría verlo.
nuevo para ver Los cuervos sobre un trigal y estuve lar- A mí me parece un excelente cortometraje, sobre
go rato mirándolo. Y realmente fue una experiencia todo tratándose de un simple ejercicio docente. Te lo re-
comunicativa muy fuerte que, durante esos minutos, comiendo. Pero, bueno, volviendo a nuestro tema. La
creó en mí estados de ánimo, interpretaciones… Y lo plasticidad que vemos en las imágenes de tus películas,
mismo me pasó con el Guernica de Picasso, una vez ¿va más allá del gusto personal por la pintura?
que pude apreciarlo en el [Museo] Reina Sofía. De ese En ese sentido, el encuentro mío con Raúl Pérez
momento tengo un escrito, no terminado… quise ex- Ureta fue decisivo. Nos conocíamos del Noticiero y
presar literariamente esa experiencia, lo que me con- recuerdo que aun cuando íbamos a filmar un breve
movió el Guernica; porque, al mirarlo, estaba viendo reportaje de noticias del día, Raúl llevaba equipos de
una película. Ante mis ojos estallaban los desastres iluminación y no sé cuántas cosas más, como si fuera
de la guerra, escuchaba los gritos, los estruendos, los a filmar una secuencia dramática «a lo Ingmar Berg-
gemidos, las respiraciones, como si el cuadro tuviera man». Compartir esa pasión de Raúl por la fuerza

ESTE CINE NUESTRO 11


expresiva de la imagen, ha significado com- Milanés y ella, de forma espontánea y generosa, fue la primera
partir todo un proceso donde los referentes que accedió a ayudarnos. No pude estar en ese concierto de la
pictóricos han sido muy importantes. Ya a Muestra, pero más adelante Haydée se presentó en el Mella con
partir de Madagascar hemos tenido siempre las canciones de Martha Valdés. Fue una noche memorable para
esa referencia muy presente. la música cubana y ahí la Canción fácil se convirtió en la posi-
Sí, porque Raúl ha trabajado contigo en bilidad de hacer mi primer videoclip. Creo que por el momento
todas tus películas… no haré otro, pero sí me gustó mucho hacerlo… sobre todo por
En todas, de Madagascar en adelante… tratar de contar una historia en menos de dos minutos. Ese es
Son muchos los pintores que nos han influi- un tipo de narración que a mí me interesa mucho. Es algo que
do. Primero René Magritte, luego Edward está inscrito, por ejemplo, en la publicidad: contar una histo-
Hopper y también Caspar David Friedrich. ria en treinta segundos y eso requiere una maestría, un talento,
Por supuesto, son referencias que modifica- un dominio del audiovisual. Filmar ese videoclip fue, para mí,
mos de acuerdo con la película que estamos una prueba más. Asimismo, cuando estaba en la Muestra, me
haciendo, pero siempre tratando de com- encantaba participar en el Acto de inauguración creando un es-
poner imágenes capaces de expresar esta- pectáculo sin discursos, sustituyendo los discursos formales por
dos de ánimo. una expresión teatral, muchas veces fusionando cine y teatro.
Y luego de concretar este modo de expresarte También en eso probé suerte.
en la ficción, ¿cómo ha resultado la experimen-
tación con otros productos audiovisuales como
el videoclip? ¿De dónde nació la idea? ¿Cómo
lo trabajaste y bajo qué concepto visual-concep-
tual? ¿Piensas repetir la experiencia?
Mi sueño…, bueno, tengo muchos sue-
ños… es hacer un musical, porque a mí la
música me gusta mucho. Pero hacer un mu-
sical son palabras mayores, no solo por el ni-
vel de recursos que lleva, sino porque todavía
no he encontrado la idea completa para con-
cretar un proyecto de este tipo. Hacía tiem-
po quería hacer un videoclip, porque siento
que el género, poco a poco, ha ido cobrando
fuerza, personalidad, y ha logrado, en mu-
chísimos casos, un nivel artístico bastante
Isabel Santos en La pared de las palabras (2014). Fotografía: Jaime Prendes.
alto. Y no solo fuera de Cuba… en Cuba
también. A pesar de que es muy denostado, Ahora hablemos un poquito de tu más reciente película. Des-
porque es cierto que hay muchos videoclips pués de ver Últimos días en La Habana, tuve la impresión de
que pretenden reflejar solo el entretenimien- estar viendo una película que era la extensión de otras que has
to, lo comercial, con el objetivo de vender realizado antes, no en cuanto al argumento, sino en lo referido al
el producto y nada más. Pero también ha tratamiento de la imagen, al ojo que encuentra, a la selección de
habido videoclips que tienen un trabajo y las locaciones, los espacios por donde transitan los personajes. El
una factura realmente muy interesantes. Y personaje que interpreta Patricio Wood en Últimos días… bien
creo que el movimiento del videoclip cuba- podría tropezarse, al cruzar la calle, con la madre de La pared
no es una cantera de jóvenes cineastas: ahí de las palabras. ¿No temes que pueda agotarse esa mirada en tu
están, no voy a decir los nombres. Cuando obra? ¿No crees que ese sello podría perder expresividad dramá-
trabajaba en la Muestra Joven ICAIC, hubo tica en su continuo uso, cada vez más descarnado? ¿Influirá en
un momento en que tuvimos que organizar ello tu pasión por caminar la ciudad? Decía Herman Hesse que
conciertos en el Chaplin para intentar auto- siempre se está escribiendo el mismo libro. ¿Estará Fernando Pé-
financiarnos. Sin conocerla, llamé a Haydée rez haciendo, de alguna manera, una misma película?

12 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Es probable que sea todo eso a la vez. En el caso porque sentía que recordaba demasiado, en muchos
concreto de Últimos días en La Habana mi motivación aspectos, a Fresa y chocolate [Tomás Gutiérrez Alea y
fundamental fue volver a ese mundo poco represen- Juan Carlos Tabío, 1993]. Pero confirmaba que en él
tado en nuestros medios, y en otros medios fuera de había, y hay, mucho talento para crear situaciones y
Cuba también, que es La Habana desnuda, esa Haba- escribir diálogos en ese entorno que a mí me interesa
na que no se cuenta y que es la más cotidiana, pero tanto. Acordamos entonces que si él tenía otras ideas,
cuya imagen no forma parte de la cotidianeidad en me las presentara. Y recuerdo que durante un periodo
los medios. De alguna manera, Últimos días… es vol- de dos o tres años me trajo no sé cuántas historias. In-
ver a Suite Habana, pero trece años después y en el cluso hubo una muy alucinante, que para mí resultaba
terreno de la ficción. ¿Y sabes por qué? Porque siento muy atractiva, pero no me motivaba para realizarla
que, aunque La Habana sigue siendo la misma, ya no y se la propusimos a [Juan Carlos] Cremata porque
lo es, porque la sobrevivencia ha ido determinando sentía que estaba más en el estilo de su cine. Cremata
que muchos valores morales vayan diluyéndose y que lo recibió, pero tenía otros proyectos y al final no se
ya los sueños no sean los mismos de aquel entonces. hizo. Hasta que Abel vino con el núcleo central de esta
Hay personajes, por ejemplo, como P4, como Yusis- historia. Y entonces sí que me atrapó la situación entre
leydi, como el mismo Miguel que, desde un punto de estos dos personajes, Diego y Miguel; esta vez sí le dije
vista ético, no corresponden a la misma valoración «vamos a trabajar juntos para desarrollar este guion…
de los personajes de Suite Habana. Es un mundo un y lo haremos cuando podamos».
poco más marginal, un mundo que sobrevive, vela- En un periodo de dos años fuimos trabajando estos
do, pero que está ahí y que a mí me interesa mucho personajes, hilvanando la historia. El primer reto que
porque es donde yo creo que está el termómetro de me proponía a mí mismo era desarrollar situaciones
nuestra sociedad. Una realidad que vive un porcentaje dramáticas de una duración entre diez y doce minu-
altísimo de la población y que preferimos no mirar o tos, en una sola locación, con dos personajes, uno in-
simplemente juzgar sin tratar de comprenderla: una móvil en una cama y otro sentado… y convertir eso en
realidad que expresa la temperatura de nuestros días. una escena que mantuviera la tensión dramática y la
Una realidad a la que volveré, siempre que pueda; por- atención del espectador. Nunca me había enfrentado a
que ahí es donde puedo encontrar rostros que definen narrar secuencias de ese tipo. También era un proyec-
nuestras contradicciones más sensibles. Por supuesto to en el que la caracterización de los personajes resul-
que hay otros niveles de la realidad, pero este es el que taba muy importante y, por lo tanto, el trabajo con los
a mí me parece más representativo, más urgente y, en actores iba a ser esencial; y por suerte conté con artistas
muchos casos, más dramático. que aportaron muchísimo, y se entregaron con mucha
En Últimos días en La Habana hay un tratamiento pasión. Lograr que los actores pudieran vivir los per-
del guion que apunta al melodrama. Tú mismo en en- sonajes era lo básico para mí, porque la impresión de
trevistas anteriores has dicho que es una comedia triste; realidad era lo fundamental, más que las metáforas…
sin embargo, cuando parece que podrías aprovechar un aunque se mantiene el lenguaje asociativo. Imágenes,
diálogo, escena o secuencia, para explotar las posibili- situaciones que, del modo en que están elaboradas
dades del género en la comunicación con el espectador, audiovisualmente, pueden provocar asociaciones.
da la impresión de que te alejas, tomas distancia, no te No voy a descubrir cuáles son… [risas] están ahí en
sumerges en la tentación y recurres al humor para «en- la película. Para mí el tema esencial de Últimos días
friar» las situaciones. ¿Fue una intención de la escritura en La Habana es el de los prejuicios, la relatividad de
o es un resultado? ¿Le temes a la convención del género? los valores morales en La Habana de hoy. Por eso, la
El guion surgió cuando Abel Rodríguez –que no intención es lograr que el espectador al inicio sienta
es un guionista profesional, pero sí un excelente es- también cierto prejuicio ante lo que está viendo, ante
critor– tocó la puerta de mi casa. Yo no lo conocía esa galería de personajes que le pueden resultar un
y se presentó con una historia escrita por él. Eso fue tanto particulares. Y luego, en la medida en que los
hace mucho tiempo. Abelito trabaja en un banco en conoce y se revelan sus verdaderos rostros interiores,
Guanabacoa, pero le gusta escribir. Y esa primera his- el espectador se identifique emotivamente con ellos
toria, aunque a mí me interesó mucho, se la rechacé y no los juzgue, permitiéndose comprender que son

ESTE CINE NUESTRO 13


No, en esta ocasión no. Sí lo fue en otros
casos como en el de La vida es silbar. La
vida… le debe mucho a La cartuja de Parma
de Stendhal, una novela que he leído varias
veces porque es un ejemplo anticipado de
ese lenguaje de ruptura entre drama, melo-
drama, tragedia, humor… y Stendhal, ade-
lantándose a su época, lo hizo de una ma-
nera cinematográfica y de vanguardia en el
siglo xix. La historia de La cartuja de Parma
es una fuente a la que acudo en repetidas
ocasiones y, de alguna manera, esas «sali-
das» del humor, esas rupturas humorísticas
en medio de un momento dramático, deter-
minaron muchas situaciones en La vida es
silbar. No lo concebí igual en Últimos días en
La Habana… aunque tal vez funcione así, no
descarto la posibilidad. Pero la intención fue
que el humor partiera de los mismos perso-
Durante el rodaje de Últimos días en La Habana (2016). Fotografía: Jaime Prendes.
najes, que fuera congénito, por decirlo de
seres humanos que sobreviven, que quieren vivir de la mejor algún modo.
manera posible y defienden eso que creen. Para lograrlo, quería Una curiosidad, Fernando, ¿cómo Chupa
que quienes defendieran esa idea fueran los personajes mismos, pirulí –que fue su título de producción– termi-
que no hubiera, narrativamente, otro tipo de manipulación. Esa nó llamándose Últimos días en La Habana?
manera de trabajar me atrae mucho desde que hice José Martí: A mí me hubiera gustado que se llamara
el ojo del canario y, sobre todo, La pared de las palabras. En esta Chupa pirulí. Primero, porque es un título
película, por ejemplo, vuelvo a no utilizar música extradiegéti- provocador, en el sentido que te preguntas,
ca, que subraye una determinada emoción. Eso tendría que ver ¿qué tipo de película voy a ver? Yo nunca he
mucho con una manera melodramática de contar: pones una sido muy imaginativo para mis títulos; en-
música y apoyas la emoción del espectador; la música te lleva a contrarlos siempre me ha costado mucho
que te emociones doblemente. Yo quería que no fuera así. Inten- trabajo. Sin embargo, este título me satisfa-
to, en el cine que estoy desarrollando actualmente, que no haya cía mucho. Pero a la hora de plantearse la
otro tipo de apoyatura expresiva que no sea la situación misma. coproducción, José María Morales, de Wan-
En Últimos días en La Habana hay música, por supuesto, pero davisión, me señaló –con mucha razón– que
forma parte de la acción, de las situaciones. No creo que el hu- era un título que fuera de Cuba no se enten-
mor lo haya utilizado con ese sentido de ruptura… pienso que día… en Cuba tampoco se entendía mucho
el humor forma parte de los personajes, como forma parte de [risas]. Cada vez que yo lo decía, la gente se
nuestra realidad. Si algo caracteriza al cubano –nos caracteri- reía mucho, o bien preguntaba si era una
za–, es el humor, incluso en las situaciones más trágicas, más comedia. Yo les respondía «no, no es una
dramáticas, sobre todo en una realidad como la que la película comedia, es un drama alegre»; un poco ju-
muestra. En ese entorno, en ese sector de la sociedad, se es así. gando, ¿no?, con las asociaciones. De hecho,
Es como una «salida» en la que el humor alivia un poco la ten- es un título que, una vez que el espectador ve
sión de la vida misma. Y ese humor emana de la personalidad la película, puede entender por qué fue esco-
de los personajes, en este caso de Diego, que desde su situación gido para representar el filme. Hubo un mo-
dramática tiene una relación muy positiva con la vida. mento en que pensé dejarle los dos títulos;
Pero no fue intencionalmente concebido como una ruptura pero reflexioné y concluí que podía ser muy
dramática, como una suerte de distanciamiento brechtiano… complicado. Y finalmente se quedó como
principal Últimos días en La Habana, que a
mí no me disgusta, pero añoro el original.

14 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Ahora quisiera que hiciéramos una transición y pa- tra Joven ICAIC] durante tres años. Hoy me siento
sáramos a hablar de la vinculación de Fernando con el muy feliz y complacido de que la Muestra –aunque
cine independiente. Fuiste, no estoy segura si el primero, siga siendo un evento del ICAIC– esté en manos de
pero sí al menos uno de los primeros directores consa- los jóvenes, dirigido por un grupo de cinco que se
grados del ICAIC en experimentar con las nuevas fór- renueva cada cierto tiempo. Siempre he pensado que
mulas de producción; me refiero, específicamente, a La son los jóvenes quienes tienen que dirigir sus eventos,
pared de las palabras. ¿Por qué te interesó esta nueva hacer sus películas, lanzarse, equivocarse… y traer
experimentación? ¿Cómo lo hiciste? ¿Cuál fue tu expe- también lo nuevo que su pensamiento genera. Abogo
riencia personal con este nuevo modo de hacer cine… al mucho por la libertad de movimiento que ellos de-
menos en Cuba? ben tener. Pienso que nuestro país, en ese sentido, se
Por una sola razón, y es porque, desde hace mucho viene expresando de una manera muy conservadora y
tiempo, pienso que el cine independiente cubano es que esa libertad de movimiento no es todo lo abierta
la parte más dinámica de nuestra cinematografía. Y que debería ser. Eso trae, por ejemplo, mucho descrei-
porque, de alguna manera, han logrado abrir cami- miento en los jóvenes, falta de motivación, hace que
nos, abrir puertas, enfrentando muchas veces prejui- se vayan a otros extremos; si tuvieran la posibilidad de
cios. Esa es una parte de la realidad de nuestra cine- realizar sus proyectos aquí, no tendrían que emigrar
matografía que siempre he defendido; y ya no basta para buscar otras vías de realización. Y ese es un tema
con hacerlo teóricamente, también hay que llevarla a muy urgente en nuestra realidad de hoy.
la práctica, compartir lo positivo y también lo difícil Aprovecho la ocasión para definir qué cosa es el
que es hacer cine independiente. En mi caso había cine independiente, porque siempre ha habido mucho
ciertas peculiaridades, porque ya no soy un joven que prejuicio con la palabra «independiente». Recuerdo
comienza; tengo mi obra realizada. Pero era una opor- que a finales de los noventa y a principios de este siglo
tunidad de participar, y a mí siempre me ha gustado –años 2000, 2001–, no se podía decir la palabra «inde-
participar. Por otro lado, siempre me he sentido muy pendiente». Cuando empezaron las Asambleas de Ci-
apegado a los jóvenes, no porque piense que todos van neastas y el G20, para definir con los abogados qué era
a tener el mismo talento –no hay que ser paternalista independiente… aquello fue tremendo [risas]… había
con los jóvenes–, sino porque en el sentido evolutivo que tratarlo con otro nombre. Y yo decía, «¿qué hay
de la vida, la juventud es muy importante. En esa edad en un nombre?» Esa es apenas una denominación, el
genética la mayoría de las ideas parten de la negación, fenómeno es el mismo. Es otra manera de hacer cine
se transforman; son el germen de lo nuevo. La expe- fuera del ICAIC, pero no contra el ICAIC. Y creo que
riencia con los jóvenes a mí me ha enriquecido mu- esa complementación es a la que aspiramos. El cine
cho. En muchos casos se trata también de transmitir independiente y el cine de la industria son comple-
experiencias personales que ellos toman… o no. Y por mentarios. Y los jóvenes pueden aportar muchísimo,
eso creo que participé también en la Muestra [Mues- no necesariamente porque haya que vincularlos a la
La pared de las palabras. Fotografía: Jaime Prendes. Industria Cinematográfica, sino colaborando con esta
desde sus perspectivas y desde su manera de concebir
el cine. De hecho, el cine independiente cubano ya no
es esa promesa que se avizoraba, «los retoños que van
a florecer»… no, no, no, ya están ahí. Hay nombres y
hay películas –y películas de todos los géneros– que
pueden formar, en su conjunto, la producción de cual-
quier cinematografía. Pueden gustar más o menos,
pero están ahí. Hay cine de arte y ensayo, cine de au-
tor, cine para todos los tipos de público.
Al menos se han adentrado en nuevos géneros que el
cine de la Industria no se había interesado en explorar. El
resultado puede ser más o menos cuestionable, pero la ex-
ploración está, y ya eso es válido y positivo, ¿no?

ESTE CINE NUESTRO 15


Patricio Wood en Últimos días en La Habana. Fotografía: Jaime Prendes.

Por supuesto. Además, hay muchas películas que, razones de producción se hizo imposible… y ¡bienve-
más allá de la opinión de los especialistas, han tenido éxi- nido!, ¿no? Yo no tengo ningún conflicto con eso. Fue
to, han logrado conectar con el público, Habanastation otro proceso productivo que funcionó bien y nosotros
[Ian Padrón, 2011], Conducta [Ernesto Daranas, 2014]. tuvimos bastante flexibilidad para trabajar. Ahora, si
Y la experiencia personal de Fernando dentro de la bien el proceso de producción de La pared de las pala-
producción independiente, ¿cómo fue? Porque Fernan- bras fue muy positivo para mí, la posproducción –por
do no llegó a la producción independiente –como otros– razones que no voy a contar aquí, porque son muy
a los veinte años… extracinematográficas– se complicó. Ese es el riesgo
Mira, todo el proceso de producción fue muy po- también del cine independiente, que uno no tiene la
sitivo. Lo más bonito fue que formamos un equipo de certeza total de cómo será el desarrollo de cada etapa
jóvenes. El productor fue Daniel Díaz Ravelo, el hijo productiva, porque están sujetas a los financiamientos
de Daniel [Díaz Torres], que es joven; el equipo de di- que puedas obtener o no. Y ya la fase de posproduc-
rección también se formó con gente joven. Y al final ción fue realmente agónica. Por suerte, conté con el
–no es ese gran equipo que comporta hacer cine den- apoyo de colaboradores con los que yo había trabaja-
tro del ICAIC– la mitad del equipo se formó con jóve- do antes, como por ejemplo Edesio Alejandro, que no
nes y la otra con cineastas jubilados del ICAIC [risas]. cobró ni un centavo por hacer toda la banda sonora
¡Qué experiencia más interesante! [risas]. de la película; eso no se le ha pagado a Edesio toda-
Yo no pensaba jubilarme, pero me jubilé para ha- vía… y puso su estudio y un año de trabajo, incluso
cer cine independiente, porque si seguía cobrando un entorpeciendo otros proyectos que se le presentaban.
salario y continuaba en la nómina del ICAIC, no sería Estos son los avatares que el cine independiente puede
independiente. Ya no estoy en la nómina del ICAIC, enfrentar.
cobro mi retiro, y puedo hacer tanto cine indepen- Pero el cine institucional tiene otros avatares…
diente como con la Industria Cinematográfica. Así Y a veces mucho más complicados; los avatares de
sucedió con Últimos días en La Habana. Yo hubiera todo un sistema al que uno tiene que responder y que
querido hacerla de manera independiente, pero por muchas veces no lo genera el propio ICAIC… es el

16 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


país el que lo genera. El horizonte hacia el que vamos y estos que encarnan hoy la realidad de las productoras
–además, como un río indetenible, eso no hay quien independientes y las Asambleas de Cineastas?
lo detenga, no hay diques ni barreras– es del cine in- Ese es un tema que merecería ser investigado en
dependiente, aunque se pueda complementar con el serio. Porque se habla mucho de la fragmentación de
cine institucional. Con la realidad que se nos avecina este movimiento –aunque a mí no me gusta llamarlo
cobra mayor importancia el fortalecimiento de una todavía movimiento–, del cine independiente hecho
institución que regule –no que controle– la produc- por los jóvenes. Y, por ejemplo, cuando yo presidía la
ción cinematográfica y que no sea la banalidad lo que Muestra, traté de que la publicación del Bisiesto estu-
prime, sino que haya un apoyo al cine que promueva viera en manos de los jóvenes y que ellos propusie-
la cultura cubana, que no sea solo un cine de negocio. ran los temas que realmente les resultaran acuciantes,
¿Cuál es la realidad del cine independiente en Cuba y que así se comenzara a evidenciar en letra impresa
en estos momentos? ¿Qué vínculos concretos ha logra- el pensamiento de esa nueva generación. Se hizo du-
do con el ICAIC tanto como productor, como exhibidor rante un tiempo, pero no prosperó por otras razones
comercial? de la propia publicación. También recuerdo que para
¿Vínculos? Regulados, no hay ninguno… Está so- ese mismo Bisiesto organizamos una vez un encuentro
metido a las decisiones coyunturales que yo he cali- con jóvenes cineastas y les mostramos tres documen-
ficado en algunos casos de esquizofrénicas. Existe el tales de Nicolasito Guillén Landrián y otros tres de
cine independiente –eso es incuestionable–, pero no Santiago Álvarez… y después, a debatir. Eso está re-
existe bajo los marcos de la legalidad… cogido en un Bisiesto. Y de ahí surgió un pensamiento
Incluso la mayoría de las especialidades dentro de profundo, complejo, renovador, de cómo estos jóvenes
la producción cinematográfica carecen de personalidad se proyectaban hacia esa historia que no vivieron. Tal
jurídica. vez ahí haya cierta conexión con aquella generación.
Efectivamente, carecen de cualquier amparo legal. Creo, como te decía, que hay que abrir espacios para
Pero no pensaba solamente en términos de produc- que los jóvenes hagan sus películas, pero también es-
ción, sino también de exhibición. Porque es un cine que pacios para que expresen su forma de pensar; hasta
se produce pero, ¿dónde se ve? ahora estos espacios están dispersos por ahí. Esa es
Ya te dije, esas son decisiones puramente coyuntu- una deuda. Hubiera querido continuar esta labor, po-
rales. No es que esté prohibido el cine independiente. ner mi granito de arena…, pero tuve que irme de la
Está ahí, y en muchos casos se exhibe. Por ejemplo, Muestra.
en el pasado Festival Internacional del Nuevo Cine Y sería bueno también para que los mismos jóvenes
Latinoamericano había tres producciones del ICAIC conozcan su legado cinematográfico previo.
y creo que eran cinco independientes. Se puede exhi- Eso es algo que muchas veces desconocen… de
bir, pero eso no está regulado. Hay películas realizadas qué fuentes –y buenas– beber… que no siempre tie-
de manera independiente que confrontan problemas nen que ser extranjeras.
para su exhibición aquí en el país, aunque fuera de Ahora hablemos de la labor de Fernando menos co-
Cuba pueden hacerlo de la manera que entiendan. No nocida, como teórico y como docente. Porque has im-
existe una regulación para la producción del cine na- partido clases en Cuba y en otros países…
cional, como no está regulada la existencia del crea- Soy de los que piensa que el cine no se enseña, que
dor audiovisual. Todas esas son propuestas que hace la creación cinematográfica no se enseña. Eso lo dijo
más de ocho años están elaboradas, aprobadas en las Pedro Almodóvar mejor que yo: él dice que hay una
Asambleas por la mayoría de los cineastas cubanos de gramática del cine que se puede aprender y uno puede
todas las generaciones…, pero estamos a la espera de ponerla en práctica, pero siempre va a faltar algo. Y
una respuesta. Podemos avizorar intenciones, pero no ese algo eres tú mismo. La creación cinematográfica
concreciones. –y artística en general– es un hecho individual, que
¿Encuentras alguna conexión entre la propuesta con- no admite sustituto… y creo firmemente en eso, en
ceptual de aquellos jóvenes cineastas que impulsaron el el cine de autor. Por supuesto, existe una gramá-
ICAIC revolucionario –en la acepción más amplia del tica que uno puede discutir, compartir, analizar;
término– de los años sesenta, de la cual formaste parte, pero no puede convertirse en fórmula, en un «dos

ESTE CINE NUESTRO 17


matográfica; convertir la Escuela, más que en una escuela teó-
rica –sin negar la teoría, por supuesto–, en un espacio creativo,
donde los alumnos, a través de la práctica, pudieran enfrentar
sus propias ideas y, viendo los resultados posteriores, compro-
bar si estos estaban a la altura –o no– de lo que ellos pensaban.
Para mí fue una etapa muy fructífera. Ahí fue cuando yo empe-
cé a hacer Madagascar y me enriqueció muchísimo poder com-
partir con los jóvenes.
¿Qué lugar le concedes a tu labor como docente en tu vida
profesional?
Más que mantener una labor profesoral permanente, lo que
siempre me ha gustado es ofrecer talleres sobre temas específi-
cos, como uno de dirección de actores que imparto en alrededor
de una semana, pero siempre basado en la experiencia. Tam-
bién tengo armado un curso sobre el lenguaje cinematográfico,
que ya lo he realizado fuera de Cuba, en la Freie Universität de
Berlín, en el año 2006 y acabo de hacerlo en la Universidad de
Clandestinos (1988). Revista Cine Cubano, no. 119.
Berna, en Suiza, durante tres meses. Esta última experiencia fue
más dos son cuatro» porque en cine, a ve- muy significativa para mí, porque me encontré de pronto que
ces, dos más dos pueden ser cinco. Hay que tenía veinte alumnos que provenían de la literatura y aspiraban
saber que esa gramática –más que a partir más a escribir sobre cine, a desarrollar teorías, que a hacer pro-
de reglas y normas– se construye a base de piamente cine. Sin embargo, cuatro de ellos terminaron hacien-
principios… principios que tú asimilas o do un trabajo práctico para culminar el curso. Al final rodamos
no, pero debes conocer para luego aplicarlos un pequeño corto, dos de ellos escribieron guiones y uno hizo
desde tu subjetividad y desde tu perspectiva. un videoclip. Me he sentido muy contento de ese resultado, de
Ese es un principio que siempre he tratado poder contribuir a que estos jóvenes encontraran una vocación
de mantener en mis intercambios creativos a partir del curso que compartimos.
–lo prefiero a términos como clases o confe- ¿Tienes idea de realizarlo acá en Cuba?
rencias– con estudiantes, con un público que Sí, me gustaría. Empieza desde el ABC, desde qué es un foto-
se preocupe en conocer cómo se hace una grama, un primer plano, porque…
película. Me interesa esa labor no como el
profesor, sino como un cineasta que trasmite La voz de Fernando iba apagándose en mi grabación. Siguió
su experiencia creativa. No voy a enseñar, no hablándome –sin advertir siquiera que la grabadora continuaba
voy a dar ningún credo, no voy a dar man- encendida sobre la mesa–, mientras se levantaba y se despedía
damientos, voy a compartir mis inquietudes, cariñosamente de mí, para luego salir presuroso hacia otra en-
mis certezas y, sobre todo, mis preguntas con trevista que le esperaba sobre Julio García Espinosa… tras con-
el auditorio. versar conmigo –con su infinita y habitual paciencia– durante
Además de impartir conocimientos viven- casi una hora. Y así terminó nuestra plática, tan informalmente
ciales, ¿sientes que influye en tu labor como como comenzó…, aunque develando los muchos misterios de
cineasta? ¿Te retroalimenta o es otra vertiente sus flechas en pleno vuelo.
independiente de tu vida profesional?
De hecho, estuve tres años –del 93 al 95–
como Subdirector Docente de la Escuela In-
ternacional de Cine y Televisión de San An- Karina Paz Ernand (La Habana, 1981). Crítica de arte y medios
tonio de los Baños. Siguiendo los horizontes audiovisuales. Profesora de la Facultad de Artes y Letras de la
planteados por Fernando Birri y Orlando Universidad de La Habana y de la FAMCA. Su línea de investigación
Senna, traté de desarrollar el antiescolasti- está enfocada a la transversalización de los Estudios de Género en el
cismo en la experiencia de la creación cine- cine y los medios audiovisuales.

18 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Cine Cubano celebra los veinte años del
estreno de una pieza significativa de
nuestra cinematografía.

Yo soy del son a la salsa:


la reedición de nuevas expresiones
interculturales caribeñas en el
espacio cinematográfico

MAYDI ESTRADA BAYONA

La poética cinematográfica de Rigoberto López entre el


diálogo intercultural y la estética de la creolización
Rigoberto López Pego.

R
igoberto López es un profundo conocedor de El artista, al centrar su narrativa cinematográfica en
la historia y el pensamiento cubano y caribe- las complejas problemáticas de la identidad cultural,
ño. En su filmografía se puede encontrar una intenta indagar acerca de las peculiaridades del todo
fuerte influencia del pensamiento del siglo xix cuba- y de las partes que conforman su(nuestra) identidad
no, inspirado en figuras como José Martí y Antonio como cubano(s), caribeño(s) y latinoamericano(s).
Maceo, así como de la vanguardia política, artística e Ello explica que los argumentos de sus narrativas sean
intelectual de las décadas del treinta y el cuarenta del las situaciones cotidianas que expresan la identidad
siglo xx cubano y caribeño. Por otra parte, su poética cultural de los latinos, los españoles, los africanos, los
cinematográfica está vinculada con los presupuestos chinos cantoneses; así como las influencias de los flu-
éticos y políticos del Movimiento Panafricano de los jos migratorios caribeños en la esencia cultural de la
sesenta y setenta, el Movimiento de la Negritud en la región, visualizando, desde el universo simbólico del
figura de Aimé Césaire y el Antillanismo de Édouard audiovisual, lo común y lo diferente de estos com-
Glissant. ponentes. Se trata, por tanto, de obras artísticas que
Se pudiera decir que en el orden estético predomi- hilvanan las memorias históricas de las diásporas en
nan dos conceptos simbólicos en la construcción de confluencias, para así inmortalizar los espíritus de las
su narrativa: las nociones caribeñas de Calibán1 y lo sociedades caribeñas.
real-maravilloso carpenteriano. Ambas nociones se Como verificación de las afirmaciones anteriores
encuentran permeadas, a su vez, por una marca cen- se encuentran los filmes Junto al golfo (1979), Grana-
tral: la voluntad de insertarse en un genuino ejerci- da: el despegue de un sueño (1983), África: círculo del
cio de diálogo intercultural, entendido este como: «El infierno (1986), El viaje más largo (1987), El mensajero
proceso que se plantea el valor de las culturas como de los dioses (1989), Esta es mi alma (1988), Del Caribe
reserva de humanidad; pero se hace buscando su in- al Mediterráneo (1990), Yo soy del son a la salsa (1996),
teracción con puntos de apoyo para articular procesos Puerto Príncipe mío (2000) y el largometraje de ficción
concertados de humanización».2 Roble de olor (2003).

ESTE CINE NUESTRO 19


En diálogo con el crítico de Yo soy del son a la salsa entre in-
cine africano Manthia Diawara, tertextualidad y diálogo intercul-
hemos definido como rasgo dis- tural
tintivo en la obra de Rigoberto
López una estética de la creoli- El guion de la película, al igual
zación,3 que permite reconocer que otros de sus documentales,
las maneras en que el artista lo- fue escrito a cuatro manos entre
gra poner a coexistir, en sus tex- el escritor cubano Leonardo Pa-
tos cinematográficos, una parte dura y Rigoberto López. Con Yo
importante de las expresiones soy del son a la salsa, el director
matriliniales que conforman el de cine le rinde homenaje a su
espacio Caribe. Pone en con- padre, Roberto López, quien fue-
cordancia cada rizoma y cuando ra su paradigma y le inculcara el
las identidades asiática, cubana, sentimiento por la música.
africana, americana, europea e El documental profundiza en
intracaribeña entran en relación, las formas de manifestación de
logra visualizar desde el univer- los diálogos interculturales entre
so simbólico del audiovisual, lo los sujetos migrantes cubanos y
común y lo diferente de las par- Cartel de Yo soy del son a la salsa (1996). latino-caribeños, en relación con
tes que integran el proceso de conformación identita- sus espacios de origen y de acogida en la contem-
rio de nuestra región. Esa es una acción concreta en poraneidad. Nueva York se erige como el lugar de
el intento de hilvanar, desde el ejercicio del diálogo resignificaciones simbólicas del patrimonio cultu-
intercultural, las raíces que constituyen la identidad ral originario. La película muestra las marcas iden-
multicultural caribeña, en la tarea de superar el ca- titarias de cada sujeto migrante, cuyo instrumento
rácter fragmentario que han preestablecido, de forma de mediación intercultural es la música popular.
naturalizada, las dinámicas coloniales y las lógicas in- Se visualizan nuevas claves interculturales caribe-
herentes al capital y a la globalización neoliberal. ñas y microespacios de reafirmación, de diálogo y
Es importante señalar que la poética cinematográ- resistencias entre las culturas interactuantes en di-
fica de Rigoberto López mantiene un diálogo perma- cho escenario; asimismo, ilustra cómo Nueva York,
nente con pensadores, músicos y artistas plásticos de en tanto espacio de acogida, deviene sitio propicio
la región para resignificarlos en el lenguaje cinemato- para la creación artística.
gráfico. Estos factores remiten intertextualmente a la Sus argumentos nos remiten a otros textos cine-
narrativa literaria de Edouard Glissant, Aimé Césaire, matográficos como La última cena (1976), de To-
Frantz Fanon, George Lamming, Roberto Fernández más Gutiérrez Alea, al converger en el análisis de
Retamar, Antonio Benítez Rojo, Fernando Ortiz y la problemática del sujeto migrante, así como en
Alejo Carpentier. En la plástica es de destacar la fuerte la importancia de asumir las tradiciones culturales
influencia de la estética de Wifredo Lam, de modo que originarias como instrumentos de supervivencia y
resulta una marca identitaria en el imaginario fílmico de resistencia cultural en los espacios de acogida.
del cineasta. Por otra parte, el diseño de banda sonora La música en el argumento se distingue en un
deviene también personaje protagónico en todos sus doble rol: como vehículo o instrumento de media-
argumentos cinematográficos. Esto puede ser identi- ción comunicacional, pero también como sujeto
ficado en el frecuente uso de sonidos ambientales y social y popular con identidad propia, que trans-
en la música de autores como Sergio Vitier, Leo Brou- forma a los sujetos que la interpretan y al medio. La
wer, Arsenio Rodríguez, Miguel Núñez, Juan Formell, música, en tanto expresión comunicativa de nativos
Chucho Valdés, Adalberto Álvarez y otros. La mira- y migrantes, favorece la interrelación y el fortaleci-
da crítica de esta filmografía incita a la necesidad de miento de valores propios, siendo a su vez recupe-
aprender a desaprender en el redescubrimiento de radora y reconstructora de memorias, conciencias y
nuestra identidad. conocimientos colectivos.

20 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Todos los ritmos que aborda vienen in-
terpretados en la voz de sus principales pro-
tagonistas tanto de Cuba, como del Caribe
hispánico y de Latinoamérica. Dentro de
ellos, los cubanos en la diáspora: Celia Cruz,
los hermanos López, Arsenio Rodríguez,
Dámaso Pérez Prado; asimismo, los resi-
dentes de la Isla, en las voces y sonoridades
del Trío Matamoros, Ignacio Piñeiro, Benny
Moré, Chucho Valdés, Juan Formell, Adal-
berto Álvarez, Isaac Delgado, entre otros.
Además, son reflejados los puertorriqueños
residentes en Nueva York en las figuras de
Tito Puentes, Tito Rodríguez, Eddy Pal-
mieri, Papo Lucca,6 Cheo Feliciano, Willie
Rafael Cueto y Siro Rodríguez. Fotograma extraído del documental. Colón y Marc Anthony; y en relación con
Con los personajes protagónicos, el Son y la Salsa, se abre un los que habitan en la isla de Puerto Rico, se
diálogo profundo con otras expresiones rítmicas populares de visualizan los sentires e historias de Ismael
Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Panamá y Venezue- Rivera (Maelo), Tite Curet, Gilberto Santa
la. De esta manera se ilustra cómo se producen las reconfigura- Rosa y el Gran Combo de Puerto Rico. De
ciones de estos géneros hispano-caribeños, tanto en los Estados igual modo, desde Nueva York, resaltan las
Unidos como en los diferentes lugares de origen. figuras del panameño Rubén Blades y del ve-
La música popular en el filme resulta entonces sujeto de nezolano Oscar de León, entre otros.
enunciación, que con sus voces y sonoridades logra narrar sen- El documental extiende puentes dialógi-
cillas y a la vez complejas historias vinculadas por los correlatos cos de Cuba a Nueva York, de Nueva York
de vida de sus coprotagonistas,4 los músicos. El filme, además, a Puerto Rico, y viceversa, conectándonos
se apoya en audiovisuales de indiscutibles valores históricos y con Panamá, Venezuela, y culminando el
estéticos como material de archivo: memorias audiovisuales y recorrido en el punto de origen, Cuba; para
entrevistas realizadas a hitos de la música popular cubana, ca- desde esos lugares específicos demostrar que
ribeña y latinoamericana. De este modo, Yo soy del son a la sal- la música popular de raigambre africana-
sa recupera la memoria histórica del patrimonio intangible del hispana-caribeña se erigía con personalidad
son, como expresión de la música popular cubana, y de la salsa propia en cada uno de estos espacios.
como zona de contacto entre tradición e innovación, y elemento Es digno de señalar que los músicos par-
transcultural emergido en el contexto de acogida. ticipantes poseen en común la necesidad de
Un recurso conciliador del documental reside en el marco desarrollar sus valores culturales como alter-
referencial argumentativo, en el que incluye músicos cubanos Arsenio Rodríguez. Fotograma extraído del documental.
residentes en Cuba5 y en los Estados Unidos y, de igual manera,
músicos de otras latitudes de la región latinoamericana y cari-
beña. Este elemento posibilita que la obra posea diferentes ni-
veles de comunicación y que trascienda a quienes pudieron ser
su auditorio tradicional, con lo cual se demuestra que la cultu-
ra cubana y la caribeña son un todo indivisible que no admite
criterios marginadores y reduccionistas. De este modo, Yo soy
del son a la salsa visualiza e hilvana las redes intracaribeñas y
latinoamericanas. Ritmos como el nengón cubano, el son, el
mambo, la bomba de Puerto Rico, el jazz afrocubano y la sal-
sa, desempeñan el papel de grandes condensadores dentro de la
cultura regional.

ESTE CINE NUESTRO 21


nativa de supervivencia y autorreafirmación. Todos comparten
el sentimiento de una de las claves interculturales que distinguen
la personalidad del Caribe: la añoranza, la legitimización de la
identidad popular y la universalización de lo propio.

El lenguaje de la música como expresión simbólica de una


identidad multicultural caribeña

La película representa las múltiples maneras en que géneros como


el son fueron concebidos y reinterpretados desde hace más de cien
años, cuando se unieron la guitarra y el güiro en el oriente de Cuba,7 Félix Chapotín. Fotograma extraído del documental.
dándole nacimiento al son cubano. El son, a su vez, tiene su base
en otros géneros resultantes del cruce de elementos rítmicos de la
zona oriental en el siglo xix, como los diversos tipos de nengón y el
changüí. Si desde esta visión comunicativa fuera a definirse el son
cubano, se podría decir que la supervivencia de una cultura en diá-
logo con los aportes de otras, definió lo peculiar de su sonoridad y
expresó la sensibilidad del grupo social que la produjo.
Entre el ir y venir de las islas de Cuba y Puerto Rico y el con-
tinente, el lente del realizador nos ubica en el tránsito entre el son
y la salsa. Esta última aparece como una forma comunicativa que,
en tanto expresión musical, popular y bailable, se consolida como Israel López (Cachao). Fotograma extraído del documental.

una marca cultural en el Caribe hispánico. El tema del filme per-


mite verificar e indagar en las formas de fusión, en las mixturas de
elementos diversos y comunes que conforman claves interculturales
en el Caribe. Para ello, el director se apoya en los vínculos musicales
de dos de nuestras grandes figuras de la música popular: el sonero
cubano Benny Moré y el boricua Ismael Rivero (Maelo).
En el documental, al referenciar los cultivadores de la salsa, se
demuestra la diversidad que, a su vez, es semejanza en esta área del
Caribe. A través del lenguaje de la música popular bailable rompe
las fronteras, reuniendo a estos hombres y mujeres en un todo in-
divisible, en una identidad cultural legitimadora. Ahora todos, cu- Celia Cruz y Tito Puentes. Fotograma extraído del documental.
banos, dominicanos, puertorriqueños, son elementos constitutivos
de un mismo lazo: el Caribe afrohispano, la cultura e identidad de guaracha, un guaguancó, un son montu-
estos lares. no, pusimos toda la música tropical bajo
La cantante cubana Celia Cruz, residente en Nueva York, al un techo y le pusimos salsa. Además los
definir la salsa esboza: «Es el nombre comercial que se le da a que participaban eran de diferentes na-
los ritmos caribeños, en particular a los cubanos. Hacía falta un cionalidades y para hacer una salsa se ne-
nombre para el producto de ese nuevo dato. Ese producto es cesitan diferentes condimentos. La músi-
también nuevo, no tenía nombre y se le puso salsa». ca que hacíamos en el mundo entero».
Por su parte, el dominicano Jonny Pacheco refiere:
Visto desde el criterio de varios de sus
«Es y siempre ha sido la música cubana con una influencia protagonistas, el concepto de salsa que se
de Nueva York, con arreglos más agresivos […] El nombre erige en el documental puede estar definido
de salsa aparece porque empezamos a viajar por toda Euro- como el resultado de una mezcla intercultu-
pa, Japón, África, donde no se habla el idioma español, el ral. Si bien Tito Puentes asegura que para él:
castellano, y para no confundir a la gente con lo que era una «Salsa es la salsa de tomate»; la definición de

22 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


que se produce en el interior del ser consciente, como
una de las formas de la comunicación intercultural,
que encuentra en el cine un instrumento de mediación
y provocación para reflexiones que lleven al especta-
dor, benéficamente, más allá de lo lúdico o de lo intrín-
secamente cinematográfico del espectáculo.
1
Se hace referencia a las interpretaciones de este personaje shakes-
periano desde el espacio sociopolítico y cultural caribeño por las
figuras del martiniqués Aimé Césaire, el barbadense George Lam-
ming y el cubano Roberto Fernández Retamar.

2
Raúl Fornet-Betancourt, Interculturalidad y globalización. Ejer-
Juan Formell. Fotograma extraído del documental. cicio de crítica filosófica intercultural en el contexto de la globaliza-
Johnny Pacheco intertextualmente nos conecta con el ción neoliberal, Alemania - Costa Rica, Ed. DEI, IKO - Verl. FürIn-
ajiaco orticiano, la mezcla y la fusión, que él epistemo- terkulturelle Komunikation, 2000, p. 30.
lógicamente conceptualizara como transculturación.
Por consiguiente, «la salsa en tanto síntesis intercul- 3
Maydi Estrada Bayona, Entrevista realizada a Manthia Diawara,
tural es, a su vez, un resultado de nuevas expresiones septiembre de 2011, Hotel Nacional de Cuba, en Claves Intercul-
del proceso de transculturación, por el que transitan turales Caribeñas en la poética cinematográfica de Rigoberto López,
los sujetos caribeños tanto dentro como fuera de fron- Tesis de Grado en Maestría de Estudios del Caribe, Universidad
teras».8 de La Habana, 2013.
En este sentido, se podría plantear que el son y la sal-
sa son la continuidad de una tradición resignificada de 4
Dentro de ellos importantes músicos cubanos y caribeños como
la música popular bailable del Caribe hispano, que en- Arsenio Rodríguez, Mario Bauzá, Ismael Rivera, Tite Curet, Celia
cuentra su fuerza vital en patrones de la música cubana. Cruz, Tito Puentes, Oscar de León, Adalberto Álvarez, Juan For-
mell, Chucho Valdés e Isaac Delgado, entre otros.
Epílogo
5
Chucho Valdés, Juan Formell, Adalberto Álvarez e Isaac Delga-
Los ejemplos aquí abordados muestran cómo el audio- do, este último el enunciador de la narrativa del filme, al ser el
visual, en esa capacidad de transportarse de manera conductor del mismo.
rápida en tiempo y espacio, en un ir y venir, exhibe el
entretejido de las maneras de concretarse los diálogos 6
Papo Lucca, considerado en la época el primer piano de la salsa
interculturales en el Caribe, haciendo una reconstruc- en Nueva York.
ción histórica. La música es un lenguaje, una forma
comunicativa y un recurso de integración. Las imá- 7
Estas ideas son tomadas de diálogos introducidos por el músico
genes sonoras del documental representan cómo se salsero y cubano Isaac Delgado, enunciador del documental.
armonizan los sujetos de la diáspora en relación con
la cultura y el espacio de origen. 8
Maydi Estrada Bayona, ob. cit., p. 45.
Yo soy del son a la salsa lleva implícito en su mensaje,
como en otros filmes de Rigoberto López, el cuestiona-
miento de la existencia del sujeto, el reconocimiento y Maydi Estrada Bayona (Pinar del Río, 1979). Máster
autorreconocimiento que se produce en su conciencia, en Estudios del Caribe en la Universidad de La Habana
el momento en que el ser se reafirma en la otredad del y estudiante del Doctorado de Filosofía en este centro.
semejante con el que interactúa; y son las expresiones Miembro de la Red de Mujeres Hilando Arte en el Caribe.
culturales, como la música y la danza, vehículos para Fue por diez años profesora en la Universidad de Pinar del
expresar el lenguaje de la libertad y de las resistencias Río y actualmente es Profesora Auxiliar de la Facultad de
en el Caribe. He ahí un momento de diálogo y síntesis Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana.

ESTE CINE NUESTRO 23


Mujer con forma

isla
Entrevista a Gloria Rolando

de
HILDA ROSA GUERRA MÁRQUEZ

«U
na mujer es la historia de sus actos y Desde que nació, a Gloria Rolando la acompaña
pensamientos, de sus células y neuro- una tríada poderosa. Poderosa pero compleja. Una
nas, de sus heridas y entusiasmos, de tríada que le ha regalado risas y sinsabores, la ha man-
sus amores y desamores […] Una mujer es la historia tenido a salvo y puesto en peligro, la ha liberado y en-
de lo pequeño, lo trivial, lo cotidiano, la suma de lo cadenado. Una tríada que la escoltará siempre, porque
callado […] Una mujer es la historia de su pueblo y vive en ella, porque desconoce la mortalidad. Gloria es
de su raza. Y es la historia de sus raíces y de su origen, mujer, negra y cubana.
de cada mujer que fue alimentada por la anterior para Vivir en una sociedad patriarcal, racista y con la
que ella naciera: una mujer es la historia de su sangre. maldita circunstancia del agua por todas partes coloca
Pero también es la historia de una conciencia y de sus tal trinidad en el filo de la navaja. Sin embargo, ello no
luchas interiores. También una mujer es la historia de le ha impedido a esta mujer hacer el cine que ha que-
su utopía».1 rido, aunque nunca pensó ser cineasta. Ella viene del

24 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


mundo de Bach, Mozart, Beethoven y Cho-
pin; de Lecuona, Matamoros, el Bola, Benny
Moré y Pérez Prado. Pasó muchos años de
estudio en el Conservatorio de Música Ama-
deo Roldán, para luego entrar en la Univer-
sidad de La Habana, donde se licenció en
Historia del Arte. Pero tampoco fue histo-
riadora. La vida la «arrojó» al séptimo arte
y se dio cuenta de que con él podía hacer y
decir mucho. Sus primeros pasos fueron en
el Instituto Cubano del Arte e Industria Ci-
nematográficos (ICAIC), en los grises años
setenta, pero no fue hasta 1991 que realizó
su primer trabajo como directora.
Gloria Rolando (de espalda) y Assata Shakur durante la filmación de Los ojos del arcoíris
Hace un cuarto de siglo, entonces, que (1997).
Gloria está haciendo el cine que quiere. Sus
trece filmes –o «partos», como ella los nom- hacer cine, aunque sí me interesaba conocer su lenguaje; ya
bra–, así lo prueban. De la otrora «pantera entendía el de la música, porque estudié en el Amadeo Roldán
negra» Assata Shakur quiso hablar y su docu- desde los 11 hasta los 18 años. Mi primer trabajo fue el guion
mental Los ojos del arcoíris (1997) regala una del documental Tumba francesa [terminado en 1978], con el di-
conversación en el malecón. Pocos han tenido rector Santiago Villafuerte, lo que me llevó, de pronto, a una
la oportunidad de dialogar con la mujer que pesquisa fascinante. Afortunadamente, tenía experiencia en este
burló la seguridad de la prisión de Hunterdon campo por mi carrera y labor en el proyecto de investigación de
County, New Jersey. A la comparsa El alacrán la Dra. Graziella Pogolotti en el Escambray. En tercer y cuarto
rindió tributo en un filme homónimo, reali- año de la Universidad me fui a esa región, con otros compa-
zado en el año 2000. Lo merecen esos hom- ñeros, a indagar sobre la vida de los campesinos. Con Tumba
bres y mujeres que veneran a los Orishas con francesa comprendí que el cine podía servirme para abordar la
las danzas del carnaval habanero. Nosotros y historia, disciplina que tanto me apasiona; si no hubiera estado
el jazz (2004) también profesa homenaje, esta en esto de filmar, hubiese sido historiadora, aunque creo que
vez a esa música afroamericana deliciosa, que lo soy, de alguna manera. No obstante, Villafuerte me advirtió:
en Cuba unió a un grupo de amigos por más «En este mundo, una es de cal y otra, de arena». Y lo comprobé
de medio siglo. En su afán de investigadora bien temprano, pues por esas fechas hice otro documental con
desempolvó la dolorosa historia del Partido él, Desarrollo pecuario [1977], al que no puedo catalogar de otra
de los Independientes de Color en la trilogía manera que no sea «un tremendo ladrillo».
1912-Voces para un silencio (2010-2013); y A la par de mi labor en el ICAIC, me acerqué a Casa de las
en Diálogo con mi abuela (2016), revivió otra Américas. Allí cursé un postgrado de Literatura del Caribe y
historia, la familiar, entre cantos yorubas y es- descubrí el fabuloso mundo de esta región. Aquel fue un pe-
píritus buenos. riodo muy rico en la institución, intelectualmente hablando. Yo
bebía de todas las conferencias majestuosas que daban muchísi-
Su obra es archivo audiovisual de con- mos pensadores latinoamericanos y caribeños. Ese ambiente de
ceptos como historia, cultura, religión, etnia, intelectuales e historiadores me fue nutriendo. A decir verdad,
raza… ¿Por qué su interés en tales temas? durante ese primer tiempo dentro del ICAIC no tenía claro cuál
Mi interés tiene que ver con mis inicios sería mi camino. Aunque el recorrido estaba trazado: asistente
en el ICAIC. En 1976, cuando me gradué de de dirección, director asistente, dirección de documentales y,
Historia del Arte, el Instituto había pedido como punto culminante, el largo de ficción. Pero nunca fui una
un grupo de graduados de carreras de hu- asistente de dirección muy hábil para la ficción, no así con el do-
manidades. Así que fui para allí a hacer el cumental, creo que tiene que ver con mi personalidad. Trabajé
servicio social. Yo nunca había soñado con solamente en tres largometrajes de este género: Maluala [Sergio

ESTE CINE NUESTRO 25


inconformidad con la representación de los que aparecían, pro-
vocaron que comenzara a tratar en mis filmes –y continúo ha-
ciéndolo hasta hoy– temas como la raza, la religión, la identidad
nacional y la historia, sobre todo la olvidada. Al principio de mi
carrera algunos dijeron que los abordaba porque soy negra. No,
los trabajo porque soy cubana. ¡Cuidado con eso! Debí enfren-
tar opiniones que intentaron desvirtuar el camino que he toma-
do. Pero como estoy muy clara de lo que hago, no dejo ponerme
la piedra encima con facilidad. El problema no es mío, sino de
quien menosprecie esos pasajes que he mostrado como parte de
la historia de esta Isla.
En su obra Los factores humanos de la cubanidad, Don Fer-
nando Ortiz afirma que toda historia comienza por una inmigra-
ción. Este es otro asunto recurrente en sus filmes…
Desde el postgrado en Casa de las Américas el tema de la
migración atrajo mi interés. En 1985 asistí a Rogelio París con
su documental La huella del hombre, lo que me permitió visitar
Ciego de Ávila y oír historias de inmigrantes jamaicanos y hai-
Cartel de 1912 -Voces para un silencio (2010). tianos en el municipio de Baraguá. Poco después trabajé como
asistente de Villafuerte en la realización de Haití en la memoria
Giral, 1979], No hay sábado sin sol [Manuel [1987], y también conocí sobre los inmigrantes en Ciego. Cuan-
Herrera, 1979] y Habanera [Pastor Vega, do en los años noventa se desarrolla el Movimiento Nacional de
1984]. Pero Maluala me marcó, me interesa- Video, decidí hacer mi grupo y nombrarlo Imágenes del Caribe.
ba el tema y lo investigué. Aunque también Gracias a esta tecnología fue que pude, en 1991, hacer mi pri-
me marcó porque mientras hacía mis tareas, mera obra como directora, Oggún, un eterno presente. Al ICAIC
me encargaba del vestuario, escuchaba cómo nunca le interesó. Ya, entonces, tenía conciencia de lo que que-
esta y otras películas que abordaban temá- ría hacer, mis investigaciones, mi grupo y el impulso otorgado
ticas similares eran llamadas «negrometra- por el éxito de Oggún… en los Estados Unidos. Estos fueron
jes». Sin embargo, ¡era tan importante lo que motivos suficientes para retomar la historia de los inmigrantes
hacía Giral al darles a esclavos y cimarrones en Baraguá, específicamente de los del Caribe anglófono. Y para
papeles protagónicos! Proveía de voz a los allá me fui, en medio del periodo especial. Mis ansias por hurgar
olvidados, a los que no tenían historia. en el tema eran mayores que el miedo a las necesidades. Llevé
Más adelante descubrí el cine de Sara Gó- conmigo a Raúl Rodríguez, Pepe Riera, Juan Demósthene y An-
mez. Me impresionó mucho su documental tonio Romero. Cuando llegamos, el director del central, apena-
Guanabacoa: crónica de mi familia [1966]. Me do, me dijo que solo podía ofrecernos un alojamiento humilde,
encantan las fotos familiares y de la gente ne- algo de comida y el petróleo para movernos por la zona. Para
gra, no solo por patrones estéticos, sino por- mí eso era un botín. El trabajo fue una aventura. Allí descu-
que me interesan los relatos detrás de ellas. La brí todos aquellos personajes que aparecían en novelas como In
obra de Sara fue una escuela para mí. Yo sola the Castle of My Skin, del poeta y novelista de Barbados George
me sentaba a ver sus películas y a analizarlas. Lamming; Gobernadores del rocío, del escritor haitiano Jacques
Tanto fue mi interés que por aquellos años Roumain; y El Compadre General Sol, del narrador y activista,
presenté dos proyectos a una de las convoca- también haitiano, Jacques Stéphen Alexis. Personajes todos que
torias que hacía el ICAIC: Sarita, sobre la rea- representaban la historia común del inmigrante. Y esa historia
lizadora, por supuesto; y Oggún, sobre Lázaro me fascinó.
Ross. Ninguno fue aprobado. Hasta este momento he realizado tres documentales sobre la
Estas influencias, mis intereses perso- emigración: Los hijos de Baraguá [1996], Pasajes del corazón y
nales, mi origen, la ausencia de personajes la memoria [2007] y Reembarque [2014]. Sobre los inmigrantes
negros protagónicos en el cine cubano y mi españoles en Cuba se habla mucho en tesis, libros, audiovisua-

26 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


les…, pero sobre las otras inmigraciones, no. Y todas son iguales de inte- te la han rescatado, por ejemplo,
resantes y fabulosas. Además, investigarlas y conocerlas es necesario para Fernando Pérez con José Martí:
entender la identidad del cubano. ¿Cómo se va a atender solo una pieza el ojo del canario [2010], Ernesto
del abanico? Es preciso, también, romper el silencio que ha existido en Daranas con Conducta [2014] y
la población negra desde la época de la esclavitud por la historia oficial, Jorge Luis Sánchez con Cuba Libre
la represión, los olvidos, las memorias no contadas o distorsionadas. La [2015]. Las razones de tal au sencia
gente de antes callaba muchas cosas y prefería olvidar a relatar un pasado pueden ser varias pero, sin dudas,
tan doloroso. Y me percaté de que esa era una actitud de los inmigrantes la falta de recursos es una de las
negros en nuestro país, los Estados Unidos y toda la diáspora africana. principales. Yo he seguido un ca-
Hoy día hay poca conciencia de cuán oprobioso fue para las personas mino que otros empezaron, y cada
a comienzos del siglo xx haber sido esclavas. Sé que me he metido con cual lo ha hecho o no atendiendo
capítulos de la historia que han querido silenciar, convertir en tabúes. a sus intereses, pero también a las
Pero he disfrutado hacer cada filme porque me gusta el reto. Hablar de posibilidades. No obstante, la ca-
la identidad cubana requiere mucho amor por este país. Pero, ¿acaso ese rencia de recursos nunca ha sido
amor no es lo que me tiene todavía aquí? Cuba es mi gran pasión. un freno para mí. Mi pasión por
Estos conceptos sobre los que hemos conversado se relacionan directa- mi país me ha impulsado, y no es
mente con el significado de la palabra nación. Según su criterio, ¿en qué palabrería. ¡Ah, también he utiliza-
medida esa preocupación constante de la que hablan varios historiadores do la imaginación! Cuando no he
cubanos –como Don Fernando Ortiz y Eduardo Torres Cuevas–, por auto- podido reconstruir un aconteci-
definirnos y establecer el concepto de cubanidad, está presente en la cine- miento determinado porque no he
matografía nacional? tenido actores, le he echado mano
Creo que cada generación de cineastas se ha preocupado hasta don- a la naturaleza.
de ha podido. Unos, a través del documental; otros, con la ficción. De La historia de los años noven-
este segundo género pienso rápidamente en Lucía [1968], Cecilia [1982] ta en Cuba, por ejemplo, no está
y El siglo de las luces [1992], de Humberto Solás. Sin embargo, siento que filmada, o muy poco. La historia
desde hace varios años esa preocupación ha disminuido. Recientemen- en vivo. Y es verdad que había ca-
rencias, muchísimas, pero también
Rodaje de Los hijos de Baraguá (1996). De izquierda a derecha: Juan Demósthene, Antonio Romero,
Pepe Riera y Gloria Rolando. cobardía. ¿Por qué no lanzarse con
una cámara a filmar a los balseros?
En ese periodo con la tecnología
del video era mucho más fácil que
antaño. ¿Por qué ese cine no se
hizo? ¿Por qué no se filmó la an-
gustia que vivía este país? Creo que
nos acomodamos un poco y no
fuimos lo suficientemente agresi-
vos. Debimos pedir cámaras, re-
cursos y salir a filmar lo que suce-
día. ¿Ahora cómo se reconstruyen
los noventa? ¿Cómo los recons-
truimos los cineastas cubanos?
Quizás no podíamos ir a Miami
a filmar la llegada de los balseros,
pero las trágicas partidas sí estaban
a nuestro alcance. ¿Por qué fuimos
tan cobardes? Hoy día llevar esa
preocupación a la gran pantalla
requiere recursos, aprobación del

ESTE CINE NUESTRO 27


para borrar las trazas de la discriminación
racial. Lo peor es que esta problemática vi-
bra en toda la sociedad. Entre sus conse-
cuencias están las desigualdades sociales tan
profundas que podemos encontrar tanto en
La Habana, como en el resto del país. Tal vez
muchos cineastas sencillamente no se lo han
planteado. Y no se trata de hacer una simple
descripción, sino de meterse de lleno en el
asunto. En esta Ciudad Maravilla todo no es
maravilloso. Su arquitectura, sus personajes,
su gente, su historia lo son, pero no sus ca-
rencias y desigualdades abismales.
¿Cree que el Ministerio de Cultura y el
ICAIC deberían destinar más fondos a la pro-
Gloria Rolando en el rodaje de Reembarque (2014). ducción de audiovisuales sobre este y otros
guion si no filmas de manera independiente y otros requisitos. temas relacionados con la identidad cubana?
Es bastante complejo. ¿O los realizadores han de hacer sus obras de
Usted asegura que la preocupación por el tema de la identidad manera independiente –como ha hecho usted
cubana existe en la cinematografía nacional. ¿Cómo valora, en- casi todas–, sin esperar por la venia ni los re-
tonces, el tratamiento que ha recibido? cursos de tales instituciones?
El enfoque que cada realizador le da a su obra depende de Las dos cosas. Ahora el país atraviesa una si-
muchos elementos. Influye hasta su estilo de vida. El origen, las tuación económica delicada, pero esto no pue-
metas, el ambiente en el que se mueve, las compañías… Todo de ser pretexto. El tema de la raza, por ejemplo,
condiciona un filme. Tratar temas tan complejos como este re- siempre ha quedado rezagado por una u otra
quiere investigación, conocimiento y mucha conciencia. De las razón. Es momento de parar. «La problemá-
películas más recientes que han abordado la historia e identidad tica racial ha sido utilizada por los enemigos
cubanas, la que más admiro es José Martí: el ojo del canario. La del gobierno y del pueblo cubanos», se excu-
considero desgarradora, pero con un vuelo poético al mismo san. ¿Por qué? Porque nosotros mismos no he-
tiempo. Muestra el difícil contexto histórico de la época, pero mos hablado de ella con claridad y constancia.
también adentra al espectador en la familia del héroe. De mane- Todo lo que llega a esta bendita Isla adquiere
ra general, no estoy inconforme con el tratamiento que se le ha un sello especial: el sello cubano. No importa
dado, pero hace falta más. No podemos «casarnos» con libros si eres español, africano, francés, chino, haitia-
e investigaciones de décadas atrás; estudios más recientes han no…, te transformas en cubano. Ese ajiaco del
arrojado luces sobre acontecimientos que necesitan ser llevados que habló Don Fernando Ortiz es importante
a la gran pantalla. valorarlo para no perderlo. Por tanto, los que
Según el intelectual y profesor cubano Esteban Morales Domín- nos dedicamos al mundo del pensamiento:
guez en su artículo Factores para una solución de la problemática cineastas, escritores, intelectuales… debemos
racial en Cuba, entre tales factores hay que tener en cuenta la esca- preocuparnos por hacer obras que permitan el
sa presencia del tema en los medios masivos. ¿Cuál es su opinión? entendimiento de nuestra identidad.
Concuerdo con él. Sobre tal problemática no hay un debate En los últimos años, los discursos de los jó-
nacional. No existe una obra audiovisual que la aborde desde venes realizadores cubanos han versado sobre
todos los puntos de vista: histórico, social… Mi trabajo, por temas como la ruina, la decadencia, la vejez,
ejemplo, aúna fragmentos, pero no todo. Una de las causas de la melancolía, la tragedia y la muerte. ¿Teme
esta ausencia es el temor al tema. Le tenemos reserva porque que en un futuro, cercano o lejano, se pierda to-
se relaciona con la esencia misma de la nación cubana. Somos talmente el interés por tratar las problemáticas
una sociedad postcolonial, y los 130 años transcurridos desde asociadas a la historia, la cultura, la religión,
la abolición de la esclavitud, en 1886, no han sido suficientes la raza…?

28 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Por el camino que van, sí. Yo no he visto todo lo cuentro un adjetivo más preciso–, que una no puede
que hacen los jóvenes, pero lo que he observado lo he decir «no».
encontrado tan… crudo. No tengo una mejor palabra Opino que los realizadores nunca deben olvidar que
para describirlo. Muchas veces filman lo primero que el cine es un espectáculo y, por tanto, una de sus funcio-
encuentran al salir a la calle y casi siempre son escenas nes es entretener. Cuando piensa y hace sus obras, ¿qué
lacerantes. Y si lo muestran así es porque deben sen- aspectos en el tratamiento del tema y la concepción es-
tirse de esa manera. Es válido, pero no veo otra cosa. tética tiene en cuenta para no convertirlas en panfletos?
No distingo otros intereses. Y me pregunto: cuando La música es mi arma. Al contrario de lo que hace
dejen de mostrar esas imágenes y sentirse como ellas, la mayoría de los directores, yo no musicalizo. Yo lle-
¿cuáles serán las sustitutas? go al set de edición con la música hecha. Las ideas, el
¿Considera que el cine es capaz de contribuir a la guion, la filmación, todo se da junto con ella. Pienso
transformación de los prejuicios raciales en la sociedad? las imágenes a partir de ella. La música forma parte
En lugar de «transformar» prefiero la palabra «mo- del relato. De hecho, hay canciones que dicen más que
vilizar». El cine puede despertar las mentes, suscitar la una entrevista a expertos. Y me gusta el espectáculo, si
reflexión, el comentario… Transformar es más difícil tomas los guiones puedes crear obras de teatro.
porque ante tantos años de ausencia del tema racial, ¿Qué nación le interesa, como cineasta y cubana,
ni los mismos negros saben qué discutir. Hay mucha mostrar en sus filmes?
gente que no es consciente de por qué le suceden de- Una muy compleja, llena de matices, contras-
terminadas cosas, por qué no hay una presencia ma- tes y realidades soterradas. Soterradas porque, mu-
yor de negros en el sector económico más fuerte... chas veces, determinados historiadores han querido
¿Por qué nuestros líderes negros –históricos y no his- enterrarlas. Estamos en el siglo xxi, me pregunto en-
tóricos– no hablan nunca del asunto? Se refieren a «los tonces: ¿hasta cuándo esos entierros? ¿Debemos espe-
cubanos», en sentido general. Siempre se ha aplazado rar por que vengan otros ojos, otras manos de afuera
por las crisis, por darles prioridad a otras cuestiones para revelarlos por nosotros? No lo creo. Los jóvenes
de importancia nacional, como si esta no lo fuera. y no tan jóvenes merecen conocer los capítulos «olvi-
Su trabajo como directora y guionista solo incluye dados». Tal vez no soy cronista de estos tiempos, pero
–hasta ahora– una sola obra de ficción Las raíces de mi considero que he hecho mi aporte, al menos, a la re-
corazón [2001]. ¿Estima el documental como un género construcción de la historia.
más efectivo para abordar temas tan complejos como Casi al comienzo de la entrevista, sin saberlo, usted
estos de los que hemos hablado? me respondió esta última pregunta. No obstante, aquí
Cualquiera de los dos grandes géneros, documental va, deseo corroborar su respuesta: Imagine que forma
y ficción, puede ser efectivo. Yo, por ejemplo, he hecho parte de un proyecto de libro titulado Cuba definida
más del primero por cuestión de recursos. Espero an- por cubanos –o aquellos que así se sientan–. ¿Cuál se-
tes de diez años más hacer mi primer largometraje de ría su acepción?
ficción, aunque la situación económica siga desfavora- Cuba es mi gran pasión.
ble, y aunque les tenga miedo a los actores. Pero aquí
los acontecimientos se dan de manera tan loca –no en- 1
Marcela Serrano, Antigua vida mía, Ediciones Huracán, La Ha-
bana, 2002, pp. 13-14.

Hilda Rosa Guerra Márquez (Ciego de Ávila, 1991).


Licenciada en Periodismo por la Universidad de La Habana.
Sus trabajos aparecen en el portal del Instituto Cubano del
Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), Cubacine, y
otras publicaciones online e impresas, como el portal de la
Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, el sitio web
Cubarte, la Cartelera Cine y Video, y el periódico Bisiesto.

ESTE CINE NUESTRO 29


Migración y cubanidad
en el cine: una historia de abrazos1

Toda construcción identitaria es una estrategia de super-


vivencia y una creación mítica, que se da solo a través
de relatos, en un juego que los lenguajes logran crear, de
Memorias de subdesarrollo. (Tomás Gutiérrez Alea, 1968).
proximidades y distancias.
María Laura Méndez y Pablo Farneda2
ANABELLA CASTRO AVELLEYRA
que Sergio, en Memorias del subdesarrollo (Tomás Gu-
tiérrez Alea, 1968), despidiera a sus familiares con un
distante desapego, sintetizado en los secos y potentes
golpes de las teclas de una máquina de escribir: «Todos

A
lo largo de cincuenta y siete años de Revolu- los que me querían y estuvieron jodiendo hasta el úl-
ción, el lenguaje cinematográfico ha creado timo minuto se fueron». El abordaje del asunto desde
una serie de relatos que, a través de juegos las expresiones artísticas estuvo signado en un primer
de proximidades y distancias, construyen, de modo momento, al decir de Ambrosio Fornet, por una «vi-
permanente, la identidad nacional. Esta construcción sión simplista y maniquea», a partir de la cual el que
identitaria es una «estrategia de supervivencia», como se iba simplemente dejaba de existir, convirtiéndose
sostienen María Laura Méndez y Pablo Farneda, que en un fantasma. Se alimentaban así «negaciones recí-
se cuestiona y modifica a partir de posibilidades, ne- procas, como si yo solo pudiera afirmar mi identidad
cesidades y condicionamientos históricos, políticos y negando la tuya, que por lo demás no era tan distin-
sociales. En este sentido, la problemática migratoria se ta de la mía».3 De este modo, la identidad del cubano
erigió como un tema esencial y traumático que signó insular se definía por la negación de la del emigrado.
la (re)definición de la cubanidad. En su tratamiento La superación de concepciones petrificadas de identi-
cinematográfico se recorrió un extenso camino desde dad y su comprensión, como un fenómeno histórico

30 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


y móvil, permitió la complejización del acercamiento
cinematográfico al tema, asumiendo las experiencias
derivadas de los movimientos migratorios como fuer-
temente incidentes en la constitución identitaria.
Los cambios en la política migratoria originados a
partir del diálogo con Estados Unidos durante la pre-
sidencia de Jimmy Carter (1977-1981), viraron el foco
del abordaje cinematográfico sobre la cuestión desde
la partida hacia el regreso. Las experiencias de retorno
comenzaron a ser el eje de muchas obras que habrían
de proliferar en el cine. Luego del documental 55 her-
55 hermanos (Jesús Díaz, 1978).
manos, dirigido por Jesús Díaz en 1978, el mismo
realizador volvió sobre el tema en el largometraje de disfrute compartido son elementos característicos de
ficción Lejanía (1985). Este filme vaticinó el comien- lo que se comprende como lo cubano, el conflicto del
zo del Proceso de rectificación de errores y tendencias filme reside justamente en la dislocación de ese ser
negativas (1986), al convertirse en el primer largome- cubano, a partir del retorno inesperado, impropio, de
traje de ficción en asumir, como planteamiento central quien había decidido alejarse.
de su trama, la problematización de la emigración y su Los orígenes de la película de Jesús Díaz pueden
mella en las relaciones familiares. Su capacidad para rastrearse en una serie de acontecimientos ocurridos
ahondar en estas reflexiones se vio limitada por con- entre fines de la década del setenta y comienzos de
tradicciones aún persistentes en la sociedad. la del ochenta. La política de acercamiento y diálogo
El ingreso en el periodo especial en tiempos entre Estados Unidos y Cuba durante la presidencia
de paz, que implicó el esfuerzo de supervivencia de la de Carter derivó en modificaciones en las relaciones
Revolución tras la crisis provocada por la caída de los entre ambos países, sobre todo en lo concerniente a
socialismos reales a comienzos de la década del no- cuestiones migratorias. En 1978 se produjo el arribo
venta, propuso una profundización radical en el tra- a Cuba de la Brigada Antonio Maceo, conformada por
tamiento de estas problemáticas, que condujo a una un grupo de jóvenes que habían sido sacados del país
(re)conceptualización definitiva del exilio en términos por sus padres siendo pequeños y que, como parte de
de emigración y a una (re)definición de la cubanidad un trabajo de promoción de vínculos ya iniciado en
como más amplia e inclusiva. los Estados Unidos, viajaban a Cuba para realizar tra-
El objetivo de este artículo no es realizar un exhaus- bajo voluntario, reencontrarse con sus raíces, estable-
tivo recorrido por las numerosas películas que han cer un diálogo con la sociedad cubana y (re)construir
tratado la temática, sino detenerse en algunas y, a par- su identidad en términos transculturales. Díaz docu-
tir de ellas, narrar una de las historias posibles sobre mentó esa experiencia en 55 hermanos. Ese mismo año
cine, migración y cubanidad.4 Una que podría inter- se realizó también el «Diálogo con figuras representa-
pretarse también como una historia de abrazos. tivas de la comunidad cubana en el exterior», y ambos
55 hermanos.
Lo irreconciliable y los fantasmas (un abrazo tieso)
Abrazar: admitir, escoger, seguir una doctrina,
opinión o conducta;
dicho de una planta trepadora: dar vueltas al tronco de
árbol al que se adhiere.5

La primera escena de Lejanía es significativa: un lla-


mado telefónico interrumpe una fiesta trayendo la no-
ticia del regreso desde Miami, en calidad de visita, de
una madre que había abandonado a su hijo adolescen-
te diez años atrás. Si el festejo, el baile, la música y el

ESTE CINE NUESTRO 31


gobiernos acor- el dolor y la imposibilidad absoluta de restablecer un
daron la autori- vínculo con su madre.
zación de visitas En el par contrapuesto Susana-Aleida, se constru-
de emigrados a ye un tipo de binarismo que Jesús Arboleya Cervera
Cuba. Lejanía se reconoce en la sociedad: por un lado, un «naciona-
vio propiciada lismo excluyente», según el cual quien abandonaba
por esta sumato- el país ya no era cubano, y por el otro, una «cultura
ria de eventos a de la nostalgia», construida por los cubanoamerica-
los que se añadió, nos.8 Este choque es persistente en los enfrentamien-
como contrapar- tos que se dan entre ambos personajes. Mientras Su-
tida, la crisis del sana se establece como esencialmente materialista y
Mariel en 1980. La horrorizada frente a los cambios sociales introducidos
historia que narra por la Revolución, Aleida compendia las virtudes del
la película intenta revolucionario estoico, ese que se quedó, al decir de
documentar los re- Fornet, «dispuesto a cualquier sacrificio». Sus postu-
encuentros produ- ras son inquebrantables y este esquematismo es el que
Lejanía cidos por las nove- imposibilita cualquier diálogo que disminuya la bre-
(Jesús Díaz, 1985). dosas visitas. En este cha entre «los que se fueron» y «los que se quedaron».
Revista Cine Cubano, no. 113. sentido, también denota las Con Susana –representante acérrima del exilio histó-
profundas contradicciones que provocó esta expe- rico− no parece haber posibilidad de reconciliación.
riencia. A partir del inicio de lo que se conoce como El aporte más interesante del filme radica en el
«exilio histórico»,6 se instaló en el discurso político y planteo de una distinción entre los personajes emi-
social una conceptualización sumamente negativa de grados que regresan de visita: la generacional. Si Su-
la emigración, que no admitía matices. La autoriza- sana es esquemática y unidimensional, y representa la
ción de visitas promovió una forzosa resignificación necedad persistente de los que eligieron irse –y lo ele-
de esos conceptos fuertemente arraigados no exenta girían de vuelta–, Ana (Isabel Santos) abre el camino
de conflictos. «La metamorfosis de los gusanos en de la construcción cinematográfica futura en torno a
mariposas» redundó en contradicciones emocionales, su generación. Este personaje, inspirado en los jóve-
sociales y políticas. Como señala Ambrosio Fornet, nes de la Brigada Antonio Maceo, tiende, como refie-
en la producción artística de los ochenta se trabajó el re Ambrosio Fornet sobre estos últimos, «un puente
drama «de los que volvían –de visita, se entiende− y emocional que era muy fácil de cruzar, puesto que
[…] de los que se habían quedado, dispuestos a cual- no había reproches, ni resentimientos, ni ajustes de
quier sacrificio, y ahora veían a los otros volver car- cuenta de por medio».9 Jesús Díaz construye de modo
gados de maletas».7 En este sentido, Lejanía muestra diametralmente opuesto los acercamientos entre Rey-
un abanico de reacciones entre sus personajes, dan- naldo y Susana, y entre Reynaldo y Ana. Mientras los
do cuenta de las contradicciones provocadas por los primeros son forzados, rígidos y en espacios interio-
acontecimientos. La hermana, el cuñado y el sobrino res, los segundos son naturales, afectuosos y, lo más
de Susana (la emigrada que regresa, interpretada por significativo, en un espacio abierto y soleado. Se trata
Verónica Lynn), responden interesadamente a las ten- de la única escena de la película que transcurre fuera
taciones materiales de las maletas con regalos e inten- del espacio cerrado de la casa. En ella, Ana, citando
tan mimetizarse con lo estadounidense de un modo el reconocido poema Para Ana Veldford de Lourdes
casi caricaturesco. En el polo opuesto, la actitud des- Casal, explica a Reynaldo sus dificultades y conflictos
pectiva –y por momentos arrogante– de Aleida (Bea- identitarios. Él la exime de responsabilidad al decir:
triz Valdés) para con su suegra, la construye como un «A ti te sacaron y a mí me dejaron, no hay culpa». Es
personaje fuertemente arraigado a las premisas pre- perceptible el sonido de la brisa fresca que atraviesa la
vias respecto a la visión sobre los emigrados. Lo irre- terraza habanera en la que se encuentran, y hace vo-
conciliable del conflicto se resume en Reynaldo (Jorge lar los cabellos de los protagonistas, así como también
Trinchet), en quien solo hay lugar para la confusión, cualquier culpa inconducente.

32 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


El encuentro equivalente que sostiene con su ma- de Ana el que posibilitará la futura complejización de
dre se construye posteriormente como un diálogo im- estas nociones en el cine. Las limitaciones de Lejanía
posible. La escena muestra a Susana hablando a cá- son indisociables de su contexto de producción: ni el
mara, en lo que parecería ser una toma subjetiva de cine, ni la sociedad, ni el Estado estaban preparados
Reynaldo. Su posterior ingreso a la habitación pone aún para una visión más amplia, múltiple y sincera.
en evidencia la falsa connotación que se había otor- Como expresa el último diálogo entre Reynaldo y su
gado al plano y, con ella, la falsedad del relato y las madre, todavía reina lo irreconciliable. «Ya nos vimos,
justificaciones de la madre, expuestas en un monólogo ya nos besamos, la vida tiene que seguir», le dice él.
inútil que no puede devenir diálogo. El ambiente lúgu- «Rey, ¿por qué me haces esto?», pregunta ella. «Yo no
bre y asfixiante se repite inmediatamente después en le hago nada, mamá. Todo estaba hecho hace mucho
la escucha de la voz del padre muerto a través de una tiempo».
grabación. El derrumbe y la negación de Reynaldo se En el quebrado abrazo final entre madre e hijo, en
encarnan y devienen actos físicos que Díaz encuadra la incapacidad de diálogo entre suegra y nuera, en la
en un plano picado, resaltando la impotencia del hijo imposibilidad de reconstruir la cubanidad más allá de
ante los hechos. El contraste con la siguiente escena se una reafirmación constituida a partir de la persistente
resalta en el resplandor de iluminación del cuarto que negación del «otro», Lejanía adopta en esta historia
comparte con Aleida. Reynaldo le comunica que em- de los abrazos la acepción del término que implica la
prenderá un viaje al interior del país planeado previa- asunción de una doctrina. Como las plantas trepado-
mente. «Es como si me hubiera pasado el día viendo ras, «los de aquí» y «los de allá» dan vueltas en torno al
fantasmas», sostiene, devolviendo a los emigrados la tronco al que se adhieren, sin poder aún abrazar más
cualidad fantasmagórica a la que hacía alusión Fornet. que a sí mismos.
Si en este filme los polos opuestos e irreconciliables
encarnados en Susana y Aleida aún permanecen incó- (Des)estigmatización y empatía (un abrazo inclusivo)
lumemente aferrados a nociones fosilizadas de iden- Abrazar: comprender, contener, incluir.
tidad y cultura, es el intersticio que abre el personaje
Después de Lejanía, varias películas comenzaron a
Lejanía.
aproximarse al tema de la emigración desde distin-
tos ángulos. En Papeles secundarios (Orlando Rojas,
1989), el emigrado no adquiere cuerpo, sino que se

ESTE CINE NUESTRO 33


características de los personajes de
Diego (Jorge Perugorría) y David
(Vladimir Cruz), y del progreso
de la relación que entablan, Fresa
y chocolate construye sociocultu-
ralmente la cubanidad. La nación
cubana se compone a través de las
fotografías y objetos que pueblan la
Guarida, y que aluden a significati-
vos (y algunos, en cierto momento,
cuestionados) referentes culturales
del país. David irá sumando al es-
pacio su propia comprensión de lo
que es la identidad nacional (refe-
rentes revolucionarios), con lo cual
se patentiza la propuesta de cons-
trucción de una cubanidad más
Reina y Rey (Julio García Espinosa, 1994). amplia e inclusiva. La empatía que
hace referencia a él a través del discurso de un personaje que lo evoca. se genera con el personaje de Die-
Se trata de un monólogo atravesado aún por un dolor irreparable. Alicia go (tan cubano como homosexual,
en el pueblo de Maravillas (Daniel Díaz Torres, 1990) refiere alegórica- tan revolucionario como religioso,
mente el exilio: la protagonista, atormentada por las presiones del lugar tan comprometido como crítico),
en que se encuentra, huye a escondidas. Contemporáneas al filme en el hace que el público no pueda leer
que haremos hincapié son Vidas paralelas (Pastor Vega, 1993), Reina y su partida como lo anticubano.
Rey (Julio García Espinosa, 1994) y Madagascar (Fernando Pérez, 1994). Sabemos que cuando Diego esté
Vega trabaja sobre las emociones de un personaje emigrado que entra «afuera» seguirá estando «aden-
en contacto con una artista cubana que se halla de gira. García Espinosa tro», será cubano en cualquier rin-
se enfoca en la experiencia del retorno, como lo había hecho Jesús Díaz; cón del globo, jamás se convertirá
pero en este caso, se trata de una pareja de emigrados que regresa con in- en fantasma. Como sostiene Dési-
tenciones de llevarse a quien había sido su empleada doméstica para que rée Díaz, «el filme no solo propicia
cumpla las mismas funciones en Miami. Más que emociones, de parte de la revalorización de muchos que
quienes regresan se ponen en juego intereses. Reina (Consuelo Vidal), tomaron la decisión de partir o se
al optar por quedarse, elige –a pesar de todas las penurias del momento vieron compelidos a hacerlo, sino
más crítico del periodo especial– la libertad y el amor por su Rey, y con- que erosiona el discurso político
fía en que volverá. En el filme de Pérez la joven Laurita (Laura de la Uz) que identifica la permanencia en la
desea irse a Madagascar, porque es lo que no conoce. Una característica Isla con la nacionalidad».11
común de estas películas es el halo de ensoñación que las atraviesa. Las Fresa y chocolate (des)estigma-
decisiones estéticas y de fotografía, el privilegio de determinadas tonali- tiza al emigrante, que deja de ser
dades y atmósferas, e incluso algunos aspectos de la trama, las acercan a un «gusano» y se convierte sen-
lo onírico. Como si hubiera algo de lo fantasmagórico, de lo que aún no cillamente en un cubano que vive
lograran rehuir. en otro lugar. Y esto porque la na-
Y entonces Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío le ofrecieron ción no implica una delimitación
al mundo (literalmente, si tenemos en cuenta su repercusión internacio- territorial, sino una construcción
nal) Fresa y chocolate (1993). Este filme propone repensar los conceptos sociocultural. Néstor García Can-
de nación, cultura nacional y cubanidad, al tiempo que funciona como clini plantea que anteriormente se
pivote en la comprensión del emigrante. Benedict Anderson aboga por entendía que la identidad equivalía
la ruptura con nociones territorializadas de nación y nacionalismo, para a formar parte de una nación es-
pasar a pensarlos como construcciones socioculturales.10 A partir de las pacialmente delimitada, en la que

34 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


ciertos referentes identitarios se embalsamaban en un estadio jea al cine, la historia de una muchacha cu-
tradicional, definiéndolos como esencias de la cultura nacional. yos padres emigraron y que, al salir sorteada
Tales concepciones esencialistas pasaban por alto que esos re- en la lotería de visas, debe decidir entre que-
ferentes son históricamente cambiantes.12 A ello apunta el fil- darse o partir. Aunque también apoyada en
me de Gutiérrez Alea y Tabío: a la ruptura con una identidad el humor –en este caso más bien negro−, la
tradicional y esencialista configurada como estática a partir del perspectiva de Padrón adquiere ribetes dra-
triunfo de la Revolución. Fresa y chocolate admite que ser cuba- máticos al mostrar los prejuicios y conflictos
no es ser diverso y que ser cubano es posible allende el mar que de una familia cuyo hijo emigró. Un epílogo
delimita la Isla, porque la nación es mucho más que un pedazo demuestra que finalmente la (re)unión es
de tierra. posible.
Más allá de estos y otros títulos, un nue-
vo punto de inflexión en el tratamiento ci-
nematográfico de los procesos migratorios y
su incidencia en la reconfiguración de la cu-
banidad se dio con Miel para Oshún (Hum-
berto Solás, 2001). Dieciséis años después de
Lejanía, el cine volvió a trabajar como temá-
tica central la experiencia del retorno pero,
ahora, en sentido inverso: quien regresa es
el hijo, en busca de su madre. La discrepan-
cia con Jesús Díaz en cuanto a la elección del
protagonista es fundamental para el éxito
de la propuesta del filme: quien regresa en
este caso es Roberto (Jorge Perugorría), per-
sonaje que entronca con la Ana de Lejanía
Fresa y chocolate (Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, 1993). y los jóvenes de 55 hermanos. Al otorgarle
el papel protagónico se apuesta por abordar
Ese abrazo final que ya forma parte de los anales del cine y de en profundidad las contradicciones y com-
la historia de cada cubano, es un abrazo que comprende, con- plejidades de su constitución identitaria. En
tiene e incluye. Uno que abraza a todos los cubanos por igual: el recibimiento que se le propina no quedan
a los que se fueron y a los que se quedaron, a los que se irán y a dudas: para con él, no hay culpa ni estigma.
los que permanezcan. El padre, quien lo sacó del país contra la vo-
luntad de su madre y ya se encuentra falleci-
Retorno y reconciliación (un abrazo que estrecha) do,14 es evocado en los diálogos que Roberto
Abrazar: estrechar entre los brazos en señal de cariño. sostiene con su prima Pilar (Isabel Santos).
A pesar de construirlo como sumamente si-
En 1995, La ola (Enrique Álvarez) elaboró poéticamente la milar a la Susana de Lejanía, se inserta una
disyuntiva de la partida y, Del otro lado del cristal (Mercedes diferencia tajante: los personajes que lo evo-
Arce, Guillermo Centeno, Marina Ochoa y Manuel Pérez) do- can explicitan su perdón, no le guardan ren-
cumentó la experiencia migratoria más dolorosa de la historia cor e, incluso, justifican sus actos.
cubana al entrevistar a un grupo de víctimas de lo que se cono- Si Fresa y chocolate fue la película de la
ció como Operación Peter Pan.13 tolerancia y la inclusión, Miel para Oshún
Lista de espera (Juan Carlos Tabío, 2000) fue una de las mu- fue la de la reconciliación más explícita. La
chas películas que aludió tangencialmente a la posibilidad de experiencia del periodo especial modificó la
partir, tal vez influenciada por las características propias de las apreciación política y social sobre la emigra-
coproducciones. En 2001 se estrenaron Video de familia, de ción, que pasó a considerarse mayormente
Humberto Padrón y Nada, de Juan Carlos Cremata. Este último como económica y/o con motivo de reunifi-
narra, con un humor que se inclina hacia el absurdo y homena- cación familiar, y no ya como exilio político.

ESTE CINE NUESTRO 35


En esto influyeron tanto las experiencias del éxodo del monólogo, lo ubica aún en una vivencia traumática y
Mariel (1980) y la crisis de los balseros (1994), que contradictoria de los procesos de desterritorialización
constituyeron un nuevo tipo de emigración distante y reterritorialización.
en sus características socio-económico-políticas del Edward Said plantea que los migrantes son cons-
exilio histórico, así como también la peculiaridad de la cientes de al menos dos culturas y ambientes y así «los
crisis, que convirtió las remesas en un factor primor- hábitos de vida, expresión o actividad en el nuevo am-
dial de la economía. Esto condujo a la reafirmación de biente ocurren inevitablemente en contraste con un
los lazos entre los que emigraron y los que permane- recuerdo de cosas en otro ambiente. De este modo,
cieron en el país. La multiplicación de intercambios y tanto el nuevo ambiente como el anterior son vívidos,
la (des)estigmatización de la emigración, que pasó a reales, y se dan juntos en un contrapunto».19 El perso-
formar parte de la cotidianeidad pública de los cuba- naje de Roberto atraviesa una transformación a lo lar-
nos, fue a la par de un incremento en el tratamiento go del filme que lo lleva a desarrollar esta conciencia
cinematográfico de la temática. No olvidemos, al fin y de tipo contrapuntístico. Viviendo en Estados Unidos,
al cabo, que el cine revolucionario se proponía «dilu- optó por desarrollar estudios sobre religión afrocu-
cidar problemas», «formular soluciones» y «plantear, bana e incluso dictó clases al respecto, contrastando
dramática y contemporáneamente, los grandes con- seguramente los recuerdos de infancia con el ambien-
flictos del hombre y la humanidad».15 te en que discurría su actividad en ese momento. De
La película de Humberto Solás permite pensar las regreso a La Habana, la visita a una iglesia primero,
características de la constitución identitaria a partir de y la consulta con una santera después, lo pondrán en
los procesos migratorios. Los vínculos complejos que contacto vivencial con lo que para él hasta entonces
se establecen y modifican permanentemente entre la era solo un conocimiento científico. El contrapunto
tríada protagónica, Roberto-Pilar-Antonio (el chofer de ambientes y experiencias se construye permanen-
interpretado por Mario Limonta), ayudan a una cons- temente. Es allí, en esa intersección, en aquello que
trucción de la cubanidad que se redefine, a partir de la Homi Bhabha llama «entremedio» de la cultura,20
«apertura hacia un exterior, hacia un afuera constitu- donde Roberto colabora a reconstruir la cubanidad.
tivo y constituyente de un nos-(en tanto que)-otros».16 La propuesta estética del filme es menos ambiciosa
Los diversos sectores sociales que los personajes repre- que la temática. La linealidad estricta, la profusión de
sentan –el emigrado (Roberto), el profesional (Pilar) y densos monólogos y la insistente música incidental,
el cubano «de a pie» (Antonio)– no tienen más opción que se porfía en guiar la lectura del espectador sin dejar
que repensarse en la relación que entablan con unos y lugar a ningún margen de ambigüedad, van en detri-
con otros, constituyendo un renovado nosotros. mento del inestimable valor histórico de la discusión
De los tres, es sin dudas Roberto quien mayores social que propone la película. Esta, de todos modos,
conflictos encuentra en su experiencia de constitu- prevalece, convirtiendo Miel para Oshún en un filme
ción identitaria, debido a la emigración forzada y a la indispensable a la hora de pensar cuestiones como la
conflictiva emotividad del retorno. De acuerdo con migración y la identidad en el cine. Sobre el final, Ro-
Sandro Mezzadra, los migrantes son «ciudadanos de berto ha logrado reconstruir su identidad asumiendo
la frontera» que viven una «doble conciencia» y un su consciencia contrapuntística (y redefiniendo, en
«doble espacio político y cultural».17 Hay así en las mi- ese ejercicio, la cubanidad). También encontró a su
graciones un «continuo y contradictorio movimiento madre, tras haber recorrido el país, de punta a punta,
de desterritorialización y reterritorialización de la ex- en su búsqueda. Esta trayectoria geográfica, a la par
periencia» que determina «una verdadera descompo- de la emocional, hace hincapié en el doble significado
sición prismática del espacio y la pertenencia».18 Ro- de esa madre a la que finalmente halla. En la última
berto pasa su primera infancia en Cuba, tras lo cual es escena todo el pueblo espera ansioso y emocionado el
llevado a Miami, de donde regresa siendo ya adulto. reencuentro. Cuando Roberto se envuelve en un sen-
A partir del movimiento migratorio inicial, vive per- tido abrazo con Carmen (Adela Legrá) –en un espacio
sistentemente una doble conciencia y un doble espa- que a su vez remite a Oshún (quien sincretiza en la
cio. Ese no saber quién es, si cubano o americano, que Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba)– y
verbaliza en un potente –aunque sobreexplicativo– ella le dice, entre lágrimas: «¡Cuánto te he buscado!»,

36 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


es difícil no verla también como la madre Patria. Se la protagoniza remite al Sergio del filme que Gutiérrez
trata, en este caso, de un abrazo que estrecha, tanto en Alea dirigió en 1968. Los cuestionamientos sobre la
el sentido de ceñir con cariño, como en el de reducir sociedad y el yo se reformulan desde un espacio y un
distancias. tiempo otro.
Voy a detenerme, sin embargo, en una película
La circulación y lo transnacional (los abrazos múl- de menor impacto pero en la que, considero, se tra-
tiples) baja peculiarmente sobre la experiencia del retorno
Abrazar: dicho de una persona: tomar a su cargo algo. y la construcción de la cubanidad como algo «vital
y de fluencia constante», citando a Fernando Or-
El listado de películas que han tocado el tema en los tiz. Amor crónico (Jorge Perugorría, 2012) registra la
últimos dieciséis años es extenso.21 El año 2010 sor- primera gira que Cucú Diamantes, una cantante que
prendió con dos que aportaron, desde una estética ha emigrado, realiza a lo largo del país. En medio de
posmoderna, una lectura crítica, punzante, desprejui- los números musicales que documentan los shows, se
ciada y lúgubre sobre la experiencia de la emigración. construye una historia que homenajea al cine cubano
En Larga distancia, de Esteban Insausti, un montaje a través de citas a algunas de sus películas más popu-
deudor del videoclip colabora a incrementar el senti- lares. La constitución identitaria en Cucú es menos
do de fragmentación de la subjetividad experimentada traumática que en Roberto y aquí incide algo esencial:
por los protagonistas, así como la fragmentación del es ella misma quien decide emigrar, por curiosidad,
cuerpo social. Las tonalidades elegidas –se privilegian por amor, en la búsqueda de sí y del mundo. «Yo nací
los neutros y fríos blanco, negro y azul– connotan la en Párraga y a los diecisiete me fui a Roma por amor al
oscuridad de los personajes y sus experiencias en un arte, y a los veintidós me fui a Nueva York por amor a
ambiente hostil. En este filme reaparece la cualidad la música, y ahora estoy de vuelta a Cuba, por amor a
fantasmagórica antes mencionada: los amigos que la la tierra colorá. Como ves, lo mío es crónico», plantea
protagonista emigrada convoca al festejo de su cum- rompiendo con la concepción penosa y culposa de la
pleaños resultan ser, al fin y al cabo, «fantasmas». En partida e instalando un ideario del movimiento per-
la fragmentación de la subjetividad, hiperbolizada por manente, de los procesos e identidades transnaciona-
el montaje, también se centra Memorias del desarrollo les. María Laura Méndez y Pablo Farneda desarrollan
(2010), de Miguel Coyula. El intelectual emigrado que el concepto de «condición mestiza» que implica «la
Amor crónico (Jorge Perugorría, 2012).

ESTE CINE NUESTRO 37


Cucú abraza a los cubanos que la reciben
en los distintos puntos del país que va tocan-
do pero, sobre todo, se abraza a sí misma.
Toma a su cargo una identidad transcultura-
da, transnacional, mestiza y la asume como
tal. Cucú construye la cubanidad bajo su piel
y la reinventa en cada nuevo espacio, que
nunca es percibido como el último.
Amor crónico nos invita a pensar que la
cubanidad es aquello que, en cada cubano,
fluye y circula de modo permanente. Como
la sangre, motor vital de todo ser. Como ese
mar frente al que tantos queridos personajes
cinematográficos se plantearon la disyuntiva
Amor crónico.
de irse o permanecer.
invención de un territorio bajo la propia piel, la extrañeza de
llevarse el mundo consigo cada vez, para reinventarlo en otro
lugar o en otras condiciones».22 Esta reinvención es manifiesta 1
Algunas de estas ideas fueron presentadas en el II
en Cucú, quien cuenta cómo, además de los cambios espaciales, Congreso Internacional El Caribe en sus Literaturas
también eligió cambiar su nombre. En una escena se promo- y Culturas, realizado en Córdoba, Argentina, del 8 al
ciona uno de los shows con un altavoz anunciando «una de las 10 de abril de 2015 y en las VIII Jornadas de Jóvenes
múltiples mutaciones de Cucú Diamantes», poniendo el acento Investigadores del Instituto de Investigaciones Gino
sobre esta cualidad. Germani, realizadas en Buenos Aires, Argentina, del 4
Alain Tarrius introduce el concepto de «territorios circulato- al 6 de noviembre de 2015.
rios» y plantea que, a partir de sus experiencias circulatorias, los
migrantes improvisan «identidades mestizas entre universos cer- 2
María Laura Méndez y Pablo Farneda, Interculturali-
canos y lejanos, transnacionales frecuentemente, imponiendo a la dad, transculturalidad, mestizaje y diferencia, Giacca-
oposición clásica entre los nuevos y los suyos, entre ser de aquí o glia, Mirta (comp.), Efectos de la razón moderna. La
de allá, una forma triádica, es decir en constante proceso: el ser de interculturalidad como respuesta, Paraná, Fundación
aquí, el ser de allá, el ser de aquí y de allá a la vez».23 La circulación La Hendija, 2010, p. 110.
es la base de Amor crónico, no solo porque el propio personaje de
Cucú se narra como circulando permanentemente (tanto en su 3
Ambrosio Fornet, La diáspora como tema, La Jiribilla,
existencia previa al filme, como en sus movimientos al interior La Habana, 2001, <http://www.epoca2.lajiribilla.cu/
de Cuba y en sus planes a futuro), sino por su propia estructura articulo/3361/la-diaspora-como-tema>.
de road movie. Nada logra detener la fluidez de los movimientos
permanentes: no solo porque cuando un transporte se avería se 4
Otras historias posibles, que con sus aportes cons-
recurre a otro, sino porque también circulan al interior del filme tituyen la base a partir de la cual se erige este texto,
las personalidades del cine que participan con cameos y las pro- fueron narradas por Ambrosio Fornet (op. cit.), Dési-
vincias por las que se transita pero, en las que no se afinca. rée Díaz (Los otros. Exilio y emigración en el cine de
Pareciera que Amor crónico viene a proponer una mirada al- la Revolución, Nancy Berthier (ed.), Cine y revolución
ternativa, en la que la identidad se construye positivamente a cubana: luces y sombras, Archivos de la Filmoteca, Va-
partir del mestizaje, la circulación y el tránsito. Opuestamente lencia Junio 2008) y Sonia Almazán del Olmo (Cine,
a la fragmentación, esta película insiste en la unión. Esa línea emigración e identidad: claves para la interpretación de
que va articulando puntos en un mapa a medida que el traslado la cultura cubana, ponencia presentada al XXVII Con-
discurre, se extiende también a lugares más remotos, a los que se greso de LASA, Montreal, Canadá, 2007).
alude en la trama. Las citas cinematográficas trazan también un
mapa que propone unir los puntos de ese lenguaje, a partir del 5
Todas las definiciones del verbo «abrazar» fueron to-
cual se construye históricamente la cubanidad. madas del diccionario de la Real Academia Española.

38 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


6
El llamado «exilio histórico» estuvo compuesto por dos grandes 17
Sandro Mezzadra, Derecho de fuga. Migraciones, ciudadanía y
flujos migratorios. La «primera oleada» de la emigración posterior globalización, Traficantes de sueños, Madrid, 2005, p. 100.
al triunfo de la Revolución, que tuvo lugar entre enero de 1959 y di-
ciembre de 1962, fue de naturaleza clasista e incluyó a la oligarquía, 18
Ibídem, p. 102.
clase media alta y militares. Entre octubre y noviembre de 1965 el
gobierno cubano decidió abrir el puerto de Camarioca, en Matan- 19
Citado en García Canclini, Néstor, Culturas híbridas. Estrategias
zas, para que barcos estadounidenses pudieran recoger a aquellos para entrar y salir de la modernidad, Paidós, Buenos Aires, 2013, p. 29.
que quisieran emigrar, poniendo fin a la primera oleada migra-
toria. La «segunda oleada» del exilio histórico tuvo lugar a partir Homi Bhabha, El entremedio de la cultura, Stuart Hall y Paul Du
20

del «entendimiento migratorio» que se dio entre Estados Unidos y Gay (comps.), Cuestiones de identidad cultural, Amorrortu, Bue-
Cuba desde 1965 hasta 1973, y que incluyó el establecimiento de un nos Aires, 2003.
«puente aéreo» entre ambos países, que garantizaba vuelos perió-
dicos que partían desde Varadero. (Véase: Jesús Arboleya Cervera, 21
Solo por nombrar algunas: Suite Habana (Fernando Pérez,
Cuba y los cubanoamericanos. El fenómeno migratorio cubano, Fon- 2003), Aunque estés lejos (Juan Carlos Tabío, 2003), Perfecto amor
do Editorial Casa de las Américas, La Habana, 2013). equivocado (Gerardo Chijona, 2004), Viva Cuba (Juan Carlos Cre-
mata, 2005), Personal belongings (Alejandro Brugués, 2006), The
7
Ambrosio Fornet, op. cit. Illusion (Susana Barriga, 2009), Juan de los muertos (Alejandro
Brugués, 2011).
8
Jesús Arboleya Cervera, op. cit., p. 129.
22
María Laura Méndez y Pablo Farneda, op. cit., p. 119.
9
Ambrosio Fornet, op. cit. En la misma sintonía, Désirée Díaz sos-
tiene al respecto que «los conflictos de esta generación desarticula- 23
Alain Tarrius, Las circulaciones migratorias: conveniencia de la
ban por primera vez el discurso antagónico que había sostenido el noción de «territorio circulatorio». Los nuevos hábitos de la identi-
gobierno revolucionario con la comunidad emigrada porque no te- dad, Relaciones, no. 83, vol. XXI, Michoacán, 2000, p. 41.
nía sentido acarrearle culpas ajenas» (Désirée Díaz, op. cit., p. 174).

10
Benedict Anderson, Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre
el origen y la difusión del nacionalismo, Fondo de Cultura Econó-
mica, México D. F., 1993.

11
Désirée Díaz, op. cit., p. 180.

12
Néstor García Canclini, Latinoamericanos buscando lugar en este
siglo, Paidós, Buenos Aires, 2002, p. 39.

13
A través de la Operación Peter Pan, entre 1960 y 1962, quince
mil niños fueron sacados solos del país con la connivencia de sus
padres, a quienes se les había convencido de que el gobierno revo-
lucionario les quitaría la patria potestad.

14
No es un dato menor que el padre tuvo que morir para que él
Anabella Castro Avelleyra (Buenos Aires, Argentina,
pudiera emprender el viaje.
1979). Aspirante a Doctora en la Facultad de Filosofía y
15
Fragmento del texto de la Ley No. 169, de fundación del Ins-
Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) con el
tituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC),
proyecto De la identidad nacional a la transnacional, del
tomado de Luciano Castillo, El cine cubano a contraluz, Editorial exilio a la emigración. Vínculos transnacionales del cine
Oriente, Santiago de Cuba, 2007, p. 12. cubano con el cine argentino y español a partir del Período
especial en tiempos de paz. Investigadora del Centro de
16
María Laura Méndez y Pablo Farneda, op. cit., p. 113. Investigación y Nuevos Estudios sobre Cine (CIyNE, UBA).

ESTE CINE NUESTRO 39


Entrevista a Leo Brouwer

Es más
fácil crear
una –«otra»–
vanguardia

C
ine Cubano se complace en ofrecer a sus lectores un diálogo
con el Maestro Leo Brouwer sobre temas que rebasan el
universo cinematográfico. El acariciado proyecto de volver
a contar con el pensamiento de Leo en las páginas de nuestra Re-
vista, se ha hecho realidad en este número de celebración. Agrade-
cemos al Maestro y a su oficina la posibilidad de este reencuentro.

40 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Hace muchos años que no realiza música para cine. fueron sus resonancias, la obra personal que desarrolla-
Creo que la última vez que escuché sus composiciones ron después los talentos allí reunidos?
para cine fue en una película de Alfonso Arau. ¿No lo La experimentación no existe en tanto a obra musi-
hace porque no se lo proponen o porque ya no lo inspira cal se refiera, pero sí en lo concerniente a «herramien-
el cine que se está haciendo? tas sonoras». En cuanto al GES, esa designación fue
En un periodo de tiempo en el que Alfredo Guevara un pretexto para dar protección y espacio a creadores
fue retirado de la dirección del ICAIC, comenzó una y jóvenes de inmenso talento y significado cultural.
política de «cine popular» o defectuoso, las calidades de Esto responde la conclusión de la pregunta.
las películas bajaron hasta el mal gusto, entonces dejó Esta es una pregunta manida pero inevitable: el
de interesarme. Después, estuve más de una década di- valor de la música en el cine. Sergio Vitier considera-
rigiendo orquestas sinfónicas en Europa. Es lógico que ba que usted conseguía «un equilibrio entre subordi-
la nueva generación pase a ocupar esos lugares. nación sabia y protagonismo», me inclino más por la
En la creación musical para cine, muchos autores eficacia de la subordinación. Cuando hay protagonis-
deciden componer un tema y después hacer variaciones. mo, se hace evidente la necesidad de buscar apoyo en
Esto puede favorecer el reconocimiento de la música la música para alcanzar una emoción que no trasmite
cuando se habla de la película o viceversa. Sé que usted la imagen. Pero pienso en una obra como Wifredo Lam
en ocasiones componía para una secuencia en parti- [Humberto Solás, 1979] en la que la banda sonora no
cular y, aunque muchos de sus temas son reconocibles se subordina pero tampoco protagoniza, es un personaje
–algunos de ellos se han convertido en sello distintivo de paralelo del discurso. Si Lam representó la vanguardia,
nuestro cine– existe mucha música en cada una de las entonces intuyo que usted consideró que la música de-
películas en las que intervino. ¿Me gustaría saber cómo bía usar elementos vanguardistas. Quizás estoy errado,
era el proceso creador, si partía del concepto mismo de en cualquier caso imagino que, al conocer tanto la obra
lo que quería trasmitir la película o si era una imagen de Lam, no tuvo que ver la imagen para comenzar a
lo que la provocaba? ¿En algún momento el cine fue el sentir la música que la acompañaría.
refugio o la posibilidad de expresar musicalmente algu- El valor de la música en el cine puede y debe ser
nas ideas, o un «azar concurrente»? alto en calidades sonoras, pero nunca en un papel sen-
La práctica de crear temas o canciones para los sible o emocional. La mejor música para cine es la que
personajes es una costumbre «USA». Tiene que ver no se escucha. También es cierto, como usted apunta,
con el comercio directamente, pero es respetable en la que ayuda a los tiempos, suple o enfatiza algunas debi-
medida del talento composicional; ahí están [Ennio] lidades románticas, pobreza que pudiera ser a propó-
Morricone, Nino Rota y John Williams. En mi caso, sito e inteligente ex profeso. Wifredo Lam, el cortome-
siempre traté de suprimir la sonoridad banal de los traje que propuse para Humberto Solás, me permitió
acordes «bonitos» y las melodías pegajosas eliminan- disfrutar la articulación de un lenguaje representativo
do los clichés o lugares comunes de los acompañantes de las imágenes, sin tocar lo dramático. Esto fue posi-
tipo «piano bar», etc. Algo nada fácil. Mi tratamiento ble gracias al altísimo grado de abstracción existente
es hacer música como reflexión provocada por la ima- en ambos lenguajes: imagen y sonido.
gen y no acompañarla en lo emocionalmente sensible. Es cierto que conocí a Lam en su casa, en París. Su
En alguna ocasión ha expresado que no existe ex- mujer, Lou, me permitió un paseo por su estudio que
perimentación en el arte. Coincido con usted, las obras enriqueció mi sonido con imágenes insólitas. Al igual
adquieren una forma y no pueden ser cambiadas, no que Miró o Bacon, Lam tenía estilemas auténticamente
se puede ir atrás y decir: «Voy a hacerla de nuevo ex- propios relacionados con el ritual abakuá y/o yoruba,
plorando otro camino». El cine en particular es un arte cosa que lo emparenta con mi tratamiento motívico del
muy caro, se puede demorar el montaje, mover escenas sonido. La vida en sí es una sucesión de fragmentos que
y secuencias, pero filmar la película otra vez es muy di- pueden aislarse, contraponerse o analogizarse.1
fícil. Entonces, ¿cómo ve, a la luz de los años, el Grupo La música con estructura modular es otro concepto
de Experimentación Sonora del ICAIC [GES]? ¿Hasta que usted maneja. Ha dicho que es un elemento inspi-
dónde se experimentó, más allá de su labor formativa? rador que encuentra en la plástica, en el montaje
¿No siente que lo más trascendente que dejó el Grupo cinematográfico y en otras manifestaciones del arte.

ESTE CINE NUESTRO 41


Menciona la existencia de módulos que al combinarlos otras secuencias en las que la música crea un contra-
crean una obra. El arte estaría entonces en las formas de punteo con la imagen y otras más convencionales, diga-
combinar estos módulos. Se corre el riesgo también de mos más clásicas. Me gustaría que me hablara de este
que no se consiga esa unidad y la obra trasmita una frag- proceso dentro de una película de estructura modular.
mentación de ideas, sonidos, sugerencias. Hay a quien La mente humana actúa constantemente al esti-
le gusta esa estética de la fragmentación y que sea el es- lo cinematográfico, o más bien a la inversa, el cine se
pectador quien le otorgue unidad a la obra. ¿Cuál es su manifiesta como la mente humana. Los múltiples flash-
visión al respecto? backs que ocurren mentalmente, las historias que cons-
Las estructuras moduladas no son fragmentadas. truimos alrededor de imágenes cotidianas o pensa-
Los módulos salen de un «todo». Véase un Mondrian mientos variopintos, son germen y motivo para crear
a base de rectángulos distintos que no son otra cosa «contrapuntos» a la imagen que explican por sí solos el
que módulos que responden al número de oro o sec- posmodernismo en la forma musical. En Memorias del
ción «áurea», cada módulo mayor contiene a todos los subdesarrollo, Vivaldi le hace compañía al personaje y al
anteriores; los Magic Square de Paul Klee, e incluso el mismo tiempo «califica» su comportamiento.
inicio de la Pastoral de Beethoven, cuyo tema, cortado En ocasiones, independientemente de lo predecible
en tres, permite completar con cada pedazo, «sono- que puede ser el final de una película o la resolución del
ros», «desarrollos». conflicto principal, el espectador se emociona frente a la
Pero también la asombrosa memoria humana se pantalla y hasta llora, sabe lo que va a suceder, no hay
comporta similar a un flashback típico del cine. Nues- sorpresa, pero la emoción aflora. Hay quienes plantean
tra mente viaja a cualquier rincón de la memoria, tras- que la música es muy responsable de esa conmoción,
tocando no solo el tiempo, sino también el supuesto que incluso se han llegado a estudiar determinadas
orden vital. combinaciones de notas, tipos de melodías o instrumen-
En esa manera de combinar los elementos, que en tos que, en su ejecución, nos conducen hacia ese estado
este caso son originales, compuestos para una película, emotivo. Las series televisivas han abusado del recurso,
aflora también la cultura y el conocimiento del creador. al extremo de usar canciones populares en los cierres de
En su música se percibe una recreación de la vanguar- cada capítulo.
dia, el barroco y otras formas que mi desconocimiento La música del siglo xix traída a la cultura popu-
al respecto no consigue calificar. Recuerdo que en Me- lar emociona de manera oportunista en Hollywood y
morias del subdesarrollo [1968] hay una secuencia en con rasgos más refinados y sutiles en europeos como
la que Titón [Tomás Gutíerrez Alea] recurre a la Pri- Nino Rota, Fusco, Piovani y otros. Es parte del estudio
mavera de Vivaldi con una intención dramática, algo profesional el clasificar estos clichés. Tonos menores
irónica si se quiere; sin embargo, el uso de esta música tristes, el oboe melancólico, el violín solo romántico y
preexistente no desentona dentro de la película. Hay un largo etcétera.
Ocasionalmente usted se ha referido a las fórmulas
simples e imitativas de hacer el arte. Si esas fórmulas al-
canzan un éxito económico comienzan a ser repetitivas,
entonces se produce el estancamiento de las formas, eso
no solo ocurre en la música, también pasa en las artes
plásticas y en el cine. Por eso el genio creador radica en
la constante evolución y negación de las formas y si son
propias, mucho mejor. ¿A esta altura de su vida existe un
tipo de arte que le resulte inspirador en la renovación,
como en su tiempo fue la obra de René Portocarrero, por
citar un ejemplo?
Es más fácil actualmente crear una –«otra»– van-
guardia. Vivimos en medio de las contradicciones de
una sociedad que se manifiesta dentro de la oferta
y la demanda, cada vez más comercial. Y esas con-

42 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


tradicciones, repito, son muy agresivas y actúan quisito? Intuyo que en esta dinámica la crítica adquiere un
sobre muchos creadores –me incluyo– como re- papel primordial, pero, ¿contamos con esa crítica?
vulsivo. El siglo xxi es de la Internet, el móvil, el La vanguardia no es un «estilo», es una forma contes-
videoclip…, es una época que no medita, no lee tataria de tratar los lugares comunes, las formas redun-
ni escucha, sino que repite, obedece, consume, se dantes, repetitivas de «lo mismo», tan queridas por los
mueve dependiendo de la máquina. traficantes de la cultura: managers, disqueras, festivales
Dice el célebre historiador Erick Hobsbwam que «pop» y otras tantas organizaciones, como los centros
la moda augura los tiempos que se avecinan. Usted sinfónicos, que no salen de Beethoven, Rachmaninov,
habla de un desvío estético, pero si nos guiamos por Tchaikovsky y otros grandes, todos ellos garantizados por
Hobsbwam el desvío puede instaurarse como una es- la historia y que no perciben derechos de autor.2
tética dominante. ¿Cree realmente que la banalidad La vanguardia de los años sesenta y setenta del siglo xx
y la mediocridad del arte lleguen a dominar gran llegó a ser lugar común, como ha dicho en su pregunta, la
parte del pensamiento y las actitudes humanas como cual recomiendo al lector como parte de la respuesta múl-
esa gran metáfora de la Nada en La historia inter- tiple que conlleva en sí.
minable, o lo que usted llama «el sudor del verano»? El fantasma de la especialización sigue influyendo ne-
Con la moda existe un equívoco generalizado: gativamente en la asimilación de la cultura. La cultura no
esta no es solo un cambio de ropas o de imagen, es erudición, es pleno conocimiento; mientras más am-
toma un aspecto mucho más serio en el lenguaje y plio sea el entorno de cada profesional, mejor será este en
en ciertos hábitos, hasta puede cambiar un ciclo de quehaceres y vida.
vida global en cuanto a moldear nuevas costum- La crítica ayuda pero no más que el conocimiento inte-
bres. Léase al poeta Giacomo Leopardi, Diálogo de gral. El crítico no tiene acceso a programar, influye en el gus-
la moda y la muerte. En ocasiones me refiero a cier- to y consumo del público. El convertir formas artísticas en
tos cambios estéticos importantes. entretenimiento ha dividido y confundido al gran público,
Usted hablaba de crear una –«otra»– vanguar- que opta por consumir y pensar de igual manera: el entre-
dia, y hace algunos años se habló de la masificación tenimiento es la manera actual y «moderna» de la cultura.
de la vanguardia, un enunciado polémico que puede Cuando usted plantea que los espacios culturales se
provocar muchas observaciones. Por un lado sur- fragmentan y crean guetos o gustos de consumo, está di-
gen las clásicas interrogantes: ¿Qué es la vanguar- ciendo algo que forma parte de la respuesta. Igualmente la
dia?, ¿quiénes la integran?, ¿quiénes «seleccionan» formación artística se limita cada vez más al aspecto téc-
los componentes de la vanguardia si es que acaso la nico. Las discusiones sobre estética, o al menos el énfasis
vanguardia es seleccionable? Por otro lado, la masifi- sobre esta, son casi inexistentes en el terreno musical.
cación de la vanguardia implica su aniquilación au- El público inquieto, curioso, no tiene que ser minoría,
tomática porque deja de ser vanguardia y se inician pero su formación depende, en un principio, del círculo
esos procesos imitativos del arte que antes refería, familiar; después, del grupo humano que influye sobre el
debe surgir entonces una nueva vanguardia. Usted adolescente y así sucesivamente. También el arte más ex-
ha dicho que nuestros músicos más contemporáneos quisito, repetido hasta la saciedad, se convierte en ritual,
son conservadores y que la vanguardia no existe, que o indigesta. Lo ideal es un equilibrio entre todas las for-
fue cosa de hace cuatro o cinco décadas. No corren mas y mi palabra favorita: cultura.
los años felices en que el espíritu de la sociedad va a
la par de una necesidad de superación, de interés por la Revista Cine Cubano
cultura y el conocimiento. Los espacios culturales,
y los artistas también, se fragmentan, se van gene- 1
A propósito del uso del término, se sugiere la lectura de «Analogías
rando guetos de consumo y se pierde la interdiscipli- formales entre cine y música», Leo Brouwer, La música, lo cubano y la
nariedad en la formación artística; tanto es así que innovación, Letras Cubanas, 1989, p. 53; así como el artículo «Lucía en
el desconocimiento genera rechazo hacia lo nuevo o tres movimientos», Cine Cubano, no. 52-53, 1968.
diferente. ¿Cómo percibe usted estos procesos y cómo
se podría conseguir un equilibrio en el consumo que 2
Las «celebridades» millonarias y su managers adoran a estos genios
no discrimine y acerque al público a un arte más ex- indiscutibles.

ESTE CINE NUESTRO 43


LOS QUE VISTEN
NUESTRO CINE
dosier

Lucía (Humberto Solás, 1968). Revista Cine Cubano, no. 52-53.

C
ine Cubano inicia, con este artículo de la in- los Estudios de Cubanacán, que ha sido víctima de la
vestigadora María Eulalia Douglas, un dosier desidia contaminante, a pesar de los esfuerzos de sus
dedicado a una de las especialidades menos trabajadoras. Cine Cubano ofrecerá al lector una mues-
reconocidas de la industria cinematográfica nacional: tra seriada de entrevistas que realizara María Eulalia
el diseño de vestuario. La indiferencia se asienta tan- Douglas a un número significativo de nuestros mejores
to en el público, como en productores y directivos del diseñadores. Por los rigores de extensión que obliga la
ramo. Los primeros no distinguen la especialidad, el revista, nos hemos visto precisados a editar estas con-
arte y talento que se emplea en la confección y diseño versaciones, en aras de ofrecer al lector fragmentos de
del vestuario de una película. Los segundos destinan un un libro inédito que escribiera la investigadora. Sirva
escuálido monto del presupuesto a las necesidades que este dosier para dar visibilidad a estos destacados ha-
demanda un elemento esencial de la imagen, confiando cedores de nuestro cine que hasta el momento solo son
en las posibilidades del vetusto y diezmado almacén de reconocibles en los créditos de las películas.

44 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


LA El viaje a la Luna (Georges Méliès, 1902).

VESTIMENTA
MARÍA EULALIA DOUGLAS (MAYUYA)

E
l momento en que el ser humano comenzó a cu- da piel» como la llamaba la destacada diseñadora Ma-
brir su cuerpo es un misterio que ha perdurado ría Elena Molinet va transformándose, con los siglos,
a través de los siglos. Para aquellos que creen, de elemento utilitario en elemento con un significado
según la Biblia, que somos descendientes de Adán y mayor: el ornamental.
Eva, fueron ellos los primeros en poner algo sobre Es el teatro el primero en mostrar la posibilidad de
su anatomía, después de cometer el pecado original: crear un personaje a través del vestuario, con la venta-
«Entonces se les abrieron los ojos y los dos se dieron ja de que allí el espectador no puede percibir los deta-
cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron lles que sí captará el ojo de la cámara, siglos más tarde,
hojas de higuera y se cubrieron con ellas». «Poco más al inventarse el cine. Es, además, un trabajo más rela-
tarde Dios hizo ropas de pieles de animales para que el jante, pues si no se está conforme con lo realizado en
hombre y su mujer se cubrieran». un día hay oportunidad de mejorarlo para la siguiente
Para los que creen en la evolución de las especies, representación, lo cual es imposible en el cine.
este acto es un misterio perdido en las miríadas de Tanto en el teatro, como en el cine, el diseñador
años de existencia del que llamamos homo sapiens. busca crear el personaje a través de la ropa, y grabar en
Este hecho está condicionado por disímiles factores, la mente de los espectadores aquellos momentos me-
entre los que se encuentran el desarrollo mental, el morables cuando la dicotomía actor-personaje desa-
modo de vida y la latitud. No en todas partes ocurre parece para convertirse solo en personaje.
el fenómeno del mismo modo ni al mismo tiempo. Al vestir a un personaje se debe pensar cómo lo ha-
¿Cuándo descubrió el ser humano que al echarse enci- ría por sí mismo, sin que el diseñador pierda de vista
ma una piel cualquiera, incluso del mismo animal que las peculiaridades de la obra, las intenciones del direc-
cazaba para subsistir, protegía su cuerpo? Esa «segun- tor y, por supuesto, la época. Con la llegada del cine

ESTE CINE NUESTRO 45


silente se enfatiza no solo la gestualidad, sino también pantalla, sino también en el cartel de Raúl Martínez–,
la indumentaria. El teatro tenía la palabra para expre- reconocida inmediatamente por cualquier espectador
sarse, cosa que no existía en el cine por ser mudo; por en diferentes países. Lo mismo ocurre con la Lucía del
tanto, el vestuario se convierte en un principio vital tercer cuento –representada con la misma fuerza en el
para ofrecer elementos al espectador. Se puede cono- mencionado cartel– con su sombrero de guano colo-
cer parte del carácter de un personaje a través de su cado en la cabeza sobre una toalla, forma tradicional
vestimenta: si es rico, pobre, ostentoso, sencillo, fan- de la campesina cubana para protegerse del sol y el
farrón, agresivo, extravagante, elegante, descuidado; sereno. Solás repite esta imagen como un homenaje,
incluso el oficio al que se dedica. Simples detalles le más de tres décadas después, y con la misma actriz, en
sirven a un diseñador para dar una característica del la secuencia final de su filme Miel para Oshún (2001).
personaje: una bufanda, un sombrero, un collar, un En una película de las llamadas «de época», el di-
bastón, unos zapatos, y hasta un toque de color. Pue- señador no está realmente creando sino recreando,
de tomar un sencillo vestido y adecuarlo para varias basado en un acucioso trabajo de investigación. Em-
mujeres diferentes. Por ejemplo, a un simple vestido plea su imaginación para realzar, estilizar, modificar o
negro de escote alto puede ponerle un cuello blanco, darle un toque de «actualización» a lo que considere
unas mangas largas con puños blancos y dar una figu- inherente al personaje que está conformando. Indu-
ra austera; a ese mismo traje le suprime el cuello y los dablemente recibe referencias que lo influyen. Hay
puños, lo adorna con un largo collar de perlas y lo so- directores que exigen del vestuario extrema autenti-
fistica; puede también quitar las mangas, profundizar cidad y verosimilitud, no solo examinan los diseños
el escote hasta más abajo del nacimiento de los senos y los discuten en la mesa de trabajo sino que también
y darle un aspecto voluptuoso. En otras palabras, hace asisten a la selección de los tejidos y, por supuesto, a
que la ropa trabaje para él; aunque un diseñador no las pruebas de actores. Un ejemplo de esta exigencia
siempre tiene control absoluto sobre lo que hace, pues la tenemos en una anécdota de Stanley Kubrick, cuya
se le entrega un guion y después de leerlo conferencia grandilocuencia visual lo llevó en el filme Barry Lyn-
con el director, con el productor, con el escenógrafo, don (1975) –en el que la reproducción de época es
con el camarógrafo –en el caso del cine–, y a veces con impecable– a hacer que sus diseñadoras de vestuario
el actor, y cada cual aporta su idea, que puede trans- visitaran las tiendas de antigüedades de Londres para
formar o no su imagen del personaje. Hoy día, en el ver los trajes que conservaban del siglo xviii; no con-
equipo de realización, existe el director de arte, cuya forme con esto, los hizo traer al estudio para conseguir
función es acoplar todos los elementos plásticos del la más absoluta autenticidad. Habría que añadir que la
filme: escenografía, vestuario, ambientación, maqui- iluminación en el rodaje se hizo con la luz de las velas,
llaje, peluquería, sin que cada especialista deje de ser como era en ese siglo cuando aún no se había descu-
un creador. Todos deben trabajar, así mismo, muy es- bierto la electricidad.
trechamente con el director de fotografía, ya que los Hay quien opina que es más estimulante un filme
lentes, el ángulo de cámara, el encuadre y la ilumina- contemporáneo en el que la moda desempeña un pa-
ción pueden alterar el color, las texturas, la atmósfera y pel importante. Hay allí una oportunidad de expresión
hasta la concepción que tenga el director de un plano. personal. Sin embargo, esto no es tan sencillo, pues los
En el cine, la cámara es un elemento determinante, de diseñadores deben mantenerse informados y actuali-
ahí la armonía que debe existir entre estas disciplinas. zados acerca de la moda, pero al mismo tiempo deben
El adecuado uso de una prenda de vestir o algún cuidarse de concebir diseños demasiado llamativos o
accesorio resultan tan válidos que quedan en la me- en extremo inusuales por lo que podrían parecer fue-
moria del espectador casi como un símbolo. Tal es el ra de moda o favorecer el envejecimiento del filme en
emblemático sombrero de la protagonista en el pri- poco tiempo.
mer cuento del filme Lucía (Humberto Solás, 1968), En los años de su creación, a finales del siglo xix, el
pequeño, de copa, con alas cortas y ligeramente in- cine se limitaba a tomar vistas de tipo documental de
clinado sobre el rostro. Lucía, al girar la cabeza para hechos y lugares. Por su mismo carácter, las personas
mirar a su enamorado, plasma una imagen impac- aparecían con su vestuario habitual, lo que ofrecía una
tante, identificadora por antonomasia –no solo en la imagen absolutamente genuina. Estas tomas, como

46 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


La Virgen de la Caridad (Ramón Peón, 1930).

las de los noticieros, a lo largo de toda la historia del Méliès, en el que ya aparece un exótico diseño de ves-
cine hasta nuestros días, han servido de referencia y timenta, posiblemente inspirado en la enorme fanta-
guía para diseñadores y vestuaristas, sin ignorar, por sía del realizador.
supuesto, magazines y descripciones literarias e histó- El cine cubano, al igual que el mundial, se inicia
ricas, con respecto a la moda y los usos en las distintas con vistas de tipo documental y noticioso, pero de-
épocas, países y esferas de la población. Para repro- mora más en incorporar la ficción. No es hasta 1913
ducir siglos anteriores se utilizan fuentes pictóricas, que se filma el primer largometraje de ficción, Manuel
escultóricas, que se remontan a imágenes tan lejanas García o el rey de los campos de Cuba, de Enrique Díaz
como los frescos egipcios, romanos, griegos, etrus- Quesada, del que lamentablemente no se guarda co-
cos, etc., sin desdeñar en casos necesarios la escritura: pia, como de ninguna otra película –excepto dos de
fuentes literarias, periodísticas, ensayísticas. finales de la década del veinte– del período mudo, por
Al respecto tenemos ejemplos con los cortos de los las cuales podríamos tener una idea de la utilización
hermanos Lumière, descubridores del cinematógrafo, del vestuario; tampoco se conserva ningún documen-
en los que reflejaban la realidad tanto pública, como to que informe sobre el trabajo de vestuario en alguna
privada. En La salida de los obreros de la fábrica Lu- de estas obras. Solamente podemos hablar de las dos
mière, vemos el vestuario habitual de la clase obrera; que existen: El veneno de un beso (1929) y La Virgen de
en La llegada del tren, aparece un público multifacéti- la Caridad (1930), ambas de Ramón Peón. En la pri-
co; en las filmaciones en el hogar El desayuno del bebé mera, se utiliza el vestuario clásico de la clase media
o El regador regado, se nos ofrece una visión más ínti- alta, inspirado en la realidad, ya que esta es la época en
ma del vestir. que transcurre la historia. En la segunda, de ambiente
Con la llegada del nuevo siglo, comienza a utili- rural, la sencilla ropa que pudiera usar el campesino
zarse el diseño del vestuario. Un temprano ejemplo lo cubano con algún desenvolvimiento económico. Un
descubrimos en El viaje a la Luna (1902), de Georges ejemplo sobre los esquemas de algunos personajes en

ESTE CINE NUESTRO 47


costumbre no es privativa del paupérrimo
cine cubano de la época; grandes industrias
como la de Hollywood, aun en la actualidad,
tienen contratos con importantes casas ex-
clusivas de moda que les proporcionan o di-
señan el vestuario para sus películas, lo cual
redunda además en promoción para ellas.
En el filme Wall Street, el protagonista, Mi-
chael Douglas, usa un reloj pulsera Cartier
Santos, cuyo costo es de $12,000. Este ob-
jeto se convirtió en el preferido de muchos
ejecutivos, lo que por supuesto debe haber
proporcionado cuantiosas ganancias al esta-
blecimiento y al fabricante. Pero repetimos
que en la mayoría de los títulos cubanos,
además de no existir la película físicamente,
no hay información sobre el tema en ningún
documento.
Por las imágenes que se conservan po-
demos hacernos un juicio somero de lo que
significaba el vestuario en esa época para
El romance del palmar (Ramón Peón, 1938).
un cine que se hacía esporádicamente con
ese periodo puede notarse en la aparición del «villano» –quien directores improvisados, de forma artesa-
pretendía robar las tierras, y la novia, del protagonista– enfun- nal, sin la existencia de una industria y en
dado en un traje oscuro con altas polainas; así como el notario, el que, al parecer, no se trataba de imprimir
que representa la clase media con un traje de dril al uso de la realismo, mucho menos al vestuario, al que
época. Diseñado por quién, no se sabe. Solo podemos decir que posiblemente no se le concedía ninguna im-
cumple sus funciones discretamente, con visos de autenticidad portancia, lo que muestra una ausencia total
según la historia que cuentan ambas películas. de sentido estético y verosimilitud.
Con la aparición del sonoro, en la década de 1930, nos encon- Las dificultades económicas obligaban a
tramos, aunque raramente, el crédito del vestuario en algunos constituir una empresa para filmar una pelí-
filmes. Tal es el caso de El romance del palmar (Ramón Peón, cula –la mayoría quebraba por la imposibi-
1938), y en 1939, Cancionero cubano, Estampas habaneras y Mi lidad de recuperar los fondos en ella inverti-
tía de América de Jaime Salvador, todas atribuidas a la encarga- dos–, además de la concepción artesanal de
da de vestuario o vestuarista Evelia Joffré, quien posteriormente todo el proyecto, en el que, por lo general,
abandonara este oficio para convertirse en script. Aparecen, ade- no se contaba con técnicos ni especialistas
más, otros pocos nombres como Antonio, Fico Villalba, Nena para casi ninguna de las especificidades del
Pérez, Cornejo, Juana M. González –quien años más tarde, ya filme. Esto imposibilitaba la creación de un
fundado el ICAIC, será la vestuarista del filme Cuba baila (Ju- presupuesto que cubriera las necesidades de
lio García Espinosa, 1960)–, y de Carmelina García –futura jefa una tarea que, ya se sabe, es altamente costo-
del departamento de vestuario del ICAIC hasta su jubilación–, sa. La improvisación era el leitmotiv de toda
en Tahimí o La hija del pescador (Juan Orol, 1958). El crédito esta etapa republicana en el cine que se hacía
del vestuario era en ocasiones atribuido a casas de modas, como en la Isla.
Almacenes Cadavid, The Fair, Finzi –que ya se anunciaba en la Cuando hablamos de pioneros del cine
revista Cuba Cinematográfica, en la segunda década del siglo cubano debemos respetar, en algunos, el es-
xx–, Los Angeles Store, sastrería El Gallo, Ramallo, El Encanto, fuerzo y la constancia que los impulsaron a
etc. Aunque no sabemos si facilitaban el vestuario a cambio de tratar de crear una industria cinematográfica
la promoción del establecimiento o si recibían algún pago. Esta en Cuba, pero no podemos soslayar que en

48 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


este esfuerzo nunca estuvo implícito el concepto de cine como Con pocas excepciones, la mayoría de
arte. Arte mayor y colectivo que necesita de muchos componen- los filmes eran burdas comedias, muchas de
tes técnicos y artísticos para convertirse en la magia que lo ca- ellas tomadas de programas radiales de éxito
racteriza por sobre todas las artes. Cine es imagen, y desgracia- o tramas simplistas en las que era frecuen-
damente en esta etapa se le dio muy poco valor a este concepto. te encontrar personajes del teatro vernácu-
A partir de la década del treinta, en que se inicia el sono- lo, que se vestían con las características de
ro en Cuba, podemos tener algunas referencias por los filmes este: la mulata provocadora, el negrito (un
que se conservan. En todos se observa un tratamiento falso blanco pintado) con pantalones anchos y za-
de la imagen y uno de los puntos más criticables es la no dife- patos de dos tonos, el gallego ingenuo con
renciación entre el entorno rural y el urbano. En El romance su eterna boina, el chino «aplatanado» y el
del palmar, la protagonista, Rita Montaner, vestida como una policía. En otro tipo de filmes, galanes de la
citadina, sale de trabajar de la vega de tabaco con un impolu- vida cotidiana llevaban la ropa de uso en la
to traje estampado, lleno de vuelos y zigzags, calzando unas época sin implicaciones dramatúrgicas o, en
modernas sandalias blancas de tacón. El mismo error se repite el otro extremo, la ropa de las vedettes lucía
en una escena en la cocina, en la que Rita y otra actriz, apa- relumbrante de plumas, mostacillas y brillos,
recen con sendos vestidos y delantales adornados con enca- en las escenas de cabaret que tanto abunda-
jes, cintas, y sandalias de tacón, frente a un rústico «fogón» ban. Una muestra de exotismo es Bella, la
de leña y sin el más leve tizne en sus ropas o en sus personas. salvaje (Raúl Medina, 1953), en la que Blan-
Nada más inverosímil y distante de la imagen real de la cam- quita Amaro, la protagonista, aparece como
pesina cubana. En Rincón Criollo (Raúl Medina, 1950) vemos la reina blanca de una tribu africana, vestida
al guajiro, dueño de una finquita, que va en viaje a la capital, con excéntricos ropajes de un tejido que imi-
enfundado en un elegante traje confeccionado, al parecer, por ta la piel del leopardo y, para una supuesta
alguna importante sastrería de la ciudad, y así sigue a lo largo danza ritual en medio de la selva, muestra
de gran parte del filme. Una excepción a mencionar es Casta un diseño muy frecuente en el vestuario de
de roble (Manuel Alonso, 1954), en la que el vestuario corres- los shows de cabaret, con plumas, mostaci-
ponde al ambiente campesino pobre y casi siempre se ve ropa llas, piedras de fantasía y todo lo que pudie-
de trabajo que se deteriora a medida que la trama se desarrolla ra brillar en medio de su semidesnudez. Los
y los personajes se van agrisando de acuerdo con los desas- anacronismos abundaban como en Ahora
tres económicos que sufren. Hay un intento de verosimilitud y seremos felices (William Nolte y Fred Bain,
correspondencia de la imagen con los personajes a lo largo de 1938) y Rincón Criollo –en esta el vestuario
toda la película. de la Amaro está diseñado por Antonio–, en
Casta de roble (Manuel Alonso, 1954). las que las protagonistas, en una tarde pri-
maveral, llevan al brazo una elegante estola
de piel de zorro.Debemos decir, como ate-
nuante, que existía el referente de las damas
de la burguesía cubana que, en nuestro cor-
to y benigno invierno tropical, en ocasiones
tan cálido como el propio verano, solían
llevar esta prenda en fiestas y saraos. En fin,
que usaban ropa porque no podían aparecer
desnudos en pantalla, pero nadie se preocu-
paba por diseñar para un personaje.
En los filmes de época tenemos una sola
muestra del año 1939: Siboney de Juan Orol,
en la cual la acción transcurre a mediados
del siglo xix, en la cual las esclavas aparecen
con imitaciones de la «bata cubana» –solo
usada por las mujeres blancas de algún nivel

ESTE CINE NUESTRO 49


social, en el interior de sus casas–, mezcladas Durante sus primeros años, el ICAIC no contó con diseña-
con sencillos modelos de vestidos propios de dores de vestuario. El trabajo lo realizaban vestuaristas y cos-
mediados del siglo xx. Se encuentran, ade- tureras que seguían las indicaciones del director del filme, el
más, graves errores de «macheo». Los escla- escenógrafo y el director de fotografía, además de aportar sus
vos, que generalmente iban descalzos, calzan sugerencias. Se buscaba en el almacén lo que se necesitaba,
alpargatas gallegas, y el mayoral, que en la adaptando lo necesario y, en caso de no encontrar lo adecuado,
realidad siempre andaba en camisa de traba- se confeccionaba o se pedía a los actores.
jo y chaleco, aquí aparece en todas las escenas Este grupo de fundadoras del departamento, eran costureras
con una blanca y atildada guayabera. La falta maravillosas que entregaban toda su disposición y amor a su
de verosimilitud es total. El pintoresquismo trabajo. Se encontraban entre ellas Carmelina García, jefa del
prevalece y estos trajes pueden haber sido grupo, que ya tenía experiencia en el cine anterior a la Revolu-
alquilados en una tienda de disfraces, aun- ción, y compañeras tan valiosas como Elba Pérez (La China),
que el crédito de vestuario se le adjudica a la María González, Balbina, Elvia Rondón, Elsa Mustelier, Rafaela
casa de modas Finzi. Otro ejemplo de filme Cedeño, Arminda Almanza, Violeta Cooper, Milagros Traba y
de época, aunque visto en fotografías, ya que la excelente sombrerera Lidia Lavallet, quienes mantuvieron en
no existe copia, es Cecilia Valdés (1942), de alto la calidad del vestuario de los filmes cubanos en esos años.
Jaime Sant Andrews (Jaime Gallardo, en el Aún hoy algunas de ellas son responsables del vestuario de pelí-
periodo del cine silente). En su escenografía culas que no cuentan con un diseñador profesional.
se delata el cartón y bajo la falda de Cecilia se En 1964, la diseñadora y profesora de la Escuela Nacional de
marca el alambre del miriñaque. Arte, María Elena Molinet comienza a colaborar con el ICAIC
En el resto de las películas cubanas de los e imparte, a estas trabajadoras, clases de recalificación y de His-
años treinta al cincuenta, el vestuario no tiene toria del Traje. No es hasta 1967, en el filme Tulipa (Manuel Oc-
representación alguna en cuanto a su relación tavio Gómez), que una diseñadora de vestuario, la misma Moli-
con la dramaturgia del filme, y el enfoque que net, hace su primer trabajo para el cine.
se hace del personaje y su desarrollo. Es sen- A partir de la fundación del ICAIC, la industria cinemato-
cillo explicarlo, puesto que las películas en sí gráfica cubana da un giro de 360 grados. Los presupuestos es-
mismas carecían de todos estos atributos. El téticos y dramatúrgicos, el reflejo de la realidad, la búsqueda de
oficio de diseñador de vestuario se considera- las raíces de la nación cubana son premisas que cuentan tanto
ba una especialidad innecesaria. en la ficción, como en el documental. Para artistas y creadores,
El 24 de marzo de 1959, solo tres meses que no por nuevos en el oficio dejan de comprender la fuerza de
después del triunfo de la Revolución, se crea comunicación entre la imagen y el espectador, este es un aspec-
el Instituto Cubano del Arte e Industria Ci- to de primordial atención. Junto a la importancia que adquiere
nematográficos que, entre otras acciones, la imagen, empiezan a cuidarse especialidades tan significativas
nacionaliza los estudios del Biltmore, que como la escenografía y el vestuario, cuyos diseños se ponen en
contaban solamente con un foro y cameri- manos de profesionales, una tradición creada por nuestro nue-
nos. Allí se instalan el taller y el almacén de vo cine y una exigencia que se mantiene hasta la actualidad.
vestuario, que se nutrió en un inicio de ropa
que recogía el Ministerio de Bienes Malver-
sados en las casas de la alta burguesía emi-
grante. Se almacenan también uniformes del
ejército de Batista y del Ejército Rebelde, ce-
didos por las Fuerzas Armadas. En 1961 se
comienza, en esos mismos terrenos, la cons- María Eulalia Douglas (Mayuya) (Villa Clara, 1928). Especialista
trucción de los Estudios de Cubanacán del principal en cine cubano de la Cinemateca de Cuba. Entre sus
ICAIC. Uno de los edificios es dedicado al publicaciones destaca La Tienda Negra: El cine en Cuba (1897-1990),
Departamento de Vestuario, al cual se trasla- Premio Nacional de Investigación Cultural Juan Marinello, 1997.
da todo el material acumulado en los alma- Sus artículos han aparecido en las revistas Take One, Ecos (Signis) y
cenes y el taller de costura. Soviteskaya Kultura.

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MIRIAM DUEÑAS
¿Qué es lo que pasa con nosotros?
(Fragmentos de un libro inédito de María Eulalia Douglas, editado por Cine Cubano)

Los días del agua (Manuel Octavio Gómez, 1971).

E
l diseño me interesó desde que era una niña. mí me interesaba el cine y me llevaba a las filmacio-
Empecé estudiando pintura en la Escuela Ele- nes de Lucía (Humberto Solás, 1968), donde vi cómo
mental de Artes Plásticas de Pinar del Río en el era este trabajo, lo que fue creándome un interés muy
año 1958. Me gradué en 1963. Después de la alfabe- particular hacia esta manifestación artística, a pesar
tización, vinieron las becas para quienes habían sido de que mi mundo era el teatro.
alfabetizadores, entre ellas estaba la de Arte Dramá- En el momento en que terminaba mi carrera,
tico de Diseño de Vestuario en la Escuela Nacional María Elena Molinet se va a hacer un adiestramien-
de Arte. Estuve entre los primeros graduados de esa to docente en Checoslovaquia para los proyectos de
escuela en 1968; fuimos cinco. Esta etapa de la Es- almacenes del ICAIC, y yo me quedé en su lugar, al
cuela de Arte tuvo que ver mucho con mi formación, frente de las clases de Historia del Traje. Después
sobre todo por la enseñanza de María Elena Molinet, cuando van a filmar Los días del agua (1971), Manuel
la profesora de Historia del Traje, y de Diseño, que era Octavio Gómez le pide a María Elena que alguien
estrictamente lo que yo tenía como perfil de carrera. más trabaje con ella. Era una película muy grande,
Ella y Raúl Oliva fueron profesores que se vincularon con miles de diseños, miles de extras. Entonces Ma-
mucho con los alumnos; también Salvador Fernán- ría Elena pensó en mí y comencé a trabajar en enero
dez. María Elena parece que se dio cuenta de que a del año 1970.

ESTE CINE NUESTRO 51


vestuario y ver a María Elena con los actores, con el di-
rector y con el fotógrafo, que era Jorge Herrera, quien
además de ser una persona muy inteligente compartía
muchas opiniones. Él iba al taller de vestuario, veía las
muestras y me llamaba; sentí que me tenían en cuenta,
que no estaba allí como una ayudante, que me distin-
guían y eso realmente me estimuló mucho, tanto que
enseguida me llamaron para hacer El extraño caso de
Rachel K (1973) y dije que sí. La dirigía Oscar Valdés,
un director que yo conocía porque había hecho un
documental muy bueno, Vaqueros del Cauto (1965), y
El extraño caso de Rachel K (Oscar Valdés,
que me había hecho llorar en el cine; era un director
1973). bastante distraído, a quien yo casi no le había podido
dirigir la palabra porque me imponía un poco de res-
Hicimos una división del trabajo que después me peto.
resultó favorable, pero al principio fue compleja. Me Se trataba de una película de época con muchísi-
sentí discriminada y hasta lloré cuando ella me dijo: mos personajes y tenía que asumirla sola. Oscar Val-
«Tú vas a hacer toda la ropa de pueblo y yo me voy a dés me había dicho que quería una película con rigor
ocupar de las clases altas y de los personajes princi- histórico y bastante fidelidad porque el hecho había
pales; algunos personajes de menos nivel social tam- ocurrido. Él me había mostrado unas fotos que se ha-
bién los vas a hacer tú». Después del llanto me senté
y pensé que era soberbia mía. Cuando joven era muy Ustedes tienen la palabra (Manuel Octavio Gómez, 1973).
sensible, muy susceptible en las relaciones personales.
Pero la verdad es que conservo muy buenos recuerdos
de esa época en la que poníamos dos mesas de dibujo,
una al lado de la otra, allí, en casa de María Elena, y
diseñábamos el vestuario como a cuatro manos.
La película tuvo cerca de trescientos diseños o más,
no tengo la memoria exacta, eso me dio la posibilidad
de entrar en el mundo del cine, que es realmente estre-
sante, pero muy aleccionador porque te da realmente
la medida del personaje, te ofrece la dimensión del
trabajo y esa posibilidad fue esencial en mi vida. Yo
tenía 28 o 29 años, y estaba muy temerosa, pero la fil-
mación me dio mucha experiencia; ir a las pruebas de

52 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


cían en la época, de la crónica roja, en las que salía el
caso de Rachel, una corista que había tenido relacio-
nes con gente del poder. En el aspecto historico de-
legaba mucho en Sergio Giral, su asistente de direc-
ción. Sergio me ayudó muchísimo a enfocar la imagen
plástica, que para mí era lo que tenía importancia en
la película. Había escenas que me parecían muy realis-
tas, y otras en las que había cierta estilización; daba la
impresión de que a veces Oscar no quería tantos con-
tactos con lo histórico, con la veracidad. En ese debate
El otro Francisco (Sergio Giral, 1974).
por poco me desangro. Con Jorge Haydú, el camaró-
grafo, fue que conocí cómo eran los movimientos de Cómo iba a trabajar en una pe-
cámara, porque yo había estado en la filmación de Los lícula en la que todo es ropa de
días del agua pero la hice como un cohete, con tantos campo, donde todo se vuelve
extras que vestir no pude acercarme a la cámara, como un análisis de la producción en
sí hice en El extraño caso de Rachel K, en la que tomé la agricultura. En realidad, era
conciencia de lo que es la cámara en el cine. Aquella un filme muy profundo des-
experiencia me golpeó de una manera tan tremenda de el punto de vista político y
que llegué a ciertas conclusiones sobre mi trabajo en económico. No sé por qué no
este arte. Descubrí cómo la cámara determinaba lo se ha puesto nunca más. Creo que todavía es válido y
que en mi trabajo tenía valor; la dimensión de la cá- que sería muy interesante volverlo a ver.
mara era lo que daba el enfoque del diseño. Con El otro Francisco (Sergio Giral, 1974), trabajé
No puedo decir que sea más difícil, o más fácil, una otra vez con el blanco y el negro. Temía tener en mis
película en blanco y negro o una en colores, cada cosa manos, por primera vez, una película de gran presu-
tiene sus coordenadas, su propio análisis. El trabajo puesto. Era una historia ubicada en el siglo xix, en
del vestuario en el cine tiene que ver más con la dra- la que aparecía una dotación de esclavos, lo cual no
maturgia del guion, con el enfoque que haces del per- significaba un trabajo grande porque podía encontrar
sonaje, con la manera en que narras lo que este hace, alguna ropa de almacén con la que cubrir esta dota-
lo que dice, lo que va sintiendo, y cómo se va desarro- ción, pero tenía otros personajes de diferentes clases
llando desde el punto de vista de la dramaturgia y la sociales; eso llevaba mucha tela. Sergio es un conoce-
historia en pantalla. Entonces el vestuario tiene que dor de la imagen, muy exigente en relación con esta y
trabajar en esa narración, si esa narración es en blanco bastante meticuloso. Trabajar con un director que se
y negro, tiene que trabajar con el verde, con el azul... mete tanto en tu trabajo y te exige tanto fue como una
tú tienes que trabajar bajo esos parámetros. Con pre- prueba de fuego; a veces él y yo discutíamos de una
supuestos conceptuales, maneras de enfocar estética- manera fuerte por puntos de vista en los que yo no
mente, y eso entra en del análisis que tú hagas de la estaba de acuerdo, pero siempre fue de una manera
película. positiva.
Nunca se sabe dónde están las dificultades en un Recuerdo esa película como una experiencia muy
filme. A veces, mientras menos personajes contiene, productiva, a pesar de que tuve errores en el trabajo,
más difícil es. Tienes que centrarte mucho más en el en particular, en el vestuario del personaje interpre-
diseño porque no hay otros puntos de referencia para tado por Margarita Balboa, pues las texturas nunca
el espectador. Lo mismo sucede cuando hay un solo me parecieron buenas. Estoy hablando del conjunto
vestuario en la película, hay gente que piensa que es de la imagen relacionado con el carácter, y también
más sencillo. del trabajo de la imagen de la ropa y la estructura;
Después de El extraño caso de Rachel K, trabajé cómo esta se integra al personaje, y cómo la textura
con Manuel Octavio Gómez en Ustedes tienen la pa- se integra al traje. La textura del traje está muy vin-
labra (1973). Fue una película que tuve mucho miedo culada al carácter, a veces el tejido es más importante
de aceptar porque no tenía ninguna gracia para mí. que su propia confección; te aportan más la suavidad

ESTE CINE NUESTRO 53


la actualidad. Como era una película sobre
un personaje histórico, Sergio me exigió que
fuera rigurosa en ese sentido, aunque creo
que un personaje como Plácido, con las ca-
racterísticas que tenía, se podía haber actua-
lizado. Yo he visto otros personajes, incluso
muy universales, que se han llevado al cine
con un criterio de actualización; o sea, que
no creo que porque estés tratando un perso-
naje histórico tengas que ser rigurosamente
Plácido (Sergio Giral, 1986). histórica. Esos son los presupuestos concep-
o la dureza, que el diseño tuales que el director te deja manejar o no,
que hagas. Ello es tan im- y que en definitiva tienes que saber utilizar.
portante en el vestuario Después vino Cartas del parque (1988),
masculino como en el fe- que me puso en contacto con Titón, Tomás
menino, en cualquier tipo Gutiérrrez Alea, a quien ya conocía; yo esta-
de vestuario, y en el cine ba loca por trabajar con él. Debo confesarte
sobre todo. Como la cámara se acerca tanto a los primeros que cuando me lo pidió tuve uno de los mo-
planos, la forma, la caída de la tela es fundamental. mentos de mayor felicidad de mi vida por-
En 1986, hice Plácido, otra vez, una película de época, ubi- que sabía que iba a aprender mucho, y así
cada más o menos en la segunda mitad del siglo xix, y nue- fue. Aprendí con Titón a profundizar más en
vamente con Sergio Giral. Yo reflejé la época de una manera la narración del vestuario; en lo verosímil o
perfecta, es decir, no la estilicé. En otras películas he hecho una no que puede ser un traje; en la correspon-
actualización de la época, pero esta vez la trabajé sin criterio de dencia real que debe haber entre el traje, el
actualización. Después me pesó, pero Sergio me dijo que no, actor, el personaje y la escena; una verda-
que la película exigía un rigor histórico. Cuando haces el ves- dera correspondencia entre esos puntos de
tuario en un filme, siempre pones un elemento de actualización referencia y una disposición del diseñador
porque estás trabajando desde el presente y te estás refiriendo a a sustentarlo en todas las secuencias. Titón
una época anterior; siempre hay una actualización porque los era capaz de preguntarte acerca de cualquier
materiales no son exactamente los de entonces, incluso si en- detalle.
cuentras los más idóneos siempre vas a introducir algunos que Cartas del parque tuvo muchas variacio-
no lo son. Aunque se trate de 1850 –te estoy hablando de Plá- nes. Es la película con la que más cantidad
cido–, no busco darle al cuello la exactitud, la altura específica de extras se trabajó en una semana, se les dio
de la época, sino que lo bajo un poco, lo pongo como se usa en servicio a más de mil personas en los por-
Cartas del parque (Tomás Gutiérrrez Alea, 1988).

54 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


tales de La Vigía, con la ropa de los extras. Yo llevaba un stock para vestir en un
día a más de cien personas. Se cree que los extras no se trabajan con un vestuario
diseñado y eso también es falso; cuando el diseñador trabaja el stock –lo que hay
en almacén para los extras– se imagina los distintos personajes relacionados con
la secuencia, la escena, el lugar, y el contexto en el que se filma la película. Empecé
a diseñar vendedores de cualquier cosa, mujeres que acudían a los escribanos para
pedirles cartas de amor, gente que iba a comprar cosas para la casa, o sea, que era
un público muy variado.
En medio de todo esto hay algo que todavía no he podido superar: el trabajo de
camisería para hombre. Este elemento ha ido sufriendo un continuo deterioro, y
es terrible, porque el cine te enfoca mucho toda la parte superior del actor, enton-
ces los cuellos, en el cine, son importantísimos, todos los acercamientos van ahí.
Los planos generales te encubren muchas cosas. La camisería ha sufrido una gran
depauperación, por los cortes, por los materiales, por las entretelas. Cuando yo
trabajo una película de época, lo que a mí me enferma es que sé lo que va a venir, el
gran problema de la camisería, y también el calzado.
Otra de las problemáticas más serias que he encontrado es la de los sombreros.
Han sufrido todo tipo de deterioro y su realización en Cuba desapareció muy tem-
pranamente. Recuerdo que cuando empecé a trabajar en el cine, en los años setenta,
ya eran muy pocos los lugares donde se hacían sombreros. En el ICAIC hubo un
tiempo en que se cuidaron mucho todos esos elementos que pudiéramos llamar
históricos, pero todo eso ha ido desapareciendo.
Titón era de los directores que exigía verosimilitud; él tenía que creer en lo que veía
y yo debía darle una respuesta coherente. Estaba trabajando con un director al cual no
podía pasarle gato por liebre. En Cartas… se tuvo que realizar tanto vestuario, como
zapatos. El zapato en el cine casi nunca se ve, pero cuando se descubre te hace tierra.
En el año 1989, me llamó Fernando Pérez para hacer Hello Hemingway (1990),
que es una película con bastante vestuario entre los años 1957 y 1958. La historia ocu-
rre en un mundo humilde, de mucha pobreza, aunque también había imágenes de la
Embajada norteamericana, de las clases en el Instituto... Fue mi primera película con
Fernando Pérez, con quien ya había tenido relación, porque trabajó como asistente
en Los días del agua. Es un director muy sensible y con algo que el diseñador agrade-
ce, la energía que trasmite para el trabajo.
A mí me pasa con Fernando que él me dice solo dos cosas del personaje y yo
empiezo a soñar en voz alta y a decirle lo que creo; y empezamos a coincidir, y cuan-
do no coincidimos, él tiene como una manera muy suave de hacerme entender. Yo
siento que hay una corriente espiritual, pudiéramos decir, de sensibilidad, que nos
acerca muchísimo, es alguien con quien yo no quisiera dejar de trabajar. Las veces
que he tenido esa posibilidad, en Hello Hemingway, en Madagascar (1994) y en La
vida es silbar (1998) he pasado momentos muy felices, inolvidables. En Hello Hemin-
gway, además de todo esto me unía el hecho de haber vivido la época, no la vida del
personaje, pero sí ese tiempo. Cuando diseñaba la ropa para Laura recordaba ropa
que yo tenía. Mi origen es humilde, bastante humilde, no tanto como este personaje,
pero me había puesto mucha ropa parecida. Fue una película que me tocó fibras
profundas, vivencias personales; la trabajé con mucho cariño. Tengo muy buenos
recuerdos de ella, en particular por el nivel de exigencia que Fernando siempre bus-
ca en el vestuario: la imagen del personaje en correspondencia con sus acciones, el
vestuario como elemento narrativo.
Hello Hemingway (Fernando Pérez, 1990).

ESTE CINE NUESTRO 55


En el cine hay otro aspecto que la gente no
entiende: son muy pocas las veces que des-
pués de realizar un vestuario lo usas acabado
de confeccionar, porque ese apresto que tie-
ne la tela, la condición de nuevo de un traje
en el cine, casi siempre se rechaza. Cuando
uno dice «ambientar», el público pregun-
ta: «¿Qué cosa es ambientar?» Ambien-
tar no es ensuciarla o mancharla, ambientar
es también lavarla para que la ropa no pa-
rezca nueva, recién estrenada, porque esas
cosas se ven, y si no se ven se sienten, y si
no se sienten, el director las percibe, y hay
directores que no lo toleran. Porque la ropa
tú te la pones y va cogiendo tu cuerpo, tu Madagascar (Fernando Pérez, 1994).
forma. Hay actores que me han pedido ropa
para llevársela y usarla; en otras ocasiones, mento sobre el que Fernando estaba
he tenido que pedir ropa a los actores. constantemente llamando la aten-
Madagascar es una película que cada vez ción, diciendo que toda esa poesía
que la veo, me pregunto qué pensará Fer- de las imágenes, y todo lo que él es-
nando. Considero que es el testimonio fílmi- taba buscando, debía verse en el vestuario. No quería
co más importante, más crítico del período un vestuario realista, quería un vestuario con el que se pudiera
especial. Es un testimonio tan tremendo que traspolar ese mundo poético, y que esa realidad saliera un poco
hasta se respira el aire de aquel momento, del mundo real, que no fuera veraz sino que trascendiera. Yo
sin ser una película de corte realista, porque daba vueltas para ver cómo podía lograr una ropa que no fuera
pudiéramos decir que tiene un tratamiento común y corriente, de una mujer cubana de aquel momento que
poético; hay un tratamiento en la atmósfera era tan crítico. ¿Qué teníamos?, vestidos de lienzo o lo que cada
muy particular. La escenografía es impresio- uno podía. Uno no puede engañar la realidad, el diseñador no
nante, la fotografía también. Desde mi pun- puede engañar en el cine. Si trabajas una película contemporánea
to de vista hay aspectos de este filme que no tienes que buscar elementos de actualidad, pero también tienes
había visto tratados en el cine cubano de esa que llevarlo al plano del arte; no se trataba de un documental en
manera, y además con tanto rigor. el que pones la cámara y filmas lo que está ahí. En la ficción hay
El clima de camaradería que crea Fer- que trascender esa realidad y llevarla al punto artístico. Entonces
nando en sus filmes creció en Madagascar; tuve una idea, se la planteé a Fernando y él la aceptó. En el caso
era un momento muy difícil, nosotros no de la muchacha, dadas las mutaciones que tenía el personaje, de-
sabemos cómo se pudo hacer esa película. bíamos trabajar cada una desde el punto de vista espiritual, sen-
Recuerdo que había momentos en que yo timental, y esa mutación debía tener una expresión en la imagen.
lloraba, porque se estaban dando una serie No era cosa fácil, pero yo podía trabajar.
de elementos claves, como signos de lo que Cuando terminé Madagascar, lo otro que hice con Fernando
estaba pasando, porque ni siquiera la pelícu- Pérez fue La vida es silbar. Esa fue mi graduación. Los diseñado-
la te habla abiertamente. Toda la problemáti- res chocamos con problemas económicos que van mucho más
ca de esta muchacha que es un poco mutan- allá de lo que cuesta la tela, porque cuando estamos dibujando
te, que tiene necesidad de buscar un camino, tenemos en cuenta aspectos económicos, desde el momento en
una verdad, con una madre que también va que estamos creando las ideas. En el caso de La vida es silbar,
por la misma senda. Esta mujer tenía que ser teníamos muy poco presupuesto, como ahora; y si no hay mate-
muy creíble, y tenía que ser muy cierto todo riales no hay variedad, lo que en el cine es muy importante. Hay
lo que vistiera, muy modesto, pero también dos aspectos que son vitales: la unidad y la diversidad. Esta fue
debía reflejar la atmósfera de la película, ele- una película que se hizo casi completa con la ropa de los actores.

56 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Todos los trajes del ballet vinieron del Ballet de Camagüey y En Fresa y chocolate (Tomás Gutiérrez
yo le hice algunas transformaciones. Toda la ropa que usa Clau- Alea y Juan Carlos Tabío, 1993), por ejem-
dia Rojas era de ella, la recogimos, la llevamos para Cubanacán plo, que es una película contemporánea,
y la metimos en el sistema. Es decir, el cine cubano se ha hecho nos pusimos de acuerdo desde el primer
ya de un sistema de almacenaje, y todas las vestuaristas lo co- momento con el tratamiento que se le dio al
nocen. Además del desglose que se hace con el nombre de los personaje de Diego. Pensamos que no tenía
actores, de los personajes, con toda la descripción de las piezas por qué ser esquemático. Había que evitar
que usan por secuencia, a cada percha se le pone el nombre del elementos que la gente de una manera arbi-
personaje y se le pone a cada traje una señalización con una traria identificase como de un homosexual.
etiqueta que indica la secuencia y el nombre del actor. La ropa A Titón no le interesaba eso, quería que
que traíamos de la casa la metíamos en el sistema de señaliza- fuera el personaje, interiormente, con los
ción. Después se entregó todo, pero hubo quien lo dejó. Esta diálogos, con todo el contexto creado en la
experiencia fue atípica, porque también tuve que hacer pátina, película, lo que mostrara esa conducta, no
romper cosas que era de la gente, o tuve que arreglar, adaptar, hacerlo llamativo por lo llamativo. Con Pe-
teñir e inventar ropa. rugorría no pude usar el color negro, que a
A veces una ropa actual te cuesta más trabajo que una de él le queda muy bien y a mí me gusta muchí-
época, y a veces al contrario. Con la ropa de época debes cuidar simo. Diego no podía ser un personaje oscu-
que el trabajo quede al nivel que tú requieres. Por ejemplo, en ro. David, por su parte, es un campesino, un
una película actual yo me puedo tomar la libertad, como di- muchacho que viene a La Habana con pocos
señadora, de no ir a algunas filmaciones. Sin embargo, en una recursos económicos. Por lo tanto, Diego
película de época estoy ahí, al pie del cañón, porque cualquier tiene camisas de seda con terminaciones de
detalle te lo puede entorpecer; te pueden aparecer gazapos, se cuellos perfectos, que se compraron espe-
puede desvirtuar la línea de un peinado o surgir un elemento cialmente para él y no tienen el tratamiento
anacrónico que eche a perder el trabajo. A la hora de crear es de lavado, de desgaste, con que se trabaja-
lo mismo, porque tienes que pensar en un personaje, en el con- ron las de David. Este lleva camisas de más
texto, en toda la dramaturgia de esa puesta en escena. Hay que uso, con una terminación menos perfecta, y
estar al tanto de todas las necesidades físicas del actor, o sea, las eran más ajustadas para que se le viera más
mismas consideraciones para la época que para la actualidad. el cuerpo y fuera más atractivo para Diego,
Cuando llega el momento de los materiales tienes otros mi- y también para Nancy. Es un personaje muy
ramientos como buscar los que guarden relación con la época; joven y también muy atrayente, con bellos
debes cuidarte de no usar fibra sintética, porque no existían en ojos, por lo que había que buscarle una serie
aquellos años. Hay que cuidar mucho la imagen, porque la ima- de colores que le hicieran un buen reflejo en
gen es un sistema que empieza desde el pelo hasta los zapatos. el rostro, no por ser el más modesto y el más
La vida es silvar. (Fernando Pérez, 1998). joven podías abandonar el tratamiento de la
belleza, al contrario, había que mantenerlo.
Hay otros elementos menos visibles que
debes tener en cuenta, como es el caso de la
ropa interior. Todos los diseñadores sabe-
mos que la ropa interior te conforma la fi-
gura y te da un resultado en la imagen. Un
traje del siglo xviii o xix puede estar muy
bien confeccionado, pero si no tiene un cor-
sé debajo no está bien. Si vas a trabajar esos
siglos las estructuras exigen rigor. Hay otras
épocas que te obligan a un tipo de ajustador
y lo tienes que mandar a hacer o inventarlo,
o un afinador, o una faja. O sea, que el traba-
jo de diseño no es solo el trabajo de mesa, el

ESTE CINE NUESTRO 57


y de la imagen. Tú ves cómo en Cuba la pintura se ha
desarrollado y tiene muy buenos exponentes. En el caso
de la escenografía, que es un elemento importantísimo
de nuestro trabajo…, yo creo que no he hecho la alusión
que debía, porque es el contexto en el que se mueve nues-
tro trabajo y el diseñador lo tiene muy en cuenta. Cada
vez que uno diseña tiene que considerar en qué ambiente
está. Aunque en el país no se le ha dado, y eso sí lo pien-
so yo, la importancia que el diseño tiene. El ISA estuvo
muchísimos años cerrado en esta rama; no hay una con-
secución en la formación profesional. En nuestro país
contamos con un grupo de diseñadores de un trabajo
meritorio, profesional, serio y muy celoso.
Te puedo decir que en los años que llevo en la profe-
sión, si buscamos las críticas, vamos a encontrar muy po-
cas, o quizás ninguna, que hable del vestuario. Veremos
si con el tiempo todos estos críticos, estos especialistas
que tienen que ver con el mundo de la prensa, del análisis
Fresa y chocolate. (Tomás Gutierrez Alea y Juan Carlos Tabío, 1993).
de la crítica cinematográfica, hablan un día de la imagen,
trabajo intelectual, técnico, creativo, sino que a veces de los que crean la imagen, como dice Enriquito Pineda
tienes que ir a un conjunto de detalles. Esto ayuda al Barnet, «de los que visten el cine», porque en definitiva
actor, al igual que te ayuda a ti, a crear una imagen a creo que hay un grupo grande que se ha entregado, y algo
través del traje. Un pelado como el de Isabel Santos hay que hacer con toda esa gente antes de que desaparez-
en La vida es silbar le ayuda a la gestualidad del per- ca. Nosotros solo aparecemos en los créditos. Somos un
sonaje; una mujer no mueve igual sus manos, ni su grupo enamorado de nuestra profesión, capaces de ir a
cabeza, con el cabello corto como cuando lo tiene lar- donde sea para que esto se tome en consideración, pero
go. Todo este estudio de la imagen lo tiene que hacer como uno está metido en su trabajo y nadie se ocupa…,
el diseñador. En el ICAIC, casi todos los diseñadores ni siquiera el Festival de La Habana, nuestro Festival, se
nos encargamos del maquillaje, del peinado, porque… ocupa de premiar un vestuario o una escenografía. Una
¿quién mejor que yo podía decir si Micheline Calvert, vez le comenté a Alfredo Guevara, en una reunión que
en Hello Hemingway, donde interpretaba una secre- tuvimos después del estreno de La vida es silbar, «Alfre-
taria en la embajada norteamericana, debía llevar un do, usted sabe que en la revista Cine Cubano jamás se le
moño, o no, con el vestuario que tiene? ¿Quién mejor ha dedicado un artículo a los diseñadores, ni al diseño,
que el diseñador puede decir qué peinado debe tener ni a nada que se le parezca, ni a la escenografía, ni al ves-
Diego o qué pelado debe tener David en Fresa y cho- tuario, somos ignorados, ¿por qué se nos ignora si más
colate? Además, lo peor que tiene el cine a diferencia del 90 % del cine es imagen?, ¿qué cosa no es imagen en
de otros medios que no son filmados, es que no tienes el cine?, quizás el sonido, pero todo lo demás es imagen
la posibilidad de cambiar, de mejorar. Por ejemplo, en visual, y ¿por qué somos tan ignorados? ¿Qué es lo que
el teatro una cosa no te queda muy bien y al otro día pasa con nosotros?»
fuiste y lo mejoraste, por eso cuando se filma trato de
estar ahí, sentadita, mirando hasta el último momen-
to, por si puedo cambiar algo o mejorarlo. Esa pasión Miriam Dueñas González (Pinar del Río, 1944 – La
por estar hasta el último minuto no se me ha quitado, Habana, 2014). Diseñadora y profesora de vestuario
y a veces me tengo que ir del set, y con qué pesar me escénico para el  teatro  y el  cine cubanos, así como en
voy porque digo: «Y si pasa algo y no estoy ahí». funciones artísticas, técnicas o en giras de espectáculos en
Nosotros siempre hemos tenido buenos diseñadores, países del Caribe, América Latina, Asia y Europa. En el cine
Cuba ha tenido la suerte, y creo que es como una gracia, cubano y latinoamericano ha realizado diseños de vestuario
de tener una buena cantidad de creadores de la plástica para veinticinco largometrajes.

58 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


CARNADA
para
ANTOLOGÍA
dosier

(Compilación de Arturo Sotto)

de interés, así como de las dificultades para acceder a


la Revista, dos alumnas nos comentaron que el primer
contacto con Cine Cubano lo habían tenido gracias a
sus familias. En ambos casos se debía al anuncio pú-
blico de sus deseos de estudiar cine. Una de ellas relató
que después de expresar vivamente lo inalterable de
su vocación, la abuela se había ido en silencio hasta
el librero para regresar a los pocos segundos con un
viejo número de la Revista que resistió los embates del
tiempo. «Si vas a estudiar cine tienes que empezar por
esto», le dijo sentenciosa mientras dejaba en sus ma-
nos un polvoriento ejemplar de Cine Cubano como si
fuese un manual de catecismo.
Esa humilde satisfacción nos animó a publicar esta
antología como homenaje a todos los que han traba-
jado en la Revista a lo largo de cincuenta y seis años.
Un reconocimiento al continuo esfuerzo por brindar
al lector una información que instruya y apasione, al
Revista Cine Cubano, no. 66-67.
tiempo que aprovechamos la ocasión para hacer uso
de esa voluntad educadora que nos acompaña. Muchos

¿P
ara quiénes hacemos esta Revista? temas, artículos y pronunciamientos han quedado en
¿Cuántos la leen? ¿Incidimos en el dis- los anales de nuestra publicación; compilar una anto-
curso del cine cubano? Estas y otras pre- logía de Cine Cubano es como editar una larga película
guntas nos hacemos todos los días cuando, entregado sobre nuestra propia historia, en la que un sinnúmero
un número a la imprenta, nos lanzamos al diseño del de secuencias tienen un valor documental de enorme
próximo, a sabiendas de los problemas de distribución significación. El criterio de selección se apega más a la
interna que afectan y limitan su circulación, cosas que búsqueda de algunos tesoros que mantienen su diálogo
esperamos algún día se solucionen. La respuesta más con las problemáticas del presente, sean sobre cine o
estimulante a todas esas interrogantes la recibimos en sobre arte en sentido general. Así que si usted está le-
una presentación que hicimos de Cine Cubano ante yendo esta introducción, coméntele a la abuela y pídale
estudiantes de la FAMCA (Facultad de Arte de los que haga un hueco en el librero, quién sabe si dentro de
Medios de Comunicación Audiovisual). En medio de algunos años a sus nietos les dé por estudiar esta mara-
la discusión sobre los temas que pudieran resultarles villosa y desquiciante carrera que es el cine.

dosier 59
Este texto contiene solo el primer acápite de un ensayo mayor,
publicado con el título «El cine cubano 1963».».

Algunas
cuestiones
de principio
ALFREDO GUEVARA

N
o es fácil la herejía. Sin embargo, practicarla de un desgarramiento. En el trabajo intelectual verda-
es fuente de una profunda y alentadora satis- dero está siempre presente el germen revolucionario,
facción, y esta es mayor cuanto más auténtica puesto que no rechaza la herejía, y se compromete
es la ruptura o la ignorancia de los dogmas común- en la búsqueda. Si esto conlleva un destino trágico, y
mente aceptados. En este sentido, la herejía es un ries- enlaza la vida del creador con su símbolo clásico, e1
go por cuanto comporta el abandono de los asideros, Prometeo encadenado, no hay cadena que pueda en
y el rechazo de su sustitución. No hay vida adulta sin medio de los más crueles desgarramientos impedir
herejía sistemática, sin el compromiso de correr todos que el fuego queme en sí mismo el pasado, y alumbre
los riesgos. Y es por eso que esta actitud ante la vida, el porvenir.
ante el mundo, supone una aventura, y la posibilidad La aventura del pensamiento creador es por eso
del fracaso. Pero es también la única verdadera opor- también una fuente de optimismo.
tunidad de acercarse a la verdad en cualquiera de sus Tanto el científico como el artista hacen de la reali-
aristas. dad un camino abierto, y lejos de limitarla a la visión
Toda búsqueda obliga a romper sujeciones, y exige contingente descubren mundos secretos en cada una
que un punto en el desarrollo no sea más que ello: un de sus partículas, y nuevos recursos, y rostros impen-
punto de partida. Es en esta medida en la que pue- sados a partir del marco temporal de horizontes apa-
de afirmarse que el trabajo intelectual es siempre una renciales. Es por eso por lo que la herejía entrega con
aventura, y que el intelectual, casi automáticamente, el grado de ruptura o indiferencia ante los dogmas una
resulta condenado a la herejía. Si el pensamiento solo carga de alegría y un aliento vital que se trasuntan en
puede desarrollarse considerando cada punto de lle- mecanismos impulsadores. La realidad nos es devuel-
gada un nuevo punto de partida, el creador resultará ta en toda su infinita riqueza, en toda la belleza de su
sin remedio un hereje consuetudinario. De ahí que complejidad: el mundo real rebasa todos los límites y
en no pocas ocasiones resulte piedra de escándalo y definiciones finales, y solo admite la descripción de
motivo de sospecha y que, en sociedades de fuerte es- su naturaleza, el apresamiento de su ley fundamental,
tructura, que han terminado o detenido su desarrollo que es tal en tanto no lo contradice, en tanto lo des-
en un proceso de cristalización, o que afrontan vio- cubre, y lo explica. La herejía que no va acompaña-
lentas convulsiones, llegue a convertirse inclusive en da de coherencia intelectual, de un dominio absoluto
apestado o perseguido. Esto es igualmente válido en el del instrumental de trabajo, y de toda la información
campo de la ciencia y en el de la cultura artística, y no acumulada a través de siglos y milenios, no pasa de
se ha dado salto cualitativo alguno en la historia del embrujamiento temporal –aunque dure una vida– o
pensamiento humano sin que este fuera acompañado de salto en el vacío. No es la aventura del ignorante

60 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


la que nos deslumbra: los pasos de un ciego no son desencadenan fuerzas insospechadas, e igualmente
una aventura sino una limitación. Solo hay una here- nuevas contradicciones, cualitativamente diferentes.
jía digna de ese nombre, la que es hija de la lucidez. Y A mayor lucidez y coherencia ideológica debe corres-
esa herejía no se conforma en el embrujamiento de la ponder una práctica más audaz y precisamente diri-
intuición, en el inconformismo superficial: ella solo se gida. El revolucionario hace la revolución acelerando
manifiesta en toda su plenitud en el espíritu revolucio- el proceso histórico: abriendo las compuertas pese a
nario. Solo el espíritu revolucionario, en su máxima la resistencia del pasado y desarmando esa resisten-
autenticidad, lejos de temer, promueve la superación cia (esa reacción). Esto no lo podrá lograr si se limita
de todos los status establecidos. Pero ¿qué es, y qué a hacer el profeta; tendrá que promover una acción,
significación tiene el espíritu revolucionario, auténti- está obligado a desarmar al enemigo. Muchas son las
camente revolucionario, en el campo de las artes? tesis al respecto, y dos se enfrentan con dañina violen-
Responder esta pregunta supone superar una cia, pero el principio resta indemne. Los hombres no
contradicción, porque ni siquiera el espíritu revolu- son dioses, la sociedad, en su desarrollo, engendra la
cionario se puede situar al margen de la historia, e muerte de sus diferentes ciclos. Ningún rayo ideoló-
históricamente se han formado una serie de ideas y gico puede fulminarla, pero las fuerzas en desarrollo
prejuicios que lo enturbian conceptualmente, y que, arman al hombre con su propio ímpetu, y lo hacen cre-
por enturbiarlo, lo limitan. En estos casos nada mejor cer. Esto sucede tan pronto un hombre cobra concien-
que volver a las raíces. El revolucionario es siempre, cia, de pronto resulta armado caballero, y encuentra
en último caso, el que hace la revolución, el que, ante entre sus manos una afilada espada. En su escala, otro
la presión de fuerzas renovadoras, abre, o rompe las tanto pasa al intelectual. El germen revolucionario, en
compuertas. El grado de conciencia, el dominio del dos niveles –en su quehacer, y en su participar– está
instrumental metodológico más avanzado en la inter- presente en él, y su obra misma es engendrada por esa
pretación del movimiento histórico, y la posibilidad vocación y esa posibilidad, indagadora y renovadora.
de valorar justamente cada situación concreta o cir- El espíritu revolucionario, auténticamente revolucio-
cunstancia práctica, asegura al revolucionario, al que nario, en el campo de las artes exige la presencia de
hace la revolución, una correcta visión y apreciación, verdaderos creadores. Tampoco ellos son dioses: pero
inmediata y en perspectiva, de su mundo, y de su si- su tarea es hacer la revolución artística, y no pueden
tuación en él. Pero hacer la revolución es transformar dejar de hacerla a riesgo de convertirse en epígonos.
la sociedad, y transformar el mundo, porque las re- La revolución artística no puede aceptar «santos»,
voluciones, y particularmente la revolución socialista, y mucho menos «dogmas». No hay pontífices, o no

dosier 61
podrá haberlos. Esto supone libertad absoluta: y ab-
soluta lucidez, coherencia absoluta. De otro modo,
la libertad deviene limitación. La ignorancia y la
frivolidad retrasan la revolución artística. El artista
revolucionario lo es siempre el verdadero artista: el
que con su arte penetra más aguda y profundamente
la realidad, el que abre brecha en ella y la enriquece,
el que nos la entrega más real, más compleja, más
verdadera.
No es este el ejemplo del «artista revolucionario»,
o de la obra que recibe este nombre en la experiencia
histórica concreta, que por inercia ha servido para es-
tablecer cánones y fórmulas. La imagen del innovador
queda sustituida por la del artesano que repite, con
tímidas variaciones, los moldes logrados por sus
antecesores, o por creadores de más alto nivel. Y
el proceso del desarrollo artístico se hace así len-
to y trabajoso, y resulta compuesto por la yux-
taposición de una misma experiencia realizada
mil veces. Se habla de una revolución cultural,
y esta, en el terreno creativo, no ha sido otra
cosa a través de decenios que un muy simple tránsi-
to de unos temas a otros. El instrumental, el lengua-
je, las formas expresivas, no parecen evolucionar al
ritmo de la inteligencia humana, de su información
y formación, del desarrollo y la transformación del
mundo. Esto comporta una limitación, y me atrevo a
decir que un deterioro, porque el arte no admite mo-
delos finales: el arte supone una permanente experi-
mentación, una búsqueda incansable, una insatisfac-
ción que no da tregua al creador y que, en cada obra,
y en cada periodo histórico, ofrece al espectador una
nueva y más amplia imagen del mundo. Solo será ver-
daderamente revolucionario por eso, y en cuanto tal,
el artista que renovando los medios expresivos entrega
nuevos elementos de la realidad, y en ellos su belle-
za, su expresividad, su significación interior. Esto será
válido inclusive cuando se trate de recrear la realidad Ilustración: muñoz bachs. Revista Cine Cubano, no. 7.
enriqueciéndola. El artista es parte de la realidad, y si
esta se recrea constantemente, y se hace diversa y sor- Alfredo Guevara (La Habana, 1935 - La Habana, 2013).
prendente, el artista no es otra cosa que un testigo y un Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de La Habana.
instrumento de esta interna naturaleza, del carácter Fue fundador –y presidente– del Instituto Cubano del Arte
mismo del mundo real. Y hasta cuando se produce un e Industria Cinematográficos, así como del Movimiento
rechazo,1 esa validez no se disuelve, porque ese movi- del Nuevo Cine Latinoamericano, el Noticiero ICAIC
miento es también parte de su crítica, y de su crisis. Latinoamericano y el Grupo de Experimentación Sonora
Revista Cine Cubano, no. 14-15, pp. 1-4. del ICAIC. En 1955 codirigió El Mégano, antecedente de
1
No nos referimos a modas ni poses: hablamos siempre del autén- la nueva cinematografía cubana. En 2003 recibió el Premio
tico creador, honesto, serio, en permanente tensión, artista. Nacional de Cine.

62 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Mire, compañero,
el problema es que a mi
tío lo enterraron con el
No.198 de Cine Cubano,
y esa revista no se encuentra
en los estanquillos ni en
ningún lugar…, a ver si se
puede resolver una orden de
exhumación… es que yo
la colecciono…

dosier 63
«¿QUÉ
ES LO
MODERNO
EN EL
ARTE?»
Mesa redonda

Armand Gatti (Francia)


Tomás Gutiérrez Alea (Cuba)
Kurt Maetzig (RDA)
Andrzej Wajda (Polonia)
Mijaíl Kalatózov (URSS)
Julio García Espinosa (Cuba)
Vladimir Cech (Checoslovaquia)
Jorge Fraga (Cuba)

64 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


A
lfredo Guevara turales que permiten comprender tendencias y líneas
Los compañeros de la dirección y redacción del desarrollo del arte popular, y la obra literaria, de
de la revista Cine Cubano hemos querido indagación sociológica, o de especulación filosófica de
propiciar una reunión que nos permitiera conocer y los pensadores cubanos del siglo xix, han merecido
profundizar en las opiniones que sobre «lo moderno –y deben recibir permanentemente– la más cuidadosa
en el arte» sostienen Mijaíl Kalatósov y Armand Gatti, atención. En las postrimerías del siglo xviii se sentía
Kurt Maetzig y Vladimir Cech, que ahora trabajan en- ya aflorar de algún modo la fisonomía del criollo; en el
tre nosotros, y las de Andrzej Wajda, que con la actriz siglo xix se forja y cuaja nuestra nacionalidad. No es
Beata Tiskiewicz, nos visita con motivo de la Semana el caso abordar ahora la circunstancia histórica y las
del Cine Polaco. Con ellos participan en la discusión transformaciones económicas o el movimiento ideo-
nuestros directores de largometrajes, Julio García Es- lógico que impulsaron el florecimiento nacional. Pero
pinosa –E1 joven rebelde [1961], Premio al Joven Rea- sí hay que señalar que al calor del combate revolucio-
lizador en el XIII Festival nario la línea ascendente
Internacional de Karlovy cobró la riqueza espiri-
Vary–, Tomás Gutiérrez tual, y la fuerza material,
Alea –Historias de la Re- En los días del bloqueo naval norteamericano el dinamismo, que hicie-
volución [1960], Premio a Cuba se encontraban trabajando en nuestro ron posibles la lucidez de
de la Unión de Escritores país o de visita, distintas personalidades la protesta de Mangos de
en el II Festival Cinema- Baraguá, y la precisión
extranjeras del cine. La revista Cine Cubano
tográfico de Moscú para práctica, la lealtad a los
el mejor argumento y aprovechó la ocasión para reunir en una mesa principios, y la perspecti-
guion cinematográficos; redonda a creadores cubanos y extranjeros con va histórica de los comba-
y Las doce sillas [1962]–, el propósito de discutir e1 tema «¿Qué es lo tientes del 95.
y Jorge Fraga –Y me hice Porque apreciamos se-
moderno en el arte?». Este encuentro se grabó
maestro [1961], Premio riamente la importancia
del Consejo Mundial de a fin de reproducirlo. Lo ofrecemos ahora a del siglo xix cubano y la
la Paz en el Festival In- nuestros lectores. significación de sus pen-
ternacional de Cortome- sadores y combatientes,
trajes, de Leipzig. De este porque aprendemos de
modo podremos apreciar su impulso hacia el futu-
no solo opiniones e inquietudes sino que también se ro, y porque somos marxistas, no podemos sino pla-
nos ofrecerá la ocasión de situar polémicamente esos nearnos, en nuestro campo de trabajo, la necesidad de
juicios, y de propiciar su confrontación con los de los abordar los problemas de la cultura, y en nuestro caso,
representantes de nuestra joven cinematografía. del arte cinematográfico, a partir del conocimiento
Para los intelectuales y cineastas cubanos el tra- más profundo posible de nuestro ámbito real, y con
tamiento de este tema, acaso el más polémico, tiene las perspectivas del desarrollo. Precisamente porque
interés especial. hemos debido revalorizar, y hasta salvar lo que podía
Después de medio siglo de república y supuesta ser salvado, y lo que lo merecía, tenemos el deber de
democracia, años en los cuales nuestra cultura fue re- dedicar también, de poner gran énfasis en la signifi-
primida y deformada bajo la influencia y presión de cación y el carácter de nuestra época, en situarlos sin
un poder extranjero, la primera tarea ha sido, lógica- retroceso posible en nuestro siglo, y en mirar hacia el
mente, la de rescatar y revalorizar nuestro patrimonio futuro –ya que debemos construirlo.
cultural. No es fácil esta doble tarea para quienes nos sabe-
El trabajo realizado en tan pocos años por nues- mos en plena formación artística, para los cineastas
tros artistas e investigadores no puede sino ser en- que no solo crean su obra sino que de hecho forjan
comiado. Los elementos de nuestra cultura nacional, una nueva cinematografía.
sus más auténticas manifestaciones y tradiciones, el No podemos crear mirando siempre hacia el pasado.
folclor y sus raíces criollas y extrañas, los restos cul- Hay un presente que debe resumir vívidamente cuanto

dosier 65
del pasado guarda significación. En él nos asentamos: Tomás Gutiérrez Alea
creemos que solo, o sobre todo, para dar un salto hacia
adelante. Instando para encauzar un poco el debate, yo quisiera
Por eso el tema que nos planteamos ahora como hacer una proposición. Partiendo de una cosa que su-
problema, tiene para nosotros el particular interés que cedió anoche en la reunión con el compañero Wajda,
antes he señalado, y por eso también vuestras opinio- se le hizo una pregunta que no fue muy bien entendi-
nes, las discusiones que seguramente tendrán lugar da y que él tuvo que cortar su respuesta por la mitad
dentro de unos minutos serán para nosotros una lec- porque se cayó en el convencimiento de que no había
ción, y un aporte. sido bien entendida, es decir, Julio, si mal no recuerdo,
Queda pues, abierta la discusión... le preguntó cuáles eran los problemas que a su inicio
se le presentaban a un artista en un país socialista y él
Armand Gatti empezó a responder una cosa que nos pareció a todos
muy interesante, los temas que más le interesaban o
Hay dos maneras, completamente personales, de en- más podían interesar a un artista en un país socialista.
focar esta reunión. Una, que nos acerca a Bizancio, Yo pienso que por ese camino se puede llegar a
cuenta que cuando las tropas avanzaban hacia la ciu- una respuesta, acercarnos bastante al tema propuesto
dad, se discutía sobre el sexo de los ángeles; la otra, y de una manera, además, mucho más concreta. Por
que me enseñaron cuando pequeño, es la de San Fran- lo pronto, me quedé con el deseo de seguir escuchan-
cisco de Sales. A este le preguntaron una vez: «Si Dios do la respuesta del compañero Wajda y yo propondría
te hace morir enseguida, ¿qué harías?» San Francisco, que él la desarrollara ahora.
que en ese momento jugaba en un patio de recreo, res- Tomás Gutiérrez Alea.
pondió: «Seguir jugando». Según me enseñaron, esta
es una actitud llena de grandeza.
Desde que oí a Alfredo, comprendo que el deba-
te sobrepasa a San Francisco de Sales y al sexo de los
ángeles.
Dejo la palabra a los compañeros.
Armand Gatti.

Kurt Maetzig

Mucho me alegra que se haya planteado un problema


tan polémico y tan interesante como este de enfocar
«lo moderno en el arte», porque se trata de determinar
conceptos que son tan importantes como el problema
de lo bello.
Para ilustrar mis palabras, daré un ejemplo. Para
los que están en los buques norteamericanos, fiscali-

66 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


zando la entrada de la Isla, lo bello tiene un significa- Andrzej Wajda
do; para nosotros, otro totalmente diferente.
Si analizamos el mundo actual, encontramos que No traía un programa, una teoría realista preparada.
estamos atravesando una fase de grandes cambios y Trataré de hacerlo durante mi intervención.
el arte se plantea la tarea fundamental de crear, en la Considero que al principio hay que desechar los
gente, nuevos gustos, nuevos puntos de vista, comuni- problemas de tipo formal que tal vez pudieran ser
carle una alegría de un carácter totalmente nuevo: la tema de nuestra discusión. Quizás si me encontrara en
alegría de cambiar el mundo. mi país, o mis colegas directores en sus países respec-
Por lo tanto, yo calificaría de modernos todos los tivos, los problemas formales serían más atractivos y
medios que se utilicen para transmitir esa alegría de se podrían discutir ampliamente. Pero aquí, justamen-
participar en el cambio del mundo; o sea, a mi enten- te en la situación en que nos encontramos, considero
der, son modernos todos los medios que se utilicen que lo correcto es hablar sobre algo distinto.
para crear una mayor capacidad de comprensión de Para todos es claro que el creador –en nuestro caso
este enorme proceso de transformación, de cambio, concreto los directores de cine– tiene que expresar
del mundo en que vivimos. algo, expresarse en nombre de alguien, pero la situa-
Kurt Maetzig.
ción no es tan fácil. Cada clase en el poder trata de
crear sus propios artistas, sus creadores. Trata de for-
mar artistas que puedan dar a conocer sus conviccio-
nes, sus puntos de vista. Incluso yo diría que no es ne-
cesario convencer a los artistas de esta realidad, ellos
la comprenden perfectamente porque al fin y al cabo
proceden de esta formación.
En este caso concreto, la situación es completa-
mente distinta. Está naciendo una nueva sociedad que
todavía no tiene sus artistas. Todavía están ocultos en
algún lugar y los veremos únicamente después de haber
transcurrido algún tiempo. En esta situación, considero
que los artistas jóvenes, aquellos que todavía son bas-
tantes sensibles para poder expresar algo distinto, algo
nuevo, se unen a esa nueva clase, tratan de conocerla y
de expresar sus ideas y sentimientos.
Tomás Gutiérrez Alea Creo que así se presenta la situación en Cuba. Así
se presentaba en Polonia hace algunos años. Pero esos
Yo creo que no hay ninguna contradicción en lo que artistas no provienen directamente de esa clase y sería
acaba de decir el compañero Maetzig y lo que yo pro- utópico pensar que aceptan completamente todo el nue-
puse, dado que hablar sobre temas concretos nos pue- vo programa y que están absolutamente de acuerdo con
de conducir por un camino más claro en la conversa- todo, sencillamente porque han sido educados en condi-
ción. ciones distintas y sus puntos de vista, estéticos y morales,
En definitiva estamos en un país socialista. Hay di- provienen de otra época. Pero ellos entienden que no
rectores aquí de la Unión Soviética, que fue el primer unirse a la Revolución significaría quedarse al margen, es
país socialista, directores de las democracias popu- decir, perder esta oportunidad única en su vida y al mis-
lares, hay directores de Cuba y hay directores de un mo tiempo se dan cuenta de que está ocurriendo una de-
país capitalista que se sienten muy cerca de nosotros; valuación, una destrucción de lo que existía antes. Aquí
o sea, todos participamos de algo en común y es que se concentra, para mí, el problema principal.
tenemos nuestra proyección hacia el futuro y hacia eso Cuando Roma fue destruida por los bárbaros, fue
encauzamos nuestras ideas y nuestros esfuerzos. Por destruida esa admirable cultura romana, se destruye-
lo tanto, yo repetiría la pregunta que se le hizo anoche ron aquellas hermosas esculturas, y de los grandes edi-
al compañero Wajda. ficios únicamente quedaron ruinas.

dosier 67
¿Pero, los que vencieron a Roma no tenían razón? Mijaíl Kalatósov
Claro que sí tenían razón. ¿Pero acaso los grandes ar-
tistas de aquella época no lamentaron la destrucción Yo no estaba preparado para intervenir en esta dis-
de esa cultura? Claro que sí. Y aquí se refleja el drama cusión y ni siquiera sabía lo que se iba a tratar aquí.
de todo artista que se une a una Revolución. No puede Pero me parece que hablar de lo moderno en el arte,
eliminar todos los elementos de la vieja cultura que es cuestión que interesa mucho y no solamente aquí, re-
admirable y tiene sus tradiciones, pero la nueva so- cuerda un tanto la cuestión de la piedra filosofal. En
ciedad requiere algo nuevo y justamente en unir esas la Unión Soviética, recientemente tuvo lugar una dis-
contradicciones consiste lo moderno en el arte, lo que cusión respecto a lo moderno, a lo que representa lo
constituye un problema fundamental. moderno en el arte. La discusión duró una semana,
En este momento no puedo dejar de mencionar un se habló mucho pero, al fin y al cabo, quedó en eso:
gran nombre. Estoy pensando en Eisenstein. Conside- en una discusión y no se llegó a ninguna conclusión
ro que Eisenstein justamente trató de unir estos dos concreta.
elementos contradictorios. ¿Hubiera sido posible que Se puede plantear la cuestión de ¿qué es lo mo-
Eisenstein se olvidara de todas las admirables tradi- derno en el arte?; mas responder a esto es una cosa
ciones de la cultura rusa que lo formaron y que for- extremadamente compleja. Se puede responder, natu-
maba parte de sí mismo? Pero al mismo tiempo, ¿no ralmente; se puede hallar una respuesta, una respuesta
veía lo que su participación en la Revolución era para no concreta, sino más bien filosófica, en el sentido de
su arte una gran oportunidad? mirar hacia el futuro, todo lo que mueve este futuro,
No quisiera entrar en muchos detalles, porque no pero seguirá siendo una respuesta filosófica.
estoy preparado para hacerlo de manera suficiente, Un arte propio y plenamente moderno solamente
pero creo que este problema ha quedado lo suficien- puede existir allí donde hay una clase vencedora, una
temente claro. clase que lucha y una clase que construye su futuro.
El artista lleva consigo una cierta tradición, la Re- E incluso esta clase que construye el futuro también
volución –que después de cierto tiempo se consolida– sufre y sobrevive unos procesos muy complicados. Por
comienza a formar su propia tradición. La Revolución ejemplo, el arte soviético. Nosotros estamos profun-
no puede dejar de tomar en consideración los elemen- damente convencidos de que nuestra filosofía, nuestra
tos nacionales; al contrario, quiere absorberlos, pero en ideología, nuestro credo filosófico son los más perfec-
el primer momento, naturalmente, trata de destruirlo tos, estamos seguros de ello –naturalmente, hay quien
todo. Destruye las admirables esculturas romanas, las no está de acuerdo con nosotros– pero hasta nuestro
convierte en cal. Ver que construye iglesias pequeñas y arte y nuestra ideología pasan por unos procesos muy
no las bellas de tipo romano y ver en esos embriones, complejos. La pintura, las bellas artes, el mismo cine,
en esos elementos todavía tan poco bellos las premisas nuestra poesía, han pasado por fases muy diversas y
futuras; estar enamorado del pasado y al mismo tiempo complicadas. Tenemos una lucha contra lo que frena
aceptar el presente, es para mí el drama moderno del el desarrollo. Lo que ayer nos parecía actual, moder-
artista y el fondo de lo moderno en el arte. no, perfecto, hoy, en realidad, puede ser un freno que
detiene nuestro movimiento.
Andrzej Wajda.
Es muy característico lo que ha ocurrido, por
ejemplo, en el terreno de la pintura. Los artistas que,
después de la Revolución, eran los más progresistas,
los más revolucionarios, los que con sus carteles, con
sus cuadros y sus dibujos animaban el movimiento re-
volucionario y daban aliento a los combatientes, hoy
esos mismos artistas, son los que mayormente frenan
el desarrollo de la pintura soviética y contra ellos lu-
cha actualmente la juventud dotada, la juventud que
siente que puede crear algo nuevo, a la cual esta vieja
generación impide el crecimiento. Eso es lo más ca-

68 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


racterístico, esos procesos complicados, esa lucha es filosófica de lo moderno en el arte, que ninguno se
precisamente lo que más caracteriza estas búsquedas queda en sus viejas posiciones y que todos persiguen
de lo nuevo, de lo moderno. algo nuevo que los hace buscar.
Por ejemplo, ¿qué pasó en el terreno de la litera- Me parece que lo más importante en el artista –la
tura y, especialmente, de la poesía? La cumbre de la juventud es un periodo que transcurre y que se va–
poesía revolucionaria lo fue Mayakovski. Después de pero lo más importante en el artista es no perder nun-
Mayakovski –puede ser en parte por la influencia del ca esa facultad de ver y de encontrarse en la propia
culto a la personalidad, en parte como resultado de corriente, en el propio transcurso de la vida.
toda una serie de procesos que ocurrían en el país– la Si el artista no posee esa facultad de ver lo nuevo,
realidad es que llegó a crearse una situación tal que lo que mueve la vida, todo lo que hay de nuevo en ella,
parecía que después de Mayakovski no había poesía entonces el artista se convierte en un hombre del pasa-
revolucionaria. Y aunque este proceso se verificaba do y ya no puede continuar su trabajo creador.
lentamente y no en la superficie, no a la vista de to- Para los cineastas cubanos este tema es especial-
dos sino que era un proceso interior de un desarrollo mente importante: lo siento ahora y lo sentí cuando
que no se podía apreciar a simple vista, resultó al cabo visité Cuba la vez pasada. Naturalmente que con los
de cierto tiempo que, precisamente, los jóvenes poe- cambios sociales que están ocurriendo aquí, es lógico
tas soviéticos son uno de los destacamentos del arte que esto sea lo que más les preocupe.
soviético más avanzado, más moderno y más revolu- En estos días he tenido la oportunidad de ver al-
cionario. gunas películas cubanas. Unas me han gustado más,
Para estos jóvenes, para esta nueva generación de otras menos, pero entre todas ellas hay un cuento que
poetas fue muy difícil abrirse camino, fue muy difícil está hecho, me parece, con los ojos, con todo el senti-
mostrar su capacidad porque tropezaban con serias miento de un verdadero artista moderno: me refiero
dificultades, pero ellos sentían que veían algo nuevo, a Año Nuevo [Jorge Fraga, 1962]. Me parece que está
que veían las cosas desde un nuevo ángulo, que las en- hecho por artistas que sienten profundamente lo que
focaban de una forma nueva y tenían el afán de decir es el cine moderno en todos los sentidos, lo mismo
aquello que veían de esa forma nueva, buscando tam- desde el punto de vista de la forma como desde el de la
bién algo nuevo en la forma de expresarse, sabiendo maestría en el hacer o las tendencias artísticas.
convencer de lo que veían. Por eso precisamente yo El problema en realidad estriba no solamente en
opino que se crearon las premisas necesarias para el sentir, en buscar lo contemporáneo, en conocer per-
desarrollo de la nueva poesía soviética, de la poesía fectamente todas las reglas y todas las posiciones de la
que hoy tenemos en nuestro país. estética marxista-leninista: eso es imprescindible para
Y lo más notable en este movimiento poético, que todo artista contemporáneo. Lo importante es saber
ha tomado tal auge, es que en esta nueva poesía se sentir lo contemporáneo en su maestría de hacer, en
conjugan perfectamente dos cosas que antes se con- su manera de ver, en su forma de expresarse. Mi pun-
sideraban completamente opuestas: lo revolucionario to de vista personal es que un cineasta moderno debe
y lo social en la poesía y, al mismo tiempo, lo íntima- poseer hasta el máximo el arte de la forma. Creo que
mente personal, aquello tan individual que hasta hace la época en que se discutía sobre forma y contenido,
poco tiempo se consideraba poesía profundamente cuando se planteaba la cuestión de forma y contenido
lírica y más bien incluso «poesía en aras de la poesía», como dos cosas antípodas, opuestas, corresponde ya
como «arte por el arte», pero no poesía social. al pasado.
Por eso opino que lo más moderno de nuestro arte Respecto a Año Nuevo puedo decir que el autor po-
contemporáneo es precisamente, en este momento, see hasta tal punto la maestría de la forma que puede
nuestra poesía y creo que este destacamento de jóve- decirse que se encuentra en las filas del destacamento
nes poetas va a tener –y ya está teniendo– una gran más capaz de los cineastas modernos.
influencia sobre las demás ramas del arte. Este problema de lo moderno en el arte va a preo-
En las demás ramas del arte también podemos ob- cupar durante mucho tiempo a los cineastas y es un
servar procesos bastante complicados, pero lo impor- problema que no morirá, porque cuando llegue una
tante es que todos, sin excepción, buscan esta piedra generación de nuevos cineastas se volverá a plantear la

dosier 69
cuestión. Al igual que la vida, que es infinita, este pro- en el presente que construían en medio de las peores
blema se planteará también infinitamente ante cada dificultades, en cada piedra que colocaban. Y cuando
nueva generación. un edificio quedaba terminado, en pasar a otro edificio.
Mijaíl Kalatósov. En la situación del artista hoy día, pienso contra-
riamente a Wajda que no es solo el hecho de la Re-
volución lo que ha llevado a una revolución social, a
una revolución en el hombre. Hay también otros ele-
mentos muy importantes de los cuales nuestro siglo,
por suerte y al mismo tiempo por desgracia, es muy
fértil. Hay elementos tales como la lógica, sobre la cual
el hombre se ha apoyado durante muchos siglos, que
era para el hombre el mejor medio de aprehender el
universo, y esta lógica está desmoronándose en sus
propios fundamentos, tan es así que las matemáticas
se ven obligadas a inventar su propia lógica, cuando
las matemáticas han surgido del razonamiento lógico
Armand Gatti y por eso actualmente nos encontramos ante una po-
sibilidad infinita de matemáticas contradictorias.
Quisiera pedir excusas por intervenir ahora, pero Para mí, para dar una definición más simple, el ar-
se han planteado una serie de asuntos y puesto que tista que no es de izquierda, para emplear una gran
yo soy el único representante del mundo capitalista, palabra, el artista que no va en el sentido de la His-
aunque no pertenezco a él, puede ser que por eso los toria, no existe. Pero mientras tanto, el artista que va
problemas para mí se planteen de una manera com- en el sentido de la Historia, que no es un elemento de
pletamente diferente. subversión en el interior de ese movimiento de mane-
Yo quisiera partir de una forma mucho más senci- ra de poner siempre en cuestión las victorias conquis-
lla. Cuando me encuentro ante una escena por filmar, tadas, es un artista petrificado.
los problemas –en el nivel en que los estamos colocan- El cine, que tiene necesidad –aun antes de reali-
do aquí esta noche– no existen. Son problemas con- zarse– de ser aceptado por unas treinta personas, se
cretos, problemas del momento que tienen que tener arriesga a encontrarse ya despedazado de antemano,
su solución en el momento. Si luego ese momento tie- aun antes de ser comenzado. Evidentemente ya aquí
ne un valor de temporalidad, es solo en virtud del arte entra un problema económico. Es evidente que los
cinematográfico, que hace que una escena tomada en problemas son mucho más fáciles para ustedes en
un momento dado esté destinada a durar y repetirse los países socialistas, al menos lo supongo, pero para
indefinidamente. nosotros son bastante difíciles. Tener la aprobación
Todo esto para decirles que para mí solo existe el de un productor, que son los últimos poetas que nos
presente. Estoy de acuerdo con Wajda cuando dice que quedan, es algunas veces fácil, pero encontrar la de un
los bárbaros tenían razón, lo único que les reprocharía distribuidor es muy difícil.
es no haber destruido bastante. Para mí, aunque pa- Para volver a un tercer punto, el del problema de
rezca brutal, el pasado pertenece a los cadáveres y el la forma y el contenido, del cual el compañero Kalató-
futuro, tal como se plantea aquí esta noche, me parece sov decía que le parecía resuelto. Yo no lo creo, porque
una forma resumida del cristianismo que predica la pienso que pesa mucho sobre una gran parte del cine
vida eterna. revolucionario, que se obstina con desesperación y
Por lo tanto, solo le doy valor al presente. Voy a dar grandeza en volver siempre a esa obsesión de la forma
un ejemplo que toca de cerca al compañero Kalatósov. burguesa. Y aquí vuelvo a la historia de los bárbaros, es
Yo creo, aunque los interesados no fueran de mi opi- por eso que lamento que no lo hayan destruido todo.
nión, que la grandeza y la alegría de los revoluciona- Yo pienso que el fin del creador es destruir cierto
rios que construyeron la Unión Soviética no radicaba número de costumbres, de maneras de ver que enfer-
en el futuro tal y como se perfilaba en la lejanía, sino man al hombre. Cada nueva manera de ver que se le

70 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


aporte al hombre es una manera de liberarlo porque, framos grandes esperanzas. Comenzamos a constatar
como dije un día por la televisión moscovita –aunque que el arte cinematográfico estuvo comprimido en un
creo que fue mal traducido– el fin del artista es repa- camino muy estrecho durante mucho tiempo, pero
triar el ser en el hombre. ahora ese camino comienza a abrirse, las posibilidades
formales aumentan y esto no solamente con respecto
Kurt Maetzig a la fotografía, sino también a la dramaturgia y a la
actuación. Por ejemplo, en relación con la música, ya
Es muy interesante ver el mismo problema planteado estamos tratando de apartarnos de la música de tipo
en formas tan diferentes. En mi país también se dis- melodramático.
cute mucho sobre estas cuestiones, pero nosotros nos Actualmente en nuestra producción cinematográ-
hemos tornado un poco escépticos con respecto a las fica hay un gran movimiento documental que apoya-
soluciones finales. mos, hasta tal punto, que recomendamos a nuestros
Sentimos que estamos en el camino y cada uno de jóvenes directores que comiencen con un trabajo do-
nosotros sabe perfectamente que en el arte cinemato- cumental. Además, hay una serie de publicaciones de
gráfico cada año surge algo nuevo y seguirá surgiendo. carácter teórico como nunca antes habíamos tenido.
Cuando se llevó el sonido al cine, este no solamente El arte cinematográfico no puede ser observado
enriqueció el arte cinematográfico sino que también y considerado sin tener en cuenta al público. Y este
lo llevó un poco atrás y la influencia teatral no siempre público, los espectadores, ha tenido, en nuestro país,
ha tenido un resultado positivo. Sin embargo, fue una un notable desarrollo en los últimos años. Ese público
gran sensación la película de Kalatósov basada en la ya entiende problemas muy complicados y no acepta
teoría de Eisenstein que reencontró los fundamentos la condición de sencillo alumno escolar. Estoy com-
del montaje de Eisenstein en una forma bastante su- pletamente convencido de que el arte cinematográfico
perior. Así se han presentado muchos factores nuevos socialista es, y continuará siendo, un arte de masas,
en el arte cinematográfico que han influido sobre él pero al mismo tiempo se plantea el problema de la
haciéndolo avanzar. profundidad de ese trabajo. No es necesario solamen-
Después de 1945, cundo nosotros empezamos a te un arte que vaya a las masas, sino también que su
crear nuestro arte cinematográfico, conseguimos reali- profundidad alcance a esas masas. Durante muchos
zar algunas películas interesantes, pero después entra- años los artistas, después de llegar a cierta posición,
mos en una fase en que nuestras películas ya no presen- se sintieron como profesores y maestros del público
taban resultados satisfactorios, ya no eran interesantes. y en esa actitud se olvidaron de que para ser maestro
Eran películas muy didácticas en su contenido y faltas de una masa, es necesario ante todo ser un escolar, un
de interés en la forma, conservadoras en la forma. alumno muy bueno de esa masa.
Pero, a pesar de todo, hicimos esas películas con Así que nosotros, actualmente, no estamos tan
todo nuestro entusiasmo. Lo interesante, lo contra- convencidos de las cosas que creíamos en la época
dictorio, es que nosotros aprendíamos a través de ese en que hacíamos esas películas tan poco interesantes.
trabajo y, a pesar de todo, hacíamos películas carentes Ahora abrimos nuestros oídos y nuestros ojos y con-
de interés. tamos con todas las posibilidades formarles del arte
En esta fase, el problema se planteaba de tal mane- cinematográfico para servir a la Revolución y la cons-
ra que el contenido tenía el primer plano y la forma trucción de la sociedad socialista.
quedaba relegada a un plano secundario.
De todas maneras, nunca se puede discutir el pro- Julio García Espinosa
blema del contenido sin plantear el problema de la
forma. El contenido siempre estará ligado a la forma En realidad pensaba que el tema de «¿Qué es lo mo-
pero, entre nosotros constantemente se confundía el derno en el arte?», debía resultar fácil de abordar, si tal
contenido de una película con el tema de esa película. vez la vida se hubiera mantenido en condiciones más
Uno de los aspectos de esta fase fue la planifica- espontáneas, porque indiscutiblemente una respuesta
ción temática en la producción cinematográfica, pero simple sería que todo hombre o artista contemporáneo
ya ahora realizamos muchas películas en las que ci- se supone que haga un arte contemporáneo, moderno.

dosier 71
Sin embargo, el tema es complicado, y prueba de Posiblemente no tener en cuenta ese factor –como
ello es que uno siente que se nos hace difícil el con- muchos otros que pudiéramos encontrar analizando
cretar bastante al abordar dicho tema. Nosotros qui- el tema por ese camino– ha dado pie para que los ar-
siéramos hacer un esfuerzo, tal vez guiados por la ac- tistas con una filosofía marxista –que no es un ropaje
tual situación nuestra de ser un poco administrador con el que se viste a un hombre desnudo– se encuen-
de toda la producción del ICAIC, que nos lleva casi tren a veces navegando bajo una orientación poco es-
de una manera obsesionante a concretar las cosas, de clarecedora y viva.
tratar de plantear algo concreto al respecto. A nosotros, si es que hemos sido suficientemente
Es difícil porque nosotros estos problemas casi claros, nos gustaría oír opiniones al respecto.
siempre los hemos abordado más sobre la práctica que Julio García Espinosa.
sobre la teoría. Inclusive a veces aquí, en el Instituto,
nosotros hemos discutido algunas películas y hemos,
casi inconscientemente, identificado lo moderno con
el ingenio, con la originalidad o con el estilo perso-
nal de un director. Es cierto que lo que se nos pide
al plantear el tema es que busquemos aquello que de
común hay en el arte y en todos los que trabajamos
en el arte. A nosotros nos parece que esta cuestión de
lo moderno en el arte está muy relacionada, o funda-
mentalmente está relacionada, con la evolución del
pensamiento. Si nosotros tomamos, por lo menos si
los marxistas tomamos el marxismo, la filosofía mar-
xista, como la expresión más alta del pensamiento, no-
sotros pudiéramos decir, y creo que en alguna medida
se ha caído en esto, que los artistas que adoptan esa
filosofía o que vienen de un país cuyo sistema respon-
de a esta filosofía, se supone que sean los artistas de
pensamiento más avanzado y por lo tanto los artistas Armand Gatti
que hagan un arte más moderno.
Sin embargo, es evidente que eso no es así. Es cier- Solamente unas palabras. Me es difícil sentirme partí-
to que puede haber un artista que tenga como suya cipe dado que marxista en París no es lo mismo que
esta actitud filosófica, que viva en un país socialista y en Praga, en Varsovia, Berlín o Moscú. Hay problemas
sin embargo sea menos moderno que un artista de un de contexto y metodología que son absolutamente dife-
país capitalista. rentes, así que sería una cuestión no marxista pasar más
Esto, indiscutiblemente, tiene sus causas y cuando yo allá de mi contexto para ponerlo en un plano abstracto.
hablaba de tratar de concretar el tema, trataba de plan- Cuando hablo de cine, me siento obligado a tener
teármelo desde el punto de vista que, tal vez un poco en cuenta el centro del cine francés, el Gobierno que
egoísta, nos interesa a nosotros, es decir, ¿por qué es po- hay en Francia en este momento, los movimientos de
sible, cuáles son los fenómenos que pueden ocurrir en un lucha, las contradicciones, y entonces percibo que los
país socialista, en un país que adopta la filosofía marxista problemas tal y como se me plantean a mí, o como se le
que como contradicción pueda sin embargo dar lugar a plantean a cualquier otro compañero francés que hace
que existan artistas que no estén a la altura del pensa- cine, son completamente diferentes de los vuestros.
miento moderno? Personalmente, yo estoy aún en la fase de comba-
Creo que Wajda atina cuando señala la necesidad de te, ustedes ya están en la fase de construcción. Son
encontrar la unidad en esa contradicción propia del ar- dos mundos diferentes. Yo creo que en cierto sen-
tista que viene orgánicamente con estructura de la vieja tido, mi posición es más fácil que la vuestra. Como
sociedad, al que se le plantean exigencias nuevas con el quiera que sea, también a nosotros nos es muy difícil
surgimiento de la nueva sociedad. hacer películas.

72 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Andrzej Wajda la como Cuando pasan las cigüeñas [1957],
que ha sido el principio de cambios en el
No seas niño, Gatti. ¿Por qué estás sentado ahí, hablando tan cine soviético.
inteligentemente? Porque para ti trabajaron 2 000 años de cul- ¿Cómo es que Kalatósov tiene en Polonia
tura romana y eso es algo que no se puede echar por la venta- una enorme cantidad de amigos, una canti-
na; además, no se puede tomar el principio de destruirlo todo, dad tan grande de espectadores? Diría que
al menos que exista la posibilidad de una guerra atómica. una cantidad de espectadores mayor que la
Existen datos comunes que todos poseemos, no solamente mía, aunque yo pertenezco y vivo en el país.
nosotros, sino también los espectadores de cine. Las normas De manera sencilla. Kalatósov se ha pues-
marxistas nos plantean únicamente un deber más difícil que to en contra de las películas soviéticas que
a los artistas de los países capitalistas. Quieren que nosotros tenían un carácter burgués. Demostró que
hablemos a las masas y no podemos dejar de tomar eso en existe un idioma nuevo, un idioma más di-
consideración, pero las masas también tienen sus costumbres, námico, más complejo, que ayuda a enten-
sus tradiciones, que tampoco se pueden dejar de tomar en der más rápidamente el cine. Nos ha entre-
consideración. gado héroes que son ejemplo, no solamente
¿Qué tenemos que hacer con el cristianismo? ¿Podemos para la Unión Soviética, sino también para
borrarlo y tratar de actuar como si no existiera? ¿Es algo que los jóvenes polacos.
podemos aprovechar? Creo que existe toda una serie de ele- ¿Hubiera sido posible conseguir esto sin
mentos que pueden conjugarse a nuestra causa porque de lo emplear elementos que todos llevaban, pu-
contrario, la situación sería muy parecida a la que existe alre- diéramos decir, por debajo de la piel, pero
dedor de esta mesa, donde la mayoría entiende lo que habla que justamente él ha presentado de manera
solamente a través de sus traductores. más completa? Y aquí yace otro problema
Si queremos llegar a las masas, tenemos que encontrar, dentro que nace por el hecho mismo de que se es
de algunos elementos, un idioma común con ellas. Si habláramos director de cine en un país socialista.
en un idioma griego muy bello, temo que muy poca gente nos Creo que tenemos que mirar a todo lo que
entendería. Eso no quiere decir que no tengamos que hablar en está realizándose y quiénes están realizándo-
forma bella, claro que sí tenemos que hacerlo; sino que tenemos lo. Toda nuestra atención debe estar concen-
que hablar con las mismas palabras que utilizan las masas, y para trada en el hecho de cuidar que el arte no se
mí, ese es un proceso irreversible: hacer una obra de arte que sea convierta en un arte académico –que gusta
comprensible para las masas y que interprete lo que para ellas no cada vez más a los productores, pero– que
ha sido completamente expresado hasta la fecha. no llega al corazón del espectador. Considero
El compañero Kalatósov hablaba de la poesía soviética y que este es un tema al lado del cual no pode-
nos decía que la poesía soviética se encuentra en la vanguar- mos pasar sin tratarlo directamente.
dia en comparación con otras expresiones del arte soviético.
Pero justamente, nadie más que Kalatósov nos dio una pelícu- Armand Gatti
Cuando pasan las cigüeñas (Mijaíl Kalatózov, 1957).
Quisiera responder brevemente a Wajda. Creo
que me expresé mal, o que él me comprendió
mal. Cuando digo que el pasado debe existir
–cosa que mantengo– sea el pasado de los si-
glos o el del individuo, me refiero al hecho de
que el progreso del individuo es la puesta de
nuevo en cuestión de ese pasado, ya que aque-
llo que estuvo ligado a un contexto, a unas ne-
cesidades, que tuvo en su momento una razón,
no tiene necesariamente que estar ligado a
nuestro contexto, a nuestras necesidades y te-
ner esa misma razón en este momento.

dosier 73
Vladimir Cech cambiado todo el mundo, por ejemplo, en biología, en
física, en la técnica de las comunicaciones, hasta en las
No estaba presente cuando comenzó la reunión, así matemáticas, cuando las matemáticas se consideraban
que no puedo considerar cómo se ha desarrollado como una ciencia terminada, y en las ciencias socioló-
toda la discusión. Pero básicamente, veo el problema gicas, en las relaciones de la sociedad.
que se discute. Este tremendo desarrollo que tiene lugar desde, di-
Opino que no estamos en la situación, ni científi- gamos, 1938 hasta nuestros días, está ejerciendo –se-
ca ni artísticamente, de establecer leyes. No podemos gún mi opinión– una influencia tremenda, sin que el
establecer ni la ley de Arquímedes ni cualquier otra. hombre se dé cuenta, sobre toda la sociedad, sobre su
Lo que sí podemos es medir nuestra propia capacidad pensamiento, sobre sus sentimientos, y concepción de
de ver la vida actual y creo que las cuestiones sobre la verdad y la mentira.
el sentido del arte moderno –lo que es moderno, lo Este proceso se me asemeja al caso de gentes que
que no es moderno, lo que es revolucionario, lo que es hubieran vivido por años en un ambiente contamina-
reaccionario– son cuestiones bastante peligrosas, por- do de radiación, sin darse cuenta. Solamente se extra-
que llevan a una simplificación tanto desde el punto ñan de lo que está pasando, se preguntan: ¿Cómo es
de vista ideológico, como formal para buscar una res- que todo está cambiando, que todo está viejo, que na-
puesta a algo que no podemos contestarnos hoy. cen niños deformes, que mi propia vida está cambian-
El compañero Wajda justamente respondió a Gatti do, si el tranvía corre aún por los mismos rieles? Todo
cuando le dijo que 2 000 años de cultura romana ló- en la sociedad parece como antes, pero no es cierto,
gicamente son 2 000 años de cultura (y en China son todo es diferente.
5 000 años y en otros lugares aún más) y, justamente, Creo que no es posible separar cualquier cuestión
este problema es inseparable del estado en que está el artística, teórica, del análisis científico del desarrollo
pensamiento filosófico y ético de cada artista y el de su de la sociedad durante los últimos veinticinco años,
propia nación. ya que esta influencia es muy fuerte y así lo testifican
Mi opinión, solamente mi opinión, es que no pode- muchas películas de ustedes: que existen nuevos acon-
mos hoy plantearnos la cuestión de qué es lo moder- tecimientos, nuevas relaciones entre la gente.
no si ante todo no hacemos un análisis absolutamente Charles Chaplin. Revista Cine Cubano, no. 126.
científico del mundo en el cual estamos viviendo, di-
gamos desde 1938 hasta nuestros días; por qué cami-
nos revolucionarios ha pasado sin que nos hayamos
dado cuenta.
Actualmente en el mundo se producen muchos
acontecimientos, lo cual es lógico, ya que pasamos un
desarrollo catastrófico que ha aportado mucho nue-
vo. ¿Sabéis que existe una teoría sociológica de origen
ruso, pero que se desarrolla en Occidente, que afirma
–entre otras cosas– que la guerra es positiva y que trae
ganancias a las naciones? Y lo prueba con algunos he-
chos. Dice, por ejemplo, la guerra trajo la penicilina,
los aviones supersónicos, la cibernética y muchas co-
sas más. Pero no podemos afirmar que únicamente la
guerra sea el centro del progreso, porque la Historia
nos ha demostrado que las épocas de mayor desarro-
llo artístico y científico no han tenido nada en común
con la guerra.
Pero quiero volver a la idea que había plantea-
do anteriormente de las cuestiones que no podemos
contestar si no hacemos antes un análisis de cómo ha

74 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Probablemente también los artistas tendremos A mí me interesaba conocer cuál era su posición y
que considerar las cuestiones científicas y éticas –si qué pensaba respecto a la guerra, respecto al momen-
no hubiera ética no habría arte–. La opinión sobre lo to actual de la guerra, y cuál era su estado anímico en
moderno es muy variable, no tengo derecho a hablar vista de lo que le había ocurrido. Me dijo que com-
en nombre de los artistas soviéticos pero, por ejemplo, prendía perfectamente que después de nuestra con-
después del reciente viaje de Stravinsky a la Unión So- versación lo fusilarían, pero que si yo tenía deseos de
viética y la aceptación masiva de sus composiciones conversar con él, lo haría. Me decía esto en tono de su-
más modernas por el público, probablemente se esté perioridad y comenzamos la siguiente conversación:
revisando con mucho esmero cierto punto de vista Desde las posiciones filosóficas de Kant y Hegel, me
con respecto a Stravinsky. quería demostrar que la vida a la cual nosotros per-
Para mí lo moderno, lo verdaderamente moderno tenecemos, nuestras convicciones, estaban destinadas
es, digamos, Chaplin. Y no veo en la actualidad a nin- a desaparecer. Él lo demostraba en forma asombrosa-
gún director que tome el cine del mismo modo que él. mente interesante. Estaba del todo convencido de que
Creo que es un artista revolucionario, no solamente a ellos pertenecía el futuro. No el futuro físico, sino
un gran artista, sino también revolucionario. lo que hay detrás de él, las ideas, las concepciones en
Quiero volver al concepto básico de la novedad de nombre de las cuales hablaba conmigo tan desdeño-
los acontecimientos de la vida y de las nuevas relacio- samente.
nes. Considero que quizás sea en esta dirección donde Nuestra conversación concluyó sin que él perdie-
tengamos que buscar las premisas antes de preguntar- ra nada de su convicción de que yo no comprendía el
nos ¿qué es lo moderno en el arte? sentido de la vida; él lo sentía mucho y me compade-
Opino que en el arte es necesario hacer analogías cía porque yo no podía comprender toda la grandeza
con las ciencias, o al menos, interesarse en ellas, por- de la idea en nombre de la cual él combatía.
que en las ciencias cada palabra es exacta y debe tener Era un hombre muy interesante. Estaba hasta tal
un valor. Sobre el arte, muy a menudo estamos bus- punto convencido de su verdad ideológica que con ló-
cando expresiones, leyes, fórmulas, y eso, a lo mejor, gica y convicción asombrosas demostraba que todos
no es bueno. los que defendíamos las ideas de la paz y de nuestro
mundo estábamos condenados a perecer.
Mijaíl Kalatósov Todos sabemos en qué terminó todo aquello. He
recordado esta conversación por la situación en que
Quisiera decir unas palabras. Al oír hablar a Cech sobre hoy nos encontramos, ya que según acaban de comu-
los problemas de la ciencia, he recordado una historia nicarnos estamos bloqueados por la escuadra nortea-
muy interesante. Ocurrió en el año 1941. En aquellos mericana y he asociado estas dos situaciones.
momentos me encontraba en el Leningrado cercado, Quiero hablar ahora también de que últimamen-
eran los días más difíciles de la ciudad. Por el trabajo que te uno de los problemas centrales de las discusiones
entonces realizaba, me encontraba en el ejército. Era la más importantes en la Unión Soviética, ha sido la
época del hambre y yo también la sufría. Inesperada- confrontación entre los especialistas en física y los
mente me enviaron a hablar con un piloto alemán cuyo trabajadores del arte, respecto a la importancia de la
avión había sido derribado. El prisionero se encontraba cibernética en el arte.
en un local, llamémosle así, con solamente dos paredes, Se han desarrollado discusiones insólitas sobre
las demás habían sido destruidas por los bombardeos. este tema; en ellas ha intervenido uno de nuestros
Comenzamos nuestra conversación, le hice las pre- cibernéticos más destacados que, en forma bastante
guntas de rigor conforme a su situación militar. Resultó documentada y convincente, demostraba en un ar-
ser una persona muy interesante. Era un músico espe- tículo que el futuro pertenece a la cibernética, que
cialista en teoría musical. Había terminado la Facultad cualquier imagen artística, literaria, pictórica, e in-
de Filosofía, conocía perfectamente el marxismo. En- cluso cinematográfica, puede resolverse por medios
tonces comenzamos una conversación ya de otro tipo. cibernéticos.
Una conversación sobre altos temas con un hombre que Su argumentación era hasta tal punto fundamenta-
poseía una amplia visión intelectual. da y hasta tal punto no admitía apelación, pues parecía

dosier 75
tan profunda, que la resonancia de ese artículo en los tros, sin excepción, la pregunta es: ¿Qué hacer con este
medios de los trabajadores del arte se podría comparar cine en la Revolución?
a la explosión de una bomba atómica. Sin embargo, es ahí cuando comienzan las dificul-
A lo largo de la discusión intervino una cantidad tades. Creo que justamente lo moderno, por lo me-
colosal de físicos y teoréticos, pero como resultado nos el punto de partida para el análisis de lo moderno
–si mal no recuerdo, ya que la discusión duró largo en el arte, consiste en la forma concreta que se dé a
tiempo y nadie cedió en sus posiciones– lo que sí sé esta respuesta tan abstracta, respuesta que creo será la
es que, cuando a ese famoso cibernético se le propuso misma para muchas generaciones y que, sin embargo,
escribir una poesía –en la forma más elemental, más cada generación va a tener que volverse a preguntar.
primitiva– por medios cibernéticos, dijo que una ta- Creo, repito, que lo moderno consiste –o en el punto
rea cibernética puede resolverse solamente en partes de partida del análisis de lo moderno, al menos al ni-
y la totalidad quizás dentro de unos cincuenta años. vel en que nosotros nos planteamos esta cuestión– en
Yo pienso que a pesar de todo, el dominio del pen- la forma concreta que adquiera esta respuesta.
samiento, el dominio de la percepción del mundo en Cuando uno se plantea esta búsqueda de una respues-
imágenes artísticas es muy complejo, sus raíces pene- ta concreta, o mejor dicho de concretar esta respuesta tan
tran muy profundamente en la historia de la sociedad, amplia como es hacer la Revolución, pues toma varios
de las clases. caminos, se le van ocurriendo diversos caminos. Hay
También hay que notar una peculiaridad del artis- uno que parece el más lógico, o que es, efectivamente,
ta de nuestros días –esta es mi opinión personal–: si el más lógico; y decir: Nosotros no somos los primeros
dentro del hombre no existe un principio optimista, en hacer la revolución socialista, otros ya la han hecho
cualquiera que sea la sociedad a que pertenezca, este y, por muy peculiares que sean las características de
artista no puede ser un verdadero artista de nuestra nuestra Revolución, es tan socialista como cualquier
época. Me parece que ese rasgo de optimismo es el otra y su contenido es idéntico al de cualquier otra re-
más elemental, imprescindible a cualquier hombre volución socialista. Vamos entonces en busca de esta
que en nuestra época se consagre al arte. respuesta concreta a la experiencia, a la experiencia
La comprensión de la palabra optimismo puede práctica de los artistas de los demás países socialistas
llegar a vulgarizarse extremadamente, pero yo la com- que han confrontado problemas similares, y vamos
prendo como una insólita curiosidad que debe existir también a la síntesis teórica que ellos hayan podido
en el artista. Todo lo nuevo, todo lo interesante que hacer de toda esta experiencia práctica.
nace en nuestra época es resultado, precisamente, de Encontramos entonces que de una parte los resul-
esa curiosidad. tados de esa experiencia práctica, en general, dejan
mucho que desear. Vamos a las fuentes teóricas y nos
Jorge Fraga encontramos que también –desde luego, me refiero
a los casos a los que hemos tenido acceso, ya que por
Yo quisiera hacer un esfuerzo por caracterizar lo que condiciones de aislamiento hay muchas cosas que no
interpreto acerca de cómo nos planteamos nosotros, conocemos: nos referimos concretamente a la literatu-
los directores jóvenes cubanos, toda esta serie de pro- Jorge Fraga.
blemas. No es una tarea fácil porque creo que el rasgo
dominante de nuestra actitud ante estas cuestiones es
la confusión y la necesidad de encontrar respuestas,
específicamente respuestas de carácter filosófico. A
nosotros se nos plantea la cuestión en este nivel: ha-
cemos cine, hacemos cine en una sociedad socialista
y en un mundo que tiene sobre sí la amenaza de una
guerra.
Y la primera pregunta que se nos ocurre, la prime-
ra pregunta absolutamente necesaria, es: ¿Qué hacer
con este cine? Desde luego, creo que para todos noso-

76 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


ra que hoy llega a nosotros– en toda literatura teórica Nos encontramos con el problema del futuro: so-
reina una gran confusión. Sabemos, en efecto, que en mos revolucionarios, o por lo menos queremos ser
el campo socialista está produciéndose una renovación revolucionarios, el futuro domina nuestras acciones,
y que existen puntos de vista nuevos sobre todas estas nuestros pensamientos. Las diferencias empiezan
cuestiones. Sin embargo, tenemos la impresión de que cuando uno trata de responder qué cosa es el futuro
las publicaciones que nos llegan de los países socialis- y aquí yo me lo respondo de esta manera. Para mí el
tas no reflejan todos estos nuevos movimientos que nos futuro es hoy, para mí, el futuro es lo que haga hoy.
podrían servir a nosotros de alguna ayuda. Creo que en Esta identificación de futuro y presente, o por lo me-
eso los compañeros responsables de las publicaciones nos trabajar en el presente, o mirar el futuro desde el
que se traducen al español, que llegan a nosotros, son punto de vista del presente, es esencial. Podríamos ha-
muy conservadores y no están a la altura del desarrollo blar de otra serie de cuestiones también relativas a los
efectivo que está ocurriendo allí en esos países. problemas teóricos, pero creo que pueden echarse a
Creo que existe todavía una cierta resistencia –y un lado porque tengo la sospecha, y en algunos ca-
creo que también está reflejada aquí entre nosotros– a sos la certeza, de que son problemas ya efectivamente
atacar la realidad en aquellos problemas más candentes superados en todas esas discusiones recientes en los
que siempre son los medulares, y una cierta resistencia países socialistas.
llamar las cosas por su nombre. Por ejemplo, se ha ha- Y cuando paso al campo de la experiencia práctica,
blado aquí del optimismo. A nosotros nos preocupa el quisiera señalar dos ejemplos de lo que a nuestro jui-
problema del optimismo, pero siempre que oímos ha- cio es reflejo de una actitud verdaderamente moderna
blar de optimismo nos surge la pregunta de qué clase de en el arte. Me refiero a la película soviética Paz al re-
optimismo se trata. ¿Se trata de ese optimismo que se cién llegado. Y a la actitud que se refleja en este filme
refleja en algunas novelas de la literatura soviética, por más que a sus logros formales, y creo que el problema
ejemplo, que nos han llegado y que mejor merecería el de la actitud es esencial, y me refiero a la película po-
nombre de ingenuidad? Se nos plantea el problema de laca de Munk, Mala suerte.
la comunicación con el público. Un problema vital. El ¿Qué es lo que yo encuentro moderno en esa actitud?
compañero Maetzig habla de que en los últimos tiem- o ¿por qué yo encuentro que esa actitud es moderna?
pos el público de su país se ha desarrollado mucho y Alov y Naúmov, y Munk, hacen estas películas en
por lo tanto rechaza todo este tipo de arte que cono- circunstancias similares, en circunstancias de refor-
cemos muy bien, que suponía en el público una cierta mas, de renovaciones, de la eliminación de proble-
posición de alumno escolar. Y nosotros hoy, a tres años mas que se habían planteado en sus respectivos países
de Revolución, nos planteamos: ¿Es que ha sido alguna como consecuencia de la época del culto a la perso-
vez el público un alumno escolar? nalidad.
Nos encontramos también toda una serie de concep- ¿Qué es lo que pretenden hacer esas películas? Un
tos, supuestamente principios de la estética marxista- llamado al pensamiento concreto. Un llamado a dejar
leninista, nos encontrarnos por ejemplo con el concepto a un lado todos los estereotipos que se habían insta-
de posición de partido y espíritu de partido y es absoluta- lado en amplias zonas de la conciencia social de esos
mente imposible –al menos para mí, y caería en una gran países. En suma, estas películas se vuelven elementos
contradicción con lo que dije al principio– suponer que activos en el desarrollo revolucionario de esos países,
semejante principio de la estética pueda ser rechazado, en elementos transformadores, elementos de desmi-
pero cuando vemos en la práctica y en la teoría en qué tificación que creo que, en última instancia, esa es la
consiste el espíritu de partido o la posición de partido, razón de ser del arte revolucionario.
nos encontramos con una entelequia, con un ¡Ábrete, Esta capacidad del artista de estar apegado a su
Sésamo! para los caminos del arte, con una gran abstrac- realidad, de mirar, como quería Engels, la realidad tal
ción que, y esto por lo menos ya yo lo tengo claro, se olvi- y como es, de tomar partido sin olvidar lo contradicto-
da de la esencia contradictoria de la posición de partido. rio que implica esa toma de partido, es decir, la unidad
Si no se reconoce la esencia contradictoria de la posición de la afirmación, de la conquista y la inconformidad
de partido en el arte, se cae de lleno en el plano de la me- ante lo conquistado, para que la vida sea perennemen-
tafísica, en el plano del idealismo. te un movimiento.

dosier 77
Y me parece que por aquí –o por lo menos es lo que cine. Cuando yo hablo de optimismo, me refiero a su
yo personalmente he encontrado como más atractivo, concepción filosófica.
más interesante y como más maduro–, puede canali- Las dos magníficas películas de Wajda: Kanal [1956]
zarse la forma de una actitud verdaderamente moder- y Cenizas y diamantes [1958], a mi entender, poseen
na ante el arte. Claro, se confrontan algunos riesgos, un alto grado de optimismo en ese sentido filosófico a
creo que la vida es eso más bien, riesgo. Pero es bueno que me refiero, a pesar de todo su tragicismo.
tratar de caracterizar los riesgos de cada momento. Si entendiéramos el optimismo en forma vulgar,
Cuando se trata de incorporar esta actitud y especí- estas películas serían del todo pesimistas –antiopti-
ficamente cuando me la trato de incorporar, me en- mistas–; es decir, serían películas artísticamente re-
cuentro que se trata de una actitud forjada al calor accionarias, cuando en realidad son profundamente
de varios años de experiencia en la construcción del revolucionarias.
socialismo. Eso quiere decir que nosotros, con solo
tres años y pico de Revolución, tenemos el riesgo de Andrzej Wajda
incorporarla un poco mecánicamente en el sentido
en que esta nueva actitud, lejos de ponernos al día, no Creo que el problema es complicado aun por otra ra-
haga más que darle más solidez a una actitud anterior zón. Lo vemos a través de esos científicos de los que
y que ya no tiene contenido. Sin embargo, creo que hemos hablado tanto. En Polonia hay una buena es-
además tenemos las condiciones para que este riesgo cuela matemática, conocida en todo el mundo. He
sea el menor posible. Hay las premisas de la lucidez hablado con uno de esos matemáticos. Me dijo: «No-
necesaria para afrontarlos. Nuestra propia Revolu- Kanal (Andrzej Wajda, 1956).
ción, que ha sufrido un proceso de maduración muy
rápido, nos da las premisas para arrostrarlo. El ries-
go consiste en incorporar esta actitud al momento de
negación y no al momento a que esta actitud corres-
ponde que es al momento superior, al momento de la
negación de la negación.
Sin embargo, si trabajamos más, aunque ya se está
haciendo y se han tomado medidas muy concretas
para ello, en el sentido de tener más información y más
experiencia de otros países, se nos van a dar los instru-
mentos necesarios y vamos a poder hacer un arte que
cumpla ese requisito de ser revolucionario, es decir, de
ser desmitificador y de ser al mismo tiempo un arte
bello y, por lo tanto, más revolucionario todavía.
Alrededor de todo esto hay mil cuestiones, mil
Cenizas y diamantes (Andrzej Wajda, 1958).
cuestiones; yo quisiera detenerme aquí porque he ve-
nido a esta mesa redonda, más que a hacer plantea-
mientos, a buscar respuestas que lo vayan a uno en-
caminando hacia la solución del infinito número de
dudas y de problemas que nos plantea nuestro trabajo.

Mijaíl Kalatósov

Cuando hablé de optimismo, algunos compañeros se


alarmaron un poco. Es terrible si la palabra optimis-
mo se interpreta en una acepción vulgar, en esa acep-
ción en que se encuentra aplicada primitivamente en
algunas obras de arte de nuestra literatura y de nuestro

78 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


sotros nos encontramos en una situación muy difícil. medios para llegar al fin concreto, tienen que analizar
Encontrar nuevas fórmulas creadoras en matemáticas lo que están produciendo, lo que van a producir, ba-
es punto menos que imposible. Todos los aparatos que sándose sobre normas determinadas, sobre las nor-
poseemos y dominamos, no nos plantean nuevos pro- mas del cine socialista.
blemas. Únicamente pueden realizar nuevos descubri-
mientos las personas que emplean métodos diferentes, Tomás Gutiérrez Alea
basándose sobre principios que para nosotros son ab-
surdos». Pienso que hemos estado discutiendo bastante sobre
Una situación semejante confrontamos en el cine. el problema este de «lo moderno en el arte». Fraga de-
En los últimos tiempos han surgido nuevos hombres cía que él había venido aquí con la aspiración de en-
que han hecho cosas interesantes. De manera impre- contrar algunas respuestas a tantas dudas que se ha
vista, los jóvenes están realizando películas que les planteado sobre este problema. Ese ha sido también
permiten colocarse en las primeras filas de los direc- mi caso particular. Sin embargo, creo que no estoy
tores de cine y eso, a nosotros, marxistas, nos plantea muy optimista en cuanto a haber encontrado alguna
un problema muy difícil. respuesta a esto, a pesar de que los compañeros han
Nosotros quisiéramos, por medio de la deducción tocado aspectos interesantes del problema que sin
lógica, saber por qué caminos tenemos que llegar a duda nos ayudarán en nuestra experiencia práctica de
las soluciones. Nosotros tenemos al respecto algunas alguna manera.
tradiciones y tácticas de trabajo; y sin embargo, no Considero que, efectivamente, Cuba se encuentra
siempre se puede lograr, porque esos jóvenes hacen en una situación muy particular, muy especial. Esta-
las cosas de manera imprevista. mos en medio de una revolución socialista –la más
Los científicos soviéticos que pregonaban la nece- joven en este momento– y podemos aprovechar sin
sidad de determinar, valiéndose del cálculo matemá- duda toda la experiencia de otros países, todos los
tico y físico, el sendero que debe seguir el arte, tenían errores cometidos en otros países que antes que no-
razón. Es que existe un complejo de problemas que sotros han recorrido este camino. Eso, unido al hecho
tratados de manera científica nos pueden dar algunas de que en este momento en esos países, o sea, en los
soluciones. La cinematografía norteamericana en se- demás países socialistas, casi sin excepción se está lle-
rie, sin máquinas y sin cibernética, llegó a ese fin. Los gando a una mayor claridad y una mayor soltura en el
norteamericanos hacen películas banales que llegan a tratamiento de estos problemas; creo que nos coloca
gran cantidad de espectadores. No podemos dejar de en una posición ventajosa a nosotros los cubanos a
tomar eso en consideración, porque es un hecho. pesar de no tener detrás de nosotros los 2 000 años de
Pero, de esa manera no se pueden realizar obras de cultura que pueden tener los europeos.
arte. Es como un hombre que está parado un poco al Yo no quiero hablar muy extensamente porque
margen y que mira de reojo los asuntos, los problemas pienso que a veces corremos un peligro –sobre todo
que nos rodean. Pudiera ser que ese hombre, de mira- no sé si será un peligro común a todos los países so-
da un poco extraviada, los viera de manera diferente a cialistas, pero en Cuba lo hemos tenido durante el
como nosotros los vemos e hiciera algo nuevo, porque corto tiempo que llevamos de Revolución–, y es el
los ve de otra forma, quizás insólita, pero interesante. peligro de teorizar demasiado, de tratar de encontrar
Y cuando hablamos de los problemas de la organi- una respuesta clara, sin contradicciones, es decir, una
zación del cine, tenemos que tomar en consideración respuesta en la que hayan sido dilucidadas a fondo
que esos hombres, que miran de reojo, tienen la po- todas las contradicciones utilizando la llave maestra
sibilidad de expresarse artísticamente y que de ellos del marxismo. Entonces, por ese camino pienso que
podemos esperar grandes cosas, pero que a esa gente se puede llegar, y que se ha llegado en algunos casos,
no podemos tomarla como una solución, no podemos a fijar normas a priori de lo que se debe hacer en este
planificarla; surgen de manera imprevista. caso en el campo del arte socialista.
Hablo de esto porque los compañeros cubanos es- En esta aparente necesidad o tendencia de teorizar
tán empezándolo todo y no estaría bien si en el princi- demasiado, y no hay que insistir en ello, tomemos por
pio comenten ese error. Tienen que aprovechar otros ejemplo la experiencia soviética, que en este momento

dosier 79
efectivamente ha superado toda una serie de contra- Ahora bien, yo creo que en arte la práctica, en defini-
dicciones que se planteaba a sí misma, ya que durante tiva, debe preceder a la teoría; que es necesario primero,
mucho tiempo sus obras surgieron de normas que tra- por lo menos nosotros que estamos en un momento de
taron de fijar claramente lo que debía ser el arte socia- comenzar, realizar todo lo que podamos en la prácti-
lista y en muchos casos, es muy claro para todos, que ca, mostrar todas nuestras contradicciones, ver nuestra
se llegó a lo que yo llamaría un idealismo socialista en realidad tal como es y después, pues sacar conclusiones.
contraposición a lo que muchos creían ver como un
realismo socialista. Donde se habla de lo moderno
La experiencia alemana que nos relató el otro com- en el arte y se dicen cosas que
pañero en la que se llegó a una planificación temática, no fueron dichas en el momento
también nos debe enseñar algo. Deben ser errores que oportuno
no tenemos por qué cometer nosotros. La experien-
cia polaca también nos puede enseñar algo. Es decir, Horas después de grabada esta mesa redonda el reali-
en Polonia creo que han reaccionado a tiempo y han zador Tomás Gutiérrez Alea dirigió a nuestra redacción
superado a tiempo la mayor parte de estos problemas. unas líneas que aparecen a continuación como comple-
Y la experiencia del compañero Gatti, marxista mento de sus palabras durante la discusión promovida
de un país capitalista, también nos debe enseñar algo. por la Revista del Cine Cubano sobre el tema «¿Qué es
Gatti habla del presente como su auténtica preocupa- lo moderno en el arte?»
ción. Yo la comparto. Habla de que el artista es el ar-
tista de izquierda, no se concibe un artista que no sea Porque considero que mi intervención en la mesa
de izquierda, y habla de los problemas materiales del redonda donde discutimos sobre «lo moderno en el
cine, es decir, de los problemas que se le plantean en arte» no fue un reflejo claro de mis opiniones, quiero
los países capitalistas con los productores y que en los apoyarla con estas breves notas en las que trataré de
países socialistas pueden ser superados más fácilmente, decir lo que no dije entonces:
aunque no creo que estén ni mucho menos superados
todos ellos.

80 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


La obra de arte auténtica estará en alguna medida entre otras cosas, no se ha reconocido hasta ahora la
impregnada del espíritu de su época. Y lo moderno, cualidad de artista de un Stravinsky y se continúa dis-
en definitiva, pienso que debe estar determinado por cutiendo a un Picasso o a un Chagall?
el grado de impregnación que el espíritu de la época No hace mucho tiempo, fuimos a una conferencia
presenta en la obra de arte. Ahora bien, ¿cuál es el es- del compañero Roger Garaudy, en la Unión Nacional
píritu de una época? Para concentrarnos más, ¿cuál es de Escritores y Artistas de Cuba, sobre estos proble-
el espíritu de nuestra época? ¿Cuántos aspectos diver- mas en el arte socialista. En un momento dado, el
sos presenta ese espíritu? ¿Cuáles son más válidos que conferencista tuvo que hacer la aclaración de que él
otros para poder declararlos como característicos de no estaba haciendo una defensa incondicional del arte
nuestra época? abstracto ni declarando su supremacía en contrapo-
Por mi parte, tengo demasiadas dudas y contradic- sición a un arte figurativo. En realidad, lo que estaba
ciones para poder plantear una tesis al respecto. Ade- haciendo era aceptar el arte abstracto como una con-
más, está la circunstancia de que no soy un teórico y secuencia de determinadas circunstancias históricas
que todas las inquietudes, dudas y contradicciones (y por tanto, digo yo, perfectamente válido y represen-
que tengo solo podría expresarlas a través de lo que tativo de su época, es decir, moderno en su momen-
constituye mi trabajo que en definitiva no es más que to), y no como un accidente histórico que podía ser
un intento de creación artística. eliminado de la escena con razonamientos teóricos. A
Sin embargo, frente a casos concretos, podría dar pesar de todos los razonamientos teóricos, el arte abs-
mi opinión sobre la «modernidad» de una obra de- tracto se ha seguido desarrollando hasta nuestros días,
terminada. Y me sentiría bastante cómodo haciéndo- y no dudo que muy pronto veremos también en la
lo. Naturalmente, me gustaría saber, desde un punto Unión Soviética demostraciones de este tipo que deja-
de vista teórico, por qué llegamos a conclusiones de rán un tanto desconcertados a algunos teóricos, pero
esa naturaleza, pero es evidente que hay otras cosas que aparecerán como una respuesta a una demanda
ligadas al mismo fenómeno que me preocupan más. que ya se siente desde hace tiempo. Es una opinión.
Y todas reflejan problemas de carácter práctico y muy ¿Por qué cito este hecho? Porque también de aquí bro-
concreto. Por ejemplo: ¿Por qué, durante tanto tiem- ta una pregunta relacionada con este tema y que me
po, en el campo del pensamiento marxista se llegó a preocupa en el plano práctico: ¿Se reconoce ahora la
conclusiones teóricas muy rotundas sobre la validez validez de manifestaciones artísticas que desde hace
o no de una obra de arte, y dichas conclusiones lleva- mucho tiempo se están desarrollando y cumpliendo
ron en la mayor parte de los casos a negar justamente una función? Y esto es así porque el artista ha tenido
aquellas obras que más impregnadas estaban del espí- que imponerse, en definitiva, por encima de una inter-
ritu de su época, y que por lo tanto, podían calificarse pretación errónea de la teoría. Porque el artista ha sido
como las obras más modernas y más representativas sincero y ha expresado aquello que sentía, aun cuando
de un momento? Los innumerables casos, en todas las entrara en contradicción aparente con una teoría que
ramas del arte que ilustran esta pregunta, son dema- apoyaba en otros órdenes (el caso de Picasso, comu-
siado conocidos para detenernos en ellos. Otras pre- nista, es elocuente). Esto quiere decir que ahora se ha
guntas: ¿Por qué la teoría podía en esos casos dictar logrado una victoria en el nivel de la teoría: se reco-
normas de creación artística que dieron lugar a un noce la validez de artistas como Stravinsky y Picasso.
academicismo francamente pasado de moda, es decir, ¿No es una pobre victoria? ¿No nos sitúa esa victoria
no moderno y, diría yo, hasta reaccionario? ¿Por qué, allá por el año 10, por la primera década de este siglo,
si la teoría nos llevaba a las conclusiones más razona- es decir, con cincuenta años de atraso? ¿Qué recono-
bles, la práctica que se desprendía de tales teorías, en cimiento darán los mismos críticos a las corrientes
la mayor parte de los casos, no cumplía su cometido, que pueden estar desarrollándose en este momento?
es decir, carecía de los necesarios elementos para que ¿Tendremos que esperar otros cincuenta años para
sus obras pudieran calificarse como modernas y hasta que sean reconocidas?
como obras de arte, y ni siquiera podía hablarse de A pesar de la forma en que he planteado la pre-
que respondían a una demanda porque carecían de in- gunta, no soy pesimista. El error en la interpretación
terés para el pueblo a quien iban dirigidas? ¿Por qué, de cualquier nuevo fenómeno es algo que no debe

dosier 81
asombrarnos. Ni siquiera cuando para llegar a esa lidad es la que lo obligará a expresarse en una forma
interpretación se haya utilizado un método correcto, y no en otra.
pues un método correcto siempre ofrece la posibilidad Sentía durante la celebración de esta mesa redon-
de ser utilizado erróneamente. No debe asombrarnos da la necesidad de abrir las ventanas a causa del calor
el error, y menos asustarnos. Pienso que todo lo que que había en ese momento y el enrarecimiento de la
brote de la auténtica sinceridad de un verdadero ar- atmósfera que provocaba la búsqueda de lo moderno
tista, en la práctica se abrirá paso por entre todos los en un pequeño salón lleno de humo. Y si hubiéramos
errores de apreciación (errores teóricos) que puedan abierto las ventanas hubiéramos encontrado algo in-
producirse a causa de una aplicación incorrecta del teresante quizás lo más interesante y primitivo de esa
marxismo. Todo lo nuevo será discutido. Si es ver- reunión: afuera estaban los barcos norteamericanos
daderamente nuevo (y por lo tanto, moderno), no iniciando el inhumano bloqueo, y con ellos, la amena-
dejará de suscitar polémica, y sin duda encontrará el za de una guerra de infinita destrucción, es decir, toda
rechazo de muchos en un primer momento. Pero si es una realidad capaz de golpear fuertemente la sensibi-
producto de la sinceridad, de la necesidad vital de un lidad de cualquiera. Adentro nosotros, cineastas de
verdadero artista, acabará por afirmarse en la realidad diversos países, en Cuba socialista, el primer blanco
tarde o temprano. Y creo que, a pesar de que seguirán de tales amenazas, tratando de determinar qué hace
produciéndose errores (tanto en la práctica de la crea- del artista el intérprete por excelencia de su época,
ción como en la teoría de la apreciación), estos serán de la realidad en que vive. El hecho en sí adquiere un
cada vez menos graves y no se prolongarán tanto en el nuevo significado: a pesar de todas las amenazas de
tiempo, en la medida en que se afirme nuestra seguri- destrucción, nosotros seguimos buscando los cami-
dad en la nueva sociedad que estamos construyendo. nos mejores para construir nuestras vidas. No tene-
Se entiende que la no comprensión inmediata de una mos ninguna intención de volver al pasado. No solo
obra no puede constituir una amenaza de desintegra- estamos preparados para luchar con las armas contra
ción de nuestra sociedad y que por lo tanto, no puede aquellos que quieren hacernos regresar a lo oscuro de
ser negada sobre la base de unos razonamientos que ayer, sino que también nos preocupamos por que el
pueden ser erróneos, pues esa obra tiene muchas pro- mundo que construimos sea el más apropiado para la
babilidades de no ser un mero accidente histórico sino vida del hombre. El mundo entero está hoy pendiente
que muy bien puede ser el producto lógico de deter- de lo que puede suceder en esta pequeña isla, pues está
minadas circunstancias que no debemos ocultarnos a en juego la vida del hombre. Pero, decimos nosotros,
nosotros mismos, si queremos ir a una interpretación no solo la vida está en juego, sino también su digni-
correcta de la realidad que nos rodea. dad. No solo debe vivir el hombre, sino que debe vivir
El artista no puede apoyarse en fórmulas teóri- con dignidad.
cas preestablecidas para encontrar una aprobación T. G. Alea
inmediata de su obra. Existe siempre el peligro de la 26 oct. 1962
aceptación de normas teóricas como leyes inflexibles Revista Cine Cubano, no. 9, pp. 31-49.
de la creación artística, que olvida de que en arte la
práctica precede a la teoría. Pero ya se sabe que un
académico no es un artista. Y eso nos lleva a otras
conclusiones como son es la de que un verdadero
artista no puede dejar de ser moderno, es decir, no Tomás Gutiérrez Alea (Titón) (La Habana, 1928 - 1996).
puede dejar de estar impregnado del espíritu de su Destacado director de cine y guionista cubano. Dentro de
época, no puede dejar de sentir en alguna medida su obra fílmica sobresalen títulos icónicos de la historia
las fuerzas que configuran el desarrollo de la reali- del cine nacional, como La muerte de un burócrata (1966),
dad que lo rodea. Un artista moderno siempre ha de Memorias del subdesarrollo (1968), Los sobrevivientes
confrontar el riesgo de no ser comprendido en un (1978) y Fresa y chocolate (1993, en coautoría con Juan
primer momento. Y un artista moderno, verdadero, Carlos Tabío). Sus filmes han recibido numerosos premios y
no puede dejar de asumir ese riesgo, pues lo único distinciones en todo el mundo. Autor del ensayo Dialéctica
que no puede abandonar es su sinceridad y esta cua- del espectador (Ediciones Unión, 1982).

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LA NOCHE,
EL ECLIPSE,
LA AURORA

Entrevista con Michelangelo Antonioni


JEAN-LUC GODARD

E
l desierto rojo no es solamente el filme más aca- de una línea recta, que avanza, que busca; y ahora ha
bado de Antonioni. Es también el más nuevo, el llegado a una nueva etapa, que se llama quizás El de-
más abierto, dándole de ese modo a El eclipse sierto rojo [1964], que es tal vez un desierto para esa
una luz nueva que le permite a esta obra ambigua ad- mujer pero que, para usted, es por el contrario un filme
quirir al fin su plena dimensión. En Venecia, con moti- sobre el mundo total y no solo sobre el mundo de los
vo del gran Festival, Jean-Luc Godard vio a Michelan- demás, sino algo más lleno y más compacto: es un filme
gelo Antonioni; rápidamente, entre estos dos cineastas sobre el mundo total y no solo sobre el mundo de hoy…
que se entrevistaban, el debate sobre cine se convirtió en
debate sobre el mundo... ¿Qué hay de extraño en ello? Es muy difícil para mí hablar de ese filme. Es demasia-
Para uno y otro, solo les resta filmar, es decir, tratar de do reciente. Todavía estoy demasiado ligado a las «in-
vivir y de comprender. tenciones» que me llevaron a hacerlo, no tengo ni la lu-
cidez ni el distanciamiento necesarios para poder juz-
Sus tres filmes precedentes, La Aventura [1960], La No- garlo. Sin embargo, creo poder decir que en esta opor-
che [1961], El eclipse [1962], nos daban la impresión tunidad no se trata de un filme sobre los sentimientos.

dosier 83
Los resultados (ya sean buenos o malos, bellos o feos),
obtenidos con mis filmes precedentes están aquí supe-
rados, caducos. El propósito es muy distinto. Antes, lo
que me interesaba eran las relaciones de los persona-
jes entre sí. Aquí, el personaje central es confrontado
también con el medio ambiente social, lo que hace que
trate mi historia de una manera completamente dife-
rente. Es muy simplista decir, como muchos han he-
cho, que acuso a este mundo industrializado, inhuma-
no, donde el individuo es aplastado y se ve llevado a
la neurosis. Por el contrario, mi intención era (aunque
muchas veces sepamos muy bien de dónde partimos
pero no en qué desembocaremos) reflejar la belleza de
ese mundo, donde aun las fábricas pueden ser bellas...
La línea, las curvas de las fábricas y sus chimeneas,
son quizás más bellas que una línea de árboles que ya
se ha mirado demasiado. Es un mundo rico, vivo, útil.
Insisto en decir que para mí esa especie de neurosis
que puede verse en El desierto rojo es principalmen-
te cuestión de adaptación. Hay gente que se adapta,
otros que no lo han hecho todavía, pues están ligados
a estructuras o a ritmos de vida que ahora están su-
perados. Ese es el caso de Giuliana. La violencia de la
separación, el desnivel entre su sensibilidad, su inteli-
gencia, su psicología y la cadencia que le es impuesta,
provoca la crisis del personaje. Es una crisis que no
concierne solamente a sus relaciones epidérmicas con
el mundo, su percepción de los ruidos, de los colores, Jean-Luc Godard.
de los personajes fríos que la rodean sino también su siera?... Tener aquí a todos los que me han amado... al-
sistema de valores (educación, moral, fe), que ya no rededor mío, como un muro». En realidad necesita que
son válidos y no la sostienen. Por lo tanto, se encuen- la ayuden a vivir, porque teme no lograrlo por sí misma.
tra en la necesidad de renovarse enteramente como ¿Entonces el mundo moderno no es más que el re-
mujer. Es lo que le aconsejan los médicos y lo que se velador de una neurosis más antigua y más profunda?
esfuerza en hacer. El filme es, en cierto aspecto, la his- El medio ambiente en que vive Giuliana acelera la
toria de ese esfuerzo. crisis del personaje, pero es necesario que este lleve
¿Cómo se inserta entonces el episodio de la historia en sí el terreno favorable para esa crisis. No es fácil
que ella le cuenta al niño? determinar las causas y los orígenes de la neurosis; se
Hay una mujer y un niño enfermo. La madre tie- manifiesta bajo formas tan distintas, y a veces hasta el
ne que contarle una fábula al niño, pero las que ella límite de la esquizofrenia, cuyos síntomas parecen fre-
sabe él las conoce ya. Por lo tanto, tiene que inventar cuentemente síntomas neuróticos. Pero precisamente
una. Dada su psicología, me parece natural que para a través de una exasperación como esa es que se logra
ella esta historia se convierta –inconscientemente– en delimitar una situación. Se me ha reprochado haber
una evasión fuera de la realidad que la rodea, hacia un escogido un caso patológico... Pero si hubiera escogi-
mundo donde los colores pertenecen a la naturaleza: do a una mujer normalmente adaptada, ya no habría
el mar azul, la arena rosada. Las mismas rocas toman drama, el drama pertenece a los que no se adaptan.
formas humanas, la aprisionan y cantan dulcemente. ¿Acaso no hay rasgos de ese personaje en El eclipse?
¿Recuerda usted la escena de la habitación, con Conra- El personaje de Vittoria en El eclipse es el contra-
do? Ella dice, apoyada en la pared: «¿Sabes lo que qui- rio del de Giuliana. En El eclipse, Vittoria es una mu-

84 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


chacha tranquila y equilibrada, que piensa en lo que Universidad de Milán, Silvio Ceccato, a quienes los
hace. No existe en ella ningún elemento de neurosis. norteamericanos consideran como una especie de
La crisis, en El eclipse, es una crisis de sentimientos. Einstein. Un tipo formidable, que ha inventado una
En El desierto rojo, los sentimientos son un hecho. Las máquina que mira y que describe, una máquina que
relaciones entre Giuliana y su marido son normales. Si puede conducir un automóvil, hacer un reportaje des-
le preguntaran: «¿Amas a tu marido?», ella contestaría de un punto de vista estético, o ético, o periodístico,
que sí. Hasta la tentativa de suicidio, su crisis es sub- etc. No se trata de televisión: es un cerebro electró-
terránea, no es visible. nico. Este hombre, que da pruebas de extraordinaria
Insisto en señalar que no es el medio el que hace sur- lucidez, no pronunció en ningún momento palabras
gir la crisis: solo la desencadena. Puede pensarse enton- técnicas que yo no hubiera podido comprender. Pues
ces que fuera de ese medio no hay crisis. Pero eso no es bien, me enloqueció. Al cabo de un rato ya no com-
verdad. Nuestra vida, aun si no nos damos cuenta, está prendía nada de lo que me decía. Se esforzaba por em-
dominada por la «industria». Y por «industria» no puede plear mi lenguaje, pero se encontraba en otro mun-
entenderse solamente fábricas sino también, y sobre todo, do. A su lado había una joven de unos 24 o 25 años,
productos. Esos productos están en todas partes, entran bonita, de origen pequeño-burgués, su secretaria. Ella
en nuestras casas, hechos de plástico o de otros materia- lo comprendía perfectamente. En Italia, generalmente
les desconocidos hace apenas algunos años, tienen vi- son las muchachas muy jóvenes y muy sencillas, y que
vos colores, llegan a nosotros dondequiera que estemos. solo poseen un modesto diploma, las que se ocupan
Con ayuda de una publicidad que cada vez más tiene en de establecer los programas para los cerebros electró-
cuenta nuestra psicología y nuestro subconsciente, nos nicos: para ellas es muy sencillo y muy fácil hacer un
obseden. Puedo decir: situando la historia de El desierto razonamiento para un cerebro electrónico, aunque no
rojo en el mundo de las fábricas me he remontado a las es fácil, por lo menos para mí.
fuentes de esa clase de crisis que, como un río, recibe mil Otro científico, Robert M. Stewart, pasó por mi
afluentes, se divide en mil brazos, para sumergirse al fin casa, en Roma, hace unos seis meses. Había inventado
y extenderse por todas partes. un cerebro químico e iba a Nápoles a un congreso de
¿Pero acaso esa belleza del mundo moderno no es tam- cibernética para dar cuenta de su descubrimiento, que
bién la resolución de las dificultades psicológicas de los per- es uno de los descubrimientos más extraordinarios del
sonajes?, ¿acaso no muestra su vanidad? mundo. Es una caja pequeña, montada en unos tubos:
No debe subestimarse el drama de esos hombres así se trata de células en cuya composición hay oro mez-
condicionados. Sin dramas, quizás tampoco haya hom- clado con otras sustancias. Viven dentro de un líquido
bres. Tampoco creo que la belleza del mundo moderno y viven una vida autónoma, tienen reacciones: si entra
pueda resolver por sí sola nuestros dramas. Creo, por el usted en la habitación, la célula tomará cierta forma,
contrario, que una vez adaptados a las nuevas técnicas de y si entro yo, tomará otra, etc. En esa caja solo hay
vida encontraremos quizás nuevas soluciones para nues- algunos millones de células, pero partiendo de esto
tros problemas. puede lograrse la construcción del cerebro humano.
¿Pero por qué me hace usted hablar de esas cosas? No Este científico las alimenta, las hace dormir... Me ha-
soy filósofo y todos estos razonamientos no tienen nada blaba de todo eso, que era tan claro, pero tan increíble
que ver con la «invención» de un filme. que llegó un momento en que ya no lograba compren-
Por ejemplo, ¿es benéfica o maléfica la presencia del ro- derlo. Por el contrario, el niño que juega con el robot
bot en la habitación del niño? desde su más temprana edad podrá comprender todo
En mi opinión, benéfica. Porque el niño, al jugar con esto muy bien, no le costará ningún trabajo irse al es-
ese tipo de juguetes, se adaptará muy bien a la vida que pacio en un cohete, si así lo desea.
le espera. Pero he aquí que volvemos a nuestra conversa- Veo todo esto con mucha envidia y quisiera estar
ción anterior. Los juguetes son producidos por la indus- ya en ese nuevo mundo. Desgraciadamente no he-
tria, que de ese modo influye incluso en la educación de mos llegado, y esto constituye un drama para varias
los niños. generaciones como la mía, la suya, la inmediata a la
Me siento todavía asombrado por una conver- posguerra. Creo que en los próximos años sucede-
sación que tuve con un profesor de cibernética en la rán transformaciones muy violentas tanto dentro del

dosier 85
mundo, como dentro del individuo. La crisis de hoy es muy bella. Me gusta mucho. Creo que es convenien-
viene de esa confusión espiritual, de esa confusión de te que surja todo esto. No puede más que acelerar el
conciencias, de la fe, de la política; he ahí los síntomas proceso de transformación del que hemos hablado.
de las transformaciones futuras. Entonces me dije: ¿Pero tiene el científico la misma conciencia que noso-
«¿Qué es lo que nos cuentan hoy en día en el cine?» tros? ¿Razona como nosotros en relación con el mundo?
Y sentí deseos de relatar una historia basada en esas Se lo pregunté a Stewart, el inventor del cerebro
motivaciones de que hablaba anteriormente. químico. Me contestó que su trabajo tan particular
Sin embargo, los protagonistas de esos filmes están tenía sin duda alguna resonancia en su vida privada,
integrados a esa mentalidad; son ingenieros, forman incluso en sus relaciones con su familia.
parte de ese mundo… ¿Y acaso es conveniente conservar los sentimientos?
No todos. El personaje de Richard Harris es un per- ¡Qué pregunta! ¿Cree usted que sea fácil respon-
sonaje casi romántico, que piensa huir a la Patagonia y derla? Todo lo que puedo decir a propósito de los
no tiene la menor idea de lo que hay que hacer. Huye, y sentimientos es que es necesario que cambien. «Es ne-
cree resolver de ese modo el problema de su vida. Pero cesario», no es precisamente lo que quiero decir. Cam-
este está dentro, y no fuera de él. Tanto es así que basta bian. Ya han cambiado.
el encuentro de una mujer para provocarle una crisis, y En las novelas de ciencia-ficción nunca hay persona-
ya no sabe si se irá o no, esto lo altera. Quisiera señalar jes de artistas, de poetas...
un momento del filme que es una acusación al viejo Sí, es una cosa curiosa. Quizás piensen que se pue-
mundo: cuando esa mujer en crisis necesita a alguien de prescindir del arte. Quizás seamos nosotros los úl-
que la ayude, encuentra a un hombre que se aprovecha timos en producir cosas tan aparentemente gratuitas
de ella y de esa crisis. Se encuentra frente a cosas viejas como lo son las obras de arte.
y son esas cosas viejas las que la sacuden y la arrastran. ¿Acaso El desierto rojo lo ayuda también a resolver
Si se hubiera encontrado con alguien como su marido, problemas personales?
este hubiera actuado de manera diferente; primero hu- Al hacer un filme vivimos, y por lo tanto resolve-
biera tratado de curarla, y luego, quizás... Mientras que mos problemas personales. Problemas que conciernen
ahí, su propio mundo la traiciona. nuestro trabajo, pero también nuestra vida privada.
Después del final de la película ¿va a convertirse en Si las cosas de que hablamos hoy día no son aquellas
un personaje como su marido? de que hablábamos inmediatamente después de la
Creo que después de los esfuerzos que realiza para guerra, no es que en realidad el mundo haya cambiado
encontrar un nexo con la realidad, termina por en- a nuestro alrededor sino que también nosotros hemos
contrar un compromiso. Los neuróticos tienen crisis, cambiado. Nuestras exigencias han cambiado, nuestros
pero también momentos de lucidez, que pueden du- propósitos, nuestros temas.
rarles toda la vida. Halla quizás un compromiso, pero Inmediatamente después de la guerra había mu-
la neurosis permanece en ella. Creo haber dado la idea chas cosas que decir; era interesante mostrar la
de la continuidad de la enfermedad con esa imagen un realidad social, la condición social del individuo.
poco turbia: está en una fase estática. ¿Qué va a ser de Hoy día todo esto se ha hecho ya, se ha visto. Los temas
ella? Habría que hacer otra película para saberlo. nuevos que podemos tratar hoy son aquellos de los que
¿Cree usted que la toma de conciencia de ese nuevo acabamos de hablar. No sé todavía cómo se les puede
mundo tenga repercusiones sobre la estética, sobre la abordar, presentar. He tratado de desarrollar uno de
concepción del artista? esos temas en El desierto rojo y no creo haberlo agota-
Creo que sí. Cambia la manera de ver, de pensar: do. Es solo el comienzo de una serie de problemas y de
todo cambia. El arte pop demuestra que se busca algo. aspectos de nuestra sociedad moderna y de esa manera
No debe subestimarse el arte pop. Es el movimiento de vivir que es la nuestra. Usted también, Godard, hace
«irónico» y esa ironía consciente es muy importante. filmes muy modernos, su manera de tratar los temas
Los pintores del arte pop saben muy bien que hacen revela una exigencia de ruptura con el pasado.
cosas cuyo valor estético no está todavía maduro –sal- ¿Cuando comienza usted o termina algunos planos
vo Rauschenberg, que es más pintor que los demás... sobre formas así abstractas, sobre objetos o detalles, los
Aunque «la máquina de escribir blanda» de Oldenburg hace usted con espíritu pictórico?

86 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


tos que había encontrado no pude
realizarlos durante la película. Uno
está demasiado agobiado en esos
momentos.
Usted sabe que existe una psi-
cofisiología del color; se han hecho
estudios, experimentos, sobre ello.
Pintaron de rojo el interior de la
fábrica que se ve en el filme; a los
quince días, los obreros se pelea-
ban. La pintaron de verde pálido
y todo el mundo vivió en paz. La
vista de los obreros debe descansar.
El desierto rojo (Michelangelo Antonioni, 1964).
¿Cómo seleccionó usted los colo-
res de la tienda?
Experimento la necesidad de expresar la realidad en términos que no Había que escoger entre colo-
sean del todo realistas. La línea blanca abstracta que entra en el plano, al res cálidos y colores fríos. Giuliana
comienzo de la secuencia de la callejuela gris, me interesa mucho más que quiere colores fríos para su tienda.
el automóvil que llega; es una manera de acercarse al personaje partiendo Son los que alteran menos los pro-
de las cosas, más que a través de su vida. Su vida, en el fondo, solo me ductos expuestos. Si pinta usted
interesa relativamente. Es un personaje que participa en la historia en una pared de color naranja, ese
función de su feminidad, de su aspecto y de su carácter femenino, que color matará los colores cercanos,
son lo esencial para mí. Precisamente por esa razón insistí en que el papel mientras que un azul o un verde
fuera interpretado de una manera poco estática. pálido harán resaltar los objetos
Entonces también hay en ese aspecto una ruptura con sus filmes prece- sin aplastarlos. Quería un contraste
dentes. entre colores cálidos y colores fríos:
Sí, es un filme menos realista, desde un punto de vista figurativo. Es hay un naranja, un amarillo, un te-
decir, es realista de un modo diferente. Por ejemplo, utilicé con mucha cho carmelita y mi personaje se da
frecuencia el teleobjetivo para que no hubiera profundidad de campo, cuenta de que eso no le conviene.
pues esta es precisamente un elemento indispensable del realismo. Lo que El primer título del filme fue Ce-
me interesa ahora es poner al personaje en contacto con las cosas, pues leste o verde...
son las cosas, los objetos, la materia, lo que tienen peso hoy día. No con- Lo abandoné porque no me pa-
sidero El desierto rojo como un término: es una búsqueda. Quiero relatar recía un título suficientemente vi-
historias diferentes con medios diferentes. Todo lo que se ha hecho, todo ril; estaba demasiado directamente
lo que he hecho hasta ahora ya no me interesa, me aburre. ¿Tal vez sienta ligado al color. Nunca he pensado
usted lo mismo? en un primer momento en el color
¿Filmar en colores ha sido para usted un cambio importante? en sí. El filme nació en colores pero
Muy importante. Tuve que cambiar la técnica, pero no solo a causa siempre pensé primero en lo que
del color. Necesitaba ya cambiar de técnica por las razones que hemos quería decir, cosa muy natural, y a
hablado. Mis exigencias no eran ya las mismas. El hecho de utilizar el cuya expresión ayudaba yo con el
color aceleró ese cambio. Con el color no se usan los mismos objetivos. color. Nunca pensé «voy a poner un
Asimismo me di cuenta de que algunos movimientos de cámara no eran azul cerca de un carmelita». Teñí la
convenientes con su empleo: una panorámica rápida es eficaz con un rojo yerba que rodea la barraca a orillas
vivo; con un verde oscuro no da nada, a menos de que se busque un nue- del pantano para reforzar la sensa-
vo contraste. Creo que hay una relación entre los movimientos de cámara ción de desolación, de muerte. Ha-
y el color. Un solo filme no es suficiente para estudiar a fondo el proble- bía que dar una verdad del paisaje:
ma, pero es un problema que es preciso examinar. En relación con ello cuando los árboles están muertos,
había hecho ensayos en l6 mm muy interesantes, pero algunos de los efec- tienen ese color.

dosier 87
Por lo tanto el drama no es ya psicológico sino plás- Bueno, usted sabe que hay neuróticos que ven los
tico… ¿Y todos esos planos-objetos durante la conversa- colores de modo diferente. Los médicos han hecho ex-
ción sobre la Patagonia? perimentos sobre esto, por ejemplo con la mescalina,
Es una especie de «distracción» del personaje. Está para tratar de saber lo que ven. Hubo un momento en
cansado de oír todas esas conversaciones. Piensa en que tuve intenciones de hacer efectos de ese tipo. Pero
Giuliana. ahora hay solo un instante, en el que se ven manchas
Los diálogos son más sencillos, más funcionales que en una pared. También había pensado en modificar
los de sus filmes precedentes: ¿acaso su papel tradicional el color de algunos objetos, pero luego, el hecho de
de «comentario» no esté ocupado por el color? emplear todos esos «trucos» me pareció que se hacía
Sí, creo que es verdad. Digamos que aquí están re- rápidamente artificial; era una manera artificial de de-
ducidos al mínimo indispensable y que, en ese aspec- cir cosas que podían decirse de manera mucho más
to, están ligados al color. Por ejemplo, nunca hubiera sencilla. Entonces eliminé esos efectos. Pero puede
hecho la escena en la barraca en la que se habla de las pensarse que ella ve colores diferentes.
drogas, de los excitantes, sin emplear el rojo. No la hu- Es curioso: en este momento estoy hablando con
biera hecho en blanco y negro. El rojo sitúa al especta- Godard, uno de los cineastas más modernos y capaci-
dor en un estado de ánimo que le permite aceptar esos tados de hoy, y hace un rato, almorcé con René Clair,
diálogos. El color es acertado para los personajes (que uno de los grandes directores del pasado: no era en lo
están justificados por él) y también para el espectador. absoluto el mismo tipo de conversación... Él se siente
¿Se siente usted más cercano a las búsquedas de los preocupado por el porvenir del cine. Nosotros, por el
pintores que a las de los novelistas? contrario (creo que usted está de acuerdo), confiamos
No me siento alejado de las búsquedas de la nue- en el porvenir del cine.
va novela, pero me ayudan menos; la pintura, la in- ¿Y qué va usted a hacer ahora?
vestigación científica, me interesan más. No creo que Voy a hacer un cuento con Soraya. Ese cuento me
influyan en mí directamente. No existe en la película interesa porque voy a proseguir mis investigaciones
ninguna búsqueda pictórica, estamos, me parece, le- sobre el color, llevar más lejos las experiencias que
jos de la pintura. Y naturalmente, esas exigencias que hice con Il Deserto rosso. Después voy a hacer un filme
no tienen en la pintura ningún contenido narrativo, lo que me interesa todavía más. Si encuentro un produc-
tienen en el cine: he ahí donde se unen las búsquedas tor que me deje hacerlo...
de la novela a las de la pintura.
¿Volvió usted a trabajar el color en el laboratorio?, (Frases tomadas en una grabadora, releídas y revisadas
cosa que permite el Technicolor. por Michelangelo Antonioni).
No confié en el laboratorio durante la filmación. Es Tomado de Cahiers du Cinema no. 160, nov. de 1964.
decir que traté, durante las tomas, de darle a las cosas
y a los paisajes el color que quería. Pinté directamente, Revista Cine Cubano, no. 34, pp. 39-49.
en vez de trabajar el color en el laboratorio. Lo que le
pedí luego al laboratorio fue una reproducción fiel de
Michelangelo Antonioni (Ferrara, 1912 - Roma, 2007).
los efectos que había obtenido. Cosa que no fue fácil,
Reconocido cineasta italiano, crítico cinematográfico,
pues, como se sabe, el Technicolor exige numerosas
intervenciones en la matriz: el trabajo fue muy largo guionista, ayudante de dirección y documentalista. Entre
y delicado. otros premios, fue merecedor del Oso de Oro por La
¿Determinaba usted la luz de impresión durante la noche (1961), el Premio especial del jurado en el Festival
filmación...? de Cannes por El eclipse (1962), el León de Oro por El
Sí. Creo que no se puede confiar demasiado en el desierto rojo (1964) y la Palma de Oro por Blow Up (1966).
trabajo que puedan hacer en el laboratorio. No es por Jean-Luc Godard (París, 1930) Miembro de la Nouvelle
culpa de ellos. Es que, técnicamente, estamos todavía Vague francesa. En 1950 empezó a trabajar como crítico
muy atrasados en cuanto al color. cinematográfico en varias revistas, entre ellas Cahiers du
¿Cree usted que Giuliana ve los colores tal como us- Cinéma. Entre sus producciones destacan Al final de la
ted los muestra? escapada (1960), Vivir su vida (1962) y Alphaville (1965).

88 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


CADA
FILME
ES MI
ÚLTIMO
FILME
INGMAR BERGMAN

e ha dicho que el hombre lleva a cabo sus experiencias anonimato lo protegía contra las influencias externas,
antes de los cuarenta años y que luego saca sus con- contra las preocupaciones materiales y la tentación de
clusiones. prostituir su arte. Hacía todo lo que estaba en sus ma-
En mi caso creo poder afirmar que sucede lo con- nos para crear una obra de valor y luego se la entrega-
trario. Nadie ha estado más convencido que yo de sus ba al que se la había encargado o sencillamente a Dios.
propias teorías ni más inclinado a exponerlas. Siempre Vivía y moría sin parecer más admirable ni más
sabía más y veía más lejos que los demás. despreciable que cualquier esmerado artesano. «Obra
Al llegar a la madurez me hice un poco más pru- eterna», «obra inmortal», «obra maestra» eran expre-
dente. Las experiencias que acumulé y que he comen- siones privadas de sentido y de poder sugestivo.
zado a seleccionar son tales que no me gusta hacer La obra servía para la gloria de Dios. El poder de crear
pronunciamientos sobre el arte de hacer filmes. Sé que era un don y una gracia. La atmósfera que se desprendía
efectivamente mi trabajo se desarrolla en un campo a de esas creencias mantenía a la par una natural confianza
la vez técnico y psicológico, y que mis descubrimien- en sí mismo y una auténtica humildad, dos sentimientos
tos más importantes no pueden interesarle a nadie sal- que caracterizan al verdadero artista.
vo, posiblemente, a los futuros especialistas. En la sociedad actual, el artista se ha convertido en un
Según mi opinión la única contribución que el ar- ser extraño y mal definido, una especie de atleta obliga-
tista puede ofrecer a un debate es su obra. Me parece do sin cesar a mejorar sus ejecuciones. Su aislamiento, su
impropio mezclarme en la discusión y llevar a ella in- sacrosanto individualismo y su subjetividad artística se
dicaciones, aclaraciones o excusas. originan en heridas fácilmente infectadas, neurosis y an-
El incógnito en que anteriormente se dejaba al ar- siedades. La dificultad para vencer es lo que lo atormenta
tista le era verdaderamente provechoso. Su relativo y lo satisface.

dosier 89
Es posible que generalice indebidamente mi caso para transformarse en un filme, me decido a llevarla a
personal, de particular complejidad. Es posible tam- término y emprendo la redacción del guion.
bién que sienta más intensamente mi responsabilidad Si el proyecto es irrealizable, la mayor parte de las
y la agencia de los problemas morales por el hecho de veces me doy cuenta de ello antes de haber comen-
que mi actividad depende, en gran medida, del favor zado a escribir. Los sueños se convierten entonces en
del público y que supone recursos financieros extre- telas de araña, las visiones se borran o de pronto pare-
madamente abundantes. cen indiferentes, la pulsación se desvanece: no era más
De todas maneras, experimento con frecuencia la que un fantasma de la imaginación.
necesidad de volver a tomar conciencia de lo que quie- Una vez que he tomado la decisión de hacer un fil-
ro, de definir la moral que practico y de determinar los me me encuentro ante un trabajo de múltiples y com-
componentes de mi acción. Como no hablo de lo que plejos elementos: llevar a las palabras y a las frases de
me concierne me abstendré de dar preceptos sobre el un guion legible o por lo menos descifrable, los rit-
arte del filme. Me limitaré a algunas observaciones mos, las impresiones, los ambientes, las tensiones, las
–eminentemente subjetivas– sobre los problemas téc- secuencias, las diferencias de tono y los perfumes.
nicos y éticos del realizador. Es una obra difícil por no decir imposible.
La única cosa a la que en realidad se le puede dar
1. el guion una forma un poco más definida es el diálogo. Pero
el diálogo también puede ofrecer resistencia. Hemos
Frecuentemente comienza este con movimientos em- aprendido (o deberíamos haber aprendido) que el diá-
brionarios muy vagos: una frase, unas palabras inter- logo dado a los actores es una partitura que se puede
cambiadas apresuradamente, una idea indecisa pero descifrar difícilmente si se la recorre como un texto
seductora, sin relación particular con la situación ac- corriente. La interpretación de un diálogo exige co-
tual. Puede que algunas medidas musicales, un reflejo nocimientos técnicos, cierta imaginación y una apti-
luminoso en la calle. Cuando trabajaba en el teatro, tud para salir de sí mismo, cualidades que con mucha
veía a veces a los actores con otros rasgos, interpre- frecuencia le faltan incluso a especialistas del teatro o
tando papeles que no se habían interpretado todavía. del cine.
En cada oportunidad se trata por lo tanto de im- Al margen del diálogo pueden anotarse indicacio-
presiones fugitivas. Desaparecen tan rápidamente nes sobre cómo desenvolverlo, sobre los ritmos que se
como habían llegado, pero, como un hermoso sueño, le deben dar, sobre las pausas, sobre lo que sucede entre
dejan a veces tras sí un sentimiento de nostalgia. Se las las distintas réplicas. Por mi parte, he renunciado a esa
podría comparar a un hilo de hermosos colores que abundancia de detalles porque una partitura tan mi-
emerge del oscuro saco de la conciencia. Si tiro de ese nuciosamente comentada sería en la práctica ilegible.
hilo, si tiro de él de manera prudente, devano todo un Puedo llevar también a mi manuscrito precisiones
filme. sobre el lugar, los caracteres, los ambientes, tratar de
Me apresuro a decir aquí que no se trata en este expresarme en términos comprensibles –en la medida
caso de una Palas Atenea que surge de la cabeza de en que soy capaz de escribir y en que mi lector es ca-
Zeus, sino de un complejo extremadamente incohe- paz de leer, lo que no siempre es el caso.
rente, que más se parece a un estado de ánimo que a De seguido llego a lo esencial: el montaje propia-
una historia, pero que resulta rico en asociaciones de mente dicho, el ritmo, las relaciones entre imágenes,
ideas e imágenes fecundas. la tercera dimensión de importancia vital y sin la cual
Está animado de pulsaciones o de ritmos que va- el filme, una vez terminado, no es más que un pro-
rían con cada película. En esos ritmos, las secuencias ducto industrial muerto al nacer. No puedo indicar
de imágenes vienen a ordenarse según leyes que pare- claramente los «tonos», sugerir, ni siquiera de manera
cen engendradas y dictadas por el motivo. sumaria, el tempo de los distintos conjuntos y su equi-
Desde el comienzo esta existencia de tipo «ameba» librio, transcribir la respiración o el pulso que debe
aspira a una forma superior, pero su movimiento es darle a la obra su vida propia. Muchas veces he soña-
indeciso y como somnoliento. Si me parece que esa do con una especie de anotación que me permitiera
masa semiorganizada tiene suficiente fuerza como traducir los matices y las tonalidades de mis visiones

90 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


y los detalles de la estructura interna de mis películas. los casos, un resultado que no corresponde a los es-
Desgraciadamente... fuerzos desplegados.
Cuando me encuentro en la atmósfera del estudio Sé de lo que hablo puesto que he estado expuesto a
–atmósfera tan poco favorable a la inspiración artísti- la crítica de esa gente que llaman «hombres de letras».
ca, las manos y la cabeza ocupadas en el perfecciona- Dejar que un especialista en literatura critique un fil-
miento de esos detalles banales e irritantes que son el me es tan poco razonable como invitar a un crítico
destino de todo realizador de filmes–, muchas veces musical a juzgar una exposición de pintura o confiarle
tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para recor- a un reportero deportivo el relato de una representa-
dar cómo determinada secuencia se me ocurrió pri- ción teatral. Si todo el mundo se cree capaz de juz-
meramente y cómo la he visto realizada para discernir gar un filme, es que este no tiene manera de afirmarse
la relación que existe entre la escena que he filmado como una forma artística autónoma, que le falta una
hace cuatro semanas y la que quiero filmar hoy. Si en nomenclatura precisa, que es espantosamente joven
ese momento pudiera referirme a signos precisos y en relación con las otras artes, que depende íntima-
matizados, los factores irracionales de mi trabajo es- mente de factores financieros y que apela ante todo a
tarían prácticamente eliminados y podría proseguir los sentimientos del público. Por todas estas razones el
mi obra seguro de respetar siempre las exigencias de filme es mirado con frecuencia desde muy alto; el ca-
cohesión y de ritmo que impone el conjunto a cada rácter inmediato de sus medios de expresión provoca
una de las partes. desconfianza y un recién llegado se considera compe-
Afirmemos una vez más que un guion es, para la tente para decir cualquier cosa, desde cualquier punto
creación de una película, una base técnica extremada- de vista, puesto que se trata del arte del filme.
mente deficiente. En lo que me concierne, no he pensado nunca en
En cuanto a eso quisiera señalar otro aspecto de convertirme en escritor. No quiero escribir novelas, re-
ese tipo de trabajo, frecuentemente desconocido. latos, ensayos, biografías, ni siquiera obras de teatro. Mi
El filme no tiene nada que ver con la literatura. El deseo es hacer películas con los estados de ánimo, las
filme y la obra literaria son dos formas artísticas cuyo emociones, las imágenes, los ritmos y los caracteres que
carácter y sustancia se excluyen mutuamente. Es difí- llevo dentro de mí y que, de una manera u otra, me pa-
cil decir por qué sucede esto pero ciertamente es ne- rece presentan interés. Soy un fabricante de filmes, no
cesario tener en cuenta la diferencia que separa dos un actor; mi medio de expresión es el filme, no la pala-
actitudes físicas. La comprensión de la obra escrita su- bra escrita. Para entrar en contacto con los hombres mi
pone un acto de voluntad consciente, al mismo tiem- camino es el filme, y el lento proceso de su eclosión. Me
po que inteligencia; solo después, y poco a poco, nues- parece humillante ver mi obra criticada como si fuera
tra imaginación y nuestros sentimientos despiertan. un libro cuando es un filme. Es como llamar pájaro a un
En el cine, el proceso es inverso. Cuando vamos a ver pez o confundir el fuego con el agua.
una película nos instalamos deliberadamente en un Por muy penoso que sea, la redacción de un guion
mundo de ilusión, «desconectamos» nuestra voluntad no es menos útil pues me obliga a experimentar la soli-
y nuestro intelecto. Abrimos en toda su amplitud las dez de mi proyecto. A veces tropiezo con grandes difi-
avenidas de nuestra imaginación. Las imágenes avivan cultades; me encuentro dividido entre mi necesidad de
de inmediato nuestros sentimientos sin hacer escala buscar una expresión específicamente cinematográfica
con anterioridad en nuestra reflexión. para una situación complicada y la necesidad de mante-
Hay muchas razones para no llevar a la pantalla ner una perfecta claridad. Puesto que no creo una obra
una obra literaria, pero una de las principales es que para mi propio placer o para el de una pequeña élite
la dimensión irracional de esta –su profunda origina- sino para el placer de millones de espectadores, es el
lidad– es frecuentemente intraducible y que además segundo imperativo el que triunfa con más frecuencia.
destruye la dimensión irracional del filme. Sucede de cuando en cuando que opto por el primero
Si a pesar de esos peligros, queremos expresar por y la experiencia ha probado que el público, en contra
medio de imágenes una obra literaria, estamos obliga- de lo esperado, es capaz de seguir al creador por un ca-
dos a proceder a una serie infinita de transposiciones mino donde el mundo de progresión es directamente
complicadas para solo obtener, en la mayor parte de desorientador para la lógica corriente.

dosier 91
Desde hace tiempo experimento en mis filmes el deseo de rostro humano es indudablemente la noble-
relatar historias. Posiblemente menos por amor a las historias za característica del filme. De ello se deduce
como tales, como porque, según me parece, una de las maldi- que el actor es nuestro más preciado instru-
ciones que pesan sobre el filme es su dependencia frente a la mento y que la cámara es solo el mediador
epopeya y el drama. de las reacciones de ese instrumento. Pero,
Sé que efectivamente con la ayuda del filme podemos pe- en muchos casos, se olvida esta evidencia:
netrar dentro de mundos hasta ahora deshabitados, dentro de las posiciones de la cámara y sus movimien-
realidades superiores a la nuestra. tos parecen más importantes que los actores
Es urgente para la industria del filme, generalmente tan y la imagen, convirtiéndose en un objetivo
pesada, producir verdaderos sueños, juegos ligeros y picantes, en sí mismo, lo que llega a quebrar la ilusión
dejar entrelazarse y llamar a asociaciones virulentas, soplar her- y a destruir el efecto artístico.
mosas pompas de jabón. Para darle a la expresión del actor la ma-
No pretendo que no se intente la explotación del más allá yor fuerza posible, el movimiento de la cá-
pero las tentativas son demasiado escasas y demasiado tímidas. mara debe ser sencillo y, además, debe estar
cuidadosamente sincronizado con la acción.
2. el estudio La cámara debe intervenir como un observa-
dor totalmente objetivo y solo por excepción
Más de una vez, en la penumbra del estudio, entre el ruido, la puede participar en los acontecimientos.
agitación, la suciedad y la atmósfera irrespirable, me pregunto Debemos recordar también que el medio
seriamente por qué me dedico a esa forma de creación artística, de expresión más bello del actor es su mira-
de manejo tan difícil, de leyes tan abundantes y exigentes. da. El primer plano objetivamente compues-
Cada día necesito asegurar tres minutos definitivos del fil- to, perfectamente conducido e interpretado,
me. Tengo que seguir un plan de producción tan estricto que es el medio más poderoso de que dispone el
excluye la mayor parte de los factores absurdos. Soy víctima realizador para influenciar a su público. Pero
de los inconvenientes de una maquinaria técnica que, con una es al mismo tiempo el criterio más seguro de
perseverancia casi demoníaca, trata de sabotear mis mejores su competencia o de su limitación. La ausen-
intenciones. Vivo en una perpetua tensión nerviosa; me siento cia o la multiplicación de primeros planos
obligado a existir dentro y para la colectividad. Y, en medio de caracteriza infaliblemente el temperamento
todo esto, tengo que dedicarme a una tarea delicada que exige del realizador de filmes y el grado de interés
tranquilidad, concentración y fuerza: quiero hablar de la coope- que experimenta hacia los hombres.
ración con los actores. La sencillez, la concentración, la cons-
Muchos realizadores olvidan que el rostro humano es el ciencia de cada uno de los detalles, el acaba-
punto de partida de nuestro trabajo. Claro que podemos dedi- do de la técnica, esas deben ser las constan-
carnos a la estética del montaje, podemos imprimir a objetos o tes de cada escena y de cada conjunto.
a naturalezas muertas ritmos admirables. Pero la presencia del Sin embargo, esto no basta.
El silencio (1963).
Suponiendo que se hayan reunido todas
esas cualidades –que son siempre indispen-
sables– falta todavía lo más importante, la
chispa que provoca la vida interior. Esta vida
misteriosa que, para manifestarse, plantea
condiciones que solo le pertenecen a ella.
Esta vida que es el elemento decisivo pero
que nunca se deja dominar.
Sé, por ejemplo, que en una escena todo
debe haberse preparado de manera minu-
ciosa, que cada actor y cada técnico deben
saber exactamente lo que tienen que hacer.
Toda la actividad técnica debe estar estric-

92 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


tamente prevista, pero esos preparativos no deben 3. la moral
tomar demasiado tiempo, ni cansar o aburrir a los
participantes. Los ensayos deben desarrollarse según Para mucha gente la industria del filme comercializado no
un orden determinado y con precisión técnica. tiene mucha moral. O bien su moral es tan dependiente
Luego llega la filmación. La experiencia me ha de- de la inmoralidad que no se podría hablar de una ética ar-
mostrado que el primer ensayo es casi siempre el más tística. Nuestra actividad se muestra entonces como una
logrado, el más vivo. Es que el actor, en la tensión que rama de la vida comercial y los hombres de negocios que
provocan en él las primeras tomas, con frecuencia se ocupan de ella la consideran con desconfianza puesto
llega a crear algo nuevo, a hacer brotar esa pequeña que a veces el filme aspira a situarse en un campo tan sos-
chispa de la vida, a encontrar el detalle auténtico y pechoso para ellos, como el campo del arte.
original. El ojo de la cámara capta una acción creado- Puesto que la mayor parte de la gente mira nues-
ra, misteriosa, apenas perceptible para el ojo o para el tra actividad como sospechosa, me siento obligado a
oído no entrenados, pero captado y fijado en la pelí- darme una moral a mí mismo, una moral tan absoluta
cula y en la banda magnética. que a veces se hace pesada para quien ha formulado
Creo que es precisamente eso lo que me retiene sus reglas. Estoy en una situación parecida a la del in-
en el trabajo de realizador y que ejerce sobre mí una glés que está en la jungla y sigue afeitándose todos los
poderosa fascinación. El desarrollo y la fijación de días y cambiándose a la hora de la cena. No para agra-
esas vistas en las que surge de pronto la vida me re- dar a las fieras sino por respeto a sí mismo. Si renuncia
compensa con creces las mil horas de incertidumbre, a esa disciplina está perdido.
de penas e irritación. Soy un hombre perdido en medio de la jungla si
El actor debe identificarse con su personaje sin dejo que se relajen mis minuciosas exigencias en
crearse complejos. Debe poder meterse dentro del cuanto a la moral y si tomo a la ligera la disciplina es-
personaje como en un traje fácil de ponerse. La con- piritual. Por eso me he confeccionado una especie de
centración prolongada, la severa disciplina de los catecismo que contiene tres preceptos absolutos de los
sentimientos, las violentas cargas afectivas deben re- que solo me queda dar su fórmula y significación. Han
chazarse completamente. El actor debe poder, según sido siempre la base de mi trabajo.
un método puramente técnico (y si es posible con El primer mandamiento no parece muy difícil
ayuda del realizador), adoptar o abandonar su per- pero no por ello deja de contener una moral muy
sonaje: la tensión espiritual y el esfuerzo voluntario elevada. Helo aquí:
prolongados son la muerte de toda expresión cine- sé siempre interesante
matográfica. Eso quiere decir que el público que viene a ver mi pe-
Las indicaciones del realizador no deben estar lícula y que por eso mismo me permite vivir, tiene dere-
martillando sobre los actores sino ser formuladas en cho a exigir de mí una sensación, una emoción, una ale-
el momento preciso. Sus palabras deben ser pocas. En gría, una renovación de vitalidad. Tengo el deber de darle
su trabajo, al actor no le ayudan los análisis intelec- lo que pide: es lo único que me da derecho a la existencia.
tuales. Lo que desea son indicaciones precisas sobre la Pero esto no significa que tenga derecho a prosti-
atmósfera que debe crearse en ese momento, correc- tuirme de cualquier manera, pues intervendría en ello
ciones técnicas otorgadas sin precauciones oratorias ni mi segundo precepto.
digresiones. He notado que cierto tono en la voz, una actúa siempre según tu conciencia de artista
mirada o una sonrisa pueden darle al actor una ayuda Este segundo precepto es ambiguo puesto que por
más eficaz que el análisis más refinado. Esta manera una parte me impone rechazar todo lo que se llama
de actuar podrá parecer una especie de magia negra; robo, mentira, lujuria, crimen y falsificación, pero que
de hecho solo supone un control apacible y eficaz de la por otra parte me permite falsificar, si mi falsificación
comunicación profunda entre el realizador y sus acto- es artísticamente defendible, mentir si la mentira es pla-
res. Mientras menos discusiones haya, conversaciones, centera, matar a mi amigo más íntimo o a mí mismo o
explicaciones, mejor se aseguran el buen entendimien- a cualquiera si ese crimen sirve a mi filme, prostituirme
to mutuo, la percepción inmediata de las intenciones si eso me acerca a mi objetivo y, en fin, robar si no he
recíprocas, la lealtad y la confianza. encontrado nada original.

dosier 93
A esto es a lo que llamo seguir en todos los sentidos la tica. La seguridad financiera es evidentemente limitada,
conciencia artística. El equilibrio es tan difícil de conser- pero considero la seguridad artística como mucho más
var que en todo momento se corre el riesgo de romper- importante. Por eso pongo en práctica mi tercer princi-
se la crisma y de oír entonces a toda la gente inteligente pio: cada filme es mi último filme.
y moral exclamar: «Miren a ese ladrón, ese asesino, ese Esto me reconforta también desde otro punto de
prostituido, ese mentiroso. ¡No podía sucederle nada mira. He visto a demasiada gente que dedicaba su vida al
mejor!» Entonces nadie piensa que todos los medios es- cine, seguir el cumplimiento de sus principales deberes,
tán permitidos, salvo aquellos que llevan al fracaso, que abrumados de hastío, acabados, extenuados, sin alegría.
los caminos peligrosos son finalmente los únicos practi- Han sido humillados e insultados por los productores,
cables, que el rigor y el vértigo son ingredientes necesa- la crítica y el público; no reaccionaron, no se levantaron
rios para nuestra inspiración. Nadie piensa que la alegría para abandonar el ruedo. Desfigurados por el cansancio,
de crear, que es algo hermoso, está siempre mezclada al han seguido hasta caer muertos o ser echados.
terror de crear, que también es indispensable. Pronún- Sé que es posible que algún día tropiece también con
ciense todas las fórmulas de exorcismo que se quiera, la indiferencia del público o con mi propio sentimiento
exalte su humildad o rebaje su orgullo, queda siempre de hastío que paralizará mis energías. La extenuación y
esto: seguir su conciencia de artista es una perversidad el sentimiento de vacío caerán sobre mí como un saco
que, en el transcurso de numerosos años de humillacio- gris y lleno de polvo; el miedo ahogará la alegría; la vida
nes y exaltaciones, de ascetismo libremente consentido y interior me hará hacer muecas.
de usura amargamente sufrida, se ha mezclado a su san- Habrá llegado entonces el momento de dejar mis
gre. El resultado de la experiencia es siempre el mismo: instrumentos, de abandonar espontáneamente la esce-
cuando el yo ha alcanzado su punto de fusión es cuando na. Será cuestión de no aceptar la amargura, de no pre-
se produce, entre la fe y la sumisión, esa aleación que se guntarme si mi obra ha sido útil y verdadera sub specie
llama la conciencia artística. No pretendo haber alcanza- aeternitatis.
do ese punto de fusión, pero me esfuerzo en alcanzarlo y En la Edad Media, algunos hombres eminentes te-
trato de no desviarme de mi camino. nían por costumbre dormir en un féretro con el fin de
Para fortalecerme y no caer en todos los barrancos no olvidar la importancia de cada minuto y la vanidad
he incluido en mi catecismo un tercer precepto, con- de la vida.
solador y suculento: Sin recurrir a un método tan radical y tan poco
cada filme es mi último filme confortable, me protejo contra la aparente vanidad y la
Se podrá interpretar como una divertida paradoja caprichosa crueldad de nuestro oficio persuadiéndo-
o como un aforismo trivial o bien como la comproba- me del modo más profundo posible de que cada filme
ción de la vanidad universal. Pero no es así como yo es mi último filme.
lo entiendo. El precepto me demuestra una realidad
vivida. Tomado del libro Oeuvres de Ingmar Bergman
En Suecia, la producción cinematográfica estuvo (Introducción).
interrumpida durante un año. Durante esa inactividad
forzada aprendí que sin existir ninguna falta de mi par- Revista Cine Cubano, no. 21, pp. 27-34.
te y solamente por razones de complicaciones financie-
ras, podía ser lanzado a la calle sin el menor aviso.
No me quejo de lo que hago, no me siento asustado
ni amargado, sencillamente he sacado la consecuencia
lógica y altamente moral de la situación: cada filme es
mi último filme.
Ahora sé que solo existe una forma de dedicación. La Ingmar Bergman (Upsala, 1918 - Fárö, 2007). Director
dedicación hacia el filme de que me ocupo. Lo que vaya y guionista sueco de cine; uno de los más reconocidos en
a suceder (o no vaya a suceder) después, me es indife- la historia del cine mundial. Entre sus filmes destacan El
rente y no me causa ninguna preocupación. Esa certeza séptimo sello (1956), Fresas salvajes (1957), Persona (1966),
me da una sensación de seguridad, de seguridad artís- Gritos y susurros (1972), Fanny y Alexander (1982).

94 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


a culpables evasiones de la reali-
dad, y en palabras más crudas: por
transformarse en una vil absten-
CINE ción.
No quiero decir con ello que
antropomórfico todo trabajo no sea trabajo concre-
to y en cierto sentido oficio. Pero
LUCHINO VISCONTI solo será válido si es el producto de
múltiples testimonios de vida, si es
una manifestación de vida.
Me he sentido atraído por el
cine porque en él confluyen y se
coordinan impulsos y exigencias
de muchos, abiertos a un trabajo
conjunto mejor. No cabe duda de
que la responsabilidad humana del
director resulta por ello extraordi-
nariamente intensa, pero, siempre
que no se corrompa por una visión
decadentista del mundo, será preci-
samente esta responsabilidad la que
le indicará el camino más justo.
Lo que me ha llevado hasta el
cine ha sido sobre todo el firme de-
seo de contar historias de hombres
vivos: de hombres vivos en las co-
sas, no las cosas en sí mismas.
El cine que me interesa es un
cine antropomórfico.
De todas las tareas que me

¿Q
ué es lo que me ha llevado a una actividad creativa en el corresponden como director,
cine? (Actividad creativa: obra de un hombre que vive entre la que más me apasiona es, por
los demás hombres. Quiero aclarar que con este término tanto, el trabajo con los actores;
no entiendo en absoluto algo que se refiera únicamente al dominio del material humano con el que se
artista. Todo trabajador, al vivir, crea: siempre y cuando pueda vivir. Es construyen estos hombres nuevos
decir: siempre que las condiciones de su jornada sean libres y abiertas; y que, llamados a vivirla, generan
esto vale tanto para el artista como para el artesano o el obrero). una nueva realidad, la realidad del
No la llamada prepotente de una supuesta vocación, concepto román- arte. Porque el actor es, en primer
tico alejado de nuestra realidad actual, término abstracto, acuñado para lugar, un hombre. Posee cualida-
la comodidad de los artistas, para contraponer el privilegio de su activi- des humanas clave. En ellas inten-
dad a la de los demás hombres. Como la vocación no existe, sino que lo to basarme, graduándolas para la
que existe es la conciencia de la propia experiencia, el desarrollo dialécti- construcción del personaje: hasta
co de la vida de un hombre en contacto con los demás hombres, creo que el punto de que el hombre-actor
solo a través de una experiencia vivida, cotidianamente estimulada por y el hombre-personaje lleguen en
un afectuoso y objetivo examen de los casos humanos, se puede llegar a cierto momento a ser uno solo.
la especialización. Pero llegar no quiere decir encerrarse ahí, rompiendo Hasta ahora, el cine italiano
todo concreto vínculo social, como les sucede a muchos artistas, hasta ha sido más bien víctima de los
el extremo de que la especialización acaba muy a menudo por prestarse actores, permitiéndoles agigantar

dosier 95
Naturalmente, no excluyo que un gran actor en el sentido de la
técnica y de la experiencia, posea dichas cualidades primitivas.
Pero quiero decir que, muy a menudo, actores menos ilustres
en el mercado, pero no por ello menos dignos de atraer nuestra
atención, también las poseen. Sin hablar de los no actores que,
además de aportar la fascinante contribución de la simplicidad,
a menudo poseen cualidades más auténticas y más sanas, pre-
cisamente porque, como productos de ambientes no compro-
metidos, con frecuencia son hombres mejores. Lo importante
es descubrirlos y ponerlos a prueba. Y ahí es donde tiene que
intervenir esa capacidad rabdomántica del director, tanto en lo
primero como en lo segundo.
La experiencia realizada me ha enseñado sobre todo que el
peso del ser humano, su presencia, es la única cosa capaz de col-
mar realmente el fotograma, que es él y su viva presencia quie-
nes crean el ambiente, que adquiere verdad y relieve a partir de
las pasiones que lo agitan; mientras que su momentánea desa-
parición del rectángulo luminoso bastará para reducirlo todo a
un aspecto de naturaleza inanimada.
El más humilde gesto del hombre, su caminar, sus titubeos
y sus impulsos dan por sí solos poesía y vibraciones a las cosas
que los rodean y en las que se enmarcan. Cualquier solución
libremente sus vicios y su vanidad, mientras distinta del problema me parecerá siempre un atentado a la rea-
el problema real estriba en utilizar todo lo lidad tal como esta se desarrolla ante nuestros ojos: hecha por
concreto y original que conservan en su na- los hombres y continuamente modificada por ellos.
turaleza. Es un tema apenas esbozado, pero concretando un poco más
Por eso tiene una cierta importancia el mi clara postura, querría terminar diciendo (como me gusta re-
que actores llamados profesionales se pre- petirme a menudo): podría hacer un filme ante una pared, si
senten ante el director deformados por una supiese encontrar los datos de la verdadera humanidad de los
más o menos larga experiencia profesional hombres situados ante el desnudo elemento escenográfico: en-
que los define según fórmulas esquemáticas contrarlos y contarlos.
resultantes, por lo general, más de superpo-
siciones artificiosas que de su íntima huma- Revista Cine Cubano, no. 147, pp. 64-65.
nidad. Aunque muy a menudo supone un
duro esfuerzo redescubrir el núcleo de una
personalidad deformada, es a pesar de todo
un esfuerzo que vale la pena realizar: preci-
samente porque en el fondo siempre hay una
criatura humana, que puede ser liberada y
reeducada. Luchino Visconti (Milán, 1906 – Roma 1976). Director italiano
Abstrayéndola con violencia de los ante- de cine. Su primera película, Obsesión (1943), lo sitúa dentro del
riores esquemas, de cualquier recuerdo de movimiento neorrealista italiano. Entre su filmografía se destacan los
método y de escuela, hay que intentar llevar dramas de época Senso (1954), La caída de los dioses (1969) y Luis II de
al actor a que finalmente hable su propia len- Baviera (1972). Pero son sus filmes Rocco y sus hermanos (1960) y las
gua instintiva. Se supone que el esfuerzo no adaptaciones literarias al cine de Noches blancas (1957), El gatopardo
será en vano, siempre que esta lengua exista (1963) y Muerte en Venecia (1971), los que constituyen sus obras
aunque enredada y oculta tras cien velos: es maestras y lo colocan entre los más significativos directores de cine de
decir, si existe un verdadero temperamento. la época y de todos los tiempos. Su último filme fue El inocente (1976).

96 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


El profeta ANDRÉI
TARKOVSKI

Los historiadores polacos Jerzy


Illg y Leonard Neuger
conversaron largamente en
Estocolmo con el destacado
director de cine soviético An-
drei Tarkovski. La charla devi-
no una de las últimas entrevis-
tas concedidas por el cineasta
antes de su muerte, y fue pu-
blicada en la revista Iskusstvo
Kino, No. 2, 1989. Cine Cuba-
no reproduce una síntesis de las
respuestas ofrecidas por
Tarkovski a sus interlocutores.

Traducción del ruso: Zoia Barash

E
l cine, en general, es siempre la unión de los memoria; la casa de nuestra infancia que aparece en
fragmentos de un todo. El filme se compone de el filme reconstruida en el mismo lugar donde estuvo
los planos, como un mosaico se compone de antes, hace muchos años. Allí no quedaban siquiera
los fragmentos. Son de diferente color y factura. Y, tal los cimientos, y fue reconstruida tal y como era. No
vez, cada parte por separado no posee sentido alguno soy naturalista, pero si la casa tuviera otro aspecto, se-
si se le extrae del conjunto. En un filme no puede ha- ría para mí muy dramático.
ber ni un solo elemento sin sentido. Todo el conjunto Cuando llevé a mi madre, a la cual filmé en varios
le da a cada fragmento un sentido general. Es decir, planos, se conmovió mucho por el espectáculo, y en-
nada existe como un símbolo, sino como partículas de tonces comprendí que producía la impresión deseada.
un mundo unido. En ese aspecto, El espejo [1975] se No traté de buscar la forma de los recuerdos, de las
acerca más a mi concepto del cine. Se preguntan si El tergiversaciones internas, subjetivas, sino por el con-
espejo es la creación de un mundo propio o la verdad. trario, traté de repetir al pie de la letra aquello que se
Por supuesto, es la verdad, pero tal como la vio mi me grabó en la memoria.

dosier 97
Para mí era una experiencia extraña. Estaba fil- lución y continuaron después: Alexei Tolstoi, Gorki,
mando la película donde no había ni un solo episodio Mayakovski, Blok, Bunin, Ajmátova.
hecho para llamar la atención del espectador o de al- O tomemos a Platonov. Pertenece al periodo sovié-
guna forma explicarle algo. Eran los recuerdos verda- tico en Rusia y es un escritor típicamente ruso. Y, por
deros, relacionados con nuestra biografía familiar, con supuesto, tiene un destino irrepetible y brillante que se
la vida. Es asombroso que, a pesar de ser una historia reflejó en sus obras. Es decir, cuando se habla de mí,
privada, recibí después muchas cartas en las que los hay que tomar en consideración que para Tarkovski es
espectadores hacían esta pregunta retórica: «¿Cómo muy importante la relación con la cultura rusa clásica
usted pudo saber de mi vida?» Para mí esto es impor- que, seguramente, tenía y tiene hasta ahora su conti-
tante en un sentido ético, espiritual. Quiero decir que nuación en Rusia.
si el hombre expresa en la obra sus verdaderos senti- Yo fui uno de los que trataba, tal vez inconsciente-
mientos, ellos no pueden ser incomprensibles para los mente, de materializar esta relación entre el pasado de
demás. Rusia y su futuro. Para mí la ausencia de esta relación
Para mí, El espejo, desde el punto de vista de la sería fatal.
construcción de la dramaturgia, de la estructura, es El problema es que el artista siempre relaciona
el más complejo. Lo veo como un recuerdo, pero no el pasado con el futuro, no vive del momento. Es un
como una simple retrospección. La experiencia más médium y el guía del pasado en aras del futuro. ¿Qué
importante que saqué de este filme fue que para el es- puedo decir en este sentido de mi familia? Mi padre
pectador resultó tan importante como para mí. es poeta y recibió educación en la época soviética.
El espejo me demostró la existencia de la relación No era adulto aún cuando triunfó la revolución. Na-
entre mi persona como realizador, como artista, y el ció en 1906. Lo que significa que en el diecisiete tenía
pueblo para el cual trabajé. 11 años. Era un niño, pero se alimentó de tradiciones
culturales, conoció a todos los poetas famosos de Ru-
sia, y por supuesto, es imposible imaginárselo separa-
No estoy de acuerdo con el concepto occidental de que do del desarrollo de la poesía rusa, la poesía de Blok,
para los soviéticos, los artistas son, por regla general, Ajmátova, Mandelshtam, Pasternak, Zabolotski. ¡Para
hombres sin biografía. No tienen razón cuando no mí esto era muy importante!
se ve los destinos originales de los artistas rusos. Por Me educó básicamente mi madre. El padre se se-
supuesto, hablando de los artistas modernos, tal vez paró de ella cuando yo tenía tres años. Él influía en
tengan la razón, pero nunca me he puesto al lado de mí en su sentido biológico, subconsciente. No soy un
los artistas modernos. Siempre me sentí más cerca de adorador de Freud (ni siquiera Jung me complace),
los artistas del siglo xix. Si tomamos a Tolstoi, Chéjov, porque Freud, en general, es simplemente un mate-
Turguenev, Lermontov, Pushkin, o digamos, a Bunin, rialista grosero; es como Pavlov. Representa una de las
se verá hasta qué punto son únicos sus destinos. Y variantes materialistas posibles para explicar la psico-
hasta qué punto sus obras están relacionadas con su logía humana.
vida y su destino. Eso no significa que me aparte por El padre influía en mí internamente, pero lo debo
completo del contexto de la cultura de los años sesen- todo a mi madre. Ella me ayudó a expresarme. En El
ta, setenta, ochenta, en la Unión Soviética. espejo se ve que hemos vivido pobremente, con mu-
¡No es así! Pero protesto categóricamente chas dificultades. La época era difícil. Cuando mi ma-
contra la idea de que después de la revolución dre se quedó sola, yo tenía tres años y mi hermana
existiera una especie de abismo. Lo crearon ar- año y medio. Ella nos crió sola. Siempre estaba con
tificialmente para empezar una nueva etapa en nosotros, y nunca se casó de nuevo. Era una mujer
el desarrollo de la cultura rusa. Pero me parece asombrosa, santa, totalmente inadaptada para la vida.
que en un lugar vacío no puede desarrollarse nin- Todas las desgracias cayeron sobre ella. A ella se lo
guna cultura. Podemos sacar de la tierra una planta debo todo. La palabra «influencia» no lo explica todo.
preciosa y ponerla en otro lugar, pero ¡no crecerá! Por El mundo entero estaba relacionado con mi madre.
esta razón fueron tan trágicos los destinos de aquellos No lo entendí bien mientras estaba viva. Solamente
escritores que empezaron a trabajar antes de la revo- cuando murió, comprendí de qué trata El espejo. Al

98 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


parecer, lo pensé como una película sobre la madre, pero me parecía que estaba No entiendo por qué
haciendo un filme sobre mí. Como Tolstoi cuando escribió Infancia, Adolescencia, la primera parte de Iván
Juventud. Solamente después comprendí que El espejo no se refiere a mí, sino a mi el Terrible [1944] fue
madre. aprobada y la segunda
totalmente prohibida. Él
justificaba a la opríchnina
Se me cuestiona sobre quiénes son o a quiénes considero mis maestros dentro de de Iván el Terrible, que
la tradición del «gran cine ruso». Yo prefiero a Dovzhenko y a Pudovkin, creo que cortaba cabezas a dies-
son más importantes que Eisenstein. tra y siniestra en aras del
Empiezo por decir que los dirigentes soviéticos, y en particular Stalin, no enten- fortalecimiento de una
dieron a Eisenstein. Si Stalin lo hubiera comprendido, jamás lo hubiera perseguido. monarquía centralizada.
Eisenstein era muy famoso, muy culto, y en aquellos años en el cine trabajaban los Hasta un ciego sabría de
jóvenes autodidactas que surgieron con la revolución. qué se trataba en la pe-
Existían entonces los sentimientos, el patetismo revolucionario, las esperanzas lícula. Y en lugar de lle-
del futuro, conceptos constructivos de la transformación de la cultura. Todo eso narlo de oro y medallas,
está bien, pero Eisenstein era tal vez el único, por lo menos uno de los pocos que empiezan a perseguir a
conservaban las tradiciones y sabía qué era la herencia cultural. Eisenstein. Es un gran
Sin embargo, este conocimiento no estaba dentro de él, en su corazón. Él era misterio. Ya no hablo de
muy cerebral, frío, calculador, abstracto. Todas sus construcciones se inventaron Alejandro Nevski. Aquí se
en el papel. Era como un dibujante de animación. No lo digo porque dibujaba sus ve claramente el encargo
planos, sino que lo inventaba todo y después lo metía en el plano. No utilizaba la «social».
vida. La vida no lo influía en nada. En él influían las ideas que él construía y les Desde mi punto de
daba alguna forma, por regla general muy muerta, de hierro, seca. vista, Eisenstein, como
Eisenstein no sacó de su arte aquello que le era propio. Tomó de todo un poco uno de los teóricos más
y no vio en qué radicaba lo específico del cine. Si lo hubiera encontrado, hubiera grandes y personalidades
rechazado todo lo demás, dejando solamente lo específico, lo particular. del cine soviético, sim-
Tarkovski en la filmación de El espejo. plemente fue aniquilado
por sus colegas. Conozco
a personas que en las reu-
niones interminables lo
acusaban de formalismo,
de desviaciones ideológi-
cas. Le gritaban. Después
del XX Congreso, estas
mismas personas dijeron
que siempre lo estaban
defendiendo. Sí, es un
destino muy extraño.
Dovzhenko, en cam-
bio, me es muy querido,
porque como nadie él
sentía la naturaleza. Para
mí, es muy importante.
Hablo del Dovzhenko
del periodo silente. Su
concepto de la espiritua-
lización, de la deificación
de la naturaleza me gusta

dosier 99
Ese velo romántico no es el resultado de la fe en el
hombre, sino, en mayor grado, de la fe en su propia ima-
ginación, una suerte de solipsismo. Para mí, el roman-
ticismo es así. En todo caso, su parte más esencial, que
me es del todo ajena. Una vez Dovzhenko dijo sobre
mí: «En un charco sucio él ve reflejarse las estrellas». El
problema radica en que Dovzhenko era un poeta. Para
él la vida estaba mucho más llena de espíritu que para
aquellos que buscaban en la realidad circundante un
objeto para aplicar su acción creativa. A un romántico
la vida le da un pretexto para crear porque en él desde el
principio vive el espíritu que lo obliga a hacerlo. A dife-
rencia del romántico, el poeta como nadie entiende que
fue creado a semejanza de Dios. La capacidad de crear
está dada desde el principio. No pertenece al hombre.
El romántico siempre veía en su talento, en su creación,
una belleza específica.
Creo que el romanticismo, en el peor sentido de la
mucho. Al parecer, él fue el único realizador de cine palabra se expresa en el hecho de que el artista se rego-
que no separaba la imagen cinematográfica de la at- cija con su autoexpresión, con su autodeterminación
mósfera de la tierra misma, de su vida. en el arte. Es su objetivo primordial. Esta propiedad
Para los demás realizadores constituía solamen- del romanticismo me asquea. Siempre surgen imá-
te el fondo, pero para él era el ambiente y él se sen- genes pretenciosas, conceptos artísticos. Cuando un
tía unido internamente con la vida de la naturaleza. personaje de Schiller viaja en dos cisnes, eso es sim-
plemente un kitsch. Para un poeta que no es románti-
co, es insoportable. Pero Schiller debía ser así. En este
Yo no definiría necesariamente mis filmes como ro- sentido puedo entender también a Wagner. Todo este
mánticos. Cuando se pronuncia la palabra «romanti- romanticismo es algo decadente.
cismo», me asusto, porque el romanticismo es el modo Es un deseo de autoafirmarse. Es un egocentrismo,
de mostrar la realidad, es una cosmovisión según la egocentrismo occidental. Dicho sea de paso, ni en Ru-
cual el hombre ve en el mundo real algo más gran- sia, ni en Polonia se observan semejantes fenómenos.
de de cuanto existe. Cuando se habla de algo sagrado, Nunca los artistas hablaron tanto de sí mismos como
de las búsquedas de la verdad, para mí eso no es el lo hicieron Novalis, Kleist, Byron, Schiller, Wagner.
romanticismo, porque no magnifico la realidad. Para Los héroes de mis filmes pueden asemejarse a los
mí en ella hay algo más grande de lo que encuentro, héroes de los poemas románticos. Siempre están en
y mucho más profundo y sagrado que mi capacidad el camino, buscando, y esas búsquedas se convierten
para verlo. Los románticos creían que la vida no era en una consagración. Por ejemplo, Stalker tiene este
tan plana, creían que había en ella mucha profundi- esquema típicamente romántico. Aunque nadie diría
dad, lo que nosotros llamamos lo esotérico, metafísi- que Dostoievski es un romántico, aunque sus héroes
co, elevado, espiritual. Sí, muchas cosas imposibles de siempre están en el camino. Es, más que otra cosa, la
captar con la ayuda de los conocimientos, los román- historia del hombre caminante, buscador que anda
ticos lo intuían y trataban de reflejarlo. En las obras de como Diógenes con su linterna. Raskolnikov y Aliosha
los románticos el objeto que describen adquiere una Karamazov siempre están en el camino. Pero los hé-
forma elevada, exagerada, ornamentada, ennoblecida. roes en el camino no constituyen obligatoriamente
Me parece que la vida es tan bella, tan profunda y llena la señal del romanticismo. El romanticismo los tiene
de espiritualidad que no hace falta transformarla. De- pero no es lo principal.
bemos preocuparnos de nuestra educación espiritual De todos modos, lo más terrible que sucede ahora
y no tratar de embellecer la vida. en las investigaciones teóricas de la cultura, del arte,

100 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


de la literatura, es que no existen conceptos comu- lo persigue y lo entiende a veces muchos años más tar-
nes. Ni siquiera una terminología única. Es horrible. de. Pero no significa nada. Significa solamente que la
Cuando se escribe y se utiliza la palabra romanticis- sociedad no se conoce, ni conoce sus problemas. El ar-
mo, alguien puede entender una cosa, y yo otra total- tista nunca puede oponerse a su sociedad ni a su cul-
mente diferente. tura. Inclusive si expresa ideas contrarias a la sociedad
contemporánea, no quiere decir que estas ideas no hu-
bieran nacido dentro de la sociedad. Simplemente, la
Quiero decir algo más. Quiero decir que no es impor- sociedad aún no tuvo tiempo de reconocer estos pro-
tante lo que lograste, sino que emprendiste el camino blemas y el artista tampoco los comprende, pero los
para lograrlo. No es importante si estás al principio del siente. Precisamente por esta razón los expresa. No es
camino o al final. Ante ti está el camino que no termi- tanto más inteligente que su época, ni tampoco más
nará nunca. Lo más importante es emprenderlo. Aquí sensible. El artista, a veces, no entiende lo que dice,
radica el problema. Por esta razón para mí es impor- como un niño cuando repite las palabras de los adul-
tante no tanto el camino, como el momento cuando el tos, sin comprender qué es lo que se repite. Después,
hombre se decide a emprenderlo. los adultos dicen: «¡Ay, qué ha dicho, échenlo fuera!
Por ejemplo, en Stalker no es tan importante el ¡Castíguenlo!» Y castigan al niño. Lo castigan porque
stalker mismo; es mucho más importante el escritor repitió las palabras que oyó habitualmente en su casa.
que empezó el camino como un cínico y pragmático, Quiero decir que la función del artista es ser la voz
y volvió hablando de la dignidad humana. del pueblo, pero es imposible serla a la fuerza. Es im-
Dijo que no entraría en el cuarto porque sabía posible obligar al artista a que sea la voz del pueblo.
que era indigno. Para él esta pregunta se planteó por El deber consiste en que el artista debe hacer lo
primera vez, si era bueno o malo, pero si empezó a suyo. Si eres la voz del pueblo, di lo que el pueblo exi-
pensarlo significa que ya escogió el camino. Cuando el ge. Aunque el pueblo nada exige. O espera un milagro
stalker dice que nada sirve, que nadie entiende nada, o quiere que le cantes canciones de cuna y le diviertas.
que nadie lo necesita, se equivoca porque el escritor El mismo artista se comporta como si alguien le exi-
comprendió. Quise hacer una continuación del filme, giera algo, aunque, a fin de cuentas, lo exige el pueblo,
pero podía ser solamente en Rusia, en la Unión Sovié- aunque inconscientemente.
tica. Ahora ya es imposible, porque es necesario que En nombre de ese deber con el pueblo el artis-
trabajen los mismos actores. ta debe acordarse todo el tiempo de que no trabaja
El stalker debía transformarse. No creía que los para sí mismo. También debe hablar de las cosas que
hombres puedan ir a la felicidad por sí mismos. Y em- le son cercanas. Pero puede suceder que aquello que
pieza a utilizar la violencia. A través de la presión y el es importante para ti no lo necesita nadie. Y no pue-
engaño llevaba a los hombres a la Zona para que ellos des hacer nada. Y pueden pasar cien años para que se
empezaran a vivir mejor. Es decir, se convirtió en un conozca si tu pueblo te necesitaba o no. Es imposible
fascista, cuando el fin, al parecer, justifica el medio, y decir: «Para que yo sea útil a mi pueblo debo hacer tal
el hombre se transforma. Así quise terminar el filme. o cual cosa».
El stalker debía hasta verter la sangre para lograr sus
objetivos. Es ya la idea del Gran Inquisidor. Aquellos
que asumen el pecado en nombre de la salvación. A veces se identifica al artista con un profeta. ¿Y qué
es esto? A Dostoievski lo llaman a menudo «profeta».
¡Ah, sí! A él lo podemos llamar así.
Creo que el artista, en primer lugar, expresa las ideas También Pushkin tenía el imperativo profético.
que maduran en la sociedad. Es decir, es como un Él mismo lo describió en un poema maravilloso, «El
médium que expresa las ideas que engendra el pue- profeta». Naturalmente, un artista es un profeta. Por
blo mismo. Pero todo el pueblo no puede ser artista. regla, no lo admiten en su Patria. Tomemos a Pushkin.
Un artista es una personalidad, debe ser una persona Era un poeta muy conocido en su círculo. Era peque-
concreta. A pesar de que el artista es la voz del pue- ño. Muchos de sus amigos no comprendían que era
blo, la creación del pueblo, la sociedad no lo admite, un genio. Nadie habló de él como lo hacemos ahora.

dosier 101
Lo mismo pasaba con Chopin. Cuando componía sus lo mismo que las aceptaran. Hasta cierto punto era su
estudios, era un músico. Ahora nos dicen: «¡Chopin es mundo, y yo me sentía feliz.
un fenómeno único! ¡Es el alma del pueblo polaco!». Pero mis contemporáneos estaban más lejos de mis
Ellos vivían más o menos elegantemente. Pero a me- filmes que los jóvenes, lo que es muy extraño, y no me
nudo la vida les era muy difícil. Por ejemplo, tomemos a siento capaz de explicarlo.
Dostoievski. Belinski lo alabó mucho al principio, pero En Occidente, el proceso es el mismo; por ejemplo,
después lo atacó. Belinski era terrible desde mi punto en los últimos dos años, en Londres hicieron varias
de vista. Pero en definitiva, nadie sabe qué sucederá en retrospectivas de mis filmes. En la última vi colas gi-
el futuro con tal o cual poeta. Pero si el artista es la voz gantescas. ¿Qué significaban? ¿Me entienden o no me
del pueblo en su voz interior, si su interior, su instinto entienden? No lo puedo afirmar con exactitud. En Es-
espiritual expresa el espíritu popular, es imposible que tocolmo también muchos espectadores vieron mis pe-
no sea un profeta. Al fin de cuentas, el profeta es un lículas. Me siento contento; pero hay un gran peligro
producto del pueblo. Como Dios creó al pueblo, así el en el hecho de que «todos ven tus películas». Es muy
pueblo crea al artista, y el artista su obra. peligroso convertirse en realizador exitoso, de taquilla,
porque en este caso uno ya no está seguro de que dice
algo importante, que se encuentran en una determina-
No me gusta hablar de la función social del artista. Ha- da altura espiritual a la cual se llega con dificultad.
blo de sus esfuerzos por llegar a un ideal, porque sin Naturalmente, para hacer cine, hay que ser director
los ideales el artista no existe. Como sabemos, el ideal de éxito. La desgracia del cine es que había nacido en
es inalcanzable. Por esta razón, en el sentido práctico, el pecado, en el mercado, en la feria.
el artista es inútil porque se preocupa siempre por el A diferencia de cualquier otro arte, para seguir fil-
ideal, que no es algo concreto, y es imposible utilizarlo mando películas hay que ganar dinero. Un libro puede
de alguna forma. Y es un drama de la sociedad mo- escribirse en casa como escribía Kafka, por ejemplo.
derna, porque exige del artista una utilidad práctica. Nunca publicó nada, pero los libros fueron escritos.
Lo quiebran como a un juguete y acaban con él. Y de El problema de la relación con el espectador es
él no queda nada. Como sucedió, por ejemplo, con muy complejo y depende no tanto de las tareas que se
Mayakovski. plantea el director, como de las tareas que plantea ante
Él fue una voz, pero querían que fuera otra voz. el director la producción cinematográfica.
Aquellos que le hacían un «encargo social» ya sabían Tal vez, algún día la tecnología llegue a tal nivel
cómo debe ser la voz del pueblo. Le quitaban al artista que el cine no cueste nada. Por ejemplo, nos pondre-
lo más sagrado: ser sincero, escuchar la voz del pueblo mos un casco metálico, y como en un encefalograma
por sí solo. registraremos todas nuestras fantasías, imágenes, y
Aquellos que lo dirigían le decían: «Nosotros sa- después las editaremos como una película. Así costará
bemos cómo debe sonar esta voz y tú no lo sabes». Le todo muy barato. Pero hay que vivir mucho para llegar
quitaban la función del artista, apropiándosela, des- a la nueva tecnología.
truyéndola.
¿Qué es, en definitiva, una obra de arte? ¿Qué ex- Revista Cine Cubano, no. 130, pp. 18-23.
presa? Expresa la grandeza del espíritu humano, el
ideal hacia dónde quiere llegar. Ya dijimos que es el
reflejo de los sueños sumergidos del pueblo. Andréi Tarkovski (Óblast de Ivánovo, 1932 - París, 1986).
Director de cine, actor y escritor soviético. Se lo reconoce
como uno de los más importantes autores del cine ruso
Con mis filmes pasaba algo curioso. Al principio el es-
y de la historia del cine. Destacan sus filmes La infancia
pectador los rechazaba, después, poco a poco, se entu-
de Iván (1962), por el que recibió el León de Oro en el
siasmaba con ellos.
Festival de Venecia; Solaris (1972) y Stalker (1979), estos
Cuando, desgraciadamente, me fui de la Unión So-
últimos merecedores del Gran Premio del Jurado y el
viética, mi público era joven: 16 o 17 años. Ellos en-
Premio del Jurado Ecuménico en el Festival de Cannes,
tendían mis películas. ¿Qué significa entendían? No es
respectivamente.

102 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


80
minutos con
SERGUEI
URUSEVKI
EDUARDO MANET

S
u nombre se encuentra entre los de los Intérprete de las grandes vastedades soviéticas (Crimea, la Si-
más famosos jefes de fotografía del mun- beria...), Urusevski tenía que enfrentarse en Cuba con un clima y
do entero. Algunos críticos lo consideran un paisaje totalmente diferente de aquel a que estaba habituado.
como el mejor fotógrafo de nuestro tiempo. Y es ¿Cómo influyeron esas nuevas condiciones sobre él?
que Urusevski ha establecido un estilo muy pro-
pio al captar la realidad. Si recordamos sus tra- Antes de venir a Cuba la primera vez, nosotros nos preparamos
bajos más señalados (El último disparo [1957] bastante intensamente. Leímos todo el material que podíamos
de Grigori Chujrái, La carta que no se envió encontrar sobre Cuba –situación geográfica, política, climatolo-
[1959], Cuando pasan las cigüeñas [1957], am- gía…–, de manera que llegamos aquí con una opinión formada
bas de Mijaíl Kalatósov) observamos en ellos, a de lo que era el país. Pero, lo importante no era esa opinión, esa
pesar de la variedad de los temas, una armonía idea formada sin conocer el país, lo fundamental era cómo refle-
en el concepto plástico de la imagen. No se trata jar todo eso en el aspecto plástico y ver, sobre todo, si la realidad
solo de ciertas características formales (el ritmo corroboraba nuestras opiniones. Para nosotros lo más urgente
de los «paneos», el juego con la grúa, la utili- no era lo que íbamos a filmar, sino cómo filmarlo. Si reunimos
zación de determinados objetivos...): en la foto- trescientos pintores frente a una «naturaleza muerta», cada uno
grafía de Urusevski hay una respiración, una la interpretará a su manera. Ahora, ¡cuánto más difícil resulta la
visión que le es totalmente personal. Y lo que interpretación de algo tan complejo y variado como la naturaleza
es más importante: esa fotografía se identifica y los hombres de todo un país! Esto me preocupaba, pero com-
plenamente con lo que algunos críticos llaman probé en nuestra primera visita, que no nos habíamos equivocado
«lo específico cinematográfico». En otras pala- en la idea que nos habíamos hecho a través de nuestras lecturas.
bras: Urusevski es cine. Su imagen está siempre Al contrario: la realidad corroboró nuestras opiniones. Durante
concebida en función del movimiento, de un di- ese primer viaje hice algunas pruebas fotográficas que confir-
namismo interno, a veces avasallador. maron plenamente todas mis ideas. Inclusive realicé algunas

dosier 103
tomas experimentales con cosas que no conocía por filmar pueden comenzar las dificultades, es decir, en
medio de las lecturas. Esas experiencias también es- ese instante yo debo resolver, prácticamente, todas las
tuvieron de acuerdo con los métodos, con los concep- ideas forjadas, todo el trabajo de prefilmación (dibu-
tos fotográficos que había imaginado antes de llegar a jos, descripciones detalladas, etc.), haciendo coincidir
Cuba. Desde luego, el conocimiento concreto de la si- lo real con lo imaginado. Algo así ocurre con los pin-
tuación real fue lo que, de una forma múltiple, valoró tores que realizan, por ejemplo, grandes frescos. Antes
todos esos datos obtenidos antes, a través de la lectura de iniciar el trabajo, dibujan innumerables dise-
y favoreció el desarrollo ulterior del trabajo real. ños, esbozos, detalles, pero, cuando se enfrentan
De una modestia proverbial, Urusevski, preocupado a lo que han de pintar, no repiten meramente esa
al principio frente al despliegue de los artefactos «técni- preparación anterior, no hacen una recopilación del
cos» del periodista (cámara con lente largo, grabadora, prefresco, sino que sintetizan y deciden de acuer-
etc.), recobra toda su confianza a medida que empieza do con el momento preciso de la creación. Por otra
a hablar de su oficio. Más aún, cuando le explicamos parte, el pintor se enfrenta él solo a su obra, ahora
que este artículo se concibe de un modo especial, ya que bien, el cine es una labor colectiva y ocurre que, en
queremos llevar a nuestro público sus experiencias y co- determinado momento, las concepciones de uno
nocimientos, Urusevski recoge nuestras preguntas con chocan con las de otros elementos creativos –direc-
una seriedad y cuidados admirables, tratando de con- tor, actores…– hasta que uno se pregunta, en oca-
testarlas exhaustivamente. siones, si la solución plástica dada a un problema
¿Sobre el método? Hmmmmm... Bueno, cuando será la más expresiva, la más justa. Entonces hay
empiezo a pensar en la película que he de hacer debo que saber reaccionar ante la dificultad y adaptarse.
imaginármela como se verá en la pantalla, es decir, Este ejemplo que pongo se refiere, desde luego, a la
tengo que visualizarla completamente para determi- idea general de una secuencia, pero, cuando se tra-
nar cuál será el resultado. Cuando empiezo a realizar ta de una idea plástica, la mantengo hasta el final.
la película, parto de esa idea que me he hecho, trato de No soy capaz de imaginar cómo se puede llegar a la
plasmar lo que he concebido en la imaginación. Eso locación e improvisar, sin llevar una idea prefijada.
me lleva a planificar estrictamente mi trabajo: toda la Un trabajo así me parecería nulo.
marcha de la película está, pues, predeterminada. Por Ramón F. Suárez que ha dejado de fotografiar a
ello, no filmo ninguna secuencia, ningún plan, si antes Urusevski para interesarse vivamente en la conver-
no he logrado la imagen completa de su proyección sación me sugiere una pregunta sobre un punto que
en pantalla. Ahora bien, cuando llega el momento de intriga a todos los fotógrafos cubanos.
Soy Cuba (Mijaíl Kalatózov, 1964).

104 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


La utilización del material infrarrojo en Soy Cuba
[Mijaíl Kalatózov, 1964], ¿se debe a una concepción ge-
neral de la película o a un problema técnico referente a
la luz, al clima, con el cual tuvo que enfrentarse?
Se debe a una opinión artística. La mitad del fil-
me está hecha con infrarrojos. Ese es un material
corriente, que todo fotógrafo conoce, pero que se uti-
liza poco. Verá, la utilización del infrarrojo corres-
ponde a la concepción plástica que nos hicimos de la
película. La primera vez que visitamos Cuba, nuestro
grupo se componía de tres personas: el director Kala-
tózov, el poeta Yevtuchenko y yo. No teníamos ningu-
na idea concreta de cuál iba a ser el guion, cómo iba a
presentarse, etc. Estaba claro que no íbamos a escribir Soy Cuba.
una novela sobre Cuba, ya que para eso, hubiese sido
necesario quedarse en Cuba varios años para conocer No he tenido oportunidad de ver muchas pelícu-
plenamente el tema. Realizar una película sobre tipos las de ese tipo. He visto algunas solamente. Creo que
psicológicos cubanos, nos parecía también aventura- cada película es un problema particular que puede ser
do y atrevido ya que, siendo extranjeros, no podíamos resuelto de una u otra manera, siguiendo esta o aque-
dar un reflejo cabal de la realidad. Pensamos, sin em- lla técnica. Por ejemplo, Eisenstein tenía un método
bargo, que se podían escribir versos sobre Cuba. Por detallado, minucioso, dibujaba hasta el más mínimo
eso decidimos que la solución artística de la película detalle. Frente a ese trabajo uno se preguntaba si era
estribaba en realizar un guion que fuese como un poe- posible no hacer aquello tal como estaba planeado, sin
ma dedicado a este país. En los poemas no se requieren permitirse el más leve movimiento de cámara más allá
esos pequeños detalles psicológicos y de hábitos que de lo establecido, por temor a destruir toda la secuen-
se necesitan en una novela. El poema requiere unas cia. Eisenstein concedía una importancia tan enorme
imágenes muy claras, muy definidas que penetren rá- a la imagen dentro del filme, que solo trabajaba con
pidamente en la imaginación. Por eso quisimos que la los mejores fotógrafos del país. Inclusive, en su últi-
película fuera como un poema romántico. Partiendo ma pelícuIa, Iván el Terrible [1944], utilizó a dos ca-
de esa opinión, surgió mi idea de filmar con material marógrafos: Movskin para los interiores y Tissé (su
infrarrojo. Cuando ustedes vean la película podrán camarógrafo habitual) para los exteriores. Ese era el
decir si tuvimos razón en emplear ese material. Noso- método de Eisenstein, un director genial, recono-
tros creemos que sí. E1 infrarrojo es un material que cido como tal por todo el mundo. Pero hay también
comunica luminosidad y penetración a la forma. un director genial, Charles Chaplin, el cual no presta
Llegamos a un momento de la entrevista en que re- atención a la iluminación, a la imagen y, no obstante,
sulta inevitable tocar un aspecto particular: las nuevas sus resultados son extraordinarios. No podemos decir,
tendencias, los artistas jóvenes. En Francia, por ejem- entonces, que hay que hacer las cosas como Eisens-
plo, se habla mucho de la Nueva Ola de directores y casi tein o como Chaplin: lo importante es encontrar una
nunca de la Nueva Ola de los fotógrafos y, no obstante, concepción que corresponda a la obra que se piensa
son estos últimos los que contribuyen a realizar y plas- realizar. Debemos constatar, eso sí, que, tanto en Ei-
mar la concepción artística de los primeros. La labor senstein como en Chaplin hay un trabajo profundo,
realizada por Decae para Los 400 golpes de Truffaut cuidadosísimo de la materia que se quiere plasmar.
[1959] y A pleno sol de Clément [1960]; las imágenes Esto no ocurre así con los franceses (por lo menos en
de Coutard para Vivir su vida de Godard [1962] y Lola aquellas películas que he visto). No se siente en ellos
de Demy [1960], están muy íntimamente ligadas a lo una labor profunda. Desde luego, tendría que haber
que, indiscutiblemente (con sus fallas o valores) puede visto más películas para no calumniarlas. Pero, en las
llamarse un movimiento renovador en el cine. ¿Qué que he visto, creo que predomina una especie de «es-
piensa Urusevski de esas tendencias?. nobismo»: dicen «voy a hacer esto, desprecio esto, te

dosier 105
a una lucha comercial. Refleja el deseo de
atraer al público con algo nuevo, algo monu-
mental, que pueda asombrar. No puedo per-
der la impresión de que se trata más bien de
una «envoltura». No obstante, Fellini filmó
La dulce vida [1960] para pantalla gigante, y
logró una película magnífica. En resumen: lo
importante es lo que se dice y no la envoltura
en que esté dicha.
¿Y sobre los fotógrafos cubanos?
Es la última pregunta y casi un ataque a
traición. Pero, Urusevski sonríe y como pro-
metió respondernos todas las preguntas, tam-
Soy Cuba. bién contesta a esta.
enseño esto otro…» Eso es lo peor que le puede ocurrir a un Desgraciadamente, el exceso de trabajo
cineasta: cuando quiere mostrar en la película no los sentimien- no nos permitió ver toda la producción cu-
tos, los pensamientos, las ideas de uno mismo, sino uno mismo. bana como queríamos. Lo lamento mucho.
Por mucho talento que se tenga, no será tan interesante como el Pero sí conocemos bien los documentales y
autor se imagina. No hay que negar que, a veces, la actitud de los el Noticiero y nos gustan muchísimo.
directores y los realizadores franceses tiene un sentido: cuando La grabadora se detiene, la cámara se
quieren apresar la vida tal cual es, sin «efectos artísticos», etc. guarda. Durante 80 minutos, Serguei Uru-
Esa tendencia yo la apruebo. Lo que no me gusta es la frivolidad sevski ha hablado con toda sinceridad para
con que se encara la mayoría de los filmes que he conocido. Cine Cubano. Su buen recuerdo no nos aban-
Han aparecido en la Unión Soviética camarógrafos jóvenes donará por mucho tiempo.
que prometen mucho, como Iussov, quien fotografió La infancia
de Iván [Andréi Tarkovski, 1962]; Kusnietsov, quien realizó las Revista Cine Cubano, no., 20, pp. 1-8.
imágenes de Paz al recién llegado [Aleksander Alof y Vladimir
Naumof, 1961]. Otro fotógrafo que promete mucho es Diervi-
nov de quien ustedes han visto seguramente su labor de En pos
del sol [Mikhail Kalik, 1964]. Estos son los tres mejores fotógra-
fos jóvenes con que cuenta la Unión Soviética hoy día.
En oposición al nuevo estilo fotográfico que se despreocupa por
Serguei Urusevski (San Petersburgo, 1908 -
los excesos técnicos y trata de lograr una imagen con fuente de luz
Moscú, 1974). Fue un director de fotografía
natural, movimientos de cámara efectuados a mano, etc. existe
la otra tendencia que nos atrevemos a llamar del «monumenta- soviético, renombrado por sus trabajos en
lismo» (70 mm, Cinerama, despliegue monstruoso de recursos): las películas Sórok pervy (El cuadragésimo
¿qué opina Urusevski de ese otro aspecto del oficio?. primero,1956), de Grigori Chujrái, y Cuando
La utilización de una pantalla gigante, del color, etc., depen- pasan las cigüeñas (1957) y Soy Cuba (1963),
de también de la concepción artística de una obra determinada. ambas de Mijaíl Kalatózov.
Cuando nosotros salíamos hacia acá para filmar Soy Cuba, algu-
na gente se sorprendía de que tratásemos de dar algunos aspec- Eduardo Manet (Santiago de Cuba, 1927).
tos de Cuba y de la heroica lucha del pueblo cubano en blanco Cineasta, ensayista, narrador, dramaturgo y
y negro, y sin recurrir a una superpantalla. Pero, justamente, crítico de cine cubano. A él se debe El negro
se trataba de que nosotros concebimos el tema de una manera (1960), uno de los primeros documentales que
sencilla. La idea condicionó la forma. Esto no quiere decir que, aborda el tema de la negritud y el racismo en
quizás, en alguna ocasión, yo también realice algo en forma- Cuba. En la década del sesenta realizó los filmes
to gigante. Aunque –y es esta una opinión personal– creo que de ficción Tránsito (1964), Un día en el solar
ese tipo de superformato responde más bien, por el momento, (1965) y El huésped (1967).

106 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


AKIRA
KUROSAWA:
REFLEXIONES CINEMATOGRÁFICAS1

¿Q
ué es el cine? La respuesta a esta pre- Hay algo que podría ser llamado belleza cinemato-
gunta no es una cuestión sencilla. Hace gráfica. Esto solo puede ser expresado en una película
tiempo el novelista japonés Shiga Nao- y debe ser plasmado en una película para que esta sea
ya presentó en una revista literaria un ensayo escrito un trabajo conmovedor.
por su nieto como una de las piezas más importantes Cuando está muy bien expresado, mientras uno ve
de su tiempo. Se titulaba «Mi perro» y decía así: «Mi la película experimenta una particular emoción pro-
perro se asemeja a un oso; también se asemeja a un funda. Creo que es esta cualidad la que hace que la
tejón; también se asemeja a una zorra...» Y procedía gente venga y vea una película y la esperanza de obte-
a enumerar las características especiales del perro, ner esta cualidad es la que inspira al cineasta, en pri-
comparando cada una con otro animal, desarrollando mer lugar, a hacer su película. En otras palabras, creo
una lista completa del reino animal. Aunque el ensayo que la esencia del cine descansa en la belleza cinema-
cerraba con: «Pero como él es un perro, a lo que más se tográfica.
asemeja es a un perro». Desde que empiezo a considerar un proyecto ci-
Recuerdo que me reí a carcajadas cuando leí este nematográfico, siempre tengo en mente un número
ensayo, pero tiene un punto serio. El cine se aseme- de ideas que serán el tipo de cosas que me gustaría
ja a muchas otras artes. Si el cine tiene características filmar. De entre estas de pronto una germinará y em-
muy literarias, también tiene cualidades teatrales, un pezará a crecer; esta será la que escoja y desarrolle.
lado filosófico, atributos de la pintura y escultura, y Nunca he tomado un proyecto que me ha ofrecido al-
elementos musicales. Pero el cine es, en un análisis fi- gún productor o alguna compañía de producción. Mis
nal, el cine. películas emergen de mi propio deseo de decir algo

dosier 107
particular en un momento particular. La raíz de cual- teramente al Noh y gana algo con esto, eso emergerá
quier proyecto cinematográfico es, para mí, la necesi- naturalmente en sus filmes. El Noh es verdaderamente
dad interna de expresar algo. Lo que nutre esta raíz y la una forma única de arte que no existe en ningún otro
hace convertirse en árbol es el guion. Lo que hace que el lado del mundo. Creo que el Kabuki, que lo imita, es
árbol dé flores y frutos es la dirección. una flor estéril; pero en un guion, creo que la estruc-
El papel del director de cine comprende el manejo tura sinfónica es la más fácil de entender para la gente
de los actores, la fotografía, la grabación del sonido, la de hoy.
dirección artística, la música, la edición, la regrabación Para escribir guiones, primero hay que estudiar
y mezcla de sonido. Aunque estas pueden ser pensadas las grandes novelas y dramas del mundo. Y se debe
como independientes, yo no las veo como indepen- considerar por qué son grandiosos. De dónde viene la
dientes, las veo fundirse en la cabeza del director. emoción que uno siente cuando las lee. Qué grado de
Un director de cine tiene que convencer a un gran pasión hubo de tener el autor, qué nivel de meticulo-
número de personas para que lo sigan y trabajen con sidad tuvo que dominar para retratar a los personajes
él. Aunque ciertamente no soy un militar, si se compa- y situaciones como lo hizo. Usted debe leer esas obras
ra la unidad de producción con un ejército, el guion es constantemente, al punto que pueda comprender todo
una bandera de batalla y el director es el comandante esto. Usted también debe ver las grandes películas.
en la línea del frente. Desde el momento en que la pro- Debe leer los grandes guiones y estudiar las teorías del
ducción comienza hasta que termina, no se puede pre- cine de los grandes directores. Si su meta es convertir-
decir lo que va a suceder. El director debe ser capaz de se en director de cine, usted debe dominar la escritura
poder responder a cualquier situación y debe tener la cinematográfica.
habilidad del liderazgo para hacer que toda la unidad He olvidado quién dijo «creación es memoria».
esté de acuerdo y siga todas sus soluciones. Mis propias experiencias y las varias cosas que he leído
Aunque la continuidad de una película está toda que quedan en mi memoria se convierten en la base a
trabajada previamente, pueden suceder cosas sin avi- partir de la cual creo algo nuevo. No lo podría hacer
so que produzcan un efecto inesperado. Cuando estas de la nada. Por esta razón, desde el tiempo en que era
pueden ser incorporadas en la película sin molestar el joven he tenido siempre un cuaderno a la mano cuan-
balance, el todo se vuelve mucho más interesante. Este do leo un libro. Escribo mis reacciones y lo que parti-
proceso es similar al de la olla calentada en el horno. cularmente me mueve. Tengo montones y montones
Cenizas y otras partículas pueden caer sobre la masa de estos cuadernos y cuando voy a escribir un guion,
derretida, mientras se calienta, y provocar imprede- esto es lo que leo. En algún momento me ayudan. Has-
cibles pero bellos resultados. De una manera similar, ta para simples líneas de diálogo, he tomado sugeren-
efectos no planeados pero interesantes aparecen en el cias de estos cuadernos. Lo que quiero decir es: «No
curso de la dirección de una película, así que los llamo lea libros mientras esté echado en la cama».
«cambios del horno». Empecé a escribir guiones con otras dos personas
Con un buen guion un buen director puede produ- hacia 1940. Hasta ese momento escribía solo y me di
cir una obra maestra; con el mismo guion un director cuenta de que no tenía dificultades. Pero al escribir
mediocre puede hacer una película pasable. Pero con solo surge un problema: que la interpretación de otro
un guion malo ni siquiera un buen director puede ha- ser humano sufra de uniteralidad. Si se escribe con
cer una película buena. Para una expresión cinemato- otras dos personas acerca de un ser humano, al menos
gráfica verdadera, la cámara y el micrófono deben de usted obtiene tres puntos de vista diferentes sobre él
estar capacitados para atravesar por fuego y agua. Esto y puede discutir aquellos en que está en desacuerdo.
es lo que realmente hace una película. El guion debe También el director tiene la tendencia natural de tra-
ser algo que debe tener la fuerza para lograr esto. tar al héroe y a la trama en el molde que más fácil le
Una buena estructura para un guion es la de la sin- resulte a él de dirigir. Escribiendo con otras dos perso-
fonía, con sus tres a cuatro movimientos y diferentes nas también se puede evitar este peligro.
tempos. O uno puede usar la forma del Noh con su Algo en que se debe tener particular atención es
estructura en tres partes: jo (introducción), ha (des- el hecho de que en los grandes guiones existen muy
trucción) y kyu (abreviación). Si usted se dedica en- pocos pasajes explicativos. Agregar explicaciones a los

108 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


pasajes descriptivos de un guion es la mayor trampa ra». Pero cuando sabe dónde está la cámara, el actor
en que uno puede caer. Es fácil explicar el estado psi- invariablemente, sin saberlo, se mueve de un tercio a
cológico de un personaje en un momento particular, la mitad en esa dirección. Con múltiples cámaras en
pero es muy difícil explicarlo a través de los delicados movimiento, al menos, el actor no tiene tiempo de
matices de la acción y el diálogo. Aunque no imposi- averiguar cuál lo está filmando.
ble. Gran parte de esto se aprende a través del estudio Durante la filmación de una escena, el ojo del di-
de las grandes obras de teatro, y creo que de los refri- rector tiene que captar hasta el más mínimo detalle.
tos de las novelas de detectives que pueden ser tam- Esto no significa echar feroces miradas al set. Cuan-
bién muy instructivas. do las cámaras están filmando, raramente veo direc-
Empiezo los ensayos en el vestidor de los actores. tamente a los actores, enfoco mi mirada hacia otro
Primero les hago decir sus líneas y gradualmente pro- lado. Haciendo esto, siento inmediatamente cuando
cedo a los movimientos. Pero esto se hace con el ves- algo no está bien. Observar algo no significa poner
tuario y el maquillaje desde el principio; luego lo repe- tu mirada fija sobre eso, sino estar consciente de eso
timos todo en el set; la complejidad de estos ensayos de una manera natural. Creo que era eso lo que que-
hace que el tiempo de filmación en sí sea muy corto. ría decir el dramaturgo medieval y teórico del Noh
No solo ensayamos con los actores, sino también con Zeami cuando decía: «Observando con la mirada
todas las partes de la escena, los movimientos de cá- apartada».
mara, la iluminación, todo. Mucha gente decide seguir el movimiento de los
Lo peor que un actor puede hacer es mostrar su actores con un lente zoom. Aunque la manera más na-
conciencia de la cámara. Cuando un actor escucha la tural de acercarse a un actor con la cámara es moverla
palabra «acción» se pondrá tenso, alterará sus puntos a la misma velocidad que él se mueve. Mucha gente
de observación y se presentará muy forzado. La con- espera que el actor se detenga y luego procede a hacer
ciencia de sí mismo se ve claramente en el ojo de la cá- el zoom in hacia él. Creo que esto está muy mal. La
mara. Siempre digo: «Solo habla con el actor opuesto. cámara debe seguir al actor mientras se mueve y se
Esto no es como en teatro, donde tienes que decir tus debe detener cuando este se detiene. Si esta regla no se
líneas al auditorio. No hay necesidad de ver la cáma- sigue la gente se volverá consciente de la cámara.
Los siete samuráis (1954).

dosier 109
Mucho se habla del hecho de que yo uso más de el bien de la exactitud. Eso nunca aparecerá en la cá-
una cámara cuando filmo una escena. Esto empezó mara. Y aunque yo no lo pida, mi equipo lo hace por
cuando estaba haciendo Los siete samuráis [1954], mí de todas maneras. El primer director japonés que
porque era imposible predecir qué sucedería en la pidió autenticidad en los sets y la utilería fue Mizo-
escena donde los bandidos atacan al pueblo mendi- guchi Kenji y los sets en sus películas son realmente
go durante una fuerte tormenta. Si lo hubiera filma- asombrosos. Aprendí mucho del oficio cinematográ-
do con el tradicional método de toma por toma, no fico de él. Construir los escenarios está entre las co-
existiría garantía de que alguna pudiera ser repetida sas más importantes. La calidad de los sets influye
de la misma manera dos veces. Así que usé tres cá- en la calidad del trabajo de los actores. Si el plan de
maras rodando simultáneamente. El resultado fue en una casa y el diseño de las habitaciones están hechos
extremo efectivo. Por eso decidí explotar esta técnica correctamente, los actores podrán moverse con na-
plenamente, también en dramas con menos acción, y turalidad. Si le tengo que decir a un actor: «No pien-
luego lo usé en Kimona no kiroku (Si los pájaros vivie- ses acerca de esta habitación en relación con el resto
ran [1955]). Cuando hice los Los bajos fondos [1957] de la casa», esa calma natural no podrá ser alcanza-
estaba enteramente usando el método de una toma da. Por esta razón, tengo los sets hechos exactamente
por escena. como en la realidad. Restringe los planos, pero au-
Trabajar con tres cámaras simultáneamente no es menta la sensación de autenticidad.
tan fácil como puede parecer. Es sumamente difícil Desde el momento en que empiezo a dirigir una
determinar cómo moverlas. Por ejemplo, si una esce- película, estoy pensando no solo en la música, sino
na tiene tres actores en ella, los tres están hablando y también en los efectos especiales. Antes de que la cá-
moviéndose libre y de forma natural. Desde enseñar mara empiece a rodar, además de todas las otras co-
cómo las cámaras A, B y C se mueven para cubrir la sas a considerar, decido qué tipo de sonido deseo. En
acción, hasta la completa continuidad del cuadro, es in- algunas de mis películas como en Los siete samurais y
suficiente. Ni el operador de cámara estándar entiende Yojimbo [1961], he usado un tema musical diferente
un diagrama de los movimientos de cámara. Creo que para cada personaje o grupo de personajes.
en Japón los únicos fotógrafos que pueden son Nakai He cambiado mi pensamiento acerca del acom-
Asakazu y Saito Takao. Las tres posiciones de cámara pañamiento musical desde que Hayasaka Fumio
serán completamente diferentes al principio y al final empezó a trabajar conmigo como compositor de
de cada plano, porque entre ambos momentos ocurren la música de mis películas. Hasta ese momento la
varias transformaciones. Como sistema general, pongo música de cine era nada más que acompañamien-
la cámara A en las posiciones más ortodoxas, la cáma- to: para una escena triste era siempre música triste.
ra B para rápidos movimientos decisivos y la cámara C Esta es la forma en que la mayoría de la gente usa
como un tipo de unidad guerrillera. la música, y no es efectivo. Pero desde El ángel ebrio
La tarea de los técnicos de iluminación es ex- [1948] hasta hoy, he usado música suave para algu-
tremadamente creativa. Un iluminador en realidad nas escenas tristes claves y mi manera de usar mú-
bueno tiene su propio plan que, por supuesto, tiene sica ha diferido de la norma. No la pongo donde la
que discutir con el fotógrafo y el director. Pero si no mayoría de la gente lo hace. Trabajando con Haya-
pone en marcha su propio concepto, su trabajo se saka, empecé a pensar en términos de contraponer
convierte nada más que en iluminar todo el cuadro. el sonido y la imagen como opuesto a la unión del
Creo, por ejemplo, que el método actual de ilumi- sonido con la imagen.
nación para película de color está equivocado. Con El requisito más importante para editar es obje-
tal de obtener los colores, se llena todo el cuadro tividad. No importa cuánta dificultad se tuvo en ob-
con luz. Siempre he dicho que la iluminación debe tener un plano particular. El público nunca lo sabrá.
ser tratada como si fuera película en blanco y negro. Si no es interesante, simplemente no es interesante.
Aunque los colores sean fuertes o no, para que las Uno puede haber estado lleno de entusiasmo duran-
sombras salgan bien. te la filmación de un plano en particular, pero si ese
A veces se me acusa de ser muy minucioso con los entusiasmo no se ve en la pantalla uno debe ser lo
sets y la utilería, de mandar a hacer cosas, solo por suficientemente objetivo para cortarlo.

110 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Yojimbo (1961).
Editar es en verdad un trabajo interesante. Cuan-
do llegan los rushes (las tomas del laboratorio) rara-
mente se los enseño a mi equipo tal como vienen. En
cambio, voy al cuarto de edición cuando la filmación
del día ha terminado y con el editor paso como tres
horas editando los rushes. Solo después los muestro a
mi equipo. Es necesario enseñarles el material editado
por el bien de despertar su interés. Algunas veces no
entienden lo que están filmando o por qué tienen que
pasar diez días para obtener un determinado plano.
Cuando ven el material con los resultados de su tra-
bajo eso los hace recuperar el entusiasmo. Y editando
mientras trabajo, solo tengo que afinar para completar
cuando la filmación ha terminado.
Siempre se me pregunta por qué no trasmito a la
gente joven lo que he logrado a través de los años.
Realmente me gustaría mucho hacerlo. El noventa y
nueve por ciento de los que han trabajado como asis-
tentes míos se han convertido en directores por dere-
cho propio. Pero no creo que ninguno se haya tomado
la molestia de aprender las cosas más importantes.

Revista Cine Cubano, no. 105, pp. 25 -31.

1
Traducidas por Elía Nahmías, estas notas fueron publicadas por
la compañía Toho Ltd. en el año 1975 como consejo a la gente
joven que considerara hacer una carrera cinematográfica.

Akira Kurosawa (Shinagawa, 1910 - Setagaya, 1998). Uno


de los más célebres directores de cine de Japón. Comenzó
su carrera con La leyenda del gran Judo (1943), dirigió
más de treinta películas, entre ellas algunas tan conocidas
como Los siete samuráis (1954). En 1990 recibió un Óscar
honorífico por su trayectoria.

dosier 111
as
Pic1923s o
N
o puedo comprender la importancia que se da a la pa-
labra investigación en relación con la pintura moder-
na. A mi modo de ver, buscar no quiere decir nada en
pintura. Lo importante es encontrar. A nadie le interesa seguir
a un hombre que, con la mirada puesta en el suelo, se pasa la
vida buscando la cartera que la suerte puede ponerle en su ca-
mino. El que encuentre algo, sea lo que fuere, aun sin buscarlo,
despierta al menos nuestra curiosidad sino nuestra admiración.
Entre los varios pecados de que me acusan ninguno tan falso
como el de que mi objetivo fundamental de trabajo sea el espí-
ritu de investigación. Mi objeto al pintar es mostrar lo que he
encontrado, no lo que estoy buscando. En el arte no basta con
intenciones y, como decimos en español: obras son amores y no
buenas razones. Lo que cuenta es lo que se hace y no lo que se
tenía la intención de hacer.

112 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Todos sabemos que el arte no es la verdad. Es una
mentira que nos hace ver la verdad, al menos aquella
que nos es dado comprender. El artista debe saber el
modo de convencer a los demás de la verdad de sus
mentiras. Si en su trabajo solo muestra que ha busca-
do y rebuscado el modo de que le creyeran sus menti-
ras, nunca conseguiría nada.
Con frecuencia la preocupación de investigar ha
hecho que se extraviara la pintura, y que el artista se
perdiera en elucubraciones mentales. Quizás sea este
el defecto principal del arte moderno. El espíritu de
investigación ha envenenado a los que no compren-
dieron bien todos los elementos positivos y decisivos
del arte moderno y les hizo tratar de pintar lo invisible
y, por consiguiente, lo que no se puede pintar.
Hablan de naturalismo en oposición a la pintura
moderna. Me gustaría saber si alguien ha visto jamás
una obra de arte natural. La naturaleza y el arte, por
ser cosas diferentes, nunca podrán ser lo mismo. Con
el arte expresamos nuestro concepto de lo que no es la
naturaleza.
Velázquez nos legó su impresión de las gentes de
su época. Eran, sin duda alguna, diferentes de como
las pintó, pero no podemos concebir a Felipe IV de
ningún otro modo que como lo pintó Velázquez. Ru-
bens hizo también un retrato del mismo rey y en el
cuadro de Rubens parece alguien totalmente distinto.
Creemos en el de Velázquez porque nos convence con
su fuerza superior.
Desde los primeros pintores, los primitivos, cuyas
obras difieren de un modo evidente de la naturaleza,
hasta artistas como David, Ingres y el mismo Bougue-
reau, que creían pintar la naturaleza tal y como es, el
arte ha sido siempre arte y no naturaleza. Y desde el
punto de vista del arte no hay formas concretas y abs-
tractas: solo hay formas que son mentiras más o menos
convincentes. Es indiscutible que tales mentiras son
necesarias para nuestra mente, pues a través de ellas
formamos nuestro punto de vista estético de la vida.
El cubismo no es diferente de las demás escuelas de
pintura. Los mismos principios y los mismos elemen-
tos son comunes a todas ellas. No significa nada el he-
cho de que durante largo tiempo haya sido incompren-
dido el cubismo ni que hasta hoy haya quien no vea
nada en él. Yo no leo inglés; un libro inglés es para mí
un libro en blanco, pero esto no significa que el idioma
inglés no exista, y ¿a quién puedo culpar sino a mí mis-
mo por no comprender algo de lo que nada entiendo?

dosier 113
También oigo a menudo la palabra evolución. Con Si de los temas que he querido expresar han suge-
frecuencia me piden que explique la evolución de mi rido maneras diferentes de expresión no he dudado
pintura. Para mí no hay en el arte ni pasado ni futuro. nunca en adoptarlas. Nunca he hecho pruebas ni ex-
Si una obra de arte no puede vivir siempre en el pre- perimentos, siempre que he tenido algo que decir lo
sente no se la debe tomar en consideración. El arte de he dicho del modo en que yo sentía más ajustado. Mo-
los griegos, el de los egipcios, el de los grandes pinto- tivos diferentes exigen diferentes métodos de expre-
res que vivieron en otros tiempos, no es arte del pasa- sión. Esto no significa ni evolución ni progreso, sino
do, quizás esté hoy más vivo que en ninguna otra épo- una adaptación de la idea que se quiere expresar y de
ca. El arte no evoluciona por sí mismo; cambian las los medios de expresión.
ideas y con ellas su forma de expresión. Cuando oigo No existen artes de transición. Hay en la histo-
hablar de la evolución de un artista, me parece que le ria cronológica del arte periodos más positivos, más
consideran como si estuviera entre dos espejos para- completos que otros. Esto quiere decir que hay épocas
lelos que reproducen su imagen un número infinito en las cuales hay mejores artistas que en otras. Si se
de veces, y que contemplan las imágenes sucesivas de pudiera representar gráficamente la historia del arte
uno de los espejos como si fueran su pasado, y las de como en una tabla de las que usan las enfermeras para
otro espejo como su futuro, mientras que a su imagen anotar los cambios de temperatura del enfermo, se ve-
real la ven como su presente, sin pensar que todas ellas ría el mismo perfil montañoso, prueba de que en el
son la misma imagen en diferentes planos. arte no hay progreso ascendente, sino alzas y bajas que
pueden ocurrir en cualquier momento. Lo mismo su-
cede con la obra del artista individual.
Muchos piensan que el cubismo es un arte de tran-
sición, un experimento que traerá resultados poste-
riores, los que así lo creen no lo han comprendido. El
cubismo no es semilla ni feto, sino un arte que trata
fundamentalmente de las formas; y cuando se crea
una forma, esta adquiere vida propia. Una sustancia
mineral con forma geométrica, no toma esa forma
con fines transitorios, sino que continuará siendo lo
que es y conservará su propia forma. Si aplicáramos al
arte las leyes de la evolución y el transformismo ten-
dríamos que reconocer que todo arte es transitorio. El
arte, por el contrario, no entra en estos absolutismos
filosóficos. Si el cubismo es un arte de transición estoy
convencido de que lo único que saldrá de él será otra
Variación no significa evolución. Si un artista varía forma de cubismo.
su forma de expresión solo quiere decir que ha cam- Para darle una interpretación más sencilla se ha re-
biado su modo de pensar y este cambio puede haber lacionado el cubismo con las matemáticas, la trigono-
sido para mejorar o para empeorar. metría, la química, el psicoanálisis, la música y otras
Las diversas maneras que he utilizado en mi arte tantas cosas. Todo ello ha sido pura literatura, por no
no se deben considerar como evolución o como esca- decir sandeces, que trajo malos resultados y oscureció
lones hacia un ideal desconocido de la pintura. Todo con teorías la visión de las gentes.
lo que he hecho en mi vida ha sido para el presente, y El cubismo se ha mantenido dentro de los límites
con la esperanza de que siempre continúe en el pre- y limitaciones de la pintura, sin que jamás pretendiera
sente. Nunca he pensado en el espíritu de investiga- llegar más lejos. En el cubismo se practica el dibujo, la
ción. Cuando he encontrado algo que expresar lo he composición y el color con el mismo espíritu y en la
hecho sin pensar en el pasado o en el futuro. No creo misma manera con que los comprenden y practican
haber utilizado elementos fundamentales distintos en las demás escuelas. Puede que nuestros temas sean di-
mis diferentes modos de pintar. ferentes, pues hemos introducido en la pintura objetos

114 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


y formas enteramente ignorados. Hemos abierto los puesto en un cuadro, trato de romperlos insertan-
ojos y la mente a lo que nos rodea. do entre ellos un color que cree un efecto diferente.
Damos a la forma y al color todo su significado in- Cuando se fotografía la obra, noto que ha desapa-
dividual, en tanto como podemos; tenemos en nues- recido lo que puse para corregir mi primera vi-
tros temas la alegría del descubrimiento, el gozo de lo sión y que, a final de cuentas, la imagen fotográfica
inesperado; nuestro tema es, en sí mismo, una fuen- corresponde a la visión que tuve antes de la transfor-
te de interés. Pero, ¿para qué decir lo que hacemos si mación que me empeñé en hacer.
para enterarse basta con querer verlo? Un cuadro no se proyecta ni decide de antemano.
Al hacerse, va cambiando a la par que nuestras ideas.
(Declaraciones hechas a Mario de Zayas publicadas en The Y cuando se termina sigue cambiando según el estado
Arts, 1923. Traducción del inglés de M. Jiménez. Cortesía de de ánimo del que lo mire. Un cuadro tiene vida como
la Sociedad de Arte Moderno de México, D. F.). cualquier criatura y sufre cambios que, día a día, nos
impone la vida. Esto es natural, pues el cuadro solo
Picasso 1935 vive a través de la persona que lo mira.
Puede que cuando esté pintando piense en el color
Se puede aplicar a los artistas el chiste de que no hay blanco y lo ponga en el cuadro, pero no puedo trabajar
nada más peligroso que las armas en manos de genera- todo el tiempo pensando en el blanco y pintándolo. Los
les. De igual modo, nada más peligroso que la justicia colores, como las facciones, siguen los cambios de emo-
en manos de los jueces y que un pincel en las manos ciones. Tú has visto el boceto que hice para un cuadro,
de un pintor. ¡Imaginemos el peligro para la sociedad! en el que indicaba todos los colores. ¿Qué tanto queda
Pero en la actualidad nos falta valor para expulsar de de ellos? El blanco y el verde en los cuales pensé están
la sociedad a los pintores y a los poetas, porque nos en el cuadro, pero no están ni en los lugares que pensé
negamos a reconocer que exista algún peligro en te- ni en las mismas cantidades. Claro que se pueden pintar
nerlos entre nosotros. cuadros ajustando sus diferentes partes, de modo que
Es mi desgracia –y probablemente mi placer– usar vayan bien unas con otras, pero les faltará dramatismo.
las cosas según el mandato de mis pasiones. ¡Qué tris- Quisiera llegar al estado en que nadie pueda saber
te suerte la del pintor que, enamorado de las rubias, no cómo hice un cuadro. ¿Para qué? Sencillamente por-
las puede meter en un cuadro porque no va bien con que no quiero que mis cuadros produzcan más que
una cesta de fruta! ¡Qué triste suerte la de un pintor emoción.
que odie las manzanas y tenga que pintarlas todo el El trabajo es una necesidad para el hombre.
tiempo porque van muy bien con el tapiz! Yo meto en Los caballos no se enganchan por su propia
mis cuadros todo lo que se me antoja. ¿Que no van voluntad.
unas cosas contra otras? Peor para ellas; no tienen más El hombre inventó el despertador.
remedio que aguantarse. Siempre que comienzo un cuadro siento que hay
Anteriormente los cuadros progresaban por etapas alguien que trabaja conmigo. Hacia el final tengo la
hacia su terminación. Cada día añadía algo nuevo. Un impresión de que he trabajado solo, sin colaborador.
cuadro era un conjunto de adiciones. En mi caso, la Cuando se comienza un cuadro se suelen hacer
pintura es un conjunto de destrucciones. Hago un cua- descubrimientos bonitos. Hay que guardarse de ellos.
dro y lo destruyo. A fin de cuentas no se pierde nada: ¡Destruirlos, repetirlos varias veces! Cada vez que des-
el rojo que quité de un lugar aparece en cualquier otro. truye un descubrimiento hermoso, el artista no lo su-
Sería muy interesante conservar fotográficamente, prime en realidad, sino que lo transforma, lo condensa,
no las etapas, sino las metamorfosis de un cuadro. Qui- lo hace más sustancial. Lo que al final se obtiene es el re-
zás se pudiera descubrir de este modo el sendero que sultado de los descubrimientos abandonados. De otro
recorre el cerebro al dar forma material a un sueño. modo corre uno el peligro de convertirse en su propio
Pero hay algo muy extraño –los cuadros no su- conocedor y perito. ¡Yo no me vendo nada a mí mismo!
fren cambios fundamentales–, la primera «visión» Se trabaja en realidad con muy pocos colores, pero
continúa casi intacta, a pesar de las apariencias. A parecen muchos más cuando cada uno está en el lugar
veces reflexiono sobre un claro y un oscuro que he debido.

dosier 115
El arte abstracto no es más que pintura. ¿Dónde Trato a la pintura igual que a las cosas. Pinto una
queda el drama? ventana del mismo modo que miro por ella. Si una
No existe un arte abstracto. Hay que comenzar ventana abierta no queda bien en un cuadro, corro la
siempre con algo y después se pueden quitar todas las cortina y la cierro, igual que haría en mi propio cuar-
huellas de realidad. Entonces ya no hay peligro, porque to. En pintura, como en la vida, hay que actuar de un
la idea del objeto habrá dejado una marca indeleble. Es modo directo. Claro es que la pintura tiene ciertas
lo que incitó al artista, estimuló sus ideas y despertó sus convenciones y es indispensable tenerlas presentes.
emociones. A fin de cuentas, ideas y emociones que- No hay más remedio. Como tampoco debe perderse
darán apresadas en su obra. Por mucho que hagan no de vista la vida real.
podrán escaparse del cuadro, del que forman parte in- El artista es un receptáculo de emociones que vie-
tegral, aun cuando su presencia ya no pueda ser obser- nen de todas partes: del cielo, de la tierra, de un pedazo
vada. El hombre, quiéralo o no, es el instrumento de la de papel, de una forma que pasa o de una telaraña. Por
naturaleza que le imprime su aspecto y sus característi- eso no debemos establecer diferencias entre las cosas,
cas. En mis cuadros de Dinard y de Pourville expresaba pues entre ellas no hay diferencias de clase. Debemos
una visión muy parecida a esta. Uno, sin embargo, se da sacar lo que nos conviene de donde lo encontremos,
cuenta de qué distinto es el ambiente de los pintados en menos de nuestras propias obras. Tengo un verdadero
Bretaña a los pintados en Normandía, porque reconoce horror a copiarme a mí mismo. Pero cuando me mues-
la luz de los acantilados de Dieppe. Yo no copié esa luz tran un cartapacio de dibujos míos antiguos no tengo el
ni le hice especialmente caso, pero estaba empapado menor escrúpulo en sacar de ellos lo que me convenga.
en ella. Mis ojos la vieron, mi subconsciente la registró Cuando inventamos el cubismo no teníamos la
y mi mano fijó la impresión. No se puede ir contra la menor intención de hacerlo. No queríamos más que
naturaleza: ¡es más poderosa que el más fuerte de los expresar lo que teníamos dentro. Ninguno de noso-
hombres! ¡Nos conviene mucho llevarnos bien con ella! tros trazó un plan de campaña y nuestros amigos, los
Podemos permitirnos ciertas libertades, pero solo en poetas, siguieron nuestros esfuerzos con atención,
cuestión de detalles. pero sin dictarnos su voluntad. Los jóvenes pintores
Tampoco existe ningún arte «figurado» ni «no figu- de hoy se trazan con frecuencia un programa y se apli-
rado»: todo se nos aparece en forma de «figuras». Has- can a sus tareas como estudiantes diligentes.
ta las ideas metafísicas se expresan mediante «figuras» El pintor pasa por estados consecutivos de sacie-
simbólicas. Por tanto, es ridículo concebir la pintura sin dad y evacuación. He aquí todo el secreto del arte.
«figuración». Una persona, un objeto, un círculo, son Doy un paseo por el bosque de Fontainebleau, me
«figuras»; su efecto sobre nosotros puede ser más o me- entra una indigestión de «verde» y tengo que evacuar
nos intenso. Algunas están más cerca de nuestras sen- estas sensaciones en un cuadro. El verde lo domina.
saciones y producen emociones que mueven nuestras Los pintores pintan para descargarse de sentimientos
cuerdas afectivas, mientras que otras llegan de modo y visiones. El público toma la pintura para cubrir su
más directo a nuestra mente. Debo dar su lugar a todas desnudez. Agarra lo que puede y donde puede. No
ellas pues mi espíritu tiene tanta necesidad de emocio- creo que, a fin de cuentas, obtenga nada. No ha hecho
nes como mis sentidos. ¿Creen que me importe que un más que fabricarse un abrigo a la medida de su pro-
cuadro mío represente a dos personas? Aunque hubo pia ignorancia. Hace todo, desde Dios hasta un cua-
un momento en que esas dos personas existieron para dro, a su propia semejanza. Por eso las alcayatas son
mí, en la actualidad ya no existen. Mi «visión» de ellas la ruina de los cuadros –de cuadros que tengan algún
me produjo una emoción preliminar: y después, poco significado, tanto al menos como las personas que los
a poco, se borraron sus imágenes concretas; se con- pintaron–. En cuanto los compran y cuelgan en una
virtieron en una ficción y acabaron por desaparecer o, pared adquieren un sentido totalmente distinto y se
más bien, se transformaron en toda clase de problemas. arruinan los cuadros.
Como ven ya no son dos personas, sino una serie de El entrenamiento académico por la belleza es una
formas y colores: formas y colores que han adoptado, farsa. Nos han engañado, pero tan profundamente,
mientras tanto, la idea de las dos personas y mantienen que casi no podemos lograr ni un asomo de la ver-
la vibración de su vida. dad. Las bellezas del Partenón, de la Venus, ninfas y

116 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


narcisos son una serie de mentiras. El arte no consiste claro contra nosotros, están absortos en revivir el pa-
en aplicar un canon de belleza sino en lo que el ins- sado, cuando el mundo entero se abre ante nosotros
tinto y el cerebro sean capaces de concebir más allá y todo está por hacerse, no por rehacerse. ¿Por qué
de cualquier canon. Cuando nos enamoramos de agarrarse desesperadamente a todo lo que ya ha satis-
una mujer no empezamos a medir sus extremidades. fecho las esperanzas? Hay kilómetros de cuadros «al
Amamos con nuestros deseos, por más que al amor estilo de» pero es difícil encontrar un joven que traba-
mismo han tratado de aplicarle un canon. En realidad je en su propio estilo.
el Partenón no es más que un corral con un techo en- ¿Quiere creer que el hombre no puede repetirse?
cima; le añadieron columnas y esculturas porque dio Repetir es ir en contra de las leyes espirituales, es, en
la casualidad de que en Atenas había gente trabajando su esencia, escapismo.
y que quería encontrar un modo de expresión. En el No soy pesimista, no odio el arte porque no po-
artista lo importante no es lo que hace sino lo que es. dría vivir sin dedicarle todo mi tiempo. Lo amo como
Cézanne nunca me hubiera interesado lo más míni- única finalidad de mi vida. Todo lo que hago que se
mo si hubiera vivido y pensado como Jacques Emile relacione con él me produce una enorme satisfacción.
Blanche, ni aun cuando la manzana que pintó hubiera Pero no veo, sin embargo, por qué se ha de interesar
sido diez veces más bella. Lo que aviva nuestro interés todo el mundo en el arte, pedirle sus credenciales y
es la inquietud de Cézanne. Y en esto radica la lección dar, en este tema, rienda suelta a su estupidez. Los mu-
de Cézanne; el verdadero drama de Van Gogh son sus seos son una colección de mentiras y la mayoría de
angustias, lo demás es una farsa. los que se dedican al arte, unos impostores. No com-
Todo el mundo quiere comprender el arte. ¿Por prenden por qué los países revolucionarios tienen más
qué no tratan de comprender el canto de un pájaro? prejuicios artísticos que los países a la antigua. Hemos
¿Por qué amamos la noche, las flores y todo lo que nos añadido a los cuadros de los museos todas nuestras
rodea sin tratar de comprenderlo? Pero si se trata de estupideces, nuestras equivocaciones y pobreza de
un cuadro todos tienen que comprender. Lástima que espíritu, los hemos convertido en cosas miserables
no se den cuenta de que el artista trabaja por necesi- y ridículas. Nos hemos atado a una ficción en lugar
dad, de que él mismo no es más que una parte insig- de tratar de buscar la vida interior que hubiera en los
nificante del universo y que no se le debe dar mayor hombres que los pintaron. Debería haber una dicta-
importancia que a tantas otras cosas del mundo que dura absoluta... una dictadura de los pintores... una
nos gustan, aunque no podamos explicarlas. Los que dictadura de un pintor... para acabar con todos los que
tratan de explicar el significado de los cuadros están nos han traicionado, para acabar con todos los tram-
tomando el rábano por las hojas. posos y con las trampas, para acabar con los amanera-
Gertrude Stein me anunció alegremente el otro día mientos, para acabar con el encanto, para acabar con
que por fin había comprendido el sentido de mi cua- la historia y con otras muchas cosas. Pero el sentido
dro de los tres músicos. ¡Era una naturaleza muerta! común siempre se salva. ¡Hay que hacer sobre todo
¿Cómo se puede esperar que un espectador viva una revolución contra el sentido común! ¡El verdade-
un cuadro mío tal y como yo lo viví? Los cuadros ro dictador será siempre conquistado por la dictadura
me vienen a mí de muy lejos. ¿Cómo puede nadie del sentido común... pero a lo mejor no!
saber de qué distancia me vino, cómo lo vi y cómo
lo pinté? Ni yo mismo veo al día siguiente lo que he (Traducción del original francés, publicado en Cahiers d’Arts,
hecho. ¿Cómo puede nadie penetrar mis sueños, 1935, vol. x, no. 10, por M. Jiménez. Cortesía de la Sociedad de
mis instintos, mis deseos y mis pensamientos que Arte Moderno de México, D. F.).
han tardado mucho en madurar y en salir a la luz y,
Revista Cine Cubano, no. 143, pp. 53-57.
sobre todo, comprender lo que he tratado de hacer
quizás contra mi propia voluntad? Pablo R. Picasso (Málaga, 1881 - Mougins, 1973).
Con excepción de unos cuantos artistas que abren Importante artista de la vanguardia histórica de principios
nuevos horizontes a la pintura, los pintores jóvenes de del siglo xx. Su obra pictórica multiforme y compleja
hoy no saben hacia dónde dirigirse. En lugar de tomar muestra la diversidad de su genio. Su arte ha ejercido gran
nuestras investigaciones para reaccionar de un modo influjo sobre todas las corrientes estéticas contemporáneas.

dosier 117
LA
ESTÉTICA
DE LA
VIOLENCIA

GLAUBER ROCHA

E
vito la introducción informativa que se ha hombre civilizado comprende verdaderamente la mi-
hecho característica en las discusiones sobre serable grandeza del latinoamericano.
América Latina; prefiero definir el problema de Fundamentalmente, la situación del arte en Brasil
las relaciones entre nuestra cultura y la cultura civili- puede sintetizarse de este modo: hasta ahora, una falsa
zada en términos menos limitativos que los que em- interpretación de la realidad ha provocado una serie
plea en su análisis el observador europeo. En realidad, de equívocos que no se han limitado al campo artís-
mientras América Latina llora desconsoladamente so- tico, sino que han contaminado sobre todo el campo
bre sus desgarradoras miserias, el observador extran- político.
jero no las percibe como un hecho trágico, sino como El observador europeo se interesa por los proble-
un elemento formal del campo de su encuesta. En los mas de la creación artística del mundo subdesarrolla-
dos casos, este carácter superficial es fruto de una ilu- do en la medida en que estos satisfacen su nostalgia
sión que se deriva de la pasión por la verdad (uno de por el primitivismo; pero ese primitivismo se presenta
los más extraños mitos terminológicos que se hayan bajo una forma híbrida, es heredado del mundo civili-
infiltrado en la retórica latina), cuya función es para zado, y mal comprendido, puesto que ha sido impues-
nosotros de redención, mientras que para el extranje- to por el condicionamiento colonialista. América La-
ro no tiene más significación que la simple curiosidad, tina es una colonia; la diferencia entre el colonialismo
a nuestro entender, nada más que un simple ejercicio de ayer y el de hoy reside solamente en las formas más
dialéctico. De ese modo, ni el latinoamericano comu- refinadas de los colonizadores actuales. Y, mientras
nica su verdadera miseria al hombre civilizado, ni el

118 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


tanto, otros colonizadores tratan de susti-
tuirlos con formas todavía más sutiles y pa-
ternalistas.
El problema internacional de América
Latina no es más que una cuestión de cam-
bio de colonizador; por consiguiente, nues-
tra liberación está siempre en función de
una nueva dominación.
El condicionamiento económico nos ha
llevado al raquitismo filosófico, a la impo-
tencia, a veces consciente, a veces no: lo que
engendra, en el primer caso, la esterilidad, y
en el segundo, la histeria. De ello se deriva
que nuestro equilibrio, en perspectiva, no
puede surgir de un sistema orgánico, sino
más bien de un esfuerzo titánico, autodes-
tructor, para superar esa impotencia. Solo
en el apogeo de la colonización nos damos
cuenta de nuestra frustración. Si en este mo- El comportamiento normal de un hambriento es la violen-
mento, el colonizador nos comprende, no cia, pero la violencia de un hambriento no es por primitivismo;
es a causa de la claridad de nuestro diálogo, la estética de la violencia, antes de ser primitiva, es revolucio-
sino a causa del sentido de lo humano que naria, es el momento en que el colonizador se da cuenta de la
posee eventualmente. Una vez más, el pa- existencia del colonizado.
ternalismo es el medio utilizado para com- A pesar de todo, esta violencia no está impregnada de odio
prender un lenguaje de lágrimas y de dolores sino de amor, incluso se trata de un amor brutal como la violen-
mudos. cia misma, porque no es un amor de complacencia o de contem-
Por eso, el hambre del latinoamericano plación, sino amor de acción, de transformación.
no es solamente un síntoma alarmante de la Ya se han superado los tiempos, en que el Nuevo Cine ne-
pobreza social; es la ausencia de su sociedad. cesitaba explicarse para poder existir; el Nuevo Cine necesita
De ese modo, podemos definir nuestra cul- hacerse un proceso a sí mismo para darse a comprender mejor,
tura como una cultura de hambre. Ahí re- por lo menos en la medida en que nuestra realidad puede ser
side la trágica originalidad del Nuevo Cine comprendida, a la luz de un pensamiento que el hambre no de-
con relación al cine mundial: nuestra origi- bilite o haga delirante.
nalidad es nuestra hambre, que es también Por lo tanto, el Nuevo Cine no puede sino desarrollarse en
nuestra mayor miseria, resentida pero no las fronteras del proceso económico-cultural del continente.
comprendida. Por eso, en sus verdaderos comienzos, no tiene contactos con el
Sin embargo, nosotros la comprendemos, cine mundial, salvo en lo concerniente a sus aspectos técnicos,
sabemos que su eliminación no depende de industriales y artísticos.
programas técnicamente elaborados, sino Nuestro cine es un cine que se pone en acción en un ambien-
de una cultura de hambre que, al minar las te político de hambre, y que padece por lo tanto de las debilida-
estructuras, las supera cualitativamente. Y des propias de su existencia particular.
la más auténtica manifestación cultural del
hambre es la violencia. La mendicidad, tra- Revista Cine Cubano, no. 42-43-44, pp. 57-58.
dición surgida de la piedad redentora y co-
lonialista, ha sido la causa del estancamien-
to social, de la mistificación política y de la Glauber Rocha (Bahía, 1938 - Río de Janeiro, 1981). Importante
mentira fanfarrona. director de cine brasileño, actor y guionista, conocido sobre todo por
su película Dios y el diablo en la tierra del Sol (1964).

dosier 119
MICHAEL CHANAN

El cine
latinoamericano:
del subdesarrollo al posmodernismo

A
lo largo de los últimos quince años o más,
el cine latinoamericano ha experimentado
un cambio. Se han atenuado considera-
blemente el sentido de urgencia política que llevó
a la pantalla en los años sesenta y el carácter ico-
noclasta de su lenguaje visual y narrativo. Hoy día
parece menos provocador y más diverso, al incluir
numerosos ejemplos de tipos de géneros que, hace
poco, muchos cineastas latinoamericanos menos-
preciaban fuertemente. Muchos han interpretado
este cambio como un reflejo del paso al posmoder-
nismo que asociamos con la globalización. Si acep-
tamos esa interpretación, lo que me pregunto yo es
si en el Norte se trata del mismo posmodernismo
nuestro.
Me propongo acercarme a estas interrogantes
primero desde el punto de vista del cineasta que
forma parte de esta historia. Hace cuarenta años,
después de decenios de producción comercial de
bajo nivel, el cine latinoamericano conoció un re-
nacimiento asombroso, como movimiento de cine
de vanguardia con objetivos tanto políticos como
estéticos. Este movimiento –que se autodefinió
como «el Nuevo Cine Latinoamericano»– incor-
poraba un análisis de sus propias condiciones de
producción en términos de la teoría del subdesa-
rrollo. Se consideraba el subdesarrollo como una
condición de opresión debida a la explotación
económica continua impuesta por un largo pe-
riodo desde la metrópoli a los países periféricos
del imperio. Mediante condiciones de intercam-
bio comercial desiguales, el proceso deforma la
economía, la sociedad, el Estado y la cultura. Se
promete constantemente la modernización, pero
nunca se cumple la promesa totalmente, sugirien-

120 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


do que el país subdesarrollado no puede alcanzar el nivel La película de Sorín ejemplifica la situación del cine
de desarrollo de la metrópoli. El deseo de crear un cine hoy día en América Latina, donde una serie de indus-
en dichas circunstancias es idéntico a la lucha por librar- trias cinematográficas nacionales de tamaños media-
se de este dominio debilitante para que se hagan realidad no, pequeño o, en unos casos, minúsculo, todas asedia-
los sueños de uno. Se debe combatir al imperialismo des- das por endebleces estructurales, mercados pequeños,
de todos los frentes, incluso desde el propio cine, el cual, están condenadas a la marginalización por distribui-
por lo tanto, necesita un lenguaje nuevo para dar testi- dores globales criados con los valores de Hollywood.
monio de la verdad. Si el cine lograra eso, contribuiría de De hecho, resultan marginalizadas doblemente: en sus
manera poderosa a la lucha por la liberación. propios mercados, dominados por los productos de
Ahora, si comparamos las condiciones económicas Hollywood, y aún más en el extranjero, por la misma
de los sesenta con las de hoy, desde el punto de vista del razón. Si se consideran todos los factores que se han
individuo productor de películas, se puede decir que, a mencionado tradicionalmente para explicar el ascen-
grandes rasgos, son similares. so de Hollywood, sobre todo, su populismo exitoso y
El modo de producción cinematográfica se basa en la eficacia de su sistema de estudios, entonces, desde
una tecnología compleja, e implica un proceso laboral esta perspectiva, forma parte integral del subdesarro-
igualmente complejo. Por lo tanto, con frecuencia, ha- llo. Es evidente que el subdesarrollo fue un factor de-
cer una película –un proyecto en el que a menudo par- cisivo en la historia del cine latinoamericano desde el
ticipan cientos de personas– es, en el mejor de los casos, principio. En Brasil, por ejemplo, según Emilio Salles
una especie de caos organizado: nos referimos aquí a Gomes, el cine se arraiga aproximadamente un dece-
una labor estética, que no se conforma fácilmente con nio después de su introducción, lo cual se debe, afirma,
las cuantificaciones del trabajo deseadas por la direc- al subdesarrollo de la red eléctrica. En Río de Janeiro,
ción –lo cual explica por qué, aun en las condiciones de en cuanto la electricidad empezó a producirse de for-
producción más avanzadas, es frecuente que terminar ma industrial, las salas de exposiciones proliferaron y
una película tome más tiempo de lo previsto, o que las la producción cinematográfica pronto alcanzó la cifra
películas excedan su presupuesto–. Además, el proceso de cien películas al año.1 Y, claro, el vínculo estrecho
entero requiere el apoyo de una infraestructura sólida, entre el imperialismo económico y cultural surgió en
que solo se puede dar por sentada en las economías Cien años de soledad cuando el cine llega al pueblo de
muy desarrolladas de las metrópolis. Eso significa que Macondo en los mismos trenes que también traen la
en muchas partes de América Latina, en particular en compañía frutera United Fruit Company.
las regiones fuera del alcance fácil del capital local, el Si durante los primeros años del cine en América
mero hecho de lograr rodar una película es un pequeño Latina, el público procedía de la clase más acomodada
milagro. Nada de eso ha cambiado en los últimos cua- en las capitales, pronto incluyó las clases populares ur-
renta años. banas y, como en todas partes, rompió el mecanismo
Tomemos La película del rey (1986), de Carlos Sorín, normal mediante el cual los nuevos medios de comu-
un ejemplo maravilloso de bathos: en apariencia trata nicación suelen entrar en el mercado: desde arriba,
de un visionario francés del siglo xix, quien, apoyado para luego filtrarse hacia abajo –el teléfono es el ejem-
por varias tribus indígenas, se convierte en el Rey de plo clásico de este fenómeno–. El cine alcanzó rápi-
Patagonia, pero, en realidad relata los intentos deses- damente las clases populares no solo porque su con-
perados de un joven cineasta para hacer un drama de sumo era colectivo y barato, sino también porque fue
disfraces mientras lucha contra un lugar de filmación difundido por una tecnología nueva mediante la cual
inhóspito, la deserción de sus actores y la falta de di- producir copias para luego distribuirlas representaba
nero. Una especie de reconstrucción documental de la un gasto marginal, de modo que se podía explotar un
realidad cotidiana de los cineastas en Argentina, revela mercado en expansión por muy poco dinero. La velo-
porqué el género épico no está muy desarrollado en el cidad por la cual el cine se difundió en el extranjero
cine latinoamericano, a la vez que ofrece una alegoría también se explica por el hecho de que estas copias
del subdesarrollo. La mayor ironía es que, a pesar de ha- se podían transportar con mucha facilidad, especial-
ber ganado un premio en el Festival de Cine de Venecia, mente en un periodo de ferrocarriles y buques a va-
la película no recuperó todos los gastos. por, cuando, además, la lengua hablada por los actores

dosier 121
no constituía un obstáculo. Todos estos factores con- En 1926, ante un público en la Escuela de Admi-
virtieron el cine, en aquel periodo, en una comodidad nistración de Empresas de Harvard, una figura pro-
única tanto desde el punto de vista económico, como minente en la industria cinematográfica preguntó:
cultural. Resultó que la demanda creció tan rápida- «¿Cómo podemos reducir la resistencia a las ventas
mente por todo el globo, que ningún país logró satis- en aquellos países que quieren fortalecer su propia in-
facerla recurriendo solo a su propia producción. De dustria?»3 En América Latina, donde había poca resis-
modo que, desde el principio, el cine fue un comercio tencia, el mercadeo dinámico de Hollywood minaba
internacional, que pronto se transformó en el prototi- las oportunidades de los productores locales con los
po de una industria de cultura transnacional, incluso bajos precios del alquiler, incluso para las películas
en la etapa en que su producción apenas superaba el de primera; la práctica de vender los derechos en blo-
modo artesanal. que, que incluía una mayoría de películas de menor
La primera ventaja de Hollywood cuando empe- calidad; los precios deprimidos que, por consiguiente,
zó su dominio en el segundo decenio del siglo xx fue los dueños de salas de cine estaban dispuestos a pagar
el control que ejercía sobre el mercado nacional más por las películas locales, etc. De modo general, poco
grande del mundo en aquel periodo; la expansión en ha cambiado desde aquel entonces, porque el subde-
el extranjero se logró al usar esta ventaja allí también, sarrollo, como el capital, se reproduce (y un desarrollo
dado que, en su casi totalidad, las ganancias en el ex- desigual produce más desarrollo desigual).
tranjero representaban beneficios de plusvalía. Como Mientras Hollywood se expandía por todo el glo-
observó Thomas Guback, «las películas tienden a ser bo, las industrias cinematográficas locales en los paí-
una comodidad sumamente exportable; las copias ses del Tercer Mundo lograban arraigarse solo cuan-
exportadas no afectan la demanda nacional ni los do el mercado nacional era suficientemente amplio y
ingresos que resultan de las exposiciones en el país... a condición de que los presupuestos se mantuvieran
Podemos tener nuestro cine y los extranjeros también bajos. Dado que se trata de una ecuación difícil de
pueden disfrutar de él».2 conseguir, lo que hallamos en América Latina es una
La última siembra (Miguel Pereira, 1991). producción fílmica que, con frecuencia, ha sobrevi-
vido solo porque ya a partir de los años treinta, los
gobiernos se mostraron dispuestos a darle un trato
especial, al reconocer su poder social, o convencidos

122 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


de su prestigio cultural como insignia de una nación II
moderna, y por lo tanto estas adoptaron planes de
subsidio o de apoyo, a menudo poco sistemáticos y Ahora, el aspecto más notable del periodo cuando el
mal concebidos, reducciones impositivas, etc. A pe- Nuevo Cine Latinoamericano surgió fue la combina-
sar de sus limitaciones, dichas medidas sí ayudaban, ción de la aspiración artística y la motivación política.
como lo revela lo que ocurre cuando se eliminan, y Desde La Habana hasta Santiago de Chile, los nuevos
un buen ejemplo de esto es el colapso de la produc- cineastas de la época no veían ninguna contradicción
ción que sobrevino en Argentina y en Brasil en los entre el arte y la militancia. Al contrario, presentaron
años ochenta. el cine como sitio estratégico en la batalla por la hege-
La transformación de Hollywood de ciudad natal monía en una guerra en la cual el trabajador cultural
de los grandes estudios en centro de la industria glo- era un soldado raso. Una dimensión esencial del Nuevo
bal del espectáculo, ha tenido poco impacto en esas Cine Latinoamericano es que siempre fue más un mo-
condiciones elementales en los países de la periferia, vimiento político que artístico en la medida en que no
cuyos resultados concretos me describió hace algu- llamaba a ninguna unidad estilística, ni siquiera a aque-
nos años otro director argentino, Eliseo Subiela, al lla tradicionalmente asociada a la definición e identi-
explicar los tres presupuestos en el sistema de pro- dad de movimientos artísticos en la historia cultural de
ducción de su país. El primer presupuesto es el oficial Europa y América del Norte. En términos estéticos, el
en moneda nacional; el segundo es el oficial en dóla- Nuevo Cine Latinoamericano era radicalmente plura-
res, para el coproductor extranjero (sin el cual casi no lista. Lo que sí pedía por todo el continente era el repu-
se hace ninguna película hoy día); pero el verdadero dio de los modelos de cine impuestos por la hegemonía
es el tercero, un presupuesto invisible con el que se de Hollywood –en otras palabras, invocaba un espíritu
arreglan los tratos financieros y se pagan los sobor- iconoclasta vanguardista, que se podía expresar de mu-
nos. Esta es una descripción de la realidad cotidiana chas maneras distintas–. Este llamamiento continental
del subdesarrollo. Como resultado –con el respeto también era, claro, uno de sus rasgos principales; ope-
debido a Salles Gomes–, al nivel local, la demanda raba dentro de las fronteras nacionales, pero imaginaba
estimulada por las exposiciones no se puede satisfa- una comunidad de naciones con el nombre de América
cer inmediatamente, porque la producción no puede Latina, con un destino común.
desarrollar su potencial. Debido a que, además, para Desde el punto de vista del imaginario estético,
compensar, los cineastas locales solo cuentan con un ese fue el momento en que el cine latinoamericano se
acceso a los mercados extranjeros muy limitado. Aún metió de cabeza en la modernidad y, en el proceso,
en América Latina, por todo el continente, hacer cine creó un discurso visual totalmente nuevo en el cual,
sigue siendo un área profesional con pocas garantías, un país tras otro, el continente entero, fue reconfigu-
donde uno suele tener dos empleos: uno de día, y rado y nuevamente concebido. Conviene subrayar, sin
otro de noche. Por lo tanto, es propenso a la autoex- embargo, que en este caso los vínculos entre lo eco-
plotación, dado que, por otra parte, lo abastece una nómico y lo estético ya no existen, y entramos en el
abundancia de talento, imaginación y determina- campo simbólico donde se transcienden los límites
ción, así como una historia que da orgullo e inspira, materiales en la expresión comunicativa de los len-
a pesar de sus altibajos. De hecho, según lo que hace guajes estéticos. Debemos proseguir con cautela. Por
unos diez años un representante sindical argentino una parte, toda la historia del cine es una prueba con-
le contó a un observador estadounidense receptivo: tundente de que el viejo concepto marxista era esen-
«Hacer cine no es una decisión económica en Amé- cialmente cierto: la base material tiene una influencia
rica Latina. Es una decisión política».4 En este caso determinante en la expresión artística (especialmente
también poco ha cambiado, ni siquiera con las nue- el cine, el cual es intensivo en capital y a la vez requie-
vas tendencias como la coproducción internacional, re mucha mano de obra). Por otra parte, cuando se
o las inversiones españolas en nuevos cines de tipo compara el gran adelanto estético en América Latina
multiplex. Es posible que estas tendencias ofrezcan con lo que ocurría en la misma época en Europa con
algunas oportunidades, pero ¿cómo pueden modifi- el New Wave cinema / cinéma Nouvelle Vague, en par-
car la situación básica si son a la vez sus síntomas? ticular en Francia, por ejemplo, no se puede decir que

dosier 123
etapa inicial, en líneas generales, la evolución estética
en culturas fílmicas diversas –tanto la metropolitana,
como las periféricas–, es semejante porque comparten
la misma historia dominante, aun cuando los detalles
del encuentro con dicha genealogía varían localmen-
te. Dicha historia, siguiendo a Jameson, pasa por los
realismos clásicos de Hollywood, las primeras for-
mulaciones modernistas de los grandes auteurs, y las
innovaciones modernistas tardías de los años sesenta
con sus secuelas. (Conviene aclarar que no nos referi-
mos aquí al gran público sino a los aficionados, entre
los cuales surgen los futuros cineastas). No debemos
La estrategia del caracol (Sergio Cabrera, 1993). dejar de mencionar ese momento de transición que
el cine latinoamericano estaba atrasado con respecto fue el neorrealismo italiano, ante el cual la corriente
a Europa, ni desde el punto de vista estético, ni en su dominante del cine occidental reaccionó más lenta-
desarrollo como arte o expresión comunicativa. mente que los nuevos cineastas del Tercer Mundo,
Fredric Jameson ha señalado cómo la historia del desde Brasil hasta India; se trataba de un realismo ra-
cine resume en un periodo más corto las etapas o mo- dical y modernista que ponía en evidencia las limita-
mentos de desarrollo cultural que corresponden a la ciones ideológicas del viejo realismo. En todo caso, las
evolución del capitalismo: el realismo dominante, en modernidades del Nuevo Cine Latinoamericano y de
la etapa del capitalismo nacional o local; la etapa de la Nouvelle Vague francesa resultaron estar en contra-
capitalismo monopolio («la etapa de imperialismo» punto, y con razón Jameson compara la teoría cubana
en la teoría de Lenin), que parece haber generado las del «cine imperfecto», formulada por Julio García Es-
varias modernidades; y la era multinacional, que ex- pinosa –uno de los fundadores del ICAIC–, con las
plica los desarrollos conocidos con el nombre de pos- prácticas contemporáneas de cineastas contestatarios
modernidad.5 Al pasar de sus comienzos artesanales a del Primer Mundo, como Godard. Ambas presentan
la empresa industrial controlada por capitales nacio- un reto a los códigos dominantes del realismo ge-
nales, el cine desarrolló el realismo clásico que domi- nérico y lo subvierten para producir un conjunto de
na prácticamente desde entonces (en gran parte por realidades figurativas distinto, en el cual, por lo me-
la hegemonía mundial de Hollywood). En los años nos hasta cierto punto, hay reconocimientos mutuos,
veinte aparecieron los primeros signos de moderni- como lo prueba la recepción entusiasta dada al cine
dad, especialmente en Europa. Con la introducción latinoamericano por las vanguardias europeas de la
del sonido, se produjo un atraso, pero resurgieron cultura fílmica.
después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embar- Para los latinoamericanos, cuya relación con el pú-
go, en los últimos veinticinco años del siglo xx fue- blico nacional era mucho más tenue, el reconocimien-
ron nuevamente subsumidos bajo la transformación to que encontraron en Europa como embajadores de
cultural vinculada con la globalización, por lo general las estéticas antiimperialistas los ayudó a aseverar su
conocida como el posmodernismo. Conviene otra vez sentido de identidad como vanguardia de una política
proseguir con cuidado, dado que desde sus inicios el cultural revolucionaria, sin eliminar la posibilidad de
cine fue transnacional, y que a partir de los años trein- que continuara sirviendo como un «otro» imaginario
ta, o sea antes de la posmodernidad, su alcance y su para los europeos. Desde la perspectiva metropolita-
ejercicio ya eran globales; por lo tanto, al hablar del na, descubrir que la periferia no permanece inmóvil
cine, el vínculo entre la globalización y la posmoder- causó una gran sorpresa; ya no era cierto pensar que
nidad es escurridizo. los que viven en una condición de privación colonial o
Ahora, aunque varias regiones de la periferia es- poscolonial estaban «atrasados» porque en dichas pe-
tán atrasadas en diverso grado por sus historias indi- lículas pasan a ser contemporáneos, en todos los sen-
viduales de subdesarrollo y, por otra parte, dado que tidos, de los que poseen lo que a ellos les falta (lo cual
la cultura fílmica es una fuerza globalizante desde su no les faltaría si aquellos no lo poseyeran).

124 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


III jeto social de la historia latinoamericana, y en su lugar,
presentaron al subalterno, tanto urbano como rural,
La modernidad no es solo un marco estético, también sino que también, con esta ruptura cuestionaron la
es cognitivo. Así, una de las contribuciones del Nue- primacía de los paradigmas figurativos eurocéntricos
vo Cine Latinoamericano de los años sesenta fue que y de Hollywood.6
desempeñó un papel crucial en alentar la reevaluación El Grupo añade que aun cuando estas obras abor-
teorética y académica de temas y cuestiones que nos daban problemas de género, raza y lenguaje, seguía
preocupan tanto hoy bajo el signo de la posmoderni- adhiriendo a una certeza epistemológica propia del
dad –cuestiones de identidad y memoria, de diferen- marxismo acerca de la naturaleza de los actores his-
cia y de sujeto, de hibridez cultural y de nación Estado tóricos, a la cual la Revolución cubana otorgaba un
poscolonial, etc.–, ya que fue la pantalla la que prime- prestigio nuevo. Es cierto, pero desde otra perspectiva
ro les dio visibilidad. Como el poeta Shakespeare, le podría ser malinterpretado. De hecho, el cine cubano
da forma a lo desconocido, lo modela, le proporciona fue ejemplar en un aspecto crucial: rechazó el mode-
a una nada etérea un nombre, y la ubica. O, si se usa el lo estalinista del realismo social, y asentó el principio
vocabulario teórico modernista (o posmodernista), el de la experimentación estética, conforme a la famosa
cine pasa a ser una fuente generadora de aproximacio- fórmula de 1961 de Fidel Castro: «Dentro de la Re-
nes a la realidad social vista mediante historias locales volución, todo, contra la Revolución, nada». El desti-
particulares, que solo se presenta como saber concep- no de dicha fórmula es otro asunto. Lo que conviene
tual cuando de manera plástica es traducida en la pan- subrayar aquí es que al ganar esa batalla estética en
talla a las disciplinas y a los discursos de conocimien- el ámbito político, el cine cubano de los años sesenta
tos formales (una descripción tendenciosa esta, por se convirtió para todos los demás en un modelo no
la primacía que parece otorgarle al saber conceptual sectario que fomentó el reconocimiento de la hetero-
sobre el conocimiento adquirido por la experiencia y geneidad, con implicaciones de gran alcance. Desde
el conocimiento estético de los cuales origina, lo que, el comienzo, dicha diversidad incluye la emergencia
en el peor de los casos, acaba por producir un cono- de nuevos géneros que los críticos identificarán más
cimiento teórico sin base en la experiencia). Ahora, tarde como modos característicos del discurso pos-
como se sabe, «lo visible» es una problemática de la moderno; en particular, porque el nuevo cine se de-
posmodernidad, una superficie resbaladiza de trans- rivaba del documental, del género testimonial y de la
parencia falsa, un simulacro, la trampa del imagina- fecundación cruzada del documental y la ficción, unas
rio. Sin embargo, hace algunos años la declaración tendencias que, en nombre de la empresa vanguardis-
fundacional del Grupo de Estudios Latinoamericanos ta, orientaban los parámetros de representación hacia
Subalternos con razón rindió homenaje a las películas la diversidad de las voces marginales y subalternas que
de Fernando Birri y la escuela de cine documental de las películas se proponen representar. Se produce en-
Santa Fe; al Cinema Novo brasileño; al ICAIC; y en tonces en los años sesenta y setenta un movimiento
Bolivia, a Jorge Sanjinés y el Grupo Ukamau, todos los doble: por una parte, aumenta el número de cineastas,
cuales no solo rompieron con la tradición de tomar la voces autorales individuales que usan formas de ex-
burguesía criolla como representante genérica del su- presión modernistas; por otra, aumenta la presencia
Amores perros (Alejandro González Iñárritu, 2000). de voces de otros individuos representados. El resul-
tado de este movimiento doble es la mayor presencia
de la heterogeneidad por debajo de la superficie del
subdesarrollo. Es como si la llegada de la modernidad
en América Latina produjera un efecto multiplicador.
Eso explica en parte por qué un observador lati-
noamericano como José Joaquín Brunner habla de la
heterogeneidad cultural en América Latina como una
especie de posmodernidad avant la lettre, ya presen-
te en la modernidad, o por qué Fernando Calderón
cree que los años sesenta (a los cuales llamó «los años

dosier 125
cultura del periodo colonial era aquella del conquista-
dor, trasladado del centro a la colonia, y la fundación de
repúblicas independientes señaló el inicio de la etapa
cosmopolita; entonces se rompió con el control cultural
inigualado de la potencia colonial original, y se asimi-
laron simultáneamente elementos de varias culturas ex-
tranjeras. (Eso nos ayuda a recordar que la mayor parte
de América Latina es poscolonial desde hace casi dos
siglos). Pero una cultura nacional solo surge cuando se
logra plenamente la independencia política por la auto-
determinación económica, y es por eso que el tercer pe-
riodo de Mariátegui resulta ser un ideal utópico ante la
La estrategia del caracol (Sergio Cabrera, 1993). dinámica del subdesarrollo y la emergencia de la indus-
de esquizofrenia trágica y lúcida») dieron origen a tria cultural transnacional. Pero, claro, es precisamente
impulsos no solo modernistas, sino también posmo- dicho utopismo el que pasó a ser la fuerza impulsora en
dernistas.7 Carlos Rincón va más allá: hablando de las Cuba en los años sesenta, y pronto contagió al resto de
obras de García Márquez, Cortázar, Fuentes y otros, América Latina.
sugiere que no solo fueron rápidamente incorporados
al canon del posmodernismo literario, sino que repre- IV
sentan un elemento constitutivo de la condición pos-
moderna, por la fuerza de su alteridad, su conexión Ya se prefiguraban deslices entre la modernidad y la
descentrada y descentralizante con la metrópoli.8 Es- posmodernidad en las primeras teorizaciones que el
tas perspectivas plantean cuestiones críticas sobre las propio movimiento produjo acerca de lo que era. Las
relaciones culturales implícitas en la teoría del subde- polémicas de los años sesenta como «Por un cine im-
sarrollo, por lo menos con respecto a lo que se retrata perfecto» de Julio García Espinosa y «Hacia un tercer
convencionalmente como un camino que siempre lle- cine» de Solanas y Getino son mucho más que sim-
va del centro a la periferia, la cual por lo tanto siempre ples manifiestos de cineastas, son análisis detallados
permanece un paso atrás. Es como si ahora, al tratar de cuestiones de praxis cultural, que a la vez proponen
de ponerse al nivel del centro, la periferia aun se ade- nuevas geografías culturales. La intención del primer
lantara a sí misma en un esfuerzo para entender lo que ensayo era prevenir contra la perfección técnica que
está pasando. entonces, unos diez años después, empezaba a estar al
Por otra parte, según Néstor García Canclini, re- alcance de los cineastas cubanos. García Espinosa sos-
sulta completamente erróneo medir la modernidad tenía que cualquier intento de igualar la «perfección»
latinoamericana con lo que él llama las «imágenes op- del cine comercial de la metrópoli estaba equivocado
timizadas» de los países en el centro, en parte, porque y contradecía los esfuerzos implícitos de un cine re-
no se trata de un proceso de correspondencia directa, volucionario, porque la superficie maravillosamente
mecánica, entre la base material y las representaciones controlada del cine comercial era una manera de con-
simbólicas, y en parte también por lo inadecuado de los vertir al público en consumidor pasivo al adormecer
principios concebidos en las metrópolis para evaluar las su sentido crítico. Jameson llama a eso una estética
realidades locales latinoamericanas.9 Mariátegui ya nos alegórica en la cual la perfección técnica connota el
advirtió del problema a fines de los años veinte en una capitalismo avanzado, y la «imperfección» correspon-
crítica notable por ser un marxista latinoamericano de de al subdesarrollo, no como consecuencia de la ne-
la periodización marxista ortodoxa del arte, según la cesidad, sino como un «voto de pobreza», renunciar
historia de la lucha de clases en Europa –los períodos voluntariamente a una estética suntuaria en señal de
feudal, burgués y proletario– arguyendo que la histo- solidaridad con el Tercer Mundo. El rechazo del cine
ria latinoamericana seguía unas pautas distintas, con el como espectáculo lo compartían plenamente Solanas
periodo colonial seguido por la etapa cosmopolita, y la y Getino, quienes, por su parte, al pedir un nuevo cine
llegada del periodo nacional solo después de esta.10 La de liberación, invocan explícitamente el modelo de la

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doctrina de los tres mundos enunciada por los comu- milación indiscriminada de los productos de la cul-
nistas chinos en la Conferencia de Bandung, en 1955. tura dominante, a la fase indigenista, o del recuerdo,
Sin embargo, desde la perspectiva de los argenti- marcada por la nostalgia hacia un pasado legendario o
nos, el Primer Cine y el Segundo Cine no correspon- folclórico, hasta la aparición de una tercera fase, com-
den al Primero y Segundo mundos sino que constitu- bativa esta, ya que su objetivo es la descolonización
yen una geografía virtual propia. El Primer Cine es el cultural, política y económica.12 Conviene subrayar
modelo impuesto por la industria fílmica estadouni- que Gabriel comenta acerca de las simplificaciones de
dense, el cine de Hollywood, en cualquier lugar en que esos esquemas al insistir en que las fases que propo-
se encuentre, Los Ángeles, Bombay o Buenos Aires. El nen no siguen una simple progresión lineal, sino que
Segundo Cine lo identifican con el realismo psicoló- surgen para plantearse como alternativas. De hecho,
gico del cine de auteurs y las películas artísticas, tam- hay muchas películas que no encajan bien en las divi-
poco exclusivamente un fenómeno europeo, ya que siones de ese modelo conceptual y combinan rasgos
existe en lugares como Buenos Aires. Políticamente de varios modos de tratamiento, y suelen ser las más
reformista, es, sin embargo, incapaz de lograr cambios interesantes, una evaluación con la cual concuerdo to-
profundos, y es particularmente impotente frente al talmente.
tipo de represión desatada por las fuerzas neofascistas
como el ejército latinoamericano. La única alternativa,
afirmaban, es el Tercer Cine, películas que «el sistema
no puede asimilar porque están ajenas a sus necesida-
des», y que, de hecho, «se proponen luchar contra el
sistema de manera directa y explícita». El cine militan-
te y la práctica fílmica guerrillera son modelos privi-
legiados de dicho cine. Asimismo, este tipo de cine es
posible en cualquier parte –y dan ejemplos de Estados
Unidos, Italia, Gran Bretaña, y Japón– pero su «fuerza
motriz se halla en los países del Tercer Mundo».11 Se
opone tanto al Primero como al Segundo Cine, por
La frontera (Ricardo Larraín, 1991).
su política y su estética, porque representa un esfuer-
zo colectivo que evita tanto la división industrial del Hay cierta afinidad entre el interés de Gabriel por
trabajo en el equipo de rodaje, como la visión privi- los intersticios entre las categorías y la idea de hibri-
legiada del auteur individual, con el fin de expresar la dez cultural en la obra de Néstor García Canclini –la
visión del subalterno. mezcla de géneros más allá de las fronteras estéticas
Sin dudar, en muchos sentidos, dicho esquema y territoriales, la expansión de géneros impuros, la
es demasiado simple, y ulteriormente ambos autores ruptura y renovación de la representación y del dis-
introdujeron revisiones y matizaron algunos puntos, curso simbólicos por la interacción constante entre lo
en especial, para ampliar la esfera del Tercer Cine, de local, lo nacional y lo transnacional– que ha llegado
modo que incluyera un amplio abanico de películas a ocupar un lugar preponderante en la posmoderni-
de estilos y formatos diferentes con tal de que se preo- dad, pero que, según García Canclini, es inherente
cuparan todavía por dar voz a la alteridad (una acti- a la condición latinoamericana. La cultura latinoa-
tud hacia la urgencia social del llamamiento estético mericana, como la ve García Canclini, es moldeada
compartida plenamente por cineastas como Glauber por las contradicciones entre tradiciones culturales
Rocha y Jorge Sanjinés). Lo importante aquí es que la con formas de racionalidad distintas (lo indígeno, el
idea de Tercer Cine incluía una reconfiguración del hispanismo colonial católico, el liberalismo moder-
mapa mundial para producir un concepto poscolo- nizante) que, por su desarrollo desigual, producen
nial complejo de la pantalla como espacio figurati- varias temporalidades históricas que coexisten en un
vo. Como lo demostró Teshome H. Gabriel, esta idea mismo presente (Jameson interpreta el realismo má-
corresponde a la dinámica que Franz Fanon descubrió gico de esta manera) y cuyo resultado ha sido generar
en el proceso de descolonización, que pasa de la asi- formaciones híbridas en todos los estratos sociales.

dosier 127
pero al principio eso es así en todas partes. Dicha fase
se caracteriza por la asimilación de los productos de la
metrópoli, y los primeros ejemplos de cine criollo, entre
los cuales figuran el cangaçeiro brasileño y la película
gauchesca argentina; durante aquel periodo, en México
se sigue otro curso, dado que se está filmando la Revo-
lución –la mayor parte de dicho material se ha perdido
y así ha dejado un hueco importante en la historia del
cine–. La Revolución mexicana sirvió de escuela cine-
matográfica –la Primera Guerra Mundial desempeñará
la misma función en Europa–, y el historiador de cine
El jardín del Edén (María Novaro, 1994).
mexicano Aurelio de los Reyes13 opina que la destre-
za de los cineastas mexicanos para estructurar una
La religión y la cultura populares son asimismo for- narrativa documental superaba aquella mostrada por
maciones híbridas, en las cuales unos discursos sim- los estadounidenses. (Por otra parte, en aquella etapa
bólicos de orígenes diversos –precolombino, europeo no existía nada equivalente a la vanguardia de los años
y africano– se mezclan en varias combinaciones en veinte en Europa o la Unión Soviética...)
una fusión sincrética. Y, claro, eso explica la riqueza y La segunda fase, la cual sigue a la introducción del
variedad de músicas populares o «folclóricas», como sonido, se caracteriza por una dependencia creciente
las llaman algunos, por todo el continente, tanto en el del modelo de Hollywood, la sumisión a sus valores,
Norte como en el Sur. Pero entonces, a pesar de ser un conceptos y prácticas –el triunfo del Primer Cine–.
medio completamente nuevo, importado a América Sin embargo, no se dio tanto la imitación directa de
Latina desde la metrópoli, el cine desempeña un papel los géneros de Hollywood, como la elaboración de
crucial en este proceso, precisamente porque cruza las nuevas variantes apropiadas para las realidades nacio-
fronteras entre clases y entre culturas, reconfigurando nales en cuestión, diseñadas para explotar el capital
fundamentalmente tanto las sensibilidades culturales cultural local, especialmente la música, la comedia y
populares como las cultas en el siglo xx, lo cual ofre- el paisaje: como en el caso de la chanchada brasileña,
ce una manera de volver a leer la historia del cine en o la ranchera mexicana, que crearon un espacio para
América Latina, tanto antes como después de la fase dichas industrias jóvenes. Pero la ventaja solo era par-
del Nuevo Cine Latinoamericano. cial y pronto este tipo de variantes se vio amenazado
desde el centro por unos productores que ya operaban
V transnacionalmente. Las películas clásicas de tango,
de Carlos Gardel, no se filmaron en Buenos Aires, sino
Si se representan de forma gráfica estos esquemas, la en París y Nueva York. Aquí vemos el cine operando
historia del cine y las distintas versiones de las etapas ya en los años treinta en una forma que solo más tarde
de evolución cultural, se pueden destacar no tres, sino figurará debajo de la categoría de globalización.
cuatro fases en la historia del cine latinoamericano: El cine local es totalmente cooptado en el sistema
•  Primera fase: como en todas las otras partes, el local, lo que significa que, por su dependencia de capi-
periodo del cine mudo. tales extranjeros, tiene que hacer un pacto con el con-
• Segunda fase: la emergencia de las industrias ci- servadurismo. Por lo tanto, en el caso del cine mexi-
nematográficas comerciales a partir de los años treinta cano, Carlos Monsiváis se refiere a la conquista de la
en los tres países más grandes. credibilidad con un público crédulo, que se adquiere
• Tercera fase: la emergencia del Nuevo Cine Lati- idealizando la vida provinciana y el mundo rural, y
noamericano a partir de fines de los años cincuenta. con la demonización y la consagración del ambiente
•  Cuarta fase: el principio de la crisis del Nuevo urbano, la exaltación del machismo, la transforma-
Cine Latinoamericano en los años ochenta. ción de defectos sociales en virtudes, etc. También
En la primera fase, la del cine mudo, la producción considera que el cine desempeñó un papel importan-
local es completamente marginal. También es artesanal, te en la unificación de la moralidad pública, bajo los

128 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


ojos de la censura ejercida por el Estado, la Iglesia y los personajes y del contenido; pero pronto se radica-
los representantes oficiales de la familia. Pero a su vez, liza, como para recuperar el tiempo perdido, y atiende
elaboró imágenes de la comunidad que, a pesar de ser no solo a la representación de la realidad social, sino
falsas, resultan eficaces y duraderas, como son el cine al propio lenguaje cinematográfico. El movimiento se
del pobre, la cultura de los barrios, el machismo. caracteriza por una serie de líneas-tendencias-impul-
Salles Gomes describe algo similar. La chanchada sos paralelos que se entrecruzan de varias maneras:
brasileña tomó como modelo parcial los musicales películas de combate, de denuncia, de investigación
estadounidenses, pero con raíces en el teatro cómico sobre asuntos sociales, de recuperación histórica y un
brasileño y el carnaval, sobre el cual el crítico brasileño nuevo cine indígena. En todos los países de la región
escribe que, mientras que el universo construido por hay testimonio social en una gran variedad de obras
las películas norteamericanas era remoto y abstracto, documentales. Lo que se describe en estos términos no
los fragmentos que se burlaban de Brasil en dichas pe- son categorías herméticas ni exactamente géneros, sino
lículas por lo menos describían un mundo vivido por más bien intenciones, modos de aproximaciones tanto
los espectadores. El cine de Hollywood provocó una al tema, como al público.
identificación superficial con el comportamiento y las Bajo condiciones favorables, el nuevo cine llega a
modas de una cultura de ocupación; en cambio, el en- un público muy numeroso, especialmente en Cuba,
tusiasmo popular por los pícaros, bribones y holgaza- por motivos que he examinado en otro trabajo. Pero
nes de la chanchada sugirió la polémica de la fuerza eso es cierto también, por ejemplo, en Chile antes del
ocupada contra la fuerza de ocupación.14 derrocamiento de Allende, o en películas específicas
Mientras ocurría eso en el cine, en otros campos de como Yawar Mallku ­[Jorge Sanjinés, 1969], en Boli-
cultura más tradicionales –en particular la literatura via, o en el circuito de los cineclubes en Brasil, el cual
y la pintura– florecía una modernidad latinoamerica- a principios de los años ochenta abarcaba quinientos
na auténtica. Incluía, en la tendencia conocida con el locales públicos. Estos ejemplos apuntan a un factor
nombre de «indigenismo» presente en varios países en crítico: se trataba de un cine que prosperaba en los
la vanguardia de los años veinte y treinta, el pasaje a márgenes del mercado, y más allá de sus confines, un
la etapa de recuerdo de Fanon. Hay un eco de aquella cine para el cual el voluntarismo cultural era más im-
vanguardia en figuras aisladas como Humberto Mau- portante que la viabilidad comercial; un cine que podía
ro en Brasil, o en la calidad artística individual del ci- establecer un contacto directo con la comunidad. Eso
neasta mexicano Gabriel Figueroa. se aplica tanto a Cuba –empujada a las márgenes del
Si la mitad del siglo trae un cambio hacia una forma mercado internacional por el bloqueo estadounidense,
más vinculada al cine de auteurs, del tipo que Solanas y y por consiguiente, libre de desarrollar un cine sobre
Getino llamaron el Segundo Cine, cuando los produc- una base cultural antes que comercial–, como a países
tores locales tratan de atraer a más espectadores de cla- tales como Argentina, Bolivia y Brasil, que recurrieron
se media, lo que ocurre a fines de los años cincuenta y a formas alternativas de distribución. La diversidad del
en los años sesenta es un cambio que, por una parte, pa- público que así se alcanzó se refleja en las películas cu-
rece llegar al cine desde afuera, como respuesta a impe- El jardín del Edén.
rativos políticos, y por otra, se asemeja a una explosión
de frustraciones contenidas hasta entonces. En otras
palabras, es el inicio repentino de la etapa combativa
de Fanon, una irrupción de la imaginación utópica que
coincide con el imperativo político de la tercera fase
que planteaba Mariátegui: la lucha por una verdadera
cultura nacional, reforzada por la victoria de la Revo-
lución cubana. Este cine, que lucha conscientemente
por alcanzar la descolonización, empieza por adoptar el
modelo del neorrealismo, lo cual produce una ruptura
con los géneros establecidos, más que nada en términos
de la ubicación social de los temas, del argumento, de

dosier 129
yos estilos toman direcciones muy variadas en diálogo vestigios culturales de sus antepasados africanos. Por lo
con las historias locales particulares. En Argentina la tanto, ¿en qué consiste una nación?
combatividad de La hora de los hornos [Fernando Pino Fanon mantuvo que se puede colonizar el pasado de
Solanas y Octavio Getino, 1968] se dirige a la resisten- una nación así como su territorio, y eso es precisamente
cia urbana, un público urbano en la clandestinidad. En lo que el Nuevo Cine destacó (y sigue destacando).
Sanjinés, responde al discurso subalterno del indígena
andino. En Brasil el movimiento de cineclubes atrae VI
una intelectualidad urbana joven, y el Cinema Novo se
transforma en el Udigrundi (cine de subcultura). En los ochenta, cuando dicho movimiento experi-
Lo que estos casos comparten es primero su acti- mentó una crisis cada vez más profunda –crisis tanto
tud desafiante que surge de las condiciones políticas de confianza como de identidad– contribuyeron a ella
en que tenían que operar: bajo una dictadura mili- varios factores que, aunque en forma desigual, se ob-
tar de la derecha (las más extremas de estas, como en servaron por toda la región; entre estos figuraban: una
Chile, acabaron con todas las formas de cine, como si crisis de producción, un público menos numeroso y
todas tuvieran igual propensión a fomentar la oposi- un cambio radical en el clima político.
ción). En segundo lugar, comparten una insistencia en La crisis económica afectó las industrias principa-
narrativas alternativas y lógicas figurativas distintas que les de Argentina y Brasil, ya que el Estado adoptó me-
quiebran la unidad imaginaria de la sociedad basada didas de austeridad y retiró hasta sus formas míseras
en las normas hegemónicas de la burguesía criolla. En de apoyo. En Argentina la producción cayó de mane-
nombre de una verdadera aspiración cultural nacional, ra espectacular de cuarenta y seis películas en 1982, a
es un cine que desbarata el concepto de nación como cuatro en 1989. En Brasil ese mismo año había caído
comunidad imaginaria, al darle imagen y voz al ele- a veinte películas, de cerca de cien unos pocos años
mento marginal y subalterno que hasta entonces solo antes. En México, fue diferente: la producción alcanzó
había recibido una representación de las más irriso- la cifra sin precedentes de ciento veintiocho películas
rias, y había sido excluido sistemáticamente de la es- en 1989, pero la mayoría de ellas, dice Patricia Aufder-
fera pública. Según comenta Brunner: «En situaciones heide, «eran películas sentimentales baratas y pelícu-
de heterogeneidad cultural importante, se cuestiona la las de acción para el mercado hispano de los Estados
noción misma de colectividad nacional».15 De hecho, Unidos».17 En México, la crisis de la producción ven-
ese es también uno de los temas principales del Nuevo drá más tarde, cuando con el ingreso del país al Tra-
Cine Latinoamericano, de Glauber Rocha en adelante, tado de Libre Comercio, las películas estadounidenses
e indica que el cine constituye inevitablemente un sitio inundaran el mercado interno y la producción «se irá
de contestación ideológica sobre las definiciones de na- a pique incapaz de competir con un influjo masivo de
ción, Estado, pueblo y país. Como observó Gerald Mac- películas gringas que los distribuidores pueden conse-
donald en un ensayo sobre el cine del Tercer Mundo, guir a bajo precio», como nota Alex Cox en un artícu-
mientras que la región principal evocada en el discurso lo publicado hace pocos años.18
fílmico es la nación Estado, la nación Estado es un mar- Aufderheide afirma que la culpa por la pérdida del
co de referencia limitado e inadecuado para este fin.16 público de cine la tienen en parte las nuevas tecnologías,
Eso se aplica particularmente a América Latina, donde en particular el video casero. De hecho, hubo un cambio
en todas las naciones, el cine parece exacerbar una ten- doble en la relación entre público y películas. Primero,
sión entre distintas etnicidades, tensión que toma varias ocurrió la pérdida del público que solía acudir al cine
formas, de acuerdo con las historias locales particula- debido a la popularidad creciente de la televisión que
res. Dichas etnicidades son principalmente el criollo, como medio de comunicación de masas superó al cine
quien estableció la nación como entidad política y creó en términos numéricos tanto en América Latina, como
e impuso su sistema imaginario de codificación; el in- en el resto del mundo. A pesar de una línea divisoria cada
dígena precolombino, miembro de grupos lingüísticos vez más marcada entre ricos y pobres, la televisión se di-
cuyos límites no coinciden con las fronteras nacionales; fundió incluso en barrios muy pobres. Hay poblaciones
y los exesclavos quienes, en su mayoría, comparten el alrededor de capitales, como en Lima, que no tienen
idioma del criollo, pero conservan (e incluso trasmiten) servicios sanitarios, pero cuyos habitantes disfrutan de

130 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


caces, este fue un proceso supervisado desde Washing-
ton en el cual las contrarrevoluciones neofascistas de
los años sesenta fueron remplazadas por la normaliza-
ción de sus políticas de derecha, so capa de una demo-
cratización –como lo ejemplificó la carrera del exdic-
tador de Bolivia, el general y después presidente Hugo
Un lugar en el mundo (Adolfo Aristaraín, 1992).
Banzer–. En resumen, las dictaduras han aparecido
la televisión al hacer una derivación de la red eléctrica. y desaparecido, y a pesar de unos signos contrarios
En Brasil, TV Globo se convirtió en un agente ideológi- aquí y allá, han dejado a algunos gobiernos orienta-
co importante al demostrar la capacidad de la televisión dos hacia las doctrinas neoliberales del mercado libre,
para recrear la comunidad imaginaria de la nación a su que solo exacerban el desarrollo desi-gual y el subde-
imagen. Luego hubo la transformación, por el video, de sarrollo. Una deuda externa agobiante ha pasado a ser
la televisión en un nuevo medio de distribución –y por un factor permanente; el daño ecológico ha alcanzado
consiguiente de consumo– de las películas. Pero ningu- proporciones de crisis; los medios de comunicación y
na de estas novedades disminuyó la demanda de pelícu- de diversión han sido transformados por la expansión
las por sí misma. Al contrario, en América Latina, otra espectacular de la informática, en una nueva fase de
vez como en el resto del mundo, la televisión y el video desarrollo desigual. Ya en 1991, La última siembra,
han ampliado el mercado por la recapitalización del cine una película argentina por Miguel Pereira, trazaba la
mediante una tecnología nueva, así el cine demuestra su aparición de esos zarcillos en la zona rural del interior
poder para mantenerse en la cumbre del prestigio cultu- donde, después de haber estudiado en Estados Unidos,
ral entre todos sus públicos principales –popular o joven el hijo de un hacendado envejecido regresa a la finca
aficionado, o el propio mundo de los medios de comu- con el fin de modernizarla e introducir las técnicas más
nicación–, a pesar de una competencia más intensa con recientes. El proceso empieza cuando ata una antena a
formas rivales de diversión. la aguja de la iglesia, para vincular sus medios de co-
Pero quizás el elemento más crítico e ineludible de municación –teléfono, fax y computadora– a los de su
la crisis, para un cine fundado en una concepción po- ansiado socio en Estados Unidos. Al final, dichos cam-
lítica de sí mismo, fue la transformación del espacio bios significan el paso de la vieja forma económica de
político en el cual operaba por la democratización de imperialismo –de lo que Eric Hobsbawm llama «el si-
los años ochenta. Según los comentaristas más perspi- glo veinte abreviado», que concluyó con el colapso de la

dosier 131
Unión Soviética en 1991–, a la globalización sin trabas dades anticuadas –García Espinosa, el defensor del cine
de una economía capitalista transnacional después del imperfecto, estaba en el centro de los eventos, transfor-
fin de la Guerra Fría. Sin duda, ha llegado el periodo de mando el ICAIC, del cual era entonces el presidente–.
la posmodernidad. Si habían perdido su relación con el público, afirmaba,
Como en las otras regiones, los primeros efectos necesitaban un lenguaje nuevo. Pero otros veían la si-
de la posmodernidad siembran la confusión, y la ne- tuación en términos más absolutos.
cesidad urgente de reexaminar la situación pasó a ser Reproduciendo el comentario sin rodeos del ci-
el tema del seminario en el Festival de Cine de La Ha- neasta venezolano Carlos Rebolledo: «Por motivos
bana en 1987, el cual, mientras tanto, se había con- estéticos, morales e históricos, no podemos seguir
vertido en la reunión anual más importante del movi- engañándonos con un cine alternativo, esporádico y
miento. Según el relato muy útil que nos dejó Aufder- desigualmente nacional. O bien entramos de una vez
heide, un hilo principal del debate fue la pérdida de para siempre en el mundo del Espectáculo, o bien nos
relación con el público.19 El impacto de la televisión y quedamos atrás estancados en una farsa trivial».22
de la democracia en una política cultural nutrida por El crítico de cine español Manuel Pérez Estremera
la resistencia revolucionaria a la dictadura causó una adoptó una perspectiva más sobria según la cual cua-
desorientación grave (excepto en Cuba donde la Re- lesquiera sean las ventajas y los peligros, en el extran-
volución tenía el poder, lo cual ocasionaba otro tipo jero se identificaba al cine latinoamericano con el mo-
de problemas), dado que el público ya no estaba movi- vimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, profun-
do por el mismo espíritu de resistencia que antes, y sin damente caracterizado por su dignidad y su realismo
este, estaba debilitado el mandato para la innovación humanista. Existía el peligro de que la búsqueda de un
estética radical que el movimiento se había asignado. público más amplio y de mercados extranjeros aparta-
De hecho, a pesar del estímulo de la victoria sandi- ra ese cine «de sus raíces temáticas y narrativas». Ade-
nista en Nicaragua, la tendencia general de los años más, el esfuerzo estaba condenado al fracaso, ya que
ochenta era inexorable –y aun en Cuba, que no era in- los grandes mercados comerciales extranjeros estaban
mune a los cambios culturales más amplios y el nuevo bien cerrados. Lo que las películas latinoamericanas
cine pasaba a ser más populista–. podían hacer, sin embargo, era ofrecerles a los mer-
Para algunos, el origen de la crisis era claramente cados especializados, o nichos, «variedad, imagina-
político, o mejor dicho, la pérdida de lo político. Cuan- ción, historia, logros literarios originales y populares,
do, Alfredo Guevara, el fundador del ICAIC, empezó a compromiso político y ético, juventud, autocrítica, ri-
hablar de la misma manera de siempre acerca del «nexo gor expresivo, análisis de su propia identidad y bajos
sagrado entre la militancia y la poética», el productor costos».23 Se puede discrepar de la interpretación del
mexicano Jorge Sánchez inmediatamente puso obje- mercado propuesta por Pérez Estremera –en particu-
ciones: «Pero la vanguardia política ni siquiera existe lar, el hecho de que el crítico español evita la cuestión
hoy» –Nota bene: eso ocurrió dos años antes de que difícil de la expansión del público hispano en Estados
los sandinistas perdieran las elecciones en Nicaragua, Unidos–, pero no se puede cuestionar el hecho de que
y tres antes del colapso del comunismo en Europa del opera internacionalmente y tiene implicaciones muy
Este–. «No solo no es como en 1967, sino que no hay graves para las clases de películas que se hacen. Esa
una visión coherente de la izquierda en América Latina, es la realidad de la economía global. Es como si los
excepto en Cuba».20 No obstante, para algunos miem- únicos mercados que las empresas transnacionales no
bros originarios del movimiento, eso no invalidaba las se han repartido fueran los mercados especializados,
metas iniciales. Y García Espinosa preguntó: «¿Por qué pero aun estos son muy competitivos: en los nichos
lo llamamos el Nuevo Cine Latinoamericano? Porque ninguna de las cualidades que uno puede vender bas-
estábamos decepcionados por lo que el viejo cine hacía, ta, si el precio no se mantiene bajo.
creando una versión autóctona de los peores códigos
de Hollywood, y abriendo las puertas a la peor forma VII
de pseudocultura».21 La meta seguía igual, incluso, con
más razones que antes. Sin embargo, no era el mantra Si Pérez Estremera tiene razón cuando dice que el cine
de quien estaba atrapado en el pasado, aferrado a ver- latinoamericano no es nada excepto variedad, imagi-

132 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


nación, historia, etc., en resumen, sin su heterogenei- una película de la frontera, como otra película mexica-
dad estética, entonces también es cierto que los tér- na reciente, El jardín del Edén [1994], de María Novaro.
minos del debate de 1987 en La Habana no han sido En estas películas el lugar se representa frecuen-
asimilados. Ya describen el presente, los dilemas que temente en términos de ausencias estructuradas: son
caracterizan la situación contemporánea, la condición películas que evocan los efectos de fuerzas externas
posmoderna. Y propongo que lo que sale a la luz cuan- de gran amplitud, cuya presencia se siente de varias
do se pasa revista a la producción muy abi-garrada del maneras, tanto directas como indirectas, sin siempre
último decenio, es que el cine latinoamericano en su tener que ser nombrada para que sea identificada. En
fase posmodernista desarrolla tendencias ya presentes resumen, casi siempre se ubican explícitamente en el
en el paradigma de un cine de diferencia radical que mundo globalizado que hemos ido describiendo, en
lo precedió. Es como la realización de un proyecto que contraste obvio con el espacio figurativo de las pelícu-
empezó en el período de la modernidad, en el cual la las de la metrópoli, en las cuales típicamente el resto
América Latina imaginaria representada en la pantalla del mundo no existe, o cuando existe, siempre es hasta
constantemente sufre fragmentaciones y escisiones. cierto punto exótico.
Es un cine que representaría imágenes y voces de lo Aquí, y para concluir, tomo como paradigma Un
que previamente era territorio prohibido, la heteroge- lugar en el mundo (Adolfo Aristaraín, 1992), una obra
neidad debajo de la superficie del subdesarrollo. Es un maestra del realismo social. El lugar en cuestión, un rin-
sistema de valores según el cual, en principio, nadie cón rural de la provincia de San Luis, quinientas millas
podía descartar de antemano ninguna tendencia que al oeste de Buenos Aires, entre las pampas mojadas y los
pudiera surgir en el intento de renovar continuamen- Andes, se halla en una red compleja de planos privados
te el lenguaje cinematográfico. Pero en ese caso no y públicos. Primero, la historia está enmarcada por unas
habría ninguna ruptura entre los periodos de la mo- escenas retrospectivas de recuerdos de un joven que viaja
dernidad y de la posmodernidad, sino una extensión para visitar la tumba de su padre; dichas escenas estable-
de tendencias, cuestión de reducir las diferencias a la cen una otredad y distancia ya que el personaje mira su
decoración del trasfondo. Pero no es lo que se obser- pubertad como se mira un país extranjero. En segundo
va en el cine latinoamericano. Lo que se ve más bien lugar, está la llegada de un extranjero, un geólogo español
es la persistencia del imperativo de dar testimonio de con un apellido alemán, asalariado de una multinacio-
las historias locales que nos lleva a los intersticios, los nal, que viene para reconocer el terreno, no porque tiene
márgenes, y las periferias. Pienso en películas como interés en el petróleo, como piensan inicialmente, sino
La estrategia del caracol [1993], de Sergio Cabrera; para un proyecto hidroeléctrico. En tercer lugar, se halla
Macu, la mujer del policía [1987], de Solveig Hooges- la historia comunicada por los protagonistas principales,
teijn o más recientemente, Amores perros [2000], el de una lucha contra una dictadura. En cuarto lugar, está
debut extraordinario de Alejandro González Iñárritu, la dependencia económica: las formas en que funciona
que todas nos llevan a los intersticios urbanos. O en el mercado, de las cuales depende el destino de la coope-
el extremo opuesto, pienso en películas sobre el exi- rativa de ganaderos ovinos, ese mercado que vincula el
lio interno y no sorprenderá que los mejores ejemplos pueblo con la región, y más allá. En quinto lugar, figura
procedan de Chile, como Archipiélago (Pablo Perel- la vida moderna, representada por la visita a la capital re-
man, 1992), y La frontera (Ricardo Larraín, 1991). En gional, donde hay medicamentos que recoger para la clí-
Argentina, son películas sobre la amnesia de la guerra nica y un cine al cual acudir. En sexto lugar, se encuentra
sucia, como La boda secreta (Alejandro Agresti, 1989). la autoridad, representada por la Iglesia, que desaprueba
Todas esas son películas ubicadas en zonas remotas a la monja por el trabajo al que se dedica.
y marginales, las regiones más periféricas dentro del El espacio en Un lugar en el mundo es realista, el
territorio nacional, zonas de subdesarrollo dentro del lugar es alegórico. Jameson calificó a las películas del
subdesarrollo (lo que, claro, no es nada nuevo en el cine Tercer Mundo como «alegóricas por necesidad» (la tra-
latinoamericano). Aun una película como la de Alfonso ducción es mía), porque aun cuando narran historias
Arau, Como agua para chocolate, [1992] que ensaya la aparentemente privadas, despliegan metáforas sobre
nacionalidad mexicana mediante la combinación exóti- los vínculos inextricables entre lo personal y lo político,
ca de realismo mágico, comida y revolución, es a la vez lo individual y lo nacional, lo privado y lo histórico.24

dosier 133
7
José Joaquin Brunner, «Notes on Modernity and Postmodernity
En una película como esta, sin embargo, la dimensión
in Latin American Culture», en J. Beverley, et al., eds., ob. cit.,
alegórica no reside tanto en la propia narrativa, la cual
p. 40; y Fernando Calderón «Latin American Identity and Mixed
es perfectamente explícita, sino en su ubicación dentro
Temporalities; or, How to Be Postmodern and Indian at the Same
del espacio figurativo –aquella amalgama de espacio y
Time», ibídem, p. 59.
lugar que la pantalla constituye– que aquí no solo fun- 8
Carlos Rincón, «The Peripheral Center of Postmodernism: On Borg-
ciona como un microcosmo social y como un perso-
es, García Márquez, and Alterity», citado en J. J. Bruner, ob. cit., p. 224.
naje en el drama, sino también como encrucijada de 9
Néstor García Canclini, Hybrid Cultures. Strategies for Entering and
un conjunto de relatos. El título de la película tiene su
resonancia porque el mundo en el cual tal lugar se ubica Leaving Modernity, trad. Christopher L. Chiappari and Silvia L. López,
es de planos y dimensiones múltiples. Minneapolis, University of Minnesota Press, 1995, pp. 44, 48 y 50.
10
La preocupación por la multiplicidad es una parte José Carlos Mariátegui, Siete ensayos de interpretación de la reali-
crucial de lo que entendemos por sensibilidad posmo- dad peruana [1928], Barcelona, Crítica, 1976.
11
derna, pero adquiere aspectos diferentes según el lugar Fernando Solanas y Octavio Getino, «Hacia un tercer cine»
donde uno la ve. En la metrópoli significa el descentrar [1969], en Michael Chanan, ed., Twentyfive Years of the New Latin
la pérdida de convicción en la historia tradicional, pero Cinema, BFI/C4 (British Film Institute/ Channel 4), 1983, p. 21.
12
en el Tercer Mundo reinscribe la periferia como un sitio Teshome H. Gabriel, Third Cinema in the Third World: The Aes-
de contranarrativa, o si tomamos una frase de Jameson, thetics of Liberation, Ann Arbor, Mich., UMI Research Press, 1982.
13
un nuevo tipo de historicismo. Rincón ha criticado a Aurelio de los Reyes, Los orígenes del cine en México (1896-
Jameson aduciendo que este usaba un concepto dema- 1900), México, DF., UNAM, Cuadernos de Cine, 1973.
14
siado amplio de «la experiencia del colonialismo y del P. E. Salles Gomes, ob, cit.
15
imperialismo» que, según señala, no se reconoce en la J. J. Brunner, en J. Beverley et al., eds., ob. cit., p. 49.
16
metrópoli, pero que reprime las diferencias dentro de Gerard Macdonald, «Third Cinema and the Third World», en
las culturas de la periferia. Sin embargo, la diferencia Steward Aitken & Leo Zonn, eds., Place, Power, Situation, and
entre estos dos comentaristas es más bien complemen- Spectacle. A Geography of Film, Lanhman, Md., Rowman & Little-
taria, se deriva del examen del mismo conjunto de fe- field, 1994, p. 28.
nómenos desde lados opuestos. Entonces, esto sería la 17
P. Aufderheide, ob. cit., p. 241.
respuesta a mi pregunta inicial: ¿Es el posmodernismo 18
Alex Cox, «Lights, camera, election», en The Guardian, Saturday,
del cine latinoamericano contemporáneo el mismo February 26, 2000.
posmodernismo nuestro en el Norte? La respuesta es: 19
«New Latin American Cinema Reconsidered», en P. Aufderhe-
es idéntico y es diferente. Pero es esta última dimen- ide, ob. cit., pp. 238-256.
sión, la diferencia, lo que resulta tan fascinante y les da 20
Ibídem, p. 244.
a dichas películas su profunda humanidad. 21
Citado en P. Aufderheide, ob. cit., p. 250.
22
Carlos Rebolledo, «Hacia la universalización de nuestra identi-
Revista Cine Cubano, no. 170, pp. 54-68. dad. Tema de reflexión y de acción», en El nuevo cine latinoameri-
1
 Véase Paulo Emilio Salles Gomes, Cinema: trajetória no subdesen- cano en el mundo de hoy, México D. F., UNAM, 1988, p. 78, citado
volvimento, Río de Janeiro, Paz e Terra/Embrafilme, 1980. por P. Aufderhheide, ob. cit., p. 245.
2 23
 Thomas Guback, The International Film Industry, Bloomington, In- Ibídem, citado por P. Aufderheide, ob. cit., pp. 246- 247.
24
diana University Press, 1969, pp. 7- 8. Fredric Jameson, «Third World Literature in the Era of Multina-
3
 Joseph P. Kennedy (ed.), The Story of the Film, Harvard University, tional Capitalism», Social Text, 15 (Fall 1986).
Chicago, A. W. Shaw & Co., 1921, pp. 225-226.
4
  Jorge Ventura, citado en inglés por Patricia Aufderheide, The
Daily Planet: A Critic on the Capitalist Culture Beat, Minneapolis,
University of Minnesota Press, 2000, p. 241.
5
 Fredric Jameson, Signatures of the Visible, New York, Routledge, Michael Chanan (Londres, 1946). Documentalista y profesor
1990, pp. 156-157. de Cine y Video en la Universidad de Roehampton, Londres.
6
«Latin American Subaltern Studies Group, Founding Statement», Realizador de documentales e historiador. Ha publicado
en John Beverley, et al., eds., The Postmodernism Debate in Latin libros sobre los inicios del cine, el cine cubano, la historia
America, Durham, Duke University Press, 1995, pp. 138-139. social de la música y la historia de la grabación.

134 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


¡Vamos, sonrían,
que es una foto
para la revista y
queremos dar
la impresión de que
todo anda bien en
el cine cubano!

dosier 135
variaciones

Crónica y flashback de un redescubrimiento:

Memorias
del
subdesarrollo
LUCIANO CASTILLO1

Revista Cine Cubano, no. 123.

136 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


C uando la Cinemateca de Cuba organizaba la
conmemoración de las dos décadas transcurri-
das desde la desaparición física de Tomás Gu-
tiérrez Alea, nuestro cineasta mayor, a través de una re-
Todo se solucionó felizmente y en tiempo récord
en el laboratorio boloñés; una considerable cantidad
de los técnicos se puso en función del proceso de
restauración. Devinieron alquimistas sorprendidos
trospectiva de su obra, al mismo tiempo que festejaba el por la calidad fotográfica de la película que pasa-
medio siglo de uno de sus clásicos, La muerte de un bu- ba primero por sus manos y luego por sofisticadas
rócrata –estrenado el 24 de julio de 1966–, recibió una computadoras. Su pericia les permitió solucionar las
propuesta inesperada. La Cineteca de Bologna con su afectaciones producidas por la incidencia del avan-
prodigioso laboratorio L’Immagine Ritrovata, a inicia- zado «síndrome del vinagre» en el negativo de cá-
tiva de The Film Foundation’s World Cinema Project, mara, escaneado a 4K. Confrontaron problemas con
liderada por Martin Scorsese, ferviente defensor de la fragmentos de dos de los rollos que sustituyeron por
preservación cinematográfica, se proponía acometer la medio de la copia duplicada. La restauración del so-
restauración de Memorias del subdesarrollo (1968) con nido redujo considerablemente otras dificultades de-
el fin de que integrara la Selección Oficial de la sección tectadas…, pero el milagro se hizo.
«Cannes Classics», en ese magno certamen internacio- El viernes 20 de mayo de 2016 se convertía en
nal, a celebrarse del 11 al 22 mayo. una fecha en la historia del cine cubano. Ese día a
El principal adversario a enfrentar era el escaso las 7:00 p.m.en la Salle du Soixantième del Festival
tiempo disponible para trasladar el negativo origi- de Cannes, la actriz Mirtha Ibarra, viuda de Titón,
nal de imagen y sonido, y un duplicado positivo en presentó finalmente Memorias del subdesarrollo, la
35 mm desde el Archivo Fílmico del ICAIC –donde primera película cubana restaurada según los pará-
están las copias de la colección de la Cinemateca–, metros contemporáneos. La acompañaron en repre-
hasta Bologna. Ante la inexistencia de una vía que sentación del ICAIC, Francisco Cordero, Director de
garantizara la seguridad del traslado y la llegada a Desarrollo de Inversiones y Patrimonio, y Gustavo
Italia a la mayor brevedad posible, la solución fue Fernández, Director de la Distribuidora Internacio-
aprovechar el inminente viaje a Piedras Negras, Mé- nal de Películas. Eran los primeros cubanos en ser
xico, para participar en el Festival Emilio Indio Fer- impactados con la calidad de la deslumbrante copia
nández: Cine en la frontera, y llevar el cargamento en DCP, antecedida por una breve introducción fil-
de rollos de celuloide a la capital de ese país. En el mada en la cual Scorsese subraya la significación de
aeropuerto lo esperaría Albino Álvarez, Subdirector la película y las múltiples razones que les condujeron
de Rescate y Restauración de la Filmoteca de la Uni- a asumir su redescubrimiento para las nuevas gene-
versidad Nacional Autónoma de México (UNAM) raciones. El programa reprodujo las vivencias del
con las instrucciones de que la agencia FedEx lo en- brasileño Walter Salles, quien recuerda como si fuera
viara ese mismo día por vía aérea a su destino final. ayer su primer contacto con ella:
El inicio de esta suerte de «operativo» comenzó
desde las dos de la madrugada del 27 de abril de 2016
en el Aeropuerto Internacional José Martí, con la de-
cisiva contribución de Sotero Arranz –responsable de
los trámites aduanales por el ICAIC– y de María Julia
Antuña, Directora de Relaciones Internacionales de la
Escuela de San Antonio de los Baños. La tan apasiona-
da como tesonera Cecilia Cenciarelli, especialista de la
Cinemateca de Bologna y artífice de la compleja ma-
niobra, lo organizó todo de modo tal que la volumino-
sa y preciada carga figurara como equipaje adicional
de dos invitados al certamen cohauilense. The George
Lucas Family Foundation se sumó a la asociación para
tornar posible esta iniciativa que contó también con la
colaboración de Camelia Filmes (Francia).

VARIACIONES 137
mundo Desnoes –autor de la novela original editada
en 1965, detonante para el talento del realizador–, se
terminó el 11 de febrero de 1967. Al día siguiente, se
ordenó por primera vez la voz de «¡Acción!» y el soni-
do de la claqueta indicó el comienzo de un rodaje ex-
tendido hasta el 14 de mayo. El entonces bisoño editor
Nelson Rodríguez no solo asumió el reto de sustituir
en esas funciones al experimentado Mario González
–quien trabajó con Gutiérrez Alea en sus cuatro lar-
gometrajes de ficción precedentes–, sino que en esa
fructífera colaboración aportó inteligentes soluciones
estructurales para la pretendida simbiosis de docu-
mental y ficción. No olvida Nelson cuánto tuvo que
insistir al férreo director para que, por lo menos, acce-
diera a introducir, al final de la película, un bellísimo
tema compuesto por Leo Brouwer.
La copia de Memorias del subdesarrollo estuvo
concluida antes de que venciera el plazo de inscrip-
ción en el Festival de Cannes, pero todo indica que
la dirección del ICAIC no consideró esta posibilidad.
Esa edición número 21 del certamen sería abrupta-
mente interrumpida por iniciativa de un grupo de
jóvenes cineastas de la Nueva Ola, a raíz de los es-
tremecedores sucesos de mayo de 1968 en París. El
ICAIC optó por enviarla en representación de Cuba
al XVI Festival Internacional Cinematográfico de
Tomás Gutiérrez Alea y Daisy Granados, durante el rodaje.
Karlovy Vary en Checoslovaquia, celebrado del 5 al
15 de junio, foro más propicio para el cine produci-
Alea prueba que la precisión fílmica y la experi- do en los países del llamado campo socialista.3 En
mentación radical pueden ir de la mano. Nada sus palabras de presentación, Titón señaló «algunos
fue fortuito. Cada imagen se refleja en la imagen aspectos de la realidad de nuestro país que pueden
siguiente, y el conjunto fue más que la suma de ayudar a la mejor comprensión del filme que van a
sus partes. […] Pero Memorias del subdesarrollo ver», para terminar declarando: «Es un filme doloro-
trae consigo algo más. Un punto de vista vigoro- so, un filme crítico. Y si el enemigo cree que puede
so, original y, sobre todo, pertenece directamente aprovecharse de la crítica, estamos convencidos de
a nosotros, latinoamericanos. Es una especie de que más nos aprovecharemos nosotros porque en el
tiro inverso para mí que tiene un significado más dolor y en la crítica se afilan nuestras armas, porque
importante que lo que se había realizado en otras nos hacemos más sólidos, más auténticos, y nos acer-
latitudes.2 camos aún más a la verdad».4 El galardón de la Fe-
deración Internacional de la Prensa Cinematográfica
Si realizamos un flashback, la fase de prefilmación (FIPRESCI)5, el de la Federación Internacional de
de Memorias del subdesarrollo, encabezada por el pro- Cine Clubes (FICC) y el Premio Extraordinario del
ductor Miguel Mendoza, se inició el 12 de diciembre Jurado de Autores, serían los pioneros en reconocer,
de 1966, a escasos meses del exitoso estreno de La en la clausura, la trascendencia de la película. El uru-
muerte de un burócrata en un circuito capitalino, y de guayo Mario Benedetti estimó que merecía esa cose-
que su resonancia popular y de crítica se difundiera cha de lauros porque «por primera vez, el cine cuba-
por toda la Isla. Esa etapa inicial preparatoria de la no presenta un personaje complejo, lleno de matices
película, a partir del guion coescrito por Titón y Ed- y de verosímiles ambigüedades».6

138 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


En la mañana del viernes 28 de junio de 1968, en promovía, subrayó como lo más importante que «nos
una sala del ICAIC, se efectuó la primera proyección conduce a mantener siempre una actitud crítica, siem-
para los críticos cubanos, que antecedió al mediodía a pre participante, nunca pasiva ante su temática».14
una conferencia de prensa con Desnoes, el actor Ser- No repercutió demasiado entonces en los órganos
gio Corrieri, y Titón, quien declaró: «Toda la película de prensa el estreno del título que no tardaría en ser
es un afán demistificador de la realidad. Me parece reconocido como el clásico por antonomasia del cine
que este es el tipo de película que debo hacer; que no nacional. Las críticas coincidieron en su carácter ex-
debo perder más tiempo».7 Luego de la premier, el cepcional en nuestro contexto, ante todo, en compara-
17 de agosto de 1968, en el Cine de Arte ICAIC (hoy ción con los largometrajes anteriores del ICAIC, pero
Charles Chaplin), desde el 19, los cines América, Ra- no vislumbraron su universalidad. Daniel Díaz Torres
diocentro, Mónaco, Tosca, City Hall y Metropolitan la conceptuó en La Gaceta de Cuba «como una obra
exhibieron Memorias del subdesarrollo. Ese mismo madura temática y estilísticamente, que ha arribado a
día, la edición del diario Juventud Rebelde –que dedicó un nivel de calidad y comprometida seriedad de oficio
varios comentarios al estreno–, publicaba la primera que me permite aplicar el calificativo de “buen cine” y
reseña, escrita por el crítico Roberto Branly, quien ad- no solo refiriéndome a marcos nacionales».15 El crítico
virtió que esta versión fílmica «dotada de un lenguaje pinareño José Alberto Lezcano precisó en el diario El
contemporáneo […] rebasa y trasciende la noveleta Socialista que «con su lenguaje abierto y sensible […]
“desnoeana” desde muchos puntos de vista», y la in- es también la empresa de mayor alcance en la carrera
tención del autor de insertar en la traducción inglesa del director».16 Alejandro Saderman, cineasta argen-
la transcripción de algunas secuencias surgidas en el tino que trabajaba por esta fecha en el ICAIC, opinó
proceso de adaptación. Sobre la estructura puntuali- en la revista Cuba que «Esta autenticidad es el salto
zó que «la hace traspasar de una a otra dimensión de cualitativo dado por Gutiérrez Alea, ella es la madu-
lo factual, en la búsqueda de un calado, de un tocar rez finalmente alcanzada».17 Por ser «auténticamente
fondo a través de un montaje pleno de resonancias ex- libre» Piero Spila lo aclamó como «el filme más audaz-
presivas, donde imaginación y sensibilidad se dan la mente honesto del Festival de Pésaro»,18 programado
mano».8 del primero al 8 de junio de 1968, y donde ganó La
Josefina Ruiz, en la edición de la revista Verde Olivo hora de los hornos, de Fernando «Pino» Solanas y Oc-
que circuló dos días después, precisó sobre este filme tavio Getino. En la selección anual de la crítica nacio-
demasiado complejo: «Verlo y saberlo comprender es nal, Memorias… figuró entre los diez mejores filmes
una prueba de madurez como lo es pararse frente a fren- estrenados.
te a (sic.) un espejo».9 Ese mismo día, en el periódico Con una manifiesta voluntad de provocación, Ti-
Vanguardia de Santa Clara, el crítico Alberto Anido tón publicó en 1967 en Cine Cubano las «Notas de
era el primero en calificarlo como «el mejor largome- trabajo» acerca de la génesis del proyecto, en las que
traje en toda la historia de nuestro séptimo arte».10 El enfatizó: «No nos interesa, en definitiva, reflejar una
25 de agosto, Mario Naito sintetizó en El Mundo: «Es realidad, sino enriquecerla, excitar la sensibilidad, de-
ya un acierto si comenzamos a analizar sobre la base sarrollarla, detectar un problema. No queremos suavi-
de su tema»11 y un día después apuntó Enrique Val- zar el desarrollo dialéctico mediante fórmulas e idea-
dés Pérez: «Quizás podría afirmarse que se trata de un les representaciones, sino vitalizarlo agresivamente,
filme desarrollado que muestra, a su vez, alentadores construir una premisa del desarrollo mismo con todo
síntomas de desarrollo del cine cubano».12 En la edi- lo que eso significa de perturbación de la tranquili-
ción de Bohemia que cerró ese mes, el crítico Nicolás dad».19 Solo un número de la revista correspondiente
Cossío concluyó: «Memorias del subdesarrollo es un a 1969 reflejó el impacto provocado por la película al
filme que quedará grabado en la memoria por mucho incluir una reseña en la cual Elena Díaz opinó: «Por
tiempo. Siquiera para demostrar qué es lo “posible” y sus logros técnicos, por la madurez de su realización,
lo “imposible” en el cine nacional. El dilema no es ser Memorias del subdesarrollo, de Tomás Gutiérrez Alea,
o ser de otra manera. El dilema, en las “fílmicas” pala- posee la dimensión internacional, la estatura de un fil-
bras de Shakespeare, es ser o no ser».13 Teresa Gonzá- me “adulto” que culmina un proceso de aproximación
lez Abreu, consciente de las múltiples inquietudes que de nuestra cinematografía a una forma de expresión

VARIACIONES 139
artística terminada y auténticamente propia».20 Sobre la recibió como «un milagro» y «también una espe-
esta «lección de oficio cinematográfico», Fernando cie de shock»,25 mientras para Stanley Kauffman «Me-
Pérez escribió dos años más tarde en Pensamiento Crí- morias… es memorable». Un treintañero realizador,
tico que «se revela como un filme dispuesto a exigir del Martin Scorsese, que apenas había realizado dos lar-
espectador una participación activa».21 gometrajes –Who’s That Knocking at My Door (1969) y
No fue hasta 1971, durante una fugaz proyección, Boxcar Bertha (1972)–, figuró entre el público asisten-
en el New Yorker Theatre de Broadway, organizada te a las funciones en la First Avenue Screening Room,
por el Centro de Estudios Cubanos del primero al que, frente a aquella inusitada revelación, compartió
3 de marzo, que el reputado crítico Vincent Canby ex- de inmediato el entusiasmo de la crítica neoyorquina,
presó maravillado por el hallazgo: «Es un logro admi- cuya asociación le confirió el premio auspiciado por la
rable, una de las mejores películas latinoamericanas Rosenthal Foundation. La negativa a otorgarle la visa
que se hayan visto en Nueva York (lástima que por tan de entrada a Estados Unidos a Gutiérrez Alea impidió
poco tiempo) en los últimos doce años».22 No menos su presencia en la ceremonia de entrega.
prestigioso, Andrew Sarris lo definió a propósito de su Se impone la socorrida frase «el resto es historia».
estreno comercial el 17 de mayo de 1973 –distribui- Solo que a Memorias del subdesarrollo, como las gran-
do por Tri-Continental Film Center– como «uno de des obras de arte, lejos de incidir negativamente sobre
los más interesantes y provocadores filmes que se han ellas, el tiempo cada vez acrecienta más sus valores.
visto en el año».23 The Village Voice lo anunciaría el En el ámbito internacional, encabezó la selección de
21 de febrero de 1974, entre la decena de títulos favo- los mejores filmes del tercer mundo correspondientes
ritos de la crítica. al período 1968-1978 por la revista canadiense Take
Canby reiteró en The New York Times: «El resultado One; fue escogida en 1981 entre las diez mejores pelí-
es altamente eficaz y dinámico, y completo en el senti- culas iberoamericanas, en encuesta convocada por el
do que muy pocos filmes lo son».24 En el mismo diario Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, España;
–que lo incluiría en su selección anual de las diez me- ocupó el lugar 88 en la encuesta «La historia del cine
jores películas exhibidas en el país– Peter Schjeldahl en 150 filmes», promovida por la FICC (1985); y la re-

140 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


8
Roberto Branly: «La buena memoria de Gutiérrez Alea»: Juven-
vista Cineaste lo incluyó entre los diez mejores filmes
tud Rebelde, La Habana, 19 de agosto de 1968.
políticos realizados entre 1967 y 1987. Varios parti- 9
Josefina Ruiz: «Memorias del subdesarrollo»: Verde Olivo, La Ha-
cipantes convocados por la revista Sight and Sound,
bana, 21 de julio de 1968.
editada por el British Film Institute (BFI), tal y como 10
Alberto Anido: «El cine cubano se viste de largo»: Vanguardia,
acostumbra cada década desde hace sesenta años,
Santa Clara, 21 de agosto de 1968.
votaron, en 2012, por Memorias…, entre los mejores 11
Mario Naito: «Bien, Memorias»: El Mundo, La Habana, 25 de
filmes de la historia del cine, y por Tomás Gutiérrez
agosto de 1968.
Alea, entre los directores más relevantes, si bien no fi-
guraron en el cómputo final de «The Top 100 Filmes».
12
Enrique Valdés Pérez: «Subdesarrollo de una actitud»: Juventud
Ante la perfección de la copia restaurada de esta Rebelde, La Habana, 26 de agosto de 1968.
«catedral del cine cubano», como la bautizó la cineas-
13
Nicolás Cossío: «TGA desarrolla el subdesarrollo»: Bohemia, La
ta Belkis Vega, se repitieron las mismas reacciones de Habana, 30 de agosto de 1968.
la proyección de mayo en Cannes, durante su exhi-
14
Teresa González Abreu: «Memorias del subdesarrollo: una ac-
bición, en el 30 Festival Il Cinema Ritrovato en Bo- titud crítica»: Juventud Rebelde, La Habana, 3 de septiembre de
logna,26 el domingo 26 y el miércoles 28 de junio, en el 1968.
Cinema Arlecchino: es una película filmada ayer para 15
Daniel Díaz Torres: «En busca del desarrollo fílmico»: La Gaceta
los espectadores de mañana. Resulta pasmosa no solo de Cuba, septiembre-octubre, 1968.
formalmente y por haberse adelantado a su tiempo, 16
José Alberto Lezcano: «Memorias del subdesarrollo –retrato de
sino por la vigencia de sus planteamientos. Quienes la un burgués–», El Socialista, Pinar del Río, 2 de octubre de 1968.
hemos apreciado una y otra y otra vez… experimen- 17
Alejandro Saderman: «Memorias del subdesarrollo»: revista
tamos la sensación de que nunca la habíamos visto. Y Cuba, número sin precisar, 1968.
lo escribo convencido de que idéntica impresión sus- 18
Piero Spìla: Reseña de la IV Mostra Internazionale del Cinema
citó durante la Semana de la Crítica de la 73 Mostra Nuovo de Pésaro, Cinema & Film, Roma, no. 5-6, 1968.
Internacional de Cine de Venecia y en aquellos que 19
Tomás Gutiérrez Alea: «Memorias del subdesarrollo. Notas de
la redescubran a través de la exhibición especial en el trabajo»: revista Cine Cubano no. 45-46, agosto-septiembre, 1967,
38 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoame- p. 25.
ricano, que marcará la apertura de un nuevo apartado 20
Elena Díaz: «Memorias del subdesarrollo»: revista Cine Cubano
que el certamen consagra al rescate de los clásicos del no. 52-53, enero-febrero, 1969.
cine del continente. 21
Fernando Pérez: «Memorias del subdesarrollo»: revista Pensa-
miento Crítico no. 42, 1970.
22
Vincent Canby: The New York Times, 1972.
1
El autor agradece la colaboración de Iván Giroud.
23
Andrew Sarris: The Village Voice, Nueva York, 31 de mayo de 1973.
2
Walter Salles: Texto reproducido en programa de mano de pre-
24
Vincent Canby: «Memories, Cuban Film, Draws a Bead on
sentación en «Cannes Classics» y en catálogo de Il Cinema Ritro-
Alienation»: The New York Times, 18 de mayo de 1973.
vato. XXX edizione.
25
Peter Schjeldahl: The New York Times, 20 de mayo de 1973.
3
En la edición anterior, correspondiente a 1966, compartieron el
26
La programación de este excepcional Festival incluyó además,
Premio Especial del Jurado La muerte de un burócrata y el filme
por primera vez, tres programas de cine cubano anterior a 1959
francés La vie de chateau, de Jean-Paul Rappeneau.
con la curaduría de Cecilia Cenciarelli.
4
Tomás Gutiérrez Alea: «Presentación en Karlovy Vary»: Repro-
ducido por A cuarenta años de Memorias del subdesarrollo (comp.
Mario Naito López), Cinemateca de Cuba, 2008, pp. 23-24. El gran
premio en el festival fue entregado a Un verano caprichoso (Roz- Luciano Castillo (Camagüey, 1955). Crítico, investigador
marné léto), del checo Jirí Menzel. e historiador cinematográfico. Máster en Cultura
5
Compartido con el filme yugoslavo Cuando esté muerto y lívido Latinoamericana. Director de la Cinemateca de Cuba. Ha
(Kad Budem Mrtav i Beo), de Zivojin Pavlovic. publicado, entre otros, los libros: Ramón Peón, el hombre de
6
Mario Benedetti: Marcha, Montevideo, 1968. los glóbulos negros; Carpentier en el reino de la imagen y El
7
«Me parece que no debo perder más tiempo»: Juventud Rebelde, cine cubano a contraluz. Su más reciente obra sistematiza la
La Habana, 28 de junio de 1968. cronología del cine cubano en varios tomos.

VARIACIONES 141
de película a cargo de Jacqueline Venet

Pequeño
álbum
de Cuba
JACQUELINE VENET

S
i me dan a escoger escribir sobre un audiovisual bien desde el título seleccionado, bien desde su distri-
cubano, sin pensarlo mucho me decidiría por bución y consumo, o incluso desde la revisión fílmico-
Un día de noviembre (Humberto Solás, 1972), social que el investigador construye en su examen.
quizás porque pocas veces he visionado esa Cuba de Tengan en cuenta que estos son preferencias de
Casal; y si de nostalgias mal instaladas se hablara, me quienes firman cada texto. Y por ende, desde ese
decanto por el demoledor The Illusion (Susana Barri- punto de partida, ya asistimos a «otra» mirada del
ga, 2008). cine patrio, más personalizada. Da igual si tal vez en
En estos tiempos en los que la imagen se consu- la memoria colectiva todos piensen en La bella del
me rabiosamente en presente, echar la vista atrás es Alhambra (Enrique Pineda Barnet, 1989) al hablar del
más importante que nunca, tal vez porque así se logre cine musical cubano, si es que alguna vez se habla del
entender ciertas iteraciones, retrocesos y cambios del género. Ex profeso, la década del sesenta está repre-
cine nacional de hoy. Pero no solo de pasado vive el sentada por el documental Ociel del Toa (Nicolás Gui-
hombre y demasiado pesan a nuestras espaldas los lo- llén Landrián, 1965), y la desconocida cinta La novia
gros del ayer. Quizás por ello hemos querido imponer de Cuba (Kazuo Kuroki, (1968), dejando a un lado la
una camisa de fuerza menos brutal: por esta vez «De visceral Memorias del subdesarrollo (Tomás Gutiérrez
película» destierra el panorama internacional, se cen- alea, 1968). Aquí su presencia es oblicua, que no opa-
tra en la producción patria, a pequeña escala, y sobre ca. Sumergido en estos textos, Sergio y su telescopio
todo le da libertad a sus críticos para elegir esa cinta devienen fantasmas que pueblan las páginas de los
que quieren, la que les taladra y entusiasma profesio- discursos analizados. Especie de lente retroverso, la
nal o extra cinematográficamente. Son cinco análisis mirada que proponen estos cinco trabajos hace que
que recogen títulos más preteridos, otros menos co- sean Teresa, Akira, Ociel, incluso Ruperta y Sabina
nocidos, incluso algunos sospechosamente tildados Martín, quienes observan a Sergio, todos cuestionán-
de cubanos; compartiendo todos cierta lateralidad, dose, de modos siempre lúcidos, cuánto ha cambiado

142 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


la sociedad cubana y la representación de esta; y si la
Cuba de nuestro tiempo se asemeja o no a la de an-
taño, que arrastra esos juncos viejos desgastados sin
encontrar aún la orilla salvadora. Una atemporalidad
encapsulada, son estas migraciones del discurso isle-
ño; alegatos endógenos que punzan sobre patologías
nacionales presentes en buena parte de la historia del
cine criollo, ninguna exenta del sentimiento de crisis,
descomposición, abandono y pérdida, desde tensiones
claves como el racismo, el subdesarrollo, la posición
subalterna de la mujer en la sociedad, el exilio, la in-
sularidad mental.
Las no ya tan nuevas miradas sobre lo trasnacio-
nal inundan estos discursos críticos desde un enfoque
plural. El emplazamiento y tesis del documental Otra
isla (Heidi Hassan, 2014), y el carácter de migrante de
su realizadora, así como el del mismo Guillén Lan-
drián, hasta la propia procedencia actual de varios de
los autores de estas páginas, cubanos que continúan
discursando sobre la producción audiovisual del ar-
chipiélago fuera de sus caimaneadas fronteras, con-
formando un repaso más distanciado, que no menos
incisivo, del fenómeno Cine Cubano. Sirvan también
estas páginas para repensar el concepto de cinemato-
grafía nacional.
Toda selección se cuece bajo presencias y ausen-
cias, más si es pequeña. La mayor parte de las veces
nos fijamos solo en las segundas. Algunos echarán de
menos una representación de la década del noventa,
prolífera en disertaciones que comenzaban a socavar
pautas narrativas y cierto retrato de la desazón del in-
dividuo. Falta la animación, en la que urge el desancla-
je de Elpidio, Vampiros y los Filminutos. Pero más que
una mapoteca, es este un álbum a completar. Metrajes
e historias en minúsculas, como la tipografía del nom-
bre de Esther Borja al presentarla la televisión cada
domingo, una nota de intimidad que ha colonizado
el recuerdo.

Jacqueline Venet (La Habana, 1978). Licenciada en


Historia del Arte, crítica y profesora. Máster en Estudios
sobre Cine Español por la Universidad Rey Juan Carlos,
Madrid (2012). En la actualidad cursa el Doctorado en Cine
Español, en la Universidad de Zaragoza, España.

de película 143
Con
los pies
en el agua

NILS LONGUEIRA BORREGO


YELSY HERNÁNDEZ ZAMORA

L
as revoluciones traen consigo, además de la sub- mundo material, ha sido el centro de una buena parte del
versión total del entorno inmediato en el que se pensamiento filosófico humano, y una de las preocupacio-
producen, un replanteamiento profundo de la nes más profundas de la humanidad, al intentar explicarse
noción de futuro y un establecimiento del nuevo lu- las leyes de funcionamiento del entorno que le rodea y, se-
gar al que se pretende llegar como proyecto nacional. guidamente, cómo se da el proceso de percepción de ese
Esa búsqueda de una «tierra prometida», sitio ideal y entorno. ¿Cómo se inserta una persona en el espacio ma-
utópico fundado en el territorio de las ansias insatisfe- cro que inevitablemente la contiene y cuyas leyes escapan
chas del sujeto común que las experimenta, se extien- a su acción? ¿Cómo se dan las relaciones entre ese sujeto
de homogéneamente, se unta en la piel y se respira en común y los grandes sucesos de la Historia? ¿Qué actitud
el aire. Pero no se genera como un hecho uniforme in- asumir frente a circunstancias y devenires que trascienden
mediato, no se alcanza de un golpe y para siempre. De la voluntad individual, pero, paradójicamente, generan el
hecho, si se alcanza, cosa que difícilmente podemos espejismo de que «por fuerza» debemos desempeñar un
rastrear en la historia del ser humano, es a partir de papel determinante en ellos?
acontecimientos aislados en un devenir temporal que Si de alguna manera podemos caracterizar la obra
trasciende generaciones y décadas, porque en gene- de Nicolás Guillén Landrián, es, justamente, mediante
ral el individuo que imagina el paraíso no es el que lo la constante ansia que traslucen sus filmes de polemizar,
vive. Pero mientras, la imaginación corre rápido, ade- complejizar y llevar esas preguntas, elaboradas con an-
lanta a la vida y se proyecta en el espacio incierto del terioridad en clave universal, al contexto cubano de los
mañana; y la vida, la de todos los días, sigue fluyendo, años sesenta. En todo su quehacer esos cuestionamien-
implacable en su curso que, como el correr de los ríos, tos entran y salen, se disfrazan de terceros motivos para
solo se debe al acto de fluir. permanecer siempre como obsesión central que toma
El problema que plantea el delirio de integración entre diversas formas, sin pretender articular una respuesta
el plano ideal –mundo de las ideas le llamaría Platón–, y el ni resolver el enigma a través de la cámara.

144 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


De acuerdo con su personal búsqueda de las deter- la dificultad de transformar la visión tradicional del
minaciones, matices y circunstancias de ese gran enig- papel de la mujer confinada al hogar, deudora de res-
ma humano, en 1965 filma Ociel del Toa, documental peto al esposo, que el proceso intentaba «borrar» al
que recoge la incertidumbre generada por el proceso abogar por la igualdad entre ambos sexos y la incor-
de transformación del país en los primeros años de la poración de las mujeres a la transformación social.
Revolución y las contradicciones que marcan a sujetos Por otro lado, al presentarnos a Filín y su esposa,
alejados de los centros de emanación de dicho proce- que está de parto, se nos da a entender que, si bien el
so. Una comunidad asentada en las riberas del río Toa cambio revolucionario ha llevado hasta esa intrincada
sirve de ejemplo a Landrián para cuestionar la validez zona del país hospitales y médicos, los pobladores pre-
de incorporar una perspectiva nueva del mundo a un fieren recurrir a la partera conocida por todos, auxi-
sistema de vida ajeno a ella; para poner en la balanza liarse entre ellos, mantener los métodos tradicionales
una propuesta de futuro que se percibe aún incierta. de atención médica. Asimismo, la escuela, la educa-
En concordancia con el tono irónico que caracteriza su ción tan largamente prometida y necesitada, llega
producción, el realizador introduce habitantes y cos- aparejada de plenarias, asambleas, lo que violenta de
tumbres de dicha colectividad, a la vez que los coloca golpe un modo de vida tradicional ajeno a los juegos
sutilmente dentro del contexto mayor de los cambios de la burocracia y los actos políticos. El advenimiento
que trae el proceso revolucionario, con el fin de pre- de la enseñanza básica se percibe, desde la cámara de
guntarse qué impacto efectivo tienen estos cambios en
el desenvolvimiento cotidiano de la comunidad. Sin
pretender captar una realidad definida y exacta de la
vida de los campesinos, sino rastreando los resquicios
que le son útiles para «montar» su discurso, el direc-
tor toma a las gentes del lugar como personajes que
le sirven para elaborar su reflexión particular sobre la
vida cubana, borrando los límites entre realismo y fic-
ción, entre mundo exterior y elucubración particular,
a partir de los estímulos que ese entorno proporciona.
Como el propio proceso de asimilación del cam-
bio en los personajes, el discurso del documental se
desarrolla sobre la base de contradicciones, sin inten-
tar establecer juicio crítico alguno sobre los protago-
nistas. La pugna entre tradición y modernidad, entre Hilda mira fijamente a cámara.
las costumbres y visiones del mundo que priman en el Landrián, como un negocio, un trueque en el que los
lugar, y aquellas que intenta implantar la Revolución, campesinos, a cambio de la escuela (que queda lejos y
se refleja en las distintas escenas, favorecida por un hay que caminar mucho para llegar a ella), tienen que
montaje inteligente de planos e intertítulos que con- entregarse a la rutina del sol implacable, las pancartas
diciona en el espectador una lectura dramática de las y los micrófonos. Esa es la paradoja que se construye
imágenes. durante todo el filme: cuánto de deformación se ad-
De este modo, por ejemplo, conocemos las fies- junta a la formación de un nuevo horizonte de vida
tas nocturnas en casa de Hilda y Tomás. Los planos para estas personas.
de Hilda mientras realiza los quehaceres de la casa, o La dicotomía entre el «adentro», constituido por
mira fija y seriamente a la cámara, se contraponen a la comunidad rural que se presenta en el documental,
los de la fiesta y su baile con Ociel, y provocan en el y el «afuera» que significan los cambios y el afiliarse
espectador la clara sensación de que Hilda no es feliz. a la nueva visión del mundo que se implantaba ho-
Se llega luego al plano en el que, a manera de retrato mogéneamente en toda la nación, se maneja por igual
familiar, se la presenta sentada y rodeada por el brazo al hacerse referencia a las arraigadas peleas de gallos,
de Tomás, de pie tras ella, receloso, a quien no le gusta único gran entretenimiento de los pobladores, y al
«que le bailen la mujer». De esta secuencia se deduce anuncio de su posible desaparición. La erradicación

de película 145
desde «afuera» de tradiciones consideradas negativas, su día a día, pero, de tanto remar, ¿a dónde llega? El
sin cuestionar su posible relevancia en la vida cotidia- círculo parece cerrarse sobre él, el río nunca conduce
na de las comunidades, aparece como una medida con al mar sino al mismo pueblo, a la misma rutina. Aquí
profundas implicaciones que despoja de todo sentido se lanza un cuestionamiento esencial: dentro de todo
a la existencia de sus practicantes. Por otra parte, al el inmenso proceso de cambio, del bullicio de nuevas
ponerse en tela de juicio no solo sus costumbres, sino ideologías y nuevos rostros, ¿dónde se ubica Ociel? En
también su fe, los sujetos quedan divididos entre dos la última escena su barca se pierde a la deriva, arras-
realidades excluyentes, contradictorias: lo que son trada por la corriente, en el calor pesado y moroso del
y lo que deben ser, que se impone desde lejos y no río. El destino de la cayuca es incierto, como lo es la
precisamente responde a lo que necesitan. Ser joven vida de los que van sobre ella. El documental en su
comunista y a la vez ir a la iglesia, como la muchacha totalidad apunta a la construcción de una metáfora del
que vende refrescos en el quiosco en la plenaria, im- futuro, de la incertidumbre que envuelve al ser huma-
plica a la larga una renuncia, una imposibilidad. Así, no que se encuentra, nimio, condenado a la depen-
se nos coloca a los personajes en tierra de nadie, bajo dencia de las fuerzas superiores. Un estado primigenio
la tensión de lo que depara un destino incierto, pero de la existencia que se ha maquillado con el transcurso
más que dudoso, un sino marcado por la angustia de del tiempo, con los bailes de las teorías políticas y los
recolocar todo el sistema de la existencia en una nueva sistemas de gobernación, pero que en esencia no ha
configuración del mundo. cambiado. Desde el principio, el mundo es regido por
La consecuencia es la misma que cuando sobre un fuerzas que nos superan, fuerzas que no alcanzamos
objeto se aplican dos fuerzas de igual poder y vectores y se escapan a nuestra voluntad, ya sea la naturaleza,
opuestos: la tensión aumenta a su alrededor, pero no el devenir político, el indetenible curso de circunstan-
se mueve. En Ociel del Toa esa tensión se respira, se cias ajenas al individuo común. Ociel del Toa es la re-
siente en las imágenes, y el efecto es el mismo. Nada se presentación del futuro en la Cuba posrevolucionaria,
desplaza, una monotonía inmensa pesa sobre la exis- de las dudas que crecen sobre el acontecer histórico,
tencia de estos sujetos, una espera de lo más terrible o el lugar de cada uno en el nuevo momento y el signi-
del próximo movimiento de esas fuerzas que, como las ficado exacto de los cambios en esta realidad ajena al
de la naturaleza, son ajenas a ellos pero determinan su gran centro de la vida política del país. Ociel… es, en
cotidianidad. En este sentido, la muerte se convierte suma, la ancestral angustia de vivir horas, años, siglos,
en un motivo recurrente, aunque no con una conno- con los pies en las aguas del río, sin poder cambiar su
tación trágica. La idea de la muerte se asocia al de- curso.
curso, al transcurrir inexorable del tiempo, construido
en este caso como espera y no como posibilidad ac-
tiva del sujeto de transformar su entorno. Si cuando
se nos presenta a la familia de Ociel, la anciana afir-
ma que atiende la casa y espera, no podemos más que
deducir que cierto aire de desesperanza, de pérdida,
se cierne sobre la existencia en la ribera del río. Ociel Yelsy Hernández Zamora (La Habana, 1985). Licenciada
rema, arrastra su cayuca durante horas con los pies en en Historia del Arte por la Facultad de Artes y Letras de La
el agua, porque el río lo trae todo, pero ni la escuela, Universidad de La Habana. Ha sido editora de Ediciones
ni el hospital, ni la plenaria cambian eso. Sigue el fluir ICAIC y de la revista Cine Cubano. Textos suyos dedicados
del agua como el de su vida, con el aire resignado de
al análisis cinematográfico han aparecido en estas
la predestinación. Rema y rema, y los primeros planos
publicaciones y en los sitios digitales Cubacine y Cubanow.
de los brazos del adolescente remando se cortan sobre
sí mismos en la acción repetida mecánicamente. Nils Longueira Borrego (La Habana, 1990). Licenciado
Ociel, adolescente de 16 años, resulta la metáfora en Historia del Arte por la Facultad de Artes y Letras
perfecta para darle forma poética al futuro. El porve- de la Universidad de La Habana. Textos suyos han sido
nir tiene que trabajar duro en el río, tiene que conver- publicados en diferentes revistas sobre cine y artes plásticas,
tir el remo, la cayuca y el agua en parte constitutiva de como La Gaceta de Cuba, Temas, Noticias de Arte Cubano.

146 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Na, le hicieron una
crítica en Cine Cubano y
le machacaron su película,
parece que el hombre
no lo aguantó

de película 147
¿Conocerán los japoneses a Cuba?
Intercambios transnacionales,
vanguardia fílmica, y política

MIHARU M. MIYASAKA

L
a novia de Cuba es un filme que el director ja- La representación se centra en Akira, un marinero
ponés Kazuo Kuroki realizó en la Isla en 1968. japonés que arriba a La Habana en 1968. Desde el
De manera oficial, no fue una coproducción con inicio el personaje aparece cómodamente inmerso en
el ICAIC, e incluso definir este rodaje como una cola- una cultura que incluye a milicianos portando rifles,
boración resulta problemático.1 Sin embargo, es preci- habaneros trabajando, y otras prácticas más munda-
samente su ambigüedad lo que dialoga de forma sig- nas como beber o relajarse en la playa. Kuroki recons-
nificativa con una sección dedicada a filmes cubanos. truye la realidad como un conjunto de experiencias
Dentro de una noción tradicionalista de cine nacional, simultáneas que se mueven entre unas dimensiones
cómo plantear una película que se rodó enteramente individual y colectiva, de trascendentalismo político
en Cuba con temática, actores, y profesionales cuba- y de lo trivial cotidiano. En uno de sus recorridos por
nos, pero cuya idea original, posproducción, equipo la ciudad, Akira conoce a Marcia, una hermosa mujer
de filmación, y protagonista, eran japoneses.2 A través que trabaja en una fábrica de tabaco, y seducido por
de este intercambio transnacional, la visión del único su belleza la sigue en un viaje por la Isla, desde La
realizador japonés que ha trabajado en Cuba se conec- Habana hasta Santiago de Cuba. El director, un exper-
tó al flujo procesual, dinámico, y multifacético, que to documentalista, utiliza el encuentro para articular
constituye el imaginario fílmico nacional. ficción y documental, desarrollando el romance de los

148 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


como él, interactuaban con la ciudad a través de sus
preferencias/conocimientos sobre tabaco, ron, café y
mujeres. El audiovisual también muestra la manera en
que una identidad fílmica japonesa era popularmente
(re)construida mediante la apropiación de la figura del
samurái como personaje en los carnavales cubanos. Sin
embargo, el diálogo desconoce una coyuntura cubano-
japonesa por la cual Marcia y Akira podrían haberse
imaginado más próximos: desde finales del siglo xix,
hasta mediados del xx, un flujo relativamente constante
de inmigrantes japoneses a Cuba conectó la ruta trans-
pacífica a las raíces socioculturales de la Isla. Sin em-
Equipo de filmación. bargo, este es un componente muy poco conocido de
personajes en un roadtrip que muestra en tiempo real la construcción de ambas naciones –esto último en el
prácticas, espacios, eventos históricos, paisajes rura- sentido de proyectos sociopolíticos y simbólicos que se
les y urbanos. Algunas escenas de la ficción fueron imaginan desde dentro y fuera de sus fronteras–. Una
filmadas al estilo documental (en ocasiones casi de sensación de ajenidad es percibida en algunas escenas
noticiero), por ejemplo, cuando el actor Masahiko en las que los cubanos miran sorprendidos a Akira y se
Tsugawa interactúa con las personas en la calle sin refieren a él como «chino», denominación popular para
que estas sepan que están siendo filmadas y con esto identificar indiferenciadamente a los asiáticos. La pre-
consigue reacciones espontáneas; o cuando se mueve sencia de los japoneses en Cuba es un tema que ha des-
entre la multitud en un acto conmemorativo, como si pertado un interés (inter)nacional más sistemático, so-
fuera un participante más. bre todo en las dos últimas décadas, en contraste con el
En una escena del inicio, Marcia le pregunta a Aki- reconocimiento que por años han tenido similares pro-
ra: «¿Conocerán los japoneses a Cuba?» Él responde yectos migratorios en Latinoamérica y Norteamérica.
que conocen «azúcar, tabaco, café, revolución y [él Un caso parecido al cubano es el de República Domi-
solo] a Marcia».3 Este breve y casi insignificante diá- nicana; sorprendentemente, un documental de Santia-
logo, dicho como al azar entre comentarios con los go Álvarez, El muro (1996), constituye una importante
cuales los dos desconocidos tratan de romper el hielo contribución (tal vez la única en formato audiovisual)
(y los futuros amantes de seducirse), en el placentero a la escasa bibliografía sobre los japoneses en esa otra
e irreflexivo escenario de una playa, encierra uno de isla del Caribe.5 En La novia de Cuba, coescrita junto
los aspectos más provocadores de la representación. al guionista cubano Alfredo del Cueto, la memoria co-
El filme es una invitación a reflexionar sobre cómo los lectiva sobre injusticias previas a 1960 no incluye, por
cubanos y los japoneses se reconocían y/o se imagina- ejemplo, el encarcelamiento de todos los inmigrantes
ban mutuamente; el cruce de los dos personajes plan- japoneses varones en el Presidio Modelo de la Isla de
teado desde la perspectiva sociohistórica del encuen- Kazuo Kuroki dirige a Obdulia Plasencia (Marcia).
tro hispano-asiático. También dirige la mirada hacia
la interpretación que propone Kuroki, como represen-
tante de la vanguardia fílmica japonesa (caracterizada
por una penetrante crítica social y política, entre otros
elementos históricos, filosóficos, e industriales),4 del
contexto cubano de los años sesenta.
La citada conversación revela una familiaridad que
es resultado, en buena parte, de los intercambios co-
merciales entre ambos países. Akira mismo represen-
ta la colaboración de Japón con la industria pesquera
cubana. Los marineros japoneses no eran una rara
presencia en el puerto de La Habana; tal vez algunos,

de película 149
sonales –como el de seguirlo a él–, a su compromiso
con una colectividad, en medio de un proceso revolu-
cionario. A pesar de su intensa pasión por ella, él no
acepta sus demandas de compromiso político, como
leer el diario del Che Guevara, o quedarse en Cuba a
construir la Revolución. Lo interesante de su posición
es que no se opone a los ideales de Marcia, no los
critica, en realidad los admira, pero no los comparte;
duda de comprometer sus deseos como individuo en
el presente.
Akira aparece al inicio del filme como la personifi-
cación del frívolo marinero que en cada puerto busca
Kuroki en el rodaje de La novia de Cuba (1968). una experiencia placentera, y quien, ahora, en contraste
Pinos, durante la Segunda Guerra Mundial. La ausen- con la comprometida obrera cubana, pareciera incluso
cia del factor migratorio en el intercambio entre Marcia estar atado a nociones de individualismo capitalista y
y Akira refiere cómo la mutua identificación entre japo- burgués. Una lectura similar debe de haber motivado
neses y cubanos es una narrativa con elipsis, lo cual nos las críticas de la izquierda japonesa, la cual calificó de
invita a explorar cómo y por qué se ha producido este contrarrevolucionario al personaje de Akira, mientras,
(des)conocimiento –si bien esa investigación excede el en un giro irónico, la opinión general en Japón vio el
objetivo y el espacio del presente trabajo. filme como una «propaganda del Partido Comunista».7
¿Cómo se posicionó un director japonés frente a la Sin embargo, resulta productivo proponer el comporta-
realidad cubana de 1968? Una buena parte de las crí- miento del personaje más allá de una oposición ideoló-
ticas y opiniones sobre el filme coinciden en evaluarlo gica, o de una caracterización, y conectarlo con las ob-
como una especie de documento, en el sentido de que sesiones de la vanguardia, sobre todo, con su ansiedad
reproduce sin problematizar un discurso institucional por el rol de la sociedad japonesa en el pasado reciente
y público, que Marcia personifica literalmente. Así, de la Segunda Guerra Mundial y en el presente de la
la visión de Kuroki respondería a un preposiciona- posguerra. El individualismo de Akira se abre a nue-
miento, con una imagen previa del proceso revolucio- vos significados al interpretarse en conexión con los
nario cubano conceptualizada desde fuera a partir de cuestionamientos de la vanguardia sobre la naturaleza
los ideales de la izquierda japonesa. Es cierto que el colectiva de los proyectos de la guerra y del poscon-
personaje de Marcia, con su exagerado positivismo, flicto; el individuo necesitaba reclamar una posición de
absoluta convicción, y falta total de crítica, contrasta poder, con decisiones y responsabilidades, dentro de
fuertemente con el de Sergio, su contemporáneo de una sociedad que había seguido ciegamente el rumbo
Memorias del subdesarrollo (Tomás Gutiérrez Alea, histórico ideado por otros, ya sea el Emperador, o el
1968), asaltado por sus inquietudes, dudas y cuestio- gobierno de posguerra.8
namientos internos. El objetivismo de Marcia pare- Tal vez la crítica principal a La novia de Cuba es
ciera ficticio, «como si estuviera basado en deseos y que Kuroki no propuso un dilema político similar en el
sueños en lugar de la realidad»,6 frente a la subjeti- personaje de Marcia; en su lugar, lo introdujo a través
vidad más real de Sergio. Sin embargo, un elemento de Akira, sin renunciar así a la imagen positiva que los
que, por lo general, se pasa por alto es que el perso- japoneses tenían de los cubanos y de su proyecto revo-
naje de Akira nunca resulta seducido por las convic- lucionario. Las experiencias del marinero japonés no
ciones políticas de Marcia. Kuroki enmarcó a los dos se convierten en un viaje transformador, a pesar de ver
personajes dentro de un encuentro oposicional entre muchas muestras de cohesión social a lo largo de su
pasado y futuro: los tiempos que orientan la responsa- recorrido por la Isla; su visión nunca cambia, no pien-
bilidad política de Marcia y el presente que define con sa en quedarse, sino que quiere que Marcia se vaya y
su inmediatez el sentido de las acciones de Akira. Él abandone a la colectividad. El último diálogo entre los
reivindica su individualidad, en contraste con la ma- dos amantes es revelador. Ella se despide de él para
nera en que ella subordina su vida y sus deseos per- dedicarse exclusivamente a sus obligaciones revolucio-

150 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


narias, y él, aunque entiende su compromiso, poráneos, por ejemplo, Hiroshi Teshigahara, Kaneto Shindo,
al mismo tiempo le cuestiona: «Si no puedes Shohei Imamura, Nagisa Oshima, Toshio Matsumuto, y Koji
pensar en tu felicidad, cómo puedes pensar Wakamatsu, si bien algunos autores opinan que es una figura
en la de los demás». Una posible respuesta aún por descubrir en Occidente.11 Su trabajo en Cuba no fue ob-
estaría en una valoración de Tomás Piard so- jeto de crítica ni comercialmente exitoso. La presente reflexión
bre el filme, que para él representa «la Cuba propone abrir el debate sobre el tema para explorar nuevas po-
de la pasión [revolucionaria]» «donde la gen- siciones desde las que entender, más allá de una lectura básica,
te se entregaba», y el personaje femenino, «la la experiencia de este director japonés en el contexto cubano y
idealización y el romanticismo» de aquel mo- su interpretación del mismo. En este sentido, su primer filme,
mento, si bien algo exagerados. «Como docu- el experimental El silencio sin alas (1966), se caracteriza por
mento histórico de [los] sesenta, que fueron constantes variaciones de las posiciones visuales, anacronismos
años muy pasionales, creo que esa película espacio-temporales, fragmentación narrativa, un concepto de
tiene un valor inestimable. Posiblemente en edición que juega a romper toda noción de continuidad. Pero La
los Noticieros ICAIC eso esté también, pero novia de Cuba transmite una sensación de totalidad y estabili-
no recuerdo una película cubana que tenga dad; los eventos son realistamente secuenciales, los personajes
esa relación tan directa con una realidad que y acciones corresponden a un contexto espacio-temporal reco-
ya no existe».9 Así, el imaginario nacional se nocible; la edición reconstruye una realidad coherente y conti-
expande con La novia de Cuba y su represen- nua que, a diferencia de El silencio…, muestra claramente qué
tación de una identidad sociopolítica e histó- está pasando, a quién, cuándo, dónde, y por qué. ¿Es posible
rica que es, desde el presente, la memoria de ver en este contraste discursivo y narrativo dos interpretaciones
una pasión con la que los cubanos ya no se de dos realidades diferentes? ¿La posderrota y el postriunfo?
reconocen, o un pasado con el que no se quie- ¿Es posible que para Kuroki la realidad cubana, aunque mul-
ren imaginar. tifacética y dinámica, fuera entendida como un proceso cohe-
El filme también representa la manera en Obdulia Plasencia en la visita a Japón.
que los japoneses han imaginado a Cuba y a lo
cubano, en gran medida, a través de un evento
político, y en particular, de la figura del Che
Guevara. La imagen de Cuba como destino
migratorio de la primera mitad del siglo xx,
cambió a partir de otros intercambios cultura-
les, institucionales, comerciales, profesionales
y políticos. El filme de Kuroki apunta a esta
variación, puesto que Marcia no conoce a un
inmigrante japonés, sino a un marinero en una
ruta transpacífica comercial. Otro detalle es
que fue filmado en 1968, oficialmente llamado
«Año del Guerrillero Heroico», y las imágenes
del Che Guevara aparecen como un leitmotiv a
lo largo la película, y también estuvieron pre-
sentes en su exhibición nipona. Esto me hizo
recordar que hace unos años, cuando el libro
Japoneses en Cuba10 fue publicado en Japón,
su título se cambió por Guevara no Kuni no
Nihonjin, o Los japoneses del país de Gueva-
ra, no solo revelando lo que estos (des)cono-
cen de Cuba, sino lo que imaginan de la Isla.
Kuroki no es considerado un director in-
fluyente al estilo de algunos de sus contem-

de película 151
cada vez más mediante alternativas de financiamiento y de colabo-
rente en el que los individuos aún se movían unidos
ración que cruzan las fronteras.
por una certidumbre? Más cerca de ti es el título en
español que aparece en el DVD del filme; pero Marcia 3
El filme es todo en español, salvo en algunas ocasiones en las que
y Akira, en sus respectivas últimas escenas, aparecen Tsugawa se expresa brevemente en japonés.
caminando solos, por separado, como cubanos y japo- 4
Isolde Standish tiene un excelente estudio sobre el tema: Politics,
neses, desde/hacia pasados y futuros (des)encuentros.
porn and protest: Japanese avant-garde cinema in the 1960s and
Es muy probable que los marineros nipones hayan
1970s (New York: Continuum International, 2011).
formado parte de las tripulaciones de los galeones
españoles que atravesaron el Pacífico, y fueran los 5
En el caso de Cuba, se han producido tres documentales sobre el
primeros japoneses en llegar a América.12 Es tentador tema: Japoneses (Idelfonso Ramos, 1981), Un eterno sembrador (Octa-
conectar simbólicamente esos primeros encuentros vio Cortázar, 1988), y El sol rojo en el poniente (Marina Ochoa, 2010).
hispano-asiáticos a las experiencias de Akira, el mari- 6
Marc Zimmerman dice esto en referencia al tipo de crítica que re-
nero de siglos posteriores, quien, como los inmigran-
cibió el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal por su trabajo literario
tes japoneses que en su mayoría también arribaron a
posterior al triunfo de la Revolución Sandinista. «La afirmación de
la Isla por mar, fue protagonista de viajes que interco-
Cardenal sobre la Revolución podría parecer demasiado favorable,
nectaron de una manera dinámica y fluida, nociones
exagerada y acrítica; su celebración de la Revolución puede sonar
de familiaridad y de extrañeza entre cubanos y japo-
demasiado exultante como si se basara en deseo y sueño más que en
neses. El intercambio más allá de las fronteras que
la realidad. Lo que anula la negatividad de las dudas que acompañan
representó el proyecto fílmico La novia de Cuba, una
a cada proceso, no importa cuán positivo sea este» (Traducción del
producción japonesa con una problemática cubana,
original en inglés). («Ernesto Cardenal after the Revolution». Flights
una película sobre Cuba hecha por japoneses, una vi-
of victory. Maryknoll, N.Y.: Orbis Books, 1985, xxix).
sión de la Isla desde fuera y desde dentro, es un viaje
que sirve para explorar y mantener abierto el debate 7
Masahiko Tsugawa citado en «La novia (desconocida) de Cuba»
sobre las visiones que construimos de (nos)otros. (Cubano Nikkei, Web).
8
Sobre el tema, consultar el texto de Standish.
1
Mario Piedra, en «La novia (desconocida) de Cuba», hace un ex- 9
Entrevista a Piard en el documental La novia de Akira.
haustivo recuento histórico del proceso de realización del filme, en
el que señala que no es una coproducción, ni una colaboración, y 10
De los historiadores cubanos Rolando Álvarez y Marta Guzmán
explica por qué el ICAIC no se involucró oficialmente en el proyec- (La Habana: Fundación Fernando Ortiz, 2002).
to. En el documental La novia de Akira (Marian García, 2011), 11
Roland Domeniq, «The anticipation of freedom: Art Theatre
Manuel Paredes se refiere a esta producción como un servicio. Las Guild and Japanese independent cinema» (Midnighteye, 28 junio
reveladoras investigaciones de Piedra y García documentan el tipo 2004, Web).
de apoyo que tuvo el filme por parte de las instituciones del Estado:
material de archivo, permisos de rodaje, y transportación. También
12
Esta es una hipótesis de Daniel M. Mastersony Sayaka Funada-
contó con el trabajo del productor Orlando de la Huerta, las actri- Classen, en The Japanese in Latin America (Urbana: U of Illinois
ces no profesionales Obdulia Plasencia y Gloria Lee, el coguionista P, 2004, 13).
Rolando López del Amo, la actriz Daisy Granados (quien dobló los
diálogos de Plasencia), el compositor Roberto Valera, y la cantante
Digna Guerra. Francisco S. Miyasaka, del Instituto de Cooperación
y Amistad con los Pueblos (ICAP), participó como intérprete en
Miharu M. Miyasaka (La Habana, 1979). Doctora en
todas las etapas de la filmación, y en su exhibición en Japón.
Estudios Hispánicos en la University of Western Ontario,
2
El tema de los intercambios transnacionales y las industrias na- Canadá. Sus principales intereses investigativos incluyen
cionales de cine lo he desarrollado recientemente en el caso del el discurso histórico y su representación en la literatura y
El muro (Santiago Álvarez, 1996), un documental cubano sobre el cine, los intercambios transnacionales y la producción
la inmigración japonesa a República Dominicana. Considero de independiente en el cine cubano contemporáneo. Fundó
gran importancia el debate sobre la narrativa de un cine nacional el archivo digital cubanonikkei.com para documentar la
en un contexto contemporáneo en el que los filmes se producen historia de la inmigración japonesa en Cuba.

152 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


¿Dónde
está
Teresa?
La fuerza mayor de una película radica
en que sea indiscutible con respecto a las
acciones que determina, y que transcurren
ante nuestra vista.
Es normal que el testigo de una acción
la transforme para su propio gusto,
la distorsione y dé falso testimonio de ella.
Pero la acción tuvo lugar, y vuelve a tener
lugar cada vez que la máquina la resucita.
Cocteau

Revista Cine Cubano, no. 101.


ENRIQUE ÁLVAREZ

R
etrato de Teresa otra vez. ¿Por qué volver a Teresa? ¿Por créditos iniciales de la película (la foto), y el
qué regresar a ver esta película filmada por Pastor Vega que le hace el director a su personaje para
en 1979? ¿Qué puede decirnos hoy? O mejor, ¿qué pue- concluir el filme (corte y congelamiento de
de seguir preguntándonos? un fotograma), hay toda una muestra de
Retrato de Teresa pertenece a una tradición de arte reflexi- sucesos efervescentes, que funcionan como
vo. Hija de Por un cine imperfecto, es la mejor puesta en escena representación, y testimonio, de la compleja
de ese texto programático escrito por Julio García Espinosa en sociedad en la que los protagonistas y el res-
1971. «Mostrar un proceso no es precisamente analizarlo. Ana- to de los personajes interactúan.
lizar, en el sentido tradicional de la palabra, implica un juicio La imagen inicial de Teresa remite al re-
previo, cerrado. Analizar un problema es mostrar el problema gistro de un instante feliz, de una protago-
–no su proceso– impregnado de juicios que genera a priori el nista enamorada que reacciona y mira con
propio análisis. Analizar es bloquear de antemano las posibi- limpieza el lente de la cámara con que su
lidades de análisis del interlocutor. Mostrar el proceso de un marido le hace una fotografía de domingo.
problema es someterlo a juicio sin emitir el fallo».1 Esta mujer, que también nos mira a nosotros,
Retrato de Teresa no es un retrato, son mínimamente dos, se ofrece en todo su esplendor y su belleza.
porque entre el que le hace Ramón a Teresa en la secuencia de Es el tipo de foto que nos dejamos captar,

de película 153
resa, que en algún momento confiesa trabajar como
una mula para no pensar, no puede, en realidad, de-
jar de cuestionar lo que sucede y le sucede, y como
la mayoría de las respuestas que encuentra son viejas,
comienza a luchar: «Yo quiero ser yo, no una muñeca
de trapo». En Memorias…, la lucidez del protagonis-
ta, su capacidad de análisis, lo lleva a un callejón sin
salida, al desespero, al encierro en sí mismo. En Retra-
to…, el despertar de la mujer la lleva a la duda y a la
confrontación; por un lado, la fábrica, la emulación, el
sindicato, el movimiento de artistas aficionados, y por
el otro, Ramón y sus hijos. Entre las demandas de la
familia y los compromisos laborales se va tensando la
cuerda que la obliga a tomar decisiones. «La gente no
es de hierro», le dice ella a su jefe y este le contesta: «La
gente es de carne y huesos, y de ideas. Uno es lo que
quiere y tú puedes hacer más si tú quieres».
cuando sabemos que nos miran, cuando queremos Ser o no ser Teresa, esa es la cuestión; y para serlo,
mostrar lo mejor de nosotros, dar una buena impre- un sujeto independizado, tiene que romper con Ra-
sión. Es el retrato de Ramón. món. Lo perverso de esta película, o su limitación, es
Pero este, el del esposo, no es el Retrato de Tere- situar la emancipación de la mujer fuera del núcleo
sa que Pastor Vega nos propone. Hay una intención familiar, con lo cual el conflicto de convivencia con
mucho más compleja y cuestionadora en la cámara el machismo y su superación queda falsamente pos-
«objetiva» con la que el realizador registra, desde una tergado. ¿Acaso no son machistas el jefe y sus compa-
mirada expresamente documental, las luces y sombras ñeros de trabajo? ¿Acaso no lo terminarán siendo sus
de una protagonista que, metida en la vorágine de las hijos? ¿Acaso no lo es la misma sociedad que la lleva
transformaciones revolucionarias que condicionan su a liberarse?
comportamiento, se está construyendo a sí misma. Ambrosio Fornet, coguionista de la película, cuen-
Y es que Teresa, vaya paradoja, es hija del Sergio ta: «Nuestro problema –el de Pastor y el mío– era el
de Memorias del subdesarrollo (Tomás Gutiérrez Alea, de la responsabilidad y la integridad revolucionarias.
1968). Aquel, un neurótico que reacciona intentando Lo que tratábamos de decir es que nada crece, nada se
comprender la mutación social que está ocurriendo a
su alrededor; ella, una mujer que acciona en la misma
dirección que el cambio político-social le exige y al
que quiere contribuir con su emancipación personal.
En Memorias…, el neurótico es el personaje; en Re-
trato…, la neurótica es la colectividad (o para ser más
preciso, el ecosistema de un ideario revolucionario
que, con sus propósitos y exigencias redentoras, gene-
ra una tensión moral alienante entre los individuos y
sus nuevas relaciones laborales, ideológicas, sociales y
familiares). En Memorias…, Sergio, alejado de la co-
munidad y de su propia familia, se hace preguntas y se
las responde, desplegando una tesis sobre la condición
de subdesarrollados que en alguna medida justifican
la sociedad y lo justifican a él: «¿Qué sentido tiene la
vida para ellos? ¿Y para mí? ¿Qué sentido tiene para
mí? Pero yo no soy como ellos…»; en Retrato…, Te-

154 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


cación personal y la identificación
que ambos sentían con la expe-
riencia sociopolítica y emocional
de sus personajes. En aquellos años
buena parte de la sociedad cubana
estaba empeñada en la construc-
ción del hombre nuevo.
La persistencia de Teresa es la
persistencia de un cine que a ratos
supo mirar y hurgar a su sociedad
con empatía y lucidez. Por aquellos
años la empatía era fácil, pero la
lucidez no. La lucidez siempre fue
compleja, implica dudar, supone
una mirada crítica difícil de dige-
rir: la de Sergio, el de Memorias…,
era un «rezago burgués», pero el
desarrolla –ni una sociedad, ni una persona, ni una conciencia…– sin despertar de Teresa no.
esfuerzos, sin obstáculos, sin conflictos».2 Por eso la complejidad de un ¿Dónde está Teresa, ahora? Es
personaje como Teresa (así está diseñado) proviene precisamente de un difícil saberlo; el retrato que con-
carácter voluble, en proceso, que está buscando su definición. Ella es una servamos no nos sirve para saber
flecha en vuelo impulsada por el contexto, por un experimento social que qué le sucedió después. Pero igual
va modelando sus convicciones y desplaza el conflicto de la construcción es una película en la que todo tor-
del «hombre nuevo» a un ámbito privado, al ecosistema de un matrimonio na a ser creíble cuando la máquina
que no está preparado para afrontar en conjunto las nuevas tareas y termina la resucita y uno vuelve a vivirla y a
rompiéndose, a través de un posicionamiento sobre la infidelidad. reflexionar sobre el destino de sus
«¿Si yo hubiera hecho lo mismo?», le pregunta Teresa a su esposo, su- protagonistas, sobre nosotros mis-
giriendo que ella también podría haber tenido otra relación; y él le con- mos, sobre los sueños y las frustra-
testa: «Un hombre es distinto, no es lo mismo». «Ramón, ¿si yo hubiera ciones del país que somos hoy.
hecho lo mismo?», repite ella. Y cuando él insiste en: «No es lo mismo»,
ella comprende que evidentemente ya nada será lo mismo, y se va. 1
Julio García Espinosa, Por un cine imper-
Por eso la mujer que camina en medio de un gentío por el boulevard al fecto. Un largo camino hacia la luz, Edicio-
ritmo de «Sácale brillo al piso, Teresa» (una ironía de Pastor) ya no sonríe, nes Unión, 1969, p. 28.
ya no mira a cámara cuando el realizador la congela en un fotograma.
Dentro se le ha muerto una ilusión o, para ser más preciso, un proyecto 2
Ambrosio Fornet, «Teresa: retrato de un
de vida. Va sola y lo sabe. En el proceso que transcurre desde la foto con desafío», Trampas del oficio, Ediciones
que se inicia el filme hasta el retrato final, ha ocurrido una revelación. ICAIC, 2006, p. 187.
Ramón es un hombre incapaz de evolucionar y caminar a su lado, se ha
convertido en un obstáculo. Enrique Álvarez (La Habana, 1961).
¿Qué significará esta experiencia para Teresa? ¿Cómo enfrentará en Director de cine, guionista y ensayista.
lo sucesivo las contradicciones entre las ideas y ser ella misma? Es difícil Actualmente ejerce como Jefe de la
saber hasta dónde pueden llegar los cuestionamientos de una persona Cátedra de Dirección en la Escuela
que ha comenzado a pensar por sí misma, y que una y otra vez tendrá que Internacional de Cine y Televisión
afrontar los mismos problemas. en San Antonio de los Baños. Jirafas
El mayor logro de esta película es sin dudas la escritura del carácter (2013), Venecia (2014), la primera
de los protagonistas diseñada por los guionistas y por sus intérpretes, los película cubana financiada con
actores Daysi Granados y Adolfo Llauradó; todo lo que sucede entre ellos crowdfunding, y Sharing Stella (2016)
resulta verosímil, incluso hoy, por la vitalidad, la espontaneidad, la impli- son sus más recientes producciones.

de película 155
Cantando entre los tractores:

Patakín
o de las angustias
de lo musical en el
cine cubano
NORGE ESPINOSA MENDOZA

R
ecuerdo con nitidez la aparición de aquel trái- es por ello, también, que la propongo en estas páginas
ler en la pantalla de un cine santaclareño. Pa- como encrucijada hacia la dificultad que, para nuestro
takín (quiere decir ¡fábula!): aclaraban los cré- cine, el musical ha sido una y otra vez.
ditos de aquella secuencia de números de canto y baile Con la llegada del sonoro, sucedió lo inevitable: la
que anunciaban una suerte de regreso al musical en la cinematografía cubana se llenó de congas, maracas,
cinematografía cubana, tras varios años de desencan- guitarras y pasos de baile. La música popular acompa-
to y espera alrededor del género, salvado apenas por ñó la imagen turística de esas primeras producciones,
una serie de documentales, algunos notables, en los y resultaba ineludible que entre escena y escena saltara
que la música cubana se dejaba ver en pantalla a través una canción. Gracias a ello se conservan imágenes de
de sus más consagrados intérpretes. Era la década del algunas de nuestras más destacadas figuras cantando
ochenta, que merece un estudio aparte en la produc- a Lecuona, Roig y otros compositores de valía. Rita
ción cinematográfica del país, dada la abundancia de Montaner fue la más afortunada en esas lides, quien
lo filmado y los muy diversos matices de esos filmes, protagonizó al menos dos filmes, ambos de Ramón
que iban desde una voluntad estetizante tan abruma- Peón, que la nostalgia deja ver sin demasiado remilgo:
dora como la de Cecilia (Humberto Solás, 1982), hasta El romance del palmar, en 1938; y La Única, en 1952.
la chatura malamente hiperrealista de otros. En medio Pero ya a fines de esa década otras voluntades iban exi-
de todo ello aparece Patakín..., dirigida por Manuel giendo más, y prueba de ello es el thriller experimen-
Octavio Gómez en 1982, con guion de Eugenio Her- tal Siete muertes a plazo fijo (Manuel Alonso, 1950)
nández Espinosa, música de Rembert Egües, coreogra- –en el que Maritza Rosales no pierde la oportunidad
fías de Víctor Cuéllar, fotografía de Luis García Mesa de bailar–, y Casta de roble (Manuel Alonso, 1954), un
y edición de Justo Vega. No se equivocan quienes la drama de la sangre emplazado en el campo cubano. La
añaden a la lista de películas de culto producidas en la Revolución traería su propia música, y justamente, el
Isla. Es difícil verla sin tomar ciertas precauciones. Y nuevo cine que llegó con ella miró con recelo el mu-

156 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


sical, importado desde Hollywood con una carta de
artificio y refinamiento costoso, que a muchos parecía
inadecuado para la nueva circunstancia.
Lo verdaderamente asombroso es que a lo largo de
toda la historia del cine cubano no se haya producido
una película que logre enlazar de modo sólido, en un
mismo argumento, música, canto, baile y acción dra-
mática. Lo más cercano y exitoso que se tiene respecto
a ello es, por supuesto, La bella del Alhambra, el nos-
tálgico filme de Enrique Pineda Barnet, que reimagi-
naba en 1989 la típica historia de una joven estrella
Miguel Benavides y Asseneh Rodríguez.
en aquel famoso teatro de hombres solos, a partir del
modelo que Sara Montiel y otras actrices del cine his- García Espinosa, a medio camino entre las produccio-
panoamericano impusieron entre los años treinta y nes que México y la Isla desarrollaron intensamente,
sesenta. Pero incluso La bella… –y este es uno de sus y que tuvo entre sus guionistas a Alfredo Guevara y a
valores, pues logró refrescar todo un repertorio que Manuel Barbachano Ponce como productor, con su-
estaba a punto de ser casi olvidado–, está más cerca pervisión de Cesare Zavattini, con un resultado poco
del concepto de revista que de un musical propiamen- atractivo a pesar de una escena de rumba cabaretera
te dicho, enhebrando canciones ya existentes en una que vale lo suyo. La revista Fotogramas le dedica a ese
trama que las toma o no, según quieren el director y filme el siguiente comentario que no creo sea del todo
el guionista, como puntos de apoyo o enlace entre sus un elogio convincente: «El conjunto es algo indefini-
secuencias. Es más bien un jukebox musical, como se do pero posee el encanto de los productos hechos con
dice para definir una obra de este tipo, diferencián- entusiasmo».1 Y ya sabemos adónde el entusiasmo nos
dolas de aquellas para las cuales un letrista y un com- ha conducido en tantas ocasiones.
positor crean temas completamente inéditos, relacio- La coreografía de ese filme era de Alberto Alonso,
nados en forma directa con la trama a desarrollar. El responsable de lo que en la década del sesenta sería
nuevo cine miró con recelo el teatro en tanto fuente de el máximo intento por un cine musical criollo. Direc-
posibles filmes, y de ahí viene esa tardanza en llevar tor del Conjunto Experimental de Danza, reconocido
a la pantalla obras que fueron éxitos en la escena de merecidamente por su labor, a un par de años antes
su tiempo, y que han debido esperar más de cuarenta de crear su celebérrima versión de Carmen para Maya
años para llegar a la pantalla, con lo que eso conlleva Plisestkaya, estrenaba el ballet El solar, que fascinó a
de peligroso. El musical cayó en esa misma trampa. la bailarina rusa. Sobre un guion de Lisandro Otero se
Y es curioso, porque, por ejemplo, vale recordar que creó la puesta en escena titulada Mi solar, que también
en 1959 los actores sobrevivientes del Alhambra aún vinculó a figuras del Teatro Musical de La Habana y
recibían aplausos en el Teatro Martí, y que una obra ganó varios elogios, al punto de ser considerada para
que incluía canciones era la más exitosa, con más de su versión cinematográfica Un día en el solar, por vez
150 funciones en la sala Hubert de Blanck de aquella primera en color, y dirigida por Eduardo Manet. La
Habana: Mujeres, dirigida por María Julia Casanova (de música era de Tony Taño, e incluía temas que se hi-
diciembre de 1958 hasta el 12 de marzo de 1960). En cieron conocidos, como el del lavadero, o el dúo de la
su elenco se destacaba María de los Ángeles Santana. escoba. Sonia Calero compartía papeles con Roberto
Pero ni ella, ni otra de nuestras grandes vedettes, Rosa Rodríguez, Tomás Morales, Alicia Bustamante y As-
Fornés, serían consideradas para roles cinematográ- seneh Rodríguez. Vale añadir que el vestuario era del
ficos durante mucho tiempo. Era obvio que la nueva destacado diseñador Andrés García, un nombre fun-
directiva de este cine emergente no confiaba en el mu- damental en nuestro diseño escénico. Pero el rodaje
sical, y los trastazos que recibió el género en sus pocos de Un día en el solar se desarrolló en estudios, con un
ejemplos durante aquellos primeros años lo condena- trabajo de cámara generalmente estático, que depen-
ron a ser cada vez menos frecuentados. La arrancada día demasiado de lo teatral. La influencia de West Side
fue Cuba baila, de 1960, primer largometraje de Julio Story (Robert Wise y Jerome Robbins, 1961) ya había

de película 157
Cuando se establecen las pautas del I Congreso
de Educación y Cultura en 1971, las religiones y cul-
tos afrocubanos quedaron estigmatizados. Las obras
que incluían referentes de ese tipo fueron apartadas
o negadas. María Antonia, la pieza más célebre de la
carrera dramatúrgica de Eugenio Hernández Espino-
sa, fue censurada bajo la mano dura de Jesús Díaz y
otros jerarcas culturales: estrenada en 1967, no se filmó
una adaptación de la misma sino hasta 1990. Por fin, a
inicios de los ochenta, esa presión comenzó a ceder, y
lentamente regresaron a la luz pública no solo visiones
empezado a sacudir el musical de ciertas ampulosida- de lo folclórico que bebían de esa fuente tan intensa,
des, demandando tratamientos menos edulcorados y sino también roles sociales ligados a tales creencias.
la mirada a otras historias. El estreno, en 1965, añadió En el ICAIC se habían ido produciendo los filmes que
al color el empleo del cinemascope, pero ni siquiera ahora se recuerdan bajo ese epíteto curioso: los ne-
eso logró seducir a los críticos. Creo que la copia que grometrajes, que abordaban el tema de la raza, gene-
se conserva del filme, la misma que puede encontrarse ralmente con argumentos emplazados en el siglo xix
en YouTube, perduró en los archivos de la Televisión y en las luchas independentistas, que denunciaban la
Cubana, gracias a lo cual no se perdió definitivamen- esclavitud y sus nefastas secuelas. Numerosos direc-
te una obra interesante, que no llega a ser la joya que tores trabajaron en ese sentido, con logros diversos.
algunos han creído, pero sí merece una consulta más A pesar de sus notables diferencias, películas como El
reposada. El fiasco de la película sirvió de lápida al otro Francisco (1974), Rancheador (1976) y Maluala
musical cubano, y a lo largo de los años setenta resulta (1979), las tres de Sergio Giral; La última cena (1976),
imposible encontrar una pieza de intenciones seme- de Tomás Gutiérrez Alea; y hasta los animados de El
jantes en la filmografía nacional. Y es que los tiempos negrito cimarrón, creado por Tulio Raggi en 1975, es-
no estaban para música ligera durante aquel decenio. tán en ese circuito. Patakín..., con un elenco de raza
Tal vez por ello el anuncio de que se daba luz verde al mixto, y abundancia de actrices y actores tanto mu-
proyecto de Patakín... resultó alentador para los aman- latos, como negros, de este modo viene a ser, entre
tes del género. El filme estaría en las manos de un direc- nosotros, lo que al blaxploitation del cine norteame-
tor experimentado –La primera carga al machete (1969) ricano fue The Wiz (1978), la versión cinematográfica
y Los días del agua (1971)–; vinculaba a un dramaturgo del musical que reinventaba El mago de Oz empleando
de respeto y a una nómina de talentosos colaborado- un elenco de actores afroamericanos en su totalidad,
res. A él se debe, además, un documental semiolvidado dirigida con resultados estrepitosos por Sidney Lumet
que debería tenerse en mejor consideración: Cuentos y protagonizada por Diana Ross, Michael Jackson y
del Alhambra (1961), en el que varias estrellas de aquel Richard Pryor. La obra, que funcionó a la perfección
coliseo dejan un valioso testimonio. Su carrera, sin em- en Broadway, fascinando entre otros a Stephen Sond-
bargo, estuvo en declive en la segunda mitad de los se- heim, fue un desastre en la pantalla, y terminó dando
tenta, y a decir verdad, ya no se recuperaría. Patakín... por cerradas esa clase de producciones en Hollywood.
no fue precisamente un instante afortunado en esa ór- Hoy, The Wiz es un filme de culto, tanto como lo pue-
bita, y vale preguntarse el porqué. Se trata de uno de los de ser, en su escala mucho menor y más delirante, Pa-
más bizarros filmes de toda la cinematografía cubana, takín... para el público cubano.
tomando el término en su sentido castellano y en lo que Un tema de moda en el cine nacional de los ochen-
significa el mismo vocablo en otras lenguas. En español ta era el machismo, denunciado de modo memorable
funciona como definición de osado y valiente. En inglés en Retrato de Teresa (Pastor Vega, 1979). La película
y francés, bizarre significa raro y estrafalario. Curioso consiguió el respaldo del público, no sin amplia con-
cómo una misma palabra puede servir para representar troversia, por su tratamiento franco de las relaciones
cualidades a veces tan opuestas. Ese elemento contra- matrimoniales en una sociedad que no lograba des-
dictorio también califica este filme. terrar ciertos atavismos. Bajo ese impulso Hernández

158 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Espinosa replantea uno de los patakíes o fábulas que tre los recogedores de una cosecha, con un cuerpo de
protagoniza Changó, encarnación máxima de la viri- baile que se encarga poco de los cultivos y mucho de
lidad en el panteón yoruba. Mujeriego, incontrolable, expresar una alegría que el sol cubano a pleno campo
fanfarrón, recibirá el castigo que merece al enfrentar- debería desmentir, llegó a ser citado en El elefante y la
se a Oggún por el amor de Oshún. Miguel Benavides, bicicleta (Juan Carlos Tabío), película de 1994 que re-
Enrique Arredondo (hijo) y Alina Sánchez son los pasa varios momentos de nuestra cinematografía con
vértices de ese triángulo musical, en el que además no un afán que va entre lo nostálgico y lo humorístico. La
deja de tener nunca presencia importante Candelaria, playa Santa María del Mar es otro de los exteriores, y
asumida con una gracia desafiante por la veterana As- aún se ven en esos planos los pinos que caracterizaron
seneh Rodríguez, quien se desdobla en varias figura- ese entorno hasta que se les talaran para proteger las
ciones para tratar de retener a su escurridizo marido. dunas. Alina Sánchez y Asseneh Rodríguez tienen ahí
Es ella quien centraliza el número donde se le ve como la escena obligatoria entre ambas, rodeadas por bai-
Ruperta la Caimana, «el fuego de La Habana», con larines apenas vestidos con trusas que, para la época,
un sentido de parodia que, de haber dominado todo debieron ser estímulos inesperados para el solapado
el metraje, haría más grato ahora el recuerdo de este público gay de la Isla. Valga recordar aquí que, fiel al
filme. Nunca se libra el guion del peso de lo teatral; mito, el guion presenta a Changó disfrazado de mujer,
las frases resultan altisonantes y poco naturales, y la en un raro momento de travestismo, cuando intenta
doble lectura que sobre el mito exige al espectador huir del duelo que le propone Oggún: Hércules tropi-
toda la trama, acaba por distanciarlo. Changó Valdés cal de traje rojo y peluca dorada. La pelea final se rodó
y sus compinches, familiares y rivales, provienen del en estudio, imitando un ring de boxeo, y la caída del
panteón yoruba, pero se dejan ver en los exteriores del macho por excelencia viene coronada por un chacha-
puerto habanero, entre dinámicas realistas de la Cuba chá que Alina Sánchez desgrana con sensualidad. No
de esa década, y acaban por no convencer ni como se puede negar que la música del filme, por sí misma,
dioses ni como seres cotidianos. Evocan a esas entida- tiene calidad y que las coreografías tienen algún en-
des del panteón, pero hablan usando vocablos como canto. Pero esta suerte de patakín musical socialista,
jorocón, guapo, y tantos otros que se entendían enton- contiene, para decirlo en breve, su principio y su final.
ces como ejemplos del habla marginal, y que en obras Si lo que proponía Patakín... era la resurrección del
como Andoba (1969), de Abraham Rodríguez, sirvie- musical cubano en el cine, o mejor, la invención de un
ron para ampliar y descongelar la galería social de una producto criollo que acrisolara los elementos de este
nación que no era tan perfecta como se imaginaba. tipo de obra, no cabe duda de que consiguió todo lo
Los talentos de Carlos Moctezuma, Litico Rodríguez, contrario. Apaleada por la crítica, volvió a llevar a un
Hilda Oates, están ahí, mas no consiguen vencer ese punto cero la idea de semejante proyecto. Los otros
reto que tal vez en el teatro hubiese funcionado, a la intentos de la época no fueron mejor recibidos. Hay
manera en que se consigue en el libreto y la puesta uno al que le fue aun peor: Hoy como ayer, la película
en escena de María Antonia imaginada por Rober- inspirada en la vida de Benny Moré, que no pasó de
to Blanco. Cuando Sergio Giral adapta esa pieza a la alguna exhibición durante un Festival del Nuevo Cine
pantalla, rebaja la presencia de los elementos míticos, Latinoamericano. «Mala desde los créditos», dijeron
para ir en pos de una mirada menos compleja y más de ella en la prensa, y nunca he podido ver copia algu-
concentrada en la posible realidad de su protagonista, na, aunque me cuentan que en México sus coproduc-
algo que, curiosamente, alzó otra clase de quejas entre tores la vendieron a la televisión. Dios sabe qué nos
quienes veneran ese gran texto de nuestra dramatur- depararía el reencuentro con ese filme de Constante
gia. Hallar el punto medio es siempre cosa difícil, y Diego y Sergio Véjar, estrenado en 1987.
Patakín... pasa, sin mucho recato y hasta con gozo, que Cuando se cumplieron, en 2009, los 50 años del cine
deviene afocante, por encima de todos los extremos. revolucionario cubano, algunos colegas impulsaron
El resultado es ese tono subido, ese exceso y esa encuestas para seleccionar, por supuesto, los mejores
irrupción de lo musical que los enemigos del género filmes, los mejores carteles, los mejores documentales.
detestan sin pudor. El famoso número de los tractores, Y yo me preguntaba: ¿Por qué no ser suficientemente
en el que el trabajador y consciente Oggún canta en- críticos como para asumir los dislates y también pro-

de película 159
poner una encuesta acerca de nuestras peo- remoto. En el cine, por un buen tiempo, hubo una Cuba que
res producciones? Puesto que no falta tela respiraba a la par de ciertos diálogos sociales. Hoy, la vibración
por donde cortar ahí, y porque también, en persiste pero también apela a otros caminos, a discursos más
esa masa llena de buenas intenciones mala- extremos, a la impaciencia de las nuevas generaciones, a una
mente rodadas, puede saltar una sorpresa. mirada hacia la utopía que incluye el cinismo y la denuncia
Patakín... es una de ellas, si se la mira hoy tanto como un grado de desacato que pudo ser impensable en
con sentido del humor, y nos preguntamos, los días del estreno de Patakín..., con su solar idealizado, sus
viendo sus secuencias, qué éramos y cómo extras, bailarines y figurantes de sempiterna sonrisa coreana, y
éramos, en la Cuba de ese tiempo, para llegar una música, también hay que decirlo, menos estridente y vio-
a ver el estreno de una pieza tan irregular, y lenta que la que nos acosa hoy. El híbrido que es Patakín... no
por lo mismo acaso, tan increíble en sí mis- ha dejado de fascinar a algunos estudiosos extranjeros, un tanto
ma. El cine es un espejo cruel pero también a la manera en que ha sucedido con Soy Cuba (Mijaíl Kalató-
honesto en ese sentido: nos dice, incluso a zov, 1964) y otras piezas semiolvidadas y de logros más certeros.
través de sus peores ejemplos, qué reali- Sospecho que para ellos, la Isla que se deja ver en este musical
dad lo acompañaba. Nos acompañaba. Nos es tan subyugante como exótica, tan disparatada como provo-
recuerda quiénes fuimos ante la pantalla, cadora. Una Cuba bizarra, para volver al término, tan caro a lo
hundidos en la sala oscura, maravillados o que entendemos como cine de culto.
espantados, ante lo que en ella se proyectó, El musical cubano en el séptimo arte es una cuenta pendien-
en ese momento y en ese contexto específico. te. Apena que un país con un acervo tan poderoso no posea
La Cuba de los ochenta fue el espacio de obras de mayor dignidad, salvo las contadas excepciones. Fil-
reconquista para una utopía que discutió, mes como Zafiros, locura azul (Manuel Herrera, 1997), el cuen-
a veinte años del arribo revolucionario, sus to Lila de Léster Hamlet en Tres veces dos (2004) o El Benny
claves más arduas. La bonanza económica, (Jorge Luis Sánchez, 2006), se acercan al género. Pero ninguno
sostenida por el diálogo de mercado con los ha logrado superar el eco de La bella del Alhambra, la cual, cu-
países del Este, nos dejó vivir ese momento riosamente, se percibe como un logro y una demanda a hacer
con una intensidad que no demoraría mu- aún más. Cuba se entiende como música y espectáculo. Es una
cho en deshacerse. El cine cubano de esas lástima que de ello haya tan poco en nuestras pantallas. Se trata
fechas nos lo deja saber, con su abundancia de uno de los géneros más complejos y costosos, pero al mismo
de líneas y controversias, con la llegada de tiempo, de una expresión siempre dispuesta a regenerarse, y a
nuevos directores y la pugna de los vetera- entrar en temas mucho más oscuros y riesgosos de los que solo
nos por renovarse y seguir adelante. Parecía piensan en él desde el recuerdo hollywoodense de los cuarenta
que todo iba a ser posible. Incluso, cosas tan y los cincuenta. Quién sabe si no logre resucitar también entre
improbables como que tuviéramos un buen nosotros. Por ahora Patakín..., que quiere decir fábula, nos avisa
cine musical. Patakín... es hoy esa pieza de de sus excesos y sus peligros. Nos hace vernos en esa Cuba con
culto que, a la manera de los filmes de Juan la imprescindible sonrisa de quien sabe que la historia, desde el
Orol (el más que más entre los latinoameri- pasado, nos anuncia los tropiezos venideros. Y lo hace a golpe
canos) o Ed Wood, solo puede verse desde de conga y batá. Porque también, eso somos. Como dice China
la distancia crítica que viene flanqueada del Zorrilla en Esperando la carroza: «Qué duda cabe».
humor o de la incredulidad más desterni-
llante. En un país donde la discusión sobre 1
Consultado en http://www.fotogramas.es/Peliculas/Cuba-baila.
la raza sigue vigente, donde los mitos y cul-
tos provenientes de África son ya parte de
una galería que se deja ver entre la autenti-
cidad y el comercialismo turístico, donde el Norge Espinosa Mendoza (Santa Clara, 1971). Poeta, dramaturgo y
cine mismo ha entrado en otras relaciones crítico de teatro cubano. Jefe de redacción de la revista Extramuros.
con sistemas diversos de producción, la re- Muchos de los espectáculos que ha asesorado para el grupo de teatro El
visión constante del pasado inmediato es tan Público han merecido el Premio de la Crítica. Sus poemas se incluyen
necesaria como el rescate de un tiempo más en antologías de Cuba, España, México y Estados Unidos.

160 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Entre lo íntimo y lo social:
Otra isla
y la necesidad del cine político

ZAIRA ZARZA

L
a primera vez que presenté Otra isla (Heidi Has- ron siendo ajenas, al menos para mí, las razones de
san, 2014) a la consideración de una red audio- aquel rechazo inicial, sobre todo, viniendo de una ins-
visual que promueve el cine político indepen- titución no competitiva que debiera estar marcada por
diente en Canadá, los organizadores decidieron que la inclusividad.
era «un buen documental observacional», pero no Tiempo después escuché que la obra quizás no ha-
funcionaba dentro de lo que usualmente se exhibía en bía parecido lo suficientemente política en términos
el evento. El filme, sin embargo, continuó su curso de de lo que priorizaba aquella plataforma audiovisual
presentaciones en la edición 14 de la Muestra Joven canadiense. Sentí, entonces, la necesidad de cuestio-
ICAIC, obtuvo el premio al mejor documental en el nar la big picture. ¿Qué se entiende por cine político
Havana Film Festival New York de 2015 y recibió el en un mundo que vive la era posmarxista? ¿Cuáles
Award of Merit in Film del Festival de Cine de LASA son los planteamientos ideoestéticos que debe seguir
(Latin American Studies Association) en Puerto Rico, el trabajo de un artista para que se registre dentro de
ese mismo año. Hasta donde las selecciones y galar- tal paradigma? ¿No somos todos seres políticos sin te-
dones pueden lograrlo, la calidad visual y narrativa de ner que sumarnos a la obviedad del panfleto? ¿Cómo
Otra isla fue legitimada por los especialistas de esos no es político un documental que aborda temas di-
eventos. Cierto es que las dificultades son usuales en rectamente ligados a la justicia social? En este senti-
la carrera de los cineastas independientes; pero siguie- do, la autora Salomé Aguilera Skvirsky explica cómo

de película 161
varios estudiosos –Jean-Luc Comolli y Jean Narboni–, se había enrumbado hacia otros caminos temáticos.
«han argumentado que si bien “todo filme es político, Sin embargo, la película aborda asuntos que han defi-
en tanto determinado por la ideología que lo produce nido el interés de su realizadora desde siempre: histo-
(o dentro de la cual es producido...)”, el cine político rias protagonizadas por mujeres, la figura de la familia
es una categoría especial de películas que se posicio- y sus relaciones, la diáspora, y –dentro de ella– la bús-
nan en una relación crítica con la ideología dominan- queda de la identidad y el sentido de pertenencia.
te». La investigadora plantea, además, que estas obras En este caso, Hassan retrató el difícil viaje de Sabi-
constituyen «una práctica cinematográfica definida na Martín Gómez, una emigrante cubana que llega a
por su oposición al status quo capitalista y cuyo ob- España como refugiada política y termina viviendo en
jetivo es la transformación del mundo social».1 Según la calle, sin techo, durante ocho largos meses. Como
dicha definición, Otra isla es, si dudas, uno de los fil- protesta, ella y su familia de seis miembros, deciden
mes más representativos del cine político hecho por acampar todo ese lapso frente al Ministerio de Rela-
un(a) cineasta cubano(a) en la última década. ciones Internacionales de Madrid. Durante una visita
El documental es el primer largometraje de Heidi a Cuba, tiempo antes, Miguel Ángel Moratinos, Minis-
Hassan, fotógrafa y directora conocida en Cuba sobre tro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España
todo por sus cortos de autoficción Tierra roja (2007) de 2004 a 2010, se había comprometido a recibir en su
y Orages d´eté (2008). Y más recientemente por su país a un grupo de presos políticos cubanos. La pro-
participación en la 15 Muestra Joven con la exposi- puesta surgió a partir de un fondo que la Unión Euro-
ción personal Equipaje de mano, y con la película ex- pea había destinado a la acogida de inmigrantes. No
perimental Los turistas (2015). Al visionar Otra isla, obstante, la crisis económica en España no le permitió
tal vez una primera impresión asalte a espectadores extender su apoyo por tiempo indefinido a varios de
familiarizados con el trabajo previo de Hassan. Y es esos refugiados. Aunque los migrantes continuaron
que el filme parece alejarse del cine íntimo en primera siendo el eslabón más débil de la cadena, los ciudada-
persona que había marcado hasta entonces la carrera nos menos favorecidos por un juego mediático, Has-
de la cineasta. Dentro de su filmografía, la autora ha- san no los presentó nunca como víctimas, sino como
bía priorizado historias suyas, narradas por ella mis- los activistas radicales que son. Junto a otros cubanos
ma en voz en off, con presencia frecuente de la cámara y españoles participan en protestas para reclamar el
subjetiva y en las cuales sus experiencias físicas y emo- cumplimiento del acuerdo que los llevó hasta allí. Por
cionales eran el centro del relato. Al enfocarse con esta ello deciden no convertirse en ocupas y mantenerse
nueva obra en personajes ajenos, parecía que Hassan en la exigencia de las condiciones que les habían sido

162 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


prometidas a su llegada a España. Sus vidas fluctúan manipulaciones políticas que dejan a muchas personas
entre la impaciencia de la espera insoportable y la bús- sin estatus legal.
queda de alivio temporal. Lo mismo quedan atrapa- Tanto como el resultado audiovisual, uno de los
dos en la lluvia y el frío del invierno, que celebran la elementos más interesantes de la película es el ins-
Navidad con disfraces, cantando la Guantanamera y pirador proceso de su realización. Durante seis me-
utilizando la calle como escenario. ses, Hassan ganó la confianza de los personajes, los
El proyecto inicial Esperando una respuesta terminó visitó frecuentemente –casi a diario– y decidió con
bautizado como Otra isla. Y ese cambio de nombre se- ellos los términos de su aparición en el documental.
guramente no fue una decisión arbitraria. Desde el títu- Mientras los Martín Gómez estuvieron en la calle, la
lo, Otra isla sugiere la inmovilidad de la injusticia social realizadora documentó y «escenificó» a ratos su vida.
para estas personas que protagonizaron el documental. Y en tanto cierto nivel de puesta en escena también
En otro espacio, otra realidad, otra isla de dificultades, alcanza a la producción documental, Hassan apro-
una «dama de blanco» cubana se enfrascaba ahora en vechó múltiples posibilidades cinematográficas para
una lucha diferente. Sabina se había mudado de lo que desarrollar construcciones visuales y dramatúrgicas
resultaba para ella una prisión política, a otra donde su dentro del filme. Sin embargo, para la mayoría del
voz tampoco era escuchada. Sin documentos, ni trabajo, metraje eligió un estilo de cine directo y se responsa-
ni hogar en España, la misma condición de subalternidad bilizó ella misma por la cámara y el sonido. De este
la acompañó de su país de origen al lugar donde pensó modo intimista y naturalista, aceptó que la estética
encontrar los derechos humanos por los que antes peleó. de la película iría en función de la historia y en re-
Allí, por primera vez lejos de su tierra, esta mujer y su lación con las contingencias de un largo proceso de
familia comprenden la dimensión extraterritorial de los filmación sin presupuesto. Luego, en la sala de mon-
mecanismos de poder que implantan por igual estados y taje, como suele suceder con cada obra audiovisual,
gobiernos. El documental se convierte entonces en una la autora se encontró, a la vez, luchando contra la auto-
crítica a la manipulación y corrupción políticas, así como censura y encarando el reto de que mucho de lo re-
al desajuste de muchos ciudadanos a los sistemas econó- gistrado no iba a aparecer en los 70 minutos finales.
micos y sociales donde les ha tocado vivir. Algo que no es La experiencia particular de este trabajo generó
privativo de un lugar o régimen particular, sino que suce- una relación personal ineludible entre la directora y
de en todas partes del mundo. Y, a su vez, da cuenta de la sus sujetos de investigación. En un tremendo ejercicio
resistencia y resiliencia civil de muchas personas ante su de humanismo y ética, decidió priorizar esta relación
falta de empoderamiento en las altas esferas de tomas de por encima de su interés profesional. Sin ceder a la
decisiones. La película entabla una relación obviamente distancia crítica, también imprescindible para la obra,
crítica con la ideología dominante a nivel global, como la cineasta reconoce limitaciones narrativas en su pe-
dice hacer el cine político. lícula en tanto aparecen situaciones indefinidas al in-
En la primavera de 2013, Hassan se encontraba en terior de la familia, así como personajes y momentos
proceso de edición de este documental. Recuerdo que dados por elipsis para respetar la decisión de sus pro-
entonces, cuando la entrevisté por primera vez, habla- tagonistas de no ser filmados en ciertos contextos. Por
mos una buena media hora solo sobre eso. Era un mo- ejemplo, un sobrino de Sabina desaparece de la his-
mento de lucha interior para la cineasta, que intenta- toria después de una discusión sobre las políticas de
ba encontrar su propia visión, su contribución, su voz migración entre los Estados Unidos y España. Hassan
–como le llamaba– dentro de la historia que intentaba sabe que el resultado, por supuesto, termina pagando
contar. Más allá de compartir o no la ideología de sus per- por las decisiones éticas de quienes tienen el poder de
sonajes, sentía que ofrecer visibilidad a la injusticia que su la cámara en mano. Pero las personas son lo más im-
filme describió, era un compromiso moral con la familia portante. «Hay documentales –comenta– en los que
protagonista y con ella misma. Siempre estuvo clara de los personajes no llegan a tener una relación tan ínti-
que, aunque la obra no iba a resolver la inmediatez pe- ma con quien los filma. En este caso, aunque intenté
riodística que otros medios brindaron a la situación de mantener una distancia evidente, el compromiso hu-
estos cubanos en Madrid, sí ayudaría a levantar conscien- mano con los miembros de la familia ha determinado
cia sobre las dificultades de la migración Sur-Norte y las muchas soluciones de montaje».2

de película 163
La recepción es otro de los aspectos relevantes en cen ellos y siguen sentados mientras estas hacen las
la producción de toda obra audiovisual en general y en tareas. Las chicas, que sueñan con irse a Miami, no
particular del documental político. ¿Para quién está creen que los varones puedan cambiar sus actitu-
pensado y dónde será exhibido este tipo de trabajo? des machistas. «Fueron criados así. Ahora es muy
Su experiencia de la diáspora cambió el modo en el difícil que se laven sus propios calzoncillos». Para
que Hassan entiende a su audiencia. «A pesar de que tratar de ofenderlas, los hombres replican que sus
hay muchos espectadores para quienes los personajes mujeres ahora quieren hacerse las españolas. Como si
no generan simpatía, creo que más que un público ex- la latinidad «real» implicara una sumisión al macho,
tranjero, la audiencia de este documental es cubana contraria al supuesto desarrollo europeo cercano al
[…]. Aunque haya sido producido por una compañía feminismo. Un ejemplo más del contraste colonialista
cinematográfica suiza y esté filmado íntegramente en barbarie versus civilización. Pero la disputa de los
España, los personajes y la historia son cubanos».3 Si sexos alcanza su clímax cuando la novia adolescente
bien la película muestra los principios y la determina- del hijo de Sabina queda embarazada y el joven culpa
ción de esta familia por estar unida a toda costa du- a la muchacha despojándose de toda responsabili-
rante una dura experiencia exílica, ante la pregunta: dad. En una cruda escena de la cual es difícil recu-
«¿Qué te hizo quedarte en esa historia?», Hassan res- perarse, se debate quién dejó que el semen alcanzara
pondió: «La valentía y la fuerza de una mujer que me la vagina. Su intervención misógina distancia al hijo
recordaba a mi madre, y una familia que reunía todas de la mínima empatía que hasta el momento había
las contradicciones de mi país».4 provocado. La experiencia del aborto es solo suge-
Sabina es el pilar de Otra isla y una dualidad evi- rida, y aunque no se cuenta cómo, más tarde sabre-
dente la conforma. Es criticada en Cuba –incluso mos que la pareja ha decidido no tener el bebé.
por su familia– por su compromiso con una posi- Otra isla resultó al fin tan visceral como muchas
ción política proscrita y, a su vez, resulta abandona- de las obras anteriores de Hassan. Los últimos minu-
da por el gobierno de España, que pretendió acogerla. tos del documental revelan la mayor parte afectiva de
En tal crisis se encontró, que comenzó a cuestio- la película. Después de 234 días lavando, cocinando,
nar su decisión al no hallar en su nuevo contexto comiendo, fregando, y durmiendo en la calle, el go-
la libertad y la democracia por la que tanto había bierno asigna un apartamento a la familia. Antes de
abogado. Pero Sabina es coherente y justa en su cri- abandonar la plaza pública que fue su campo de ba-
terio. Decepcionada asimismo de la comunidad de talla durante mucho tiempo, Sabina dobla y empaca
exiliados políticos en Miami, les critica por no apo- una bandera cubana. Y el gesto se traduce como símbo-
yarlos suficientemente a ella y a su familia en medio lo de un final. Antes de partir, la familia reúne por últi-
de su grave problema. A pesar de la incertidumbre ma vez sus maletas y colchones en la acera y se despide
y el dolor, la protagonista también nos enseña más de todas la personas que los apoyaron y brindaron su
de una lección sobre cómo la diferencia de género y solidaridad en tiempos difíciles: los dueños del bar de la
la división de labores domésticas perpetúan patro- esquina, las trabajadoras sociales que les alimentaron,
nes patriarcales incluso en situaciones extremas. A sus vecinos, y las personas que frecuentaban su espacio
su hogar de la calle se suman dos jóvenes –sobrina doméstico/público para saludar o dejar una moneda
y nuera– que dejaron sus estudios en Cuba para se- en la cesta. Es el único momento en el que Sabi-
guir a sus mayores hasta Madrid. Sabina se encarga na llora y libera al fin toda la carga emocional que
de supervisar a las niñas, preocupada por mantener acumuló y guardó en su equipaje. Justo antes de los
las mejores condiciones de higiene posibles y criar créditos, la cámara recorre la plaza lentamente, se
a los menores con ética y dignidad aun viviendo en la regodea en su vacío y se detiene en otra bandera cu-
calle. Así, les enseña el trabajo doméstico tanto como bana, ahora en harapos tras la contienda. Un grupo
las induce a aprender inglés y geografía. Si las rega- distinto de cubanos comienza poco a poco a poblar
ña por no vivir más organizadamente y atender la el lugar para dar inicio a un nuevo ciclo de protestas.
prolijidad de su entorno, discute a su vez con los Y esa imagen nos deja con el sinsabor que provoca
hombres, hijo y esposo, que no trabajan a la par de el patrón repetitivo de la injusticia y la desigualdad.
ellas. «Hay tres mujeres para lavar cinco platos», di- Una nueva historia de reajuste comenzaría para ellos.

164 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


Una película transnacional, postnacional, inteli- 1
Salomé Aguilera Skvirsky, «The Ethnic Turn: Studies in Political
gente y crítica, Otra isla demuestra la importancia de Cinema from Brazil and The United States, 1960-2002», Tesis de
atender y entender el cine que se realiza más allá de doctorado en Critical and Cultural Studies, Supervisora Marcia
las fronteras territoriales de Cuba. Una vez adquiri- Landy, Universidad de Pittsburgh, 2009.
da, la condición de cubanos no termina nunca, y este
documental alerta sobre formas de discriminación 2
Entrevista a Heidi Hassan. Mayo 15, 2013.
solapada que pueden originarse ante la diversidad
de posturas ideológicas. El hecho de que el docu- 3
Ibídem.
mental –protagonizado por una familia disidente–
haya sido mostrado y premiado en Cuba (mención 4
Ibídem.
documental, mejor edición y premio colateral del
centro Pablo de la Torriente Brau en la 14 Muestra
Joven) dice mucho en positivo sobre aceptación y
apertura en algunos espacios de exhibición vincu-
lados a la esfera pública de nuestro país. Por su-
puesto, ello también reafirma a la Muestra Joven y
a su comité organizador como uno de los eventos y
equipos de trabajo más inclusivos y relevantes, en
la producción audiovisual cubana de los últimos
quince años. Ojalá existan siempre artistas e insti- Zaira Zarza (La Habana, 1983). Doctora en Estudios
tuciones como los que crearon, reconocieron e hi- Culturales por Queen´s University (Canadá). Su tesis
cieron circular este filme, pues serán cada vez más doctoral generó el proyecto itinerante Raíces y rutas. Cine
necesarios oídos y ojos receptivos que nos ayuden cubano de la diáspora en el siglo XXI. Su libro Caminos del
a apreciar y respetar las diferentes islas de nuestro cine brasileño contemporáneo fue publicado por Ediciones
archipiélago. ICAIC en 2010.

de película 165
Nuevas producciones de los
Estudios de Animación
del ICAIC

Close
2016, 4’, Animación 3D, dirección: Ernesto Piña.
Sinopsis: Una joven asiática y un joven cubano en-
cuentran una fórmula diferente para unirse física-
mente en el amor.

El viaje
2016, 15’, argumento, guion y dirección: Luis Ar-
turo Aguiar.
Sinopsis: En un lejano planeta, una civilización tri-
bal lucha por descubrir extraños enigmas que están
diseminados en su territorio... Bimer, uno de sus
integrantes, deberá tratar de buscar las respuestas a
las interrogantes que estos enigmas le plantean; su
búsqueda le dará respuestas insospechadas.

166 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


La ciudad invicta
2016, 5’, guion y dirección: Adrían López Morín.
Sinopsis: Céspedes declara la independencia de
Cuba y comienza la Revolución cubana. Bayamo
es la primera ciudad liberada y capital de la nue-
va República. Ante semejante osadía la colonia
moviliza sus fuerzas contra la ciudad. Por la falta
de experiencia militar, las tropas libertadoras son
derrotadas a las puertas de Bayamo; ante los pa-
triotas está el dilema de evacuarla. Toman la deci-
sión que marcaría un hito en la historia de Cuba:
incendiar Bayamo. Quedan las cenizas como sím-
bolo de rebeldía.

Los profesionales
2016, 20’, argumento, guion y dirección:
Alien Ma.
Sinopsis:
Pedro y Juan tienen la habilidad de comu-
nicarse con los fantasmas. Gracias a esto,
han creado un pequeño negocio en el que
utilizan a un fantasma para resolver pro-
blemas. Un día son contratados por una
pareja que desea deshacerse de un vecino
que los asedia. La misión del fantasma
será asustar al vecino y hacer que se vaya;
pero este es más poderoso y maligno de
lo que creen. Pedro y Juan se verán enre-
dados en una peligrosa historia de mons-
truos, que amenazará sus vidas.

de película 167
libros

El paraíso de
los intrusos
entusiastas
C
on Intrusos en el paraíso (Editorial
Oriente, 2015), Juan Antonio García
(o turistas militantes) Borrero pone un cristal de aumento
sobre una de las tantas coyunturas sociocul-
ANTONIO E. GONZÁLEZ ROJAS turales y artísticas derivadas del verdadero
Big Bang cubano del Primero de Enero de
1959: cuando más de la mitad del mundo
se enteró de la existencia de la Isla, a la vez
que esta ganó un inconmensurable peso his-
tórico, y alcanzó verdaderas dimensiones
simbólicas que la convirtieron en mito con-
temporáneo al alcance de la mano. Fue todo
un verdadero segundo aire para las mentes
progresistas de la Humanidad, flageladas
por las recientes calamidades nazis, esta-
linistas y de la Guerra Fría, resultantes, en
una muy hierática y conservadora década de
1950. La Revolución fue uno de los puntos
y aparte que dieron entonces la bienvenida
a los trepidantes años sesenta. La seducción
fue inmediata en numerosas figuras del pen-
samiento y el arte. Tan relampagueante el
enamoramiento como el mismo proceso.
Encarnación instantánea, estos prime-
ros años de la soñada isla Utopía. El autor
muestra cómo la nación caribeña devino,
después del primer impacto perceptivo, un
verdadero laboratorio de repensamiento y
restructuración cultural, dentro del cual la
búsqueda de un cine verdaderamente «nue-
vo», y por ende orgánicamente revoluciona-
rio, protagonizó en gran medida esta pales-
tra. Pues más allá de la reconstrucción del
cine cubano propiamente dicho, a manos de
la generación del ICAIC (por llamarla de al-

168 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


guna manera, nada errada… creo),
muchos creadores acudieron para
explayarse ellos mismos en sus
búsquedas estético-conceptuales.
Asumieron el ambiente cubano
como caldo de cultivo y cataliza-
dor ideal del pensamiento artísti-
co. De ahí los excesos operáticos,
épicos y hasta esquizoides de Soy
Cuba (Mijaíl Kalatózov, 1964) y
El otro Cristóbal (Armand Gatti,
1964), con sus respectivas líricas
del ardor y el exceso.
Así de abarcador fue el fenóme-
no cubano, que en breve trascen-
dió su naturaleza de mero derroca-
miento de un gobierno malsano, y
hasta de pura reivindicación popu-
lar de cariz eminentemente socio-
De izquierda a derecha: Raúl Castro, Alfredo Guevara, Vilma Espín y Gerard Philipe junto a su esposa.
económico, a motivar en muchos,
y consolidar en otros tantos, los nítida del cine de creadores cubanos de la mítica generación–, pero Cuba
ánimos (casi desesperados) de aco- ahora tenía mucho para decirle y brindarle a Europa, como suerte de co-
meter una revolución de las cos- rrespondencia, devolución de las influencias conceptuales y formales que
movisiones y por ende del cosmos determinaron tanto la suerte inmediata del cine nacional. Latinoamérica
humano en todo su sentido, cual tampoco faltó al convite…
gran subversión de fin de milenio. Por azar casual alguno, los franceses estuvieron entre los primeros en
Pero en Intrusos…, García percibir los nuevos aires que soplaban huracanados sobre y desde el azú-
Borrero desarrolla también otra car –parafraseando el ensayo de Sartre, que el autor cita una y otra vez en
arista de esta coyuntura, y fue el sus páginas–. El actor Gerard Philipe y el filósofo Jean Paul Sartre acudie-
diálogo sin precedentes que, en ron prontos a atestiguar de primera mano el hervidero estallado en Cuba.
un periquete, Cuba estableció con Italia, en la figura del guionista Cesare Zavattini, marcó también, casi de
el mundo intelectual y artístico inmediato, entre los repentinos nuevos «descubridores» que se abalan-
del planeta, cuyos integrantes la zaron pletóricos de entusiasmo sobre la isla en ebullición, como turistas
reencontraron más allá de las pin- militantes dispuestos a no perderse el –y del– panorama histórico; más
torescas palmeras, playas, rumbe- aún, contribuir a estructurarlo, y a dejar sus huellas en la argamasa de la
ras y criollitas que hasta entonces Utopía.
primaban en el constructo semió- Los referidos Sartre, Philipe, Zavattini, el director francés Gatti, los
tico difundido masivamente. Un sovieto-rusos Kalatósov y Uruzevski, junto al danés Theodor Christen-
casi ideal estado de sincronía –y de sen, los españoles Margarita Alexandre, Néstor Almendros, Jomi García
gracia– entre la nación y el contex- Ascot, el holandés Joris Ivens, los mexicanos Manuel Barbachano Ponce,
to más avanzado del pensamiento Sergio Véjar, el uruguayo Ugo Ulive, el argentino Alejandro Sanderman,
de entonces compensó pues con el brasileño Iberé Cavalcanti y el dominicano Oscar Torres, todos, y otros
creces los demonios de la insula- más, insuflaron al cine cubano un cosmopolitismo heterodoxo, colabora-
ridad y el subdesarrollo. Así, tal tivo, intenso, y no pocas veces tenso, a la vez que Cuba servía de estimu-
concomitancia habla a favor de la lante para ejercer un cine de búsqueda, curiosidad y diálogo, con y desde
completitud del fenómeno. Europa la extrañeza y desde el exotismo que nunca abandonó el panorama. Pero
le decía mucho a Cuba –tal es la sobre todo, era arteramente entusiasta esta suerte de «población flotante
base neorrealista italiana confesa y internacionalista» o «semiinmigración artístico-política».

libros 169
Intrusos en el paraíso tiene 238 páginas foliadas y
encuadernadas, pero me convida (¿conmina?) a con-
tinuar sumando capítulos, epígrafes, párrafos, que se
zambullan en las dinámicas de las últimas dos déca-
das y media, de las cuales han emanado producciones
no menos numerosas que entonces, frutos de nuevas
«intrusiones» en los predios cubanos: Maité (de los
vascos Eneko Olasagasti y Carlos Zabala, 1994), Cosas
que dejé en La Habana (del español Manuel Gutiérrez
Aragón, 1997), Malavana (del italiano Guido Giansol-
dati, 2002), 90 millas (del también español Francisco
Rodríguez, 2005), Rosa la china (de la chilena Valeria
Sarmiento, 2002); las mucho más recientes Habana
muda (del francés Eric Louis Brach, 2012), Una noche
(de la británica Lucy Mulloy, 2012), La partida (del es-
pañol Antonio Hens, 2013), Viva (del irlandés Paddy
Breathnach, 2015), Casa Blanca (de la mexicana-pola-
Joris Ivens. Revista Cine Cubano, no. 3. ca Alejandra Maciuszek, 2015).
Fotografía: Saúl Yelín.
La coral 7 días en La Habana, dada la prestigiosa
Un repaso a conciencia de los textos, testimonios nómina de realizadores (Benicio del Toro, Julio Me-
y filmografías del bienintencionado ejército de «intru- dem, Gaspar Noé, Laurent Cantet, Elia Suleimán, Pa-
sos» que desembarcó, y hasta quemó naves en Cuba, blo Trapero, junto al cubano Juan Carlos Tabío, 2012),
devela, además de las respectivas búsquedas formales y y Regreso a Ítaca (Laurent Cantet, 2014), rememoran
narrativas, las constantes temáticas que los absorbían: un tanto las glorias sesenteras, no así sus sistemas de
el pueblo en Revolución, el renacimiento del país y su representaciones y discursos.
avance acelerado hacia un futuro «mejor», la recons- Esto es solo un preliminar e incompleto repaso a
trucción a fondo del cosmos nacional en sus disímiles los largometrajes, para no adentrarme en la intermi-
aristas. Tanto las obras cubanas con asistencia «intru- nable lista de cortos y mediometrajes concebidos so-
sa», como las obras concebidas y dirigidas por los «in- bre todo por las promociones de la Escuela Interna-
trusos» con participación cubana, hurgan en la reali- cional de Cine y Televisión de San Antonio de los Ba-
dad mutante a ojos vistas, sobre todo en las virtudes ños, que durante treinta años ha permitido la estancia
de esta. Se filmaba el paraíso que sin dudas casi llegó a prolongada de numerosos intrusos que han ensayado,
ser, pero principalmente se traducía en imágenes la fe deconstruido, bromeado, dialogado y experimentado
que se depositó en este inesperado paraíso-laboratorio, con el contexto cubano.
justo al umbral de los sesenta. A su tiempo, ya llegarían Tal valor primordial le hallo al conocido volumen,
a la palestra los demonios del Sergio de Memorias del más allá de los meritorios rigor investigativo, ameni-
subdesarrollo (Tomás Gutiérrez Alea, 1968) y las in- dad escritural, sosiego de los planteamientos, justeza,
quietantes proposiciones de Nicolás Guillén Landrián, amplitud de miras, coherencia, consecuencia y hasta
para matizar la situación con sus apostillas críticas. encanto –virtudes todas acostumbradas en García
Y pasadas las décadas, otra más calmada andanada Borrero–: la capacidad de provocar el análisis crítico,
de «intrusos» arribaría al paraíso, con menos alharaca, desprejuiciado y apasionadamente ecuánime del pre-
menos pedigrí, aunque igualmente curiosos por desen- sente nacional desde el abordaje del pasado que lo ge-
trañar las complejidades de un contexto ya anclado en neró y lo influye aún.
los noventa. Porque aunque Juan Antonio circunscriba
su investigación a los sesenta, no deja esta de poseer Antonio Enrique González Rojas (Cienfuegos, 1981).
la virtud de inquietar, sugerir, provocar el completa- Licenciado en periodismo. Narrador y crítico de arte.
miento de la escritura, el seguir leyendo y construyen- Textos suyos aparecen en revistas especializadas, y en varias
do sentidos más allá del punto final impreso. compilaciones cubanas y extranjeras.

170 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


un cuento de cine...

Cazador
de
crepúsculos
JULIO CORTÁZAR

S
i yo fuera cineasta me dedicaría a cazar cre- tivo tendría que filmar cuarenta o cincuenta, porque si
púsculos. Todo lo tengo estudiado menos el fuera cineasta tendría las mismas exigencias que con
capital necesario para el safari, porque un cre- la palabra, las mujeres o la geopolítica.
púsculo no se deja cazar así nomás, quiero decir que No es así y me consuelo imaginando el cre-
a veces empieza poquita cosa y justo cuando se lo púsculo ya cazado, durmiendo en su larguísima es-
abandona le salen todas las plumas, o inversamente piral enlatada.
es un despilfarro cromático y de golpe se nos queda Mi plan: no solamente la caza, sino la restitución
como un loro enjabonado, y en los dos casos se su- del crepúsculo a mis semejantes que poco saben de
pone una cámara con buena película de color, gastos ellos, quiero decir la gente de la ciudad que ve po-
de viaje y pernoctaciones previas, vigilancia del cielo nerse el sol, si lo ve, detrás del edificio de correos, de
y elección del horizonte más propicio, cosas nada ba- los departamentos de enfrente o en un subhorizonte
ratas. De todas maneras creo que si fuera cineasta me de antenas de televisión y faroles de alumbrado. La
las arreglaría para cazar crepúsculos, en realidad un película sería muda, o con una banda sonora que re-
solo crepúsculo, pero para llegar al crepúsculo defini- gistrara solamente los sonidos contemporáneos del

UN CUENTO DE CINE... 171


crepúsculo filmado, probablemente algún ladrido de
perro o zumbidos de moscardones, con suerte una
campanita de oveja o un golpe de ola si el crepúsculo
fuera marino.
Por experiencia y reloj pulsera sé que un buen cre-
púsculo no va más allá de veinte minutos entre el clí- Imposible predecir el destino de mi película; la
max y el anticlímax, dos cosas que eliminaría para de- gente va al cine para olvidarse de sí misma, y un cre-
jar tan solo su lento juego interno, su calidoscopio de púsculo tiende precisamente a lo contrario, es la hora
imperceptibles mutaciones; se tendría así una película en que acaso nos vemos un poco más al desnudo, a mí
de esas que llaman documentales y que se pasan antes en todo caso me pasa, y es penoso y útil; tal vez que
de Brigitte Bardot mientras la gente se va acomodan- otros también aprovechen, nunca se sabe.
do y mira la pantalla como si todavía estuviera en el
ómnibus o en el subte. Mi película tendría una leyen- Revista Cine Cubano, no. 145, p. 1.
da impresa (acaso una voz off) dentro de estas líneas:
«Lo que va a verse es el crepúsculo del 7 de junio de
1976, filmado en X con película M y con cámara fija,
sin interrupción durante Z minutos. El público queda
informado de que fuera del crepúsculo no sucede ab-
solutamente nada, por lo cual se le aconseja proceder
como si estuviera en su casa y hacer lo que se le dé la
Julio Cortázar (Ixelles, 1914 - París, 1984). Narrador
santa gana; por ejemplo, mirar el crepúsculo, darle la
argentino. Su producción literaria se inicia con un volumen
espalda, hablar con los demás, pasearse, etcétera. La-
de poemas, Presencia (1945) y el poema dramático Los
mentamos no poder sugerirle que fume, cosa siempre
tan hermosa a la hora del crepúsculo, pero las con- Reyes (1949). En 1951 publicó la recapitulación de cuentos
diciones medievales de las salas cinematográficas re- Bestiario, que marca la primera incursión del escritor en
quieren, como se sabe, la prohibición de este excelente la tradición europea de la literatura fantástica. El libro Las
hábito. En cambio no está vedado tomarse un buen armas secretas (1959), contiene uno de sus mejores cuentos.
trago del frasquito de bolsillo que el distribuidor de la Rayuela (1963) es considerada una de las más innovadoras
película vende en el foyer». novelas de la actual literatura iberoamericana.

172 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


con luz propia

Norma Martínez Pineda


(Santiago de Cuba, 1937 - La Habana, 2016)

Norma Martínez como Tina Modotti en Mella (Enrique Pineda Barnet, 1975).

Actriz, asistente de dirección y directora asistente. Asumió en


1986 la dirección de los Estudios de Animación del Instituto
Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), por un
periodo de 17 años. Como productora de dibujos animados,
acumuló más de 240 obras entre largometrajes, series, cortos,
spots y servicios cinematográficos.

CON LUZ PROPIA 173


JULIO GARCÍA ESPINOSA

PALABRAS DE comunista; parecía entonces aquello incompatible, y él,


EUSEBIO LEAL SPENGLER para vencer mi ignorancia, me entregó un bello libro,
que se titula y se titulaba en aquel momento, Cómo el
Buenas tardes a todos. Y digo buenas, porque son bue- hombre se hizo gigante. Me dijo: «Léete esto». Me lo leí.
nas. Acabamos de asistir a un acto familiar. Y está la Nos hicimos muy amigos. Ahí nació la amistad.
familia del corazón. La de la carne y la del espíritu. Poco después, cerca de allí, a una cuadra, vivían sus
Quiero agradecerle mucho a Lola, por su confianza. Y padres. Me parece verlos todavía, y también a su her-
por tantas cosas. Muy especialmente a Abel, a Rober- mana, lindísima, que está con nosotros. Y resultó que
to; sobre todo, a Armando, por su compañía. A July, a entré al taller, con el más regañadientes de todos los ta-
Humbertico, a Nené, que están con nosotros y que son piceros y el maestro más adusto, y más simpático. Teo-
la memoria de nuestra propia historia. doro Carrillo, al que todo el mundo le llamaba Lolo.
Hace sesenta y cuatro años exactamente, yo tenía Y entonces, como en la escuela, me dijeron que
un poquito más de 11 años, cuando buscando poder Lolo tenía que ser mi maestro, para aprender la tapice-
ganar algún sustento, descubrí que cerca de mi casa, ría de los sofás-cama, que era la invención, la patente
en San Francisco 458, casi esquina a Valle, existía un familiar. Uno tocaba el sofá y se abría mágicamente, se
taller de tapicería, con el nombre inmortal de Aspa- convertía en una cama espléndida. Lamentablemente,
sia, la esposa de Pericles; compañera y consejera de han desaparecido.
Pericles. Resultó entonces, que como yo hablaba mucho,
Y, bueno, fui allí y me encontré con Humbertico. Lolo me dijo: «Un momento, para trabajar conmigo,
Humbertico fue el primero con el que tuve una discu- no puedes hablar. Mira, toma». Y me dio un puñado
sión muy grande sobre temas de ideas. Yo cristiano, él de puntillas con una punta, como si fuera la cola del

174 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016


demonio. «Te llenas antes la boca de saliva y después nuestros propios deseos. Está implantada como parte
que te llenas la boca de saliva, te las tienes que tirar así. de la historia de Cuba.
Fíjate, no se puede caer fuera ninguna». Una cosa tre- Es por eso, que un cementerio no es más que un
menda. Amasé aquello, si era posible. Metí, creo que lugar donde se coloca semilla, de ahí viene la palabra
cayeron una o dos. Dijo: «Y ahora, toma el martillo. El latina, semen, que tiene su realización perenne, en el
martillo tiene un imán, a partir de ahora, yo voy tra- momento en que uno crea, en compañía de otro, a una
zando la línea, y tú vas marcando las puntillas». Y así nueva criatura. Julio ha creado esa criatura. Más allá
nació la amistad y el trabajo. Y nació la aproximación de lo que engendró de su sangre y de su carne, ha en-
a esta familia. gendrado también una obra y compartido ese tiempo
De Julio, hablábamos como una leyenda, porque maravilloso del cual no nos podemos desprender.
Julio estaba lejos y volvería, y como Nené, había incli- Un día, conocí a un anciano, General del Ejército
nado toda su vocación al arte, uno en el cine, el otro Libertador, era el último, casi…Y me dijo estas pala-
en el diseño, y en todas las cualidades que a lo largo de bras: «Cuando se ha vivido una gran época, uno vive
los años desarrollaron, como actores, como hombres para siempre, prisionero de ella». Y es verdad, somos
del mundo de cine. prisioneros de la época grande que nos tocó vivir.
Por eso, cuando desaparecieron sus padres, cuando Julio no admitiría flaquezas, ni desconsuelo, ni
desapareció el taller y empezó el torrente de la Revolu- tristeza. Él fue de la fe inconmovible en que la úni-
ción, todos estábamos en ella. Ellos, en primer término, ca forma de perpetuarse, era a través de una obra. La
por un derecho alcanzado, por creer en cosas en las que obra está, él la hizo, ustedes la hicieron. Y por eso hoy,
nadie creía, o casi nadie, excepto una vanguardia selec- encanecida y difícil de reconocer a veces en el uno y
ta y aguerrida que no admitía otra compañía que no en el otro, aparece la gran generación que ha sido pro-
fueran los que se entregaban enteramente a las ideas. tagonista.
En aquella casa de trabajo, existía una noción de la Gracias a todos por venir a este acto. Es un acto
justicia social. Pepe, el Contador, al que cerré los ojos, festivo, no triste… Es un acto festivo, no triste. Porque
resultó que era un hombre de ideas y era también un se cumplió lo que el poeta señaló, el poeta Jorge Man-
pensador revolucionario a la escala de un obrero. Y rique, gran poeta de la lengua española, lo que señaló
me mostró muchas cosas, muchos caminos y me hizo como un privilegio de los artistas.
heredero de sus cuadros. Era un pintor, un artista. Y es que él consideraba que había tres vidas: La
El tiempo pasó y un pájaro sobre la mar. Nació el vida humana, es esta. La vida infinita y la vida de la
ICAIC, vendrían los grandes sucesos de los cuales to- fama. Decía: La primera, es una realidad; la segunda,
dos ustedes han sido partícipes y esos nombres han una certeza; y la tercera, solo le pertenece a los crea-
estado ligados para siempre a mi propia vida. dores. Dondequiera que esté, su obra será inmortal.
Me alegro en el día de hoy, de que en este peque- Gracias, Julio, por haber contribuido a una obra gran-
ño espacio, donde están tantos amigos reunidos, esté de y extraordinaria.
Julio. Pero él no está ahí. Hemos asistido solamente ¿Cuál es esa obra? Cuba. Nuestra madre amantí-
a cumplir con esa categoría que de vez en cuando se sima, la mayor, la que va delante; la que envuelve con
repite en la prensa, al anunciar un difunto: los restos sus alas y los aprieta, a todos los que sienten la cuba-
mortales. nía, no la cubanidad, que es algo un poco más frágil
¿Qué quiere decir? Ahí solamente está lo que Lola y endeble. La cubanía, que es nacer, crecer y amar a
depositó: las cenizas. Pero el inmenso amor que le pro- Cuba, estando aquí o estando lejos.
digó en la vida, el acompañamiento a su obra intelec- Muchas gracias.
tual, la convirtió en su primer admirador. Y junto a su
familia, arroparon a Julio, hasta el último día de su vida.
Hombre de principios, de carácter fuerte, se encaró (Al cierre de esta Revista, recibimos las palabras
a dificultades y a problemas que supo vencer. Y formó, pronunciadas por Eusebio Leal Splenger en la ceremonia
junto a Alfredo, a Tomás Gutiérrez Alea, a los que ya de colocación de las cenizas de Julio García Espinosa, en
no están y están presentes, una obra para el cine cu- el Jardín Madre Teresa de Calcuta del Convento de San
bano y para la cultura cubana, que existe más allá de Francisco de Asís, el día 15 de septiembre de 2016).

ensayo y pensamiento 175


Yo le garantizo,
mi Genera’, que
cuando salga
el 201 lo haremos
picadillo...

176 cine cubano/SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016

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