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Nicolás Astorga R
Antes de leer las editoriales mi opinión sobre la modernización tributaria era que el gobierno
necesitaba que se aprobara prontamente, teniendo en cuenta que el proyecto ingresó a la
Cámara hace un año. Al gobierno le hacía falta tener un logro económico en el contexto
actual de la economía, donde el desempleo del país alcanzó un 7,1% en el trimestre
abril-junio de este año, y el crecimiento económico estimado por el Banco Central para el
2019 es de un 2,6%, un punto menos de lo que anunció el Ejecutivo al principio de año.
Sin embargo, creo que es ingenuo pensar que la actualización tributaria puede incentivar la
economía nacional por sí sola y esto lo sabe el gobierno, no es por nada que el ministro de
Hacienda, Felipe Larraín, anunció este lunes el nuevo paquete de medidas para reactivar la
economía, el tercero de este año. Y es que el resto del mundo también está medio loco
económicamente, o sea, hay una guerra comercial activa entre Estados Unidos y China y el
dólar se ubica por sobre los $700.
Después de leer ambas editoriales mi opinión no cambió mucho. Sin embargo, al leer la
publicación de La Tercera, puedo ver con mayor claridad la importancia que tienen los
partidos de centro y los escaños que representan en las Cámaras y cómo eso puede ser
decisivo al momento de aprobar un proyecto.
En cuanto a la editorial de El Mostrador, puedo entender la crítica que realiza y creo que
tiene sentido apuntar a la falencias del proyecto en torno al lugar en el que quedan los
grandes contribuyentes, que es una una de las más fuertes críticas a la modernización
tributaria: que los grandes empresarios van a tener más facilidades para aplazar el pago de
sus impuestos.