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Universidad Nacional Abierta y a Distancia

Vicerrectoría Académica y de Investigación


Formato - Fase 2 - Delimitación

INFORMACIÓN DEL ESTUDIANTE


Nombre Completo:
N° documento de identidad:
Programa Académico:
CEAD, UDR O CCVA:
N° del grupo Colaborativo: (

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD

1. Delimitación de la temática de investigación.

Las Organizaciones campesinas en Colombia a partir de la Constitución de


1991

2. Planteamiento del problema:

2.1. ¿Por qué el período de tiempo que ha delimitado permite una


mayor comprensión de las luchas del Sector Social seleccionado?

Durante los últimos veinte años los movimientos sociales colombianos han
sufrido profundas transformaciones por efecto de dinámicas tales como: la
imposición de los poderes económicos y políticos dominantes sobre los
sectores que los resisten se cumple a través de prácticas represivas, como la
persecución y judicialización de movimientos y dirigentes de oposición, los
destierros y desapariciones forzadas y la agresión abierta, como viene
ocurriendo aún antes de haberse iniciado la guerra impuesta al país desde
mediados del siglo pasado.

Estas prácticas se combinan con actividades de tipo ideológico y político


impulsadas, financiadas y operadas desde distintos centros de intereses,
encaminadas en lo fundamental a generar contradicciones entre los
movimientos populares y asegurar su lealtad a las relaciones económicas y
políticas imperantes.

En en los ámbitos rurales y urbanos se han configurado tradiciones de


resistencia, enraizadas en la formación misma de la sociedad colombiana
[Vega, 2002; Archila, 2008] en la medida en que una de sus características
ha sido la articulación y sobreposición de comunidades de distintos orígenes
étnico e histórico, con formas diversas de apropiación y control y exclusión del
espacio. Esta dinámica, a su vez, ha generado modalidades diversas de
cooperación, de expresiones de poder y de conflictos.

2.2. ¿Por qué seleccionó dicho espacio geográfico para la


investigación?

El conflicto social y armado en Colombia tiene su origen en los problemas del


campo colombiano, que nacen de la histórica desigual distribución de la
propiedad de la tierra, resultado de la acción de los poderes dominantes
que favorecen los programas y políticas que responden a los intereses de
los grandes propietarios de la tierra.

Las luchas de los campesinos han sido fundamentalmente por la defensa de


sus territorios o para lograr la adquisición de pequeñas parcelas. Es por
ello, que en Colombia se han presentado conflictos entre los campesinos y los
latifundistas alrededor de la estructura agraria del país y la apropiación de las
tierras; se podría aseverar que dentro de ese marco de lucha popular aparece
la violencia en Colombia tras la divergencia de ideologías políticas e intereses
económicos, que conllevan a una estructura social basada en la desigualdad.

Dentro de tal contexto, el campesino colombiano se vio abocado a un


proceso de colonización en la búsqueda de tierras para trabajar y lograr el
sustento necesario para sobrevivir, proceso que condujo a la ampliación de la
frontera agrícola, lo que también produjo que a través del método del
crimen y el terror de los grandes latifundistas se buscara la apropiación de los
terrenos colonizados.

Otro factor derivado de lo anterior, es la violencia del Estado hacia la


población campesina colombiana, que se ha manifestado a través del
uso legítimo de la fuerza en la defensa de los intereses de grandes
terratenientes, ganaderos, agroexportadores, empresarios, multinacionales,
transnacionales, y en general de la elites políticas y económicas del país.

Sin embargo, la violencia estatal no se limitó al uso de los medios legales


dentro del monopolio de la fuerza que se le atribuye en una sociedad a los
correspondientes organismos estatales, sino que adicionalmente apoyó la
construcción y se benefició de la labor ejercida por los grupos paramilitares en
la lucha contrainsurgente y contra los movimientos sociales.
Considero de vital importancia dar a conocer de manera general los
movimientos sociales representados por campesinos, comunidades indígenas
y afrodescendientes, la insurgencia y organizaciones sindicales, con énfasis en
los desarrollos ocurridos luego de la promulgación en 1991 de la última
Constitución Política pero dando cabida a los procesos previos que les dieron
origen.

Con la convocatoria a la Asamblea Constituyente, cuyo producto habría de ser


una nueva constitución que abriera paso a una paz duradera, la fuerza
dominante en la definición de la carta política era la implantación del modelo
económico neoliberal, en el marco hegemónico de las fuerzas políticas
tradicionales y sus alianzas con los capitales transnacionales. En las
condiciones históricas del país, sin una democratización efectiva de las
relaciones políticas y económicas, los resultados se tradujeron en mayor
exclusión, la profundización del monopolio de la propiedad de la tierra, la
masacre de movimientos políticos populares y la agudización e
internacionalización de la guerra.

Por otra parte, en lo que tiene que ver con la propiedad privada sobre la tierra
y los campesinos, la Carta no introduce cambios significativos o guarda
silencio. En cuanto a los campesinos, la Constitución parece haberlos olvidado.
A lo largo de sus 380 artículos permanentes solo son nombrados en el artículo
64, en el que son equiparados a ‘trabajadores agrarios’, lo que en realidad no
corresponde a ser campesino.

A pesar del potencial que tiene el agro colombiano y la posibilidad latente de


ser un jugador importante en la producción de comida a nivel mundial, el
sector aún tiene varias dificultades que no le han permitido ser competitivo y
convertirse una de las principales fuentes de ingresos para el país.

En el pasado gobierno de Juan Manuel Santos se realizaron casi 26 paros


entre los cuales se presentaron peticiones por el sector campesino frente a los
elevados costos de los insumos, el deteriorado estado de las vías secundarias
y terciarias, el precio del combustible, la devaluación de la moneda, el exceso
y costo de peajes, ausencia de infraestructura y especialmente la ausencia de
políticas claras que promuevan el desarrollo del agro.

El 24 de noviembre de 2016, se puso fin a un conflicto armado de más de


medio siglo que desangró a Colombia, las Farc y el gobierno firmaron el
acuerdo final para la terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz
Estable y Duradera. Entre los principales puntos del acuerdo se pactó acceso
a tierras y reformar el campo, Los principales beneficiados de este acuerdo de
paz son los habitantes de la Colombia rural. Son ellos los que más sufrieron la
guerra y los que hoy más respaldan la implementación de lo pactado. Sin
embargo, la puesta en marcha del documento firmado hace dos años ha sido
lenta.

2.3. ¿Qué población es afectada y quienes son los actores relevantes


del sector social investigado?

Con la apertura a las importaciones promovida durante la administración


Gaviria, se elevó el desempleo y desapareció un millón de hectáreas de
cultivos transitorios (algodón, trigo, cebada, sorgo, soya, maíz, granos) que
nunca se recuperaron; sólo lograron persistir los productos protegidos
mediante aranceles. En paralelo, se acabó de eliminar lo que quedaba de
apoyo estatal a la economía campesina. Declive observado desde la década
de 1970, en lo que se refiere al desmonte de la institucionalidad de fomento y
los programas de bienestar familiar campesino, la desaparición de la
investigación y transferencia tecnológica, freno a la inversión en
infraestructura rural y cierre del crédito. Adicionalmente, la oligarquía
consolidó la contrarreforma agraria logrando reversar los limitados logros de
períodos anteriores y despejar el campo para la inversión capitalista.

Durante el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010) se intentó dar la estocada


final a los campesinos, colonos y pueblos oprimidos (indígenas y negros).
Abiertamente se fortaleció la penetración del capitalismo en los sectores
minero-energético y agricultura, absorbiendo las economías agrarias
tradicionales y acelerando la destrucción social y ambiental. La población
campesina vio amenazada su existencia ante el avance de megaproyectos, de
las empresas agrícolas y mineras, la expansión del latifundismo ganadero, de
los bombardeos indiscriminados en la guerra contrainsurgente, de las
fumigaciones aéreas con Lifosfato y los procesos de modernización excluyente
del campo, apuntalados mediante el desplazamiento forzoso producto del
terrorismo de Estado y las avanzadas del paramilitarismo. Además de
potenciar el neoliberalismo beligerante, la administración Uribe repartió
subsidios a diestra y siniestra que favorecieron a los ricos capitalistas del
campo a cambio de apoyo y votos para la continuidad en el poder de la clase
y grupo político que representa.

La administración Santos (2010-2018) afirma de manera autoritaria y


pendenciera que este modelo de desarrollismo forzado, oligárquico,
transnacional y excluyente, no se negocia; defiende a capa y espada la triada
minero-energética, latifundio ganadero y capitalismo agroexportador, en el
marco de los TLC. Adicional a la tradicional eliminación física o destierro, la
alternativa que ofrece a campesinos, colonos y pueblos indígenas y negros es
la de participar y hacerse cómplice de su propia explotación por parte de los
empresarios del campo mediante las “Alianzas Estratégicas o productivas” en
las cuales los campesinos entran como “socios” en las cadenas productivas
agroindustriales; modelo en el cual los productores rurales tradicionales
asumen todos los costos y riesgos, mientras los agro capitalistas apropian la
“tajada del león”.

Adicional y de manera atropellada, el gobierno Santos promovió la


acumulación de inmensos baldíos a manos de empresarios en la altillanura,
con la consecuente destrucción social y ambiental de la Orinoquia y la
Amazonia.

El reciente levantamiento agrario-minero popular, en lucha por la defensa de


su existencia, dignidad y derechos, es un proceso insurreccional que tan sólo
ha comenzado y continúa. Es una lucha en la cual está en juego la vida de
nuestros pueblos raizales.

3. ¿Cuáles hechos históricos influyeron en el contexto donde se


desarrolló el movimiento o sector social que está documentando?

En Colombia, la distribución de la tierra y del poder político han sido factores


centrales del conflicto armado. Los procesos organizativos de los trabajadores
del campo han ocurrido en medio de la represión directa que ejercen el estado
y el paramilitarismo, así como de otros factores como son las divisiones
internas y la intervención de agentes externos a estos movimientos. La
Constitución de 1991 abrió posibilidades de expresión política a los pueblos
originarios y afrodescendientes pero las formas históricas de represión política
y exclusión económica contra los trabajadores del campo y la ciudad no han
tenido modificaciones sustanciales. La violencia asociada a la exclusión dio
lugar a la formación de organizaciones guerrilleras, de distintos orígenes
sociales y políticos; su arraigo en ámbitos rurales que albergan recursos para
la agricultura y la minería los ha convertido en objetivos militares dentro de
los intereses estratégicos de los Estados Unidos, con el argumento de la
participación del país en la economía del narcotráfico.

El principal marco de desarrollo de las organizaciones sindicales agrarias ha


sido la agricultura exportadora; no obstante, ante las dificultades para la
inserción de la producción nacional en estos mercados el estado y los
empresarios han acudido al deterioro de las condiciones laborales, a través del
debilitamiento de las organizaciones de los trabajadores. En el ámbito de la
resistencia contra los despojos se ha producido el renacimiento de pueblos
originarios y buena parte de ellos ha establecido alianzas con otras
organizaciones indígenas y con movimientos campesinos, renovando y
ampliando sus interlocuciones con organizaciones sindicales de trabajadores
agrícolas.
En la actualidad es evidente que el bienestar de la población colombiana
depende en gran medida de la actividad realizada en el campo, como
resultado derivado de que muchos de los aspectos que conciernen al sector
rural son impulsores efectivos del desarrollo económico y social.

Uno de los mayores problemas del sector rural es el aislamiento derivado


del abandono del Estado, aspecto que ha repercutido fuertemente en temas
como la vivienda, las vías de comunicación, la educación, la seguridad
social, entre otros. Por ello, para garantizar unos mínimos de bienestar en la
población rural colombiana es indispensable para su óptimo desarrollo.

El reconocimiento político del campesino es un factor necesario en la nueva


política agraria colombiana para aliviar el vacío constitucional, que logre
que este ejerza efectivamente sus derechos, para lo cual se debe garantizar
“la participación efectiva y representación política propia plena del
campesino, con autonomía voz y voto decisorio en las instancias de
planeación, gestión y ejecución de las políticas y programas que se
relacionen con el sector agropecuario, el territorio y la vida rural.

Por ello es necesario, un reordenamiento del sector agrario que conduzcan a


una reconstrucción de la economía agropecuaria y agroalimentaria. Así,
dicho proceso de debe centrar en dos ejes fundamentales: una reforma
agraria integral y un nuevo reordenamiento territorial.

Finalmente, con el acuerdo final para la terminación del conflicto y la


construcción de una paz estable y duradera suscrito ente el Gobierno y las
FARC el punto 1 Hacia un Nuevo Campo Colombiano. Reforma Rural Integral
se considera un Reforma Rural Integral que sienta las bases para una
transformación estructural del campo, creando condiciones de bienestar para
la población rural y de esa manera contribuir a la construcción de una paz
estable y duradera.

Para ello se cuenta con El Fondo de Tierras para la Paz, creado por la RRI
Refirna Rural Integral del Acuerdo de La Habana y reglamentado por la decreto
902 de 2017, el cual pretende distribuir tierra a familias campesinas sin tierra
o con tierra insuficiente. Su objetivo es contribuir con la transformación
estructural del campo y disminuir la desigualdad en la tenencia de la tierra.

Al hacer seguimiento a los compromisos el Gobierno frente al Acuerdo de paz


con preocupación se tienen comentarios sobre su incumplimiento, pues de
acuerdo al informe presentado en abril del año pasado por el Instituto Kroc -
encargado de hacer la estimación oficial de la implementación del proceso de
pacificación sólo el 23 por ciento de los compromisos se han cumplido de
manera completa, el 35 por ciento tiene un nivel avanzado de implementación
y se espera que el 12 por ciento se cumpla del todo en el momento estipulado.
Esto requiere de toda nuestra atención pues con la terminación del conflicto
se contribuirá a una mayor integración de nuestros territorios, a una mayor
inclusión social u a fortalecer nuestra democracia.

3. Bibliografía

MACHADO Absalón, La Reforma rural. Una deuda social y política, Bogotá,


Universidad Nacional de Colombia, 2009, 197 p.

REYES ALEJANDRO, “LA VIOLENCIA Y EL PROBLEMA AGRARIO EN COLOMBIA”, IN ANÁLISIS


POLÍTICO N° 2, INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y RELACIONES INTERNACIONALES,
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, AGOSTO-DICIEMBRE 1987.

Vega Renán, Gente muy rebelde, Bogotá, Pensamiento Crítico, 2002 (4 vols).

Mesa de Conversaciones ( 2017) Acuerdo Final para la Terminación del


Conflicto y la Construcción de una Paz estable y Duradera, Bogotá,
Colombia: Impresión Toreblanca Agencia Gráfica

Libardo Sarmiento Anzola Conflicto agrario: campo de discordias


04/11/2013 Recuperado de
Fuente: http://palabrasalmargen.com/index.php/articulos/nacional
/item/conflicto-agrario-campo-de-discordias?category_id=138

Colombia: dos décadas en los movimientos agrarios Darío Fajardo Montaña


pag 145-168: https://journals.openedition.org/cal/2690#tocto1n3

Denuncian que presidente colombiano incumple acuerdos de paz:


Recuperado de https://www.telesurtv.net/news/mision-onu-colombia-
acuerdos-paz-presidente-ivan-duque-incumplimientos-20190711-0008.html

Dos años después : ¿ Cómo va el acuedo de paz en la Colombia Rural


recuperado de:https://semanarural.com/web/articulo/acuerdo-de-paz-farc-
gobierno-dos-anos/713#punto1

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