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Fuente:
Semanario Variedades (El Peruano)
Lima, 13 de oct. 2008, N° 91, año 100, 3ra Etapa, pp. 22-23
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Ha dado medio siglo de su vida para recuperar las melodías tradicionales puneñas. Fruto de ello son sus dos volúmenes del
catálogo de la música tradicional de Puno, con casi dos mil melodías
Se trata de un universo de melodías tradicionales, que en su mayoría carecen de nombres propios. "
(Las canciones tradicionales) crecen como el ichu, es cierto, pero pertenecen a alguna danza", dice el
musicólogo de 80 años de edad.
Las melodías
Las 1,941 melodías pertenecen a unas 212 danzas tradicionales. De éstas, ya 141 se han perdido o
están en proceso de perderse. "Por ahí todavía existen danzas que no he podido recopilar, porque no he
podido ir a muchos lugares alejados", explica con pena el violinista egresado del Conservatorio
Nacional de Música.
En su quijotesco trabajo no hay espacio para ritmos mestizos ni instrumentos importados. "Las
melodías provienen de danzas que se acompañan con instrumentos nativos (siku, pinquillos, tarkas,
quenas) y los trajes son los que se usan en faena o fiesta, sin los adornos que llegaron después".
En algunos casos, el único instrumento de cuerdas que se utiliza para acompañar es el charango: un
instrumento híbrido, un cordófono incorporado a la música tradicional. Don Virgilio recuerda que a lo
largo de los años, muchas de estas danzas han sido grabadas por los conjuntos tradicionales o las
estudiantinas mestizas (con base en mandolina, guitarra, contrabajo, acordeón y violín) para llevarlas
al teatro y presentar un trabajo más elaborado, con armonías y arreglos.
El musicólogo estuvo en Bolivia a mediados de los años sesenta, llevando a conocer parte del arte del
sur del Perú, algo que fue muy comentado en su momento por José María Arguedas, y recorrió las
provincias de Puno, Arequipa, Tacna y Moquegua.
Luego, cuando fue director del centro musical Theodoro Valcárcel, llevó un elenco a México para
presentarse en el teatro de Bellas Artes del DF charro. ¿Bolivia nos lleva la delantera de la
recopilación de esta música?, preguntamos. "Estamos llenando un vacío. Bolivia, cuya música
nacional es el huaino, ha avanzado bastante en cuanto a documentación, estudio musicológico y
análisis, que aquí en el Perú no se ha hecho. Ellos tienen instituciones dedicadas a estos estudios.
Ahora ellos han tecnificado bastante su música, sobre todo, utilizando instrumentos importados y
hacen danzas muy bonitas. Nosotros también las estamos haciendo".
A Palacios no le desvela que haya melodías apropiadas por los bolivianos ni viceversa, sino que el
Altiplano fue sólo una región, el Collasuyo, en tiempos de los incas, que luego devino en Charcas
durante la Colonia, y ya los cronistas lo nombraban como una zona de muchas danzas, y recién Bolívar
se creó un país con el nombre del libertador, dividiendo una zona que geográfica, étnica y
culturalmente "sienten lo mismo".
"El rescate de la música puneña tiene pocos especialistas dedicados a él", dice con pena, don
Virgilio. El maestro Edgar Valcárcel, por ejemplo, toma los motivos puneños, les da ese ropaje
armónico y lo da a conocer al mundo. Es algo que en su momento hicieron también los maestros
Theodoro Valcárcel y Jorge Huirse.
Él dice que su catálogo está dirigido a los estudiosos del folclor nacional, pero también a los
compositores de "alto nivel", con alta formación académica, para que tomen los motivos tradicionales
y los transformen en algo novedoso. ¿Tiene algunos continuadores en su labor de recopilador? Lo
piensa por un momento y dice: "Están surgiendo algunos, pero, sobre todo, vemos que en Puno están
creándose escuelas de música, especialmente en los vientos, y ya no se trae como antes bandas
desde Bolivia, más bien, ahora exportamos bandas y de muy buena calidad.
Don Virgilio va a presentar sus libros en la Universidad Nacional del Altiplano. No es el único viaje que
hará a su tierra. En sus vacaciones como profesor del método Susuki para niños, continúa retornando
a Puno, buscando más melodías, que es la memoria sonora de su pueblo.
"La música del Altiplano, y en general la andina, es hermosa pero está olvidada. Hay hermosa música
en todo el país, aunque debe estudiarse seria, científica, técnica y musicológicamente"
Apuntes
- Palacios prepara un catálogo de la música mestiza puneña, de diversos ritmos, con instrumentos de
cuerda o instrumentos de viento de las bandas.
- El segundo tomo del Catálogo de la música puneña saldría alrededor del 4 en noviembre, aniversario
de la fundación de Puno.
- Más de 900 melodías contiene el primer volumen de su catálogo: sikumorenos, k'ajelos, sikus, de las
zonas de Yunguyo, Huancané, Taquile, entre otros.
Charanguista de Juli (Puno, con charango -(1940's o 50's) - fotógrafo: Abraham Guillén
1. Puka Llajitita (Este tema está en un CD titulado "Homenaje a Juliaca, tierra de los vientos", que he tomado de internet,
lamentablemente no se ofrece información del cantante o grupo)
2. Rosita clavelina - Dúo Aswan Qhari: Teófilo Cárdenas y Elsa Escalante (1969) En ambos casos se puede escuchar una
particular forma de rasgar el charango
Puka Llajitita
[letra proveniente del libro Así canta Puno, de Raúl Castillo Gamarra [Arequipa, c. 1988])
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