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Universidad Abierta Para Adultos

UAPA

ASIGNATURA

Literatura moderna y contemporánea

TEMA:
Trabajo final

Pautas para el análisis de una novela


El análisis de diferentes tipos de textos es de suma importancia para los estudiantes
de los diferentes niveles, por lo que te facilitamos guías sencillas para que puedas
hacerlos.
Número 1

Ficha de la novela
* Título de la novela:
El viejo y el mar
* Nombre del autor:
Ernest Hemingway
* Época a la que pertenece el autor:
Este autor pertenece a la Época de los tiranos en América latina

* Nombre de la editorial que la publicó:


La editoral donde publico esta obra se llamaba charles scribners sons
* Año en que la editorial publicó el libro:
1952

Número 2
Resumen de la novela
Escribe un texto en el que resumas la historia que muestra la novela y los
personajes que participan en ella.
La obra se desarrolla en el Gulf Stream - Habana, cuyo protagonista es
Santiago, aunque todo el mundo lo llama El viejo. Santiago es un pescador de
avanzada edad, que lleva 84 días sin conseguir pesca alguna. Un buen día por
la mañana, decide salir solo al mar, donde por fin, un enorme marlín (pez vela
similar al pez espada) pica el anzuelo no sin dar batalla antes de ser capturado
definitivamente. La lucha con el pez dura tres días, en los que Santiago
recuerda su vida pasada. En su mente resuenan los tiempos en que la suerte
estaba de su lado, y era capaz de conseguir una gran pesca. También
recuerda a Manolín, un joven que le había estado ayudando hasta hace poco a
pescar. Los padres de aquel muchacho, le prohibieron salir de pesca con el
viejo, debido a la mala racha que este había conseguido en el oficio. Sin
embargo, el joven siempre estaba dispuesto a ayudarle cuando fuese
necesario, puesto que, fue Santiago quien lo instruyó en la pesca desde que
Manolín tenía cinco años. Al tercer día, el pez, ya cansado, comienza a rodear
el bote. Santiago, desgastado y casi delirante, utiliza toda la fuerza que le
quedaba para tirar el pez sobre su lado y apuñalarlo con un arpón. Una vez
capturado, Santiago ata el pescado al lado de su bote, y emprende el regreso a
casa. Se encamina pensando en el alto precio que el pescado tendría en el
mercado, y en la cantidad de gente que podría alimentar. Sin embargo, en su
camino hacia la orilla, los tiburones son atraídos por la sangre del marlín y poco
a poco van apareciendo para devorar la captura. Santiago logra matar a un
gran tiburón mako con su arpón, pero pierde el arma, además de un cuarto del
pescado que el tiburón logró devorar antes de morir.

Al rato, el pez espada del viejo es nuevamente atacado por un tiburón que
logra quitarle un trozo más de carne. El viejo construye un arpón atando el
cuchillo al extremo de uno de los remos, y así proteger lo que quedaba de su
presa; cinco tiburones son asesinados en total, y muchos otros son expulsados.
Pero los tiburones siguen llegando, y al caer la noche, ya han devorado casi
toda la carne del pez espada, dejando un esqueleto consistente en su espina
dorsal, la cola y la cabeza. Santiago, derrotado, convencido ahora de su mala
suerte, increpa a los tiburones por la forma en que han matado sus sueños. Al
llegar a puerto, deja en la orilla su bote con los restos del pescado. Agotado,
hambriento y herido se dirige inmediatamente a su pequeña cabaña a
descansar, mientras carga en sus hombros el pesado mástil de su bote. Al día
siguiente, varios pescadores y turistas quedan asombrados al ver las colosales
dimensiones del pez espada, a pesar de que haya llegado sólo en espinas.
Entristecido por el estado físico del viejo, Manolín le promete a Santiago volver
a pescar con él, sin importar lo que digan sus padres.

Número 3
Resumen detallado
Opcional. Escribe un resumen de cada capítulo o sección de la
novela. En este espacio relata la vida del personaje.
El viejo y mar es una novela que nos presenta la filosofía de "El viejo"
(Santiago) como pescador y su relación con el mar o "la mar", como lo llama él,
"porque así es como le dicen en español cuando la quieren". Santiago, un viejo
pescador cubano, después de ochenta y cuatro días de no capturar un pez,
decide hacerse al mar. Siendo él extremadamente pobre, recibe la ayuda de
Manolín, "el muchacho" quien es su amigo y quien fuera antes su aprendiz.
Años atrás, el viejo enseñó al muchacho a pescar, pero la mala suerte hizo que
el padre de Manolín lo obligara a dejar a Santiago para salir con un bote que
tuviera buena suerte. El muchacho, quien aún le tiene cariño al viejo, le
consigue sardinas para usar como carnada, y cena, para recuperar fuerzas
para salir a pescar. Antes del amanecer, sale Santiago al mar. Mientras rema,
piensa el protagonista en sus días de mala suerte, pero se consuela pensando
que cada día es un nuevo día. Que es bueno tener suerte, pero que se
necesita estar preparado. "Luego, cuando venga la suerte, estaré dispuesto".

Después del amanecer, cuando el sol está a dos horas de altura, ve el viejo un
grupo de aves marinas de largas alas negras girando en el cielo sobre él. Las
aves le indican la presencia de unos grandes dorados. Santiago persigue a las
aves y a los peces, pero van demasiado rápido y se le escapan. El viejo sigue
remando, sabe que su "pescado grande" tiene que estar en alguna parte.

A lo largo del día, confusos pensamientos atraviesan su mente, desde el


béisbol y su venerado Di Maggio, cuyo padre fue también pescador, hasta la
posibilidad de que la gente lo considere loco por hablar consigo mismo. Es en
medio de esos pensamientos, que siente un vivo tirón en uno de los sedales.
En este punto de la historia comienza el verdadero duelo entre Santiago, el
viejo, y su mar, representado por un pez, enorme e increíblemente duro.

Santiago permite al pez que lo arrastre con él, es un pescador paciente y


experto y sabe que el pez va a cansarse, a necesitar alimento y él va a poder
acercarse lo suficiente para clavarle su arpón en el corazón. Después de cuatro
horas, el viejo se pregunta cómo será este pez al que todavía no ha visto.
Después de la puesta del sol y para distraerse del dolor causado por la postura
forzada para sostener el sedal, vuelven sus pensamientos al béisbol, desearía
tener una radio, como la gente rica, para escuchar los partidos y enterarse de
los resultados. Después de una noche entera sosteniendo el sedal para evitar
que el pez se escape, Santiago siente los efectos del cansancio y el dolor de la
vejez. Extraña al muchacho. "Nadie debiera estar solo en su vejez. Pero es
inevitable", piensa Santiago. Se alimenta de pescado crudo para recobrar la
energía suficiente para la pelea que se avecina. Siente pena por este pez, tan
grande y maravilloso, pero sabe que tiene que matarlo. Recuerda, con tristeza,
la ocasión en la que él y el muchacho pescaron una de dos agujas que iban en
pareja. El macho de esta especie siempre deja comer a la hembra primero. La
hembra luchó desesperadamente por su vida. Y el macho nunca la abandonó.
Tanto Santiago como Manolín sintieron tristeza, le pidieron perdón a la hembra
y le abrieron el vientre con rapidez para que no sufriera.

Empieza a ponerse el sol por segunda vez. El viejo, para darse fuerzas,
recuerda un momento de su vida cuando, siendo más joven, había pulseado
con "el gran negro Cienfuegos" durante todo un día y toda una noche, en
Casablanca. Y había ganado. Entonces no era viejo sino "Santiago El
Campeón".

Al caer la noche, el viejo, cansado, se recuesta contra la madera gastada de la


proa, decide usar los remos para sujetar el sedal y poder descansar. Vuelve a
sentir pena por el gran pez que no tiene nada que comer. Santiago siente que
el castigo del anzuelo es malo para el pez. Pero el castigo del hambre y el
encontrarse frente a una situación que no comprende es lo peor.

En sus sueños aparece primero una vasta mancha de marsopas en época de


apareamiento, brincando en el aire. Sueña luego que está en su pueblo, en su
cama. Y luego surgen en sus sueños la larga playa amarilla y sus leones en
África "jugando como gatitos en la playa". Es feliz.

Al amanecer del tercer día empieza el pez a dar vueltas. Es el momento que
Santiago ha estado esperando. Comienza el duelo final. Durante horas el pez
gira en torno a la barca. Santiago resiste, pero está agotado. Siente vahídos y
mareos. Justo cuando empieza a rogar a Dios para que le ayude a resistir,
siente una serie de tirones y sacudidas en el sedal que está sujetando con
ambas manos. El pez está golpeando el alambre con su pico. Santiago sabe
que cada golpe puede ensanchar la herida. El viejo trata de evitarle dolor al
pez, a pesar de estar sufriendo él mismo dolores inenarrables. En la vuelta
siguiente ve al pez, bello y tranquilo. Con su arpón en la mano, lo ve acercarse.
Siente que la lucha va a vencerlo. "Me estás matando pez –pensó el viejo-.
Pero tienes derecho, hermano". Jamás había visto él una cosa más grande, ni
más hermosa, ni más tranquila, ni más noble. Cogiendo todo su dolor y lo que
queda de su fuerza clava el arpón en el corazón del pez, que se levanta del
agua, mostrando toda su longitud y anchura y todo su poder y belleza en la
muerte.

Amarra Santiago el enorme pez al costado del bote para volver al puerto. Todo
su esfuerzo es inútil si no puede acarrear el pez al mercado para su venta.
Pero la distancia es grande y los tiburones han percibido la sangre del pez en
el agua. El primer tiburón que los ataca se lleva cuarenta libras del pez antes
de que el viejo lo mate. Y deja al pez sangrando. La sangre en el mar atrae
más tiburones. Santiago se cuestiona haber matado a su pez. "Quizás haya
sido un pecado", piensa. Dos horas después dos galanos, tiburones
extremadamente agresivos, han captado el rastro de la sangre. Al final del día
no queda nada del pez que pueda ser vendido, sólo queda la cabeza y el
espinazo. Santiago se cuestiona el haberse alejado demasiado de la costa. Se
siente derrotado y cansado por dentro.

Cuando llega Santiago al puerto se da cuenta de la magnitud de su cansancio.


Quita el mástil de la carlinga y empieza a subir hacia su choza. Al mirar hacia
atrás, al reflejo de la luz de la calle, ve la gran cola del pez levantada detrás de
la popa del bote, ve la línea desnuda del espinazo, y la cabeza con el saliente
pico. Llega a su choza y se duerme. Manolín lo encuentra dormido cuando
entra a la casucha la mañana siguiente. El muchacho lo despierta, le lleva café,
y le cuenta que han estado buscándolo por dos días, con guardacostas y
aeroplanos. "Me derrotaron", dice el viejo. "No. El (el pez) no. Él no lo derrotó".
Manolín insta al viejo a descansar, a recuperarse, porque él va a volver a salir a
pescar con el viejo. Sin importar lo que digan sus padres.

Número 4
Haz un esquema de los personajes principales y secundarios de la
novela, dibujando líneas que muestren las relaciones entre ellos
El viejo y el mar

Personaje principal Personaje secundario

ncipal
Santiago manolin Padres de
maolin

Pescador
Pescadores
Aprendiz, solidario. del pueblo

Mala racha

Componentes de la novela
Escribe un texto que señale el tipo de narrador, el conflicto principal y las
partes de la novela. Incluye además una descripción física y psicológica
de los personajes y una descripción del ambiente en que se desarrolla la
historia. Recuerda consultar la Ayuda si no conoces estos conceptos.

Ernest Hemingway escribió esta obra que tiene solo dos personajes
principales, y una narración en tercera persona, omnisciente y externo, tal
como lo tiene El Llano en llamas en uno de sus relatos Diles que no me maten,
que nos da una forma de describir con mucha objetividad de ambos
personajes. El Viejo Santiago y el Niño Manolin son dos personajes humanos y
el pez espada y los tiburones representan los papeles antagónicos de esta
obra.

Santiago: el protagonista de la obra, se nos presenta como un viejo pescador


flaco y desgarbado, con arrugas profundas y piel quemada por el sol. A pesar
de su vejez, se nos muestra como un hombre fuerte y valiente aunque se
siente solo y su única compañía es la de un muchacho al que enseñó el oficio
de la pesca. Este sentimiento de soledad se acentúa cuando se encuentra mar
adentro en su bote, pues alude constantemente a su añoranza del chico y, por
ello, aunque piensa que lo pueden considerar loco, dialoga consigo mismo. Es
un hombre austero y humilde, el cual está marcado por la mala suerte, puesto
que lleva 84 días sin pescar ningún pez y sobrevive gracias a la ayuda del
muchacho, que le proporciona comida y cebo para pescar.

Manolín: es el joven que ya desde pequeño acompaña a Santiago en sus


jornadas de pesca para aprender el oficio. Sin embargo, después de cuarenta
días sin que el viejo cogiese ningún pez, sus padres deciden que salga a
faenar en otro bote más productivo. A pesar de ello, sigue visitando a Santiago
todos los días y, como se siente preocupado por la situación casi precaria, por
la que está pasando su amigo, le proporciona comida, toallas y agua para que
se asee y acude a visitarlo para hablar sobre béisbol o aventuras que Santiago
vivió en África durante su juventud.
Número 6
Comentario
Escribe tu opinión sobre la novela que estás analizando
Es una obra corta pero con una intenso contenido plasmada en ella narrada en
tercera persona se ve como el viejo intenta luchar contra unos de los enemigos
del ser humano, la naturaleza aunque el autor nos presentar al viejo no como
un enemigo de la naturaleza, al contrario, a pesar de que se encuentra en una
lucha con ella, habla consigo mismo y con los peces, el sol, las aves, y
demuestra lo mucho que la respeta y la admira. Uno de los aprendizajes más
valioso de este libro fue cuan importantes son: la perseverancia, el optimismo,
y la motivación para poder alcanzar nuestras metas.

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