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PODER JUDICIAL DEL PERU 23/09/2019 12:15:59

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA CEDULA ELECTRONICA Pag 1 de 1


AYACUCHO
Número de Digitalización
Portal Constitucion N 20 Huamanga
0000143021-2019-ANX-SP-PE

*420190118572016000470501137040*
420190118572016000470501137040034
NOTIFICACION N° 11857-2019-SP-PE
EXPEDIENTE 00047-2016-40-0501-JR-PE-03 SALA 1° SALA PENAL DE APELACIONES - NCPP
RELATOR SARITA CINTHYA AGUINAGA ROSADO SECRETARIO DE SALA

IMPUTADO : FELICES BELLIDO, ALBERTO


AGRAVIADO : GAMBOA OCHOA, EDUARDA
DESTINATARIO GAMBOA OCHOA EDUARDA

DIRECCION : Dirección Electrónica - N° 65173

Se adjunta Resolución VEINTIDOS de fecha 20/09/2019 a Fjs : 26


ANEXANDO LO SIGUIENTE:
RESOLUCION S/N (SENTENCIA DE VISTA)

23 DE SETIEMBRE DE 2019
1

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE AYACUCHO


Primera Sala Penal de Apelaciones de Huamanga

EXPEDIENTE : 00047-2016-40-0501-JR-PE-01
ESPECIALISTA : SARITA CINTHYA AGUINAGA ROSADO
IMPUTADO : RODOLFO RODRÍGUEZ RAYMUNDEZ Y OTROS
DELITO : USURPACIÓN AGRAVADA
AGRAVIADO : GLORIA ANA DELGADILLO GAMBOA

SENTENCIA DE VISTA

Resolución Nº 21
Ayacucho, dieciocho de setiembre
del año dos mil diecinueve.

I.-
I.- VISTOS y OÍDOS:
OÍDOS:

1.1. En audiencia pública, el recurso de apelación, interpuesto por los abogados


defensores de los sentenciados Rodolfo Rodríguez Raymúndez, Alberto Felices Bellido
e Isaac Quispe Alcahuamán. Intervino como ponente el señor Juez Superior Juan
Teófilo Ortiz Arévalo.
II.-
II.- ATENDIENDO

2. ACTO PROCESAL MATERIA DE APELACIÓN

2.1. Viene en grado de apelación la Resolución N°15 de fecha 09 de mayo de 2019,


mediante la cual el Segundo Juzgado Penal Unipersonal de Huamanga, resolvió absolver
de la acusación fiscal a Rodolfo Rodríguez Raymundez, por el delito contra la vida, el
cuerpo y la salud, en la modalidad de lesiones leves, en agravio de Eduarda Gamboa
Ochoa. Asimismo, condenó a Rodolfo Rodríguez Raymundez, Alberto Felices Bellido e
Isaac Quispe Alcahuamán, como coautores del delito contra el Patrimonio, en la
modalidad de Usurpación Agravada, en agravio de Gloria Ana Delgadillo Gamboa,
imponiéndole al primero 12 años de pena privativa de libertad y a los dos últimos 05
años de pena privativa de libertad, así como el pago solidario de S/. 20,000.00 soles
por parte de los sentenciados a favor de la agraviada.
2

3.-
3.- EXPRESIÓN DE AGRAVIOS

A. De la defensa técnica del sentenciado Rodolfo Rodríguez Raymúndez


Raymúndez

3.1.-
.1.- Conforme a lo actuado durante la audiencia de apelación, la defensa técnica del
sentenciado, solicita que se declare nula la sentencia recurrida por los siguientes
fundamentos:

• El A quo incurrió en afectación del principio de motivación de las resoluciones


judiciales, en su vertiente de motivación sustancialmente incongruente,
motivación insuficiente y motivación inexistente.

B. De la
la defensa técnica de los sentenciados Alberto Felices Bellido e Isaac Quispe
Alcahuamán

3.2. Conforme a lo actuado durante la audiencia de apelación, la defensa técnica de


los sentenciados, solicita:

• Como pretensión principal: Que se declare nula la sentencia recurrida, al


incurrir en vulneración del principio acusatorio, del principio de exhaustividad
y de los principios, garantías y derechos que conforman el debido proceso
penal, así como por vulnerar el derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales.

• Como pretensión subordinada: Que se revoque la resolución recurrida, al


incurrir en indebida valoración probatoria al haberse omitido la valoración
conjunta de las pruebas ofrecidas.

4. COMPETENCIA DEL TRIBUNAL REVISOR

4.1. Delimitando la competencia de esta Sala Penal Superior, es preciso señalar que de
conformidad con el artículo 409º y 419.1 del Código Procesal Penal, la impugnación
confiere al Tribunal competencia solamente para resolver la materia impugnada, así
3

como para declarar la nulidad en caso de nulidades absolutas o sustanciales no


advertidas por el impugnante. En dicha labor de revisión, la Sala Penal Superior tiene
la potestad de examinar la resolución recurrida tanto en la declaración de hechos
cuanto en la aplicación del derecho. Lo que quiere decir que en sede impugnatoria
corresponde, en primer lugar, el reexamen de lo actuado teniendo en cuenta los
extremos impugnados por el recurrente o los recurrentes; y, en segundo lugar, el
Tribunal podrá declarar la nulidad si advierte nulidades absolutas o sustanciales no
cuestionadas por el impugnante, teniendo en cuenta lo dispuesto en el artículo 150º
del Código Procesal Penal. Siendo así, resulta claro que, prima facie, por los Principios
Dispositivo y Congruencia, el acto que delimitará el pronunciamiento del Tribunal
serán los fundamentos expresados por el recurrente al sustentar su recurso de
apelación, lo que se denomina el Thema Decidendum1, tal como lo ha establecido la
Corte Suprema de la República en la CASACIÓN N° 413-2014-LAMBAYEQUE, en
el sentido que los agravios expresados en los recursos impugnatorios van a definir y
delimitar el pronunciamiento del Tribunal revisor, atendiendo al principio de
congruencia recursal. Por tanto, la expresión de agravios determina las cuestiones
sometidas a decisión de este Tribunal Revisor, estando vedado pronunciarse fuera del
alcance de las pretensiones impugnativas que no fueron oportunamente planteadas,
pues, admitir y emitir pronunciamiento sobre nuevos agravios postulados con
posterioridad a los expresados en el escrito de impugnación sería vulnerar el principio
de preclusión y de igualdad que debe existir entre las partes en un proceso. En tal
sentido, esta Sala Superior Penal, debe circunscribir su pronunciamiento respecto a los
agravios expresados en los recursos impugnatorios efectuados en el plazo legal y antes
de su concesorio y no los efectuados con posterioridad a ello, mucho menos, evaluar
una prueba no invocada; pues de ocurrir ello, se está vulnerando el principio de
congruencia recursal con afectación al derecho de defensa.

5.-
5.- DELIMITACIÓN DEL PRONUNCIAMIENTO
El problema jurídico objeto de la presente resolución estriba en determinar si la
resolución apelada incurre en:

1
STC 01555-2012-PHC/TC. FJ N° 4.- Este Tribunal, tiene la posibilidad de revisar lo emitido por el Juez de
Investigación Preparatoria, sin más límites que los establecidos por el recurrente en su escrito de impugnación. Es decir
el tribunal Superior, no puede extralimitarse, más allá de lo solicitado por el recurrente apelante.
4

- Afectación del principio de motivación de las resoluciones judiciales, en su vertiente


de motivación sustancialmente incongruente, motivación insuficiente y motivación
inexistente.
- Vulneración del principio acusatorio, del principio de exhaustividad y de los
principios, garantías y derechos que conforman el debido proceso penal.
- Indebida valoración probatoria al haberse omitido la valoración conjunta de las
pruebas ofrecidas.

6.-
6.- CONSIDERACIONES PREVIAS

6.1. Respecto de la motivación de las resoluciones judiciales,


judiciales conforme lo ha
establecido el Tribunal Constitucional en la STC Nº 4348-2005-PA/TC:

“La motivación de las resoluciones judiciales implica la exigencia de que el órgano


jurisdiccional sustente de manera lógica y adecuada los fallos que emita en el marco de
un proceso. Ello no supone en absoluto una determinada extensión de la motivación,
sino fundamentalmente que exista: a) fundamentación jurídica, lo que supone que se
exprese no solo la norma aplicable al caso, sino que también se explique y justifique
por qué el hecho investigado se encuentra enmarcado en los supuestos que la norma
prevé; b) congruencia entre lo pedido y lo resuelto; y, c) que por sí misma exprese
una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun cuando esta sea sucinta o se
establezca el supuesto de motivación por remisión.

6.2. En cuanto al contenido esencial del Derecho a la Motivación de las Resoluciones


Judiciales, también conforme a lo establecido por el Tribunal Constitucional en la STC
N° 00728-2008-PHC/TC de fecha 13 de octubre de 2008:

“El contenido constitucionalmente garantizado del derecho a la motivación de las


resoluciones judiciales ha quedado delimitado, en i) la inexistencia de motivación o
motivación aparente; en ii) la falta de motivación interna del razonamiento; iii) cuando
se presenta deficiencias en la motivación externa (Justificación de las Premisas); iv)
cuando la motivación es insuficiente; v) cuando la motivación es sustancialmente
incongruente; o vi) cuando se afecta la exigencia de una motivación cualificada”
5

6.3. En cuanto a la motivación


motivación aparente,
aparente conforme ha dejado establecido el Tribunal
Constitucional, en las STC03943-2006-PA/TC, 00728-2008-PHC/TC y 1939-
2011-AA/TC y otros, ésta se presenta:
“Cuando la resolución judicial si bien contiene argumentos o razones de derecho o
de hecho que justifican la decisión del juzgador, éstos no resultan pertinentes para tal
efecto, sino que son falsos, simulados o inapropiados en la medida que en realidad no
son idóneos para adoptar dicha decisión”; es decir, se pretende cumplir formalmente
con el mandato de motivación, alegando frases que, en el fondo carecen de
correspondencia fáctica o jurídica. En efecto, se presenta como actos jurisdiccionales
a prima facie fundados, pero que, si no nos detenemos en lo que es el caparazón de
los mismos, sino que procuramos adentrarnos en la racionalidad y razonabilidad de la
fundamentación, descubriremos que en verdad no tienen fundamento2. Así, bajo una
primera observación, se puede advertir razones que supuestamente sustentan la
decisión, pero en realidad no se condicen con las circunstancias comprobadas de la
causa, de acuerdo al derecho aplicable al caso3. En otros términos, una decisión
judicial será aparente cuando está fundada en juicios dogmáticos de modo que
impiden conocer cuál es el íter del razonamiento, pues son adjetivaciones que pueden
revelar un estado anímico, pero no son explicaciones de cómo se llegó a ellos”.

7.-
7.- POSICIÓN DE LOS SUJETOS PROCESALES

7.1.
.1. La defensa técnica del sentenciado Rodolfo Rodríguez Raymúndez, denuncia vicio
de motivación sustancialmente incongruente, señalando que el A quo no habría
tomado en consideración la tesis planteada en juicio oral, por la defensa del
recurrente, quien habría invocado error de tipo respecto a la conducta del
sentenciado, al referir que éste antes de ingresar a tomar posesión del bien inmueble,
había adquirido la propiedad mediante Escritura Pública de Compraventa de sus
anteriores propietarios, Vicente Rodríguez Raymundez y sus hermanas, hecho del cual
el juez habría omitido pronunciarse en la sentencia, vulnerando lo establecido en el
artículo 394° del Código Procesal Penal referido a los requisitos que debe cumplir la
sentencia, como son: la enunciación de las pretensiones de la defensa del acusado y la
motivación clara, lógica y concreta de cada uno de los hechos y circunstancias que se

2
FERNANDEZ, R.; GUIRARDI, O.; ANDRUET, A. y GHIRARDI, J. (1993) La Naturaleza del Racionamiento
Judicial: El razonamiento débil. Alveroni Ediciones. Córdoba, p. 117.
3
Ibid, p. 11
6

dan por probadas o improbadas y la valoración de la prueba que la sustenta, con


indicación del razonamiento que la justifique.

Asimismo, denuncia motivación insuficiente, señalando que el A quo habría hecho uso
de la prueba indiciaria, sin establecer cuál es la inferencia lógica que le permitió llegar
a la conclusión que el día 07 de octubre los sentenciados habían mantenido
comunicación telefónica a fin de concertar el hecho delictivo, además de no haber
señalado si el indicio empleado se trata de un indicio contingente, plural o
convergente, que son exigencias legales para imponer una sentencia condenatoria.
Asimismo, el A quo habría omitido valorar los contra indicios presentados, los cuales
son:

i) La declaración de la señora Eduarda Gamboa (madre de la agraviada), de Gloria


Delgadillo, quienes de manera
Delgadillo Gamboa (agraviada) y Norma Consuelo Delgadillo
uniforme habrían referido que el 01 de setiembre de 2015, luego de la avería de su
teléfono fijo, la señora Eduarda Gamboa se había constituido a la Empresa Telefónica
del Perú, para solicitar la reparación de su teléfono, es así que la Empresa envía al
técnico y hoy sentenciado Alberto Felices Bellido para la reparación del teléfono,
contra indicio que no habría sido valorado adecuadamente por el A quo, al señalar
que los sentenciados habrían concertado para que Alberto Felices Bellido, con la
excusa de reparar el teléfono vaya a la vivienda de la agraviada para luego apoderarse
de las llaves del inmueble o peor aún, que los sentenciados hayan tenido la capacidad
de manipular el sistema de la Empresa Telefónica del Perú. Es así que el A quo, no
habría justificado por qué las llamadas telefónicas acreditarían que hubo un acuerdo
previo entre los sentenciados, la razón por la que presume que el contenido de la
conversación se trató de un reparto de roles o de una concertación delictiva,
inobservando en consecuencia, lo dispuesto por el artículo 158.3 del Código Procesal
Penal.

ii) Informe 085-


085-2017-
2017-FEBEATEL, de fecha 24 de julio de 2017, en el que se
informa que el co sentenciado Alberto Felices Bellido sí era Gerente General de la
Empresa FEBEATEL y que estaba buscando alquilar un ambiente para destinarlo como
almacén de la Empresa, razón por la cual, habría solicitado a la agraviada el alquiler de
su vivienda.
7

iii) Escritura Pública de Compraventa, de fecha 21 de julio de 2015, que daría cuenta
que su patrocinado adquirió la propiedad materia de litis de su anterior propietario,
Vicente Rodríguez Raymundez y sus hermanas.

Finalmente, la defensa denuncia motivación inexistente, sosteniendo que pese a que el


propio A quo habría reconocido que por su condición de reincidencia, la pena a
imponerse al hoy sentenciado fluctuaba entre los 9 años con 8 meses hasta los 12
años, impuso al sentenciado el tercio máximo de la pena, sin justificar las razones que
lo habrían llevado a determinar dicha condena, además de que no habría precisado
por qué fijó el monto de S/. 20, 000 como reparación civil por daño extra
patrimonial. Razones por las que solicita se declare nula la resolución recurrida y se
disponga la realización de un nuevo juico oral.

7.2. Por su parte, la defensa técnica de los sentenciados Alberto Felices Bellido e Isaac
Quispe Alcahuamán señala que:

Entre su patrocinado Alberto Felices Bellido y la agraviada, existe un Contrato Notarial


de alquiler de bien inmueble, en razón a ello, la agraviada antes de acudir a la vía
penal, debió hacer valer su derecho en la vía civil, hecho que no habría ocurrido en
el presente caso. Por otro lado, denuncia vulneración del principio de exhaustividad,
debido a que el A quo pese a que el representante del Ministerio Público solo cuenta
con una prueba que supuestamente incriminaría a sus patrocinados, el cual es el
Levantamiento del Secreto de las Comunicaciones, habría amparado sus fundamentos,
sin explicar las razones por las que presume que el contenido de la conversación
telefónica se trató de un reparto de roles o de una concertación delictiva.

Por otro lado, respecto a Isaac Quispe Alcahuamán, sostiene que si bien, éste impidió
a la agraviada ingresar a su vivienda, fue porque la misma ya se encontraba arrendada
para funcionar como almacén de la Empresa FEBEATEL, además de que él había sido
contratado como guardián para cuidar el local. Así, el hecho de haber incriminado en
el delito a Isaac Quispe Alcahuamán, por el simple hecho de no haber dejado ingresar
a la agraviada, constituiría una vulneración al principio de presunción de inocencia,
más aún cuando la conducta de sus dos patrocinados sería atípica, al ser consecuencia
8

de una relación contractual. Razones por las que solicita se declare nula la resolución
recurrida.

7.3. A su turno, la representante del Ministerio Público, en cuanto al vicio de


motivación incongruente basado en el error de tipo, señala que la defensa técnica del
sentenciado no demostró el error de tipo en la audiencia de juicio oral, al no contar
con ningún medio de prueba que sustente lo indicado, y por el contrario, el Ministerio
Público si habría demostrado con diversos medios de prueba tales como, la copia
legalizada del Testimonio de Escritura Pública, el Certificado de Posesión, la copia
legalizada de los recibos de agua y luz, la Memoria Descriptiva del Bien Inmueble, la
Ficha de empadronamiento en Cofopri, entre otros, que la posesión del bien materia
de litis la venía ejerciendo la agraviada Gloria Ana Delgadillo Gamboa al haberlo
adquirido de su señor padre Victorio Delgadillo Junco, quien ya posesionaba el predio
desde hace más de 50 años.

Asimismo, respecto a que no se habrían valorado los contra indicios presentados por la
defensa del sentenciado Rodolfo Rodríguez Raymundez, refiere que la sentencia
recurrida no se fundamentó en base a prueba indiciaria, sino más bien con prueba
directa, las cuales fueron ofrecidas en su oportunidad y que el A quo habría valorado
de manera conjunta. Por otro lado, en cuanto a la motivación inexistente, en el
sentido de que no se habría motivado el quántum de la pena, sostiene que el A quo en
el fundamento N° 17 de la resolución recurrida sí da cuenta sobre la determinación
de la pena, es así que para imponer la pena de 12 años a Rodolfo Rodríguez
Raymundez, habría aplicado el sistema de tercios, hecho del cual el A quo sí habría
dado cuenta en la sentencia.

Respecto a lo señalado por la defensa técnica de los sentenciados Alberto Felices


Bellido e Isaac Quispe Alcahuamán, en el sentido de que la agraviada antes de acudir a
la vía penal, debió hacer valer su derecho en la vía civil, al haber suscrito el
sentenciado Alberto Felices Bellido, un contrato de arrendamiento con la madre de la
agraviada, la fiscal refiere que si bien, celebraron dicho contrato, esto fue con la
finalidad de acceder a las llaves del predio para posteriormente impedirle a la
agraviada el ingreso a su vivienda, ya que Isaac Quispe Alcahuamán, se había instalado
en el predio como el supuesto guardián que fue contratado por su co sentenciado
9

Alberto Felices Bellido, para impedirle el ingreso a la madre de la agraviada, para que
luego el sentenciado Rodolfo Rodríguez Raymundez tomar posesión del inmueble,
amparándose en un Testimonio de compraventa otorgado a su favor con fecha 28 de
agosto de 2015.

7.4. Por su parte, el actor civil, respecto al vicio de motivación sustancialmente


incongruente en el sentido de que el A quo no se habría pronunciado sobre el error de
tipo alegado por la defensa técnica de Rodolfo Rodríguez Raymundez, señala que de
los alegatos de apertura, que son el parámetro para que tanto el fiscal y la parte
imputada puedan defender su causa, no se advierte que la defensa del sentenciado
haya postulado error de tipo.

Respecto al vicio de motivación insuficiente, en el sentido de que el juez de la causa no


habría expresado la inferencia lógica que lo llevó a determinar la responsabilidad de los
sentenciados, refiere que la resolución recurrida a folios 18 al 19 sí expresa cómo es
que los hoy sentenciados concertaron y ejecutaron el despojo de su propiedad a las
agraviadas, es por ello que los sentenciados Alberto Felices Bellido e Isaac Quispe
Alcahuamán, de ser sindicados como cómplices pasaron a ser considerados como
coautores del delito, al haber comprobado el A quo su cualidad de autoría en la
ideación y ejecución del plan criminal.

Respecto al vicio de inexistencia o ausencia de motivación en relación a la pena y a la


reparación civil, refiere que el representante del Ministerio Público, al planear así como
oralizar su requerimiento acusatorio, solicitó 17 años de pena privativa de libertad
para Rodolfo Rodríguez Raymundez, 15 años de pena por usurpación y 2 años de
pena por el delito de lesiones leves; sin embargo, absolvió al imputado por el delito de
lesiones y ponderando la pena le impuso 12 años, teniendo en cuenta para ello la
concurrencia de circunstancia agravante cualificada por su condición de reincidente. Y
respecto a la reparación civil, refiere que solicitó la suma de S/.40,000.00 soles, pero
que el A quo fijó el monto de S/.20,000.00 soles atendiendo a los daños
patrimoniales que se le habría ocasionada a la agraviada; sin tomar en cuenta el A quo
los daños extra patrimoniales; sin embargo, pese a que la sentencia le habría sido
desfavorable en ese extremo, sostiene que esta se encuentra debidamente motivada y
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no incurre en ninguna causal de nulidad, razón por la que solicita se confirme la


resolución recurrida.

8. FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA DEL JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA

8.1. Los fundamentos que sirvieron al juez de primera instancia para condenar a los
imputados, fueron los siguientes:

i) Sobre el origen de la amistad entre los acusados; del oficio N° 011-2017-INPE/20-


442-JDS de fecha 13 de enero de 2017, que corre a folios 419 del expediente
judicial. Esta prueba documental supera el juicio de fiabilidad, porque cumple con las
exigencias formales, acredita que el acusado Isaac Quispe Alcahuamán, estuvo recluido
en el establecimiento penal de Ayacucho, desde el 29 de mayo de 2012, hasta el 22
de octubre de 2014, clasificado en el pabellón de mediana “01”, primer piso, lado
“A”, ambiente “01”. Asimismo, se tiene que el acusado Rodolfo Rodríguez
Raymundez, estuvo recluido en dicho centro penitenciario, desde el 02 de julio de
2012 hasta el 24 de diciembre de 2014, clasificado en el pabellón de mediana “01”,
tercer piso lado “B”, ambiente 02. Finalmente, acredita que el acusado Alberto
Felices Bellido, en su condición de personal de la empresa FEBEATEL S.A.C., que a su
vez prestaba servicio para la empresa LARIMANTO (Sub contratista de Movistar),
ingresaba constantemente al establecimiento penal de Ayacucho, para efectuar
mantenimiento de los teléfonos públicos existentes en ese centro de reclusión. En suma
esta prueba documental acredita la relación de amistad, que han entablado los
acusados Alberto Felices Bellido, Rodolfo Rodríguez Raymundez e Isaac Quispe
Alcahuamán, en el periodo en que los dos últimos se encontraban recluidos en el
establecimiento penal de Ayacucho.

ii) Del cuaderno de levantamiento de secreto de las comunicaciones de los acusados


Alberto Felices Bellido, Rodolfo Rodríguez Raymúndez e Isaac Quispe Alcahuamán,
que corre a folios 467/862 del expediente judicial; se desprende que el señor
representante del Ministerio Público, durante la investigación ha determinado que en el
año 2015, el acusado Rodolfo Rodríguez Raymúndez utilizaba varios teléfonos
celulares con el número de abonado 999127154, 966963530, 957439873 y
995164514. Por su parte el acusado Alberto Felices Bellido, igualmente utilizaba dos
11

teléfonos celulares, con el número de abonado 966695393 y 966066868. En tanto


que el acusado Isaac Quispe Alcahuamán era titular de las líneas telefónicas
972710314, 956409608, 972610314 y 999565011.

Es así, que previa autorización judicial, la fiscalía solicitó información a la empresa de


Telefonía Móviles S.A. –MOVISTAR, sobre el registro de llamadas entrantes y
salientes, de las líneas telefónicas descritas TPS-83030000-ERC_0356_2017_C_F y
TSP – 83030000-IMS_0302_2017_C_F, que corren a folios 508 y 515,
respectivamente ha informado que los acusados Alberto Felices Bellido, Rodolfo
Rodríguez Raymúndez e Isaac Quispe Alcahuamán, mantuvieron comunicación
constante desde el mes de agosto hasta el mes de diciembre del 2015, periodo de
tiempo en que se suscitó el alquiler del predio (07 de octubre de 2015) y
consecuentemente el despojo de la posesión del bien por parte de Rodolfo Rodríguez
Raymúndez (09 de octubre de 2015).

Asimismo, se encuentra acreditado que, el 07 de octubre de 2015, fecha en que


doña Eduarda Gamboa Ochoa y el acusado Alberto Felices Bellido suscribieron el
contrato de alquiler del inmueble ubicado en el Jr. España N° 124-126 del distrito de
San Juan Bautista – Huamanga, los acusados se han comunicado telefónicamente, más
de tres veces.

Sobre la posesión previa del predio sub litis, por parte de la agraviada Gloria
Gloria Ana
Delgadillo Gamboa,
Gamboa, se acredita con lo siguiente:

iii) De la copia legalizada del testimonio de escritura pública de testamento público,


otorgado por Victorio Delgadillo Junco, ante el Notario Público Mario Almonacid
Cisneros, que corre a folios 54/56 del expediente judicial, acredita que, con fecha 27
de diciembre del año 2005, la persona quien en vida fue Victorio Delgadillo Junco
(testador), le transfirió a su hija – hoy agraviada - Gloria Ana Delgadillo Gamboa, la
propiedad del inmueble ubicado en el Jr. España N° 124-126 del distrito de San Juan
Bautista – Huamanga, en calidad de herencia. Dicho predio consta de un área total de
318 m2 (trescientos dieciocho metros cuadrados), y cuenta con los siguientes
linderos: Por el frente u oeste, limita con el Jr. España; por el lado derecho o norte,
con la propiedad de don Pascual Delgadillo Junco y la familia Solís; por el fondo u
12

oeste, con la propiedad de doña Lucila Delgadillo Junco; por el lado izquierdo o sur,
con el Jr. Huancayo.

La propiedad transferida por el testador, ha sido adquirida de su anterior propietaria


doña Lucila Reymudez Berrocal Vda. de Flores, mediante escritura pública de fecha
13 de mayo de 1972. Finalmente, se desprende que dicho testamento se encuentra
debidamente inscrito en los Registros Públicos, conforme se tiene de las instrumentales
que corren a folios 56/59 del expediente judicial.

De la constancia de posesión N° 04-2009-GDUR-MDSJB, que en copia legalizada


corre a folios 60 del expediente judicial; como tal acredita que la Gerencia de
Desarrollo Urbano y Rural de la Municipalidad Distrital de San Juan Bautista, con
fecha 22 de enero del año 2009, ha certificado que doña Gloria Ana Delgadillo
Gamboa viene posesionando en forma pública y pacífica desde el año 2005, un lote
de terreno ubicado en el asentamiento humano AA.HH. San Juan Bautista, sector II
Mz “Z” lote 01 – Jr. España s/n, el mismo que cuenta con los siguientes límites y
linderos: por el frente limita con el Jr. España en 16.00 ML, por la derecha limita con
el jr. Huancayo en dos tramos de 11.15 y 4.75 ML; por la izquierda limita con los
lotes “IA y 2” en línea quebrada de cuatro tramos de 7.30, 4.70, 4.90 y 8.50 ml;
por el fondo limita con la propiedad de los lotes “2 y 21” en tres tramos de 4.30,
4.80 y 20.50 ML; con un área total de 318.00 m2 y perímetro 86.90 ml.

iv) De la copia legalizada de los recibos de pago por los servicios de agua y luz
eléctrica, que corren a folios 63 del expediente judicial, acredita que en los años
1990,1993 y 1994, el inmueble ubicado en el jr. España N° 124-126 del distrito
de San Juan Bautista – Huamanga, contaba con los servicios de agua y luz eléctrica,
registrados a la persona quien en vida fue Victorio Delgadillo Junco, padre de la hoy
agraviada Gloria Ana Delgadillo Gamboa.

v) De la copia legalizada de ficha de empadronamiento y verificación de COFOPRI, de


fecha 30 de octubre de 1999, que corre a folios 68 del expediente judicial, acredita
que con fecha 30 de octubre de 1999, la persona quien en vida fue Delgadillo Junco,
Victorio, solicitó el respectivo empadronamiento, sobre el inmueble ubicado en el
AA.HH. San Juan Bautista sector II Mz “Z” lote 01 – San Juan Bautista – Huamanga.
13

vi) De la memoria descriptiva del inmueble ubicado en el Jr. España N° 124 – 126
del distrito de San Juan Bautista, de fecha enero de 2009, que en copia legalizada
corre a folios 73 del expediente judicial, corrobora los límites, linderos y el área total
del inmueble ubicado en el Jr. España N° 124 – 126, del distrito de San Juan
Bautista, lo que hace concluir, que el predio cuenta con un área total de 318.00 m2
y un perímetro de 86.90 ML.

vii) Del oficio N° 686-2017-COFOPRI/OZAYAC de fecha 04 de mayo de 2017, y


su anexo que corre en folios 433/435 del expediente judicial, se desprende que con
fecha 15 de agosto del año 2000, la persona quien en vida fue Victorio Delgadillo
Junco (padre de la hoy agraviada Gloria Ana Delgadillo Gamboa), solicitó al
COFOPRI el otorgamiento de título de propiedad, del inmueble ubicado en el
AA.HH. San Juan Bautista Mz “Z” lote 01 sector II ( Jr. España N° 124 – 126) del
distrito de San Juan Bautista – Huamanga, lo que hace concluir que el año 2000, la
posesión del citado inmueble, la ejercía el padre de la hoy agraviada Gloria Ana
Delgadillo Gamboa.

De la valoración
valoración en conjunto de las pruebas

a) Es un hecho acreditado, que el inmueble sub litis, se encuentra ubicado en el Jr.


España N° 124 – 126, del distrito de San Juan Bautista – Huamanga, según la
Gerencia de Desarrollo Urbano y Rural de la Municipalidad Distrital de San Juan
Bautista, dicho predio actualmente se encuentra ubicado en el AA.HH. San Juan
Bautista sector II Mz “Z” lote 01 Jr. España s/n del distrito de San Juan Bautista
(…).

b) La totalidad del inmueble descrito en el párrafo precedente, ha sido adquirido a


título de herencia, por la hoy agraviada Gloria Ana Delgadillo Gamboa, de su
señor padre quien en vida fue Victorio Delgadillo Junco, en virtud del testamento
público de fecha 27 de diciembre del año 2005, otorgado por el referido
causante, por ante el Notario Público Mario Almonacid Cisneros; testamento que
se encuentra debidamente inscrito en los Registros Públicos.
14

c) Desde el año 2005, hasta el 07 de octubre del año 2015, la persona de Gloria
Ana Delgadillo Gamboa, ha venido posesionando de manera pública, pacífica y
continua, el predio sub litis; tal es así, que los servicios de agua y luz eléctrica, con
los que contaba el predio en mención, primigeniamente estaban registrados a
nombre de su señor padre Victorio Delgadillo Junco, y posteriormente fueron
cambiados a nombre de la referida agraviada.

d) Es un hecho acreditado, que en el mes de setiembre del año 2015, el acusado


Alberto Felices Bellido, como representante legal de la empresa FEBEATEL S.AC,
prestaba servicio para la empresa contratista LARIMANTO, que a su vez prestaba
servicio de tercerización a la empresa MOVISTAR. Es así, que en virtud de la
orden de reparación de fecha 15 de setiembre de 2015, el acusado Alberto
Felices Bellido, se constituyó al inmueble ubicado en el Jr. Ica Nro. 106 del
distrito de San Juan Bautista, de propiedad de doña Norma Delgadillo Gamboa
(hermana de la agraviada Gloria Ana Delgadillo Gamboa), con la finalidad de
reparar las averías existentes en su servicio de telefonía fija. En esa ocasión, el
acusado Alberto Felices Bellido, le preguntó a la señora Norma Delgadillo
Gamboa, si era la dueña del predio ubicado en el Jr. España N°124-126-San Juan
Bautista, porque tenía interés en alquilar dicho predio para guardar algunos
materiales de su empresa; ante ello, la señora Norma Delgadillo Gamboa, le
manifestó que dicho predio era de propiedad de su hermana Gloria Ana Delgadillo
Gamboa y que no estaba en alquiler, pero ante la insistencia del acusado, le
comunicó a su hermana Gloria Ana Delgadillo Gamboa, la petición del citado
acusado.

e) En ese contexto, la agraviada Gloria Ana Delgadillo Gamboa, decidió alquilarle el


predio materia de sub litis, al acusado Alberto Felices Bellido, quien con fecha 07
de octubre de 2015, procedió a suscribir el contrato de alquiler con doña Eduarda
Gamboa Ochoa, en -representación de su hija –hoy agraviada Gloria Ana
Delgadillo Gamboa; fijando la suma de S/. 1,000.00 como renta mensual, y por
el plazo de un año. Después de la suscripción del respectivo contrato de alquiler4,
el acusado Alberto Felices Bellido, procedió a cancelar por adelantado, la primera

4
Nótese que el contrato ha sido en parte del inmueble y la otra parte era para que la
propietaria pudiera ingresar para el regado de sus plantas que se encontraban en su interior.
15

mensualidad; por su parte, las agraviadas le entregaron las llaves de la puerta de


acceso, al referido acusado, quien inmediatamente dejó como guardián de dicha
vivienda a su coacusado Isaac Quispe Alcahuamán. Este último, pese a lo acordado
con el acusado Alberto Felices Bellido, a los pocos días de haberse suscrito el
respectivo contrato, impidió el ingreso de doña Eduarda Gamboa Ochoa (madre
de la agraviada Gloria Ana Delgadillo Gamboa), al interior de la vivienda; quien se
dio con la sorpresa que las llaves de la puerta de ingreso al predio, habían sido
cambiadas sin su autorización; y ante su reclamo, le manifestó que era una orden
del señor Alberto Felices Bellido de no dejar ingresar a nadie al predio.

f) A los pocos días de la suscripción del contrato de alquiler, el acusado Rodolfo


Rodríguez Raymundez, se instaló en el inmueble ubicado en el Jr. España Nro.
124-126 del distrito de San Juan Bautista –Huamanga, junto con sus animales
domésticos (gatos y perros), conforme se tiene del acta de constatación fiscal de
fecha 21 de noviembre de año 2015. Lo que hace concluir, que el contrato de
alquiler de fecha 07 de octubre del año 2015, ha sido suscrito por el acusado
Alberto Felices Bellido, con la única finalidad de despojarle con engaños, a doña
Gloria Ana Delgadillo Gamboa, de la totalidad del predio ubicado en el Jr. España
Nro. 124-126 del distrito de San Juan Bautista –Huamanga, toda vez que ese día
los acusados se han comunicado telefónicamente, más de tres veces, conforme se
tiene del registro de llamadas entrantes y salientes que obran en el expediente
judicial.

g) Finalmente, con fecha 21 de noviembre del año 2015, la agraviada Gloria Ana
Delgadillo Gamboa, con el apoyo de sus familiares logró ingresar al inmueble sub
litis, con la finalidad de recuperar la posesión del mismo, conforme se tiene del
acta de constatación fiscal de esa fecha; sin embargo, no ha sido posible; tal es así,
que hasta la fecha el predio sub litis viene siendo ocupado por el acusado Rodolfo
Rodríguez Raymundez.

9. ANÁLISIS DEL CASO CONCRETO

9.1.
.1. El delito de Usurpación en su tipo base está prescrito en el artículo 202° del
Código Penal con el siguiente texto: “Será reprimido con pena privativa de libertad no
16

menor de dos ni mayor de cinco años: (…) 2.- El que, con violencia, amenaza, engaño
o abuso de confianza, despoja a otro, total o parcialmente, de la posesión o tenencia
de un inmueble o del ejercicio de un derecho real. El artículo 204° inciso 2) prevé la
figura jurídica agravada cuando señala (con la intervención de dos o más personas)”.

9.2.
9.2. Esta modalidad delictiva del delito de usurpación, previsto en el inciso 2) del
artículo 202° del Código Penal, se denomina mediante el despojo, es decir, desplazar
a su propietario o poseedor inmediato de su inmueble, quedándose el usurpador con
dicho bien para el uso y disfrute de la misma, utilizando para ello alternativamente,
que pueden ser, actos violentos, para ello utiliza la fuerza bruta al sacar al poseedor
de su interior, o mediante la amenaza, que es el anuncio que le hace el usurpador de
un mal inminente en contra de su integridad física o de terceros cercanos al agraviado;
también, se puede producir mediante situaciones fraudulentas, como es el engaño o el
abuso de confianza; al respecto, el Profesor Ramiro Salinas Siccha5,” define el engaño
como la desfiguración de lo verdadero o real capaz de inducir a error a una o varias
personas. El engaño viene a ser el despliegue de actos verbales o ejecutivos o de falso
cariz, destinados a conseguir la entrega del inmueble, privando de esta manera de la
posesión o tenencia al sujeto pasivo. El engaño puede ser o no ser un ardid, bastando
que sea una simple mentira de la cual se vale el agente para inducir a error a la víctima
y despojarlo de todo o parte de su inmueble”.

9.3.
9.3. En el caso de autos, de acuerdo a la acusación fiscal y que ha sido mencionado
en la sentencia apelada respecto al delito de usurpación, señala que “Gloria Ana
Delgadillo Gamboa, es posesionaria del predio ubicado en el Jr. España N° 124-126, del
distrito de San Juan Bautista, provincia de Huamanga, departamento de Ayacucho, desde
hace cincuenta años aproximadamente, inmueble que se encuentra inscrito en los
Registros públicos con la partida N° PII011546, anterior a ella, estaba posesionado por su
extinto padre Victorio Delgadillo Junco, de quien heredó el inmueble el año 2015, en virtud
del testimonio de la escritura pública con el título N° 2014-00003343, partida N° 11018795,
asiento COOOI, finalmente su señor padre está empadronado en COFOPRI desde 1999.

9.4.
9.4 Ante un problema en el Internet en el inmueble de doña Norma Delgadillo Gamboa
(hermana de la agraviada Gloria Ana Delgadillo Gamboa) ubicado en el Jr. Ica N° 106 del

5
Ramiro Salinas Siccha, Derecho Penal Parte Especial, Sexta edición, Volumen II, editorial
Justitia, año 2015. página 1291
17

distrito de San Juan Bautista, ubicado a media cuadra del predio materia de litis Jr. España
N° 124-126; es así que al inmueble se presentó el acusado Alberto Felices Bellido,
aduciendo ser técnico enviado por la empresa Movistar para reparar dicha avería y
manifestó además ser empresario, gerente de la empresa FEBEATEL SAC. Esta persona
logra convencer a doña Norma Delgadillo Gamboa, para que le comunique a su hermana
Gloria Ana Delgadillo Gamboa para que le alquile el inmueble ubicado en el Jr. España N°
124-126, quien con fecha 07 de octubre de 2015 suscribieron el contrato de alquiler entre
Eduarda Gamboa Ochoa en representación de su hija Gloria Ana Delgadillo Gamboa y
Alberto Felices Bellido, entregándole la posesión del inmueble, una de las condiciones
establecidas en el contrato era que el arrendatario le permitiera ingresar al inmueble de
manera constante, a fin de regar y cuidar las plantas existentes al interior del inmueble sub
litis.

9.5. Una vez obtenido las llaves de ingreso al inmueble Alberto Felices Bellido, y había
dejado como guardián a Isaac Quispe Alcahuamán, quien al poco tiempo impide el ingreso
al interior a doña Eduarda Gamboa Ochoa( madre de la agraviada Gloria Ana Delgadillo
Gamboa), quien se dio con la sorpresa de que las llaves de la puerta de ingreso al predio,
habían sido cambiadas, y ante su reclamo, el acusado Isaac Quispe Alcahuamán, le
manifestó que era una orden de parte del señor Alberto Felices Bellido de no dejar ingresar
a nadie al predio.
Después de unos días el predio sub litis apareció ocupado por el acusado Rodolfo
Rodríguez Raymundez, quien tampoco les permitió el ingreso aduciendo ser propietario del
predio del Jr. España N° 124-126 de San Juan Bautista. Es así, que, a partir del 09 de
octubre del año 2015, el acusado Rodolfo Rodríguez Reymundez tomó la posesión de la
totalidad del predio sub litis, donde Alberto Felices Bellido como presunto inquilino e Isaac
Quispe Alcahuamán como presunto cuidador del predio facilitaron el despojo de la
posesión de la agraviada Gloria Ana Delgadillo Gamboa, y el ingreso al predio materia de
litis, de Rodolfo Rodríguez Raymundez”(sic).

9.6.
9.6. Con los hechos expuestos, se tiene que, no se trata de un contrato de alquiler de
buena fe por parte de Alberto Felices Bellido, sino parte de la modalidad empleada en
esta clase de delito de usurpación; es decir, la determinación delictiva es antes de la
celebración del contrato, el cual sirve de instrumento para después señalar que se trata
de un asunto civil y no penal; así se da el caso que una persona que se presenta
18

ante la propietaria de un inmueble, como empresario y gerente de la Empresa


FEBEATEL SAC, logra el convencimiento por el pago de un mil soles mensuales por
arrendamiento, una vez efectuado este contrato con las condiciones establecidas para
que su propietaria pueda ingresar al interior cada cierto tiempo para regar sus plantas;
y, posteriormente el inquilino sin hacer uso de los fines por el cual contrató, ponga en
su interior a otra persona como guardián, en el caso de autos, de nombre Isaac
Quispe Alcahuamán, quien cambia las chapas de la puerta de ingreso y no permite el
ingreso a su propietaria pese a las condiciones establecidas y no le pueda reclamar por
no ser el inquilino, y éste a su vez posteriormente le da la posta de la ocupación del
inmueble a la persona de Rodolfo Rodríguez Raymundez, quien fue el último
ocupante, sin la intención o finalidad de las razones por las que Alberto Felices Bellido
alquiló el inmueble, y con tendencia a apropiarse del inmueble de la agraviada.

9.7.
9.7. El señor Juez de la causa, en la sentencia recurrida ha señalado que los imputados
Alberto Felices Bellido, Isaac Quispe Alcahuamán y Rodolfo Rodríguez Raymundez,
han concertado para despojar del inmueble de la agraviada, haciendo uso del engaño,
Alberto Felices para convencer que la agraviada alquile el inmueble en la suma de un
mil soles mensuales, una vez que se retira la agraviada de su interior, cambian de
persona que no es el arrendatario por Isaac Quispe Alcahuamán, y finalmente
terminan con la persona de Rodolfo Rodríguez Raymundez, con ello, la agraviada no
sabe a quien reclamar el inmueble de su propiedad, y si ello es así, en efecto, la
situación jurídica de los imputados no le corresponde como cómplices respecto a
Alberto Felices Bellido e Isaac Quispe Alcahuamán, sino de coautores, conjuntamente
con Rodolfo Rodríguez Raymundez.

9.8.
9.8. Así también, como señala la sentencia recurrida, ha sido probado en juicio oral
que entre los tres acusados existía una relación de amistad desde el año 2014, y que
estos mantenían una comunicación constante, conforme se tiene del registro de
llamadas telefónicas de acuerdo al informe sobre el levantamiento del secreto de las
comunicaciones, para lograr el despojo del inmueble de propiedad de la agraviada
Gloria Ana Delgadillo Gamboa; entonces, entre los tres imputados ha existido una
distribución de roles, primero el imputado Alberto Felices Bellido, convencer a doña
Eduarda Gamboa Ochoa, madre de la propietaria Ana Delgadillo Gamboa, para que le
alquile el inmueble y suscribir el contrato como instrumento del accionar delictivo; y,
19

el cual forma parte del plan predeterminado por los tres imputados; y, sucedió antes
del contrato y de la ocupación del inmueble, una vez ello, con el contrato en la
mano, ingresa al inmueble en su segunda fase Isaac Quispe Alcahuamán como
supuesto “guardián” contratado por Alberto Felices, y era para cambiar la chapa de la
puerta e impedir el ingreso a doña Eduarda Gamboa Ochoa; finalmente, en su tercera
fase ingresa y toma posesión del inmueble Rodolfo Rodríguez Raymundez,
amparándose en un testimonio de compra venta otorgado a su favor con fecha agosto
de 2015; no obstante que este inmueble le pertenece en propiedad y por tanto en
posesión a doña Gloria Ana Delgadillo Gamboa.

9.9.
9.9. Los imputados para incurrir en el delito de usurpación, han despojado a su
poseedora doña Gloria Ana Delgadillo Gamboa, mediante el engaño, pues, Alberto
Felices Bellido ha logrado convencer a una persona mayor de edad doña Eduarda
Gamboa Ochoa,- posteriormente fallecida con fecha 19 de julio de 2019 obra en folios
511- para que le alquile el inmueble porque lo necesitaba para efectuar sus actividades

empresariales, luego esta persona le encarga el inmueble a otra persona Isaac Quispe
Alcahuamán, como “guardián” cuando estaba prohibido para ello, y con la finalidad
de cambiar la chapa de la puerta de ingreso y no permitir el ingreso de su propietaria,
pese a la condición del contrato, y finalmente, esta persona cede el inmueble a un
tercero Rodolfo Rodríguez Raymundez, quien señala ser el propietario del inmueble
por tratarse de una herencia. Es decir una cadena de actos, que entre los imputados
han acordado para despojar y apropiarse del inmueble de otra persona, fungiendo
documentos que no se ajustan a la realidad, para el caso de autos, está debidamente
acreditado la titularidad del inmueble por parte de la agraviada Gloria Ana Delgadillo
Gamboa.

9.10
.10. En cuanto al argumento durante su alegato de clausura por parte de la defensa
técnica del sentenciado Rodolfo Rodríguez Raymúndez, quien denuncia vicio de
motivación sustancialmente incongruente, señalando que el A quo no habría tomado
en consideración la tesis planteada en juicio oral, quien habría invocado error de tipo
respecto a la conducta del sentenciado, al referir que éste antes de ingresar a tomar
posesión del bien inmueble, había adquirido la propiedad mediante Escritura Pública
de Compraventa de sus anteriores propietarios, Vicente Rodríguez Raymundez y sus
hermanas, hecho del cual el juez habría omitido pronunciarse en la sentencia,
20

vulnerando lo establecido en el artículo 394° del Código Procesal Penal. Este


Colegiado y con los alegatos expuestos por el actor civil durante su intervención en la
audiencia de apelación, señala que, el Juez de la causa en el punto 14 de la sentencia,
efectúa los antecedentes de la propiedad del inmueble ubicado en el Jr. España N°
124-126, del distrito de San Juan Bautista, provincia de Huamanga y departamento
de Ayacucho, y en ella a través de las documentales oficiales, no se menciona en
ningún aspecto que el imputado Rodolfo Rodríguez Raymundez, haya adquirido la
propiedad mediante Escritura Pública de sus anteriores propietarios, porque esta
documental que se menciona no existe en los registros oficiales tanto en COFOPRI,
como en los Registros Públicos, por tanto la tesis del error de tipo carece de relevancia
penal, en sí constituyen argumentos de defensa que no son de recibo por éste
Colegiado.

9.11.
9.11. Asimismo, denuncia motivación insuficiente, señalando que el A quo habría
hecho uso de la prueba indiciaria, sin establecer cuál es la inferencia lógica que le
permitió llegar a la conclusión que el día 07 de octubre los sentenciados habían
mantenido comunicación telefónica a fin de concertar el hecho delictivo, además de
no haber señalado si el indicio empleado se trata de un indicio contingente, plural o
convergente, que son exigencias legales para imponer una sentencia condenatoria.
Asimismo, el A quo habría omitido valorar los contra indicios presentados, los cuales
son: i) La declaración de la señora Eduarda Gamboa (madre de la agraviada), de
Gloria Delgadillo Gamboa (agraviada) y Norma Consuelo Delgadillo,
Delgadillo quienes de
manera uniforme habrían referido que el 01 de setiembre de 2015, luego de la avería
de su teléfono fijo, la señora Eduarda Gamboa se había constituido a la Empresa
Telefónica del Perú, para solicitar la reparación de su teléfono, es así que la Empresa
envía al técnico y hoy sentenciado Alberto Felices Bellido para la reparación del
teléfono, contra indicio que no habría sido valorado adecuadamente por el A quo, al
señalar que los sentenciados habrían concertado para que Alberto Felices Bellido, con
la excusa de reparar el teléfono vaya a la vivienda de la agraviada para luego
apoderarse de las llaves del inmueble o peor aún, que los sentenciados hayan tenido la
capacidad de manipular el sistema de la Empresa Telefónica del Perú. Es así que el A
quo, no habría justificado por qué las llamadas telefónicas acreditarían que hubo un
acuerdo previo entre los sentenciados, la razón por la que presume que el contenido
de la conversación se trató de un reparto de roles o de una concertación delictiva,
21

inobservando en consecuencia, lo dispuesto por el artículo 158.3 del Código Procesal


Penal. ii) Informe 085-
085-2017-
2017-FEBEATEL, de fecha 24 de julio de 2017, en el que se
informa que el co sentenciado Alberto Felices Bellido sí era Gerente General de la
Empresa FEBEATEL y que estaba buscando alquilar un ambiente para destinarlo como
almacén de la Empresa, razón por la cual, habría solicitado a la agraviada el alquiler de
su vivienda. iii) Escritura Pública de Compraventa, de fecha 21 de julio de 2015, que
daría cuenta que su patrocinado adquirió la propiedad materia de litis de su anterior
propietario, Vicente Rodríguez Raymundez y sus hermanas. Finalmente, la defensa
denuncia motivación inexistente, sosteniendo que pese a que el propio A quo habría
reconocido que por su condición de reincidencia, la pena a imponerse al hoy
sentenciado fluctuaba entre los 9 años con 8 meses hasta los 12 años, impuso al
sentenciado el tercio máximo de la pena, sin justificar las razones que lo habrían
llevado a determinar dicha condena, además de que no habría precisado por qué fijó
el monto de S/. 20, 000 como reparación civil por daño extra patrimonial. Razones
por las que solicita se declare nula la resolución recurrida y se disponga la realización
de un nuevo juico oral.

• La finalidad de todo proceso penal, es llegar a la verdad de los hechos, en este


caso de acuerdo a la secuencia de los actos de investigación, que han sido
valorados en juicio oral, se han convertido en prueba, por tanto la verdad tiene
carácter procesal, los puntos señalados por la defensa en su legítimo derecho,
tienden a buscar la inocencia de su patrocinado; empero, no es en la búsqueda
de la verdad material o procesal, son las pruebas de cargo apreciadas por el
Juez que han de delimitar si llega al grado de certeza y fuera de toda duda
razonable, de lo contrario, el procesado debería ser absuelto por casos de
insuficiencia probatoria o por caso de duda genérica.

• Este Colegiado en atención a los puntos señalados por la defensa del imputado
Rodolfo Rodríguez Raymundez, expresa que de una atenta lectura de la
sentencia recurrida, el Juez de la causa no efectúa la aplicación de la prueba
indiciaria, valora la prueba en forma directa, respecto a la conducta de cada
uno de los imputados, las declaraciones de la parte agraviada y testigos, las
documentales que han sido oralizados en juicio oral ofrecidas tanto por el
Ministerio Público como por la defensa de manera individual y en forma
22

conjunta, las que guardan relación con los hechos, cuando utiliza la expresión
“se infiere” denotando alguna regla de la inferencia lógica, lo que se interpreta
en puridad es si se colige, se deduce, se concluye, etc. En consecuencia, los
puntos señalados por la defensa antes mencionados, no pueden ser
considerados como contra indicios, porque también han sido valorados por el
juez todos estos aspectos mencionados; empero, para este Colegiado estas no
tienen la consistencia, para enervar las pruebas de cargo de imputación, y
desacreditar las documentales expedidas por las autoridades competentes en
materia registral, que señala de manera indubitable y fuera de toda duda, que
el inmueble es de propiedad de doña Gloria Ana Delgadillo, a quien han
despojado. Para conocer el número de llamadas entre los imputados, como por
ejemplo, el día que se produjo el alquiler del inmueble de la agraviada, con
fecha 7 de octubre de 2015, entre los imputados se han efectuado llamadas
de manera recíproca, no se puede determinar de qué conversaron; empero,
por las máximas de la experiencia, de lo sucedido posteriormente con el
inmueble, se colige que ha sido sobre dicho inmueble, entre otras llamadas
registradas que ha señalado el Juez de la causa, de acuerdo al levantamiento
del secreto de las comunicaciones.

• En cuanto a la falta de motivación para imponer la pena a su patrocinado, así


como para fijar el monto de la reparación civil, este Colegiado advierte de la
sentencia recurrida en el punto N° 18 punto III para el imputado Rodolfo
Rodríguez Raymundez, el Juez de la causa, efectúa la determinación de la
pena mediante el sistema de tercios, impone 12 años de pena privativa de la
libertad por su condición de reincidente, y la pena conminada que corresponde
al artículo 204° numeral 2) concordante con el artículo 202° del Código
Penal, así como para fijar el monto de la reparación civil, la fija en atención a
la magnitud al daño extra patrimonial, y teniendo en cuenta la situación
económica de los acusados, para su real cumplimiento; debe precisarse que, en
cuanto a la motivación de las resoluciones judiciales el Tribunal Constitucional,
ha señalado que no necesariamente requiere que esta sea extensa, sino que se
expresen sus fundamentos de hecho y derecho, además de congruente, y así
está expresado en la resolución recurrida; se señala en el Expediente N°
03530-2008-PA/TC, en el fundamento jurídico N° 10 ha expresado lo
23

siguiente: “El derecho constitucional a la debida motivación de las resoluciones


judiciales, consagrado en el artículo 139° inciso 5 de la Constitución, implica, tal como
ha sido explicado en reiterada jurisprudencia de este Tribunal, que tales resoluciones
deben expresar de manera razonada, suficiente y congruente las razones que
fundamentan la decisión del juzgador respecto a la materia sometida a su
conocimiento. En otras palabras los jueces, al emitir sus resoluciones, deben expresar
los fundamentos de hecho y de derecho que las fundamentan. Sin embargo ello no
implica que dicha fundamentación deba ser necesariamente extensa, sino que lo
importante es que ésta, aún así expresada de manera breve y concisa o mediante una
motivación por remisión, refleje de modo suficiente las razones que llevaron al
juzgador a adoptar determinada decisión”.

9.12. Por su parte, la defensa técnica de los sentenciados Alberto Felices Bellido e
Isaac Quispe Alcahuamán señala que: Entre su patrocinado Alberto Felices Bellido y la
agraviada, existe un Contrato Notarial de Alquiler de bien Inmueble, en razón a ello,
la agraviada antes de acudir a la vía penal, debió hacer valer su derecho en la vía civil,
hecho que no habría ocurrido en el presente caso. Por otro lado, denuncia vulneración
del principio de exhaustividad, debido a que el A quo pese a que el representante del
Ministerio Público solo cuenta con una prueba que supuestamente incriminaría a sus
patrocinados, el cual es el levantamiento del secreto de las comunicaciones, habría
amparado sus fundamentos, sin explicar las razones por las que presume que el
contenido de la conversación telefónica se trató de un reparto de roles o de una
concertación delictiva.

9.13.
9.13. Al respecto, el Juez de la causa, señala que entre los imputados ha existido una
resolución criminal, la que se encuentra acreditada con la abundante prueba producida
válidamente en el juicio oral, y la decisión común ha sido despojar de su inmueble a la
agraviada, asignándose cada uno de ellos roles y participar en la fase de ejecución,
cada uno con un aporte esencial. Este Colegiado, comparte plenamente con los
argumentos expuestos por el Juez de la causa, porque en efecto, de acuerdo a la
sucesión de los hechos, ha existido un plan determinado y asignación de roles, por ello
se ha calificado la conducta de cada uno como co autores, de acuerdo al siguiente iter
delictivo, se inicia con el contrato civil de arrendamiento, luego el inmueble pasa a
otra persona, que le cambia las chapas de la puerta de ingreso para impedir su acceso
a la agraviada, y finalmente una tercera persona, que se considera propietario del
24

inmueble con la aportación de documentos, que contrastan con la que acredita


realmente la propiedad a la agraviada; en suma, no se podría decir, que el caso tenga
connotación extra penal, y en consecuencia atípica como afirma la defensa de los
imputados Alberto Felices Bellido e Isaac Quispe Alcahuamán, porque es la modalidad
empleada por las organizaciones delictivas que están formados para ello, personas que
quieren despojar de sus inmuebles a sus auténticos propietarios o poseedores; en
consecuencia, el Colegiado no considera que haya existido un contrato civil de
arrendamiento con las reglas de la buena fe y común intención de las partes como
preceptúa nuestro Código Civil, y que por tanto, la jurisdicción competente es la vía
extrapenal, porque no corresponde ventilarse como delito de usurpación, este extremo
no es de recibo y no resulta aplicable, en razón que el contrato es parte de la
modalidad delictiva para despojar del inmueble a su poseedor o propietario.

9.14.
9.14. A mayor abundamiento en cuanto a Isaac Quispe Alcahuamán, sostiene que si
bien, este impidió a la agraviada ingresar a su vivienda, fue porque la misma ya se
encontraba arrendada para funcionar como almacén de la Empresa FEBEATEL,
además de que él había sido contratado como guardián para cuidar el local. De lo
expresado por la defensa del indicado imputado, se colige que efectivamente no había
dejado ingresar a su propietaria pese a la condición establecida en el contrato que
ingrese para regar sus plantas, lo que sucede es que estaba dando cumplimiento el plan
y rol encomendado en co autoría, en su propósito de despojo del inmueble.

9.15. De lo señalado anteriormente, la sentencia emitida por el juez de instancia, se


encuentra debidamente motivado, sin presentar afectación o falencia en su motivación,
conforme a lo preceptuado en inciso 5) del artículo 139° de la Constitución Política,
tal como señala la defensa del imputado Rodolfo Rodríguez Raymundez, durante su
alegato de defensa; por tanto, desestimar los argumentos de la parte apelante, y
confirmar la recurrida en todos sus extremos.

III.-
III.- DECISIÓN

9.16
9.16 Consideraciones por las cuales, los jueces integrantes de la Primera Sala Penal de
Apelaciones de Huamanga, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 409.1 y
419.1 del Código Procesal Penal, RESOLVEMOS DECLARAR
DECLARAR POR UNANIMIDAD:
UNANIMIDAD
25

1.-
1.- INFUNDADO
INFUNDADO el recurso de apelación interpuesto por los abogados defensores de
los sentenciados Rodolfo Rodríguez Raymundez, Alberto Felices Bellido e Isaac Quispe
Alcahuamán.

En consecuencia:

2.-
2.- CONFIRMAR la resolución recurrida, contenida en la resolución 15 de fecha 09
de mayo de 2019, mediante la cual el Segundo Juzgado Penal Unipersonal de
Huamanga, resolvió condenar a Rodolfo Rodríguez Raymundez, Alberto Felices Bellido
e Isaac Quispe Alcahuamán, como coautores del delito contra el Patrimonio, en la
modalidad de Usurpación Agravada, en agravio de Gloria Ana Delgadillo Gamboa,
imponiéndole al primero 12 años de pena privativa de libertad y a los dos últimos 05
años de pena privativa de libertad, así como el pago solidario de S/. 20,000.00 soles
por parte de los sentenciados a favor de la agraviada, con todo lo demás que contiene
la precitada sentencia.

3.-
3.- NOTIFÍQUE
NOTIFÍQUESE
QUESE a Los sujetos procesales en acto público; y DEVUÉLVASE los
actuados al juzgado de origen en su oportunidad.

S.S.

DONAIRES CUBA..-

ORTIZ
ORTIZ ARÉVALO (DD).
(DD).-

OLARTE ARTEAGA.-
26

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