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Reseña histórica de las prótesis

El avance en el diseño las de prótesis ha estado ligado directamente con el avance


en el manejo de los materiales empleados por el hombre, así como el desarrollo
tecnológico y el entendimiento de la biomecánica del cuerpo humano.

Una prótesis es un elemento desarrollado con el fin de mejorar o reemplazar una


función, una parte o un miembro completo del cuerpo humano afectado, por lo tanto,
una prótesis para el paciente y en particular para el amputado, también colabora con
el desarrollo psicológico del mismo, creando una percepción de totalidad al recobrar
movilidad y aspecto.

La primera prótesis de miembro superior registrada data del año 2000 a. C., fue
encontrada en una momia egipcia; la prótesis estaba sujeta al antebrazo por medio
de un cartucho adaptado al mismo.

Con el manejo del hierro, el hombre pudo construir manos más resistentes y que
pudieran ser empleadas para portar objetos pesados, tal es el caso del general
romano Marcus Sergius, que durante la Segunda Guerra Púnica (218-202 a. C.)
fabricó una mano de hierro para él, con la cual portaba su espada, ésta es la primera
mano de hierro registrada.

En la búsqueda de mejoras en el año de 1400 se fabricó la mano de alt-


Ruppin construida también en hierro, constaba de un pulgar rígido en oposición y
dedos flexibles, los cuales eran flexionados pasivamente, éstos se podían fijar
mediante un mecanismo de trinquete y además tenía una muñeca movible. El empleo
del hierro para la fabricación de manos era tan recurrente, que hasta Goethe da
nombre a una de sus obras inspirado en el caballero germano Götz von Berlichingen,
por su mano de hierro.

1Figura 1. Mano de alt-Ruppin construida con hierro en el año 1400


No es sino hasta el siglo XVI, que el diseño
del mecanismo de las prótesis de miembro
superior se ve mejorado considerablemente,
gracias al médico militar francés Ambroise
Paré, quien desarrolló el primer brazo
artificial móvil al nivel de codo, llamado Le
petit Loraine el mecanismo era relativamente
sencillo tomando en cuenta la época, los dedos
podían abrirse o cerrarse presionando o
fraccionando, además de que constaba de una
palanca, por medio de la cual, el brazo podía
realizar la flexión o extensión a nivel de codo.
Esta prótesis fue realizada para un
desarticulado de codo. Paré también lanzó la
primera mano estética de cuero, con lo que da
un nuevo giro a la utilización de materiales
para el diseño de prótesis de miembro
superior.

Figura 2. Primer brazo artificial móvil

En el siglo XIX se emplean el cuero, los polímeros naturales y la madera en la fabricación


de prótesis; los resortes contribuyen también al desarrollo de nuevos mecanismos para la
fabricación de elementos de transmisión de la fuerza, para la sujeción, entre las
innovaciones más importantes al diseño de las prótesis de miembro superior, se encuentra
la del alemán Peter Beil. El diseño de la mano cumple con el cierre y la apertura de los
dedos pero, es controlada por los movimientos del tronco y hombro contra lateral, dando
origen a las prótesis autopropulsadas. Más tarde el Conde Beafort da a conocer un brazo
con flexión del codo activado al presionar una palanca contra el tórax, aprovechando
también el hombro contra lateral como fuente de energía para los movimientos activos
del codo y la mano. La mano constaba de un pulgar móvil utilizando un gancho dividido
sagitalmente, parecido a los actuales ganchos Hook.
Figura 3. Prótesis de mano con pulgar móvil y gancho
dividido sagitalmente

Las prótesis del futuro se controlarán con la mente


La medicina está recibiendo un apoyo de la tecnología inestimable en todos los sentidos.
Donde está destacando esta mejoría es en el caso de las prótesis, donde la robótica tiene
un peso más que especial. Ya se pueden hacer partes del cuerpo humano en una impresora
3D, perfecto para quienes necesitan una prótesis de su cuerpo a medida, pero el hecho de
que alguien pueda mover los mecanismos de esta con solo pensarlo es todo un avance. Y
es que por fin un grupo de investigadores ha logrado mover un brazo robótico con la
mente.

Nuevas prótesis robóticas controladas con solo pensarlo


Aquellos que necesitan una prótesis en alguna extremidad saben que acostumbrarse a ella
es cuestión de tiempo y práctica. Poco a poco los diseños se hacen más cómodos para
quienes las llevan, pero sobre todo son mucho más funcionales gracias a los sistemas
mecánicos que circulan por su interior. Son muchos los proyectos que intentan que el
paciente vuelva a tener la extremidad que perdió, especialmente si es un brazo.
El más reciente tiene que ver con el uso de la robótica y los impulsos mentales. Resulta
que un equipo de investigación de la Universidad de Minnesota ha logrado que un
usuario moviera un brazo robótico solo con los impulsos del cerebro. Se trata de todo un
avance, aunque por desgracia tiene que mejorar mucho. Las pruebas se centraban en la
asociación mano-ojo, consistiendo en marcar en un panel la ubicación de un punto
luminoso.

Es verdad que el sistema es mucho más cómodo y fácil de usar, pero la dificultad está en
el sistema de señales que usa. El usuario debe tener un implante de conducción ósea o
BCI, que envía de forma rápida y precisa el deseo del usuario a la prótesis pero es un
sistema costoso y difícil de utilizar, por lo que los trabajadores deben estudiar otras formas
para implementarlo.
Otras mejoras en el mundo de los implantes

Mover una prótesis robótica con la mente es todo un hallazgo. Es preciso y rápido, pero
su instalación es algo difícil. Mientras los investigadores continúan su labor nos
quedamos con otros avances de lo más interesantes en este campo como las prótesis que
devuelve el tacto a sus poseedores o una piel electrónica que permite sentir dolor. Son
dos grandes proyectos que sin duda harán que quienes utilizan una prótesis se vuelvan a
sentir de forma más íntegra la extremidad que en su momento perdieron.

Las prótesis del futuro devolverán el tacto a sus dueños


Lo último en este campo son unos sensores que permiten a las prótesis del futuro
recuperar el tacto Pero esto está a punto de cambiar. Resulta que un grupo de ingenieros
y neurólogos han creado unos sensores que devolverán el tacto a los dueños de una
prótesis robótica. Estos transmisores envían la información a un ordenador que los
interpreta y los traduce en forma de impulsos que el cerebro pueda interpretar. Todavía
es una tecnología en desarrollo, pero no cabe duda de que cambiará la vida de muchas
personas en el futuro.
Brazos que se ajustan con un clic: las prótesis del futuro

El brazo biónico que estaban desarrollando unos médicos austriacos.

Esta futurista prótesis le ofrece a Rath la posibilidad de volver a tener un brazo móvil y,
lo más importante, controlarlo con su cerebro. El procedimiento, conocido como
“osteointegración” (OI), incluyó el implante de una barra de metal en el hueso del
miembro residual. La barra tiene un extremo que queda en el exterior, y en ese punto se
ajusta la prótesis.
El funcionamiento es tan rompedor como sencillo. Ahora, cuando Rath imagina
que mueve su mano, los músculos de su hombro se contraen y electrodos ubicados en la
prótesis leen los movimientos y ejecutan la acción. Un cambio clave en las prótesis que
permite una integración cada vez mayor.

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