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En el presente ensayo, intento realizar una reflexión crítica acerca de las promesas y
lo que podría entenderse como “vida humana” en actuales debates ético-políticos, que
Como éstas son tareas que la antropología, durante su historia quizá inconstante, ha
planteado como propias del campo del parentesco, sugiero un rodeo etnológico en la
actuación de nociones de cuerpo, sujeto y persona. Por una parte recupero para la
1
Por otra parte, recojo las intenciones de los llamados “nuevos estudios del
de parentesco, tanto en la vida cotidiana como en las teorías de los expertos. Así,
Tabla de contenidos
Resumen........................................................................................................................1
Introducción...................................................................................................................3
Cuerpo del trabajo..........................................................................................................7
Postura..................................................................................................................7
Afinidades electivas: Antropología, etnología y etnografía......................10
La comparación como reflexión y como crítica.......................................18
La etnología como hermenéutica..............................................................25
Los límites de la hermenéutica etnológica................................................30
Las posibilidades de una etnología como hermenéutica...........................39
De la técnica del descentramiento.............................................................47
Referencias..................................................................................................................59
2
Introducción [fragmento, inacabado, por ahora sólo contiene una primera glosa
del abstract]
En el presente ensayo, intento realizar una reflexión crítica acerca de las promesas
3
“guerra de imágenes”. Estos debates acerca de la concepción médicamente asistida no
son sino una punta de iceberg, puesto que se trata de apenas de una porción pequeña
4
Encuentro el registro etnográfico “bueno para pensar” los límites y posibilidades
5
“la muerte de Dios” que caracterizaría a la sociedad industrial, moderna y post-
Considero que tales momentos de crisis transparentan las reglas del juego (cf.
Hymes, 1972: 34) y las ciencias sociales de los centros de poder ocupan sus esfuerzos
juegos de lenguaje.
6
las del parentesco y matrimonio nuer de Evans-Pritchard y las de la vida sexual y
apátrida Malinowski, hijo enajenado de uno de los filólogos y etnógrafos polacos más
importantes del siglo XIX y de una madre católica devota, habría una semi-explícita
Por otra parte, recojo las intenciones de lo que a partir de la confluencia del
género se ha llamado “nuevos estudios del parentesco”, también eco de una crisis de
7
tanto en las nociones de la vida cotidiana como en las teorías de los expertos, que no
hijo deseado.
8
Cuerpo del trabajo
Postura
declaración de intención, puede tratarse de pura vanidad y debería leerse cum grano
Asumo este ensayo como uno de etnología. Bajo este concepto estimo en primer
La comparación se realizará sobre textos etnográficos que puedan dar alguna luz
9
Presupongo que los estudios antropológicos están substanciados por la etnología y
etnológica que no sólo contemple a otras sociedades desde la barrera, sino que esta
Puesto que podría existir cierta comunidad de existenciales ante los cuales
pueden aportar nuevas luces sobre los propios, incluso al precio de revelarlos falsos,
10
alguna seguridad ontológica en tiempos de fluidez e inestabilidad de los sentidos.
como “lo ético” o “la ética”, sino también como referida a lo social y lo cultural, a las
vitales.
11
en la ética. Aunque esta primacía es cada vez más corrientemente anunciada entre
académicos y políticos, suelen formarnos bajo otro concepto. Es tradicional que desde
Banaji y Forster, 1977; Leclerc, 1972), pero también ha hecho constar la existencia
Con toda la atrevida ingenuidad del inexperto, sigo el consejo de Dell Hymes
field, for him or herself, following personal interest and talent where best they lead”
(Hymes, 1972: 48). Pero soy suspicaz con el nombre que le hemos dado. Puede que
12
precisión se trata, preferiría situar mi ejercicio como uno de etnología y no seguir
Si retomo los usos que Lévi-Strauss (1976: 317-319) da a los términos, siendo la
de síntesis del conocimiento global del hombre (que incluye su evolución biológica e
tout court (abarcando la bioantropología y la historia), han sido —para mí— parciales
antropología más sintética de Lévi-Strauss como una filosofía de tercera. 1 Aun los
1
No digo que se refiera a Lévi-Strauss o a Geertz, pero Dell Hymes, fallecido en fecha cercana a la
13
mejores ejemplos de tal antropología de síntesis me parecen parciales, y siento cierta
parcialidad, y esto tiene también su atractivo para preferirme etnólogo antes que
begin in curiosity and savor the specific, but it leads ideally into universality—
ideally, a concrete universality that mediates between the particular and the general”
cultura” debería ser un pleonasmo, puesto que entiendo que los humanos se
del francés, escribía en su perfil en el sitio electrónico de Universidad de Virginia que “the
justification for the existence of anthropology is to find out about the world, not produce third-rate
philosophers” (“la justificación para la existencia de la antropología es averiguar sobre el mundo,
no producir filósofos de tercera”). Una expresión menos fuerte pero tan peyorativa es la de Jean-
François Revel reseñando a Lévi-Strauss. Revel dice sobre alguna obra temprana que hay una
filosofía disimulada dentro de su sociología. Lévi-Strauss, menos la idea de que practique filosofía
rechaza fuertemente la de que haga sociología, lo que le parece rebatir todo argumento de Revel.
Para él, dirá en otra parte, su interés por el Espíritu Humano era una psicología.
14
Antropología “cultural” ofrece el problema de definición y delimitación de
are, in part and each in its own way, rationalizations of a civilization that
has forgotten what questions to ask of itself. These attitudes have helped
blunt the sense of universal human need, conflict and fulfillment which
has been most adequately expressed, in the past, through art and religion.
que sea).
15
Si la antropología se hace preguntas por el ontos del anthropos, el fenómeno
humano, la forma humana de vida, si se estima así misma el “estudio del hombre que
antropocéntrica.
Frente a esto, la etnología es una alternativa más viable y que podría engañarse
menos así misma. Creo que sí se puede desde la etnología responder a las inquietudes
solventes y solutos de ese “reciente invento moderno”, el hombre, que niega situarse
conceptos parcializados que nos hacemos del mundo y de nuestras relaciones con él
(o con tantos mundos posibles que haya). La potencia intelectual de tal etnología es la
que me parece que explica, gracias más que todo a Lévi-Strauss, la fascinación que
16
ejerció, la utopía que ofreció y los espejismos que proyectó la etnología durante los
años más febriles del estructuralismo y del post-estructuralismo. Con pesar, Lévi-
“To be sure I think that one of the reasons for the attraction ethnology
exercises even on non-professionals is that its inquiries have powerful
motivations within the heart of our society, interpreting as they do a
number of our society’s dramas… We ought to recognize that, whether we
are ethnologists or merely interested in ethnology, it is for scientifically
impure reasons… (Lévi-Strauss, citado por Diamond, 1972: 404-405).
considerar lo que sucedería con una antropología como síntesis. No quiero pretender
sobre la praxis que no todos están (¿o no todos estamos?) dispuestos a aceptar a una
empresa que se pretenda científica, por aquello del avalorismo. Lévi-Strauss renegaba
de esas “razones científicamente impuras” desde esa posición aséptica: “if ethnology
is to deserve recognition some day for its role in the constitution of the human
sciences, it will be for other reasons.” (Lévi-Strauss, citado por Diamond, 1972: 404-
405).
Sin embargo, aun desde la estructura interna de las ciencias (“humanas”), tal
17
a political and ethical discipline, not merely an empirical specialty. It is founded in a
etnología no tiene que ofrecerse, aunque puede hacerlo, como un ejercicio reflexivo,
esté capacitada) a definir o esbozar una praxis, como sí concibo que debería hacerlo
18
cotidianas y locales, ilustradas o seculares, sagradas o profanas, de lo que es ser
humano, gente, persona, hombre, mujer, etc., y que estructuran o son estructuradas
antropológicas, como serían mejor descritas, son plenamente aptas de ser abordadas
práctica y al producto, sino también a un “registro etnográfico” del mismo modo que
arqueológico, y así otros de registro geológico, paleontológico, etc. Quizá sea una
conocer. De ese modo, ese registro del ethnos, de lo étnico, es lo que constituye la
sustancia de la etnología.
19
(incluyendo los mitógrafos que en el mito “explican” orígenes cósmicos y étnicos),
que los ha habido grandes y pequeños desde antes de Heródoto y todavía después de
“relaciones etnográficas” y sus receptores. Por supuesto, creo que esas objetividades
encuentro con otro, una alteridad étnicamente radical que tiene la consecuencia de
inicio del ejercicio profesional y académico de la antropología por una sinonimia con
20
términos “antropología cultural” y “antropología social”, casi obscenamente
ambiciosos para los pequeños campos de investigación que pretendían designar, para
una disciplina que cada vez se alejaba más de su propia definición, la pregunta por lo
21
El término definitorio de lo humano, cultura, dejó de ser interpretado como el
proceso mismo de hominización, esto es, el cultivo de la creatividad humana por co-
como tabula rasa para las reglas del juego al que habían de servir de peones,
cultura así reificada era una unidad aislable de fronteras perfectamente trazadas,
señaladas, una mónada sin vasos comunicantes con respecto a otras mónadas, sobre la
entre culturas se veía en el mejor de los casos como un juego de suma cero: sólo
podía terminar en una pérdida para una de ellas, toda relación interétnica resultaba en
aculturación o deculturación.
22
antropología peca de deshonestidad, puesto que es ineludible.
constituiría una de las finalidades de practicar una etnografía. Ya anoté que toda
que uno mismo es. En la descripción etnográfica, ese encuentro de sí con otro —un sí
mismo y unos otros étnicos, pues aplicar técnicas cualitativas de investigación social
sí mismos.
2
“Una antropología sin comparación sería el sonido de una sola mano aplaudiendo... puesto que toda
descripción etnográfica por lo mínimo implica una comparación con la propia sociedad del
etnógrafo.”
3
“El trabajo etnográfico por lo mínimo conlleva una comparación implícita entre la sociedad
estudiada y la sociedad del antropólogo. A veces esto se hace explícito, convirtiéndose el Otro
etnográfico en un vehículo para la autocrítica.”
23
No basta la propiocepción del organismo, es necesaria una reflexión: toda noción
constituye, una función especular que permite una primera formación de criterios
reino o plano a priori de lo ideal transhistórico, pero sí podría hacer posible una
24
explore latent possibilities of our common human reality... This process of
critical decentration is built on two classic tenets: the acknowledgement
of similarities in what seems to be different in Others, and the revealing
of a dimension of strangeness to what we consider familiar” (Corin, 1998:
81).4
social e incluso aun de todo el conjunto de las ciencias, pues actuaría como árbitro,
de la realidad propia.
4
“Las comparaciones transculturales han sido utilizadas como un instrumento en la ética del
descentramiento (dejar atrás la propia perspectiva) y de la crítica cultural para calibrar la
contingencia y la relatividad de nuestra construcción de la realidad y de nosotros mismos. Las
descripciones de otros mundos han introducido variaciones imaginarias dentro de nuestras
representaciones de nosotros mismos y nos han llevado a explorar posibilidades latentes de nuestra
realidad humana común... Este proceso de descentramiento crítico se elabora sobre dos principios
clásicos: el reconocimiento de similaridades en lo que parece ser diferente en Otros, y la revelación
de una dimensión de extrañeza en lo que consideramos familiar.”
25
ilustrar a sus lectores acerca de otras formas de vida, pero a menudo con
el propósito de perturbar su autocomplacencia cultural. Así, a la vez que
escribían detalladas descripciones y análisis de otras culturas, los
etnógrafos tenían un programa marginal o encubierto de crítica de su
propia cultura, esto es, de la vida burguesa y de clase media de las
sociedades liberales de masas engendradas por el capitalismo industrial”
(Marcus y Fischer, 2000: 169).
Por la opacidad de los propios valores y prácticas sin un descentramiento que los
revele, esta función crítica muchas veces falla en darse en la sociología –cuando se la
Esta revelación del sentido se da por un proceso que “se puede denominar
el contacto con otro” (Todorov, 1988: 23), y es el que permite la crítica cultural como
26
progreso «cultural» consiste en el ejercicio de la transvaloración” (ídem), que opera
sobre el entendimiento del mundo y revela las posibles determinaciones a las que los
“One of the things that most distinguishes anthropology from the opinion
of the day is the earnest efforts we make, within our own tradition of
knowledge, to enlarge our horizons and confront our prejudices.
Comparison is a chief means by which we do so, both in the practice of
fieldwork, and then in the use of ethnography to engage and enhance our
tradition of thought, i.e. anthropological knowledge, and finally in our
critical reflections on our own social and cultural milieu” (Strathern y
Lambek, 1998: 24).5
5
“Una de las cosas que más distingue a la antropología de la opinión cotidiana son los serios
esfuerzos que hacemos, dentro de nuestra propia tradición de saber, de ensanchar nuestros
horizontes y confrontar nuestros prejuicios. La comparación es el principal medio por el cual lo
hacemos, tanto en la práctica del trabajo de campo, como luego en el uso de la etnografía para
comprometer y mejorar nuestra tradición de pensamiento, es decir, el conocimiento antropológico,
y finalmente en nuestras reflexiones críticas sobre nuestro propio medio social y cultural.”
27
La etnología como hermenéutica
diálogo intercultural que nos lleva a captar el mundo social del nativo al mismo
tiempo que profundiza la comprensión de nuestro propio mundo social” (Íbid.: 16).
28
La etnología así planteada puede proveer al investigador de la suficiente
perspectiva como para cuestionar su propia posición como antropólogo dentro de una
29
“Se puede observar una tendencia cada vez más poderosa e irresistible a
la semantización y fenomenologización de la disciplina, y esto es así
porque el modo de existencia humano es fundamentalmente axiológico y,
por tanto, y en última instancia, irreducible; la intencionalidad, el sentido
y la finalidad le son inherentes, inmanentes” (Lisón Tolosana, 1983: 93).
Si bien entonces cada cultura local, según algunos partidarios del relativismo
aun por el mero hecho de compartir una humanidad genérica, sea por su “familiaridad
30
La intención antropológica del etnógrafo y del etnólogo se establece en que
Estos otros son tanto los lejanos como los cercanos, con quienes compartimos una
las cuales son llamados al diálogo con el presente” (íbid.: 219), y en este diálogo el
31
presente y su futuro se constituyen virtualmente.
marginados, van siendo planteados por las propias problemáticas y coyunturas que
modernidad sobre sí misma o sobre otras formas de vida que pretende englobar.
32
el contexto de descubrimiento ni el contexto de justificación, o la historia externa ni
hermenéutica” —según la cual para las ciencias sociales existe un ciclo en el que los
sobre la sociedad.
del oficio exagera y da claro testimonio de los extremos negativos de esta conciencia
crítica.
33
aunque con abundantes interpelaciones a la cuarta pared en la primera fila o en los
resto de la audiencia.
aplicación de un cuestionario que informaría a las políticas del amo de turno, sea que
34
Es importante admitir que las investigaciones que se pretenden dialógicas no se
en el diálogo. De hecho, quizá todos los diálogos etnológicos han presupuesto algo
más que la diferencia en los modos de producir sentido de otros: una desigualdad
trazado:
“El proceso etnológico no es posible más que a partir del momento en que
percibimos la civilización propia como particular, es decir, a partir del
momento en que cesamos de tener al otro por bárbaro. A partir de este
momento, sin ninguna duda, se accede al diálogo de las civilizaciones”
(Laburthe-Tolra y Warnier, 1998: 18).
35
¿Tiene el etnólogo la voluntad y la capacidad de ubicarse en un espacio ideal de
ingeniero social)— muy difícilmente respetaría alguna equivalencia entre las partes
etnológica que falla por diseño y concepto. Por ejemplo, para un crítico, la idea
misma de interlocutor
36
el que los colonizadores buscan un interlocuteur valable,7 y los
colonizados, por otra parte, se ven impulsados hacia soluciones cada vez
más desesperadas a medida que intentan, en primer lugar, ajustarse a las
categorías formuladas por la autoridad colonial y, después, reconociendo
que semejante curso de acción está destinado al fracaso, deciden que solo
su propia fuerza militar obligará a París o a Londres a que los tomen en
serio como interlocutores. Un interlocutor en la situación colonial es, por
tanto, por definición, o bien alguien dócil… o bien alguien que, como el
intelectual indígena de [Frantz] Fanon, simplemente se niega a hablar y
decide que sólo la réplica radicalmente antagónica y quizá violenta es la
única interlocución posible con la potencia colonial” (Said, 2005: 274).
7
Un “interlocutor de valor”, “valioso” y “válido”, tres sentidos más bien utilitarios que se despliegan
en la forma en la que los etnógrafos tratan a sus informantes, así se les dé el estatus de
“colaborador” y el proyecto se plantee “participativo” y “comunitario”.
37
Y aunque Said insiste en la ingenuidad culposa de la manera de concebir a los
se derivan de estos señalamientos, es que a pesar de la buena voluntad de dar una voz
a otro y prestarle atención cuando “a través del diálogo con otras tradiciones, el
las posibles preguntas para las que la forma cultural extraña es una respuesta, dejando
así que la interrogada hable por sí misma” (Ulin, 1990: 146), se debe también poner
38
Contra aquello que se ha querido llamar a sí misma “antropología interpretativa” y
que toma como base a una variante embrollada pero decadentemente frívola de
de empatía (aunque tal vez sólo sea autismo narcisista) reducido a un modo estético
constantes.
Said dispara contra el mismo blanco, aquellos antropólogos que mareados por
habituales:
39
Por supuesto, la posición de Said puede ser también calificada de unilateral,
críticos desde los años 1960 sienten fascinación por ese tipo de posiciones y
mientras que paralizan todo intento real propio de praxis emancipadora más allá de
La posición de clase del mismo Said no era la de un refugiado palestino sin tierra
“apocalípticos” y otros son “integrados”, pero todos ellos son intelectuales liberales
40
“Al señalar las contradicciones del capitalismo, [Sismondi] se diferencia
de los [economistas] clásicos en todos los puntos. Esto [como mérito y
originalidad de Sismondi], por una parte. Por otra, sobre ningún punto
puede (ni tampoco quiere) llevar más lejos el análisis de los clásicos y por
esto se limita a realizar una crítica sentimental del capitalismo desde el
punto de vista pequeñoburgués. Tal sustitución del análisis científico por
quejas y lamentaciones sentimentales hace extraordinariamente
superficial su concepción” (Lenin, 2010: 125).
antropología funcional o social clásica allí donde Lenin menciona a los “economistas
políticos clásicos”; a su vez, los críticos más tardíos de la antropología, con méritos a
sinceramente, muchas son una parodia” (Firth, 1977: 63). Y a pesar de todas las
parece sensato desoír cualquier pedido de mehr Licht! (Goethe) y cualquier arenga a
de los límites y riesgos de las opciones teóricas y metódicas en mi ensayo, que todos
41
Las posibilidades de una etnología como hermenéutica
Una etnología que se llame a sí misma hermenéutica no puede ser tomada como la
ocasión para un laxismo metodológico y una pereza teórica donde la ciencia positiva
y/o crítica son sustituidos por un manerismo superficial. Cuando invoco la idea de
una etnología como hermenéutica, no aspiro entonces a una estética de retratista que
canta las pintorescas glorias del juego de lenguaje exótico, sino un ejercicio de
propia historia. Ante ella los seres humanos son siempre activos y responsables, no
revelándose estos sujetos como histórico-contingentes y a la vez astutos con los usos
de su capital cultural.
aspiraría a una verdad, que finalmente podría ser crítica, posibilitando alternativas.
42
“La hermenéutica subraya el carácter reflexivo de todos los procesos
interpretativos, en cuanto el conocimiento del otro radical, ya se trate de
interacciones humanas, informantes o textos, pone de manifiesto la
unicidad, o la particularidad histórica, de la tradición cultural del
intérprete. Además, el método hermenéutico demuestra que el significado
no es reductible a intenciones subjetivas ni al contexto de su génesis, toda
vez que los significados de las intenciones objetivadas están
necesariamente abiertos a todos los horizontes de interpretación actuales y
potenciales” (Ulin, 1990: 178-179)
una tradición histórica delimitada cuyos valores y sentidos, sus evaluaciones acerca
de la cual se generan preguntas para ser dirigidas hacia la expresión de vida cultural
43
Sin embargo, en contra de las estrategias relativistas de los antropólogos
antropólogos
puesto que “es sólo la experiencia de la incomprensión la que nos hace, en un abrir y
44
“La hermenéutica antropológica exige la minucia etnográfica, porque es
justamente en el contraste estructural del detalle donde se cobran los
significados más profundos. El binarismo operacional y la articulación de
ejes semánticos nos ayudan a transcender el punto inmediato de
referencia pormenorizada y nos aproximan a contenidos de esencia
humana. Además, la oposición de elementos o conjuntos culturales crea
diferencias de significado; al comparar no percibimos sólo semejanzas: al
contrario, se agolpa ante nuestra vista un enjambre de peraltes
diferenciadores. Una única cultura carecería de significación específica”
(Lisón Tolosana, 1983: 102).
Y tras esta diferenciación que hace consciente los modos propios y ajenos de
significación, es donde son puestos los discursos en cuestión para encontrar alguna
8
“El lenguaje está abierto al mundo; en la conversación, los hablantes continuamente tratan con
inconmensurables, haciendo un esfuerzo por comparar sus conceptos o pensamientos, modelos o
problemas, con aquellos de sus interlocutores, incluso cuando no pueden ser sometidos a una
medida común, y quizá especialmente en ese caso.”
45
“construir una forma de vida de un «orden superior», que incorpore las
dos anteriores como subformas. Esta forma de vida de orden superior
contendrá «todos los puntos contiguos» donde los elementos de las dos
anteriores se tornan elementos de la situación de ambas formas de vida”
(Bauman, 2002: 209)
eterno. El fin de una etnología de corte hermenéutico entonces conduce “not to argue
that ethnographic comparison leads us step by step toward a final truth... but that it is
46
La tarea me parece entonces compatible con las propuestas positivas de la
hermética obscuridad que sólo saberes esotéricos pueden desentrañar. No tiene que
ser así.
47
desplazamiento).
estaríamos intentando exponer e imponer una u otra racionalidad y uno u otro objeto
método que no excluye otros métodos, que va puliendo y configurando las preguntas
48
que pueden ser respondidas con mayor precisión por ellos.
Es con modestia, entonces, que se dice aquí intentar seguir una estrategia
ambiciosa visión esteticista del mundo capaz de atajarlo todo con sensaciones
oceánicas y resonancias cósmicas, excusa de moda para evitar hacer ciencia y reducir
Con una ética de descentramiento como horizonte, actualizo los potenciales de una
Por fuerza, esto tiene límites e impone sesgos, pero no por ello se fundamenta
49
menos en la etnografía que una encuesta sobre el terreno. A su vez, el “estar allí” del
10
Y en la discusión, proseguiría con textos de disciplinas no necesariamente etnográficas que
implícitamente actúan como etnografías de lo contemporáneo por sustentar sus valores, y por lo
mismo, y más críticamente, con los propios juicios de sentido común o prejuicios que porta el
investigador, que actúa como informante de su propia cultura, según la competencia que tenga de
ella.
50
Una dificultad inherente del acercamiento documental al registro etnográfico es
que el texto se puede utilizar en varios niveles intrincados que no deberían ser
etnográfica pertinente, y en otro nivel, el texto mismo puede ser utilizado como
interesa captar.
de los textos y la ansiedad que surge por omitir alguno, oscuro o afamado, que fuese
textos son, en el mejor de los casos, escogidos por el criterio de cuánto puede
informar respecto a algo y/o por la afinidad o ansiedad que tiene el investigador por
51
establecer una relación intertextual con quien considera una autoridad o un “sujeto
ensayo, del registro etnográfico–, que sería lo mismo que decir el centramiento,
consideración del discurso entendido como uso del lenguaje y producción lingüística
en la vida social. Para nuestros fines, se tratan de discursos culturales que tienen por
52
etnológica de comparar artefactos discursivos acerca de nuestra temática,
El cuidado del aspecto técnico de las operaciones necesarias para alcanzar el fin de
makes it possible, how it is accomplished in formal and functional terms, for what
53
lifted out of its interactional setting. A text, then, from this vantage point,
is discourse rendered decontextualizable. Entextualization may well
incorporate aspects of context, such that the resultant text carries elements
of its history of use within it”12 (Bauman y Briggs, 1990: 73).
sociedad.
mejores intenciones por parte del antropólogo y todo investigador social, que el texto
exhaustividad).
12
“En el corazón del proceso de descentramiento del discurso está el proceso más fundamental de
entextualización. En términos sencillos, aunque está lejos de ser sencillo, es el proceso de hacer
extraíble el discurso, de hacer de una extensión de producción lingüística una unidad, un texto que
pueda sacarse de su marco de interacción. Un texto, entonces, desde esta perspectiva, es el discurso
hecho descontextualizable. La entextualización bien puede incorporar aspectos del contexto, de
manera que el texto resultante porte en él elementos de su historial de uso.”
54
Ambos elementos, objetividad e inclusividad son señalados como altamente
problemáticos por parte de Briggs (Bauman y Briggs, 1990: 68), puesto que implican
narrativo y voz de narrador (que podríamos hacer paralelos a caso, evento, situación o
beyond the parameters of the performance itself” 13 (Ibíd.: 70), una expectativa acorde
relación de figura y fondo o gestalt que permite o exige una nueva percepción de
13
“Posibilidades de renegociar sentidos y relaciones sociales más allá de los parámetros de la propia
actuación.”
55
ambos.
“Different and even radically unique contexts are not different worlds
with no interface. Although we start from the particular and the local,
contextualizations do render parallel pathways of convergence and
divergence; thus unique or obscure events within one context are visible
in other cases” (Yengoyan, 2006a: 26).
generan nuevos contextos distintos de los originales, con una nueva relación entre sí.
real y concreto, las funciones sociales que puede cumplir y las dinámicas en las que
pueden entrar a participar, que podrían ser predecibles o impredecibles pero finitas.
crítica. “To try… to determine the extent and meaning of the mediation is the
56
Bauman y Briggs plantean que
autocrítica, también habría que contemplar que cada etapa de este conjunto de
político.
previamente fue elaborado por otros, incluso la competencia y habilidad personal del
57
de unos sujetos, que pretende transmitir y comunicar a otros.
ha comunicado, así como también puede transformar también a sus propios fines las
58
Para mi ensayo, siguiendo las enseñanzas de Max Weber (1983) sobre el
renunciar a sus valores ni esconderlos sutil y maliciosamente del lector del texto
resultante, sino que sepa admitir los diferentes valores que pueden provenir de los
enunciados y fuentes, y que los juicios de valor que yo pueda emitir estén informados
praxis. Las cuestiones de poder social, así sea a un nivel socialmente tan
microscópico como el acceso al espacio que ocupan los folios de una obra en una
prepararme a cambiar mi parecer, aceptar un resultado que pudiera ser lógica, moral o
cada uno puede ser objeto de negociación como parte del proceso de entextualización,
descentramiento y recentramiento.”
59
políticamente adverso a mis posiciones iniciales, o reafirmarlas, si es plausible o
60
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