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Capítulo II - La hermenéutica constitucional en la jurisprudencia de la CSJN
Primera Parte - Hermenéutica constitucional e interpretación constitucional de las leyes
Capítulo II - La hermenéutica constitucional en la jurisprudencia de la CSJN
Capítulo II - La hermenéutica constitucional en la jurisprudencia de la CSJN
CAPÍTULO II
LA HERMENÉUTICA CONSTITUCIONAL EN LA
JURISPRUDENCIA DE LA CSJN
SUMARIO : I. Introducción. II. Interpretación constitucional armónica. III. Interpretación
constitucional sistemática. IV. Interpretación constitucional práctica. V. Interpretación
constitucional dinámica. VI. Interpretación constitucional eficaz y justa. VII. Interpretación
constitucional progresista. VIII. Interpretación constitucional finalista. IX. Interpretación
constitucional auténtica. X. Interpretación constitucional literal. XI. Interpretación constitucional
restrictiva de excepciones y privilegios.
I. INTRODUCCIÓN
Por su lado, Verdú expone: "la interpretación constitucional se rige por ciertas
reglas encaminada a obtener el sentido objetivo de las normas constitucionales.
El ordenamiento jurídico constitucional está interesado en que sus normas se
interpreten no caprichosamente, sino con arreglo a unos principios y reglas que
poseen carácter imperativo; es decir, quien interprete las normas constitucionales
deberá someterse a ellas. El carácter vinculatorio de las reglas que presiden la
interpretación constitucional es un postulado de certeza y seguridad jurídicas."(4)
Según los principales enfoques utilizados por la CSJN para aplicar los criterios de
hermenéutica constitucional en el período de referencia, se ha sistematizado la
tarea interpretativa en la siguiente forma: 1. Interpretación constitucional
armónica; 2. Interpretación constitucional sistemática; 3. Interpretación
constitucional práctica; 4. Interpretación constitucional dinámica; 5. Interpretación
constitucional eficaz y justa; 6. Interpretación constitucional progresista; 7.
Interpretación constitucional finalista; 8. Interpretación constitucional auténtica; 9.
Interpretación constitucional literal; 10. Interpretación constitucional restrictiva.
Se ha afirmado que: "La interpretación del instrumento político que nos rige no
debe hacerse poniendo frente a frente las facultades enumeradas por él para que
se destruyan recíprocamente, sino armonizándola dentro del espíritu que le dio
vida."(6)
La noción exige una exégesis integradora del texto constitucional con la restante
normativa inferior, sosteniéndose que las normas constitucionales no deben ser
interpretadas en forma aislada o inconexa, sino como partes de una estructura
sistemática considerada en su totalidad(8); cada una de sus disposiciones ha de
interpretarse de acuerdo con el contenido de las demás(9).
La Constitución Nacional, las demás leyes y normas dictadas en su
consecuencia, deben ser interpretadas considerando armónicamente la
integralidad del ordenamiento jurídico, y los principios y garantías de raigambre
constitucional, para obtener un resultado adecuado, pues la admisión de
soluciones notoriamente disvaliosas no resulta compatible con el fin común, tanto
de la tarea legislativa como de la judicial(10) .
Las normas de la Constitución Nacional, como las de toda ley, debe ser
interpretadas en forma coherente, de manera que haya ajuste entre ellas y que
no traben el eficaz y justo desempeño de los poderes atribuidos al Estado para el
cumplimiento de sus fines del modo más beneficioso para la comunidad y los
individuos que la forman(17) .
Con esa inteligencia, se ha dicho que: "No cabe admitir antinomia alguna entre el
art. 14 nuevo y el art. 31 de la Constitución Nacional; por el contrario, su
hipotética oposición ha de resolverse en una síntesis de las respectivas
cláusulas, y si alguna ha de privilegiarse debe ser la del art. 31 por ser cláusula
cimera para determinar la jerarquía de la normativa jurídica global y de ello resulta
que una ley, a condición de haber sido sancionada en consecuencia de la
Constitución, puede válidamente privar de efecto una norma convencional."(18)
Ha señalado el Dr. Fayt en "Petric Domagoj, Antonio c/Diario Página 12", asunto
relacionado con la libertad de prensa, que: "La interpretación de las normas
constitucionales ha de realizarse de modo que resulte un conjunto armónico de
disposiciones, con una unidad coherente. Para obtener esa unidad, la recta
inteligencia de sus cláusulas no alterará el equilibrio del conjunto dentro del cual
cada parte ha de interpretarse a la luz de todas las demás, pues se trata de
privilegiar las opciones hermenéuticas que maximicen su eficiencia. Por ello, no
puede aducirse con éxito —como pretende la demandada en el caso— la
invalidez indiscriminada de la rectificación o respuesta frente a la libertad de
prensa, a menos de conferir a esta última el carácter precedentemente
indicado."(19)
En el voto del Dr. Enrique Santiago Petracchi, se sostuvo que los conceptos
elaborados para la interpretación de normas infraconstitucionales, también son
aplicables para determinar el alcance de la Ley Fundamental. Se agregó: "De
acuerdo con lo dispuesto por el art. 90 de la Constitución Nacional y la cláusula
transitoria novena, cuya precisión es atípica en normas de rango constitucional,
no es constitucionalmente válido que el presidente de la Nación se presente
como candidato para el período 1999/2003. [...] La cláusula transitoria novena no
deroga al art. 90 de la Ley Fundamental pues tales normas no se oponen entre sí.
El constituyente del 94 no le dio el carácter de primer período al intervalo
1994/95, sino que, como resulta diáfano de su mera lectura, le atribuye ese
carácter al sexenio 1989/95."(29)
Por su lado, en el voto del Dr. Gustavo A. Bossert se dijo: "La Constitución
Nacional constituye un todo orgánico y sus disposiciones deben ser aplicadas
concertadamente [...] Un simple análisis literal o gramatical de la cláusula
transitoria 9a., demuestra que dicha norma no presenta oscuridad o ambigüedad
que implique algún esfuerzo interpretativo; por el contrario de su letra surge que
el período de seis años cumplido entre 1989 y 1995 por el presidente debe ser
considerado como primero a los efectos del nuevo art. 90, lo que implica que no
puede ser reelecto por segunda vez consecutiva. [...] La interpretación del
instrumento político que nos rige no debe hacerse poniendo frente a frente las
facultades enumeradas por él para que se destruyan recíprocamente, sino
armonizándolas dentro del espíritu general que le dio vida [...] Se debe desechar
la hipótesis de un conflicto entre distintas cláusulas constitucionales, ya que debe
adoptarse la exégesis que las compatibilice y que respete los principios
fundamentales [...] El art. 90 de la Carta Magna y su 9a. cláusula transitoria no
son normas que disponen dos consecuencias jurídicas opuestas o que imputen
efectos jurídicos incompatibles a las mismas condiciones fácticas. Por el
contrario, constituyen un todo coherente, donde cada uno de los preceptos recibe
y confiere su inteligencia de y para el otro [...] La cláusula transitoria 9a., al igual
que otras normas transitorias, tiene como finalidad posibilitar la aplicación
concreta de una norma permanente que se incorpora a la Constitución; la
cláusula transitoria permite la inserción y armonización de un artículo nuevo, y en
el caso constituye una interpretación auténtica del art. 90, plasmada por los
mismos constituyentes como texto constitucional [...] La cláusula transitoria 9a. es
una prescripción constitucional válida, establecida por una Convención
Constituyente reformadora, legítimamente integrada, cuyos representantes fueron
elegidos a través de procedimientos democráticos [...] La inhabilidad para
acceder a un tercer período consecutivo por parte del presidente en ejercicio es
de índole funcional, establecida para armonizar con el sistema de renovación en
la Presidencia que dispone la Constitución."(30)
La Ley Fundamental es una estructura donde sus distintas partes forman un todo
coherente y en la inteligencia cada de una de sus cláusulas debe cuidarse que no
se altere el equilibrio del conjunto(31) .
Se afirma: "No cabe admitir antinomia alguna entre el art. 14 nuevo y el art. 31 de
la Constitución Nacional; por el contrario, su hipotética oposición ha de resolverse
en una síntesis de las respectivas cláusulas, y si alguna ha de privilegiarse debe
ser la del art. 31 por ser cláusula cimera para determinar la jerarquía de la
normativa jurídica global y de ello resulta que una ley, á condición de haber sido
sancionada en consecuencia de la Constitución, puede válidamente privar de
efecto una norma convencional."(43)
Esta posición, sostenida desde antaño por la CSJN, puede verse resumida en el
siguiente pensamiento: "La Constitución ha querido hacer un solo país para un
solo pueblo, pero no se ha propuesto hacer una nación centralizada; ha fundado
una unión indestructible de estados indestructibles. [...] el mayor valor de la
Constitución no está en los textos escritos que adoptó y que antes de ella habían
adoptado los ensayos constitucionales que se sucedieron en el país durante
cuarenta años, sin lograr realidad, sino en la obra práctica, realista que significó
encontrar la fórmula que armonizaba intereses, tradiciones, pasiones
contradictorias y belicosas. Su interpretación auténtica no puede olvidar los
antecedentes que hicieron de ella una creación viva, impregnada de realidad
argentina, a fin de que dentro de su elasticidad y generalidad que le impide
envejecer con el cambio de ideas, crecimiento o redistribución de intereses, siga
siendo el instrumento de la ordenación política y moral de la Nación(54).
En ocasiones la aplicación de una interpretación dinámica ha llevado a configurar
un verdadero "activismo judicial" como ocurrió con el nacimiento de la acción de
amparo a través de los casos "Siri"(55)y "Kot".
Con base en ese método interpretativo, se afirmó que las restricciones de los
derechos individuales que resultan de la regulación legal requerida por notorias
exigencias de progreso y justicia social, no constituyen cargas exorbitantes o
expoliatorias(60) .
Otro fallo de indudable relevancia que muestra la aplicación de ese enfoque, fue
el dictado en el caso "Sejean" en 1986(66) , donde se declaró la
inconstitucionalidad de la norma que disponía la indisolubilidad del matrimonio.
La CSJN sostuvo allí que "la misión más delicada de la justicia es saberse
mantener dentro del ámbito de su jurisdicción, sin menoscabar las funciones que
incumben a otros poderes, y ha reconocido el cúmulo de facultades que
constituyen la competencia funcional del Congreso de la Nación, como órgano
investido del poder de reglamentar los derechos y garantías reconocidos por la
Constitución Nacional con el objeto de lograr la coordinación entre el interés
privado y el interés público. Pero esa afirmación no puede interpretarse como que
tales facultades pueden ejercerse desconociendo derechos constitucionales,
pues en nuestro ordenamiento jurídico la voluntad del constituyente prima sobre
la del legislador (art. 31, Const. nacional), por lo que atentas las facultades de
control de constitucionalidad de las leyes confiado por la Constitución al Poder
Judicial, corresponde que este intervenga cuando tales derechos se
desconozcan"(67).
Para el Dr. Petracchi, en "Sejean", "se intenta reconstruir el orden jurídico con el
objeto de establecer y afianzar para el futuro en su totalidad las formas
democráticas y republicanas de convivencia de los argentinos de modo que dicho
objetivo debe orientar la hermenéutica constitucional en todos los campos. Que
consecuentemente, la Corte Suprema está obligada a afianzar y desarrollar la
misión le incumbe en la concreción y el desenvolvimiento de los derechos
fundamentales garantizados por la Constitución [...] Cuando se trata de precisar
el contenido de los derechos humanos fundamentales, adquiere preeminencia el
Poder Judicial a cuyos integrantes corresponde desempeñar una de las funciones
primordiales de la actividad jurídica de un estado de derecho: garantizar el
respeto de los derechos fundamentales de las personas frente al poder del
estado, erigiéndose así en conquista irreversible del sistema democrático, en una
de las formas más eficaces de resguardar la coexistencia social pacífica,
asegurando el amparo de las valoraciones, creencias y standard éticos
compartidos por conjuntos de personas, aún minoritarios, en cuya protección se
interesa la comunidad para su convivencia armónica [...] el efecto perdurable de
las decisiones judiciales depende de la argumentación que contengan y de la
aceptación que encuentre en la opinión pública."(68)
De tal modo, para el Dr. Petracchi la legitimidad del Tribunal necesita del
prestigio, la valoración y el respeto que la opinión pública sustente por sus
posiciones. Pues, las sentencias de la Corte deben convencer a la comunidad,
más en aquellos casos de trascendente repercusión social(69) .
En el caso "Costa", el Dr. Fayt afirmó que la realidad viviente de cada época
perfecciona el espíritu permanente de las instituciones o descubre en ellas
aspectos no contemplados con anterioridad, a cuya realidad no puede
oponérsele, en un plano de distracción, el concepto medio de épocas en que la
sociedad actuaba de manera distinta. Que se ha calificado a la Constitución
Nacional como un instrumento político previsto de extrema flexibilidad, de modo
que pudiera adaptarse a tiempos y circunstancias futuras, y que esta regla
ineludible de hermenéutica no implica deteriorar el orden constitucional
alcanzado, "sino que por el contrario hace a su perdurabilidad y a la del Estado
Argentino, para cuyo pacífico gobierno ha sido instituido"(71) .
Igual doctrina mantuvo el Dr. Fayt en el caso "Repetto Inés c/Pcia. de Buenos
Aires"(72) , proceso en donde se discutió el derecho de no discriminación de los
extranjeros en el ámbito laboral. Ahí se consideró, que los problemas actuales
deben ser enmarcados en el contexto constitucional, a través de pautas de
hermenéutica constitucional sentadas por la Corte Suprema de la Nación, que
evalúen las circunstancias presentes en ese momento.
Señaló allí el Dr. Fayt que: "El cumplimiento de las obligaciones estatales
respecto de la enseñanza no pueden desconocer la evolución que en más de tres
siglos se ha operado, no ya con relación a la mujer —quien hoy innegablemente
tiene 'derecho a tener derechos', sino a la organización social en si misma
considerada. No puede pensarse que usos de tiempos anteriores a estos
profundos cambios sociales y políticos puedan sin más generar una suerte de
estatuto inmodificable en la educación media de nuestros jóvenes, privando a las
mujeres de acceder a niveles calificados de ésta e impidiendo a los varones
—sólo a otros distintos de los hijos de los actores— la posibilidad de compartir
ese tramo de la vida con las 'excluidas'."(77)
Desde mucho tiempo atrás, la Corte había propugnado una exégesis que diera
garantía y respeto a los derechos fundamentales consagrados en la Constitución,
señalando: "El palladium de la libertad no es una ley suspendible en sus efectos,
revocable según las conveniencias públicas del momento; el palladium de la
libertad es la constitución, esa es el arca sagrada de todas las libertades, de
todas las garantías individuales cuya conservación inviolable, cuya guarda
severamente escrupulosa deberá ser el objeto primordial de las leyes y la
condición esencial de los fallos de la justicia federal."(81)
A través de las distintas épocas quedó fijado un provechoso criterio, según el cual
"El mayor valor de la Constitución no está en los textos escritos que adoptó, y que
antes de ellas habían adoptado los ensayos constitucionales que se sucedieron
en el país, durante cuarenta años, sin lograr realidad, sino en la obra práctica,
realista, que significó encontrar la fórmula que armonizaba intereses, tradiciones,
pasiones contradictorias y belicosas."(82)
Esa posición asumió el Dr. Petracchi en el caso "Cocchia", donde sostuvo que:
"Los altos fines de saneamiento social, incluso vinculados al loable empeño de
combatir lo que se considera males de una comunidad, no autorizan el
quebrantamiento de principios orgánicos de la República y menos si la
trasgresión emana de los poderes del Estado y cuando se arbitren, en nombre del
bien público, panaceas elaboradas al margen de las instituciones."(91)
Frente a una confrontación entre una interpretación extensiva y una interpretación
literal de las normas constitucionales que atañen a la garantía de inmunidad de
expresión de los miembros del Congreso de la Nación —art. 68, Constitución
Nacional—, se ha sostenido que debe realizarse una exégesis con carácter
amplio y absoluto, partiéndose de la premisa que defiende la libertad de
expresión, las inmunidades parlamentarias y de jurisdicción, nacidas del principio
de división de poderes y del sistema representativo republicano y federal(92).
Esta modalidad, fue sostenida desde 1934 en "Avico c/de la Pesa", como bien
recordara Oyhanarte(94) .
De manera tal, que la decisión inédita de la CSJN, implicó sin lugar a dudas el
llenado o integración de una laguna normativa o vacío legal, como también lo fue
el pronunciamiento del Tribunal Superior de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Ambas decisiones, tuvieron la virtualidad y potencialidad necesaria para
proyectar al sistema jurídico nacional una hipótesis y solución jurídica que no
estaban contempladas por disposición alguna.
El indicado criterio, fue reiterado por el Dr. Carlos S. Fayt en su voto en disidencia
en los ya referidos casos "Costa" y "Cocchia", quien lo utilizó para mostrar que
había existido extralimitación de las funciones de los otros poderes, por lo que
ponderó que la interpretación auténtica de la Constitución Nacional permite que
no envejezca su contenido con el cambio de ideas, el crecimiento o la
redistribución de intereses, y posibilita que siga siendo el instrumento de la
ordenación política y moral de la Nación."(127)
Mientras que por otro lado, la tendencia de la interpretación auténtica fue aplicada
por algunos jueces de la CSJN en el período considerado, como un criterio de
auto restricción que impedía al órgano jurisdiccional ingresar en el análisis de las
facultades discrecionales aplicadas por los otros poderes del Estado, las que en
algunos supuestos, fueron englobadas dentro del concepto de cuestiones
políticas no justiciables.
(21) Ibíd.
(24) Fallos: 312:496, cit., "Portillo, Alfredo s/infr. art. 44ley 17.531", 1989/04/18.
(30) Ibíd.
(40) Ibíd.
(52) Ibíd. Agregó el Dr. Alfredo Orgaz, que: "Aunque pueda admitirse que fue
verosímil pensamiento de los Constituyentes que el estado de sitio tuviera 'corta
duración' y 'rigiera en determinados lugares', es indudable que ese pensamiento
no fue incorporado a la substancia del art. 23 de la Constitución Nacional, cuyo
precepto no permite sostener que aquellos elementos de tiempo y lugar
constituyan condiciones o requisitos de validez del estado de sitio."
(54) Fallos: 178:9, citado por LINARES QUINTANA en "La interpretación...", ob. cit.,
Esta cita fue recordada por GREGORIOBADENI en "La Constitución Nacional en su
150º aniversario", La Ley, 2/5/03 (Conmemoración de los 150 años de la
Constitución Nacional), p. 3, quien sostuvo allí: "La perdurabilidad de una
constitución es indispensable para lograr la concreción de su vigencia, y el medio
más apropiado para concretar su adecuación al dinamismo de la vida social
reside en su interpretación a la luz de los valores y de los principios
determinantes de su sanción." A su vez, WALTER F. CARNOTA en "La Constitución
viviente", en el mismo ejemplar de La Ley, 2/5/2003, p. 6, recordando el famoso
caso "Benjamín Calvete" (1864) consideró que: "La Corte, en Argentina y en
todos los países (ya sean altas cortes o cortes constitucionales especializadas),
permite que el derecho escrito no se anquilose y cristalice, sino que se vivifique."
(57) Ibíd.
(59) Ibíd.
(60) Ibíd.
(67) Ibíd.
(68) Ibíd.
(69) Ibíd.
(70) Ibíd.
(74) Ibíd.
(75)Fallos: 316:2624, cit., "Cocchia, Jorge Daniel c/Estado Nacional y otro
s/acción de amparo", C.802.XIV, 1993/12/02.
(77) Ibíd.
(89) Fallos: 302:1284. En este caso los padres requirieron autorización judicial
para que una hija menor de 18 años pudiera donar un órgano a los fines de ser
transplantado en el cuerpo de su hermano, cuya vida peligraba de muerte por la
dolencia que presentaba. La ley que autorizaba los transplantes prohibía que los
menores de edad fueran donantes. La CSJN, superando la valla legal, autorizó el
trasplante.
(90) Ibíd.
(96) Ibíd.
(100) Fallos: 310:1162 y 1193, "Causa incoada en virtud del decreto 280/84 del
Poder Ejecutivo Nacional - Camps, Ramón Juan Alberto y otros", C. 547. XXI,
1987/06/22, En la causa "Camps" se juzgaban al ex general "Camps" y a otros
militares por los hechos ocurridos durante el gobierno de facto habido entre 1976-
1983; en ella la Corte Suprema declaró la constitucionalidad de la Ley de
Obediencia Debida, por mayoría, de los votos, los que coincidieron con la opinión
del Procurador General, Dr. Gauna. En disidencia voto el Dr. Bacqué quien
declaró la inconstitucionalidad de la norma citada. La ley de Obediencia Debida
fue anulada posteriormente por el Congreso Nacional, y esa anulación quedó
convalidada por la CSJN en el caso "Simón", Fallos: 328:2056.
(101) Ibíd.
(111) Ibíd.
(113)Fallos: 313:1513, cit., "Peralta, Luis Arcenio y otro c/Estado Nacional (Mrio.
de Economía BCRA.) s/amparo", P.137.XXIII, 1990/12/27.
(122) Ibíd.
(135) Fallos: 105:30, cit. por LINARES QUINTANA, "La interpretación...", ob. cit.