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Los Loas y la religión haitiana (10) Erzulie, la diosa Reyna del Vudú

Erzulie es la gran reina en el Vudú; es la diosa de todos, su poder es tan grande que traspasa
familias y en todas forma parte, en todas es reina y matriarca, señora de la vida, de los
nacimientos, la infancia, el amor, la reproducción, la familia; pero también del poder del odio, la
rabia, el fuego, el agua y la muerte misma. Lo vinculado a esta diosa única hace que sea casi
imposible ponerla acompañado a otros Loas e incluirla junto los distintos miembros de las
distintas familias del vudú, ya que ella en si misma y su nombre agrupa a un conjunto de diosas
conocidas como la familia Erzulie o Erzili. Es por ello que ella requiere una entrada independiente;
y aunque son muchos sus aspectos a Erzulie, vamos a reconocer tres grandes apariencias:
como Erzulie Freda, es la gran señora entre los Rada, como Erzulie Dantor es la matriarca de
los Petro, y como Maman Brigitte es la reina entre los Ghede; las tres diosas independientes en si
mismas hacen pesar en ella como una diosa triple que reina en el cielo, la tierra y el infierno.
Agregaremos a este grupo a Anaisa Pye o Cachita, que aunque distinta es equiparable a las tres
diosas anteriores, pero cuyo culto no se encuentra en Haití, sino en la vecina República
Dominicana.

Los Loas y la religión haitiana (9) La familia Rada

La familia Rada es una de las más benevolentes de la tradición del vudú, se caracteriza por el color
blanco (la claridad), aquella que permite ver y dar luz a los problemas. En ella se aparecen antiguos
dioses africanos como: Papa Legba, Damballah, Ogoun, Sogbo, Agwe, Loco; otros dioses mutan,
tales como: Oya-Yanza que se transforma en Ayizan, los Ibisy en
los Marassas; Nana, Oshun y Yemanja se funden y dividen en Erzulie Freda, La Sirena y La
Ballena. Aparece Zaka, reemplazando o Orisha Oko, y las santas Filomena y Clara se reconfiguran
en Filomez y Clermezis (Klemezin Klemay), entre otros miembros.

Papa Legba (Ellegua, Legba, Exu, Eshu), como sus equivalentes africanos, es el intermediario
entre los espíritus y la humanidad, abriendo y cerrando las puertas entre este mundo y el otro; es
por ello él más importante de los dioses del panteón vudú, ya que es el que permite la
comunicación entre los vivos y los muertos, entre los hombres y los Loas. Los ritos inician con él y
cierran con él. Se dice que Papa Legba habla todas las lenguas humanas; generalmente aparece
como un anciano con muletas o con bastón, con un sombrero de paja de ala ancha y fumando una
pipa, o rociando agua. El perro y el gallo son sagrados para él. Debido a su posición como ‘portero’
entre los mundos de los vivos y los muertos, es a menudo identificado con San Pedro, que ocupa
una posición comparable en la tradición Católica, pero también con San Lázaro (representado
como un anciano con dos perros), o con San Antonio (un santo que carga al niño dios). Otras
versiones lo describen como un niño, y en esta apariencia se sincretiza con el Santo Niño de
Atocha. Cuando se le invoca su presencia se reconoce por que le gustan los dulces, los juguetes y
el coco como ofrendas.
Los Loas y la religión haitiana (11) La familia Petro

La familia Petro (Pedro), también conocida como Petwo o Pethro es generalmente la más
ardiente, agresiva y belicosa de entre las familias de Loas. Su origen se encuentra en nacimiento
del propio Haití y en las revoluciones afroamericanas del nuevo mundo, aunque se pueden
encontrar raíces africanas en algunos de sus miembros, como los dioses serpientes del Congo
(Simbis); siendo los más conocidos Simbis del vudú que forman parte de esta familia: la Gran
Simbi que paso a ser la Gran Bwa y Simbi Makaya, un gran hechicero que se equipara a Dan
Petro (Don Pedro).

El color de la familia Petro es el rojo, simbolizando la violencia, la rabia, la fuerza, la sangre, el


fuego y el dolor. Muchos de estos Loas son las imágenes heredadas del periodo de la esclavitud de
los pueblos africanos en la isla caribeña, así estos Loas representan muchos de los estereotipos
que se tenían en el periodo colonial y esclavista, en ellos tenemos como Loas a hombres blancos,
que eran vistos como seres crueles e indiferentes, a esclavos de pueblos africanos que
estoicamente soportaron los crueles tratos y sus vivencias para sobrevivir a los mismos, los
sacrificios de madres por mantener a sus hijos, e incluso los recuerdos de viejos cuentos infantiles
africanos llevados a historias contemporáneas.

Si la familia Rada (los dioses originarios) son el blanco, la luz y lo bueno; la familia Petro se mueve
más hacia la magia negra, lo oculto y los aspectos negativos del ser humano (venganza, odio,
poder, muerte, trampa, miedo, mentiras,…). Las razones sobre su origen son simples; por un lado
la necesidad de venganza contra sus opresores llevo a los practicantes del vudú por los senderos
más oscuros, y ahora hay toda una familia de Loas que responden a las llamadas de los que
quieren ver que se haga algo ahora mismo. Pero la magia negra se mueve dentro de aspectos más
terroríficos que la pronta solución de los problemas, los Loas de esta familia ayudan a la ganancia
personal, la adquisición del poder, la creación de zombis, el llamado de los muertos para vengarse
de los vivos, el daño a otro mortal a través del uso de muñecos de vudú, y la creación
de Ouangas poderosos (talismanes) que atrapan Bakas (espíritus malignos) para contener y usar
su gran poder; y para lograr esto se recurren a grandes sacrificios y actos crueles, que incluyen el
sacrificio humano, la tortura y el canibalismo.

Los Loas y la religión haitiana (12) La familia Ghede

Mientras la familia Rada se mueve con la magia blanca y la familia Petro es movida por la magia
negra; otra familia importante también se mueven dentro de la magia negra; ellos son los
miembros de la familia Ghede; pero donde los Petro usan la violencia, el miedo, el odio y el dolor;
los Ghede trabajan directamente con la muerte en todas sus formas. Aun así, pese a su naturaleza
sombría y tétrica, los casi treinta miembros de esta familia se caracterizan por ser más bien
fiesteros, se mueven al ritmo del tambor y la danza; usan el lenguaje obsceno, con el cual se
burlan de los que aparentan ser respetuosos y decorosos; disfrutan del ron y el tabaco; pero sobre
todo del sexo y los placeres carnales. Su origen se encuentra en aquellos viejos cultos de muerte y
resurrección anual de la naturaleza; entre la siembra y la cosecha, la lluvia y la sequía, la luz y la
oscuridad; pero aquí Haití y el resto de América han adquirido un carácter propio, desligado de los
mitos originales y donde nos recuerdan simplemente que la vida es breve y hay que disfrutarla.

La familia Ghede (a veces escrito Guédé) son miembros de una corte de espíritus familiares
liderados por Papa Ghede, más conocido como Barón Samedi; quien preside sobre todos sus
miembros. Los Ghede son especialmente muy queridos por sepultureros, enterradores, así como
por las trabajadoras del sexo y los hechiceros vudú encargados de elaborar filtros y pócimas
letales. Los Ghede suele poseer una iconografía benéfica, y a menudo aparecen como protector de
los inocentes, los niños, y los locos en general. Las víctimas de los trabajos de esta familia son
generalmente transformadas en zombis; y se dice que en ocasiones los Ghede ‘encarnan’
momentáneamente en los cadáveres para realizar acciones indignas, así como para alimentarse o
embriagarse. Durante las ceremonias en su honor suelte tomar posesión de sus devotos, en
especial aquellos que utilicen las ropas que el difunto usaba durante su estadía en el plano
terrenal. Se los suele ver vagando por los cementerios llevando un largo bastón de hueso, anteojos
oscuros y sombrero (de copa por lo general). Quienes se han cruzado con algún miembro de la
familia Ghede y han tenido la fortuna de sobrevivir a ese encuentro, denuncian la tremenda fuerza
sobrenatural de los mismos; y a aquellos que oigan un silbido poco armonioso, en las calles
cercanas a los cementerios, se les recomienda mejor cambiar su rumbo inmediatamente, ya que
esto es señal de que algún Ghede está buscando algo más que una vianda nocturna, ello incluye
algo con que aplacar su hambre de sexo.

El jefe de la familia es Papa Ghede, quien es descrito como un hombre de baja estatura, moreno,
con un alto sombrero en la cabeza (algo muy común en muchos miembros de la familia, para
indicar que se trata de un señor, y por ello muchos de ellos llevan el título de Barón —
Señor/Lord—, razón también por la cual es a veces difícil de separar a los distintos miembros,
muchos de los cuales se les consideran como manifestaciones del mismo Loa), un cigarro en la
boca, y una manzana en la mano izquierda; usa un monóculo, el ojo que utiliza para proteger la
comida de los ladrones, ya que tiene un gran apetito.

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