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REPUBLICA DE PANAMA

MINISTERIO DE EDUCACION
DIRECCION REGIONAL DE EDUCACION DE SAN MIGUELITO
ESCUELA SECUNDARIA NOCTURNA OFICIAL RUBIANO
BACHILLER EN CONTABILIDAD

Español

Tema:
Historia de la Poesía

Participantes:
Damaris Núñez 2-731-917
Nehelia Mairena C01601877

Profesor:
Nora Luz Hernández

Grupo:
12° C
Introducción

La literatura panameña, como ocurre también con la de los otros países, está
formada por el conjunto de obras publicadas a lo largo de la historia nacional. En
estricto sentido, y apegándonos a criterios de idiosincrasia, identidad cultural y
geografía, nuestra literatura se inicia durante la época de la colonia (1502 - 1821),
como es el caso de todas las naciones latinoamericanas. Algunos historiadores
consideran que incluso las llamadas "Cartas de relación" de los colonizadores
españoles (y portugueses, en Brasil) que se refieren entre otras cosas a la flora,
fauna, costumbres aborígenes y demás características de los territorios de América,
forman parte fundacional de cada una de nuestras literaturas; para otros, las etnias
que tenían una tradición oral antes de la llegada de los europeos, y que en algunos
casos fue recopilada por cronistas y frailes cultos, y traducida al español -la literatura
prehispánica de México es un ejemplo singular y trascendente-, representan el
origen más remoto de lo que habría de ser, mucho después, una auténtica creación
de textos con intención testimonial o interpretativa que aspira, a ser arte. Así, hay
historias literarias que empiezan con alusiones y fragmentos de textos escritos por
los "Cronistas de Indias" y otras que, por habérsela conservado y por su evidente
valor cultural, lo hacen con muestras y comentarios de lo que ha dado en llamarse
literatura "prehispánica".
1. Evolución de la poesía en Panamá
Durante la Colonia
Rodrigo Miró en su Itinerario de la Poesía en Panamá, menciona en este período a
varios autores españoles: Mateo Rosas de Oquendo, autor de un romance
autobiográfico; Juan de Miramontes y Zuázola, autor de “Armas Antárticas”; a Juan
de Páramo y Cepeda, autor de “Alteraciones del Dariel” entre otros. Además, es en
este período donde surge la figura de Víctor de la Guardia y Ayala, autor de la obra
teatral “La Política del Mundo” que fue estrenada en 1809.1 La importancia de este
último radica en haber nacido en Panamá a diferencia de los otros que sí son
procedentes de España y, por este hecho, fue considerado, por algún tiempo, como
el “primer poeta panameño” (perteneciente a la segunda generación neoclásica).2
Sin embargo, el descubrimiento de unos manuscritos que proceden del siglo XVII
ha provocado la revisión de esta idea, pues la primera referencia de este período,
que indica una producción escrita por autores panameños (es decir, nacidos en
Panamá), data del año de 1638 y es una antología llamada “Llanto de Panamá a la
muerte de don Enrique Enríquez”, la cual agrupa un conjunto de composiciones
poéticas escritas (elegías) por causa de la muerte de Enrique Enríquez, gobernador
de Panamá. Esta antología, que fue editada por primera vez en Madrid en el año de
1642, fue conformada por Mateo de Ribera (panameño), quien también compuso
varios de los poemas recogidos en la misma. “Llanto de Panamá” agrupa, a su vez,
algunas composiciones de varios autores españoles, aunque la mayoría pertenece
a escritores panameños.
El hallazgo y el estudio preliminar de estos escritos fue realizado por el diplomático
español Antonio Serrano de Haro, y se publicó una nueva versión de los mismos en
el año de 1984 en una labor conjunta entre la Universidad de Panamá y el Instituto
de Cultura Hispánica.3 Con este descubrimiento queda confirmado el hecho de que
las primeras manifestaciones literarias panameñas, encontradas hasta ahora,
provienen del siglo XVII.
Romanticismo
En Panamá, al igual que en el resto de Hispanoamérica, el Romanticismo estuvo
muy ligado a los ideales liberales y nacionalistas, por lo cual, las producciones
literarias giran (en este período) en torno a estos tópicos.
Entre los primeros poetas románticos panameños podemos mencionar a Manuel
María Ayala (1785-1824) y Tomás Miró Rubini(1800-1881). Posteriormente,
aparecen José María Alemán (1830-1887), Gil Colunje (1831-1899), Tomás Martín
Feuillet (1832-1899), José Dolores Urriola (1834-1883), Amelia Denis de Icaza
(1836-1911), Manuel José Pérez (1837-1895), Jerónimo Ossa (1847-1907),
Federico Escobar (1861-1912) y Rodolfo Caicedo (1868-1905).
En definitiva, es con las generaciones románticas que el cultivo de la poesía se
estableció formalmente en Panamá, y adquirió, desde ese entonces, un carácter
marcadamente nacionalista4 que será el tema de predomino en las composiciones
poéticas hasta mediados del siglo XX con la llegada de la poesía vanguardista a
Panamá.
El modernismo
El istmo de Panamá también se convirtió en uno de los escenarios de la Guerra de
los Mil Días (1899 - 1902), que asoló Colombia, y que fue una de las causas de la
separación de Panamá de Colombia en (1903). Este hecho (de la Separación) se
da en el momento de auge del Modernismo en las letras hispánicas.
En este período, el lenguaje de la poesía panameña fue enriquecido y dotado de
nuevas formas de expresión propias de la poesía moderna. Este lenguaje utilizado
por los poetas modernos es más escogido, culto, elegante y esteticista. De igual
modo, en la plenitud del movimiento, los diversos autores trataron de integrar otras
disciplinas como la música, la pintura, el ballet, etc. a la poesía. Al igual que en el
resto de los países influidos por el Modernismo, se puede mencionar las siguientes
características: La poesía posee universalismo cultural, incorpora lo oriental y
vuelve a temas clásicos y medievales.
El primer modernista fue Darío Herrera (1870-1914), amigo y seguidor de Rubén
Darío, al que conoció en Buenos Aires. También Nicole Garay (1873-1918). Otro
poeta de importancia fue León Antonio Soto (1874-1902), prematuramente muerto
a causa de las torturas a las que le sometió la gendarmería por haber defendido la
causa panameña en la Guerra de los Mil Días.
Dos revistas literarias se ocuparon principalmente de la difusión del movimiento
modernista: El Heraldo del Istmo (1904-1906), dirigida por Guillermo Andreve (1879-
1940), y Nuevos Ritos (1907), cuyo fundador fue Ricardo Miró (1883-1940). Este
último es quizá el poeta más destacado del Modernismo panameño.
En esta época desarrolló también su obra Gaspar Octavio Hernández (1893-1918),
autor de Melodías del pasado (1915) y La copa de amatista (1923). Otros
destacados poetas de la misma generación fueron María Olimpia de Obaldía (1891-
1985) y Demetrio Korsi (1899-1957), aunque este último se inclinó posteriormente
a la poesía de vanguardia.

Periodo republicano de la poesía 1903


La literatura panameña durante casi todo el siglo ** estuvo comprometida con la
historia patria, pues han sido tantos los sufrimientos experimentados por el país,
que los literatos, en gran medida, tan solo acataron a recrearlos en sus obras".
Los dramas recogidos por nuestra literatura adquieren una longevidad sublime que
incluso puede considerarse patrimonios ideales que se integran igualmente a
nuestra historia y nuestra cultura. Y es que esa afinidad entre el teatro y la literatura,
en sus calidades de intérpretes de los conflictos humanos, difícilmente podría
dejarlos cometer anacronismos. Aún sin los elementos ornamentales que
caracterizan al teatro, como a la poesía, la intención del autor siempre tiene como
norte la expresión de su interioridad con respecto a su visión empírica del mundo
que es su entorno inmediato. Ciertamente, sobre esto, Rodríguez (2002) señala lo
siguiente:
"El escritor, como sujeto cultural, es autor y actor de una cultura geográfica e
históricamente condicionada, pero siempre es un sujeto sospechoso. Su orientación
y fijación de rasgos identitarios no lo hace al margen de su propia inserción social,
y del lugar y del papel que le han sido otorgados como sector dentro de la sociedad".
Joaquín Beleño, José Franco y Antonio Moscoso Barrera han sido considerados
máximos representantes de la tendencia literaria a la que Villarreal Castillo hace
alusión. Sus obras, que giran principalmente en torno a la efervescencia política y
las lucha por la soberanía a lo largo del siglo **, consolidan el papel de las letras a
favor de esa estilizada y profunda visión con respecto a los conflictos en nuestro
escenario nacional. La dramaturgia, tal como hemos insistido, tiene en común el
mismo fin e incluso nuestro teatro ha servido para corporizar lo que nuestra literatura
narra. Puede entonces comprenderse como ambas artes, en matrimonial relación,
pueden procrear formas artísticas arraigadas en una dimensión más completa y
estilizada.
2. 3 autores panameños
Ricardo Miro
Escritor panameño considerado el gran poeta nacional. En su juventud cursó
estudios de pintura en Bogotá, que hubo de interrumpir por razones políticas.
Ricardo Miró vivió la efervescencia de la construcción del canal por los franceses y
las convulsiones de la fundación de la República de Panamá en 1903, y experimentó
muy sensiblemente la presencia sajona en el territorio istmeño.
En 1904 publicó por primera vez sus poemas en la revista literaria El Heraldo del
Itsmo, que dirigía Guillermo Andrave. La lírica de Ricardo Miró recibió influencias
neorrománticas y especialmente modernistas, con la presencia del gran Rubén
Darío a la cabeza, aunque Miró fue ante todo un escritor identificado con su tierra,
de una gran sensibilidad para entender y expresar su historia y su naturaleza a
través de una poesía íntima y sencilla, fiel a su propio temperamento e ideal estético.
Cantó a la patria, a su paisaje, a la herencia hispana y al amor.
Sus poemarios más representativos son Preludios (1908), Los segundos preludios
(1916), La leyenda del Pacífico (1925) y Caminos silenciosos (1929). Escribió
asimismo cuentos y dos novelas: Las Noches de Babel y Flor de María. Fue también
fundador y director de revistas literarias; la más importante
de ellas fue Nuevos Ritos, a través de la cual Miró señaló
las líneas de un proceso de renovación que luego marcaría
los rumbos de la poesía panameña; en los años 20, su
compatriota Demetrio Korsi iniciaría la transición del
modernismo a la vanguardia.
Ricardo Miró desempeñó cargos diplomáticos en Londres,
Marsella y Barcelona, donde escribió en 1909 su
emblemático poema "Patria", uno de los cantos a la tierra
panameña de mayor belleza y lirismo. Fue director de los
Archivos Nacionales y Secretario Perpetuo de la Academia Panameña de la
Lengua. Murió en la ciudad de Panamá el 2 de marzo de 1940. En su honor se
instituyó en 1942 el Premio Ricardo Miró, premio nacional de literatura de Panamá
que se otorga anualmente en los géneros poesía, cuento, novela y ensayo.
Amelia Déniz de Icaza
Nace en la ciudad de Panamá, el 28 de noviembre de 1836 y muere el 16 de julio
de 1911. De pequeña tenía mucha afición a la literatura y elaboraba poesías. Es la
primera mujer poetisa y la única figura femenina en el período romántico.
Amelia Denis De Icaza se distingue en la era
romántica, por el contenido de sus poesías. En su
obra hay amor por la patria, a la juventud y la
melancolía, entre otros. Se considera poetisa del
grupo de la primera generación poética, porque nace
entre 1830-1836.
A esta primera generación pertenecen: Gil Colunje,
Tomás Martín Feuillet, José María Alemán, Manuel
José Pérez y Amelia Denis. Éstos tienen en común la
educación, el ambiente cultural y político similar; que
influyen en la formación cultural y espiritual de esta
generación.
Es en la poesía donde el sentimiento romántico
encuentra la mejor forma de expresar el espíritu
nacionalista y el amor por lo propio, la naturaleza. Compone poemas sencillos,
llenos de sentimiento, emoción y un profundo sentido social.
En su juventud se casa y vive en Nicaragua muchos años, a su regreso se entera
que su país está en manos de los norteamericanos, esto crea en la poetisa
sentimientos de tristezas y rebeldía, escribe los versos más bellos, Al Cerro Ancón,
en 1906.
A través del poema, Al cerro Ancón, es recordada. En sus poemas hay un especial
patriotismo y sinceridad; con un fuerte contenido político y denuncia social donde
muestra su enojo por la creación del área de la Zona del Canal, donde a los
panameños les estaba vedado entrar.
María Olimpia de Obaldia
Desde muy niña demostró su inclinación poética: los
primeros versos suyos que se conservan fueron escritos
a los veinte años, con motivo de la Navidad. Hizo sus
primeros estudios en Dolega y terminó la escuela
primaria en la Ciudad de David, la cual es la cabecera
de Chiriquí. Luego se trasladó a la ciudad de Panamá
para ingresar en la Escuela Normal se Institutoras en
donde recibió el diploma de Maestra de Enseñanza
Primaria en 1913. Ejerció el magisterio hasta enero de 1918 cuando contrajo
matrimonio con José de Obaldía, con quien tuvo siete hijos.
Publicó su primer libro, Orquídeas, en 1926. En noviembre de 1929, por iniciativa
del Instituto Nacional de Panamá y de su Rector de entonces, doctor José Dolores
Moscote, se le tributó un apoteósico homenaje nacional que culminó con su
coronación con laureles de oro en un acto solemne celebrado en el Teatro Nacional
de Panamá, y en el cual recibió el título de María Olimpia de Panamá.
Fue miembro de número de la Academia Panameña de la Lengua desde 1951 hasta
su fallecimiento.
María Olimpia de Obaldía manifestó en muchas ocasiones que sus poesías son
puras manifestaciones de su espíritu, expresadas con toda naturalidad y sin ceñirse
a ninguna escuela. En una charla que dio en el Instituto Justo Arosemena en 1960
señaló: «La mejor biografía de un poeta son sus propios versos; en ellos el alma se
retrata nítidamente, porque en cada uno queda impreso el sentimiento que animó
su concepción». Asimismo, después de comentar su poema Ñatore May a través
del cual plasma el sufrimiento de la mujer Ngöbe, dijo: «No seré yo crítica de mi
propia obra, pero sí quiero decirles que estos versos expresan fielmente mi sentir
de mujer cristiana y mi solidaridad con los humildes, con los más desamparados de
la vida. Yo considero que la mujer guaymí, por india y por mujer, es el ser más digno
de compasión en el istmo de Panamá. Por ella y para ella estará siempre mi palabra
a flor de labio, como una oración».
Los temas básicos de las poesías de María Olimpia se relacionan con el hogar y
con la naturaleza. Algunos de sus poemas figuran en antologías de la poesía
latinoamericana; algunas de sus poesías han sido traducidas a diversos idiomas,
muchas han sido publicadas repetidamente en diarios y revistas de toda América
Latina.
Recibió, además de las medallas que por suscripción popular le fueron otorgadas
en su apoteosis de 1929, la condecoración de la Fundación Internacional Eloy
Alfaro; la Medalla del Club de Leones de Panamá como «poetisa de la maternidad»;
las medallas conmemorativas de los Congresos de Academias de la Lengua
celebrado en México (1951) y Colombia (1969); la Medalla al Mérito del Partido
Liberal Nacional de Panamá; la condecoración de la n Vasco Núñez de Balboa, en
grado de Comendador, de la República de Panamá, con ocasión de la publicación,
por parte del Club Kiwanis, con la colaboración del Instituto Nacional de Cultura, de
su Obra Poética completa. En 1983 recibió la condecoración de la Orden Belisario
Porras, en grado de Gran Oficial, y la Augusta Cruz Insigne Pro Ecclesia et Pontifice
otorgada por el papa Juan Pablo II. En 1975, la Asociación de Estudiantes de la
Universidad Católica Santa María La Antigua le otorgó el galardón Rana de Oro.
Falleció en la ciudad de Panamá el 14 de agosto de 1985.

3. Obras de cada uno de los autores antes mencionados


Ricardo Miro Versos al Oído de Lelia
La Ultima Gaviota Oyeme, corazón. En cada rama
Como una franja temblorosa, rota del bosque secular se esconde un nido
del manto de la tarde, en raudo vuelo o una dulce pareja que se ama;
se esfuma la bandada por el cielo cada una rosa del rosal resume
buscando, acaso, una ribera ignota. un corazón, feliz o dolorido,
Detrás, muy lejos, sigue una gaviota que de amor en la brisa se consume;
que con creciente y pertinaz anhelo la estrella que nos manda sus reflejos
va de la soledad rasgando el velo no hace más que volver con su luz pura
por alcanzar la banda ya remota. los besos que le envían desde lejos...
De la tarde surgió la casta estrella, Todo tiembla de amor..., hasta la piedra
y halló siempre volando a la olvidada, a veces se estremece de ternura
de la rauda patrulla tras la huella. y se vuelve un jardín bajo la yedra...
Historia de mi vida compendiada, No importa ser mujer o ser paloma,
porque yo soy, cual la gaviota aquella, ser rosa de Amatonte, estrella o paloma;
ave dejada atrás por la bandada. importa tener alma y dar esa alma
en risas, en fulgores o en aroma.
Triunfa el amor sobre la muerte. Nacen
las rosas para amar y hasta las rosas,
cuando al viento, marchitas, se deshacen,
se vuelven un tropel de mariposas.
Suspiro en un anhelo que, escapado
del corazón, se va a volar errante
buscando una ilusión que ya ha pasado
o algún sueño de luz que está delante...
Pues bien, la brisa pasa en blandos giros,
y no puede medir su pensamiento
la interminable tropa de suspiros
que viaja en cada ráfaga de viento...
Tú, que tienes los ojos soñadores
como una noche tropical, asoma
tu corazón a todos los amores
y sé estrella, sé flor o sé paloma,
y ya verán tus ojos asombrados,
ante la tarde que en el mar expira,
cuán hermosa es la tarde, si se mira
con dos ojos que están enamorados
Amelia Déniz de Icaza El Llanto de Una Hija
Al Cerro Ancón
Ya no guardas las
huellas de mis pasos,
ya no eres mío,
idolatrado Ancón.
Que ya el destino
desató los lazos
que en tu falda formó
mi corazón.
Cual centinela solitario y triste
un árbol en tu cima conocí: ¡Madre mía! mi vida! ¿qué te has
allí grabé mi nombre, ¿qué lo hiciste?, hecho?
¿por qué no eres el mismo para mí? a dónde está tu maternal mirada?
¿Qué has hecho de tu espléndida belleza, ya está sin vida, sin calor tu pecho
de tu hermosura agreste que admiré? y tu hija vive aún tan desgraciada!
¿Del manto que con recia gentileza
en tus faldas de libre contemplé? ¿Dónde estás, porqué me
¿Qué se hizo tu chorrillo? ¿Su corriente abandonaste
al pisarla un extraño se secó? y con quien me has dejado madre mía?
Su cristalina, bienhechora fuente tú en tu seno de amor me acariciaste
en el abismo del no ser se hundió. y hoy te llevas contigo mi alegría.
¿Qué has hecho de tus árboles y flores,
mudo atalaya del tranquilo mar? Tú me amaste de niña con locura
¡Mis suspiros, mis ansias, mis dolores, y más tarde ya joven fui tu orgullo
te llevarán las brisas al pasar! y hoy mi llanto de acerba desventura
Tras tu cima ocultabas el lucero ya no lo enjuga ese cariño tuyo.
que mi frente de niña iluminó:
la lira que he pulsado, tú el primero Ya nunca más mi llanto con tu llanto
a mis vírgenes manos la entregó. veré unirse doliente en mis dolores
Tus pájaros me dieron sus canciones, no arrullarás a Julia con tu canto
con sus notas dulcísimas canté, ni le pondrás sobre su frente flores.
y mis sueños de amor, mis ilusiones,
a tu brisa y tus árboles confié. Ya no veré dormirse entre tus brazos
Más tarde, con mi lira enaltecida, los hijos míos que tus hijos son
en mis pesares siempre te llamé; ¿por qué la suerte desató esos lazos
buscaba en ti la fuente bendecida y dejó de latir tu corazón?
que en mis años primeros encontré.
¡Cuántos años de incógnitos pesares, Ya al exhalar mis lastimeras quejas
mi espíritu buscaba más allá sólo hallarán un eco en el vacío
a mi hermosa sultana de dos mares, ¿por qué abandonas sola, por qué
la reina de dos mundos, Panamá! dejas
Soñaba yo con mi regreso un día, un corazón tan débil como el mío?
de rodillas mi tierra saludar:
contarle mi nostalgia, mi agonía, Ya no veré tus ojos anegados
y a su sombra tranquila descansar. en lágrimas dolientes por mi suerte
Sé que no eres el mismo; quiero verte ellos están a mi dolor cerrados
y de lejos tu cima contemplar; y hundidos por la mano de la muerte.
me queda el corazón para quererte,
ya que no puedo junto a ti llorar. Madre tan adorada, yo te lloro,
Centinela avanzado, por tu duelo y me parece un sueño todavía
lleva mi lira un lazo de crespón; en vano a Dios en mi pesar imploro
tu ángel custodio remontose al cielo... porque Dios no me oye; madre mía!
¡ya no eres mío, idolatrado Ancón!
María Olimpia de Obaldía Rimas de Otoño

Mi Bandera Te dije ayer: ""Llegó la primavera...


Cogidos de la mano
De tela humilde o de luciente raso vamos a la pradera a cortar flores,
-nada importan su brillo o calidad- amado, sin temores, que es temprano.""
es mi bandera símbolo precioso
de mi Patria adorada, Panamá! Hoy te digo: ""Murió la primavera
Se alza como ala de ilusión suprema y también el verano;
en vuelo majestuoso hacia el azul pero vamos al huerto,
buscando siempre la amplitud del cielo, que aún pueden nuestras manos
enamorada eterna de la luz. extraer de las uvas
Sus pliegues vibran como flores vivas el jugo que rebosa en nuestras cubas.
sedientas de los ósculos del sol
mientras enciende su divino efluvio Antes que el hielo llegue,
en las almas patriótica emoción. vamos al campo, unidos de la mano;
Y cuando sube el pabellón que encierra nuestra hoz de plata las espigas sieguen,
Pretérito, Presente y Porvenir, que aún es temprano.""
es la Patria que expresa sus anhelos
de mantenerse libre y ser feliz. Mañana te diré: ""Dulce bien mío,
Es Panamá que busca su destino la nieve nos rodea,
por senderos de Bien y de Verdad llegó el invierno frío,
haciendo suya la inmortal proclama: pero aún el fuego del amor caldea
¡Libertad, Igualdad, Fraternidad ...! nuestras almas dichosas;
Mi corazón el tuyo presentía; ya la vida nos niega frescas rosas,
buscaba tu alma mi alma soñadora, madura fruta y rica mies dorada;
y te esperaba al despertar la aurora ya en nuestras venas la pasión no arde;
y te llamaba cuando el sol moría. ya la tierra nos brinda suave almohada.
Tu alma acudió al reclamo de la mía, Amado: ¡vamos a dormir, que es tarde...!""
y el esquife de amor, con rara prora,
hacia la playa de la dicha mora
las llevó bajo el sol que sonreía.
Juntas habitan esa tierra hermosa,
y unidas seguirán, aunque celosa,
la Muerte, con crueldad, de ti me aparte,
pues, cuando a solas, llores mi partida,
en una estrella mi alma convertida,
por escalas de luz vendré a besarte...
Conclusión
La literatura ha sido la manera de expresión de quienes poseen el don del dominio
de las palabras, todo poeta, escritor y novelista conoce o domina este don.

En este trabajo he podido conocer como se ha compuesto la literatura panameña


investigando algunas de las biografías de muchos de los autores que han sobresalid
en la historia de la literatura panameña, creando y publicando gran mayoría de
poesías y obras que han sido conocidas por nosotros durante nuestras vidas, dando
de qué enorgullecernos a todos los pobladores de nuestra Nación Panameña.

Además, he resaltado muchas de sus obras que los han hecho famosos a través de
la historia, he mencionado autores tanto de los tiempos de la independencia, poetas
vanguardistas y algunos poetas contemporáneos, que aún viven.
Bibliografía

http://poesiapanama.blogspot.com/2016/01/maria-olimpia-de-obaldia.html

https://www.buscapalabra.com/poetas.html?nombre=Amelia%20Denis%20de%20Icaza

http://poesiapanama.blogspot.com/2016/04/ricardo-miro.html

www.academia.edu/7785372/LA_LITERATURA_PANAMEÑA

https://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_de_Panamá

www.webscolar.com › español

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