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All content following this page was uploaded by Susana Mena Utrilla on 20 May 2017.
Anders Breivik, de treinta y dos años, entró por derecho propio en la historia de la criminología:
el 22 de julio de 2011 mató a 77 personas, ocho en el centro de Oslo, mediante una bomba, y 69
en la isla de Utoya, a balazos. Esto le confiere el infame título de asesino en masa número 1 de la
historia. De este modo Noruega, uno de los países con más baja criminalidad de Europa, se vio
envuelta en una pesadilla de proporciones desconocidas.
ÍNDICE
5. Competencia mental
5.1. Fanatismo xenófobo versus narcisismo patológico
5.2. Consideraciones criminológicas
Bibliografía
1. Exposición del caso
El viernes 22 de julio de 2011 a las 15:25, una bomba explota en el Distrito Gubernamental en
Oslo, Noruega. La explosión tiene como resultado ocho muertos y nueve heridos graves.
Alrededor de 500 personas se encontraban en las inmediaciones cuando explotó la bomba,
estando en consecuencia también en peligro. Varias de estas personas sufrieron lesiones
psíquicas y psicológicas. La explosión también causo una gran destrucción material: en
primer lugar en las instalaciones de la Oficina del Primer Ministro y los Ministros del Distrito
Gubernamental, pero también en los edificios de las proximidades.
Más tarde el mismo día, alrededor de las 17:21, una masacre da comienzo en Utoya, una
pequeña isla que se encuentra a 39 km de la capital. En ese momento, 564 personas se
encontraban en la isla, 530 de las cuales eran jóvenes que asistían al campamento de verano
de las Juventudes del Partido Laborista Noruego (AUF). Esa misma tarde, en total 69
personas fueron asesinadas. La mayoría fueron asesinados por disparos o como consecuencia
de estos. Además, 33 de estos jóvenes fueron heridos por los disparos, y por supuesto lesiones
físicas, junto con un gran número de personas que sufrieron secuelas psicológicas.
Una persona nacida en 1979, fue detenida por la policía en Utoya aproximadamente a las
18:34 como sospechosa por haber cometido los crímenes en el Distrito Gubernamental y en
Utoya. La Oficina del Ministerio Fiscal Público de Oslo, según lo ordenado por el Director
General del Ministerio Público, ha emitido una acusación formal contra este individuo en este
caso. La acusación formal fue vista para el 13 de abril de 2012 y después de las correcciones
durante la audiencia principal el 21 de mayo y 22 de junio de 2012.
La vida de Breivik es del todo común y corriente. Su padre era un economista que trabajaba
para el gobierno y su madre era una enfermera, si bien el matrimonio no duró mucho. La
infancia del asesino múltiple tuvo un ambiente multicultural: sus amigos más próximos hasta
los dieciséis años eran dos chicos de padres paquistaníes, en particular uno llamado Arsalan
Sohail. En el Manifiesto Breivik afirma que lo aprendió junto a Arsalan contribuyó a rechazar
el multiculturalismo. Le acusa (sin presentar pruebas) de varios actos racistas hacia los
noruegos de origen, y escribió que <<no podía comprender por qué Arsalan odiaba tanto a
Noruega y a mi cultura>>. Asegura que los jóvenes inmigrantes solían meterse con las
jóvenes noruegas, mientras que él y sus amigos tenían que vérselas con las bandas de
inmigrante. Sin embargo, el otro amigo cercano de Breivik desmiente eso, y asegura que el
ambiente social habitual era muy pacífico.
Los que conocieron a Breivik en su infancia y adolescencia le describen como frío y con
frecuencia distante; alguien de joven obsesionado con su físico y muy consciente de estatus
social. Su también amigo de adolescencia, el periodista Peter Svaar, declaró que <<Anders era
alguien muy decidido cuando se imponía una meta; aunque tardara semanas, meses o años,
finalmente la alcanzaba. Era muy tenaz>>.
La madrastra de Breivik, sin embargo, nunca pensó que esa tenacidad tuviera un lado oscuro,
y lo calificó como <<un chico bien educado, como cualquiera de los otros jóvenes
noruegos>>. No obstante, reconoce que quizás hubiera necesitado hablar más con su padre,
con quien dejó de hablarse cuando tenía dieciséis años. Sea como fuere, nadie en su familia
consideró que tal hecho le hubiera ocasionado un gran sufrimiento o le hubiera provocado un
trauma.
El mismo día de la comisión de los actos terroristas, Breivik distribuyó un epítome, también
referido como Manifiesto, a un determinado número de direcciones de correo electrónico. El
epítome fue escrito bajo el pseudónimo Andrew Berwick, su nombre y apellido en inglés.
Aún no lo había establecido cuando comenzó el compendio; sin embargo, lo firma como suyo
en 2007. En el juicio, alegó que el epítome había sido producido para crear una fundación
para el desarrollo de un derecho revolucionario en Europa.
El compendio está compuesto por 1518 páginas -1801 páginas tras la reforma de la policía- y
está escrito en inglés. Está titulado <<2083 Una Declaración Europea de Independencia>>.
Breivik explicó que el 2083 se refiere al año que marcará el cuarto centenario del aniversario
de la Batalla de Viena en 1683. Él cree que este fue una de las dos batallas más importantes
de la historia de Europa, porque impidió la conquista del Oeste de Europa por el Imperio
Otomano. El resto del título, Una Declaración Europea de Independencia, fue supuestamente
tomado de un ensayo escrito por un blogger conocido como Fjordman.
El compendio está dividido en tres libros. El primer se titula <<Lo que necesitas saber,
nuestra falsa historia y otras formas de la propaganda cultural y multicultural marxista>>. El
primer libro proporciona una presentación subjetiva de la historia de Europa con un particular
énfasis de la descripción del islam como una ideología orientada hacia la violencia. Poco de
este contenido ha sido escrito por el propio Breivik; ya que está compuesto por textos
tomados de diferentes fuentes, probablemente de Internet. El segundo libro conforma la parte
ideológica del manifiesto. Algunas partes han sido escritas por él mismo, pero la mayoría
habían sido tomadas de los escritos de otros. El tercer libro se titula <<Una declaración de
guerra preventiva>> y fue escrito por él mismo. Describe a este libro como la parte activista
del manifiesto, donde el lector es animado a participar en una continua guerra civil en Europa.
En el tercer libro, entre otras cosas, describe sus propias tareas, y las circunstancias ligadas a
la preparación y ejecución de los actos terroristas para el 22 de julio de 2011. Realiza una
efusiva descripción de una red a la que denomina como “Caballeros Templarios”. Escribe,
entre otros, que tomó 50 páginas de notas durante la reunión de la fundación de la red en
Londres en 2002, donde luego conformará las bases del compendio. En las entrevistas de la
policía y en su defensa en el juicio, sostenía que la descripción del compendio conformaba las
características básicas de los Caballeros Templarios. No obstante, había atenuado
gradualmente la importancia de la organización y de sus miembros, manifestando que el
compendio presentaba una pomposa descripción de las circunstancias tal y como eran.
Breivik sin duda encontró en Theodore Kaczynski, alias Unabomber, un modelo a imitar:
envió por correo electrónico su Manifiesto a más de seis mil personas, a la mayoría de las
cuales no conocía pero que aparentemente les consideraba <<patriotas de la Europa
Occidental>>. Se trata de un documento de más de 1.500 páginas que constituye un auténtico
pastiche y que incluso toma partes literales del Manifiesto de Unabomber, haciendo en
ocasiones ligeros cambios de los textos originales del terrorista ermitaño. Así, donde éste
pone <<izquierdismo>>, Breivik escribe <<multiculturalismo>>, y deja el resto igual. Todo
en él es predecible, vulgar, un tremendo cliché donde figuran crímenes perpetrados por los
musulmanes contra los cristianos –como él los define-, y en donde Breivik se atribuye el
papel de <<héroe de la cristiandad>>. En el Manifiesto aparecen citas y textos de blogs anti-
islámicos, muchos de ellos provenientes de Estados Unidos, lo que encendió muchas alarmas
acerca de la influencia que estos grupos pueden tener en inflamar las mentes convulsas de
personas que hacen de su odio a los musulmanes una razón para vivir.
En el Manifiesto, Breivik había llevado durante meses un diario riguroso donde se detallaba la
realización de los crímenes y aseguraba ser una parte de un grupo que pretendía <<sacudir el
control político y militar de los países de Europa Occidental e implementar una agenda
política conservadora>>. Allí predecía una conflagración que mataría a más de un millón de
personas, y añadía: <<El tiempo del diálogo se ha acabado. Hemos dado una oportunidad a la
paz. Ya ha llegado el tiempo de la resistencia armada>>. Sin embargo, parece que Breivik
actuó solo, sin el apoyo de nadie, por lo que quizás ese <<grupo>> debe entenderse más bien
en un sentido metafórico, significando que él iba a tomar la responsabilidad de llevar a cabo
algo que muchos piensan que ha de hacerse pero que sólo él va a tener realmente el arrojo de
realizarlo. Esto quizá puede verse mejor cuando, en otra parte del Manifiesto, él adopta una
clara redacción propositiva, asumiendo una conclusión y una responsabilidad personal: <<En
torno al año 2000 llegué a la conclusión de que la lucha de la democracia contra la
islamización de Europa, es decir, el multiculturalismo, estaba perdida. Así que decidí explorar
formas alternativas de oposición. Protestar es decir que uno está en desacuerdo con algo.
Resistir es decir que va a detenerlo. Yo decidía que quería unirme al movimiento de la
resistencia>>.
La conclusión lógica de todo lo anterior es que su masacre del día 22 es un acto necesario y
justo: <<Como un caballero justiciero –escribe- tú representas el papel de jurado, juez y
verdugo en beneficio de todos los europeos libres>>.
3.4. Preparación
Anders Breivik comenzó su preparación práctica para los actos terroristas en el año 2009. En
mayo de 2009 creó la compañía Geofarm, la cual en el transcurso de marzo de 2011 fue
convertida en Breivik Geofarm. El propósito de este negocio era presuntamente el de adquirir
ingredientes para la manufactura de la bomba.
Adquirió diez tarjetas de crédito en varias compañías, pero se quedó sin fondos el 26 de abril
de 2011, y tras varias transacciones tras esta fecha el crédito restante hallado a fecha de 23 de
julio de 2011 ascendía a la cifra de 27.618 NOK.
En el epítome, se representa con un uniforme hecho por él mismo con referencias a los
Caballeros Templarios. La policía ha seguido la pista de las adquisiciones de las insignias del
uniforme, pertenecientes a once compras diferentes a once distribuidores distintos de cinco
países entre el mes de septiembre de 2009 y mayo de 2010.
Durante los ataques Breivik llevaba ropas y equipo que guardaban una verdadera semejanza
con el uniforme de la policía.
Adquirió sus armas – dos rifles, una pistola y una escopeta- y munición para los ataques de
Utoya. Revendió uno de los rifles.
El 4 de mayo de 2011 se traslada a la granja que adquirió para realizar la manufactura de la
bomba que sería detonada meses más tarde. La bomba que detonó en el Distrito
Gubernamental pesaba 950 kg con una fuerza explosiva de entre unos 400 y 700 kilos de
TNT. El explosivo de la bomba, hecho por él mismo en dicha granja, consistía en una mezcla
de fertilizante artificial, diésel y aluminio. Ante el Tribunal y en las entrevistas con la policía
describió el proceso de manufactura, que posteriormente fue verificado por la policía y fue
realizado un test de detonación de bomba manufacturada. Posteriormente adquirió la
furgoneta bomba, una Volkswagen Crafter, de la empresa de alquiler Avis, en Oslo. También
alquiló un Fiat Doblò. El día 20 de julio condujo la furgoneta Crafter a Oslo y aparcó el coche
en las inmediaciones del piso de su madre, donde pasó la noche. El día 21 cogió un tren de
vuelta a Rena y un taxi de vuelta a la granja. Allí completó sus últimos preparativos antes de
conducir el Doblò a Oslo y repetir la misma operación del día anterior. En la mañana del día
22 se registró cierta actividad en su ordenador entre las 08:15 y las 10:39. Se preparó para
distribuir su manifiesto. Aparcó el Doblò que más tarde usaría para su huida en un parking
cerca del Distrito Gubernamental y allí fue filmado por cámaras de seguridad entre las
12:06:59 y las 12:09:19 cuando se dirigía de vuelta a casa de su madre. Una vez allí, subió a
Veoh.com y Youtube.com el vídeo <<Knights Templar 2083 – Movie Trailer>>, que había
sido realizado en febrero de 2010 y que conformaba una versión corta del epítome. Había
realizado el vídeo con imágenes descargadas de Internet, algunas editadas con Photoshop,
texto y música mediante el programa Windows Movie Maker. El video dura 12 minutos y 22
segundos y consiste en 99 photos con imágenes y/o texto, dividido en cuatro partes:
La preparación mental de los venideros actos terroristas fue realizada mediante una técnica de
meditación para desemocionalizarse. Esta técnica es utilizada por los guerreros japoneses, lo
que conlleva una intensa concentración mientras se escucha música. Fue visto con auriculares
por algunos vecinos cuando caminaba por las proximidades de Utoya, pero no cuando estuvo
en la isla.
Finalmente, el propio Breivik, explicó que jugaba al videojuego violento <<Call of Duty,
Modern Warfare II>> deliberadamente como preparación para los actos. Alegó haber usado el
juego para simular un combate contra los Delta Force de la policía. Las investigaciones
policiales confirman que jugó a dicho videojuego unas 130 horas desde el año 2010.
4. Particularidades de los actos terroristas
4.1 El Distrito Gubernamental
4.1.1 Introducción
El viernes 22 julio de 2011 alrededor de las 15:00, Breivik conducía la furgoneta bomba (el
Crafter) desde Skøyen al Distrito de Gobierno, donde lo estacionó a las 15:17 cerca de Einar
Gerhardsen Square. Hay una serie de cámaras de circuito cerrado de televisión en la zona. La
propia explosión de la bomba y su impacto han sido por lo tanto bien documentadas, y
aproximadamente un video de 15 minutos desde el período pertinente fue reproducido al
Tribunal. En el vídeo, se puede ver que el coche está aparcado justo fuera de la entrada del
bloque H. Como se indicó anteriormente, había colocado una bomba casera de
aproximadamente 950 kilos en el interior del coche. Encendió un fusible con un tiempo de
quemado de unos siete minutos y luego se marchó a pie, dejando allí el vehículo. El vídeo
muestra que él caminó rápidamente en dirección a donde se encontraba su vehículo de huida
(el Doblò). Llevaba un uniforme hecho por él mismo con las cintas y las insignias de
reflectante, que se parecían mucho a las de los uniformes de la policía. Llevaba un chaleco
antibalas y un casco con visera, y tenía una pistola en una funda atada a su muslo. La película
muestra imágenes de la explosión a las 15:25:22 filmado por varias cámaras de seguridad.
Muchos de los afectados, incluidos los que no resultaron heridos físicamente, han luchado
contra las secuelas tales como ansiedad, sensación de inseguridad, depresión, insomnio y
dificultades de concentración gracias a la ayuda de psicológicos, ya que muchas personas han
estado de baja por enfermedad tras el ataque terrorista. El profesor Are Holen, del
Departamento de Neurociencias de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, y el
profesor asociado Dagfinn Winje, presentaron sus informes como expertos el 10 de abril de
2012 relativos a los posibles persistentes problemas de salud, como problemas de tensión
aguda, trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión y/o diversos tipos de trastornos de
ansiedad, como causa de los atentados terroristas acontecidos en el Distrito Gubernamental y
en la isla de Utoya. Entre otras cosas, hicieron hincapié en factores tales como la causa y la
gravedad de los hechos, si el incidente podría haber sido previsto y evitado, y el alcance de las
pérdidas personales sufridas, incluyendo la muerte o lesiones graves a las personas cercanas a
ellos.
Los esfuerzos para obtener nuevas instalaciones han sido un proceso que a día de hoy aún
persiste y todavía queda por decidir si los edificios dañados del Distrito Gubernamental deben
ser utilizados de nuevo. Las consecuencias económicas también son considerables, ya que los
gastos cubiertos en 2011 y 2012 se estiman en 600 mil NOK, mientras que un nuevo Distrito
Gubernamental probablemente costará entre 5 y 10 millones de NOK, lo que supondrá una
obra de unos 10 o 12 años de duración.
Hasta que el terrorista fue detenido por la policía en la zona de la escuela de la isla alrededor
de 18:34 horas, había disparado con su rifle y pistola a un gran número de personas en la isla,
en el agua y en los barcos cercanos. El Superintendente de la Policía Morten Støen del
Servicio Nacional de Investigación Criminal, KRIPOS, declaró que la investigación había
revelado que probablemente un total de 121 disparos fueron realizados con la pistola y 176
disparos con el rifle, provocando la muerte a un total de 67 personas e hiriendo a 33. Además,
dos personas murieron a causa de heridas sufridas mientras huían. En su declaración de
apertura, los fiscales presentaron una lista de 462 personas que se encontraban en la isla de
Utoya, pero que no han sido mencionados por su nombre en el acta de acusación. Varios de
ellos prestaron declaraciones detalladas e impactantes en el juicio, y se han tenido en cuenta
en la presentación del Tribunal de la marcha de los acontecimientos siguientes.
Poco antes de que el terrorista disparara y matase a sus primeras víctimas, los participantes
del campamento habían recibido información sobre la explosión en el Distrito
Gubernamental. Algunos se escondieron en el interior y en las tiendas de campaña, mientras
que otros corrieron para encontrar escondites alrededor de la isla y en la orilla. Varios trataron
de llegar a la tierra firme nadando o el con embarcaciones. En algunos lugares, los vivos y los
muertos yacían lado a lado, algunos estaban paralizados por el miedo, ya que estaban
disparando, otros fingieron estar muertos, mientras que otros le rogaron por sus vidas. Se
hicieron llamadas telefónicas y se enviaron mensajes de texto con familiares y amigos, en
parte para pedir ayuda, en parte para calmarlos, y en parte también a la hora de la despedida.
El terreno estaba resbaladizo por la lluvia y la gente tropezó y se deslizó a través del bosque,
cayendo por las laderas empinadas hacia el borde del agua.
Muchos de los supervivientes sufrieron heridas psicológicas y dolencias de distinta duración y
la gravedad. El Tribunal ha escuchado relatos de angustia, inquietud, depresión y desánimo,
apatía e inercia, pesadillas e insomnio, problemas de concentración y sentimientos de culpa.
Otros tantos han tenido que posponer sus estudios y algunos están en baja por enfermedad a
largo plazo. Los esfuerzos rápidos y valientes de los residentes locales de Hole Municipality y
de los turistas acampados en Utvika contribuyeron a reducir el daño y el número de víctimas.
Según la lista de la acusación de los afectados por los ataques terroristas que no están
nombrados en la acusación, cinco personas que ayudaron en las tareas de rescate fueron
disparados. Uno de ellos dio pruebas durante la audiencia principal de los esfuerzos de rescate
de su esposa. Como ya se mencionó, los peritos Holen y Winje han explicado los problemas
de salud mental que podría atacar a todos los que fueron afectados por los actos terroristas en
Utoya el 22 de julio de 2011.
5. Competencias mentales
5.1 Fanatismo xenófobo versus narcisismo patológico
¿Es este caso un ejemplo inenarrable de violencia racista? Parece que ésta es la lectura
mayoritaria que hacen los medios y muchos especialistas. Noruega ha visto crecer mucho más
su población de inmigrantes, hasta alcanzar el 12% a comienzos de 2011, y con tal aumento
se ha incrementado asimismo la popularidad del xenófobo Partido Progresista, aunque las
encuestas dicen que el 90% de los noruegos opinan que los inmigrantes han de tener las
mismas oportunidades laborales que los originales del lugar.
La opinión de Breivik, desde luego, es diferente: él consideraba que su país estaba siendo
dominado por lo que denomina en el Manifiesto como la <<Oslo ummah>>, esto es, el
califato que, en su opinión devora la cultura noruega desde el interior. Ahora bien, ¿es sólo la
psicología de un fanático lo que subyace en este acto sin precedentes en la criminología
mundial en tiempos de paz?
Podríamos afirmar que esa ideología es sólo una imagen exportable de un narcisista
patológico. Los servicios de inteligencia noruegos creen que el tirador se había hecho cirugía
plástica en su nariz y barbilla para parecerse más a un ario. Antes de los ataques, Breivik se
había hecho confeccionar en la India un uniforme de Caballero Templario, que incluía un
escudo con la imagen de un cráneo cruzado por una espada. Había dejado preparado un
dossier de prensa que se componía de su manifiesto, fotografías y un vídeo en el que
explicaba la masacre. Todo estaba preparado para una aparición brutal, sensacional, ante los
ojos del mundo atónito.
Como se mencionó anteriormente, estos 77 cadáveres suponen el record absoluto entre los
crímenes de los llamados <<asesinos de masas>>. Se trata de un asesino múltiple que busca
acabar con un grupo de personas en un mismo escenario, y que generalmente termina con el
suicidio del propio autor. Esto se debe a que tal explosión de violencia es el clímax final de
una situación que el agresor percibe como intolerable, hasta el punto de que le impide seguir
viviendo: el sujeto (casi siempre es un hombre) antes de morir castigará de modo ejemplar a
los causantes de su ruina vital. Estos <<culpables>> pueden ser los compañeros de estudios
(Columbine y la Universidad Politécnica de Virginia), pero también los jefes que le han
despedido, o los concejales del ayuntamiento que le han negado un puesto de trabajo. Muchas
veces esta venganza es el punto culminante de un proceso paranoico o delirante que se ha ido
desarrollando en el tiempo, y que necesariamente sus familiares y amigos tuvieron que
percibir de un modo u otro.
Lo que resulta único en el suceso de Noruega es la aparente jovialidad del asesino. Por sus
declaraciones parece hablar con frivolidad; es extrañamente consciente del carácter
instrumental de lo que ha hecho (dijo que su acto fue <<atroz pero necesario>>), al servicio
de una causa; salvar Occidente de la amenaza del Islam. En ello vemos más al típico terrorista
de ETA o del IRA que al sujeto psíquicamente alterado y vitalmente angustiado del asesino de
masas. Anders Breivik se preocupa de su ropa, de cómo aparecer ante el juez: en todo
momento el mensaje de lo que propugna (por irracional que sea) resulta crucial. Pero, este
mensaje o ideología parece ser secundario a su propia imagen. Aquí el impacto en la opinión
pública mundial es la parte más sustancial de la acción: ha de explicar al mundo la magnitud
de su obra, la importancia y las razones de lo que ha hecho. Pero él es el héroe, el <<caballero
templario>>. Las víctimas son símbolos del mal que quiere erradicar: el terrible tiroteo no es
algo que quiere hacer, sino que <<se ve empujado>> a ello. Aquí los jóvenes asesinados
representan a la meliflua democracia liberal, a esa que permite que el Islam le vaya comiendo
el terreno hasta que un día conquiste Europa. A diferencia de otros asesinos múltiples, este
hombre ha matado básicamente porque quería transmitir una idea, no porque estuviera
angustiado y lleno de ira contra esos jóvenes. Pero la idea real es que él es un salvador, un
caballero andante: el mensaje de salvación es el vehículo con el que muestra su patología
narcisista.
Ese narcisismo patológico está acompañado por un desprecio impensable ante el sufrimiento
y la muerte de los demás. La extensión de la violencia es tan extraordinaria, la ausencia de
una mínima insensibilidad tan profunda, que no podemos obviar la posible existencia de una
profunda psicopatía. Breivik, sería, así, un psicópata que buscó una justificación para hacer lo
que hizo, una carta de presentación irracional pero que a él le servía. Su fanatismo sería
simplemente una fachada desde la que poder matar sin piedad.
Pero éste no fue el caso de la masacre de Utoya: ¿cómo puede alguien matar a 69 críos con
una impiedad absoluta diciendo que era algo <<atroz pero necesario>>? Para un fanático
auténtico que mata por su ideología hubiera tenido mucho más sentido matar a políticos
reunidos en ayuntamientos o salas de reuniones de cualquier tipo, o bien a los asistentes a los
mítines de cualquier partido odiado. Es cierto que esos jóvenes asesinados estaban en un
campamento organizado por el Partido Laborista, pero eso no aseguraba que todos allí fueran
hijos de afiliados o miembros de la rama juvenil del partido. Y en todo caso, la crueldad
necesaria para un acto así sobrepasa cualquier consideración.
La tenacidad de la que hablaba un amigo de su infancia, junto con la discreción que llevaba en
su vida, le convierten en el perfecto psicópata integrado que trabaja con ahínco hasta lograr
una explosión de violencia que satisfaga sus necesidades ocultas. La policía descubrió que
Breivik había alquilado una granja a las afueras de Oslo donde tuvo todo el tiempo del mundo
para preparar la bomba colocada en el Distrito Gubernamental que mató a ocho personas. En
la granja adquiriría pacientemente una gran cantidad de fertilizante de nitrato de amonio,
ingrediente que empleó para el explosivo.
La masacre de la isla de Utoya afirma de modo brutal hasta qué punto la información
instantánea y global está dictando la realidad, incluso del crimen. Matar a más gente y
horrorizar a todo el mundo es una meta golosa para los aspirantes a asesinos.
Anders Breivik sería un caso atípico, o quizás mejor dicho un adaptado a los tiempos
modernos de la sociedad de la información. Breivik llevaba mucho tiempo alimentando su
odio personal contra los musulmanes. Desde su adolescencia podemos ver un profundo
adoctrinamiento en la ideología xenófoba: ingresa en un partido político que es hostil a la
inmigración en Noruega, y consulta y escribe intensamente blogs y páginas webs de Europa y
Estados Unidos donde tiene la oportunidad de alimentar sus creencias racistas y violentas en
comunión con otras muchas personas que sostienen ideas parecidas. Presenta así un deseo
intenso de adoptar un rol de héroe o de <<salvador>>, nada menos que de la Europa
Occidental frente a la <<invasión>> musulmana. Sus actos previos a la masacre que
protagoniza revelan este motivo singular: adquiere ropa de cruzado templario y prepara un
<<kit de prensa>> en el que expone un Manifiesto y un vídeo en el que explica sus
intenciones homicidas. Y cuando todo ha concluido él desea continuar ofreciendo esa imagen
de <<héroe sacrificado>>, pidiendo llevar sus ropas estrafalarias ante el juez y pregonando
que la muerte de 77 personas era algo <<atroz pero necesario>>. Esta es una clara fuerza
motriz de un narcisismo patológico y de una insensibilidad moral muy cercana a la psicopatía,
por más que su xenofobia le diera la excusa perfecta para la matanza.
Está claro, sin embargo, que la vida de Breivik tenía muy pocos apoyos emocionales cercanos
que pudieran haber contenido o canalizado de otro modo las peculiares ideas que alimentaron
los crímenes: vive solo y en un casi completo aislamiento durante casi un año con anterioridad
a sus crímenes, en una granja, donde pacientemente prepara la bomba de su primer ataque y
va dando forma definida a todo su montaje mediático y los pasos a seguir en el despiadado
tiroteo de la isla de Utoya.
El prestigioso criminólogo Jack Levin se ha preguntado hasta qué punto podríamos considerar
determinadas formas de prejuicio o de odio extremo como manifestaciones de una patología
mental, ya que van mucho más allá de las conductas discriminatorias y vejatorias que suelen
mostrar la mayoría de los individuos xenófobos, quienes raramente utilizan la violencia contra
los grupos o clases de personas a los que detestan. Si éstos están afectados por un odio al que
podríamos denominar <<cultural>>, gente como Breivik podría estar manifestando un odio
<<mental>> o patológico, y algunos especialistas arguyen que estas personas podrían
beneficiarse de terapia psicológica y médica de tipo antipsicótico.
Claro está, adoptar esta postura supone correr riesgo de radicalizar lo que quizá no es sino
expresión de una personalidad emponzoñada por ideas irracionales acerca de la sociedad y el
modo de vivir en ella, asignando a estos sujetos un rol de enfermo, lo que podría tener
consecuencias en el plano de su responsabilidad criminal.
En suma, si bien hay elementos característicos de los asesinos múltiples, muchos de los cuales
acaban su furia homicida con el suicidio, hay variaciones importantes, y el mundo de
información global y total en que ahora vivimos puede estar contribuyendo a alimentar lo
delirios y los pensamientos irracionales y prejuiciados de individuos que antes tenían a la
fuerza muchas menos opciones de aprender tales ideas y de darse a conocer al mundo
mediante un acto de extrema violencia. Probablemente los tiradores pueden encontrar
numerosas razones que justifiquen ante sus ojos el asesinato de varios seres humanos. Aunque
hemos avanzado de forma notable en la comprensión de este fenómeno en los últimos años, lo
cierto es que no lo hemos hecho en su detección precoz y en su prevención.
En la resolución de este caso se encuentran una serie de errores percibidos a través de una
serie de alertas que no se tomaron en cuenta y que podían haber prevenido los actos terroristas
o parte de ellos.
La primera alerta que nos encontramos es que la primera compra que realiza Breivik de
Nitrato de sodio (NaNo3) a un proveedor químico polaco es en diciembre de 2010, y le coloca
en la lista de observación del Global Shield, que es una cooperación internacional de aduanas
que rastrea el comercio de químicos peligrosos. En el mes de enero, Global Shield entrega un
informe a la Inteligencia Noruega (PST) con la lista de los noruegos que compraron químicos
potencialmente peligrosos desde Polonia. En esa lista de 41 nombres se encuentra el de
Breivik, y casualmente el encargado de la PST se ausenta del caso, pasando a Breivik
completamente por alto. El gran error es que no se entrevista a Breivik y no lo colocan en un
Registro de Inteligencia. Si hubiera entrado en la investigación hubiera aportado información
adicional a la PST, y así se justificaría de forma legal y operacionalmente ir más allá en las
investigaciones. Esto provoca que Breivik realice más compras de químicos peligrosos en
Polonia. Si estos hechos se hubieran conocido, se hubiera iniciado una investigación. Si en
cuatro meses la PST no tiene información adicional, se descarta, y no hubo investigación por
dichas compras. Breivik tuvo así una amplia libertad de fabricación de bomba sin oposición.
En el año 2006 se había realizado una Reseña de Seguridad en los edificios gubernamentales
en Oslo, ya que eran particularmente vulnerables. Como medida de seguridad se pusieron
unas cadenas fuera del Edificio Gubernamental, pero no resultaron amenazantes y se podía
realizar un fácil estacionamiento. Estaba situado en una calle de acceso libre al público y en la
que se podía incluso estacionar el vehículo. Así fue como Breivik no tuvo problema alguno
para estacionar la furgoneta bomba justo enfrente del edificio de la Oficina del Primer
Ministro y el Departamento de Justicia vestido de policía. Tras los ataques, se cerró el acceso
principal al público, y cinco años después de la Reseña de Seguridad, en el año 2011, se
trabajó en cerrar el camino al tráfico. Resultaba absurdo tomar la decisión de cerrar una calle
y tardar en ello cinco años. Este retraso supuso una autocomplacencia y falta de urgencia de
Noruega cuando se trata de asuntos de seguridad, produciendo una parálisis política en la que
nadie quería asumir la responsabilidad.
En cuanto al riesgo que supuso la compra del rifle automático y la pistola Glock, no se le dio
demasiada importancia, ya que la caza es muy habitual en Noruega y muchas personas tienen
sus propios rifles. Llama la atención este aspecto, ya que los cazadores no necesitan en
absoluto una pistola Glock. Para obtener el permiso de compra de un arma se necesita una
práctica de forma regular en un Club Deportivo o de Tiro. Entre noviembre de 2010 y enero
de 2011 realiza 15 sesiones de entrenamiento en el Club de Tiro de Oslo, lo que le permite la
compra de la Glock. En un primer momento la policía lo rechazó, y contactó con Breivik para
obtener información adicional. Éste alegó que se estaba preparando para una competición, y
que había un cambio de reglas para incluir armas de tal calibre. Este hecho fue confirmado
por el Club de Tiro.
Tras el éxito del atentado en Oslo, todo dependía del acto terrorista de la isla de Utoya. No
había controles en la carretera que conducía a la isla como prevención de posibles bombas,
por lo que pudo circular por la carretera sin problema alguno. Una vez en la isla, no se
comprobó si el individuo era un policía de verdad, y resulta extraño que vaya solo a la isla, sin
vehículo oficial o algún compañero del cuerpo. Nueve minutos después del primer disparo,
los Delta Force son avisados del acto terrorista de Utoya, y tienen la urgente necesidad de
llegar rápido para apresar a Breivik. Nos encontramos con que la isla está a 40 km de
distancia de Oslo, había fuerte viento y mucho tráfico, ya que era hora punta, por lo que
tardaron más de treinta minutos en llegar. Los dos oficiales que se encuentran en el muelle del
ferry tienen autoridad para detener a Breivik y van armados, pero los intentos de
comunicación con Delta Force se ven imposibles. Esto se debe a que el Sistema de
Comunicación de Emergencias Noruego estaba en proceso de actualización de analógico a
digital, además de que los Delta funcionaban con digital y la policía con analógico, siendo la
comunicación de muy mala calidad.
El desconocimiento del número de atacantes conlleva un gran temor a las propias víctimas y a
las Fuerzas de Seguridad, ya que desconocen aquello a lo que se van a encontrar, casi a
ciegas. Esto lleva a que los jóvenes crean que hay cuatro oficiales de policía atacando
indiscriminadamente con un rifle por toda la isla, y se siembra el pánico. Como efecto de este
desconcierto, los oficiales del muelle esperan refuerzos Delta, y envían 23 oficiales armados
porque pensaban que el nivel de amenaza era de un mayor número de atacantes. Una vez que
llegan los Delta Force, se encuentran sin transporte aéreo para poder desplazarse a la isla y sin
el ferry principal, por lo que recurren a un bote de la Policía Local. Resultó un desastre
absoluto, ya que había demasiados ocupantes en el bote, y tras 200 m éste se detiene,
produciendo una acumulación de agua en la parte trasera al intentar retroceder al muelle y se
estanca el motor. Terminan siendo rescatados por un navío civil, produciendo así un retraso
extra que supuso un mayor número de asesinatos que no pudieron ser evitados. Finalmente
llegan los refuerzos Delta 55 minutos después de la notificación del ataque. Este retraso de 16
minutos supuso 20 asesinatos que podían haber sido evitados.
En el mes de marzo de 2012, la Policía y la PST admiten los errores de la operación en una
disculpa pública por no haber detenido a Breivik con anterioridad. El gobierno noruego
aumentó la inversión para la PST y mejoró las comunicaciones y el transporte para sus
Servicios de Emergencias. Breivik fue acusado de actos de terrorismo y asesinato con una
sentencia de 21 años de máximo en prisión.
Como conclusión se extrae que según Helge Luras, un analista de seguridad, Breivik se
inspiró en grupos yihadistas radicales del sur y el centro de Asia que actúan en Pakistán,
Afganistán y la India. Copia tácticas de sus enemigos, y produce un caos generalizado con
ataques múltiples que distraigan y confundan a las fuerzas de seguridad. De este modo, el acto
terrorista de Oslo fue un mero medio para devastar al gobierno y ganar tiempo para
trasladarse a Utoya y cumplir su objetivo principal, los líderes y futuros líderes políticos del
Partido Laborista, creyendo así que serviría de ejemplo para darse cuenta de cómo se ha de
acabar con el multiculturalismo en Europa, comenzando por acabar con aquellos que lo
permiten, los políticos.
Bibliografía
Documentales
- «Masacre en Oslo»; Discovery Channel
- «Documentary on Anders Behring Breivik»; BBC