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Magisterio Eclesial, El servicio de la Palabra

FRANCO ARDUSSO – 09/09/2019


l.C.I.C. Pueblo de Dios – Prof. Francisco Javier Jiménez López
Creo que conforme los años van transcurriendo las cosas poco a poco a poco se van
entendiendo de diferente manera cuando se hace el esfuerzo por profundizar en ellas, pero
cuando el ritmo acelerado en el cual el hombre de hoy se ve envuelto es difícil que tome un
espacio y tiempo para reflexionar sobre los puntos integrantes de su ser, como lo son en este
caso su fe.

Los padrinos en algún tiempo de la historia de la Iglesia eran realmente los encargados
de transmitir la fe a aquellos niños, eran quienes tenían la responsabilidad de cuidar el
crecimiento en el conocimiento a Dios, sim embargo con el pasar de los años las cosas van
cambiando, las responsabilidades se van relajando hasta llegar a un punto en el que parece
ser únicamente que lo que en un principio era una tarea esencial ahora solo es como un dicho
entre la gente. Por ello con esto quiero decir que ahora el desconocimiento de la fe en
Jesucristo es el resultado de tantos conflictos, mal entendidos, disputas y separaciones de
tantos católicos. Cómo poder dialogar con aquellos que ni siquiera tienen la mínima idea de
su fe, es entonces que quien no conoce, solo quiere atender sus necesidades, sus deseos,
porque el desconocimiento de su fe lo incita a velar por sus propios intereses. Por lo que las
tensiones que se generan en la iglesia, no quiero decir que todas, pero si algunas es el
resultado de esto.

Y más ahora en la que la cultura pide un desenfreno en lo sexual, mientras que la


iglesia propone un estilo de vida siempre en vista a la dignidad de la persona. Pero para
muchos jóvenes la iglesia católica ve en lo que se refiere a la familia y lo sexual como un
muro difícil de pasar para vivir como la masificación de la sociedad quiere y lo que el
magisterio nos dice.

No se verdaderamente hasta qué punto verdaderamente la Iglesia no escucha las


necesidades de su pueblo, quizás en algún tiempo no lo hacía, por lo mismo de lo difícil de
las comunicaciones, pero creo que ahora en donde nos encontramos interconectamos es
difícil no saber qué es lo que nos propone la Iglesia, ahora en mi opinión creo que la Iglesia
sí escucha y tenemos muchos ejemplos de eso.

Cuando habla Hans küng creo que tenemos que entender su pensamiento y de ahí
interpretar lo que propone porque su punto de separación es el reconocimiento del papa y
todo lo que en el recae, lo que ciertamente sí es, es que el papa no es infalible en todo, algo
que se ha mal interpretado porque solo es infalible en fe y costumbres.

Es así que para muchos piensan que el magisterio y la Iglesia en general solamente
insisten unilateralmente en temas morales, sembrando el camino de los creyentes de
prohibiciones y preceptos, en lugar de proponer una buena noticia liberadora del evangelio.
Cuando la realidad es efectivamente una moral liberadora. Desde luego, para muchos solo
nos alcanzan el conocimiento de los mandamientos para captarlos como prohibiciones, en
donde concebimos una moral cerrada, pero bueno es aquí donde entra el papel del teólogo y
de nosotros como futuros sacerdotes, el formar las conciencias y buscar el sacar a quienes se
encuentran en una conciencia errónea, el formar en lo que se desconoce y mostrar que la
moral no es prohibitoria no moralizante. Es una tarea para el teólogo introducir el mensaje
evangélico en una cultura de liberalismo, en una cultura tan mediática y controlada y en la
multiculturalidad. Sin embargo, creo que se puede.

Ante esto algo en lo que la Iglesia incluso en la formación de los seminarios pareciera
que aún se ve el dualismo de platón y la influencia del estoicismo, que se ha crecido por tener
una formación integral sin embargo creo que por ahí hay algo en lo que necesitamos crecer
más en la integridad del crecimiento, porque al final de cuentas como nos formemos, es como
formaremos a los fieles congregados.

Miguel Ángel García Guerrero

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