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Prefacio
La Visita de los Magos
Conclusión del Sermón del Monte
Jesús Sana a un Leproso
Llamamiento de Mateo
La Parábola del Sembrador
Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén
La Gran Fiesta Evangélica
La Venida del Hijo del Hombre
El Dilema de Pilato
La Resurrección de Jesucristo
Jesús Sana a un Paralítico
El Endemoniado Gadareno
La Transfiguración
Jesús Enseña Sobre el Hogar
El Ciego Bartimeo Recibe la Vista
El Primer Culto de Navidad
El Primer Mensaje de Jesús en Nazaret
Jesús Resucita al Hijo de la Viuda en Naín
La Oveja Perdida
La Moneda Perdida
El Hijo Perdido
El Día de los Difuntos Fieles
Jesús y Zaqueo
Pedro Niega a Jesús
Tribulaciones de un Hombre de la Casa Real
El Perdón de la Mujer Adúltera
Unos Griegos Buscan a Jesús
Jesús Lava los Pies de Sus Discípulos
Hay Sueños Que Salen Ciertos
La Oración Sacerdotal de Cristo
Jesús Vino Cerca del Pecador
Elección del Sucesor de Judas
La Vida de los Primitivos Cristianos
La Curación de un Cojo
Sólo Jesucristo Salva
Los Cielos Abiertos
La Conversión del Joven Saulo
La Conversión del Carcelero de Filipos
Dios
La Justificación Según Pablo
La Vida Espiritual
La Historia Espiritual del Creyente
El Desarrollo de la Salvación
Diferencia Entre la Salvación y los Premios
La Fiesta Conmemorativa
Las Excelencias del Amor
Cómo Se Llega a Ser Cristiano
El Día de Salvación
El Don de Dios en Navidad
El Evangelio Según Dios
Los Siete Caminos en Efesios
La Paz de Dios
La Verdadera Guerra Mundial
Salutación de Pablo a los Filipenses
Entrelazando Afectos Cristianos
Una Iglesia de Poder
La Vida Resucitada del Creyente
Un Pastor Ejemplar
La Esperanza Bienaventurada
La Santificación
Algunas Señales de la Segunda Venida del Señor
Un Compendio Abreviado de Nuestro Credo
El Maestro de la Escuela Dominical
El Rey y Señor
Ultimas Instrucciones de Pablo
Introduciendo el Evangelio
Solución a los Problemas Sociales
¿Qué Es el Hombre?
La Fe Que Alcanza la Salvación
Deberes de la Iglesia Para Con su Pastor
La Justificación Según Santiago
La Redención
El Día de la Segunda Venida del Señor
Dios Es Amor
Necesidad de Recibir y Obedecer la Verdad
El Sentir Misionero de Todos los Tiempos
Siete Caídas del Creyente
El Apocalipsis de Dios
INTRODUCCION
En este segundo tomo, a semejanza del primero, hay setenta y ocho bosquejos
bíblicos, basados esta vez en los veintisiete libros del Nuevo Testamento. Estos
bosquejos, resultado de un ministerio largo y fecundo de un siervo de Dios, el hermano
Daniel Campderrós, son de mucho provecho para los predicadores del evangelio, pues
aparte de abarcar todos los asuntos básicos e importantes del Nuevo Testamento,
contienen pensamientos luminosos y sugerencias atinadas. Por tanto, nos complacemos
en recomendar la lectura, el estudio y aun el uso práctico de estos bosquejos, todo lo
cual será luz e inspiración para quien así lo haga.
—Adolfo Robleto D.
PREFACIO
El autor de estos bosquejos hizo sus estudios ministeriales en el Seminario
Teológico Bautista Internacional y en el Instituto Bíblico Interdenominacional de la
Unión Evangélica de Sudamérica, en la Argentina.
Como es obvio, tales bosquejos están impregnados de las enseñanzas adquiridas de
consagrados profesores, como lo son el doctor S. M. Sowell, J. C. Varetto, W. T. T.
Millham y otros, que decididamente contribuyeron a mi formación pastoral por lo que
tengo sobrados motivos de gratitud a Dios.
Debo también reconocer la “ayuda idónea” de mí querida esposa doña Violeta, la
cual con su preparación misionera, su fidelidad al Señor y sus dotes muy peculiares, ha
contribuido a una ininterrumpida y eficaz orientación en la obra efectuada en los tres
pastorados que el Señor ha tenido a bien confiarnos durante treinta y cinco años
consecutivos de labores ministeriales.
Los trabajos anteriores al año 1930, sólo fueron de orientación y preparación. Luego
nos hicimos cargo de los pastorados de Juárez y Tandil, provincia de Buenos Aires,
Argentina; y, desde el año 1957, del de la Iglesia Evangélica Bautista “EBENEZER” de
Tarrasa, Barcelona, España.
Este segundo tomo, contiene 78 estudios bíblicos bosquejados a través de los 27
libros del Nuevo Testamento, incluyéndolos a todos.
Cada bosquejo tiene su correspondiente porción bíblica, con referencias e
ilustraciones también bíblicas; de ahí que nadie debiera usar tales bosquejos sin antes
leer, no menos de tres veces, la porción señalada. Sin esa debida consideración a las
Santas Escrituras, no creemos que tales bosquejos tengan mayor importancia: “Porque
la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón” (Heb. 4:12).
Bien sabemos, como dice el doctor A. Vinet, que “El fin de toda predicación es
llevar al pecador temblando a los pies de la misericordia.” Así se esforzaron Isaías,
Ezequiel, Juan el Bautista, Pedro, Pablo y otros, para que sus oyentes se arrepintiesen y
confiasen incondicionalmente en Jesucristo, ya profetizado en el Antiguo Testamento, y
cuando hablan a los convertidos siempre procuran animarlos a permanecer firmes en su
Señor y Salvador.
Todo testigo consciente del Señor, debe recordar a lo menos dos cosas
fundamentales:
Primera, ORAR bien. Ningún predicador debe presentarse en público sin antes
haberse presentado a Dios, contándole sus inquietudes y temores, y seguro de que saldrá
de allí como salió Moisés del monte Sinaí, radiante y con el rostro resplandeciente, y
aunque él no lo sabía bien, lo sabía su auditorio (Ex. 34:29). Nuestras congregaciones,
al oírnos, deben tener la sensación de que hemos estado con Jesús (Hch. 4:13). Si
sabemos orar bien, estudiaremos mejor, y nuestras predicaciones obtendrán, cada
domingo, resultados positivos.
Segunda, LEER bien. No todos saben dar a la lectura bíblica su debida importancia;
de ahí la necesidad de leer la porción asignada con anterioridad, para que cuando llegue
el momento de leerla en público, todos puedan oírnos con seguridad y claridad.
Debemos leer en forma pausada y con voz clara. Hay que procurar que la Biblia que se
usa en público sea de letra grande y clara. Las ediciones de bolsillo no se prestan para
leer en alta voz, y menos aún, si se quiere citar algún versículo durante la disertación del
tema.
Personalmente, creo que todo mensaje debe sujetarse a la lectura bíblica leída, sin
andar paseándose por todas las Escrituras. La mente no puede retener tanta variedad de
ideas dentro de un máximo de cuarenta minutos. En Proverbios 25:16, leemos:
“¿Hallaste miel? come lo que te basta, no sea que hastiado de ella la vomites.”
Es mi sincero anhelo que estos bosquejos bíblicos, a través del Nuevo Testamento
constituyan una buena ayuda a nuestros amados hermanos, quienes a semejanza de
Pablo en la ciudad de Atenas, sentirán que “su espíritu se enardecía viendo la ciudad
entregada a la idolatría” (Hch. 17:16).
—Daniel Campderrós
LA VISITA DE LOS MAGOS
Mateo 2:1–12
Estos sabios vinieron de la región donde comenzó la raza humana.
Tierra de Abraham y cautiverio judío; donde esperaban al Mesías.
Daniel 9:24-25, habló del tiempo y Moisés de la estrella. (Núm. 24:17).
Eran de elevada posición social; tenían acceso al palacio de Herodes.
I. LO QUE DICEN LAS TRADICIONES
Que eran tres, posiblemente por sus dones de oro, incienso y mirra.
Oro, habla de la realeza y gloria de Jesús. “Gloria magnífica dejó.”
Incienso, habla de la vida entera de Jesús, fue cual incienso agradable.
Mirra: Una especia para ungir los cadáveres, habla de la cruz y la resurrección.
También les han dado nombres: Melchor, Baltasar y Gaspar.
Melchor: Anciano, de cabello blanco; asiático, cuna de civilización.
Baltasar: Madurez, de piel negra, habitante de la franja ecuatorial.
Gaspar: Juventud, moreno, europeo. Semejante a los tres hijos de Noé.
Jesús, ni blanco ni negro, posiblemente moreno, abarcando toda raza.
Había magos fieles cual Daniel y otros charlatanes cual Simón.
II. LO QUE DICEN LAS ESCRITURAS
Unos magos, posiblemente muchos. No reyes, sino magos o sabios.
Todo oriente conocía la historia israelita, el pueblo de Dios.
Guiados por una estrella, Dios habla a los hombres conforme a su facultad.
No preguntan si ha nacido, están seguros, sólo buscan el lugar.
En aquella Navidad de Belén se unieron tres maravillosas estrellas.
1. La estrella natural que condujo a los magos hasta el rey de los judíos.
2. La estrella de la fe que brilló en sus corazones al verle.
3. Y la estrella más pujante: Jesús mismo, quien resplandecía. (Apocalipsis 22:16).
III. FUERON CREYENTES ABNEGADOS Y OBEDIENTES
Viaje largo y penoso, no miraron ni edad, ni comodidad. ¡BUSCABAN!
¿Valdría la pena? ¿Sería el recién nacido? Allí no hubo milagro.
En aquella casa no había vestigios de realeza. Fueron constantes.
Su error de ir a Jerusalén es el de muchos. Ciudad, lujo, poder, religión.
Nos cuesta aceptar lo natural y común. Miremos los pesebres hoy.
El pesebre no transforma a Jesús; él es quien transforma al pesebre.
IV. FUERON REVERENTES Y ENTUSIASTAS
Príncipes, sacerdotes y escribas, saben y enseñan las Escrituras.
Creen que nació y se ponen en contra y aun desean matarlo. (2:8).
Todo parecía conjurarse; con razón se regocijaron. (2:10).
El lejano oriente vio lo que no vio Belén. (8:11, 12; 12:42).
Abrir sus tesoros es abrir sus corazones al Salvador. (2:11).
CONCLUSION DEL SERMON DEL MONTE
Mateo 7:13–27
Empieza con grande bendición (5:3) y termina con gran ruina. (7:27).
Nosotros también oímos este sermón ¿Qué haremos con él? (7:13, 14).
Lo que determina el valor del carácter es la conducta.
No el vestido. La verdadera naturaleza ha de expresarse. (7:15-20).
Lo corrupto no puede producir lo bueno, ni lo bueno lo corrompido.
I. CUATRO FIGURAS PRACTICAS
1. Dos puertas hablan de DECISION. Denotan un acto definitivo.
Angosta, no podremos entrar con el fárrago de justificaciones.
2. Dos caminos, hablan de DIRECCION. El hábito ya está formado.
El espacioso se angosta más y más; el angosto va ensanchándose.
3. Dos árboles hablan de CONDUCTA. El carácter ya está adquirido.
Es mejor que las ovejas parezcan lobos, y no que los lobos parezcan ovejas.
4. Dos casas hablan del DESTINO. ¿Cómo y dónde edificar mi vida?
II. TRES AMONESTACIONES SOLEMNES
1. Contra falsas religiones. (7:21). “No todo el que me dice: Señor…”
Palabras piadosas sin obras no satisfarán al Señor.
El que llama a Jesús Señor, debe obedecerle incondicionalmente.
2. Contra religiones de mérito. (7:22). Obras sin fe es aun peor.
Juan el Bautista no hizo milagros pero fue grande. (Juan 10:41).
3. Contra apariencias de fidelidad. Oyen y rechazan el mensaje.
El tormentoso día del juicio pondrá a prueba toda religión.
III. DOS CIMIENTOS OPUESTOS
Sobre la Roca, es lo prudente, lo razonable y previsor.
Sobre la arena, es lo insensato y sin sentido.
Aquí hay dos edificios; dos fundamentos; dos pruebas; dos resultados.
1. Lluvia, afecta al techo, “concupiscencia de la carne”. Lo carnal.
2. Ríos, afecta el cimiento, “concupiscencia de los ojos”. Lo mundano.
3. Vientos, afecta los costados, “soberbia de la vida”. El Diablo.
Tu vida aparentemente puede ser tan hermosa como otra. ¿Y la base?
IV. UN SOLO RESULTADO
Todos edificamos, todos podemos elegir el fundamento.
Todo fundamento será probado. Un solo fundamento permanecerá.
Si la base es ROCA, soportará la prueba, si arena, gran ruina.
He aquí el destino fatal del que edificó fuera de la roca. (7:27).
JESUS SANA A UN LEPROSO
Mateo 8:1–4
Después del monte, el valle; después de la doctrina, las obras.
La lepra es símbolo del pecado con toda su repugnancia.
1. Principio insignificante. 2. Desarrollo paulatino. 3. Grave resultado.
4. Repugna a otros. 5. Incurable por medios humanos. 6. Separa de otros.
El v. 2, dice: “vino un leproso y se postró ante él”.
I. VINO
Esas multitudes lo seguían por la autorídad de su palabra. (7:28, 29).
“Le seguía mucha gente.” ¿Por qué no incluir a ese leproso con la gente?
Porque el hombre entre la gente nunca se conoce ni le conocen.
Así separado de la multitud, vino a Jesús, no podía disimularlo.
El dolor despierta la conciencia, la intelectualidad y hace hablar.
La lepra afecta al cuerpo, es triste. El pecado del alma es desesperante.
II. UN LEPROSO
No dijo “si puedes”, sino “sí quieres”. Está seguro que puede.
Pero no tiene la misma seguridad de su voluntad y misericordia.
Cristo en su hermosa respuesta revela su voluntad y poder.
El Señor siempre responde a las necesidades individuales.
No salva por multitudes, sino a uno por uno; cada necesidad.
El “quiero” del Señor pone de manifiesto el anuncio de Lucas 2:14.
III. Y SE POSTRO
El publicano bajó la cabeza, se arrodilló. Notemos:
1. Su esperanza, “vino”. 2. Su reverencia “postrado”. 3. Fue al Señor.
4. Ferviente ruego. 5. Definitivo “límpiame”. 6. Tenía fe, “si quieres”.
7. Sumiso a su voluntad. 8. Fue eficaz, limpiándole de su lepra.
Si nosotros orásemos siempre así, el avivamiento pronto vendría.
Se cumple. (Isaías 53:4. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades.) (8:17).
IV. ANTE EL
En Jesús hay voluntad pronta, “quiero”; y hay poder, “sé limpio”.
Le ordena tres cosas: Silencio. Antes de publicarlo debía probarlo.
Obediencia. La Ley debía quedar satisfecha. Ser reconocido.
Gratitud. Debía ofrendar. Los frutos debían ser aprovechados.
El quiere y puede salvarte, si sólo confías en él.
Murió por salvarte y puede guardarte, si sólo confías en él.
No hay nada que comprar, no hay nada que pagar; en la cruz Cristo exclamó: “consumado
está” y ahora él quiere, y puede salvarte si sólo confías en él.
LLAMAMIENTO DE MATEO
Mateo 9:9–13
Ocupación: publicano, cobrador de impuestos a favor de Roma.
Carácter: avaro, amador del dinero, dejó la religión israelita.
Reputación: pecador, mirado como un leproso espiritual. (v. 11).
Poseía tres nombres: humano, Mateo; religioso, Leví; nuevo, SIGUEME.
Mateo significa: “don de Jehová”; Leví “entrelazado”; Sígueme “salvado”.
El valor de la vida no está tanto en títulos, como en acciones.
I. NECESIDAD DEL HOMBRE
El no lo dice, pero Lucas 5:27-29, dice el nombre hebreo Leví.
Dejándolo todo, hizo gran banquete a muchos publicanos.
Realmente nada le satisfizo, por eso Mateo necesitaba a Jesús.
Era rico, (v. 10) pero sin Dios era pobre.
Ser hijo del pacto, no le aportó ninguna satisfacción práctica.
Estaba enfermo (v. 12), necesitó de misericordia (v. 13), era pecador (v. 13),
Abrió dos puertas principales, la íntima del corazón y la pública. (v. 10).
Mejor es hacer del cielo nuestro banco que de nuestro banco un cielo.
El llamamiento es solo a los pecadores, no a los justos. (v. 13).
II. NECESIDAD DE JESUS
No lo llama por el nombre humano, ni por el religioso, sino le ordena “SIGUEME”.
Que Jesús llame a un hombre semejante es incomprensible.
Nosotros buscamos los mejores hombres, los más ínstruidos, preparados y nobles.
Realmente ¿qué es lo que Jesús vio en Mateo? Si todo era malo.
Nosotros juzgamos por lo que vemos, Jesús por lo que llegará a ser.
III. RESULTADOS DE SEGUIR A JESUS.
Al dejar lo que perece, Cristo nos equipa con lo que permanece.
Cristo toma nuestros talentos, y nuestras fuerzas para su gloria,
Empleó la pluma y la tinta de esta vida pecaminosa, para escribir.
Un Evangelio para gloria de Dios y bendición del mundo.
El testimonio público siempre tiene dos propósitos:
1. Despedida de la vida vieja y costumbres pecadoras.
2. Bienvenida a la vida nueva, y al mejor amigo, Jesús.
LA RESURRECCION DE JESUCRISTO
Mateo 28:1–20
Es el evento más importante de todo el cúmulo de hechos.
Hacia el cual se dirige toda la historia anterior y posterior.
Ha penetrado los siglos y ha cambiado el aspecto del mundo.
I. ES FUNDAMENTAL AL CRISTIANISMO
¿Realmente se levantó de los muertos? ¿Qué fue de su cuerpo?
Sus enemigos lo habrían mostrado para desacreditar tales pretensiones.
Sus amigos, hubieran basado su fe en una mentira. Nadie se hace matar por una falsedad.
No solo creyeron por la tumba vacía sino que ellos lo vieron.
Y no una vez, sino muchas, a solas y en grupos, (1 Corintios 15:4-8).
No es especulación filosófica, sino un hecho histórico.
Ha resucitado: lo anuncian los ángeles a las mujeres; los apóstoles al mundo.
El Estado puso dos barreras: legal, el sello; la fuerza, los soldados.
Dormid, políticos y religiosos, no sabéis a quién sepultásteis.
II. ES FUNDAMENTAL A LA PERSONA DE CRISTO
Por la pecaminosa impugnación: (vv. 13-15) (Hechos 26:8-15).
Si nació, vivió y murió sin pecado podemos creer en la resurrección.
Si siendo justo, fue capaz de cargar el pecado de los injustos, entonces no sólo es fácil
creerlo, sino imposible no creerlo.
El que fue sin pecado, no podía quedar preso en la tumba.
Con la resurrección todo toma proporción, orden y armonía.
Sin resurrección: misterio, laberinto sin guía; acaba en viernes santo.
III. ES FUNDAMENTAL A LA OBRA REDENTORA
Muerte y resurrección son inseparables. Puso su vida para vivir.
En el monte hablaron de su “salida”. Muerte no es salir. (Lucas 9:31).
Cumplida la Ley para permitir la entrada de la Gracia.
El pecado trajo enfermedad y muerte. Cristo trajo salud y vida.
Si en la cruz tenemos redención, en la tumba hallamos renovación.
IV. ES FUNDAMENTAL A NUESTRA SALVACION
Lo que al hombre natural le da miedo, al espiritual le da confianza.
Olas de miedo y asombro mortal caen entre los soldados. (v. 4).
Entre los fieles: “no temáis, venid, ved”. Primero venid. (vv. 5, 6).
Todo epitafio: “aquí yace”; el de Jesús: “aquí ha resucitado”. Vedlo.
Nos llama: siervos, discípulos, amigos, hermanos. (v. 10).
Ha resucitado. “No le vi”, dijo uno, “pero hoy hablé con él”.
JESUS SANA A UN PARALITICO
Marcos 2:1–12
Hay en las Escrituras tres ciudades, sin tomar en cuenta a Jerusalén, relacionadas con Jesús.
1. Belén: aldehuela de Rut, David. Lo más sobresaliente es que ahí nació Jesús.
2. Nazaret: ciudad oscura que no se menciona en el Antiguo Testamento y sólo se menciona
para mal en el Nuevo Testamento.
3. Capernaum: Jesús no nació ni se crió en esa ciudad; no obstante la llama: su ciudad.
Es que cada aldea, pueblo o nación, es ciudad de Jesús. (Mateo 9:1).
Cuantos más privilegios tenemos, más responsabilidades. (Mateo 11:23, 24).
I. LA PREDICACION DE JESUS
“Se oyó que estaba en casa.” ¡Ojalá se oiga que también está aquí!
Predicaba la Palabra, la de Dios, la que salva, no tenía otra.
Hay en las Sagradas Escrituras tres palabras con que Dios se ha revelado.
1. La Creativa: palabra de poder y gloria: “Los cielos …” (Salmo 19:1-6).
2. La Inspirada: que redarguye y limpia. “¿Con qué limpiará … (Salmo 119:9).
3. La Encarnada: se hizo carne. Es la Palabra que salva. (Juan 1:14).
Esos leguleyos conocían la letra de la Ley pero no a su Autor.
Jesús habla con autoridad, obra con poder y salva con seguridad.
II. LA PREDICACION DE LOS AMIGOS
Eran cuatro amigos diferentes, pero se pusieron de acuerdo para su propósito.
Mostraron interés, abnegación. Ante las dificultades siguieron adelante.
Tenían que caminar igual, bajar, subir a un tiempo, —cooperación.
¿Quién era el dueño de la casa? ¿quién pagó el gasto del techo?
Seguramente él mismo, cada uno debía aportar lo que podía.
El paralítico sólo debía dejarse llevar dócilmente y obedecer.
III. LA PREDICACION APLICADA
Nada le dijo de su mal. Lo principal no ERA el cuerpo sino el alma.
Lo que envenena la vida no es la parálisis sino el pecado.
1. Le dirigió un buen saludo: “Hijo.” Vínculo familiar.
2. Una buena noticia: “Tus pecados … SON perdonados.” No queda duda.
3. Un buen trabajo: “Levántate.” Esa fe ahora es visible.
Tres cosas: 1. Testimonio personal, “levántate” hay que arrepentirse.
2. Testimonio público “toma tu lecho”. “Tome su cruz y sígame”. (8:34).
3. Seguir es el testimonio espiritual, seguir es más que creer.
EL ENDEMONIADO GADARENO
Marcos 5:1–20.
Hay demonios malos, seductores, caídos, aquí es un demonio inmundo. (v. 2).
A veces vienen con enfermedades físicas, mentales y espirituales.
Es una fuerza sobrehumana, que se manifiesta con grande excitación nerviosa.
I. LA PERVERSIDAD DIABOLICA.
La venida de Jesús en carne trajo gran excitación demoníaca.
Jesús puso en movimiento el cielo, la tierra y el infierno.
Los demonios procuran entrar en cuerpos humanos para dominarlos.
El pecado tiene un precio muy elevado, perdonado o no. (1 Pedro 1:18, 19).
Para comprender el costo del pecado, hay que cruzar tres océanos: el del sufrimiento, el de
nuestro Señor y el del no arrepentido.
II. LA ACTIVIDAD DIABOLICA
El Diablo reconoce la persona y misión del Señor Jesús. (vv. 6, 7).
Se halla entre los testigos de la deidad de Cristo. (v. 7).
¿De qué sirve atar las manos y los pies si el corazón es malo? (7:1-3).
La impureza no se adapta a la persona, ni a la sociedad, ni a Dios.
Destruye la capacidad, no permite apreciar las cosas. (1 Corintios 4:4).
Si todos hemos pecado, todo está desorganizado, todo está embotado.
III. LA DERROTA DIABOLICA
El Diablo pide a Jesús tres cosas y Jesús se las concede.
1. Que no lo atormente antes de tiempo. (v. 7). (Mateo 8:29).
2. Que no lo envíe fuera de aquella región.
3. Que lo envíe a los cerdos. Son animales inmundos como él. (v. 2).
“¿Cómo te llamas?” El Diablo le había dado otro nombre. (Apocalipsis 3-12).
Legión significa muchos, y el pecador nunca podrá librarse.
IV. LA LIBERACION DEL DIABLO
Algo extraordinario pasaba y muchos vieron y oyeron. (vv. 15, 16).
Para algunos perder los puercos significó más que el gadareno.
Algunos creerían en Cristo mientras no afectara sus rentas. (Hechos 16:16-20).
1. Sentado. Calma corporal; victoria personal sobre la carne.
2. Vestido. Calma colectiva; victoria en la sociedad y en el mundo.
3. En juicio. Calma espiritual; victoria sobre el diablo, “volvió en sí”.
En Isaías 61:10 hay cuatro cosas: salud, justicia, gozo y riqueza.
LA TRANSFIGURACION
Marcos 9:1–13
La tradición señala el bello y grande monte Tabor de Galilea.
El Señor que sabe la inclinación idólatra del hombre, lo calla.
I. LA OCASION
De noche, unos siete meses antes de la crucifixión; habló claro. (8:31).
V
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Campderros, Daniel: Bosquejos Biblicos : Tomo II. El Paso : Casa Bautista de Publicaciones,
2003, S. 9