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David Pinillos presenta en la Seminci "Bon appétit" E-mail

David Pinillos presenta

El realizador David Pinillos (Segovia, 1974) ha presentado en el Festival de


Valladolid su ópera prima, "Bon appétit", que estrenará el 12 de noviembre y donde
mezcla la importancia de perseguir los sueños sin desmayo con una historia de
amistad y amor que acaba por desbordar a los personajes.

EFE. Valladolid / 27 de octubre de 2010

"La sociedad en que vivimos va en busca de objetivos", es materialista, ha explicado a


Efe el cineasta segoviano, a quien le interesa más la gente que intenta alcanzar su
objetivo "se consiga o no".

Pinillos ha elegido la cocina como telón de fondo porque "necesitaba algo que fuera
una pasión" y los fogones, al igual que la música o el cine, necesitan sacrificio: "tiene
parte de arte y de negocio", ha precisado.

La película, presentada en la sección Spanish Cinema del Festival de Valladolid, narra


el viaje hasta Zurich (Suiza) de un joven chef español, encarnado por Unax Ugalde,
donde ha conseguido plaza en un prestigioso restaurante en el que se encontrará con
una joven sumiller.

La complejidad del amor, que parece "muy sencillo" y cómo se mezcla con la
amistad, son dos de los asuntos principales del relato romántico de Pinillos, algo que
todos "disfrutamos y padecemos", ha admitido el realizador.

El desorden emocional en el que se encuentra el protagonista le servirá para


reencontrarse a sí mismo y volver a establecer sus prioridades.

Cuatro años ha tardado Pinillos en sacar adelante este proyecto, rodado en España,
Suiza y Alemania en siete semanas, y que se ha grabado en inglés y cuenta con un
equipo internacional.

La acogida por parte del público en este preestreno ha sido "muy emocionante", ha
confesado Pinillos antes de recordar que el de Valladolid es un festival al que tiene
"un cariño especial" por las veces que ha acudido como espectador.

"Bon appétit" ya acudió a los festivales de cine de Zúrich (Suiza) y Toulose (Francia),
así como al Festival de Cine español de Málaga donde consiguió varios premios:
Premio Especial del Jurado, premio Jurado Joven, el galardón de la Asociación de
Escritores Cinematográficos de Andalucía, el reconocimiento al mejor guión, mejor
actor (Unax Ugalde), y mención especial a la actriz Nora Tschirner.

Tejedor convierte en héroes anónimos a los cuidadores enfermos de Alzheimer

No son actores famosos, ni han pisado una alfombra roja en su vida, desconocen las
entrevistas e ignoran el oropel de la fama, pero son los protagonistas de un
emocionante documental, que se estrena hoy en el Festival de Valladolid, cuyo
director, Óskar Tejedor, ha convertido en héroes anónimos.

El síndrome del 'burn out' o de las 'personas quemadas' es uno de los efectos
colaterales que padecen las personas más próximas a los enfermos degenerativos,
entre estos los afectados por el Mal de Alzheimer, que Óskar Tejedor ha plasmado en
el documental "Cuidadores", que se presenta en la sección Tiempo de Historia.

Más de cuatro años ha invertido Tejedor (Telleriarte, Guipúzcoa, 1968) en la


gestación de una cinta que ha dedicado a la memoria de su padre, fallecido a causa del
alzheimer, y que ha sido estrenada hoy en España dentro de la sección Tiempo de
Historia de la 55 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

"No se trata de ningún documental científico, sino de la observación real y directa de


algo que acontece con frecuencia a las personas que deciden hacerse cargo de
enfermos degenerativos", ha explicado hoy a Efe Tejedor acerca del "conflicto
emocional" que aqueja a esos seres queridos "en todos los órdenes".

Se ha valido para ello de siete casos reales que ha convertido en protagonistas de


"Cuidadores", el cuarto documental de su trayectoria profesional y en cuya realización
ha contado con el asesoramiento de profesionales clínicos en los terrenos de la
neurología, psicología, medicina geriátrica y asistencia social.

Todos ellos, entre 30 y 82 años de edad y con la ciudad de San Sebastián como telón
de fondo, "abarcan los abanicos posibles dentro de los cuidadores", tanto desde el
punto de vista del parentesco como el estadio evolutivo de la enfermedad en cuestión,
según ha explicado el cineasta.

"El desgaste físico y psíquico de los asistentes, sus tristezas y emociones ante el
desarrollo del mal es algo que no percibe la sociedad, son voces mudas que no se
oyen y que se afanan por decir algo", ha agregado Óskar Tejedor.

Sometidos a una intensa carrera de fondo, los familiares que más directamente se
ocupan de los enfermos "luchan por equilibrar su sentimiento de amor hacia el ser
querido con la vida personal", ha agregado.

Es el caso de una de las jóvenes protagonistas del filme, hija de una afectada y cuya
vida se ve alterada por esa dedicación a tiempo completo, día y noche, hasta el punto
de tocar la depresión como le ocurre a otra cuidadora, también de una madre pero en
este caso nonagenaria y a la que se niega a trasladar a una residencia.

"Hasta que no te llega, no lo entiendes" o "Parece mentira, una mujer con tanta
vitalidad..." son algunas de las frases que pronuncian esos cuidadores, algunos de los
cuales se enfrentan al problema con una edad avanzada, sin apenas preparación y que
les obliga a cambiar su rol tradicional.

Ancianos que cocinan, hacen la compra, limpian y asean a sus cónyuges en absoluta
soledad también se puede apreciar en "Cuidadores", y a quienes la enfermedad de sus
deudos se proyecta en ellos en forma de depresión y vidas truncadas por un acendrado
sentimiento de culpabilidad.
El rodaje en ocasiones con cámara al hombro y planos muy próximos, con el fin de
acentuar el dramatismo, figura entre los recursos fílmicos que ha utilizado Óskar
Tejedor junto a la música y a algunos símbolos como los túneles de carreteras y los
calendarios como metáfora del inexorable paso del tiempo.

Óskar Tejedor, ingeniero de formación, es un guionista y director independiente que


cursó estudios de cine y televisión en Lille, París y Madrid.

"Cuidadores" es su cuarto documental después de "Balenciaga, permanecer en lo


efímero" (2009), sobre la vida y obra del modisto Cristóbal Balenciaga; "Txalaparta,
el eco de un pueblo" (2006) y "Ochumare: Orisha of the Rainbow" (2002).

Cohan somete al espectador de la Seminci a un dilema moral con "Sin retorno"

El primer trabajo del realizador argentino Miguel Cohan, "Sin retorno", estrenado hoy
en el Festival de Valladolid, atrapa al espectador en un dilema de índole moral al
obligarlo, de una forma muy sutil, a pensar cuál sería su reacción si estuviese en la
piel de cada uno de los personajes.

Ese interrogante se plantea en cada momento y acaso configura uno de los secretos de
una película sólida, creíble e imprevisible hasta el final, ya que el director esconde
hasta el último centímetro de celuloide, como un as en la manga, la actitud definitiva
de los protagonistas.

Un elenco muy solvente, inusual para un neófito detrás de la cámara y cimentado en


Federico Luppi, Leonardo Sbaraglia, Ana Celenteno y Bárbara Goenaga, gestiona la
trama de "Sin retorno", un 'thriller' psicológico que comienza con un atropello mortal
y fortuito por el que responde, con varios años de prisión, la persona equivocada ante
el premeditado silencio del verdadero culpable.

Miguel Cohan y su hermana Ana han elaborado a cuatro manos un guión donde no se
prejuzga a los personajes, tanto para evitar una película previsible como para "no caer
en maniqueísmos" que pudieran restar credibilidad a la cinta, una coproducción
hispano-argentina que surgió de un taller de proyectos cinematográficos para jóvenes
talentos auspiciado por la Casa de América y la Fundación Carolina.

Así se ha expresado Cohan al término de la proyección de su ópera prima en la 55


Semana Internacional de Cine de Valladolid, estreno en España, donde ha causado
una muy buena impresión entre el público y los informadores que siguen el certamen,
cuya sección oficial incluye un filme argentino más, "El mural", del veterano Héctor
Olivera y que se pasará mañana.

"Es una película que reflexiona sobre la justicia, en qué consiste, para qué sirve y
cómo actúa, pero también habla de responsabilidades individuales, sobre la
sensibilidad ética de ver si podemos ser mejores en algo. Nos plantea preguntas, nos
pone frente al espejo de nuestra propia identidad", ha explicado por su parte Leonardo
Sbaraglia.
Es la segunda vez que este actor argentino recala en el Festival de Valladolid, que ya
visitó en 2003 para presentar su participación en el elenco del filme "Cleopatra", de
Eduardo Mignogna y que integró junta a Norma Aleandro y Natalia Oreiro en sus
papeles fundamentales.

Al buen puerto que ha llegado "Sin retorno", al margen de la "experiencia increíble"


de haber contado con "unos actores excepcionales", Miguel Cohan ha añadido la
complicidad con su hermana a la hora de elaborar un guión que por esa razón "está
tan armado" y goza de "tanta intensidad".

Gerardo Herrero, el productor español, se ha referido a este largometraje como el


modelo de cine que él quiere o le gusta en este momento, así como "una buena
prueba" de las posibilidades de trabajo y colaboración que pueden desempeñar el cine
español y el iberoamericano.

Hasta alcanzar este doctorado cinematográfico, Miguel Cohan ha forjado su talento


principalmente como ayudante del director Marcelo Pyñeiro en filmes como "Cenizas
del paraíso" (1997), "Plata quemada" (2000), "Kamchatka" (2002) y "El método"
(2005).

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