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LA CONDUCCION DEL NIÑO

Cuando el matrimonio une, con el vínculo del amor, a dos corazones y dos vidas, y se
constituye así un nuevo hogar, una de las primeras preocupaciones de sus fundadores es que los
hijos que vengan a alegrar este nuevo hogar sean educados debidamente.
“En el hogar es donde ha de empezar la educación del niño. Allí está su primera
escuela. Allí, con sus padres como maestros, debe aprender las lecciones que han de guiarlo
a través de la vida: lecciones de respeto, obediencia, reverencia, dominio propio” (Pág. 13)
La educación del hogar significa mucho. Es una cuestión de vasto alcance. La obra de los padres
precede a la del maestro. Tienen una escuela en el hogar: el primer grado. El niño tratan de
aprender cuidadosamente cuál es su deber y de cumplirlo con oración, Los padres deben
preparar a sus hijos para entrar en el segundo grado, para recibir instrucciones de los maestro.
El hogar es la primera escuela donde el carácter de los niños se modele a la semejanza de un
palacio. Jesús recibió su educación en el hogar. Su madre fue su primer maestro humano. De
los labios de ella, y de los escritos de los profetas, aprendió las cosas del cielo. Vivió en un
hogar de aldeanos y con fidelidad y buen ánimo llevó su parte de las cargas de la casa. El que
había sido el comandante del cielo, consintió en ser un siervo voluntario, un hijo amante y
obediente. Aprendió un oficio, y con sus propias manos trabajó en la carpintería con su padre
José.

“Pocos comprenden el efecto de los modales suaves pero firmes, aun en el cuidado
de un bebé. La madre irritable e impaciente crea mal humor en el niño que tiene en sus
brazos, mientras que los modales suaves tienden a aquietar la nerviosidad del pequeño”. Esto
es algo que la verdad yo no sabía y es algo muy interesante por que como un bebe puede sentir
todo esto aun siendo niño.
“En las manos de ésta se concentra en gran parte su educación durante el período
de mayor sensibilidad y más rápido desarrollo. A ella se da en primer lugar la oportunidad
de amoldar su carácter para bien o mal. Debería apreciar el valor de esa oportunidad y, más
que cualquier otro maestro, debería estar preparada para usarla del mejor modo posible”.
Aquellos a quienes se confía el cuidado del niñito ignoran a menudo sus necesidades físicas;
poco saben de las leyes de la salud o los principios del desarrollo. Tampoco están mejor
preparados para atender su crecimiento mental y espiritual. Tanto sobre los padres como sobre
las madres descansa la responsabilidad de la primera, como asimismo de la ulterior educación
del niño, y ambos padres necesitan urgentísimamente una preparación cuidadosa y cabal. La
educación nunca llevará a cabo lo que podría y debería efectuar, hasta que se reconozca
plenamente la obra de los padres y éstos reciban una preparación para desempeñar sus sagradas
responsabilidades.

La voluntad de Dios es la ley del cielo. Mientras esa ley fue la regla de la vida, toda la
familia de Dios se mantuvo santa y feliz. Pero cuando se desobedeció la ley divina, entonces se
introdujeron la envidia, los celos y las luchas, y cayó una parte de los habitantes del ciclo.
Mientras se reverencie la ley de Dios en nuestros hogares terrenales, la familia será feliz. La
desobediencia y la transgresión siempre constituyen una gran ofensa contra Dios. La verdadera
felicidad en esta vida y en la vida futura dependen de la obediencia a un "así dice Jehová".
Padres, permitid que la vida de Cristo sea el modelo. Satanás ideará todo medio posible para
destruir esta elevada norma de piedad como si fuera demasiado estricta. Dios se, propone, que
aún los niños y los jóvenes comprenden inteligentemente lo que él requiere, para que puedan
distinguir entre la justicia y el pecado, entre la obediencia y la desobediencia. Los padres
deberían educar a sus hijos línea sobre línea, precepto sobre precepto, un poquito aquí, un
poquito allá, sin permitir ningún alejamiento de la santa ley de Dios. No hay que rechazar a los
niños cuando están tratando de hacer bien las cosas. Si cometen errores, si ocurren accidentes
y se rompen las cosas, no los culpéis. Toda su vida futura depende de la educación que les deis
en sus años infantiles. Enseñadles que las facultades de su cuerpo y mente les fueron dadas para
ser utilizadas en el servicio del Señor, y que todas pertenecen a él. Educadlos en hábitos de
trabajo para que el enemigo no convierta su mente en taller del mal. Dad a vuestros hijos algo
en que algo que hacer, para que estén capacitados para ser útiles en esta vida y en la vida futura.
Desde sus primeros años, debería enseñárselos a compartir las cargas del hogar. Debería
enseñárseles a comprender que las obligaciones son mutuas. También deberían aprender a
trabajar rápida y diestramente. Deben encontrar su mayor placer en ayudarles. Desde la
infancia, debería enseñarse a los niños que realicen las cosas que se adecúan a su edad y
capacidad. Los padres deberían animar a sus hijos a ser más independientes. Serios problemas
han de verse muy pronto en la tierra, y los niños deberían ser preparados de modo que sean
capaces para hacerles frente. Enseñad a vuestros hijos a ser útiles, a llevar cargas de acuerdo
con sus años; luego el hábito de trabajar se automatizará en ellos, y el trabajo útil nunca les
resultará penoso.

Fecha: 19/08/2018 Firma: __________________

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