I.

Reglas de Enfrentamiento en concepto del Comité Internacional

de la Cruz Roja.
¿Qué son las reglas de enfrentamiento?

Son un mecanismo básico para que los mandos superiores decidan cuando se debe desplegar una fuerza
militar y cuanta fuerza se puede emplear. Determinar el grado y las modalidades de aplicación de la fuerza,
así como los límites dentro de los cuales puede actuar un jefe. Se pueden trazar reglas de enfrentamiento
para restringir acciones concretas o para ampliar los límites de una acción, sin dejar de aplicar el derecho
internacional. Las reglas de enfrentamiento son la suma de varios factores, que incluyen el marco jurídico
de las operaciones, instrucciones políticas y misión militar.

Los sistemas de reglas de enfrentamiento varían según las fuerzas armadas. Suele hacerse la diferencia
entre órdenes impartidas a los más altos niveles decisorios para los mandos subordinados y las
instrucciones impartidas para portadores de armas individuales. Las primeras se denominan “reglas de
enfrentamiento” como tales y a las segundas se les designa a veces como “ordenes para abrir fuego”.

El límite mínimo de las reglas de enfrentamiento es el derecho a la defensa propia, puesto que no se
pueden poner límites a este derecho. El límite máximo para las reglas de enfrentamiento es el derecho
internacional, incluido el derecho de los conflictos armados, puesto que en las reglas de enfrentamiento
no se puede permitir lo que en el derecho se prohíbe.

¿Cuál es el papel central de las reglas de enfrentamiento para el caso colombiano? Las operaciones de la
Fuerza Pública en lugares donde hay presencia de grupos terroristas, buscan neutralizar y anular la
amenaza, utilizando el recurso de la fuerza mínima necesaria, cumplir la misión y los preceptos, de la
política de defensa y seguridad democrática. Adicionalmente y aunando esfuerzos con actores políticos,
civiles, militares y policiales, lograr la consolidación del orden constitucional y legal.

Las reglas de enfrentamiento son un instrumento efectivo para fomentar esta unidad de esfuerzos y el
control al recurso de la fuerza. El cumplimiento de las tareas de la institución castrense en estas
condiciones, protege no solo a la población civil, sino incluso a quienes tienen la difícil misión de recuperar
y/o mantener el orden, por cuanto les evita incurrir en conductas disciplinarias y/o penales constitutivas
de violaciones de DDHH e infracciones al DIH. Así mismo, legitima la acción del Estado y permite a la
población civil y a la comunidad internacional incrementar la credibilidad en la Fuerza Pública Colombiana.