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FACULTAD LATINOAMERICANA

DE ESTUDIOS TEOLOGICOS

Maestría en Estudios Teológicos


Miami Florida-USA

Espiritualidad en la Era Postmoderna y


su Influencia en la Iglesia Cristiana
(Ensayo de Apologética)

Elaborado por: Elio A. Boscán G.


Profesor Richard Ramsay
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Miami 02 de Mayo de 2008


Bosquejo

Introducción
1. Breve Resumen del surgimiento de la Postmodernidad
a. Extensión y Crisis del modernismo.
b. El termino Postmodernismo.
c. Definición de Valores en el postmodernismo.

2. La fe cristiana en el mundo occidental.


a. Religión sin fe, Religión sin Dios; el fin del teísmo – Espiritualidad en la
postmodernidad.
b. Características de la fe postmoderna.
c. Influencias postmodernas en el mundo evangélico

3. El Paganismo con Ropaje Postmoderno


a. Raíces de la seducción.
b. Avivamiento o apostasía - Idolatría en la iglesia.

4. La vuelta al cristianismo bíblico


a. El significado teológico del posmodernismo

Conclusión
Bibliografía
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Introducción
En el presente ensayo a realizar nos propondremos hacer una síntesis concisa del pensamiento en
relación a la espiritualidad en esta nueva era de postmodernismo. La decisión de desarrollar este
aspecto obedece básicamente desde el punto de vista de la apologética a la defensa del
cristianismo bíblico en este momento histórico, donde los vientos de doctrina están amenazando
los fundamentos de la fe cristiana por medio de la influencia dado la vulnerabilidad de la iglesia
en la presente era. Vale la pena considerar los siguientes conceptos que a continuación se
describen y que nos permitirán aclarar un tanto más el panorama o entorno que rodea a la iglesia
de Jesucristo. El doctor Bernard Coster en su Ponencia en el VIII seminario presencial del CEIBI
Salou, diciembre 2001 en España. Planteo los conceptos de postmodernismo y postmodernidad
de la siguiente manera:

Posmodernismo y posmodernidad son palabras que señalan ciertos fenómenos culturales de la


segunda parte del siglo XX, que tienen relación con la aceleración de la cultura a partir de los
años sesenta que todavía no tienen explicación definitiva. Las palabras mismas, por su fuerza
sugestiva, forman parte de los fenómenos que se llaman posmodernos. A veces parece que
establecen sus propios fenómenos. No son conclusiones, sino hipótesis de trabajo por las cuales
podemos investigar ciertas expresiones culturales. Su función es la de un imán que separa y aísla
ciertos fenómenos, para observar la analogía y lo común de ellos. ¿Podemos atribuir a ellos una
misma causalidad, una misma moralidad, espiritualidad, podemos explicarlos desde una misma
raíz? Por esta función de imán, posmodernismo es una palabra sobrecargada y vacua. Hay una
tendencia de agrupar demasiados fenómenos bajo su título: literatura, arte, teatro, arquitectura,
filosofía, historia, religión, medios de comunicación. En cada una de estas áreas se señala un
momento de cambio y de transición, pero también un vacilar entre moderación, renovación y
radicalización de los motivos. Para unos posmodernismo es el resumen de todas las fuerzas
destructivas de nuestro tiempo, para otros es la consecuencia necesaria de las tendencias
modernas, una señal de la dinámica de nuestra cultura. Para los pesimistas es una amenaza, un
mundo ajeno y extraño, el golpe mortal de los valores tradicionales, para los optimistas es un
momento de nuevas oportunidades y para los realistas es la consecuencia necesaria del proyecto
moderno. (Tomado de la web www.ire.es: Iglesias Reformadas de España, Octubre 2006).

El propósito del presente ensayo es determinar cuales son las características que identifican a la

espiritualidad en esta era postmodernista y como ha influido en la iglesia Cristiana. Partiendo de

algunos enfoques de autores como es el Dr. David Hunt y de Antonio Cruz y basándose en

algunos de sus escritos y argumentos deseo intentar dar una explicación breve y discernir con

claridad sus tendencias dentro de la iglesia Cristiana.


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Espiritualidad en la Era Postmoderna y su Influencia en la


Iglesia Cristiana

1. Breve Resumen del surgimiento de la Postmodernidad

Para iniciar este punto tratare de resumir solo lo que corresponde a la influencia de la

postmodernidad en lo que respecta a su influencia en las áreas de conocimiento como la lógica,

la filosofía y la religión porque de lo contrario me extendería mucho dado lo complejo del tema.

Prefiero concretarme en estos aspectos mencionados anteriormente porque de alguna manera

están más vinculados directamente con el concepto de espiritualidad desde el punto de vista

religioso.

Como sabemos el pensamiento predominante durante la Edad Media, permaneciendo durante el

tiempo hasta el presente por todas las variantes del cristianismo confesional, era teocéntrico, todo

girando en torno a Dios. Dios es la fuente de todo el bien, es el Creador del mundo y el Señor de

la historia. Las normas y los valores no se explican por el hombre, sino por Dios, y sirven para

sus propósitos. El hombre es considerado como un ser dependiente. Sólo hay una verdadera

religión. Ahora bien el enfoque modernista desde el punto de vista de su interpretación del

mundo y de la realidad es una cosmovisión que niega este teocentrismo.

Durante la Edad Media se manifiesta esta tendencia crítica en algunas áreas sobre todo durante el

renacimiento dando lugar a las bases del humanismo y creciendo al lado del cristianismo. Es en

el tiempo de la iluminación cuando este pensamiento se apodera de la cultura occidental y de


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todas sus expresiones. Es básicamente en ese instante cuando cristianismo se descalifica como

pre modernismo, y por eso, anticuado. Como lo expresa el Dr. Bernard Coster

El modernismo es antropocéntrico, sustituye la fe (confianza en autoridades) por la razón, que se


hace la última y única autoridad para explicar el mundo y para definir la moral.
El modernismo era la ‘liberación del hombre de su ingenuidad, de la cual él mismo era culpable
(Emmanuel Kant). Cree con una fe inmovible en la bondad y creatividad del hombre y confía la
construcción y el gobierno del mundo a los sistemas ideológicos (liberalismo y socialismo) y a las
ciencias. Es decir, encarga a las ciencias la responsabilidad de diseñar las alternativas del
programa político, económico, educativo y moral y espera que las ideologías den forma a estas
alternativas en un sistema democrático competitivo. Modernismo es el nombre de un proyecto
ambicioso para remodelar el mundo. Era un proyecto imperativo con esperanzas mesiánicas,
convicciones totalitarias y militantes. Aún las fuerzas conservadoras y reaccionarias se adaptaban
a su forma de pensar. De este modo el modernismo se introducía en el cristianismo, convirtiendo
la teología (moderna) en una aliada de su programa . (Tomado de la web www.ire.es: Iglesias
Reformadas de España, Octubre 2006).

Básicamente aquí podemos ver como el enfoque da lugar a un cambio de paradigma y Dios es

desplazado a otro plano para colocar al hombre como el centro de toda realidad, dando origen al

humanismo como fundamento de toda ciencia.

a. Extensión y crisis del modernismo

En el siglo XX el modernismo se hizo presente en todas las naciones. Surge la colonización y la

descolonización, marxismo y posmarxismo, nacionalismo y neoliberalismo como corrientes

filosóficas que empujaron a las naciones hacia el camino del progreso moderno. Con ello llego la

urbanización, industrialización, globalización y la influencia americana como parte de sus

efectos. El Dr. Bernard Coster menciona dentro de su ponencia dos momentos muy

determinantes dentro del proceso de transición del modernismo que considero son vitales desde

el punto de vista de la influencia para la llegada del postmodernismo:


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Por primera vez se establece un mundo y este mundo está fundado en los principios del
modernismo. Hay dos momentos paradójicos en este proceso: (1) La contribución de la misión
cristiana a la modernización ha sido decisiva, pero es trágico que no haya producido un mundo
cristiano, sino el mundo moderno y secular, con toda su agresividad económica, ideológica,
tecnológica y militarista. La enemistad actual del mundo islámico contra el occidente es una
oposición contra el proyecto de la modernidad, sin embargo, significativo es que el
fundamentalismo islámico identifica modernismo y cristianismo. (2) El otro momento trágico es
que mientras el proyecto de la modernización se expandió mundialmente, el mismo occidente,
donde tiene su origen, lo volvió la espalda. No lo sustituye por otro proyecto, sino anula sus
valores por acelerar, radicalizar e intensificar el sentido crítico y escéptico, inherente al
modernismo. (Tomado de la web www.ire.es: Iglesias Reformadas de España, Octubre
2006).

En estos dos puntos estoy de acuerdo con el planteamiento del Dr. Coster. La contradicción

evidenciada en la influencia del cristianismo en el mundo moderno debió ser un tanto mas

positiva en lo que corresponde al papel de la iglesia en la sociedad. Vemos entonces que siendo

la iglesia una poderosa fuerza de influencia dicha influencia no se traduce en el logro de un

mundo orientado hacia valores cristianos sino todo lo contrario. Y desde el punto de vista

geopolítico como parte de las contradicciones existentes dentro del enfoque modernista se

agudiza la brecha de separación entre el deber ser y lo realmente existente dentro de la filosofías

del mundo moderno.

Hay diferentes factores por los que el modernismo no podía conservar la confianza en sus

propios valores. Entre ellos podemos mencionar las guerras mundiales, las revoluciones del siglo

XX, la descolonización, la Guerra Fría y la corrupción total del marxismo. Estos factores vienen

a demostrar que el proyecto del modernismo no era manejable. Con el nacimiento del neo

marxismo se comprobó que en realidad el modernismo se movía por los intereses social-

económicos de la clase media y alta occidental. La revolución del ’68, vino entonces a ir en

contra de las estructuras elitistas y, por eso, premodernas en el propio occidente, radicalizando y
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acelerando las fuerzas ideológicas como fueron el liberalismo y del socialismo. La generación

del ’68 obtuvo el poder en todos los sectores de la sociedad se manifestó que su fuerza

ideológica ya se había gastado. Los cambios que pudo efectuar en los sistemas políticos,

económicos, educativos y culturales son ambiguos y no satisfacen las ilusiones de los años

sesenta.

El Dr. Bernard Coster considera que el fracaso del modernismo estuvo determinado por

los siguientes aspectos:

1. La caída del muro de Berlín era la prueba definitiva de que las ideologías no podían
dirigir el mundo. Al mismo tiempo se manifestaron las señales de que el tecnicismo y
la industrialización tenían consecuencias catastróficas para la ecología.

2. Resultó que el proyecto moderno era un proyecto sin dirección, y la vanguardia


cultural se apartó de sus ilusiones. Durante unos siglos la modernidad ha desafiado y
provocado el pensamiento y la moral tradicional. Se estableció como filosofía
moderna, ciencia moderna, música, literatura, teología modernas.

3. La modernidad transgredió las reglas clásicas y por hacerlo descubrió nuevas


realidades. La posmodernidad desafía precisamente esta dinámica. La provoca, critica,
ironiza e irrita por radicalizarla. No observa su etiqueta y no respeta la prudencia
inherente a la modernidad de no poner en duda sus propios principios.
(Tomado de la web www.ire.es: Iglesias Reformadas de España, Octubre 2006).

b. Definición del termino Postmodernismo.

Para toda una generación, es decir en estos postreros días, realmente el mundo ha venido a estar
boca abajo. Todos los mitos modernos han sido de alguna forma destruidos o desplazados. Como
lo plantea Antonio Cruz, “todos los grandes relatos” del pasado han sumergido al hombre
moderno en el aburrimiento que solo viene a acertar lo cotidiano y lo superfluo. La
incertidumbre viene a suplantar lo firme y el hombre de hoy viene a vivir en una especia de
“vagabundeo incierto” de tendencias y costumbres, como muy bien lo expresa el Dr. Cruz en su
libro la Postmodernidad. El hombre moderno no tiene clara la idea de hacia donde se dirige y
que rumbo sigue. Desde la perspectiva de este autor la palabra “postmoderno” es considerado
como el estado de la cultura después de las transformaciones que han afectado a las reglas de
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juego de la ciencia, la literatura y de las artes a partir del siglo XIX. En palabras de Antonio Cruz
considerando el planteamiento anteriormente descrito tenemos:

“Según este planteamiento podrían señalarse cuatro periodos principales que habrían
contribuido a la gestación del momento presente: el vitalismo anti-intelectualista de
comienzo de siglo, el existencialismo de las décadas 30-50, la contracultura de los
anos 60 y la actual postmodernidad. Las primeras manifestaciones criticas contra la
modernidad que se producen a principios del siglo, se encuentran en autores como
Unamuno, Bergson o Blondel. Estos pensadores se oponían alas interpretaciones
puramente científicas de la vida. Creían que la razón no podría explicarlo todo y
proponían una visión anti-intelectualista el mundo que motivase un regreso a la
naturaleza y un respeto por los instintos naturales. Este culto a todo lo natural, lo
corporal y lo erótico que propugnaban los vitalistas llevo a un neo paganismo.
Nietzsche y Freud serian los más precoces opositores frente a los ideales del mundo
moderno especialmente por su critica radical al cristianismo y a la moral vigente. ”
(La postmodernidad. Autor Antonio Cruz. Ediciones Clie. España. 1996. pp. 50)

Este es básicamente el fundamento de una serie de valores que ha caracterizado el


postmodernismo y que están presentes en la experiencia religiosa de nuestros días dentro de la
iglesia como lo es el “narcisismo, la búsqueda del placer, el énfasis en la subjetividad, y la
aculpabilidad. Es realmente el énfasis en relación a la aculpabilidad, el reino de la moral
subjetiva donde todo se vales, donde se hace difícil distinguir entre lo que esta bien y lo que esta
mal. Donde todo depende del momento y del criterio de cada quien, es realmente el reino de la
antimoral. Es la búsqueda de la realización de la propia persona, es narcisismo, es la búsqueda de
la satisfacción personal por medio del placer, es la cultura de lo placentero.

El Postmodernismo sacrifica los valores morales y cívicos del mundo occidental.

Humildad, dignidad, fidelidad, prudencia, moderación, honestidad, responsabilidad, justicia y

solidaridad han perdido su prestigio. Parece que también se ha perdido la capacidad de observar

estos valores sin acusarlos de hipocresía. La infracción sistemática de ellos, que permite el

posmodernismo, a veces tiene forma irónica y relajada, a veces es exhibicionista, brutal, vulgar y

provocativa. Siempre es hedonista y por eso permisivo con respecto a drogas, erótico

inconveniente, música extática, religiones esotéricas y deportes arriesgados.


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El concepto de dignidad de la persona en la postmodernidad esta supeditado a lo

siguiente expresado en palabras del Dr. Bernard Coster en relación al hombre y los conceptos de

moralidad y libertad y familia.

“La dignidad de la persona se atribuye exclusivamente a su individualidad, que es intocable, pero


no a su conducta. Cada uno tiene el derecho de definir su propia ética. Posmodernismo es anti
autoritario, pero no es anarquista. En lugar del consenso moral basado en una ética común con
normas fijas, defiende tolerancia y pluralidad moral garantizadas por las leyes y así se explica la
combinación paradójica de relativismo y legalismo. Exige que las leyes estatales den espacio
(tolerancia) –cada vez más amplio– a formas de conducta que antes eran reprobables, pero que en
el posmodernismo se llaman experimentales o alternativas. Sin embargo, estas leyes no reflejan
valores absolutos, sólo son arreglos que ordenan la convivencia. La sociedad posmoderna
necesariamente es multicultural porque niega el derecho de exigir de ninguna persona la
adaptación a ningún sistema moral. Educación moral y cívica se limita a entrenamiento de
tolerancia. La influencia posmoderna cambia sistemáticamente la moralidad por la libertad de
experiencias, precisamente donde la vida es más vulnerable y necesita más protección: el
matrimonio, la familia, la vida no nacida, la educación y el momento de la muerte. Igual que en el
arte, donde experimentos esconden el arte verdadera, los experimentos sociales sustituyen los
valores. Donde una relación homosexual se llama matrimonio, allí se esconde el matrimonio.
(Tomado de la web www.ire.es: Iglesias Reformadas de España, Octubre 2006).

Precisamente debido al cambio radical de valores, el postmodernismo no sólo es post-cristiano

sino también post-humanista. Ya no comparte el optimismo de la antropología humanista de la

época moderna y no quiere sacrificarse para realizar sus ideales. El siglo más sangriento de la

historia, que se presenta cada día en toda su suciedad, crueldad, dureza y mentira por medio de la

televisión, no da ningún motivo para creer en la bondad y la creatividad del hombre, ni tampoco

en el valor absoluto y la autonomía de la persona. Sin embargo, el posmodernismo no tiene

alternativa y por eso es profundamente pesimista. Duda del sentido que han dado las ideologías a

la vida, duda de sus proyectos y duda del beneficio de las ciencias y de la técnica, aunque

disfruta sus efectos. Su relativismo y escepticismo son ambiguos, selectivos y eclécticos, incluso

cínicos y cobardes. Postmodernismo es nihilismo moral, que guarda las formas por motivos

estéticos. Bien y mal son cosas de etiqueta. Parece que el sentido estético común es el único
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criterio para aprobar o desaprobar. La estetización de la vida se manifiesta en una existencia sin

sentido, una dinámica sin propósito, una creatividad sin principios que se ilustran por el estilo de

vida: matrimonios sin permanencia, familias sin estabilidad, educación sin base moral, arte y

moda sin estilo y, para terminar, algunas calificaciones que indican, filosofía sin razón, historia

sin pasado, religión sin fe.

c. Definición de Valores en el postmodernismo

Tal como lo expresa el Dr. Antonio Cruz en su libro La Postmodernidad, “el individuo

postmoderno, quizá por culpa de la avalancha informativa que debe soportar diariamente., se ha

transformado en un vagabundo de las ideas. No suele aferrarse sinceramente a nada, carece de

certezas absolutas…hoy cambia de opinión con la misma facilidad que de camisa” . Esto

evidencia por supuesto la realidad de los valores presentes en el movimiento postmoderno.

Otro aspecto a considerar es que los valores del modernismo, radicalizados y anulados no son

cristianos sino humanistas, que tienen su base en la metafísica. La definición del concepto de

metafísica viene dado por el descubrimiento de que detrás de las cosas observadas hay un orden,

un sistema de ideas, en el cual se refleja lo esencial de las cosas. Es un orden que podemos

deducir sin observarlo. La metafísica es el deseo de conocer y explicar este orden y estas ideas:

el ser, las condiciones que le dan sentido: verdad, razón, justicia, bondad y belleza, y además las

ideas generales como dios, hombre, alma, vida, animal, flor, etc. El uso de la razón en la

metafísica es ambiguo veamos como lo expresa el Dr. Bernard Coster:


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“Como la razón forma parte de ella y como el pensar es el instrumento para acercarse a
ella. Es la escalera para subir al aposento alto de la metafísica y un mueble del mismo.
La filosofía de Emanuel Kant es uno de los pilares principales del pensamiento moderno.
Por medio de la razón crítica acaba con todas las ideas religiosas y transcendentales
tradicionales porque todo el conocimiento debe dar cuenta al tribunal de la razón. Sin
embargo, antes de todo, la razón misma debe mostrar su validez, debe venir al
conocimiento de sí mismo. Resulta, según Kant, que la razón no puede salir de la realidad
empírica y que sujeta todas las observaciones a las categorías del pensar. La consecuencia
es que toda la percepción refleja el pensamiento. Las cosas se adaptan al pensar del
hombre. Por ejemplo, el hombre moderno siempre ve la realidad en las formas de las
leyes naturales, pero son leyes inventadas por su razón. Todos los cambios que
observamos reflejan causalidad y nunca observaremos algo que se mueve sin causa,
porque nuestra manera de pensar es causal” (Tomado de la web www.ire.es: Iglesias
Reformadas de España, Octubre 2006).

Ahora el posmodernismo es la aceleración e intensificación de la razón escéptica que a partir

del tiempo de Kant domina el pensamiento moderno. Duda profundamente de la posibilidad de la

reproducción fidedigna de la realidad y se propone la des-construcción de todos los sistemas

amplios, sean religiosos, metafísicos o ideológicos. Es decir, por medio de una crítica radical,

inventiva y creativa fragmenta y desplaza las facetas de estos sistemas, vacía sus conceptos

principales y los priva de su legitimidad. La consecuencia del escepticismo posmoderno es que

la razón misma pierde su función como criterio universal del conocer. La des-legitimación de la

razón implica la eliminación de la metafísica y de todos los valores del mundo moderno basados

en ella y a continuación la liquidación de los sistemas filosóficos e ideológicos. Por la supresión

de la metafísica no hay ningún ser esencial, ninguna verdad absoluta y eterna, ni justicia, bondad

y belleza, ni tampoco ideas intelectuales y morales generales. La vida pierde su sentido a priori y

se hace un proyecto al cual cada persona debe atribuir su propio fin.


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A continuación se indican en una tabla comparativa los diferentes valores existentes

confrontados entre lo que son los valores modernos versus los valores postmodernos descritos

por el Dr. Antonio Cruz en su libro la Postmodernidad:

Valores Modernos Valores Postmodernos


Sacralizacion Secularizacion
Absoluto Relativo
Objetividad Subjetividad
Razon Sentimiento
Etica Estetica
Culpabilidad Aculpabilidad
Pasado/Futuro Presente
Historia Historias
Unidad Diversidad
Colectivismo Individualismo
Progresismo Neoconservadurismo
Inconformidad Conformismo
Idealismo Realismo
Humanismo Antihumanismo
Seguridad Pasotismo
Fuerte Light
Esfuerzo Placer
Prometismo Narcisismo
Seriedad Humor
Fundamental Superficial
Intolerancia Tolerancia
Formalidad Informalidad
Necesario Accesorio
Tomado del Libro: La postmodernidad. Antonio Cruz. Editorial Clie 1996. Pp 100-101

Durante la postmodernidad se han abolido casi todas las diferencias que en antaño existían entre

los valores. Citado por Antonio Cruz, Jesús Ibáñez escribía las siguientes palabras: “ La

publicidad ha abolido la diferencia entre lo bello y lo fe, la política ha abolido la diferencia entre

lo bueno y lo malo. La liberación sexual ha abolido las diferencias entre hombres y mujeres,

entre padres e hijos, entre vivos y muertos (inseminación artificial con semen de difuntos). Todos

los términos y todos los caminos son indiferentes, todas las relaciones son simétricas y todas las
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operaciones son reversibles, flotamos en el vacio..” Como dice Antonio Cruz…Nos queda

todavía una ultima cuestión: ¿Qué hay de Dios en la postmodernidad?..Dios no ha muerto no ha

sido destronado. Lo que ha ocurrido es que otros cien dioses mas han venido a gobernar otros

tantos cielos humanos” . Esto pone de manifiesto la terrible realidad que abruma a la humanidad.

Es una época de fetichismos y superchería, donde lo oculto cobra de nuevo un poder que atrae a

muchos hacia la peor vaciedad de la existencia. Como lo dice un escritor del siglo pasado.

Cuando el Dios Verdadero es desplazado comienzan a llegar los diosecillos.

2. La fe cristiana en el mundo occidental.

a. Religión sin fe Religión sin Dios; el fin del teísmo - Espiritualidad

postmoderna.

Hemos observado el postmodernismo como la aceleración y radicalización de la crítica y

del escepticismo moderno en la filosofía y la historiografía. También es la aceleración del

secularismo. No obstante, no es el fin de la religión, sino que aparece como el inicio de una

nueva espiritualidad, que a continuación abordaremos.

En la modernidad el proyecto moderno era ‘hacerlo sin Dios’, establecer un control

humano sobre todas las cosas. La teología moderna apoyó este proyecto y permitió al hombre

decidir por sí mismo el contenido de sus creencias a base de la razón y de los sentimientos

religiosos. El clímax del modernismo era la declaración de la muerte de Dios en el siglo XIX,

que tenía su eco en la teología de la secularización de los años cincuenta y sesenta.


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El modernismo intentó librar la verdad bíblica de la cosmovisión anticuada, de sus mitos y

de su historiografía ingenua, pero estas cuestiones ya no le interesan a la teología posmoderna.

Es radical anti autoritaria y anti doctrinal, no se sujeta a la autoridad de los criterios pre

modernos, ni a los modernos. No se esfuerza para desmitologizar la Biblia, porque sus conceptos

lingüísticos no distinguen entre mito e historia. Permite la paradoja que la historia bíblica, que si

bien no ha acontecido, no obstante, es verdad, y esto significa que todo el contenido bíblico es

mito.

Antonio Cruz lo plantea de la siguiente forma:

“La sociedad occidental se caracteriza hoy por su acentuada secularización y por su


omnipresente secularismo. El ateísmo humanista propio de la modernidad que permitió
comparar la religión como “el opio de los pueblos” según Marx o con una especia de
“reliquia neurótica” conforme escribió Freud ha sido transformado por el hombre
postmoderno en agnosticismo y nihilismo. Es imposible afirmar que Dios existe o no
existe y que por lo tanto es mejor hablar de otra cosa..o el nihilismo como negación de
cualquier creencia religiosa, también ha arraigado fuertemente en el hombre
contemporáneo contribuyendo a su atrofia espiritual” (La Postmodernidad. Antonio
Cruz. Editorial Clie. España. pp. 110).

Es afirmar que la religiosidad del posmodernismo renuncia a Dios y al teísmo, pero toma

muy en serio su propia espiritualidad. Rechaza todo el racionalismo y es la transición de una fe

doctrinal (pre moderno o moderno) a una fe narrativa, poética y emocional. Su forma típica es la

de ensayos y de talleres en los cuales desconstruye todos los esquemas amplios de religión y de

metafísica. Dios, como explicación y norma final de la existencia, es sustituido por una

trascendencia inmanente, que consiste en momentos sublimes. Por la eliminación de la historia

como realidad objetiva, también se elimina la historia de la salvación. Incluso la idea de la


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salvación se sustituye por el ofrecimiento de nuevas oportunidades. Dogma, doctrina, teología,

antropología, soteriología no tienen más valor que metáforas que pueden ser sustituidas por otras

nuevas, experimentales y visionarios, por espontaneidad y sensibilidad. Todo esto sin sistema y

sin norma. Los creyentes posmodernos ya no buscan comunión basada en unanimidad con

respecto al contenido de la fe, sino se satisfacen con el acto común de creer en algo. Todo esto

produce una verdad teológica relacional, relativa y subjetiva.

“El creyente posmoderno puede conservar cierta forma de teísmo, sin embargo, no cree
en Dios pero espera que exista y se reserva para sí mismo el derecho de dar contenido a
esta esperanza según sus preferencias. Como consecuencia admite tipos de teología con
uso limitado y particular que acaban con la catolicidad de ella: teología de la liberación,
teología feminista, teología ecuménica. Cada creyente puede diseñar su propia fe, cada
corriente su propia teología. La subjetividad y la multiplicidad de la verdad religiosa
permiten un nuevo politeísmo. Por ejemplo: imágenes femeninas y masculinas de dios
sustituyen la idea bíblica de Dios como Padre y la idea metafísica del dios absoluto. La
consecuencia es que la ética cristiana que se conservó más o menos por el modernismo,
también se fragmenta. La Escritura y la teología ya no pueden tener el mismo mensaje
moral para toda la iglesia. La espiritualidad posmoderna tiene mucho en común con la de
la Nueva Era, pero la diferencia principal es su pesimista. Por eso que su espiritualidad es
esperanza sin fe y fe sin verdad. La fe ya no es la realidad de lo que se espera, sino su
ilusión. No se basa en verdad, sino en la ilusión de la verdad. Esta espiritualidad
pesimista produce tipos de religión y teología que se obligan a callar sobre Dios, incluso
a borrar su nombre y en esta forma la encontramos en la existencia postmoderna.
Desconfía de toda religiosidad establecida y la descalifica como hipocresía. Se satisface
con tópicos negativos con respecto a ella y así crea sus propios mitos. (Tomado de la web
www.ire.es: Iglesias Reformadas de España, Octubre 2006).

La teología posmoderna ha perdido su objeto, que es Dios, pero esto no acontece por causa

de que la fe y la teología cristiana hayan perdido por fin lo último. El hombre postmoderno

renuncia a Dios, incluso al concepto metafísico de dios, porque ha perdido tanto su fe como su

incredulidad. Los dogmas ya no son dogmas y la causa no es su propia inconsistencia, sino

porque la fe se ha puesto fuera de servicio. La causa es la misma radicalización e intensificación

del escepticismo moderno que des-construyó la razón. Este escepticismo des-construye el


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contenido de la fe, la fe misma e incluso la incredulidad. Excluye la posibilidad de que la fe

pueda representar verdades religiosas fidedignas.

b. Características de la fe postmoderna.

Antonio Cruz plantea una seria de aspectos que caracterizan a la fe postmodernista entre los

cuales menciona los siguientes y todo parte de los conceptos antes mencionados como son el

agnosticismo y el nihilismo. Es aquí en este punto donde el Dr. Cruz menciona que el nihilismo

mata la fe, destruye la confianza del hombre, es como un virus cibernético que penetra en las

neuronas cerebrales desajustando el sistema inmune y provocando la impotencia para cualquier

forma de reflexión. No se sabe si existe Dios pero tampoco importa demasiado. La dimensión

agnóstica de la postmodernidad no se cansa de gritar a los cuatro vientos que “hoy ya no hay

trascendencia”. Es por eso que la carencia de la base religiosa ha originado también un modo de

vida sin referencias estables. Y es en este punto donde se da origen a nuevas formas de

religiosidad presente en el postmodernismo, que han venido a sustituir algunas formas

tradicionales de la religión cristiana. Estas vienen dadas por las siguientes características:

1. Retorno de lo esotérico. Lo que interesa no es tanto el mensaje de Jesús o lo que dicen los
evangelios, sino lo que no se dice. Atrayendo sobre la gente el deseo de incitar a buscar
los años oscuros de la vida de Jesús. El resurgimiento del ocultismo, la astrología, la
acupuntura, la hipnosis. Son los nuevos movimientos esotéricos porque el hombre anda
buscando lo que las religiones institucionales no le pueden dar.

2. Rebrotes de lo satánico. El culto a Satanás y el ingreso a sectas satanistas, su influencia


en la música rock pesado producto de la crisis y descomposición de valores así como de
los principios personales, tanto éticos como religiosos.

3. El encanto por lo asiático. La influencia de la religión indo-budista, la meditación


transcendental y creencia en la reencarnación.

4. La seducción de lo extraterrestre. Es la sacralización de lo extraterrestre, la divinización


de seres que son el producto de la ficción humana.
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5. Las religiones profanas, como el amor a la música joven, como medio de evasión, la
religión del deporte, el énfasis en el cuerpo, la madre tierra y por ultimo las religiones
civiles, una especie de unión entre la política y la religión.

c. Influencias posmodernas en el mundo evangélico

El pensamiento y la existencia posmoderna ejercen una influencia profunda sobre la fe, la iglesia

y la teología en todas las denominaciones y cada uno de los creyentes. Muchas veces la teología

y la fe personal no están a la altura de los desafíos de la realidad posmoderna. Parece que todas

las tradiciones se hayan agotado y que también todo el entendimiento teológico sea provisional.

Los sistemas doctrinales coherentes se sustituyen por eclecticismo, experimentalismo o por la

seguridad artificial del fundamentalismo. Hay una tendencia de sustituir la unidad doctrinal de

las iglesias por preferencias sociales y estéticas. En lugar de unidad de los conceptos se defiende

espacio para la diversidad y la multiformidad. Liderazgo autoritario y profesional se cambia por

un concepto bajo del ministerio y por la máxima participación de voluntarios. La fidelidad a la

propia iglesia se disuelve en consumismo religioso. El optimismo con respecto a la diaconía y la

misión de la iglesia en el mundo, fuerte en los años sesenta, se ha agotado. Hay una sensación de

un abismo infranqueable entre el mundo y la iglesia, la sensación de la incapacidad de predicar el

evangelio en el contexto cultural actual. Los creyentes se dan cuenta de la dificultad de vivir

moralmente bien. Ya no pueden delegar la ética a las ideologías, ni a la ciencia, ni aún a la

doctrina.

3. El paganismo con Ropaje Postmoderno

Tome el titulo de este punto a tratar derivado del enfoque presentado por el Dr. David Hunt en su

libro la seducción de la cristiandad. El Dr. David Hunt menciona este punto dado la influencia
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del paganismo en las nuevas ideas acerca de la religión que se han venido infiltrando en la iglesia

de l Señor en estos tiempos postmodernos. Citado por el Dr. Hunt en relación a la ciencia mental

menciona a Ernest Holmes quien fundo lo que el ha denominado la Iglesia de la Ciencia

Religiosa conocida también como la ciencia de la mente sobre “el secreto supremo” como el

“secreto supremo” que los “maestros de la sabiduría” revelaron a Napoleon Hill. Esta

estrechamente relacionado con el pensamiento positivista de Norman Vicent Peale y el

pensamiento positivista de Robert Schuller. Peale atribuye al Sr. Holmes que llegara el a ser un

pensador positivo. En 1958 Holmes profetizo: “Hemos puesto en marcha un movimiento que en

los próximos 100 años, será el nuevo gran impulso religioso de los tiempos modernos…citado

por el Dr. Hunt, Holmes explica de esta manera este “Supremos Secreto”:

“La ciencia de la mente ensena que el Poder originador, supremo, creador del universo,la
fuente de toda sustancia, la Vida en todas las cosas vivientes, es un Principio de la
Realidad cósmica que esta presente en todo el universo y en cada uno de nosotros. La
ciencia de la mente ensena que el hombre controla el curso de su vida…mediante
procesos mentales que funcionan en conformidad a una ley universal…que todos estamos
creando nuestras experiencias diarias…por la forma y desfile de nuestros pensamientos…
el hombre al pensar puede traer a su experiencia todo lo que desee” (citado por el Autor
David Hunt en el libro La seducción de la cristiandad. Editorial Portavoz.
Michigan . 1999. Pp 23-24)

Esta idea básica de la hechicería, se ha arraigado profundamente en muchas de las creencias en

muchos grupos cristianos en esta era de la postmodernidad. Este es lenguaje común en todos los

que conscientes o inconscientemente han sustituido la fe en Dios con un fe interesada en alguna

Fuerza misteriosa que puede ser empleada por nuestras mentes para conseguir lo que deseemos.

Norman Vincent Peale lo explico asi en una oportunidad:” Tu mente inconsciente..tiene un poder

que transforma los deseos en realidades cuando los deseos son lo suficientemente fuertes”.

El pensamiento posibilista de Robert Schuller es el mismo producto que el pensamiento positivo

de Peale, comercializado de manera diferente con otra marca…Schuller declara: “ahora cree y
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conseguirás” Paul Yonggi Cho lo afirma en su libro la cuarta dimensión pp. 37:”Por medio de

visualizaciones y sueños puede ud. Incubar su futuro y obtener resultados”..esta enseñanza ha

conducido a la confusión a cristianos sinceros haciéndoles imaginar que la “fe” es una fuerza que

hace que las cosas sucedan porque creen. Así, la fe no es depositada en Dios sino es un poder que

se dirige sobre Dios y que le obliga a El a hacer por nosotros lo que nosotros hemos creído que

El hará.

a. Raíces de la seducción.

Los conceptos del potencial humano ilimitado y de los poderes milagrosos que presumiblemente

residen en el 90% del cerebro que no empleamos están adquiriendo una creciente popularidad en

el mundo provocando confusión en la iglesia. Esta es una mezcla de verdad y de error que

sinceros líderes cristianos están introduciendo en la iglesia. Las sicologías humanistas y

transpersonales han abrazado ahora toda una gama de de la hechicería. El Dr. David Hunt cita los

siguientes:

“La 22 Reunión Anual de la Asociación de Psicología Humana celebrara en Boston del


21 al 26 de agosto de 1984 estuvo intensamente salpicada de ocultismo indu/budista. La
programación diaria incluía yoga, tai chi, meditación, etc. Casi la mitad de los Institutos
de Pre y Post conferencia involucraban una crasa hechicería con temas como
visualizaciones y curación…estados de trance y curación, operaciones de alquimia,
imaginería conducida, éxtasis y transformación chamanicas. Es asombrosa la manera
como la sicología y la educación han abrazado las tradiciones paganas/ocultistas del
pasado. La mayor parte de los cristianos no han llegado a darse cuenta de que el
cristianismo y la psicoterapia son en realidad dos sistemas religiosos rivales e
irreconciliables. Su unión con la “psicología cristiana” origina un yugo desigual que
introduce en la iglesia la influencia seductora de la psicología secular. Y ahora cuando la
mayoría de los sicólogos y psiquiatras están tan intensamente involucrados con el yo-
ismo y hechicería, la sicología cristiana sucumbe inevitablemente a algunos de los
mismos engaños introduciéndolos en la iglesia. (La seducción de la cristiandad. Autor
David Hunt en el libro. Editorial Portavoz. Michigan. 1999. Pp 30).
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Entendemos el punto de vista del Dr. Hunt en relación a su preocupación de cómo la influencias

de las corrientes filosóficas han invadido la ciencia colmándola de superchería y como ello ha

entrado en el pensamiento cristiano una vez que se infiltra por medio de la Educación y la

Psicología, esto no descarta que como cristianos no podamos acudir en momentos determinados

de nuestra vida en busca de consejería pastoral o buscar la ayuda de un consejero cristiano. El

punto central radica en que como cristianos estamos llamados a tener claridad en cuanto a lo que

creemos y relación a los fundamentos de la fe y ser engañados tan fácilmente por las corrientes

filosóficas que de manara subrepticia se han ido infiltrando en nuestras iglesias y en nuestros

sistemas doctrinales.

El punto que debemos resaltar es en relación al movimiento de la Nueva Era con sus varias

sectas que enfatizan una experiencia mística (incluyendo la meditación trascendental, la secta de

Rajneesh, Divina y muchas otras). Los seguidores de varios gurúes, como el difunto swami

Muktananda, Sai Baba, Baba Ram Dass, Mahareeshi Mahesh Yoga y el Gurú Maharijih,

personifican la esencia de los líderes modernos de la Nueva Era. Otros grupos, como El

Movimiento Potencial Humano, El Foro, Fuente de Vida, Control Mental Silva, Talleres en la

Cumbre, etc., y muchos (aunque no todos) partidarios de los distintos métodos de salud holística,

representan fielmente el espíritu de la Nueva Era y los cuales hemos mencionados anteriormente

como se han infiltrado sus tentáculos dentro de la experiencia de iglesias y grupos cristianos.

No se necesita ser muy inteligente para darse cuenta de que todo avanza hacia la consolidación

mundial de una sola religión donde la ciencia sea adorada como religión. Algunos líderes

seculares lo han estado prediciendo de alguna forma. Jung por ejemplo advirtió anticipadamente

que este sistema será de alguna forma establecido. El Dr. David Hunt dice que un lugar donde la
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ciencia y la religión se han encontrado es en la práctica de la hipnosis. Aunque constituye una

parte fundamental del ocultismo desde hace miles de años, la hipnosis ha sido aceptada como

“científica” y esta siendo empleada por cientos de psicólogos cristianos. En nombre de la ciencia,

la hipnosis esta siendo citada una y otra vez para que de su apoyo a las creencias religiosas de la

psicología en asuntos como el potencial infinito residente en el “subconsciente” . Los siquiatras

actualmente esta “regresando” a pacientes bajo hipnosis mas alla del vientre de la madre para

que experimenten unas pretendidas vidas anteriores. Es evidente que este tipo de experiencias no

están en el cerebro y vienen a constituir un clara y visible seducción espiritual por parte de quien

se somete a esta práctica en busca de experiencias sobrenaturales. Otro aspecto que también

considera el Dr. Hunt como parte de lo que es la estrategia de seducción es el evolucionismo que

juega un papel extremadamente importante en la fusión de la ciencia con la religión. El

evolucionismo es una teoría que no se origino con la ciencia, pero que ha estado en el corazón

del ocultismo durante miles de anos. El hinduismo con su perverso sistema de castas, esta basado

en una evolución cósmica a la deidad que funciona por medio del karma y de la reencarnación.

Otra influencia que ha sido profunda en el cristianismo actual tiene que ver con la introducción

de la visualización y la sanidad de las memorias citada y recomendada por lideres cristianos. Esta

idea tuvo su origen en la política y maestra Agnes Sanford. Ella llama a Dios “la misma fuerza

vital existente en una radiación de una energía…de la que todos evolucionaron”.

La deificación del hombre es otro de los conceptos que tienen que ver con las raíces de la

seducción de los cristianos. La “evolución de un nuevo ser y de una nueva sociedad” el sueño de

Teilhar y de Jung no es desde luego lo que la Biblia promete por medio de la resurrección o
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transformación de nuestros cuerpos al regreso de Cristo. Teilhard soñaba en la humanidad

convergiendo en “Dios” y realizando su propia deidad en el punto “omega”. Esta creencia ha

inspirado a muchos de los actuales lideres de la Nueva Era. Uno de los lideres mas prominentes

que promueve este concepto de que somos dioses es el famoso pastor Casey Treat. Su auditorio

de 3500 puestos en el Centro de Fe Cristiano en Seattle Washington ya es incapaz de dar mas

acogida a mas gente..su versículo favorito es Genesis 1:26 y lo parafrasea de la siguiente

manera….”El Padre, El Hijo y el Espiritu Santo celebraron un pequeña conferencia y dijeron:

hagamos al hombre como un exacto duplicado nuestro…oh no se que sentís vosotros acerca de

ello pero a mi me entusiasma. Soy un exacto duplicado de Dio..cuando Dios se mira en el espejo

me ve a mi! Cuando yo me miro en el espejo veo a Dios!!! Oh aleluya..

Ante esto cabe destacar que la Biblia nunca dice que Dios hiciera al hombre como in dios ni que

El prometiera al hombre que podría venir a ser un dios. Esta fue la engañosa promesa de Satanás

a Eva y hubiera carecido de significado si Adán y Eva hubieran sido creados en la condición de

dioses (ver Génesis 3:22-23). La idea de que el hombre pueda conocer lo bueno y lo malo

consultándose a si mismo es una mentira que refuerza nuestra soberbia. El hombre rechazo a

Dios como su creador personal que impone todas las normas y asi al hacerlo se estableció como

su propio dios. Los absolutos morales habían quedado excluidos, se había introducido la

conducta de hacer cada uno lo que le viniera en gana. He aquí las bases para el establecimiento

del concepto de relativismo moral que tanto esta de moda hoy dia.

Tratándose de la teología de la Nueva Era súmase ésta, a mi parecer, en una apoteosis del género

humano subrayando manifiestamente, groseramente, a la manera del superhombre de Nietzsche,

su aquiescencia de la justificación del pecado. "La exaltación de la humanidad a la posición de la


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deidad -escribió Herbert Schlossberg-, por tanto, data de los tiempos más remotos de la

antigüedad, pero su desarrollo a una ideología abrazada por las masas es un rasgo característico

de la modernidad".

Sus enseñanzas acerca de Dios se basan en el panteísmo, y ya nos advirtió hace muchos años

Jaime Balmes: "Es preciso que los jóvenes no se dejen alucinar por ciertos escritores que,

enseñando el panteísmo hablan, sin embargo, de Dios. Ese Dios de quien hablan es la sustancia

que fingen única, en la que suponen que está todo... Libros se encuentran donde se prodigan a

Spinosa los mayores elogios por haber 'perfeccionado' la idea de Dios; como si el impío sistema

de este filósofo no fuese una negación sistemática de Dios..."

b. Avivamiento o apostasía - Idolatría en la iglesia.

Recapitulando, las advertencias de la Biblia predicen el mismo engaño que encontramos en

nuestro día:

1. Un movimiento de señales y prodigios falsos conducido por muchos falsos profetas.


2. Muchos serán engañados mediante estos aparentes milagros.
3. El rechazo de la enseñanza bíblica acerca de la apostasía, y la insistencia en que estamos en
medio de, o al menos que nos estamos dirigiendo hacia, «el mayor avivamiento de la historia de
la iglesia».

Ésta es la enseñanza predominante hoy entre los carismáticos, y más y más entre los evangélicos.

La promesa de un avivamiento formará parte del engaño de los últimos días, tal como nos

advierte el apóstol Pablo, de modo que debemos tener cuidado. En lugar de dicho avivamiento,

en los días anteriores al Arrebatamiento habrá una gran apostasía, un apartamiento de la fe. Que

tengamos que contender ardientemente por la fe contra aquellos que han entrado
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encubiertamente en la iglesia implica que la batalla no es tanto una de fe contra incredulidad,

sino más bien de la verdadera fe contra la falsa fe. Y esto es precisamente lo que vemos en la

actualidad. Artículos en revistas médicas punteras citan estudios que muestran que aquellos que

tienen cualquier «fe religiosa» tienen una mayor probabilidad a recuperarse de las enfermedades.

La revista Christianity Today [órgano del movimiento neo evangélico en los Estados Unidos]

publicó recientemente un artículo de fondo en el que se promovían ingenuamente estos estudios

como si fuesen un apoyo para la verdad. Más bien, Dios es reducido a un placebo que puede

servirse en cualquier forma, tamaño o color. Multitudes de cristianos se imaginan que la fe es

creer que aquello por lo que oran sucederá, y que si verdaderamente creen, tendrán todo aquello

que pidan. Evidentemente, si suceden cosas porque uno cree que van a suceder, entonces Dios no

es necesario. Esto es poder mental, no la «fe en Dios» que Cristo enseñaba (Mr. 11:22). Es fe en

la fe, lo que enseñan Kenneth Hagin y sus seguidores como Copeland y Price, llamándola «la ley

de la fe», que incluso los no cristianos pueden usar para lograr pretendidos milagros.2 La gran

tragedia es que aquellos líderes evangélicos que debieran denunciar el error lo que hacen es

recomendar a falsos profetas.

Después de haber echado un vistazo a la realidad actual que envuelve a la iglesia nos quedan una

series de preguntas acerca de cómo podemos regresar al cristianismo bíblico, cuales son los

verdaderos fundamentos en los cuales debemos enfocarnos y como podemos dar respuesta al

hombre postmoderno acerca de Dios, la Biblia y la Teología. Veamos a continuación los

siguientes puntos.

4. La vuelta al cristianismo bíblico


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El Dr. David Hunt en el libro Más alla de la Seducción nos habla de la necesidad de volver a los

fundamentos del cristianismo. El cita lo siguiente:

“Hablar de “conocer a Dios” o de “tener sed de Dios” suscita de inmediato varias e


importantes preguntas: ¿Qué significa conocer a Dios? ¿Cómo llega uno a conocerle, o en
contraste a saber acerca de El?. Se esta haciendo cada vez mas popular no solo en el
oriente sino también en el occidente, buscar a Dios en experiencias místicas.
Desafortunadamente, esta tendencia creciente en el mundo secular ha influido en el
pensamiento de algunos lideres cristianos y por medio de su enseñanza, esta haciendo
mella en la iglesia. Sin embargo antes de buscar experiencias técnicas garantizadas
deberíamos de poner atención ante todo a la Palabra de Dios Escrita, la cual ha dado a
toda la humanidad con tanto empeño”. Mas allá de la seducción. Autor: David Hunt.
Editorial Portavoz. Michigan 1994. Pp.13.

Y es que efectivamente no existe otra fuente de revelación mas precisa que la Palabra de Dios

escrita porque El se ha dado a conocer por medio de ella de manera que no exista ninguna duda.

Pero el énfasis de estos tiempos postmodernos esta centrado como vimos anteriormente en la

búsqueda de lo místico y trascendente, de lo misterioso y oculto, de lo oriental y sicodélico con

énfasis en los sentimientos y todo lo que tenga que ver con los sentidos. El Dr. Hunt nos dice que

para todo aquel que emprenda la tarea espiritual de buscar y conocer a Dios, el lugar mas lógico

donde empezar es la Palabra de Dios. La Palabra de Dios ha sido enviada no solo para conducir

sino también para corregir a las criaturas de Dios. No es sorprendente que la Biblia este

perdiendo su atractivo y que este siendo sometida a una reinterpretación tan completa, ahora que

la autoafirmación y actitud mental positiva son aceptadas por tantas personas. El hecho de que

sus declaraciones de ser inspirada, infalible y doctrinalmente pura no se dejan sencillamente de

lado como absurdas sino que son fuertemente atacadas a lo largo de los siglos y mas en este

ultimo tiempo. Y es su afirmación como Palabra de Dios para el hombre que claramente condena

en los términos mas categóricos todas las otras religiones con sus escrituras y sus dioses. Por eso

no es de sorprenderse que la Palabra de Dios sea tan cuestionada y se le resista porque el mensaje
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de la Biblia trae rechazo y este rechazo se muestra en dos vertientes: unos que admiten

abiertamente su negativa a someterse a sus enseñanzas y su corrección y otros que disfrazan su

rechazo con piadosas pretensiones de celo y devoción religioso.

La transformación espiritual que la humanidad necesita es a la vez imposible para el hombre de

operar por su propia cuenta y es allí donde Dios ofrece su gracia y su amor al hombre. El

cristianismo bíblico no es una lista de requerimientos morales que uno tiene que practicar en la

vida para poder llegar al cielo. El verdadero cristiano tiene un nuevo corazón y una nueva mente.

Su perspectiva de vida ha cambiado. El mensaje del evangelio es el mensaje de la Cruz del Senor

Jesucristo (Jn 12:25). Cuando aceptamos la muerte de Cristo como la nuestra propia, por cuanto

El murió en nuestro lugar, entonces somos liberados del temor a perder nuestra vida (del

hedonismo y del placer que promueve el postmodernismo) y se quiebra el poder de Satanás en

nuestras vidas. Este es el mensaje central de Nuevo Testamento. Aquí el verdadero obstáculo no

es la comprensión de la Biblia sino que es un problema de tipo moral, no es intelectual es moral.

El problema del postmodernismo dentro de la iglesia es este. Creando un evangelio que sea

aceptable a la gente, tomando las últimas ideas del mundo, la reviste de lenguaje bíblico y las

trasmite como la verdad del evangelio.

a. El Significado Teológico del Postmodernismo: Cita Textual del Dr. Bernard


Coster

El cristiano ha de discernir las señales del tiempo (Mat. 16.3). Hay tiempos de refrigerio y otros

tiempos más difíciles en los cuales los cristianos sufren un sofoco espiritual y la obra de

evangelización parece imposible (Hech.3.16; 1Tim .4.1-2; 2Tim.3.13; 4.3; 2Pedro 3.3; Jud.1.18).

Hay tiempos de gracia y tiempos de juicio. ¿Cómo hemos de valorar el posmodernismo, como un
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tiempo de refrigerio, un juicio o sólo un tiempo como cualquier otro, una apariencia de este

mundo que pasará (1Cor. 7.31)?

La primera parte del siglo XX, el tiempo de Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset, se

caracterizó por una sensibilidad profunda, casi profética, por las condiciones críticas de la

cultura occidental y de la iglesia cristiana. Hubo una conciencia general de crisis de la cultura

por causa del nihilismo moral y espiritual y una igual conciencia de responsabilidad. Tres voces

de la mitad del siglo XX que observaron fenómenos que ahora se llaman posmodernismo pueden

ilustrar este espíritu: El filósofo de la historia neerlandés, Johan Huizinga (muerto 1944),

preocupado por la negación nihilista de los valores metafísicos (razón, sentido, verdad, justicia)

dijo: Una cultura debe tener una orientación metafísica, o no puede existir. ¿Es posmodernismo

el final de la cultura occidental? En el año 1944 Dietrich Bonhoeffer (muerto 1945) en sus cartas

desde la prisión observa un mundo sin religión. La religiosidad metafísica de la época moderna,

después de sustituir la fe en el Dios vivo, se había hecho inverosímil a sí misma. Bonhoeffer

busca una fe en Dios sin contaminación por la metafísica y se pregunta: ¿Podemos hablar sobre

Dios sin religión, es decir sin suposiciones metafísicos y psicológicas características del

tiempo? ¿De verdad la religión (la religiosidad) es una condición de la salvación? En el año

1945, Helmut Thielicke, teólogo luterano alemán, consta que el modernismo había producido un

tipo de persona insensible para las preguntas por la verdad, el sentido de la vida y la salvación.

Un tipo de persona sin apoyo, con sólo postura. Según Thielicke el nihilismo moral y espiritual

es el efecto del juicio de endurecimiento por causa de la exclusión intencionada de Dios del

mundo moderno. Por eso que no lo trata como un fenómeno meramente cultural y filosófico,

sino como un problema pastoral, a pesar de su extensión general.


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Conclusiones

Es obvio que no es posible una separación radical de la fe cristiana y la metafísica. No hay

salvación por la fe en Cristo que no a la vez explique la existencia y satisfaga los deseos más

profundos del hombre. El posmodernismo manifiesta que cristianismo sin religión, que buscaba

Bonhoeffer, no puede existir. Sólo produce espiritualidad sin fe, sin razón, sin criterio y al final

sin contenido. Una espiritualidad que a la vez es cínica por su descalificación de todos los

valores, frívola por su experimentalismo y hedonista por convertir la religión en una diversión

más. Para responder al posmodernismo hemos de mantener el humanismo de la Palabra de Dios

que reconoce la miseria del hombre, su necesidad de salvación y sus aspiraciones más profundas.

Este reconocimiento es más que una suposición o una coincidencia. Es activo y efectivo, porque

precede y anticipa a las aspiraciones más profundas, precisamente por despertarlas. Por ejemplo,

las bienaventuranzas del Sermón del Monte despierten la sed de justicia, pureza y paz, la

necesidad de salvación y misericordia, al deseo de conocer a Dios y a continuación responde a

estas aspiraciones.

La nueva espiritualidad del posmodernismo de ninguna manera es arrepentimiento en el sentido

neo testamentario de cambio de opinión por causa de la palabra de Dios, sino endurecimiento.

Por eso que el posmodernismo no es el fin de la incredulidad del modernismo, sino su

intensificación y radicalización. Endurecimiento es el momento en el cual los argumentos

incrédulos se confirman aparentemente por la realidad del mundo. En la Escritura siempre es un

momento de juicio en el cual la causa y las consecuencias del mal coinciden (Salmo 81.12; Is.

6.10-11; Ap.22.11).
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Para nuestra generación significa que no hay vuelta atrás del posmodernismo. La iglesia ha de

pasar por la prueba del mismo, ha de padecer sus tentaciones y también las consecuencias

políticas y sociales de su amoralidad. Sorprendente y preocupante es que la mayoría de las

observaciones cristianas actuales del posmodernismo sean neutrales o predominantemente

positivas. Lo valoran como un fenómeno histórico neutral, incluso esperan que la espiritualidad

posmoderna sea una oportunidad nueva para la predicación del evangelio. ¿Cómo pueden valorar

positivamente una corriente cultural que es catastrófica para la moral de nuestro mundo y que

paraliza la iglesia, una espiritualidad que no sólo sustituye el contenido de la fe, sino también la

fe misma? Parece que estas observaciones carezcan del sentido profético que en la primera parte

del siglo XX era común entre los cristianos y humanistas más sensibles.

Posmodernismo manifiesta la imposibilidad de fundar la fe en algún tipo de subjetividad, sean

los sentimientos religiosos o experiencias espirituales. Debe tener una base más sólida. Hebr.

11.1 nos ayuda por decir que la fe es la realidad de las cosas que se esperan y la evidencia de las

cosas invisibles. Las cosas que espera un cristiano son las mismas que las cosas invisibles. Son

las cosas de Dios, incluso Dios mismo. Así entendemos que la fe es la realidad y la evidencia de

Dios.

Posmodernismo para la iglesia no es una cuestión cultural, sino pastoral. Es una cuestión de la

predicación del evangelio al mundo en el cual la función de fe y de confianza ha cesado. Más

que nunca, por las condiciones especiales de la situación cultural, tenemos que concentrarnos en

el centro del evangelio mismo que es Jesucristo. No hemos de dudar la eficacia del evangelio,

porque es poder de Dios para salvación (Ro.1.16) y, sobre todo, Jesucristo es el mismo ayer, y
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hoy, y por los siglos (Hebr.13.8). El evangelio todavía pide arrepentimiento y lo efectúa por

despertar y apelar a las aspiraciones más profundas del hombre, Bienaventurados los que tienen

hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados (Mat.5.6).

El Posmodernismo reduce la verdad de la Escritura a una narración, pero tal vez que esta misma

narración, la narración relevante de la historia de Jesucristo y de la vida de los creyentes del

Antiguo y del Nuevo Testamento es la forma más apropiada de la predicación bíblica en el

mundo posmoderno. En este mundo el evangelio ya no es confirmado por conceptos, valores y

normas de una cultura que él mismo ha establecido. Por eso que ya no tiene sentido de apelar a

ellos. Igual que en la iglesia antigua y en todas las situaciones misioneras, la predicación del

evangelio en el mundo posmoderno tiene que crear su propio espacio, un espacia de lengua, de

comprensión y de experiencia, un espacio donde Cristo es verdad y realidad y donde la fe es

posible.
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Bibliografía

1. La seducción de la cristiandad. Autor David Hunt en el libro. Editorial Portavoz.


Michigan. 1999.

2. Más allá de la seducción. Autor: David Hunt. Editorial Portavoz. Michigan 1994.

3. www.ire.es: Iglesias Reformadas de España, Dr. Bernard Coster. Ponencia. Octubre


2006.

4. La Postmodernidad. Antonio Cruz. Editorial Clie. España. 1996.

5. Biblioteca SEDIN. www.sedin.org. David Hunt. Avivamiento o apostasia.

6. Ministerios Antes del fin. www.antesdelfin.com/apologetica.html

7. Apologetica.www.4truth.net/ ¿Qué es el Postmodernismo? Por Paul Copan.

8. Apologética. Herramientas valiosas para la defensa de la fe. Norman Geisler.


Flet.Editorial UNILIT.

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