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INTRODUCCION
La violencia contra la mujer es motivo de estudio, pues cada año crece más y más el número
de casos de violación, abuso, hostigamiento y feminicidio; este último, es el centro del
presente ensayo sobre cómo de 2000 a 2017 este fenómeno se ha vuelto más común en
México.
De acuerdo con estadísticas proporcionadas por las instituciones de seguridad y de
procuración de justicia, así como de organizaciones de la sociedad civil y medios de
comunicación e información, que, regularmente son las parejas de las víctimas las que les
hacen daño, y la violencia ha alcanzado también a las niñas, que se encuentran cada vez
más vulnerables ante esta situación.
La información publicada ampliamente al respecto también da cuenta de la desatención y
negligencia de las diversas instancias correspondientes, pues las mujeres denuncian que
están siendo atormentadas, amenazadas e incluso viviendo en ese momento una violencia
extrema.
El presente ensayo pretende brindar un panorama acerca de esta realidad social, que en
los últimos años ha venido creciendo.
DESARROLLO
La violencia contra la mujer ha existido siempre, en todos los estratos sociales, en todas
épocas de la vida de la humanidad, su reconocimiento como una manifestación de violencia
es muy reciente y han sido mujeres, luchadoras sociales quienes la han llevado a mesas
de discusión para darle la importancia que merece. (Olamendi, 2016).
En México se tiene conocimiento del término feminicidio desde los años 90 con las
decenas de cuerpos de mujeres encontradas en Ciudad Juárez, Chihuahua. En 2001, en
un Campo Algodonero de Ciudad Juárez, se encontraron los cuerpos de Claudia Ivette
González quien solo tenía 20 años, junto con los de Esmeralda Herrera Monreal, Laura
Berenice Ramos Monárrez de 14 y 17 de años de edad, respectivamente. Una vez que se
analizaron las carpetas de investigación de Ciudad Juárez, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) halló culpable a México, por no garantizar la vida, integridad y
libertad de las víctimas, de la impunidad en contra de las víctimas y sus familiares, de la
discriminación sufrida por las víctimas y familiares (CIDH, 2009).
De acuerdo con Lagarde, “Femicide”, Femicidio en castellano, es voz homóloga de
homicidio y solo significa asesinato de mujeres (Lagarde, 2005), en cambio, Feminicidio,
definido por Russell y Radford, es crimen de odio contra las mujeres; conjunto de formas
de violencia que en ocasiones concluye en asesinatos e incluso suicidios de mujeres
(Russell, 1990). Ambas definiciones si leemos detenidamente nos demuestran que la mujer
es dañada por odio, y este, nos solo implica lastimar sino acabar con la vida de la mujer, a
costa de daño físico severo que incluso pueden ser de manera psicológica que provoque
que sean ellas mismas las que se quiten la vida.
Carcedo utiliza el concepto de feminicidio como la “forma extrema de violencia
contra las mujeres:” asesinatos de mujeres a manos de hombres y parejas, exparejas,
familiares, pretendientes, acosadores, clientes, explotadores sexuales, y relaciones de
poder (Carcedo, 2000). De forma extrema, hablamos pues de buscar provocar el mayor
daño posible a la mujer, lo mas curioso es que no son personas ajenas a sus vidas, sino
gente muy apegada o por lo menos que comparten un medio en común de acercamineto,
puede ser consanguíneo, afectuoso, o personal.
El feminicidio está catalogado dadas las cirunstancias en las que se lleva a cabo el
delito, pues cambia el modus operandi. Esta clasificacion fue dada a raíz de las definiciones
de autoras como Diana Russel, Jane Caputi, Mary Anne Warren, Marcela Lagarde en
México, Julia Monarrez, Ana Carcedo y Montserrat Sargot. Se clasifica en: Íntimo, No
íntimo, infantil, familiar, por conexión, sexual sistemático desorganizado, sexual sistemático
organizado, por prostitución o por ocupaciones estigmatizadas, por trata, por tráfico,
transfóbico, lesbofóbicos, racista y por mutilación genital femenina (Iribarne, 2015). En
México los feminicidios se dan por una cultura de discriminación contra la mujer, ya que los
asesinatos en nuestro país han sido manifestaciones de violencia basada en género, esto
lo podemos observar debido a que la mayoría de las mujeres asesinadas son personas de
escasos recursos.
El Feminicidio no es un problema de índole privado sino social y que “...constituye
una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la
mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su contra
por parte del hombre e impedido el adelanto pleno de la mujer”. (ONU, 1999). Podemos
tomar de este texto que la mujer solo por el simple hecho de ser mujer, es tratada como un
ser inferior, no se le respeta, incluso son las víctimas con mas sufrimiento antes de su
muerte, pues se observa en la mayoría de los feminicidios que ellas sufren de graves
agresiones físicas y cabe la posibilidad de que existió violencia sexual.
En México, el Feminicido se da por siete causas: violencia sexual, lesiones o
mutilaciones, violencia previa, relación sentimental, amenazas previas, secuestro y
exposición, además de que existen siete causales, que existan antecedentes de violencia
del sujeto activo hacia la víctima, que existan amenazas del sujeto activo en contra de la
víctima, que haya sido incomunicada previo a su muerte, cualquiera sea el tiempo, que el
CONCLUSIONES
La expresión más cruda y hasta cierto punto trágica de la violencia de género contra
las mujeres es la feminicida. No existe una acción más dura de reconocer, pues esto solo
podremos lograrlo con las medidas correspondientes que involucren tanto a sociedad como
gobierno, mismas recomendaciones que se harán al final. El feminicidio es la expresión
última, las agresiones que provienen en su mayoría de la pareja sentimental, parientes,
novios, amigos, es decir, las personas a las que las mujeres quieren, aprecian y confían;
otras tantas, que también forman parte de la violencia de género, provienen de extraños, y
en últimas fechas, de grupos de delincuencia organizada, quienes consideran a las mujeres
como una mercancía. El feminicidio es generado por una serie de elementos que pasan
como imperceptibles: el silencio, la omisión, la negligencia y la complicidad. Todo esto
genera impunidad que no sólo deja sin justicia a las víctimas, sino que además provoca
entre las mujeres un sentimiento de desamparo que repercute en un mayor nivel de
vulnerabilidad frente a sus ofensores; y en la sociedad la convicción de que la muerte
violenta de las mujeres, al no merecer la atención e investigación de las autoridades,
refuerza la desigualdad y la discriminación de la que son objeto en la vida diaria. En México
aún cuando se han llevado a cabo enormes avances para adoptar las reglas internacionales
de protección a los derechos de las mujeres, es al día de hoy un tema que tiene muchos
pendientes, pues lejos de disminuir, cada día crece más el número de mujeres
desaparecidas y que tristemente son halladas muertas, es por esto que debemos de estar
atentos al síndrome de la mujer maltratada y denunciar de ser poible esta violencia, pues
podemos ser responsables de detener un feminicidio, lo vimos ya, las estadísticas de
violencia contra la mujer son demasiado altas y seguirán creciendo, debemos cambiar la
forma de ver la seguridad, y porque no contribuir a diseñar acciones que sirvan de medidas
cautelares para atender la violencia, al incluir el género hemos dado el primer paso se está
atendiendo la perspectiva de género, y este es un factor importante, pues es el género el
detonante para que se pueda entender a esta violencia contra la mujer. No debemos olvidar
que el estado tambien tiene gran responsabilidad, pues es su obligación la prevención de
los delitos cometidos en contra de las mujeres pues afectan e impactan en todos los ámbitos
sociales, entonces el Estado debe de tomar medidas de carácter cultural, político y
administartivo a fin de promover el respeto a los derechos humanos y no dejar de investigar
las violaciones cometidas en contra de las mujeres.