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La preparación física
7.1 Autoridades confirman sobre la necesidad de una mayor
eficiencia física durante el trabajo mental
Del libro Lezioni tecniche per diventare maestro di scacchi (“Lecciones técnicas para
llegar a ser maestro de ajedrez”) (Dvoretsky y Yusupov, Mursia Editores) en la página
130 leemos: “Es obvio que un jugador se canse luego de muchas horas de intensa
concentración. Pero hay algunos que se cansan más y otros que se cansan
menos. A menudo es propiamente en los últimos minutos que se decide el éxito
de la partida, por consiguiente un jugador que conserva bastante energía de
reserva para el final de la partida, puede recoger poco a poco un buen número
más de puntos […] Si te encuentras con frecuencia fatigado, probablemente
sucede algo que no va bien en tu preparación física. La elección en este caso es
clara: deberás hacer más ejercicios, dedicar más tiempo al deporte,
especialmente ejercicios de resistencia (por ejemplo trotar, pero por largos
tramos). Esto requiere especial atención y no solamente una apresurada
asignación.”
Entre las varias actividades, atletismo, ciclismo, natación, marcha, gimnasia, etc., cada
quien puede escoger la que prefiera (para ajedrecistas, portadores de handicap
(desventaja) en las articulaciones inferiores, es necesario además recurrir a un programa
de gimnasia aeróbica para articulaciones superiores y el tronco), pero es un deber
precisar que el atletismo (el caminar para los menos jóvenes) sigue siendo el medio más
sano para desarrollar la resistencia general, siendo sus mecanismos biomecánicos, los
más naturales y espontáneos. Para los más jóvenes, en síntesis, es posible alternar o
sustituir las probablemente aburridas sesiones de jogging (Ejercicio físico que consiste
en correr una distancia larga, a un ritmo moderado, como entrenamiento deportivo) con
una actividad seleccionada entre los tantos deportes de equipo o individuales que
involucren emotivamente y por consiguiente, sean predeciblemente también divertidos.
Más numerosos y más notables son los beneficios del metabolismo de las neuronas: la
actividad regular de tipo aeróbico potencializa las vías de flujo de la glucosa y del
oxígeno y mejora el uso, la remoción de las dendritas necróticas neuronales son
agilizadas y aumenta la disponibilidad de encimas como el Q10 necesarias para la
actividad cerebral.
Baja la producción de la cortisona (que es la hormona del stress pero también voraz
consumidora del precioso oxígeno), combatiendo así eventuales estados de depresión y
de mal humor.
Baja la presión arterial cuyos valores excesivos han sido la causa del abandono precoz
de la competición ajedrecística por parte de valientes jugadores.
Llega a mejorar, entre otras más cosas, las funciones endocrinas y refuerza las
defensas inmunológicas. Por último, el mayor consumo calórico debido a la actividad
física, regulariza el peso corporal mientras los músculos se vuelven más tonificados y
los huesos más resistentes y todo esto contribuye fuertemente a mejorar la imagen
corporal y refuerza la autoestima.
La primera sesión no deberá superar los 15 minutos, la caminada será constante y cada
paso deberá ser un poco más amplio que el largo del pie (en tal modo el ritmo se hará
sobre 6 minutos por kilómetro). Cada sesión podrá ser seguida por breves ejercicios de
gimnasia de tipo relajante. Para el stretching es inútil probarse en esta prueba ardua si
no se está seguro de la metódica adaptación.
La frecuencia de las salidas deberá ser inicialmente trisemanal, con un día de por medio
entre cada una. Los espacios de tiempo ideales para trotar son los de temprano en la
mañana o en el intervalo entre el desayuno y el almuerzo; también en las horas de la
tarde, de cualquier modo mucho después de las comidas (cerca de 3 horas después de
una importante comida y esperar 1 hora después del entrenamiento antes de sentarse a la
mesa).
Es necesario subrayar que la trote representa también una forma de stress a quién el
organismo le es forzado adaptarse y el entrenamiento gradual y prudente es necesario
con el fin de que tal stress pueda ser absorbido sin detrimento y que al final produzca
los meritorios beneficios. Si se atiende a las anteriores sugerencias, será posible en
verdad fácilmente llegar a la meta de trotar por 45-60 minutos
tres veces a la semana sin fatiga y de mantener este modelo hasta el infinito, gozando de
durable forma psicofísica también en vista de los más obligatorios peligros
ajedrecísticos. Recordar en cada caso que, poco antes de un torneo de ajedrez y durante
el mismo, la actividad física debe ser fuertemente reducida, pero no eliminada. La
conservación de cerca de una tercera parte de la actividad máxima (de
duración e intensidad) suspende el efecto de entrenamiento, pero salvaguarda el
mantenimiento del standard conseguido de modo que, después del torneo, se pueda
emprender de nuevo la actividad a pleno régimen.
7.5 Programa de ejercicios gimnásticos con el fin de
tonificación general y preventiva
Las sesiones de gimnasia (2 a la semana, pero para los más indolentes (lentos a la
acción) es posible reducir el empeño: siguiendo los ejercicios 1-6 en una sesión y los de
7-10 en la otra), alternándose con el trote (3 o 4 semanales).
Entre un ejercicio de gimnasia y el otro es necesario esperar 1 o 2 minutos. Evitar el
fatigarse privilegiando la suavidad de los gestos más que a su rapidez.
Iniciar para cada ejercicio con el número mínimo de repeticiones indicado y aumentar
gradualmente hasta un máximo de tres veces tal número.
2) Flexiones laterales del tronco flexible a 90º. Están empeñados prevalentemente los
músculos posteriores del brazo. Iniciar con 5 repeticiones.
8) Flexo-torsión del tronco a sx y dx. Músculos interesados: parte proximal del recto y
músculos rotatorios del tronco (oblicuo e intercostal). 5 repeticiones.
Jueves Reposo
Domingo Reposo
Segunda semana
Lunes Serie completa de ejercicios
Jueves Reposo
Sábado Reposo
Es quizás a todos notable que una alimentación sana y equilibrada debe basarse sobre
una dieta cotidiana que tenga en cuenta los varios nutrientes y sea por consiguiente
compuesta por azúcares (o carbohidratos o glucosa), grasas (o lípidos), proteínas (o
prótidos), sales minerales y oligoelementos, vitaminas y agua.
Los niveles de asunción recomendados (LARN) establecen indicativamente –ya que son
susceptibles de adaptaciones relativas a la edad, sexo, estructura corporal, actividad
elegida, etc.- las cantidades óptimas de los varios nutrientes a consumir diariamente. Así
por ejemplo, para un sujeto adulto medio que realice una normal actividad física y con
peso corporal ideal, se deduce que de las cerca 3.000Kcal cotidianas, cerca de 1800
(60%) deben provenir de glúcidos, 900 (25/30%) de lípidos y 300 (10/15%)
de los prótidos (los restantes nutrientes agua, vitaminas, sales minerales y
oligoelementos no aportan calorías). Ya que 100 gr. de glúcidos, así como 100 gr. de
prótidos, producen cerca de 400Kcal, mientras 100 gr. de lípidos dan 900, se deduce
que la cantidad varia de los varios nutrientes expresada en gramos es:
glúcidos 450gr. prótidos 75gr. lípidos 100gr.
La cantidad debe ser calculada en función de las características individuales del sujeto
considerado, manteniendo constantes los porcentajes de nutrientes.
De otra parte, una escasa reducción del aporte calórico cotidiano superior al 30% (unas
1000Kcal como mínimo), como también un desequilibrio entre porcentajes de los varios
nutrientes (sistemas utilizados desenvueltamente como medios adelgazadores de dietas
a la moda propuestas por pseudoexpertos sin escrúpulos) pueden conducir a peligrosos
estados de desnutrición con consecuencias no menos graves que las del exceso calórico,
especialmente en los daños al cerebro. Se sabe que las desnutrición padecida en la edad
infantil puede directamente perjudicar de manera irreversible el desarrollo cerebral.
Un aumento de actividad mental no requiere un suplemento de energía (glucosa)
además teniendo en cuenta que el stress sostenido durante una partida de ajedrez con la
consiguiente liberación de cortisona puede atacar la cantidad de glucosa disponible.
Tales productos son de nuevo derramados en los capilares linfáticos que atraviesan cada
vello y transferidos luego en la sangre (vena portadora) y por último el hígado el cual
absorbe tales sustancias, conservando las nutritivas y eliminado las tóxicas. Del hígado
a la sangre, así repulida, entra en la vena cava inferior para llegar finalmente al corazón
y a los pulmones para su oxigenado y su redistribuido cargado de sustancias vitales para
todo el organismo.
Luego, una parte es distribuida a las células de los tejidos para la producción de ATP. Si
la glucosa absorbida es excesiva, respecto a la utilización inmediata, la cuota que sobra
se transforma en triglicéridos y es depositada en los adipositos (células que recogen
grasas).
Boca 1 minuto
En la fase en la cual no hay una absorción en curso, por ejemplo durante una extensa
pausa entre una comida y la otra, se invierte la relación insulina/glucógeno (la insulina
es la hormona que literalmente aleja los azúcares en exceso en la sangre mientras el
glucógeno exige la presencia en caso de falta y llega estimulado el hígado a reconvertir
el glicógeno en glucosa.
Esto podría no ser suficiente para evitar bajones glicéricos que también si son
momentáneos provocarían desastres si ocurriese en el bello medio de un delicado
análisis ajedrecístico. Es por esto que entre una comida y otra es aconsejable recurrir a
un pequeño mecato a base de glúcidos que comprendan una cuota prevalente de
azúcares complejos como pan o una porción de torta (bizcocho) y una cuota menor de
azúcares simples como miel o mermelada, con el rol de explosivo. Esto permite el tener
una lenta y suficientemente prolongada liberación de glucosas (evitando la reacción
insulínica negativa a las finalidades la presentación por causa de la consiguiente
hipoglicemia de “rebote”).
El ideal sería el consumo de una torta con crema de unos 70 gramos. Cantidad superior
y la utilización de dulces con alta con alta concentración de azúcares simples o de
grasas como el chocolate, aparte de los efectos positivos psicológicos de gratificación,
son para tenerse como contraproducentes o también innecesarios en cuanto, a diferencia
de la actividad física, la actividad mental no comparte un aumento significativo de
glucosa (4 gr. por hora, cerca de 100 gr. en las 24 horas que representan casi un cuarta
del consumo total.).
Transformación en grasas;
Seguir vías metabólicas especializadas entre las cuales, importante para la actividad
mental, hacer de precursores para los neurotransmisores (si la glucosa representa el
carburador de la máquina cerebral, los neurotransmisores representan el implante
eléctrico). Según diversos estudios, los aminoácidos introducidos en la mañana se
transforman en general más fácilmente en neurotransmisores.
Es acertado de otra parte que una comida con prevalencia proteínica (o sea de
aminoácidos) favorezca las concentraciones cerebrales de noradrenalina que es una
hormona y al mismo tiempo un neurotransmisor del poder excitante que predispone por
consiguiente a
la atención y a la vigilancia; mientras una comida con prevalenca glucidica hace
aumentar los niveles de serotonina, neurotransmisores que tienen una acción relajante
(esto porque un buen plato de pasta en la noche puede agilizar el sueño).
Los ajedrecistas, haciendo salvedad de los hábitos personales, podrían experimentar
para su propio beneficio tal novedad (cfr. ejemplo de dieta).
Vista la relativa facilidad con la cual el organismo está en grado de transformar azúcares
y proteínas en grasas, se podría suponer que la ingestión de estos últimos no sea
indispensable. En realidad las grasas alimenticias representan el vehículo con el cual
son introducidas las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y algunos ácidos grasos
polínsaturados (ácido linoleico, ácido linolenico y ácido ariquinódico).
Tales ácidos grasos son llamados esenciales ya que cumplen funciones bioquímicas
indispensables.
No se olvide de otra parte que cerca del 50% del cerebro está compuesto de grasas,
indispensables para formación y buen funcionamiento de las membranas celulares, que
a su vez son las responsables de la correcta oxigenación del cerebro y de las
transmisiones nerviosas sobre las cuales se basa el funcionamiento de las neuronas y de
las comunicaciones entre los varios sistemas. Para subrayar de otro lado, que un exceso
de ingestión de las grasas predispone al sobrepeso.
Una correcta alimentación con respecto a los porcentajes respecto a los varios nutrientes
en el ámbito del aporte calórico total debe representar una regla cotidiana si se desea el
propio bienestar y/o el logro de metas deportivas. En caso de sobrepeso (o también
obesidad) el tratamiento más lógico consiste en disminuir un poco (25% al máximo) el
aporte energético más bajo de lo necesario a diario preventivamente determinado y, con
la ejecución de suaves ejercicios físicos (carrera, bicicleta, natación), si desea obtener
una lenta y progresiva pérdida de peso hasta lograr el valor deseado.
Es verdad, una módica cantidad diaria de alcohol (40 gr. para los hombres y 30 gr. para
las mujeres, vale decir dos vasos de vino, preferiblemente rojo, bebidos durante las
comidas) tienen efectos protectores sobre el corazón. Esto es debido al efecto del
alcohol mismo y del resveratrolo, una sustancia del grupo de los polifenolos que la vid
produce para combatir las infecciones y de la cual son ricas las envolturas de la uva. Su
efecto sobre el organismo consiste el bajar el nivel de colesterol en la
sangre. La cantidad antes mencionada puede ser absorbida por el hígado sin daños y sin
riesgos de habituarse. Más de dos vasos diarios, el hígado advierte signos de malestar.
Los criterios son hasta hoy controvertidos acerca de los beneficios del café, mucho
depende del tipo de café, del metabolismo de la persona, del momento en el cual se
absorbe y de otros factores. Sus efectos sobre el cerebro pueden ser estimulantes,
especialmente si se ingiere de vez en cuando y no como hábito y en cantidad excesiva
(este último caso se arriesga al doping de cafeína: >250 miligramos). El café, sobre todo
en los bebedores ocasionales, también a distancia de muchas horas de
su consumo, modifica fácilmente el sueño que está caracterizado por ondas cerebrales
rápidas y resulta menos relajante. Esta bien no engañarse sobre las propiedades del café:
fuera de su efecto estimulante no mejora la memoria y también puede empeorarla y por
último puede bajar el éxito del test de inteligencia, por lo cual sería aconsejable no
abusar antes de los exámenes, test, partidas de ajedrez, etc.
8.13 El humo
Del humo del tabaco se ha dicho todo el mal posible. Aparte de las consecuencias sobre
la salud, los fumadores sostienen de llegar a concentrarse mejor cuando están rodeados
de la nube prisazulada. Hay algunos experimentos han demostrado que la acción de la
nicotina reduce el pasaje de los estímulos externos hacia el cerebro y aumenta por
consiguiente la tolerancia del ambiente ruidoso o movidos. También el hábito gestual y
la particular dependencia debido a la nicotina (por la presencia
en el cerebro de predispuestos) receptores nicotínicos) contribuyen a explicar el éxito de
tal peligroso vicio.
Ya que es innegable que el fumar reduce el aporte de oxígeno al cerebro y esto provoca
no raramente auténticos black-out (bloqueos) en la idealización ajedrecística, unida a la
certeza que mira los riesgos para la salud en general, se puede tranquilamente colocar en
la condena del vicio del humo, sin posibilidad de apelación.
8.15 El reposo nocturno y los ritmos biológicos
Los disturbios crónicos del sueño, con consecuente escaso reposo, produce fatalmente
una baja en el tono muscular y mental con síntoma de flaqueza, escasa concentración,
fácil irritabilidad, etc. La cantidad de sueño cotidiano varía de individuo a individuo.
Medianamente la duración es de cerca a las 7/8 horas refiriéndose a un adulto. Es
benéfico respetar en cuanto sean posibles los propios ritmos y horarios y observar sanas
regla de vida. Frecuentes alteraciones de los horarios de adormecimiento y desvelo, la
alimentación irregular, el stress, las variaciones del tiempo atmosférico, pueden
perjudicar la regularidad del sueño y los efectos no tardan en aparecer especialmente en
la actividad mental. Los jugadores de ajedrez, bridge, damas, go, deben por esto prestar
importancia primaria a los problemas del sueño a cualquier hora que se presente. A
menudo es insuficiente observar pocas reglas higiénicas naturales.
Las fases del sueño y vigilia producen entre otras cosas un desicivo efecto para
estabilizar el así llamado ritmo biológico (biorritmo) de cada individuo. En un biorritmo
de tipo circadiano (o sea de la duración aproximada de 24 horas) caracterizado de
estabilidad y facilidad individual y momentos personales de máxima energía física
(salud, resistencia a la fatiga, utilidad, etc.), estabilidad emotiva y
eficiencia intelectual (memoria, capacidad de aprendizaje, de racionamiento, etc.) para
programar mejor los empeños de trabajo, de estudio, de deporte y por último los
horarios de las comidas.
Es interesante entre otras cosas observar como a menudo, en el interior de una misma
familia (por ejemplo entre los cónyuges) conviven antagonismo y a veces
irreconciliables, hábitos de descanso nocturno (no obstante en la norma) que influyen
sin embargo en los diferentes ritmos circadianos, difícilmente modificables en favor
recíproco. De ulterior interés, sobre todo por parte de deportistas de alto nivel, es el
estudio del biorritmo de más amplio proyecto (biorritmos ultradianos (ultraalertas)) que
permite al individuo también en el arco de más días o semanas, de meses o quizás de
años, los periodo o momentos más favorables para el rendimiento óptimo. Ello permite
una elección ocular entre objetivos competitivos de iguales intereses y de programar un
estilo con miras a la preparación.
Hace más de 30 años era común aconsejar el resistir a la sed y beber lo menos posible
durante la actividad deportiva. Era difundido en ciertos ambientes (hasta ahora
vanagloriosos y pocos inclinados a aceptar la ciencia) la creencia de que el agua pudiese
interferir de cualquier manera en la presentación, limitándola. Hoy, por fortuna, con los
conocimientos científicos al alcance de todos, se le enseña al deportista que necesita
beber antes aún de advertir el estímulo de la sed porque cuando esta
sucede quiere decir que el organismo está ya al inicio del proceso deshidratante. En otra
sección hemos ya hablado de la importancia de mantener siempre constante el nivel de
agua (que a través de la sudoración, transpiración y procesos metabólicos que culminan
con la expulsión de la orina, es dispersa en gran cantidad durante la jornada) porque este
es el ambiente indispensable para la vida de las células (además que para el proceso de
termorregulación). Especialmente en el verano, la cantidad de agua dispersa es
reintegrada indirectamente, ¿pero con qué cosa? A menos que no seas un
maratonista o un joponero en un tren a vapor, dejas perder los llamados “integradores
energéticos y salinos”: más que a vuestro balance hídrico hace bien al balance
económico de la fábrica que los produce. En efecto las sustancias disueltas en tales
bebidas realientan la difusión del agua en los tejidos periféricos impidiendo
prácticamente la correcta hidratación y reclamen al mismo tiempo otra agua en el
estómago proveniente de los distritos periféricos, aumentando así el estado de
deshidratación y procurando otros desagrados. El consejo es el de beber agua pura,
mejor si no tiene gas y en lo máximo acompañada de una naranja
o limón exprimido, una cucharada de azúcar y un poco de sal de cocina si la sudoración
ha sido intensa y prolongada.
La biometeorología es la ciencia que estudia los efectos del clima sobre el organismo
humano. Pero solo recientemente y con dificultad ha sido reconocida de interés medico-
diagnóstico. En el lejano 1979 aparece para la Edición SIAD un precioso pequeño
volumen con el título: “El influjo del tiempo” en el cual el autor, el doctor Volver Faust,
neurólogo y psiquiatra de Friburgo en Alemania, describe con teutónica meticulosidad
los varios síntomas, las tipologías de los sujetos y las
causas predisponibles a dependencia del clima. Entre otras cosas él sugiere el empleo de
una gama de remedios, precisando también que una anormal sensibilidad a las
variaciones climáticas hace parte de nuestro sistema interno de control que tiene su sede
en el hipotálamo, el computador biológico al cual se debe en gran parte la regulación del
homeostasis corporal.
El género humano puede dividirse en tres categorías. La primera de éstas comprende las
personas meteoroinmunes o sea susceptibles poco o nada a las variaciones climáticas en
cuanto su sistema neuro-inmuno-endocrino, así registrando flujos oscilatorios a nivel
hormonal (que se perciben, por ejemplo, durante la actividad intelectual de tipo “fin” y
esto estadísticamente hace suponer que los trabajadores del intelecto estén más sujetos
que otros al influjo del tiempo), saben rápidamente adaptarse a las variaciones externas,
utilizando recursos endógenos de gran rendimiento.
La segunda categoría, que comprende la mayoría de las personas es la de los
meteorosensibles. Estos advierten sensibilidad variada y sugestiva a las variaciones
climáticas con disturbios de tipo vegetativo y psicológico como: cefaleas (dolor de
cabeza), nerviosismo, insomnio o somnolencia diurna, dificultad de concentración, etc.
Tal categoría a través de un más o menos proceso de aclimatación está es grado de
ingresar en la de los meteoroinmunes. Tal proceso significa ante todo tomar conciencia
del propio disturbio, por consiguiente utilizar cualquier técnica de autosugestión para
remover eventuales causas psicológicas y finalmente adaptar sano hábitos de vida, como
por ejemplo realizar regulares actividades al aire libre (primera fuente de aclimatación)
renunciando al humo, al alcohol, a los excesos de fármacos, a las privaciones de sueño
que son los peores enemigos de nuestro reloj biológico, o sea el hipotálamo.