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Capítulo 7

La preparación física
7.1 Autoridades confirman sobre la necesidad de una mayor
eficiencia física durante el trabajo mental

Del libro Lezioni tecniche per diventare maestro di scacchi (“Lecciones técnicas para
llegar a ser maestro de ajedrez”) (Dvoretsky y Yusupov, Mursia Editores) en la página
130 leemos: “Es obvio que un jugador se canse luego de muchas horas de intensa
concentración. Pero hay algunos que se cansan más y otros que se cansan
menos. A menudo es propiamente en los últimos minutos que se decide el éxito
de la partida, por consiguiente un jugador que conserva bastante energía de
reserva para el final de la partida, puede recoger poco a poco un buen número
más de puntos […] Si te encuentras con frecuencia fatigado, probablemente
sucede algo que no va bien en tu preparación física. La elección en este caso es
clara: deberás hacer más ejercicios, dedicar más tiempo al deporte,
especialmente ejercicios de resistencia (por ejemplo trotar, pero por largos
tramos). Esto requiere especial atención y no solamente una apresurada
asignación.”

En el mismo texto, en la página 132, encontramos:


“¿Cómo podemos entrenar el sistema nervioso para conseguir un prolongado
periodo de esfuerzo? También aquí, es probablemente esencial la preparación
física (“mente sana en cuerpo sano”); puede tornarse útil un poco de training
autógeno o también de yoga. Es además posible una preparación
específicamente orientada al ajedrez, haciendo las prácticas con especiales
ejercicios seleccionados. ¡Nada nuevo bajo el sol! Hoy en día todos los apasionados al
ajedrez, están bien convencidos de una regular actividad física, también gracias a los
testimonios de varios campeones del pasado, pero sobre todo por el ejemplo de los fuera
de clase modernos, como Kasparov y Kramnik que han hecho directamente del
entrenamiento físico, un arma decisiva (confiándose a sofisticados expertos en fitness
(conjunto de ejercicios gimnásticos que se realizan para conseguir y mantener una
buena forma física) y así obtener presentaciones de súper héroes).

El ex presidente de la F.S.I. Alvise Zichichi recomendaba calurosamente el cuidar en


especial manera tal aspecto de la preparación ajedrecística y no solo se ha limitado a
esto: ha sido un auténtico precursor en avecinar concretamente el mundo ajedrecístico
italiano a las intimidades de la preparación física (recuerdo que me elogiaba el hecho de
que tuviese como algo esencial integrar mi persona para realizar sus anticipadas
intuiciones).

En un acervo acumulado por decenas de buenos propósitos, de testimonios, de


empíricas experiencias y de innumerables sensatos consejos, pero inútiles como los que
con frecuencia leemos, estamos felices de presentar finalmente un completo y confiable
modelo de preparación física general, sobre todo para beneficio de aquellos que no
pueden permitirse un entrenamiento personal y que
desean por consiguiente estar en forma, asimismo independientemente del ajedrez o de
otras actividades similares.

7.2 La especial cualidad física del jugador de ajedrez:


la resistencia general (o endurance)
Correr en forma suave y uniforme, o también andar largos tramos en bicicleta sin
cumplir esfuerzos de salida, o practicar unos largos ratos de natación, o simplemente
pasear, son actividades que desarrollan y consolidan la llamada resistencia general o
endurance. La capacidad de endurance es la base de casi todos los deportes ya que
permite resistir a la fatiga, o sea, realizar un trabajo prolongado en el
tiempo. Esta capacidad permite también el recuperar más rápidamente la fatiga de
varios géneros en virtud de los mecanismos energéticos y de los aparatos cardio-
circulatorio y respiratorio (en esencia todo el organismo) potenciado del entrenamiento
mismo.

La resistencia general o endurance se obtiene a través de la actividad suave con ritmo


constante y de larga duración (por lo menos 40 minutos, pero para los más exigentes
una hora o más) y es definida de tipo aeróbico porque la cantidad de oxígeno respirado
es igual al que se utiliza para producir ATP, en forma de energía pura, con residuos de
anhídrido carbónico y agua. Con el fin de que no lleguen mezclados mecanismos
energéticos no necesarios, es importante que durante los entrenamientos para la
resistencia general no se tenga el denominado “fiatone” (respiro profundo) que revelaría,
entre otras cosas, la superación del nivel ideal del número de latidos cardiacos por
minuto que no debe ser superior a los 130-140 (zona de la máxima acción sistólica y
límite medio de la actividad puramente aeróbica).

Entre las varias actividades, atletismo, ciclismo, natación, marcha, gimnasia, etc., cada
quien puede escoger la que prefiera (para ajedrecistas, portadores de handicap
(desventaja) en las articulaciones inferiores, es necesario además recurrir a un programa
de gimnasia aeróbica para articulaciones superiores y el tronco), pero es un deber
precisar que el atletismo (el caminar para los menos jóvenes) sigue siendo el medio más
sano para desarrollar la resistencia general, siendo sus mecanismos biomecánicos, los
más naturales y espontáneos. Para los más jóvenes, en síntesis, es posible alternar o
sustituir las probablemente aburridas sesiones de jogging (Ejercicio físico que consiste
en correr una distancia larga, a un ritmo moderado, como entrenamiento deportivo) con
una actividad seleccionada entre los tantos deportes de equipo o individuales que
involucren emotivamente y por consiguiente, sean predeciblemente también divertidos.

7.3 Efectos generales y específicos sobre el cerebro


producidos por la actividad física
Que la actividad física rejuvenece la mente había ya sido intuido en el 400 a.C. por
Platón. Hoy es posible ilustrar en detalle tales beneficios y el primero entre todos es la
influencia sobre la producción del factor de crecimiento del tejido nervioso (NGF) que a
su vez estimula el factor de crecimiento del tejido nervioso cerebro derivado (BDNF).
Ambos factores tienen propiedad regeneradora de las neuronas, multiplicando la
producción de varios neurotransmisores y reforzando las sustancias
presentes en el cerebro encargadas de neutralizar los peligrosos radicales libres.
Los efectos benéficos sobre el cerebro de la actividad física son por consiguiente
múltiples:

 Más numerosos y más notables son los beneficios del metabolismo de las neuronas: la
actividad regular de tipo aeróbico potencializa las vías de flujo de la glucosa y del
oxígeno y mejora el uso, la remoción de las dendritas necróticas neuronales son
agilizadas y aumenta la disponibilidad de encimas como el Q10 necesarias para la
actividad cerebral.

 Aumenta la circulación de los neurotransmisores catecolamínicos (serie de


neurotransmisores como la dopamina, adrenalina, noradrenalina) que favorecen la
atención, la vigilancia, la agresividad, etc.

 Aumenta también la liberación de algunos neuropéptidos como las endorfinas, una


especie de opiáceos de producción endógena que durante una actividad prolongada
causan euforia y al final hacen menos intensos los sufrimientos de tipo traumático.

 Reduce el nivel de lipoproteínas de baja densidad (LDL) que disminuyen la circulación


sanguínea cerebral.

 Baja la producción de la cortisona (que es la hormona del stress pero también voraz
consumidora del precioso oxígeno), combatiendo así eventuales estados de depresión y
de mal humor.

 Baja la presión arterial cuyos valores excesivos han sido la causa del abandono precoz
de la competición ajedrecística por parte de valientes jugadores.

 Llegan a regularizar las fluctuaciones anormales de azúcar en la sangre evitando


improvisadas caídas glicéricas que pueden mermar la creatividad ajedrecística.

 Llega a mejorar, entre otras más cosas, las funciones endocrinas y refuerza las
defensas inmunológicas. Por último, el mayor consumo calórico debido a la actividad
física, regulariza el peso corporal mientras los músculos se vuelven más tonificados y
los huesos más resistentes y todo esto contribuye fuertemente a mejorar la imagen
corporal y refuerza la autoestima.

7.4 Programa genérico de preparación física:


el trote
El siguiente programa está dirigido a voluntariosos que deseen cimentarse la primera
vez en el trote o que han tenido con éste precedentes contactos fallidos. Antes de iniciar
un serio programa, se debería hacer solamente largos paseos con intervalos, cada vez
con tentativas de jogging; cuando se está seguro en verdad de tener el espíritu dispuesto,
hará bien en someterse a una preventiva visita médico deportiva y proveerse
súbitamente después de la adquisición de idóneos zapatos, asesorándose posiblemente
del criterio de expertos en el sector para la elección más apropiada (valorar el efecto
amortizador).

La primera sesión no deberá superar los 15 minutos, la caminada será constante y cada
paso deberá ser un poco más amplio que el largo del pie (en tal modo el ritmo se hará
sobre 6 minutos por kilómetro). Cada sesión podrá ser seguida por breves ejercicios de
gimnasia de tipo relajante. Para el stretching es inútil probarse en esta prueba ardua si
no se está seguro de la metódica adaptación.

Para la ropa, dada la importancia de la transpiración, se recomienda el cubrirse lo menos


posible con calor y de no exagerar con el frío (son ideales una camiseta de algodón para
el contacto de la piel y un suéter más pesado para el exterior), evitando absolutamente
colocarse telas sintéticas o similares.

La frecuencia de las salidas deberá ser inicialmente trisemanal, con un día de por medio
entre cada una. Los espacios de tiempo ideales para trotar son los de temprano en la
mañana o en el intervalo entre el desayuno y el almuerzo; también en las horas de la
tarde, de cualquier modo mucho después de las comidas (cerca de 3 horas después de
una importante comida y esperar 1 hora después del entrenamiento antes de sentarse a la
mesa).

Luego de 3 o 4 sesiones de 15 minutos, se pasará a tres o cuatro sesiones de 20 minutos.


Análogamente se llegará a 25 minutos y por consiguiente a 30 minutos luego, cerca de
un mes. Al término del segundo mes la performance será de 45 minutos de carrera
constante que podría ser el objetivo óptimo para la mayoría de los ajedrecistas.
Con el incremento gradual de la duración de cada sesión, en base al dicho
procedimiento, será posible después del tercer o cuarto mes, correr tres veces a la
semana por una hora, como lo hace cotidianamente el joven GM ucraniano Ruslan
Ponomariov.

Es necesario subrayar que la trote representa también una forma de stress a quién el
organismo le es forzado adaptarse y el entrenamiento gradual y prudente es necesario
con el fin de que tal stress pueda ser absorbido sin detrimento y que al final produzca
los meritorios beneficios. Si se atiende a las anteriores sugerencias, será posible en
verdad fácilmente llegar a la meta de trotar por 45-60 minutos
tres veces a la semana sin fatiga y de mantener este modelo hasta el infinito, gozando de
durable forma psicofísica también en vista de los más obligatorios peligros
ajedrecísticos. Recordar en cada caso que, poco antes de un torneo de ajedrez y durante
el mismo, la actividad física debe ser fuertemente reducida, pero no eliminada. La
conservación de cerca de una tercera parte de la actividad máxima (de
duración e intensidad) suspende el efecto de entrenamiento, pero salvaguarda el
mantenimiento del standard conseguido de modo que, después del torneo, se pueda
emprender de nuevo la actividad a pleno régimen.
7.5 Programa de ejercicios gimnásticos con el fin de
tonificación general y preventiva

Para el cumplimiento de un efectivo programa de fitness, propongo los ejercicios


seguidamente ilustrados, elaborados para aquellas zonas musculares no directamente
empeñadas en el trote, pero también útiles. Para un jugador de ajedrez, que debe estar
muchas horas sentado, es necesario tener una buena tonificación muscular, sobre todo
en las zonas abdominales y lumbares en donde tales
músculos conforman el busto natural, previniendo lumbagos y patologías más graves.

Las sesiones de gimnasia (2 a la semana, pero para los más indolentes (lentos a la
acción) es posible reducir el empeño: siguiendo los ejercicios 1-6 en una sesión y los de
7-10 en la otra), alternándose con el trote (3 o 4 semanales).
Entre un ejercicio de gimnasia y el otro es necesario esperar 1 o 2 minutos. Evitar el
fatigarse privilegiando la suavidad de los gestos más que a su rapidez.
Iniciar para cada ejercicio con el número mínimo de repeticiones indicado y aumentar
gradualmente hasta un máximo de tres veces tal número.

1) Flexión de los brazos simultánea o alternativamente. Peso a sostener (1 a 6 Kg.)


variables en relación a la edad y al grado de evolución. Iniciar con 15 repeticiones por
brazo. Intervienen los músculos del antebrazo.

2) Flexiones laterales del tronco flexible a 90º. Están empeñados prevalentemente los
músculos posteriores del brazo. Iniciar con 5 repeticiones.

3) Flexiones completas sobre el plexo frontal. Músculos interesados: deltoides,


supraespinal, gran dentado, parte alta del trapecio. 5 repeticiones.

4) Flexiones laterales sobre un banco o en el suelo. Interviene el grande y el pequeño


pectoral, deltoides, bíceps. 5 repeticiones.

5) Distensiones simultáneas o alternas. Intervienen los músculos encargados de la


elevación de la espalda, al alejamiento del brazo, a la extensión del antebrazo sobre el
brazo. 10 repeticiones.

6) Plegamento de los brazos hasta el suelo. Intervienen: gran pectoral, deltoides


(anterior), tríceps, anconeo, gran dentado. Mientras más distantes estén las
articulaciones del brazo y antebrazo, más la carga se grava sobre el gran pectoral. 5
repeticiones.

7) Flexiones del tronco-articulaciones inferiores. Empeño prevalente de la parte


próximal del recto y del abdomen. 15 repeticiones.

8) Flexo-torsión del tronco a sx y dx. Músculos interesados: parte proximal del recto y
músculos rotatorios del tronco (oblicuo e intercostal). 5 repeticiones.

9) Articulaciones inferiores flexibles y unidas a sx y dx. Están interesados los músculos


rotatorios abdominales. Iniciar con 5 repeticiones.
10) Posición de partida con angulación cóccix-abdomen cerca de 90º. Aproximar las
rodillas al pecho. Músculos interesados: parte distal del recto y del abdomen. 15
repeticiones.

Ejemplo de microciclo quincenal luego de 4 semanas


de preparación
Primera semana
Lunes 25 minutos de carrera lenta (ritmo 6 minutos por kilómetro

Martes Ejercicios desde el número 1 al número 6 (dos veces)

Miércoles 30 minutos de carrera lenta

Jueves Reposo

Viernes Ejercicios desde el número 7 al número 10 (dos veces)

Sábado 30 minutos de carrera lenta

Domingo Reposo

Segunda semana
Lunes Serie completa de ejercicios

Martes 30 minutos de carrera lenta

Miércoles Ejercicios desde el número 7 al número 10 (dos veces)

Jueves Reposo

Viernes 35 minutos de carrera lenta

Sábado Reposo

Domingo 35 minutos de carrera lenta


Capítulo 8
La alimentación y el estilo de vida
8.1 Distribución de los nutrientes
en la alimentación

Es quizás a todos notable que una alimentación sana y equilibrada debe basarse sobre
una dieta cotidiana que tenga en cuenta los varios nutrientes y sea por consiguiente
compuesta por azúcares (o carbohidratos o glucosa), grasas (o lípidos), proteínas (o
prótidos), sales minerales y oligoelementos, vitaminas y agua.

Los niveles de asunción recomendados (LARN) establecen indicativamente –ya que son
susceptibles de adaptaciones relativas a la edad, sexo, estructura corporal, actividad
elegida, etc.- las cantidades óptimas de los varios nutrientes a consumir diariamente. Así
por ejemplo, para un sujeto adulto medio que realice una normal actividad física y con
peso corporal ideal, se deduce que de las cerca 3.000Kcal cotidianas, cerca de 1800
(60%) deben provenir de glúcidos, 900 (25/30%) de lípidos y 300 (10/15%)
de los prótidos (los restantes nutrientes agua, vitaminas, sales minerales y
oligoelementos no aportan calorías). Ya que 100 gr. de glúcidos, así como 100 gr. de
prótidos, producen cerca de 400Kcal, mientras 100 gr. de lípidos dan 900, se deduce
que la cantidad varia de los varios nutrientes expresada en gramos es:
glúcidos 450gr. prótidos 75gr. lípidos 100gr.

Los glúcidos tienen importancia energética y representan el único combustible del


cerebro, en condiciones normales, que requieren como mínimo 150 gr. Los prótidos
tienen principalmente función plástica (constitución y reparación de las varias
estructuras de los tejidos). Los lípidos representan las reservas energéticas pero cumplen
también roles de estructura y de funciones bioquímicas particulares. El agua no tiene
función energética ni plástica y no producen calorías, pero representa el ambiente
indispensable para las variadas actividades celulares. Las vitaminas y los
oligoelementos (minerales) constituyen los denominados micronutrientes ya que están
presentes en la dieta en cantidad muy reducida o incluso en los rastros. Los
micronutrientes cumplen prevalentemente funciones de control y regulación
participando en las varias actividades de las enzimas.

8.2 Ejemplo de dieta equilibrada para un adulto practicante


del ajedrez

La cantidad debe ser calculada en función de las características individuales del sujeto
considerado, manteniendo constantes los porcentajes de nutrientes.

DESAYUNO Leche o yogurt y cereales, té o café, o jugo de naranja, biscochos secos o


rebanadas con biscochos (dulces).
MEDIA MAÑANA Fruta o yogurt.

ALMUERZO Un plato proteico (carne o pescado o huevo o queso) y verduras frescas o


cocinadas, pan.

LA MERIENDA Fruta o yogurt o dulce con crema.

CENA Carbohidratos (pasta, arroz o pan) y verduras.

Naturalmente los menús del almuerzo y de la cena son intercambiables.

8.3 ¿Se puede nutrir selectivamente el cerebro?

Una correcta alimentación es sin lugar a dudas obligatoria, especialmente en la primera


infancia, para prevenir males irremediables en el desarrollo cerebral. En la edad adulta,
la carencia de algunas sustancias o un perjudicial absorbimiento de ellas puede reducir
las funciones de ellas. De un cerebro bien nutrido se puede esperar buena capacidad de
concentración, sensación de energía, eficiente memoria, etc. En caso de una actividad
intensa se puede ayudar el cerebro dotándolo adecuadamente de una precisa cantidad de
energía y los precursores útiles para formar neurotransmisores.

8.4 Consecuencias de la irregularidad alimenticia


Un exceso calórico cotidiano sino tiene como fin una mayor actividad física produce a
largo tiempo un acumulado de lípidos bajo la forma de energía de reserva, o sea de
grasa. De otra parte, también a causa de la sobrecarga funcional a la cual está
sobrepuesta el hígado, los riñones, el corazón, etc., aumentan los riesgos de patologías
como diabetes, hipertensión arterial, disturbios cardio-circulatorios, osteo-artrosis
(artritis).

De otra parte, una escasa reducción del aporte calórico cotidiano superior al 30% (unas
1000Kcal como mínimo), como también un desequilibrio entre porcentajes de los varios
nutrientes (sistemas utilizados desenvueltamente como medios adelgazadores de dietas
a la moda propuestas por pseudoexpertos sin escrúpulos) pueden conducir a peligrosos
estados de desnutrición con consecuencias no menos graves que las del exceso calórico,
especialmente en los daños al cerebro. Se sabe que las desnutrición padecida en la edad
infantil puede directamente perjudicar de manera irreversible el desarrollo cerebral.
Un aumento de actividad mental no requiere un suplemento de energía (glucosa)
además teniendo en cuenta que el stress sostenido durante una partida de ajedrez con la
consiguiente liberación de cortisona puede atacar la cantidad de glucosa disponible.

8.5 Digestión y absorción

Las sustancias nutritivas contenidas en los alimentos no pueden ingresar en el


organismo sino después de modificaciones que le permitan absorberles y utilizarlas. Así
los glúcidos complejos (polisacáridos, disacáridos) lleguen reducidos en monosacáridos
(para más glucosa). Los prótidos en aminoácidos y los lípidos en ácidos grasos. Tal
descomposición en otros no es porque el efecto de la digestión de los
elementos que llegan es el primer trayecto del canal alimenticio y participan órganos
como el hígado y el páncreas, mientras la absorción de los productos de la digestión
misma es realizada por los vellos que revisten las paredes de la segunda parte del tracto
intestinal.

Tales productos son de nuevo derramados en los capilares linfáticos que atraviesan cada
vello y transferidos luego en la sangre (vena portadora) y por último el hígado el cual
absorbe tales sustancias, conservando las nutritivas y eliminado las tóxicas. Del hígado
a la sangre, así repulida, entra en la vena cava inferior para llegar finalmente al corazón
y a los pulmones para su oxigenado y su redistribuido cargado de sustancias vitales para
todo el organismo.

8.6 El destino metabólico de los azúcares


y el ciclo ayuno/alimentación

En el hombre, la asunción de los alimentos no es proceso continuo como en protozoo,


una tenia solitaria o un vegetal. En las fases de ayuno, en el interior del organismo se
verifica adaptaciones para permitir constantemente un adecuado aporte de nutrientes.
Por ejemplo, luego de una comida completa y abundante reúne una cuota suficiente de
carbohidratos complejos (pasta, arroz, pan) la digestión puede durar como mínimo tres
horas. Durante tal período llega a introducirse en el círculo portal con flujo
además constante la glucosa que es utilizada en parte en el hígado por el propio
metabolismo, también transformado en glicógeno (glucosa en forma de depósito).

Luego, una parte es distribuida a las células de los tejidos para la producción de ATP. Si
la glucosa absorbida es excesiva, respecto a la utilización inmediata, la cuota que sobra
se transforma en triglicéridos y es depositada en los adipositos (células que recogen
grasas).

Tiempo de tránsito del alimento

Boca 1 minuto

Esófago 4/8 segundos

Estomago 2/4 horas

Intestino delgado 3/5 horas

Colon 10 horas o más

La presencia de abundante cantidad de grasas retrasa ulteriormente el tránsito en el


estomago hasta 5 horas o más. Se comprende como durante el esfuerzo digestivo
laborioso el cerebro pueda resentirse de un bajón de eficiencia.

Energía y nutrientes contenidos en los alimentos considerados en el ejemplo de la dieta


(valores referidos a 100 gr. de parte comestible)

agua azúcares grasas proteínas energía


(gr.) (gr.) (gr.) (gr.) (Kcal)
leche entera 88 4,6 3,7 3,2 65
yogurt 86 4,2 3,8 4,8 71
cereales 10 67 6 14 380
naranja 86 12 0,2 1,0 49
melón 84 15 0,6 0,3 58
pera 83 15 0,4 0,5 61
banano 75 22 0,2 1,1 85
melocotón 86 12 0,1 0,6 46
carne (res) 67 0,1 11 20 190
pescado 75 0,1 2 18 80
huevos 74 0,5 11,5 12,8 162
queso 30 0,7 26 36 390
tomates 93 0,5 0,2 1,1 22
hinojo 90 0,5 0,1 1,5 27
lechuga 95 0,5 0,2 1,3 14
dulce con crema 15 70 2 8 300
pasta 10 75 1 12 370
arroz 12 80 0,4 7 360
pan 39 50 0,2 8 250

En la fase en la cual no hay una absorción en curso, por ejemplo durante una extensa
pausa entre una comida y la otra, se invierte la relación insulina/glucógeno (la insulina
es la hormona que literalmente aleja los azúcares en exceso en la sangre mientras el
glucógeno exige la presencia en caso de falta y llega estimulado el hígado a reconvertir
el glicógeno en glucosa.

Esto podría no ser suficiente para evitar bajones glicéricos que también si son
momentáneos provocarían desastres si ocurriese en el bello medio de un delicado
análisis ajedrecístico. Es por esto que entre una comida y otra es aconsejable recurrir a
un pequeño mecato a base de glúcidos que comprendan una cuota prevalente de
azúcares complejos como pan o una porción de torta (bizcocho) y una cuota menor de
azúcares simples como miel o mermelada, con el rol de explosivo. Esto permite el tener
una lenta y suficientemente prolongada liberación de glucosas (evitando la reacción
insulínica negativa a las finalidades la presentación por causa de la consiguiente
hipoglicemia de “rebote”).

El ideal sería el consumo de una torta con crema de unos 70 gramos. Cantidad superior
y la utilización de dulces con alta con alta concentración de azúcares simples o de
grasas como el chocolate, aparte de los efectos positivos psicológicos de gratificación,
son para tenerse como contraproducentes o también innecesarios en cuanto, a diferencia
de la actividad física, la actividad mental no comparte un aumento significativo de
glucosa (4 gr. por hora, cerca de 100 gr. en las 24 horas que representan casi un cuarta
del consumo total.).

En el ayuno prolongado, como en el caso de desconsideradas dietas adelgazantes, para


el mantenimiento de la glicemia con valores fisiológicos (de 0,5 a 1 gr. por litro de
sangre), los tejidos, una vez agotados los escoltas de glicógenos, están obligados a usar
las grasas de reserva pero también, ¡ay!, para demoler las propias proteínas musculares
con el riesgo de caníbalizarse a sí mismas. Para producir energía durante un ayuno
prolongado, en síntesis los tejidos, modifican el propio metabolismo con el fin de
ahorrar glucosa para el sistema nervioso, es un bello ejemplo de solidaridad que decide
con brevedad sobre los conflictos entre cuerpo y psiquis. Cuando la glicemia desciende
a un nivel inferior a 0,4 gr. por litro, el sistema nervioso la denuncia con síntomas
inequivocables: cansancio, dificultad de concentración, nerviosismo, dolor de cabeza,
ansiedad, insomnio, etc.

8.7 El destino metabólico de las proteínas

Las proteínas a través de la digestión llegan a ser reducidas a sus componentes: 20


aminoácidos. Algunos de estos aminoácidos considerados esenciales, no son
sintetizados por nuestro organismo y por esto son incluidos en la dieta.
Por cuanto indispensables, su uso debe ser correlativo a la propia necesidad (1 gr. por
cada kg. corporal, pero también más solamente en el caso de particulares situaciones:
maternidad, lactancia, crecimiento corporal). Entre las funciones de los aminoácidos:

 Regeneración de nuevos tejidos;

 Regeneración de las proteínas plasmáticas;

 Transformación en grasas;

 Transformación en nuevos aminoácidos;

 Seguir vías metabólicas especializadas entre las cuales, importante para la actividad
mental, hacer de precursores para los neurotransmisores (si la glucosa representa el
carburador de la máquina cerebral, los neurotransmisores representan el implante
eléctrico). Según diversos estudios, los aminoácidos introducidos en la mañana se
transforman en general más fácilmente en neurotransmisores.
Es acertado de otra parte que una comida con prevalencia proteínica (o sea de
aminoácidos) favorezca las concentraciones cerebrales de noradrenalina que es una
hormona y al mismo tiempo un neurotransmisor del poder excitante que predispone por
consiguiente a
la atención y a la vigilancia; mientras una comida con prevalenca glucidica hace
aumentar los niveles de serotonina, neurotransmisores que tienen una acción relajante
(esto porque un buen plato de pasta en la noche puede agilizar el sueño).
Los ajedrecistas, haciendo salvedad de los hábitos personales, podrían experimentar
para su propio beneficio tal novedad (cfr. ejemplo de dieta).

8.8 El destino metabólico de las grasas

Vista la relativa facilidad con la cual el organismo está en grado de transformar azúcares
y proteínas en grasas, se podría suponer que la ingestión de estos últimos no sea
indispensable. En realidad las grasas alimenticias representan el vehículo con el cual
son introducidas las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y algunos ácidos grasos
polínsaturados (ácido linoleico, ácido linolenico y ácido ariquinódico).
Tales ácidos grasos son llamados esenciales ya que cumplen funciones bioquímicas
indispensables.

No se olvide de otra parte que cerca del 50% del cerebro está compuesto de grasas,
indispensables para formación y buen funcionamiento de las membranas celulares, que
a su vez son las responsables de la correcta oxigenación del cerebro y de las
transmisiones nerviosas sobre las cuales se basa el funcionamiento de las neuronas y de
las comunicaciones entre los varios sistemas. Para subrayar de otro lado, que un exceso
de ingestión de las grasas predispone al sobrepeso.

8.9 Los principios alimenticios no calóricos:


las vitaminas, las sales minerales (oligoelementos), el agua

La función característica de las vitaminas puede definirse genéricamente como


protectora, en el sentido en que la propia insuficiencia o ausencia de las normas de
alimentación induce a un estado de sufrimiento de algunos órganos o estructuras que al
contrario resultan protegidas cuando las vitaminas están presentes en la adecuada
proporción en la dieta cotidiana y hacen funcionar los varios procesos
bioquímicos. Las vitaminas están todas presentes en un normal régimen alimenticio. Las
del grupo B (hidrosolubles como la vitamina C) son particularmente importantes para la
actividad cerebral y se encuentran generalmente en la carne, en el pan, en el hígado, en
el huevo, en el pescado, en la leche. Estos liposolubles se encuentran mayormente en las
verduras, en las frutas, en los cereales, etc. También las sales minerales son por lo
demás micronutrientes indispensable en nuestra vida y en nuestro bienestar también si
es la cantidad muy pequeña pero en perfecto equilibrio recíproco. Se
llaman oligoelementos aquellos minerales que llegan al organismo solamente en trazos.
Eventuales carencias o desequilibrios de estos minerales pueden representar en serios
impedimentos para la correcta función cerebral. Todos los minerales necesarios llegan
ágilmente asumidos con una normal alimentación. Los principales son: calcio, cromo,
hierro, fósforo, yodo, magnesio, manganeso, potasio, cobre, selenio, sodio, zinc.

El agua, desde de un punto de vista cuantitativo (70% de la entera masa corporal) es el


más importante constituyente del organismo y con los electrolitos de sodio, potasio y
cloro representa el constituyente fundamental del protoplasma celular. El agua es el
ambiente indispensable para todos los procesos bioquímicos. Una falta superior al 5%
determina graves disturbios que pueden culminar con la muerte si se debiese alcanzar
los valores superiores al 15%. El nivel de agua es oportunamente establecido y
mantenido constante en el organismo. Se observa que cotidianamente, salvo casos
excepcionales de temperatura extrema, estados patológicos, etc. la ración cotidiana de
agua, parte en forma líquida, parte extraída de alimentos sólidos, debe ser cerca de dos
litros.

8.10 Normas para mantener el peso ideal y el bienestar.


La subdivisión de las comidas durante el día

Una correcta alimentación con respecto a los porcentajes respecto a los varios nutrientes
en el ámbito del aporte calórico total debe representar una regla cotidiana si se desea el
propio bienestar y/o el logro de metas deportivas. En caso de sobrepeso (o también
obesidad) el tratamiento más lógico consiste en disminuir un poco (25% al máximo) el
aporte energético más bajo de lo necesario a diario preventivamente determinado y, con
la ejecución de suaves ejercicios físicos (carrera, bicicleta, natación), si desea obtener
una lenta y progresiva pérdida de peso hasta lograr el valor deseado.

Logrado el peso ideal es necesario proseguir en líneas generales, también si


oportunamente atenuadas, de la dieta seguida que debe llegar a ser el nuevo régimen
alimenticio del sujeto; recordemos que el término dieta deriva del griego diaita y
significa manera de vivir, estilo de vida (del todo adecuado a satisfacer las reales
necesidades energéticas y por consiguiente aceptables sin esfuerzo). Llega a ser la dieta
seguida un estilo de vida alimenticio consciente de evitar nuevos o
frecuentes excesos que llevarían a reconquistar los kilos perdidos con tanta fatiga.
La subdivisión de las comidas, especialmente con miras a empeños de naturaleza
intelectual, puede ser establecida en 5 o 6 unidades, sea para evitar vacíos de energía
durante la jornada, ya sea para aliviar la digestión de trabajos demasiados laboriosos,
notoriamente inconciliables con la actividad cerebral.

8.11 La ingestión de alcohol

Es verdad, una módica cantidad diaria de alcohol (40 gr. para los hombres y 30 gr. para
las mujeres, vale decir dos vasos de vino, preferiblemente rojo, bebidos durante las
comidas) tienen efectos protectores sobre el corazón. Esto es debido al efecto del
alcohol mismo y del resveratrolo, una sustancia del grupo de los polifenolos que la vid
produce para combatir las infecciones y de la cual son ricas las envolturas de la uva. Su
efecto sobre el organismo consiste el bajar el nivel de colesterol en la
sangre. La cantidad antes mencionada puede ser absorbida por el hígado sin daños y sin
riesgos de habituarse. Más de dos vasos diarios, el hígado advierte signos de malestar.

El fuerte abuso predispone grandemente a la cirrosis y a otras patologías.


Durante el empeño ajedrecístico o de otros deportes mentales, y como mínimo 24 horas
antes de tal empeño, el alcohol, ingerido bajo cualquier forma (aperitivos, cerveza, vino,
superalcohólicos) debe estar absolutamente desterrado. La facilidad de pasar a la sangre
y luego de superar la barrera encéfalohematica (especialmente con el estomago vacío) le
permite obrar sobre las neuronas como una droga, con capacidad de modificar el humor,
el comportamiento, las percepciones. Por su poder desinhibitorio, puede bajar el
proceso de vigilancia (estar alerta), hacer más locuaces a los tímidos y aparentemente
libera la creatividad demasiado prisionera (para algunos ajedrecistas de mi generación,
un vasito antes de cada partida de un torneo de ajedrez representaba un rito
irrenunciable: “solamente así se puede jugar el dragón sin taquicardia”). La euforia
causada por el alcohol es la prueba de su efecto de droga sobre el cerebro y tal efímero
beneficio se paga cuanto antes.

El alcohol es acusado por los demás de disminuir la capacidad de aprendizaje porque


probablemente interactúa directamente con ciertos aminoácidos los cuales ya no son los
más dispuestos como precursores de neurotransmisores; de otra parte, de esta
interacción se forma fácilmente el ácido gamma-amino-butírico, sustancia con efecto
prohibido para el cerebro.

8.12 El café y similares (té, chocolate, bebidas con base de coca)

Los criterios son hasta hoy controvertidos acerca de los beneficios del café, mucho
depende del tipo de café, del metabolismo de la persona, del momento en el cual se
absorbe y de otros factores. Sus efectos sobre el cerebro pueden ser estimulantes,
especialmente si se ingiere de vez en cuando y no como hábito y en cantidad excesiva
(este último caso se arriesga al doping de cafeína: >250 miligramos). El café, sobre todo
en los bebedores ocasionales, también a distancia de muchas horas de
su consumo, modifica fácilmente el sueño que está caracterizado por ondas cerebrales
rápidas y resulta menos relajante. Esta bien no engañarse sobre las propiedades del café:
fuera de su efecto estimulante no mejora la memoria y también puede empeorarla y por
último puede bajar el éxito del test de inteligencia, por lo cual sería aconsejable no
abusar antes de los exámenes, test, partidas de ajedrez, etc.

El té contiene alcaloides, muy similares a la cafeína., se trata sobre todo de teofilana,


teobromina y de tanina. En general sus efectos son más suaves pero más prolongados
que el café. En el chocolate se encuentra el alcaloide teobromina que, como hemos visto
para el té, tiene un efecto similar a la cafeína. En el chocolate se encuentra también la
feniletilamina que es una precursora de la adrenalina, noradrenalina y dopamina, todas
neurotransmisores del grupo de la catecolamina, corresponsables del estado de la
vigilancia y de la atención del cerebro. También las bebidas con base de coca contienen
una cantidad de cafeína por lo cual se es dudoso acerca del consumo incontrolado por
parte de jovencitos y niños.

8.13 El humo

Del humo del tabaco se ha dicho todo el mal posible. Aparte de las consecuencias sobre
la salud, los fumadores sostienen de llegar a concentrarse mejor cuando están rodeados
de la nube prisazulada. Hay algunos experimentos han demostrado que la acción de la
nicotina reduce el pasaje de los estímulos externos hacia el cerebro y aumenta por
consiguiente la tolerancia del ambiente ruidoso o movidos. También el hábito gestual y
la particular dependencia debido a la nicotina (por la presencia
en el cerebro de predispuestos) receptores nicotínicos) contribuyen a explicar el éxito de
tal peligroso vicio.

Ya que es innegable que el fumar reduce el aporte de oxígeno al cerebro y esto provoca
no raramente auténticos black-out (bloqueos) en la idealización ajedrecística, unida a la
certeza que mira los riesgos para la salud en general, se puede tranquilamente colocar en
la condena del vicio del humo, sin posibilidad de apelación.
8.15 El reposo nocturno y los ritmos biológicos

La importancia del sueño nocturno (y diurno, en función de los propios ritmos y


hábitos) es fundamental. Durante el sueño se difunde una inhibición protectora de las
células cerebrales que tienen la manera de regenerarse mientras son eliminados los
producidos residuos del metabolismo. Un sueño sano está caracterizado por una
adecuada profundidad y de adormecimiento rápido, condiciones para una total
regeneración del organismo y por la renovada capacidad de cumplir óptimas
presentaciones ya sean físicas o mentales. Durante el sueño se produce la hormona del
crecimiento útil también en el adulto para el desarrollo y la renovación celular; tal
hormona no aparece si el sueño está alterado.

Los disturbios crónicos del sueño, con consecuente escaso reposo, produce fatalmente
una baja en el tono muscular y mental con síntoma de flaqueza, escasa concentración,
fácil irritabilidad, etc. La cantidad de sueño cotidiano varía de individuo a individuo.
Medianamente la duración es de cerca a las 7/8 horas refiriéndose a un adulto. Es
benéfico respetar en cuanto sean posibles los propios ritmos y horarios y observar sanas
regla de vida. Frecuentes alteraciones de los horarios de adormecimiento y desvelo, la
alimentación irregular, el stress, las variaciones del tiempo atmosférico, pueden
perjudicar la regularidad del sueño y los efectos no tardan en aparecer especialmente en
la actividad mental. Los jugadores de ajedrez, bridge, damas, go, deben por esto prestar
importancia primaria a los problemas del sueño a cualquier hora que se presente. A
menudo es insuficiente observar pocas reglas higiénicas naturales.

 Cenar frugalmente en el mismo horario, no demasiado cerca al inicio del reposo


nocturno (“nocte bona, parva cena” (“noche buena, poca cena”) de la escuela médica
salernitana);

 Evitar el ingerir alcohol o café en las horas de la tarde y de la noche;

 Antes de acostarse beber leche tibia;

 Evitar en las horas precedentes al reposo nocturno de realizar actividades físicas o


mentales de empeño tensionantes;

 Utilizar, si es necesario, técnicas autosugestivas para atraer el sueño (por ejemplo, el


training autógeno);
 Recurrir a productos, también suaves, de la medicina tradicional o alternativa,
solamente en casos desesperados y también después del parecer del propio medico.

Las fases del sueño y vigilia producen entre otras cosas un desicivo efecto para
estabilizar el así llamado ritmo biológico (biorritmo) de cada individuo. En un biorritmo
de tipo circadiano (o sea de la duración aproximada de 24 horas) caracterizado de
estabilidad y facilidad individual y momentos personales de máxima energía física
(salud, resistencia a la fatiga, utilidad, etc.), estabilidad emotiva y
eficiencia intelectual (memoria, capacidad de aprendizaje, de racionamiento, etc.) para
programar mejor los empeños de trabajo, de estudio, de deporte y por último los
horarios de las comidas.

Es interesante entre otras cosas observar como a menudo, en el interior de una misma
familia (por ejemplo entre los cónyuges) conviven antagonismo y a veces
irreconciliables, hábitos de descanso nocturno (no obstante en la norma) que influyen
sin embargo en los diferentes ritmos circadianos, difícilmente modificables en favor
recíproco. De ulterior interés, sobre todo por parte de deportistas de alto nivel, es el
estudio del biorritmo de más amplio proyecto (biorritmos ultradianos (ultraalertas)) que
permite al individuo también en el arco de más días o semanas, de meses o quizás de
años, los periodo o momentos más favorables para el rendimiento óptimo. Ello permite
una elección ocular entre objetivos competitivos de iguales intereses y de programar un
estilo con miras a la preparación.

El estudio y la utilización de los biorritmos por parte de un jugador de ajedrez (o de


otros deportes de la mente) no andaría subvalorados; es además verdadero que durante
un largo torneo los ciclos biorítmicos, por consiguiente las maniobras positivas y las
negativas, se alternan y por lo tanto el resultado de un cálculo biorítmico no es
fácilmente realizable (sino con el anticipado conocimiento del propio nivel de
eficiencia), pero puede ser, al igual en el deporte con empeños breves o brevísimos, en
las competencias de tipo “rápido” o “semirápido”.

La ciencia del biorritmo tiene un fundamento, intuible en la observación de los


fenómenos megarítmicos del universo (alternase y variar las estaciones, alternarse y
variar el día y la noche, las mareas y las fases lunares, etc.) pero su pleno desarrollo se
debe a la investigación y a los resultados (confirmados hasta hoy durante el curso de los
años) por un trío de médicos hace más de un siglo. Para realizar un esbozo biorítmico
personal es necesario sobre todo considerar, como base de partida la
propia fecha de nacimiento (incluida la hora) y luego utilizar opuestas tablas, efectuada
por medio de estudios hechos por lo médico mencionados sobre millones de sujetos que
han manifestado la presencia de un verdadero y propio reloj biológico propuesto para
regular el ciclo vital. Estos van unidos al descubrimiento de variaciones cíclicas y
recurrentes en cada sujeto, de la situación física (ciclo de 23 días) de la situación
emocional (ciclo de 28 días), de la situación intelectual (ciclo de 33
días). Por medio de una simple sumatoria es al final posible valorar con exactitud el
propio grado de eficiencia en un periodo de tiempo determinado. Hay un programa de
computador que permite seguir los cambios del biorritmo sin deber hacer algún cálculo:
basta con introducir la fecha de nacimiento y luego mover hasta llegar a los datos por
pronosticar. (cfr. fig. 15) fig. 15 Un ejemplo de cálculo de los biorritmos con las curvas
que definen tres flujos: físico (F), emotivo (E) e intelectual (I) Yourself, septiembre
2004

8.16 Los integradores y el doping

A menos por una acertada carencia causada por la desnutrición, convalecencia,


enfermedad, vejez, etc. mi parecer sobre los integradores está orientado en su
superfluidad, y esto es conforme a las conclusiones de expertos en el sector.
Recientemente en el mercado han aparecido centenares de productos no propiamente
clasificables como integradores, o sea los denominados smart drugs. Las
“píldoras inteligentes”. Por cuanto sea seductor experimentarlas por lo menos una vez,
los expertos recomiendan prudencia ya que hasta hoy no son del todo notables sus
mecanismos de acción y los eventuales efectos secundarios. De todos modos la FDA
(Food and Drug Administration - USA) no provee una categoría de fármacos para
mejorar las presentaciones intelectuales en sujetos normales y sanos.
El doping es improbable que pueda representar un riesgo real en el ajedrez. Ante todo
porque las ilícitas experiencias a nivel de doping físico en algunos deportes son
escasamente transferibles al ajedrez; luego porque las sustancias psicotrópicas, como
por ejemplo las anfetaminas y similares, dañarían en breve plazo (antes que cualquier
efímero beneficio ) un gran número de neuronas cerebrales, precipitando la mente en
una precoz e irreversible decadencia (como es notable las neuronas no tienen normal
facultad de reproducirse a diferencia de las otras células). Tales sustancias
de hecho provocan una inadecuada actividad de los neurotransmisores metiéndolos al
final en contraste en un furioso paroxismo que lleva al colapso y a la muerte de las
desventuradas neuronas.

8.17 El agua y la importancia de la rehidratación

Hace más de 30 años era común aconsejar el resistir a la sed y beber lo menos posible
durante la actividad deportiva. Era difundido en ciertos ambientes (hasta ahora
vanagloriosos y pocos inclinados a aceptar la ciencia) la creencia de que el agua pudiese
interferir de cualquier manera en la presentación, limitándola. Hoy, por fortuna, con los
conocimientos científicos al alcance de todos, se le enseña al deportista que necesita
beber antes aún de advertir el estímulo de la sed porque cuando esta
sucede quiere decir que el organismo está ya al inicio del proceso deshidratante. En otra
sección hemos ya hablado de la importancia de mantener siempre constante el nivel de
agua (que a través de la sudoración, transpiración y procesos metabólicos que culminan
con la expulsión de la orina, es dispersa en gran cantidad durante la jornada) porque este
es el ambiente indispensable para la vida de las células (además que para el proceso de
termorregulación). Especialmente en el verano, la cantidad de agua dispersa es
reintegrada indirectamente, ¿pero con qué cosa? A menos que no seas un
maratonista o un joponero en un tren a vapor, dejas perder los llamados “integradores
energéticos y salinos”: más que a vuestro balance hídrico hace bien al balance
económico de la fábrica que los produce. En efecto las sustancias disueltas en tales
bebidas realientan la difusión del agua en los tejidos periféricos impidiendo
prácticamente la correcta hidratación y reclamen al mismo tiempo otra agua en el
estómago proveniente de los distritos periféricos, aumentando así el estado de
deshidratación y procurando otros desagrados. El consejo es el de beber agua pura,
mejor si no tiene gas y en lo máximo acompañada de una naranja
o limón exprimido, una cucharada de azúcar y un poco de sal de cocina si la sudoración
ha sido intensa y prolongada.

8.18 La biometeoropatia: los influjos del tiempo


atmosférico sobre la eficiencia mental

La biometeorología es la ciencia que estudia los efectos del clima sobre el organismo
humano. Pero solo recientemente y con dificultad ha sido reconocida de interés medico-
diagnóstico. En el lejano 1979 aparece para la Edición SIAD un precioso pequeño
volumen con el título: “El influjo del tiempo” en el cual el autor, el doctor Volver Faust,
neurólogo y psiquiatra de Friburgo en Alemania, describe con teutónica meticulosidad
los varios síntomas, las tipologías de los sujetos y las
causas predisponibles a dependencia del clima. Entre otras cosas él sugiere el empleo de
una gama de remedios, precisando también que una anormal sensibilidad a las
variaciones climáticas hace parte de nuestro sistema interno de control que tiene su sede
en el hipotálamo, el computador biológico al cual se debe en gran parte la regulación del
homeostasis corporal.

El género humano puede dividirse en tres categorías. La primera de éstas comprende las
personas meteoroinmunes o sea susceptibles poco o nada a las variaciones climáticas en
cuanto su sistema neuro-inmuno-endocrino, así registrando flujos oscilatorios a nivel
hormonal (que se perciben, por ejemplo, durante la actividad intelectual de tipo “fin” y
esto estadísticamente hace suponer que los trabajadores del intelecto estén más sujetos
que otros al influjo del tiempo), saben rápidamente adaptarse a las variaciones externas,
utilizando recursos endógenos de gran rendimiento.
La segunda categoría, que comprende la mayoría de las personas es la de los
meteorosensibles. Estos advierten sensibilidad variada y sugestiva a las variaciones
climáticas con disturbios de tipo vegetativo y psicológico como: cefaleas (dolor de
cabeza), nerviosismo, insomnio o somnolencia diurna, dificultad de concentración, etc.
Tal categoría a través de un más o menos proceso de aclimatación está es grado de
ingresar en la de los meteoroinmunes. Tal proceso significa ante todo tomar conciencia
del propio disturbio, por consiguiente utilizar cualquier técnica de autosugestión para
remover eventuales causas psicológicas y finalmente adaptar sano hábitos de vida, como
por ejemplo realizar regulares actividades al aire libre (primera fuente de aclimatación)
renunciando al humo, al alcohol, a los excesos de fármacos, a las privaciones de sueño
que son los peores enemigos de nuestro reloj biológico, o sea el hipotálamo.

La tercera categoría, denominada de los meteoropáticos, está compuesta de infelices


individuos afectados de apreciadas enfermedades, ya sea de naturaleza física que
psíquica, a los cuales las alteraciones climáticas agudizan la sintomatología
preexistente; pueden entre otras cosas manifestar improvisadas patologías
aparentemente privadas de causa desencadenante, pero altamente invalidantes
y que envuelvan a menudo dramáticamente, hasta colocar en peligro la vida misma.
Para éstas en verdad desafortunadas personas, existe la terapia específica para la
patología de base, puede eficazmente utilizarse los tratamientos naturales (fisioterapia,
acupuntura, terapia terma) eventualmente asociadas a sesiones psicoterapéuticas
tendientes a ser aflorar las causas profundas de los variados disturbios.

8.19 El tiempo atmosférico y el jugador de ajedrez

Es posible que cada ajedrecista, especialmente en la plenitud de la actividad competitiva


que pertenece con pleno derecho al equipo elitista de tipo “fino”, sufra en presencia de
agentes climáticos particulares, como los fastidiosos vientos favonios (foehn) o siroco,
el frío o calor excesivo (ha estado valorado que la resistencia a la fatiga mental, con
temperatura externa efectiva de 35º C no supera la límite de una hora, mientras a la
temperatura de 30º C está puede lograr hasta 3 4 horas), la inminencia de una temporal,
la niebla, etc. La reacción a tales eventos puede expresarse con exceso de ansiedad,
obnubilamiento mental, insomnio nocturno, y otros síntomas con accione directas sobre
la ideación ajedrecística. Por cuanto tales reacciones, como hemos visto, en naturales
(en el fondo son señales de alerta que indican una incomodidad) puede darse que el
estado de suficiente aclimatación, con anexa estabilización homeostática, tarde para
llegar, propiamente cuando, para colmo de males, el ajedrecista está valorando la
posibilidad de un apetitoso sacrificio posicional. En este caso sería oportuno una
readaptación de la estrategia general de competencia, como es de normal uso en los
deportes técnicosfísicos. En el rugby, por ejemplo, es lógico que un equipo que posea
superior handling del balón, elija maniobras ricas en finura técnico-tácticas, pero es aún,
más sabio reflejar estrategias alternativas más económicas, cuando en caso de lluvia, el
balón llega a ser inmanejable ya que liso y doblemente pesado. Para el ajedrecista
práctico, alguna vez está obligado a cambiar importaciones de juego respecto a su
propio estilo, especialmente si cambia para ahorrar energía. Esto puede ser realizado
también en obsequio al denominado estilo “universal” que consiste en adaptarse a las
diversas circunstancias, ya sea para oponerse a los gestos del adversario, ya sea para
desembrollarse de las situaciones combatientes del juego como de las atmosféricas.
Resumiendo brevemente, para terminar, las obvias reglas para limitar al máximo o por
fin anular los influjos negativos del tiempo atmosférico sobre la mente

1) Realizar regulares actividades física.

2) Tener en tranquilidad a la ansiedad deportiva.

3) Seguir una alimentación equilibrada con 5 o 6 pequeñas comidas fraccionadas


durante el día.

4) Evitar hábitos perjudiciales que contribuyan a obnubilar el cerebro: humo, alcohol,


escaso reposo, excesivo café, uso impropio de los fármacos.

5) Hacer el baño cotidiano con alternancia de 3 o 4 lanzamientos de agua caliente y fría


(esto tonifica el total del sistema nervioso y lo predispone mejor frente a los agentes
atmosféricos trabajadores).

8.20 Qué le sucede al organismo con los primeros signos de


un cambio climático desfavorable

Con la inminencia de un temporal, por ejemplo o especialmente en presencia de un


fuerte viento, cuando partículas de polvo se encuentran las unas a las otras, la atmósfera
se llena de iones cargados positivamente. Tal carga positiva tiene efectos desfavorables
en el campo eléctrico de las células del organismo interfiriendo en su transmisión
nerviosa (contrariamente a los iones con carga negativa típicos de los días frescos y
asoleados, favoreciendo de manera especial la actividad intelectual). Por ejemplo, el
corazón y el intestino, cuyas células se benefician de transmisiones casi exclusivamente
de tipo eléctrico, reaccionan respectivamente con arritmia y/o palpitaciones y
estreñimiento y/o irritaciones. Las células nerviosas que por el contrario un sistema
mixto, ya sea eléctrico o químico (en grado menor también los de los músculos del
esqueleto), padecen análoga influencia en un equilibrio bipolar (carga positiva en el
exterior de las membranas, negativas en el interior) con la consecuencia de disturbar
también el potencial de acción, el pasaje de los neurotransmisores y en manera especial
la serotonina que es la indispensable sostenedora del sentido de bienestar de nuestro
organismo. De hecho, en temporáneos desequilibrios de la serotonina, sobre todo a nivel
del hipotálamo, pueden atribuirse a varios disturbios además de los de origen climático,
mientras, como es sabido, los desequilibrios crónicos de tales sustancias corresponden a
graves patologías de interés psiquiatrico.

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