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La persona adecuada para casarse debería ser alguien que comprende

tus necesidades y tus inquietudes personales, tanto a nivel emocional


como en lo que se refiere a la sexualidad.

“Te quiero” debería ser algo más que una frase. Con la persona adecuada,
las palabras de amor son actos de amor, son sensaciones, son detalles.
Una persona que te ama de verdad lo hace más allá del acto sexual, e
incluso en ese momento deberías poder sentir toda la esencia de esa
relación, incluida la confianza, el respeto, el cariño o el deseo más allá de
lo meramente físico.

Además, la persona con la que decides pasar el resto de tu vida y con la


que quieres comprometerte deberías ser también un buen amigo, y una
persona con la que puedes disfrutar de todo lo que la vida te ofrece. El
tiempo de ocio es importante para las parejas, y tener intereses comunes,
o al menos mostrar interés en descubrir lo que le gusta al otro, es
fundamental.

No puedes olvidar que la persona adecuada debería ser amable,


considerada y cortés, y que es en las pequeñas cosas de la vida, en esas
que pasan a diario, donde uno muestra cómo es, y donde puedes ver todo
el cariño y la bondad de una persona.

Metas y valores

Tener metas y valores comunes es fundamental para empezar una vida


en común. Tener opiniones y gustos diferentes no es un problema,
siempre y cuando se tenga un objetivo común. En realidad, diferir en
algunos puntos le puede dar interés a una relación y puede ser una fuente
de enriquecimiento mutuo.
Pero el entendimiento previo y la disposición a la comunicación abierta y
sincera debe ser un hecho y una buena práctica. Si tienes que reprimir tus
pensamientos para no ofender a tu pareja tendrás muchos problemas en
el futuro, pues dejarás de ser tu mismo.

Ten en cuenta que lo único seguro y constante en la vida es el cambio, y


la persona adecuada debe estar dispuesta a discutir cuestiones que
surgirán a lo largo del matrimonio, y a plantear y aclarar preguntas y
temas que surgirán después. Tener metas y valores comunes facilita la
adaptación y el avance.

Confianza y honestidad

La honestidad es fundamental en la vida de pareja. Por eso, la persona


adecuada será capaz confiar en ti sin controlarte ni limitarte. No deberías
de necesitar poner límites a ti privacidad. La persona adecuada respetará
tu espacio y tu tiempo, es más, te animará a que lo tengas. Compartir la
vida con alguien no significa someterte ni evadirte del mundo.

Tener tiempo para uno mismo y desarrollarse implica cierta


independencia, a la vez que comprensión por parte de nuestra pareja.
Crecer juntos sí, pero solos no. Todos necesitamos sentirnos seguros de
nosotros mismos, y eso no significa hacer de menos a nadie.

Ahora ya lo sabes, el matrimonio es mucho más que la germinación de un


sentimiento. Es un saber escucharse, comprenderse y darse tiempo. Pero
también tener algunas metas y valores comunes junto a un gran apoyo
emocional. El matrimonio al igual que el amor, es algo que se construye
bien si ambas personas se encuentran comprometidas a ello.

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