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“En vez de desplazarse sobre las afirmaciones, como lo hace el pensar causal, el seminal se

concreta a una negación de todo lo afirmado, sea vida o sea muerte, y requiere en términos de
germinación -en tanto es ajeno a un manipuleo consciente- esa afirmación trascendente.” (p. 482
– Tomo II)

(Las poéticas que manejamos en el caso del Perú se manejan en términos de negación de todo lo
afirmado históricamente como en juegos dialécticos de lo válido, de lo real, de lo existente. Se hizo
una revisión de la historia pasada y se silenció la memoria, se la cooptó, se la aquietó, se le dio
explicaciones, se la transformó en documento quieto y callado, en racionalidades explicativas de
las conductas y de los dolores y de las muertes y de los silencios. Esa revisión de la historia
reciente necesitó su propia negación para permitirse el duelo, para permitirse el dolor de las
pérdidas (POÉTICA DEL DUELO), por ejemplo) El discurso más controvertido en este sentido es el
de Agüero, es un discurso imposibilitado en su decir mismo puesto que es el discurso de lo que no
se podía decir. Es el discurso que rompe con la dualidad, el que pone en evidencia una tercera
posibilidad, la del otro que no fue contemplado. El dolor, el duelo, nunca estuvo del lado del
victimario o su familia o quien hable por ellos, sino de las víctimas. Ese discurso que es el de los
rendidos nace desde la negación y desde el dolor, desde la experiencia, la vivencia.

“Pero ambos asimismo son los extremos de un pensar en general, según el cual cualquier sujeto
requiere por un lado la connotación lúcida del efecto, para encontrar la causa, y por el otro,
cuando la contradicción se torna desgarradora, requiere la sémina redentora en la trascendencia.
Ambos extremos son formas necesarias para afirmar la totalidad de la existencia.” (p. 483 – Tomo
II)

“El criterio de causalidad que se usa en la vida cotidiana consiste en concretar al menudeo lo que
cada uno cree que está respaldado en grande por la ciencia. Pero esto no pasa de ser un simple
barniz, como veremos más adelante, ya que por todos lados se esboza un pensamiento seminal
que apunta, aunque sea míseramente, a conciliar los extremos desgarrados a que se reduce en el
fondo la experiencia misma de la vida.” (p. 483 – Tomo II)

“Ahora bien, ¿podemos idear un método que se base en la negación, y que consista en invertir el
sentido lógico y científico y parta de la negación para entrar en la pregunta total por la posibilidad
de ser? Ahí, como es natural, uno no puede delimitar y determinar, sino seguir la orientación dada
por esa respuesta para ser. Pero es ahí, en ese campo residual o mejor residualizado por la actitud
mental occidental, en donde uno se encuentra con toda la verdad de nuestro existir. Es el estar,
que es al fin la tierra virgen sobre la cual he montado mi posibilidad de ser. Ahí se la seminalidad
que orienta mi proyecto para ser y casi siempre con elementos que habían sido descartados por
una cultura pública.

(…)
Es indudable que un método de negación niega lo meramente dado a nivel perceptivo o de
conceptualización inmediata, y llega a la profundidad del fenómeno, o sea va de la mera copla al
trasfondo humano. Pero es claro también que, negando así se entra en un campo de
indeterminación. Es el campo donde no se dan las determinaciones occidentales a las cuales uno
está habituado. Se coloca entonces uno por debajo de las pautas culturales vigentes, pero entra en
el área de verdad del objeto de estudio. Entra en suma en el campo donde se configura la
posibilidad de ser con sus propias pautas y su propia voluntad cultural que las condiciona.” (p. 559
– Tomo II)

“A su vez esta conclusión choca con mi propuesta cultural occidental, ya que solo veo como única
solución el fusil. Pero he aquí que, como no son reversibles, no puedo sino tolerar el arco y la
flecha y redescubrir a partir de ahí la voluntad de ser del cazador indígena. A esto conduce la
ventaja de comprender y no de conocer” (p. 561 – Tomo II)

“En los dos casos se juega la totalidad del hombre, porque éste en ninguno de los dos quiere
alienarse.

Mediante la negación se desciende al campo de verdad en el que se desempeña el existir. Este no


se concibe sino en el horizonte de su estar. Se trata en suma de todo lo que condiciona el ser del
existente.” (p. 562 – Tomo II)

“Solo mediante la negación habremos de lograr la entrada en el estar simple, que es lo mismo que
la inmersión en una totalidad real del existente.

LA NEGACIÓN EN EL PENSAMIENTO POPULAR

“Ante todo, el concepto de negación es tomado aquí como una afirmación implícita de algo que
hace al Otro pensante, y que nuestras categorías no logran captar del todo. El primordialmente
una negación que no implica un cierre, sino una apertura” (p. 571 – Tomo II)

“Como si se tratara de un pensar sin finalidad que sin embargo esconde una
finalidad recóndita, quizá la de subsistir, fundando siempre al existir mismo
y afianzando sus valores”

Diferencia entre opinión y conocimiento. Platón, Kant, Scheler (este hace notar que la opinión es
propia del pensar de la Edad Media, en cuanto está afectada por las creencias), el marxismo (para
quien el pueblo no sabe su situación de dependencia y, por lo tanto, hay que ayudarlo para que
logre la catarsis). Se desprecia la opinión porque es propia del pueblo.
“Se dice que la opinión da lo aparente y el conocimiento lo esencial. Pero el rechazo de lo
aparente de un lado y la preferencia de lo esencial de otro, ¿no será porque la razón rechaza lo
que es naturalmente plurívoco por una simple razón de comodidad? El juicio científico nos dice
una cosa, la opinión nos dice muchas. Se hace ciencia para unificar, pero no por eso la realidad
será unívoca. Queda la sospecha de que una ciencia realmente positiva, que parta del vivir
mismo, puede ser plurívoca. Entonces, ¿no será que la opinión encierra toda la verdad, mientras
que la ciencia no dice más que una parte de ella?” (p. 576 – Tomo II)

“En suma, don Anastasio propone por una parte un elemento simbólico, como lo es la “natura”,
que funciona como un elemento inspirador de energía vital y ética, y por la otra niega todo lo que
se opone a ella, y que comprende la sociedad como entidad hostil y nefasta alejada de la
“natura”” (p. 581 – Tomo II) FUNCIONAMIENTO DEL PENSAR SEMINAL DESDE LA NEGACIÓN. DON
ANASTASIO ENCONTRÓ UN SÍMBOLO SEMINAL PARA PODER NEGAR TODO LO QUE SE OPONE A
ÉL.

“Se piensa para abordar el área emocional y no al revés. No es entonces el caso de la ciencia que
apunta a delimitar los objetos. Por eso podemos decir que si nuestra forma aculturada de pensar
tiende a ver cosas, la forma propia y natural del pensar popular apunta a lo contrario, o sea a ver
significados. De ahí entonces el predominio del pensar moral. Los valores son formas extremas
que concretan ese estilo de pensar. En todo esto se trata de movilizar la psique en un sentido
profundo para efectivizar la posibilidad de vivir, y esta efectivización no la da sino la función
totalizante de la emocionalidad” (p. 590 – Tomo II)

“Se conoce para vivir y no por el puro hecho de conocer”

“En suma, en la intersección de lo afirmado y su complementaria, o, lo que es lo mismo, entre el


discurso y el antidiscurso, surge, por rebasamiento el existir, en tanto el existir apunta a una toma
de posición en lo que el sujeto ve. La verdad de lo dicho nunca se expresa entonces, sino que se da
siempre en el factor rebasante. Se trata de un juicio que dice “aquí y ahora yo creo en esto”. Y he
aquí la distancia real entre el juicio científico y unívoco y el juicio popular. El “creo esto” es
decisivo para el existir y puede rebasar al conocimiento científico: hace por ejemplo que un
campesino prefiera al curandero y no al médico, o que ni Quiroga, ni el pueblo en general tengan
fe en las teorizaciones políticas” (p. 598)

“La consistencia se simula a nivel de pensar no más. En esto se da el típico “desarraigo” del pensar
culto en general, porque es un pensar sin realidad, que está montado para no poderse confesar un
“esto creo”.
“Lo primero es propio del pensar culto, y se vincula con una propuesta que el hombre culto hace
para un estilo de vida. En cambio lo dicho por Quiroga surge de la realidad misma. La diferencia
estriba en que lo primero es una abstracción y, por serlo, pareciera una regla del juego del pensar
aplicado al vivir. Lo segundo en cambio es concreto, excluye el juego y busca un cierto orden de
seguridad. (…) El pensar de Quiroga en este sentido es un pensar para actuar, o al menos para
tomar posiciones o provocar la revelación se sentidos. (…) De ahí, en suma, la validez de los
operadores seminales. Son fuentes energéticas que brindan la posibilidad de decisión y cargan de
significado al mundo. Sirven para que el sujeto diga muchas veces, y aun en las peores
circunstancias “yo creo”. (…) Y solo conseguiremos esto cuando advirtamos que la lógica que se
nos impone bloquea intencionalmente la decisión seminal, y pretende evitar que el operador
seminal sea fuente de decisiones. En esto radica el sentido exacto de nuestro colonialismo mental.
El colonialismo agrava el bloqueo del operador seminal.” (p. 602, 603 – Tomo II)

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