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La invitación al altar: Halando la red

Por H. Maurice Lednicky

"Halando la red" es una expresión comúnmente usada entre pastores pentecostales, y se


refiere a la invitación al altar o a la respuesta pública de un sermón. Se origina en las
Escrituras después de que algunos pescadores atraparon peces en sus redes de una forma
milagrosa, y Jesús los llamó a que se convirtieran en “pescadores de hombres". (Cualquier
buen pescador sabe que no habrá pescado nada hasta que esté en el bote.)

Cuando la Palabra ha sido expuesta, el Espíritu Santo ha


iluminado la verdad y convencido a los oyentes. El predicador
debe halar la ned.

Esto es de mucha importancia. En el momento preciso el Espíritu Santo ha iluminado la


Palabra a través de la predicación, la oportunidad de llamar a la acción está a su nível más
alto. Lo que pase aquí a menudo determina el futuro crecimiento de la semilla plantada.
Increíblemente, el mismo mensaje desencadena una respuesta en coro, en una legión de
individuos que tienen personalidades diferentes y un amplia variedad de circunstancias. De
seguro, ésta es la obra sobrenatural del Espíritu.

Durante 25 años de ministerio viajero, le he preguntado a muchos pastores qué tan a


menudo hacen un llamado al altar. En iglesias donde se celebran cultos de reavivamiento
continuos y donde regularmente ven nuevos convertidos, sin excepción la respuesta es, "en
cada culto". La gente responde a la predicación de la palabra de Dios cuando se les da una
oportunidad de hacerlo.

Algunos pastores o predicadores no extienden la invitación por temor de que nadie


responda. Preocupaciones como esas deben ponerse a un lado. Es mejor haber dado una
oportunidad sin respuesta que eludir aunque sea a un niñito cuyo corazón ha sido tocado
por el Espíritu y está listo para responder.

El pastor debe planear la invitación en oración y debe considerarla una parte integral del
mensaje. Esto no le pone restricciones de ninguna manera la obra soberana del Espíritu
Santo, si el ministro permanece sensible a la guía del Espíritu. Si hay restricciones de
tiempo inevitables (ej. dos o más cultos el domingo en el mañana), la cantidad de tiempo
destinada al sermón debe ser suficiente para incluir una respuesta apropiada de la
congregación. También, debe haber frecuentes instrucciones (en la enseñanza y
predicación) sobre la prioridad de reunirse con Dios en el altar. Esto no sólo edifica la fe y
la confianza en el poder de Dios, sino que también sirve como un recordatorio de nuestra
absoluta dependencia en Él en cada situación de la vida.

No todas las repuestas deseadas son idénticas--pueden ser categorizadas en largo y corto
plazo. Por supuesto, toda la obra del Espíritu Santo es una experiencia que cambiará su
vida, y aunque sea a largo plazo, eventualmente afectará al creyente. Sin embargo, corto
plazo implica una respuesta pública de salvación, sanidad divina, bautismo del Espíritu
Santo, u otras necesidades, por—que la obra de gracia divina podría manifestarse en el
altar. Esos compromisos requieren acción continua y/o adicional. (ej., reconciliación,
restauración de relaciones, oración disciplinada, ser un testigo de Cristo) podrían calzar en
la descripción de largo plazo.

Esté preparado espiritualmente

La presentación pública tiene validez por la preparación privada. Hemos repetido la


necesidad de preparación espíritual tan a menudo que únicamente lo mencionamos
brevemente antes de pasar a otra preocupación? Éste es el prerrequisito fundamental para el
ministerio efectivo a cualquier nivel. E.M.Bounds dice en su clásico Poder a través de la
oración: "Los predicadores que han obtenido grandes resultados son los hombres que han
prevalecido en sus súplicas con Dios antes de aventurarse a rogar al hombre. Los
predicadores que son fuertes en su andar con Dios son los más fuertes en su púlpito con los
hombres."

Tenga pasión en su súplica

Abogados, políticos, y defensores de una causa son mucho más efectivos si tienen pasión
en sus presentaciones. La perdición de la humanidad no es un asunto de lo toma o lo deja.
Destinos eternos dependen de la decisión-- una elección de cielo o infierno. Si el evangelio
es verdadero--y claramente lo es-- el mensaje de redención, esperanza, liberación, sanidad,
restauración, y otras incontables promesas del presente y del futuro no necesitan una
disculpa. Sea convincente. Entonces y sólo entonces podrá usted convencer a otros.

No se distraiga

El tiempo, anuncio, y otras actividades planeadas (tan válidas como sean) a menudo
distraen una invitación al altar. El apresurar la invitación y despedir a la congregación al
mismo tiempo envía una alta señal a la gente que haya sido conmovida por el Espíritu
Santo hasta el punto de querer pasar al altar. La gente va a interpretar que la invitación no
es significante.

No acorte la invitación al altar. Modifique otras cosas. El tiempo de adoración puede ser un
ministerio efectivo alrededor del altar después del mensaje y la invitación. La predicación
de la palabra de Dios y su aplicación personal por el Espíritu deben ser la prioridad más alta
de cada culto de adoración. Un tiempo inmediato de esperar en Dios permite que eso pase
como ningún otro momento puede hacerlo.

Sea específico

Si usted predica un mensaje evangelístico, dirija su invitación a los pecadores. Lo mismo se


aplica para el bautismo del Espíritu Santo o sanidad divina. El tener una apelación
específica también se aplica cuando predique sobre el matrimonio o las relaciones
familiares, el diezmo, un llamado al ministerio o misiones, o la unidad en la congregación
local.
Yo prefiero pedir a la gente que pasen al frente a orar. Es cierto que no hay necesidad de
avergonzar a nadie, es simplemente una confesión pública de necesidad. Hasta que una
persona no esté dispuesta a confesar su incapacidad para rectificar su naturaleza depravada
fuera de la intervención divina, es muy inusual que vaya a experimentar liberación
espiritual y victoria.

Use una variedad de métodos

Como pentecostales, nos enorgullesemos de nuestra informalidad, pero aun lo que se puede
clasificar como un acercamiento no litúrgico puede ser muy formal. "Inclinen sus cabezas,
cierren sus ojos, levanten su manos, pónganse de pie, y pasen al frente" no debe ser nuestro
único acercamiento para el tiempo de oración. Es válido, pero otros métodos también son
efectivos. Permita que el Espíritu Santo lo use creativamente. De nuevo, planee la
invitación como parte del mensaje. Ore seriamente acerca de la invitación. Piénselo. El
Espíritu de seguro podrá guiar su corazón por adelantado.

No acorte la invitación al altar. Modifique otras cosas.

Tenga obreros preparados y adiestrados para el altar.

Es desgarrador ver tantas iglesias a través del país que no tienen obreros para trabajar en el
altar. A menudo, tengo que pedir que alguien pase al altar y ore con aquellos que han
respondido a la invitación. El beneficio eterno de tener obreros espiritualmente sensibles y
preparados en las Escrituras puede ser dramático. La guía personal e individual puede
responder a preguntas y conducir a un entendimiento de la verdad que puede no haber sido
entendido previamente.

Use músicos espiritualmente alertas

Desde hace mucho tiempo los sociólogos han concluido que la filosofía de una cultura se
expresa claramente a través de la música. Para los creyentes el espíritu interno es expresado
a través de himnos y cánticos espirituales.
El patrón está articulado repetidamente en las Escrituras. La música era parte integral de la
adoración y la alabanza.

Músicos ungidos que ministran en armonía con el Espíritu pueden mejorar grandemente la
invitación al altar. Prepárelos a través de oración unificada. Aconséjelos sobre el tema del
mensaje. En algunas situaciones planee canciones o coros específicos para que no haya
interrupciones en la música mientras buscan frenáticamente una canción apropiada.
Considere a los músicos como una extensión del mensaje.

Siga la guía del Espíritu

Esto está cercanamente asociado con la preparación espiritual. El estar personalmente en


sintonía con el Espíritu no es un accidente. En mi experiencia, que a menudo es con una
congregación que no conozco, me he dado cuenta de que mi mente se dirige hacia temas
específicos que van más allá de cualquier información previa. Esto tiene un poderoso
impacto en creyentes y en no creyentes. La fe aumenta.

La predicación de la palabra de Dios y su aplicación personal


por el Espíritu deben ser la prioridad más alta de cada culto de
adoración.

Aprenda a escuchar la voz del Espíritu y sígala reverente y humildemente.Ministre


personalmente a aquellos que respondan

Esto no disminuye el ministerio de los obreros en el altar. Ni indica un concepto de


líderazgo de actor/auditorio; sino que expresa una fe que emana de un corazón compasivo y
preocupado. El saludar a la gente cuando salen del santuario es apreciado, sin embargo, si
debemos elegir, dé precedencia al ministerio de los quebrantados en el altar.

Dé oportunidad a testimonios públicos

El culto de testimonios de los viejos tiempos ha perdido su popularidad—en algunas


situaciones, quizás, es justificable. De nuevo, con la unción del Espíritu, sea creativo. Pida
por adelantado a la gente que dé un testimonio (basado en conocimiento personal o
información de uno de los obreros del altar). Levántese con la persona. Sostenga el
micrófono. Haga preguntas para mantener a la persona en el tema. ¡Qué ánimo da el
escuchar cómo Dios ha intervenido en las circunstancias humanas!

La invitación al altar no es algo de última hora o un agregado a la conclusión de un culto.


Cuando la Palabra ha sido expuesta, el Espíritu Santo ha iluminado la verdad y convencido
a los oyentes. El predicador debe halar la ned.

H. Maurice Lednicky fue presidente de Central Baptist College, en Springfield, Missouri .

Usado con permiso de “Enrichment”, verano de 1996.

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