Justificación para construir un Plan de Acción Pedagógica

La pedagogía, como ciencia de la educación, ha de plantearse unos constructos que

permitan llevar a la práctica las diferentes teorías que a lo largo de los años se han construido para
mediar los procesos de enseñanza y aprendizaje. En aras de conseguir este objetivo, la didáctica
tomó y encauzó los esfuerzos de poner en práctica las abstracciones de los postulados de diversas
escuelas pedagógicas, focalizando su atención, durante muchos años, en el cómo enseñar y dejando
de lado el cómo aprenden las personas. Con el advenimiento de teorías y postulados del
cognitivismo y el procesamiento de la información, el foco de atención de la didáctica cambió,
repensando los cuestionamientos educativos y centrando su pregunta problémica a ¿Cómo
aprenden las personas?

Enfrentada la pedagogía a esta nueva perspectiva del proceso educativo, la planeación y

organización tomaron un nuevo camino alejándose (pero no completamente) de un proceso
enfocado en el (la) docente o mediador (a), para involucrar de manera mucho más activa a lxs
discentes. La planeación educativa, que si bien siempre ha jugado un papel primordial en el acto
educativo, adquiere una dimensión mucho más profunda, eficaz y contextualizada a las necesidades
particulares de las personas, al encarar los procesos mediante los cuales las personas procesan,
modifican y construyen conocimiento. Pensar y elaborar estrategias focalizadas en cómo aprenden
las personas y no (tanto) en cómo enseñan lxs docentes, abre el campo de posibilidades educativas
para pedagogías más humanas que integran la diversidad humana con las diferentes áreas de
conocimiento.

En este sentido la planeación pedagógica de temáticas de diferente índole, pero en

particular las de contenido social como el presentado en la actual propuesta, se concibe como un
elemento fundamental del quehacer docente. El pensamiento y los comportamientos
heteronormativos como tema de enseñanza y aprendizaje en un contexto educativo, han de ceñirse
a planeaciones flexibles que permitan la integración de elementos nuevos y, a veces, contradictorios
paradigmas: en beneficio de la construcción razonada, argumentada y crítica de visiones de
sociedad mucho más abarcadoras e incluyentes con la diversidad.

Realizar una organización que articule los saberes previos de las personas con los medios de
acceso a la información para conceptualizar, comprender y transferir los nuevos conocimientos
construidos, permite que haya un aprendizaje real y, sobre todo, contextualizado a las realidades y
necesidades de la sociedad. Apuntar a la construcción de discursos superficiales sobre los
comportamientos y normas culturales frente a la idea sesgada del comportamiento heterosexual,
brindará un cúmulo de argumentos provenientes de los sectores más conservadores de la sociedad
para descalificar y señalar negativamente los avances y luchas que se están llevando a cabo en los
campos de la diversidad, la equidad y el trato justo de y hacia todos los sectores poblacionales de
nuestra sociedad. La presente propuesta abarca, pero no se limita a, la diversidad sexual y de género
(que en la última década ha sido visibilizada en políticas públicas y referencias sociales y se conoce
como población LGBTI) pero también incluye a los sectores mayoritarios de personas con identidad
sexual heterosexual, a aquellos colectivos de personas que luchan por la equidad de género, a los
colectivos de mujeres feministas y a los colectivos de hombres machistas (si se asumen de esta
forma) es decir, a la sociedad en general para que, como en el periodo histórico renacentista, se
deconstruyan las creencias que nos separan y que fomentan la discriminación, la sub y
sobrevaloración cultural y social por determinismos biológicos, la estigmatización y la burlas por no
encajar en moldes estrechos y renacer como sociedad más humana.