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Protocolo de Sentencias
Nº Resolución:
Año: Tomo: Folio: -
ABREVIADO
Relata los hechos acaecidos. En efecto, cuenta que el día 29 de septiembre de 2008,
concurrió al concesionario Chevrolet Chexa SA (en adelante Chexa SA o la
concesionaria) y señó el automóvil Suzuki Fun, cinco puertas, con la suma de pesos
quinientos ($500), según recibo provisorio N° 15664. Dice que cuando concurrió a
abonar el saldo pendiente, vio en exhibición el automóvil Chevrolet Spark, y decidió
cambiar el objeto de su compra por dicho vehículo.----------------
Así las cosas, el día 14 de octubre del mismo año abonó en dicha concesionaria la
suma de pesos cuarenta y dos mil quinientos ($42.500), monto al cual debe adicionarse
la seña antes abonada, y la suma de pesos dos mil seiscientos ($2.600) en concepto de
Alega que al retirar la unidad no le fueron entregados los papeles de ella, por lo que no
pudo usar ni gozar del automóvil ni inscribirlo a su nombre hasta que ellos arribaron,
lo que ocurrió el día 28 de octubre de 2008, data en la que efectuó la inscripción
pertinente en el Registro Nacional de la Propiedad Automotor y Créditos Prendarios.
Agrega que recién con fecha 24 de diciembre de 2008 puedo obtener el manual, el
certificado de garantía y la llave sustituta del automóvil, los cuales no le habían sido
entregados con anterioridad.----------------------------------
Cuenta que el Chevrolet Spark adquirido no traía alarma de fábrica y que para
colocarla se dirigió al concesionario Chexa SA, donde le informaron que no tenían la
alarma original, por lo que se comunicó al servicio de atención a alientes de Chevrolet
y le dijeron que podría obtenerla en Maipú SA, pues también es concesionario oficial
de Chevrolet. Manifiesta que con fecha 18 de diciembre de 2008 adquirió la alarma en
dicha concesionaria y allí se la colocaron. Relata una serie de sucesos desafortunados
Por otro lado, expresa que desde que retiró el automóvil de la concesionaria Chexa SA
advirtió que el embrague tenía una vibración anormal, por lo que el día 09 de marzo de
2009, en oportunidad de realizar el primer service a los 5.000 km en Maipú SA, se le
comentó al encargado de taller (Sr. Carlos Guillermo Lastra), quien tomó nota de ello
en la constancia emitida por el concesionario que reza: “frenos delanteros ruidosos,
revisar funcionamiento de embrague, pedal vibra”.-------------------------------------------
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Señala que cuando retiró el vehículo el problema persistía, de allí que el día 19 de
junio de 2009, al realizar el service correspondiente a los 10.000 km en Maipú SA, le
explicó al Sr. Raúl Mauricio Altamirano el problema del embrague, quien escribió en
la planilla pertinente “pedal de embrague en punto muerto vibra”. Manifiesta que
retiró el auto y el problema continuaba, por lo que con fecha 30 de junio de 2009,
concurrió nuevamente al taller de Maipú SA siendo atendida por la Sra. María
Parisato. En tal oportunidad se consignó en el acta respectiva “tironeo y vibración al
salir en primera”. Luego, retiró el automóvil y nuevamente no se había dado solución
del desperfecto.--------------------------------
Señala que cuando retiró el Chevrolet Spark, éste perdía aceite, a lo cual el encargado
del taller Sr. Carlos Lastra le dijo que los mecánicos tienen las manos con aceite
cuando trabajan por eso al calentarse el motor éste cae, respuesta que rechaza.----------
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Continúa relatando que a pesar de todos los ingresos al taller de Maipú SA, el
automóvil seguía fallando, por lo que el día 10 de agosto de 2009 una vez lo lleva, y lo
retira con el mismo problema. Expresa que los mecánicos describieron la falla en los
siguientes términos: “pedal embrague salta/hace ruido”. Luego, el auto volvió a
ingresar al taller el día 07 de septiembre de 2009, oportunidad en la que el embrague
se cortó y debido a la falta de repuestos le hicieron una reparación provisoria
atándolo.------------------------------------------------------------
* Daño en el sector posterior del radiador (lateral superior derecho, ver fotografía N°
12), fruto de la manipulación incorrecta de dicho elemento al proceder a la extracción
del motor durante la reparación realizada en Maipú SA.------------------
* Pérdida importante de aceite motor en los bajos del motor (cárter precisamente), con
manchas de aceite sobre soporte de equipo de aire acondicionado y sector inferior del
motor próximo al cárter, la cual hace que cuando el automóvil se encuentra detenido
durante un lapso de tiempo normal deje una mancha sobre el suelo. La pérdida es fruto
de un armado incorrecto del motor posterior a su desarme (ver fotografías N° 26, 27,
* Redondeo de todas las tuercas del sector bajo del motor (cárter), fruto del desarme
incorrectamente realizado en Maipú SA (ver fotografías citadas ut supra).---------------
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* Marcas y/o rayones profundos en el soporte del equipo compresor del aire
acondicionado, broches plásticos de sujeción de distintos órganos dañados, fruto del
manejo incorrecto de la unidad por parte del personal que trabajó sobre el vehículo.----
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Finalmente, relata la accionante que el Ing. Gómez concluyó que el vehículo vino con
una falla o vicio oculto de fábrica en el cigüeñal, el cual podría haber tenido las
fuerzas alternas de inercia y centrífuga de primer orden (pudiendo inclusive ser la de
orden mayor) desequilibradas debidos a un incorrecto equilibrado dinámico del
cigüeñal en fábrica.----------------------------------------------------------Expresa que,
además, al ser manipulado tantas veces en el taller de Maipú SA, le ocasionaron al
automóvil otros desperfectos como los mencionados por el perito.-------------------------
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Dice que recién el día 22 de octubre de 2009 llegó la pedalera y que a esa altura le
llamaron de Maipú SA preguntándole si quería extender la garantía de fábrica, y ante
la situación que estaba viviendo, aceptó la extensión y abonó por ella la suma de pesos
novecientos sesenta y nueve ($969).------------------------------------
Alega que hasta ese entonces el automóvil 0 km que había adquirido solamente le
había traído problemas, y que ella adoptó todas las precauciones del caso, esperando
que finalmente su vehículo fuera reparado, lo que no se logró. Agrega que perdió la
En virtud de todos estos hechos, aduce que con fecha 12 de noviembre de 2009,
presentó una denuncia en la Dirección de Defensa del Consumidor y Lealtad
Comercial, a fin de obtener la sustitución del vehículo supuestamente defectuoso,
iniciándose así el expediente N° 0069-060901/2009. Expresa que luego de cinco (05)
audiencias no se logró arribar a una solución.--------------------------------------
Señala que el día 08 de febrero de 2010 solicitó a la Escribana Silvia Olocco que
realice un acta de constatación a los fines de dejar asentado que su vehículo se
encontraba detenido y en el garaje de su vivienda, labrándose en consecuencia la
Escritura Pública N° 10, Sección “B”, que acompaña.---------------------------------
Manifiesta que ha tenido paciencia y buena predisposición para poder arribar a una
solución; sin embargo, alega haber sido burlada por las demandadas, quienes pese a
sus numerosos reclamos no le brindaron una solución. Cita el art. 17, LDC. Por ello,
afirma que ha tenido que traer el asunto a los estrados judiciales a fin de lograr la
entrega de un automóvil de idénticas características al que oportunamente adquirió o la
suma de dinero a los fines de adquirir uno de similares características y la
indemnización de todos los daños que ha sufrido; todo con costas.-------------------------
Cuantifica el rubro en la suma de pesos cuatro mil quinientos ($4.500), con más sus
intereses desde la fecha de interposición de la demanda y hasta su efectivo pago.-------
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3. Daño moral. La actora expresa que los hechos narrados le han causado un daño
moral in re ipsa, proveniente en primer lugar de la imposibilidad de usar el rodado de
su propiedad por todo el tiempo transcurrido; rodado que -reitera- fue abonado de
contado. Agrega que amén de las molestias e incomodidades que todo lo ocurrido le ha
provocado, lo que más daño le ha ocasionado es la falta de respuesta a mis
interrogantes y la poca información que se le ha transmitido (o existiendo alguna
respuesta o información, la falsedad de ella), la falta de comunicación y organización
interna de sus dependientes, la vergonzosa atención recibida como cliente; todo lo
cual, en reiteradas oportunidades, le ha alterado su armonía interna y su estabilidad
psicológica.--------------------------------------------
Señala que ha sido víctima de numerosos malos momentos, los que le han generado
Manifiesta que su confianza en una fábrica con semejante trayectoria y nada más y
nada menos que en su concesionaria y service oficial ha sido lesionada, y que la
situación que le ha tocado vivir le ha ocasionado desesperación, angustia e
impotencia.------------------------------------------------------------------------------------
Cita jurisprudencia y cuantifica el rubro en la suma de pesos veinte mil ($20.000), con
más intereses desde la fecha de interposición de la demanda y hasta el momento de su
efectivo pago.----------------------------------------------------
Expresa que el suscripto no solo se debe centrar la atención en el presente caso, sino
que también debe pensarse en la repercusión de la sentencia que dicte, en el fin social
que la ley adjudica actualmente a la resolución final.-----------------------
Manifiesta que, entre otros supuestos, se ha entendido que los daños punitivos deben
proceder en los casos donde la antijuridicidad ha sido significativa pero el daño ha
sido de escasa entidad, pues en tales casos -según alega- de no existir el daño punitivo,
los hechos quedarían impunes ya que no habría ningún interesado en poner de resalto
y en probar la trasgresión y, así, nada impediría que la empresa reitere esa
antijuridicidad. Cita doctrina.---------------------------------------
Aduce que la situación fáctica planteada en autos engasta en el art. 11, LDC
(reformada por la ley 26361) en cuanto esta dispone, entre otros aspectos, que como
todo consumidor de un bien mueble no consumible goza de garantía legal por defectos
o vicios de cualquier índole, cuando estos afecten la identidad entre lo ofrecido y lo
entregado y su correcto funcionamiento.------------------------------
Expresa que estando frente a firmas de reconocido prestigio, es dable traer a colación
el art. 902 del Código Civil, del cual se desprende que a mayor grado de capacidad del
deudor, mayor rigurosidad se debe tener al juzgar la responsabilidad por
incumplimiento.------------------------------------------------------
Finalmente, señala que la sentencia que se dicte debe reflejar la desaprobación social
frente a hechos como los aquí narrados, los que revisten suma gravedad.---
A fs. 115 toma intervención la Sra. Fiscal Civil, Comercial y Laboral de 1ª Nom. de
esta ciudad, Dra. Alicia García Solavagione.-----------------------------------------
Señala que la Sra. Quinteros compró la unidad marca Chevrolet modelo Spark en
Chexa SA y que acudió a los talleres de Maipú SA en razón de calidad de
concesionaria oficial a fin de efectuar los services correspondientes y ante la existencia
de supuestas fallas en la unidad. Adiciona que en tal calidad es que su representada le
brindó el servicio correspondiente y -según alega- nunca dejó de atender los reclamos
formulados por la actora, procurando darle una solución definitiva a la falla que
acusaba el auto.--------------------------------------------------
Por todo ello, alega que Maipú SA carece de legitimación pasiva para ser demandada
en esta causa y, en consecuencia, la actora carece de acción en su contra.-----------------
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En efecto, relata que en el mes de diciembre de 2008 la actora acudió a los talleres de
su representada a fin de requerir la colocación de la alarma del vehículo en cuestión.
Señala que de acuerdo a la historia clínica del automóvil, éste ingresó a tal fin el día 17
de diciembre de 2008, no constando en sus antecedentes falla relacionada con la
alarma.--------------------------------------------
Alega que existe una desproporción entre la gravedad de la falla que acusaba el
vehículo y la pretensión deducida por la Sra. Quinteros en este juicio, pues aquellas -
según aduce- nunca fueron de una gravedad tal que le impidieran darle a la unidad el
destino para el cual fue adquirida, toda vez que el desperfecto se evidenciaba en
“vibración del pedal del embrague”, que bien podrá considerarse como una molestia
dependiendo su intensidad, pero está muy lejos para concluir que el vehículo no era
apto para su destino y hacer viable el reemplazo de la unidad por otra.--------------------
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Por otro lado, impugna el informe pericial mecánico acompañado por la parte actora.--
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En cuanto a los rubros reclamados por la Sra. Quinteros, Maipú SA (por intermedio de
su letrado apoderado) expresa su negativa y solicita su rechazo.----
Finalmente, cuestiona la procedencia del daño punitivo por cuanto la parte que
representa tuvo buena predisposición y un actuar diligente, en orden a solucionar la
falla acusada, realizó ajustes y cambio de piezas. Agrega que el daño punitivo tiene el
carácter de una multa sancionadora y, por lo tanto, su procedencia requiere de la
existencia de elemento de tipo subjetivo consistente en no atender los reclamos y
actuar con menosprecio frente al consumidor, actitudes que -según alega- su mandante
no ha tenido.----------------------------------------------------------
A fs. 137/141 comparecen los Dres. Daniel Gustavo Peralta y Mariana Peralta, en su
carácter de apoderados de Chexa SA, contestan la demanda incoada en contra de su
mandante y solicitan el rechazo de la demanda, con costas. Niegan todos y cada uno de
los términos alegados en la demanda, así como el derecho invocado por la Sra.
Quinteros y la prueba documental acompañada. Rechazan los rubros reclamados por la
accionante y opone la defensa de falta de acción y falta de legitimación pasiva.---------
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Expresan que Chexa SA jamás intervino en servicio o reparación alguna y, dado que el
automotor posee garantía de fábrica a través de cualquier concesionario oficial que
elige el consumidor, para la hipótesis (que desconocen) que se hayan producido los
desperfectos acusados, alegan que resultarían responsables por garantía de fábrica la
codemandada Chevrolet SA o General Motors, y por la falta de reparación adecuada
Maipú SA, pero no su representada, quien -insisten- jamás tuvo conocimiento de los
supuestos desperfectos.-------------------------------
Niegan el daño moral reclamado así como el daño punitivo y señalan que su mandante
no ha incurrido en ningún incumplimiento.----------------------------------
Niega en general y particular todos y cada uno de los hechos afirmados por la parte
actora, los daños que aquella dice haber sufrido y los rubros reclamados; en definitiva,
niega que corresponda hacer lugar a la demanda formulada en contra de su mandante,
y que GMA sea responsable por los hechos alegados en el escrito de demanda.----------
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Alega que en todas las ocasiones que la actora advirtió la existencia de una falla en el
embrague, Maipú SA siempre efectuó una revisión técnica y realizó las reparaciones
Por otro lado, detalla las condiciones de la garantía y alega una violación de la Sra.
Quinteros a los términos de ella. Así, señala que ésta tiene una vigencia de doce (12)
meses o 20.000 km, lo que ocurra primero; plazo que se computa a partir de la fecha
de entrega del vehículo, ocurrida el día 20 de octubre de 2008. Agrega que la garantía
se limita exclusivamente al reemplazo de la pieza reconocida como defectuosa por el
fabricante o a su reparación; se encuentra sujeta a que se efectúen los servicios
indicados en el certificado de garantía y en la tabla de mantenimiento preventivo del
manual del propietario, y siempre que no intervengan talleres o mano de obra ajena a
la red de concesionarios oficiales o talleres autorizados de GMA. Detalla además que
ciertas piezas consideradas como de mantenimiento normal (tales como, entre otras, la
placa y discos de embrague de vehículos equipados con transmisiones manuales) no se
encuentran cubiertos por la Garantía GMA ya que se trata de componentes que sufren
un desgaste natural, como así también pueden sufrir desperfectos por el uso indebido
del vehículo.-----------------------------------------------------------------------
Señala que esto último es lo que ocurrió en el presente caso, pues la propia actora
reconoce que en un momento decidió interrumpir la secuencia de reparaciones y no
volver a utilizar el automóvil. De allí que, si la actora no prosiguió con las
reparaciones, no hay margen alguno para considerar legítima la promoción de una
demanda en base a mal funcionamiento de piezas reparables del vehículo.----
Adiciona que el embrague es una pieza que puede tener una falla o avería por uso
indebido del vehículo.-----------------------------------------------------------------------
Aduce que la conducta de la actora engasta en la previsión del art. 1111 del CC, que
Agrega que según los dichos de la propia actora, la responsabilidad del supuesto daño
sufrido recaería por un lado en las intervenciones en el taller de Maipú SA a las que
fue sometido el vehículo por un lado, y por otro, a la propia conducta de la actora,
quien -reitera- decidió suspender la secuencia de reparaciones y desestimar las
ventajas que implicaban la reparación gratuita según los términos de la garantía.--------
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Cuestiona y rechaza los rubros pretendidos por la Sra. Quinteros. Así, respecto de la
pretensión de sustitución del automóvil Chevrolet Spark, expresa que la petición es
descabellada pues -en todo caso- la falla alegada sería en componentes específicos,
que pueden reemplazarse de manera independiente. Cita el decreto reglamentario N°
1798/1994 de la LDC. Dice que cuando allí se habla de sustitución se refiere a los
componentes defectuosos mas no a las demás partes que no presentan fallas.------------
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Agrega que una eventual condena a sustituir el vehículo de la actora por otro 0 km
importaría una afectación del derecho de propiedad de su mandante y un
enriquecimiento sin causa de la Sra. Quinteros.-----------------------------------------
A su vez, aduce que la introducción del daño punitivo importaría trasladar al derecho
privado competencias que propias de derecho penal. Manifiesta que otra de las
irregularidades más relevantes del instituto en cuestión se aprecia en la cuantificación
del monto de la sanción ejemplar. Aduce que la ley no ha previsto las pautas de su
valoración, como ser la reiteración de conducta similares por parte del dañador, los
precedentes judiciales, la imposición anterior al responsable de otras sanciones
distintas de los daños punitivos, el perjuicio al damnificado, el enriquecimiento
obtenido por parte de la conducta dañosa, etc.---
Por todo ello, considera que en el presente caso no se reúnen los presupuestos para la
aplicación del daño punitivo, su figura resulta extraña a nuestro sistema jurídico, por lo
que su aplicación sin parámetros claros y previamente definidos, ocasionaría una
evidente injusticia; y, además, la figura se encuentra reñida con los principios
constitucionales que rigen la imposición de sanciones de naturaleza penal.---------------
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En primer término, solicita a la actora que aclare a quien pretende demandar, ya que si
bien la demanda ha sido incoada en contra de Chevrolet SA, la ha notificado a la
sociedad que él representa; y agrega que Chevrolet SA es inexistente, toda vez que se
trata de una marca registrada de General Motors.-----
Luego, contesta la demanda, niega todos y cada uno de los hechos afirmados por la
actora y opone la defensa de falta de legitimación pasiva. Cuestiona la procedencia del
reclamo de responsabilidad solidaria del art. 40, LDC y acusa la inexistencia de los
presupuestos de responsabilidad civil respecto de su mandante. Finalmente, cuestiona
la indemnización pretendida. Ofrece prueba documental, confesional, informativa,
pericial mecánica y de presunciones.-------
A fs. 219 se corre traslado de la excepción opuesta por Chevrolet SA de ahorro para
A fs. 224 se deja sin efecto la participación otorgada a Chevrolet SA de ahorros para
fines determinados.-------------------------------------------------------------------
A fs. 227 la actora desiste de la acción intentada en contra de Chevrolet SA, el cual es
tenido presente a fs. 229 de autos, con noticia; decreto éste que fue debidamente
notificado a las partes y a la propia Chevrolet SA de ahorros para fines determinados
(ver fs. 230/233), sin que el desistimiento haya sido objetado.------------------------------
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A fs. 495 se inserta el decreto de autos y pasan los presentes a estudio de la anterior
directora del proceso, Dra. Claudia Zalazar. A fs. 503 se dicta una medida para mejor
proveer consistente en prueba informativa requerida a Interfile SA y ampliación del
informe pericial oficial. Cumplida la misma, y abocado el suscripto al conocimiento de
la presente causa, a fs. 659 se ordena el cumplimiento de la etapa de alegatos.-----------
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Incorporados los alegatos producidos por las partes y reingresados los presentes a la
lista de fallos, queda esta causa en condiciones de ser resuelta.--------------------
Y CONSIDERANDO:---------------------------------------------------------------------
I) El Sr. Norma Elsa Quinteros, DNI 16.057.507, entabla formal demanda de daños y
Por su parte, General Motors de Argentina SRL, Chexa SA y Maipú SA, resisten la
pretensión de la actora, cada una por sus propios argumentos defensivos, los que han
sido reseñados en los vistos de esta resolución y a los que remito por razones de
brevedad.------------------------------------------------------------------------
Así las cosas, corresponde sin más tener presente el mismo, y por desistida la acción
de la Sra. Norma Elsa Quinteros en contra de Chevrolet SA.-----------------
A ese fin, las premisas de derecho que definen la relación de consumo se encuentran
contenidas en los arts. 1092 y 1093 del Código Civil y Comercial de la Nación (en
adelante CCCN), y en los arts. 1, 2 y 3 de la ley 24240 (en adelante LDC). El art. 1092
del CCCN y el último de los preceptos citados brindan su noción genérica: “(…) es el
vínculo jurídico entre el proveedor y el consumidor o usuario”. Los otros dispositivos
legales describen a los sujetos de la relación.-----
Así, se identifica al “(…) consumidor o usuario como toda persona física o jurídica
En el otro polo del vínculo se ubica al proveedor, el cual ha sido descripto por el art.
1093 del CCCN como la “persona humana o jurídica que actúa profesional u
ocasionalmente o con una empresa productora de bienes o prestadora de servicios,
pública o privada, que tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los bienes o
servicios por parte de los consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o
social”, y por el art. 2 de la LDC como “la persona física o jurídica de naturaleza
pública o privada, que desarrolla de manera profesional, aún ocasionalmente,
actividades de producción, montaje, creación, construcción, transformación,
importación, concesión de marca, distribución y comercialización de bienes o
servicios, destinados a consumidores o usuarios”.--
De manera más específica para el caso de autos, no es baladí aclarar que cuando la ley
refiere a la comercialización de servicios, alude a: todos los contratos cuyo objeto no
Siendo así, es claro que la codemandada General Motors Argentina SRL, reviste la
calidad de proveedor por haber sido quien fabricó el vehículo marca Chevrolet
adquirido por la actora (extremo no controvertido). Igual condición le cabe a Chexa
SA, por haber sido la concesionaria oficial de dicha marca que le vendió a la actora el
automóvil (ver recibo provisorio N° 15664, recibo N° 0004-00109039 y factura N°
0019430 emitidos por esta última y cuyas copias obran a fs. 19/21, los que han sido
oportunamente reconocidos por su emisora). Finalmente, la noción recién expresada
engasta claramente en el servicio técnico que presta Maipú SA (en el caso, services de
5.000 y 10.000 km y servicio técnico por garantía), en su calidad de concesionaria
oficial de la marca Chevrolet, por lo que también cabe adjetivarle la calidad de
“proveedora” conforme a las normas antes citadas.-------------------------------------------
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Finalmente, cabe apuntar que el legislador ha tenido en cuenta las circunstancias que,
normalmente, caracterizan al proveedor, quien impone los requisitos generales de
contratación a los consumidores y usuarios, generando una desigualdad en la
capacidad de negociación que la ley procura fulminar. Así, dice Farina: “(...) nadie
ignora que las empresas imponen sus condiciones de contratación a todo el mundo,
salvo que la contraparte tenga un poder económico, político o de negociación
suficiente para contrarrestarla (cfr. Farina, Juan M., Defensa del consumidor y del
usuario, Bs. As., Astrea, 2011, pág. 68). Por lo general, esa clase de poder se presume
del comerciante, prestador de servicios o proveedor que se encuentra organizado bajo
una forma empresarial lo cual, además, genera cierta indeterminación del autor de la
actividad frente al usuario, por lo que este requiere de protección no sólo en el acto de
contratar sino también antes de la contratación (etapa precontractual) y después de
ella, en la etapa de su cumplimiento.------------------------------------------------------------
------El sujeto activo de la relación de consumo es el consumidor o usuario, o sea
quien contrata "para su consumo final o beneficio propio o de su grupo familiar o
social". El sujeto activo de la relación de consumo es el consumidor o usuario, o sea
quien contrata "para su consumo final o beneficio propio o de su grupo familiar o
social".
Por otro lado, no es preciso que los vicios o defectos sean graves (esto es, que hagan la
cosa impropia para su destino o afecten de tal modo su uso que el adquirente, de
haberlos conocido, no habría adquirido la cosa o habría dado menos por ella -como
ocurre en los vicios redhibitorios-), sino que es suficiente que, objetivamente, la
presencia del vicio lesione el principio de identidad o afecte su correcto
funcionamiento, aún cuando no lo impida (cfr. Junyent Bas, Francisco y otros, Ley de
Defensa del Consumidor -comentada, anotada y concordada-, Buenos Aires, Errepar,
2013, págs. 135/136 y 143).-------------------
Respecto a esto último, cabe tener presente que se trata de dos condiciones de carácter
alternativo. Sin embargo, siguiendo a los autores citados, se ha señalado, con razón,
que “cualquier vicio crea una diferencia entre lo ofrecido -una cosa sin defectos- y
lo entregado, por lo tanto, el primer requisito o condición se torna prácticamente
superfluo y, en rigor, debe considerárselo siempre cumplido. Respecto del otro
requisito o condición, esto es, la afectación del correcto funcionamiento de la cosa,
Finalmente, en cuanto a la solidaridad que establece el art. 13, LDC, simplemente cabe
acotar que, en esencia, se trata de un supuesto de obligaciones in solidum o
concurrentes, las cuales se caracterizan por presentar dos o más sujetos como deudores
indeterminados de una idéntica prestación frente a un mismo acreedor y pluralidad de
causas que dieron origen a dicha obligación. Sin embargo, habiéndosele adjudicado el
carácter de solidaria, la distinción reviste relevancia en orden a comprender la
autorización del ejercicio de las acciones de regreso entre los distintos obligados al
otorgamiento y cumplimiento de la garantía legal.--------------------------------------------
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Por otro lado, en los casos en los que el consumidor haya optado por reparar la cosa y
ésta no resulta satisfactoria por no reunir la cosa reparada las “condiciones óptimas”
para cumplir con el uso al que está destinada, el art. 17, LDC le otorga al consumidor
distintas opciones. Así, aquel puede pedir la sustitución de la cosa adquirida por otra
de idénticas características, devolver la cosa en el estado en que se encuentre a cambio
de recibir el importe equivalente a las sumas pagadas u obtener una quita proporcional
del precio. Asimismo, cualquiera sea la pretensión que aquel escoja, también puede
“reclamar los eventuales daños y perjuicios que pudieren corresponder”.---------------
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Para que la reparación sea considerada como insatisfactoria la cosa no debe poseer las
“condiciones óptimas” para cumplir con el uso para el cual fue fabricada. Sobre el
punto, el decreto reglamentario 1798/1994 dispone que “se entenderá por
‘condiciones óptimas’ aquellas necesarias para un uso normal, mediando un trato
adecuado y siguiendo las normas de uso y mantenimiento impartidas por el
fabricante”.-------------------------------------------------------------
Finalmente, debe tenerse presente que ante la duda si la cosa reúne las condiciones
óptimas o no, deberá estarse siempre a favor del consumidor (arg. arts. 3, 37 de la
LDC y el art. 1095, CCCN; Stiglitz, Gabriel y Carlos A. Hernández -directores-, ob.
cit., pág. 33).------------------------------------------------
En el caso que nos ocupa sucede que la accionante alega que el automóvil Chevrolet
Spark (adquirido en la concesionaria Chexa SA) padece un vicio o defecto consistente
en una vibración en el pedal de embrague, el cual no habría sido reparado en forma
La Sra. Norma Elsa Quinteros compró el automóvil 0 km, marca Chevrolet, modelo
Spark LT sedan 5 puertas, año 2008, dominio HMW 640, en la concesionaria oficial
Chexa SA y pagó por él la suma de pesos cuarenta y cinco mil seiscientos ($45.600),
conforme surge de la siguiente prueba documental oportunamente reconocida por la
vendedora, a saber: Recibo provisorio N° 15664, recibo N° 0004-00109039 y factura
N° 0019430 (ver fs. 19/21 y 138).-----
El día 19 de junio de 2009, esto es, apenas transcurridos tres (03) meses, la actora
nuevamente llevó el vehículo al servicio técnico de Maipú SA. En tal oportunidad, no
solo requirió la realización del servicio correspondiente a los 10.000 km sino que
Siguiendo con el análisis, se advierte entonces que la Sra. Quinteros concurrió por
tercera vez al taller de Maipú SA con fecha 30 de junio de 2009 e informó que la
unidad presentaba “tironeo y vibración al salir en primera”. Aquí nuevamente se
advierte una violación al deber de emitir una constancia de reparación y entregarla a la
consumidora, pues en la orden de garantía entregada a la actora nada se ha consignado
(ver fs. 27). Sin embargo, Maipú SA sí tomó nota de los trabajos realizados en sus
archivos. En efecto, a fs. 368 obra la orden de reparación N° 000000514261 en la cual
Luego, el día 10 de agosto de 2009, la actora nuevamente tuvo que concurrir al taller
puesto que el embrague aún presentaba anomalías en su funcionamiento, descriptas
por la accionante como “pedal de embrague salta/hace ruido”; oportunidad en la que se
diagnosticó “placa de embrague deformada” y se reemplazó “kit de embrague” (ver fs.
29 y 369). Otra vez se advierte aquí una violación al deber consagrado por el art. 15,
LDC pues en el documento entregado a la Sra. Quintero no se ha consignado la
reparación realizada.----------
De allí es que, en función de esta última aserción del experto, el apoderado de Maipú
SA modificó su discurso defensivo a la hora de alegar, manifestando que: “se ha
demostrado que el vehículo al momento de la inspección no tenía vibración en su
pedal de embrague, lo que echa por tierra toda la demanda, la que se había fundado
en sostener que existía un vicio oculto (…)” (fs. 715vta y 716). A renglón seguido
ratifica esta novel, tardía y contradictoria defensa, agregando: “Podrá advertir
claramente, que al no haberse acreditado el supuesto vicio oculto, la actora carece de
toda reclamación al respecto, lo que se encadena a su vez con la falta de uso del
vehículo y más aún con el daño punitivo reclamado” (fs. 716, 5to. párrafo).-------------
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Pues bien, tal como lo señaláramos más arriba, el cambio del argumento fáctico
Por el contrario, sólo existe una demanda cuyo fundamento esencial puede
válidamente encuadrarse en una típica pretensión consumeril, caracterizada por la
conciencia del desperfecto que sufre el bien adquirido, aunque no libre de las
incertidumbres respecto a las razones que lo provocaron y mantuvieron.-----------Es en
este punto, precisamente, donde el estándar de conducta que el legislador le impone al
proveedor, debe erigirse colaborativo y esclarecedor, en función de su condición de
profesional y conocedor de todas y cada una las especiales circunstancias del caso que
hacen a su servicio y deber de informar, el cual, como se explicará infra, no fue
debidamente asumido por la concesionaria.---------------b.- La crítica al dictamen
pericial.------------------------------------------------------
El art. 283 del CPCC dispone que éste se aprecie según las reglas de la sana crítica
racional. Es obvio que el imperativo legal no se encuentra condicionado a la existencia
de informe del perito de parte que contradiga las conclusiones del dictamen, pues
simplemente la ley no menciona tal cortapisa. Por el contrario, la télesis del
dispositivo se dirige a brindar al juzgador una herramienta útil para desconocer
la eficacia convictiva de aquellos dictámenes que se presenten claramente
inidóneos, conforme a lo que indican las reglas de la lógica o del pensamiento y de
la experiencia.-----------------------------------------
En este punto, el perito critica el servicio técnico brindado por Maipú SA y señala que
no han actuado con el debido profesionalismo. En efecto, explica que el reemplazo de
la pedalera fue inútil, pues ella es un elemento que simplemente transmite la vibración
que produce otra pieza del automóvil. En cuanto a la sustitución del kit de embrague
original, expresó que no se han medido las dimensiones de las piezas que lo componen
y “no se tiene en cuenta la planitud de la placa de presión, así como tampoco el
posible alabeo del volante, cosa que sería causal de una transmisión de vibraciones”;
en tanto que no se ha realizado un equilibrado estático del cigüeñal, así como tampoco
Señala que en virtud de este proceder, sumado a la ausencia de examen de las piezas
por parte de la terminal, se ha impedido corroborar si existía algún vicio o defecto en
las piezas sustituidas, lo cual denota una intención de ocultarlas.-------
Siguiendo con el análisis, repárese que el Ing. Pérez concluyó que no se puede
determinar cuál era la falla o vicio que tenía el automóvil, es decir, cuál era el órgano
desequilibrado que producía la vibración del pedal de embrague, y agrega que se ha
comprobado que el vehículo de la actora tiene una vibración residual, habiendo incluso
comparado el auto con otro de la misma marca y modelo. Esta conclusión del perito
resulta trascendental pues, desde mi perspectiva y adelantando opinión, revela que, a
pesar de las reparaciones efectuadas por el servicio técnico de Maipú SA, el
En efecto, el Ing. Pérez atribuye la vibración del motor del rodado a la descomposición
de las lacas y gomas del combustible que se encontraba en el depósito del vehículo,
ocasionada por el tiempo que el vehículo estuvo sin uso, las que habrían obstruido los
inyectores. Asimismo, pronostica que tal vicio desaparecerá con el reemplazo del
fluido, limpieza de inyectores y uso del automóvil. Sin embargo, a fs. 449 ya había
expresado que la descomposición del combustible y, en consecuencia, la obstrucción
de los inyectores, son tan solo una suposición del perito, quien no pudo corroborar los
extremos.-------------------
Así surge con claridad el vicio, pues primero dice que no se corroboró si el
combustible estaba descompuesto ni la obstrucción de los inyectores (fs. 449 y
524/525) y que habría que realizar tal comprobación, y luego afirma y concluye que la
vibración residual del motor se debe a la descomposición del combustible, cuando -se
insiste- el extremo no había sido corroborado (fs. 527).------------------
Por otro lado, supone el perito que el origen de la vibración que llevó a la actora a
* Desarmar las partes implicadas a fin de verificar si se produjo una nueva falla en las
piezas que componen el embrague o en el cigüeñal provocada por alguna otra pieza
defectuosa, lo cual podría ser causante de las vibraciones residuales del automóvil.-----
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* Probar el vehículo, esto es, realizar una prueba dinámica para verificar su
funcionamiento y la percepción de las vibraciones desde su interior, pues conforme a
las máximas de la experiencia de un hombre de culto medio, éstas suelen tener
repercusiones en el habitáculo ya sea por la vibración de alguna pieza o por la
percepción de ruidos.-------------------------------------------------------
* Toda otra tarea tendiente a detectar el origen de la vibración residual del automóvil,
pues ella resulta claramente incompatible con la característica de un vehículo nuevo 0
km, que fue lo adquirido por la Sra. Quinteros.--------------------
Así las cosas, este proceder antijurídico, tanto desde el punto de vista sustancial, como
a la luz del imperativo ético propio del proceso civil al que se hizo referencia, no sólo
pone al descubierto la falta de asunción del onus probandi en debida forma, sino que,
además, genera el indicio legal y autónomo subsumible en la hipótesis del art. 316,
CPCC, susceptible de ocasionar sospecha de la sinrazón de su postura defensiva y la
veracidad de los dichos de la actora.---------
Por otro lado, cabe detenerse ahora en los daños sufridos por el automóvil de la actora
como consecuencia de las sucesivas reparaciones efectuadas en el service oficial, los
cuales fueron detallados por la accionante en su demanda y que tienen como sustento
la pericia privada realizada por el Ing. Carlos Gustavo Gómez.-----
Estas conclusiones no son compartidas por el Ing. Carlos Gustavo Gómez, quien
defiende técnicamente a la parte actora (ver informe obrante a fs. 600/602). Allí señala
el perito de control que la pérdida de aceite en los sectores bajos del motor es
importante y no leve como lo apunta el Ing. Pérez, y agrega que ello es anormal para
un rodado con algo menos de un año de uso. En cuanto a su causa, dice que ésta
obedece a un desarme y rearme incorrecto del motor más que a la falta de sellador.
Destaca que se han adjuntado en autos fotografías de dicha pérdida de aceite, las que
avalan su postura.---------------------------------------------
Respecto al daño en el panel del radiador, expresa que éste ha ocurrido debido a un
desmontaje incorrecto del motor y que tal anomalía trae aparejado una pérdida de
valor de reventa de la unidad, pues es un daño que se aprecia a simple vista; además de
servir de causa para una futura falla de tal pieza.--------------------------
Finalmente, cuestiona que el perito oficial no haya realizado una prueba dinámica al
automóvil para verificar los ruidos que han quedado en el vehículo. Sobre este punto
Pues bien, ingresando al análisis de la cuestión, en primer lugar, debe mencionarse que
atento a que los daños fueron denunciados por la actora en su demanda y que entre los
puntos de pericia de Maipú SA se requirió detallar el “estado en el que se encuentra la
unidad”, el perito oficial tendría que haber detallado con precisión el estado del
automóvil; sin embargo, la información fue brindada a requerimiento del tribunal.------
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Pues bien, atento a las conclusiones arribadas en los puntos precedentes, corresponde a
continuación analizar si la cosa reparada reúne las condiciones óptimas, conforme a
los conceptos expuestos en el considerando III), b.------------
En el particular, a fin de realizar tal examen, deben tenerse presente las legítimas
expectativas de la Sra. Quinteros, en atención a su condición de compradora de un
automóvil 0 km. En efecto, conforme a las máximas de la experiencia de un hombre de
culto medio, quien adquiere un automóvil nuevo 0 km tiene como expectativa que las
prestaciones y el disfrute del vehículo lo sean en las mejores condiciones y no
solamente en la condiciones de un uso normal, pues estas bien puede dárselas un
automóvil usado.-------------------------------------------------------
En este orden de ideas, repárese que una de las finalidades perseguidas por quien
Aquí no resulta óbice mencionar que este beneficio o ventaja del automóvil 0 km
respecto de uno usado es tal que, incluso, normalmente se encuentran exentos de la
realización de la revisión técnica obligatoria por un determinado plazo, el cual se
determina en función del uso que se le dé al vehículo. Así ocurre en la ciudad de
Córdoba, pues conforme a la inteligencia de los arts. 38 y 39, inc. a, apartado 1, de la
ordenanza 8891 (Código de Tránsito Municipal), los automóviles particulares con una
antigüedad menor a dos años no deben realizar la Inspección Técnica Vehicular (ITV)
necesaria para circular hasta tanto alcancen dicha tiempo de uso.---------------------------
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Retomando entonces el caso de autos, en función del cuadro descripto, se advierte con
claridad que el automóvil reparado no reúne las condiciones óptimas, propias de un
automóvil 0 km, que fue la cosa adquirida por la Sra. Quinteros.---------------------------
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En efecto, tras cinco (05) ingresos al taller de Maipú SA, el automóvil sufrió la
Finalmente, sin perjuicio de lo expuesto, cabe señalar que si alguna duda quedara
acerca de si el automóvil reúne o no las condiciones óptimas, las particularidades del
caso desarrolladas ut supra determinan la aplicación plena del principio in dubio pro
consumidor.----------------------------------------------------------------------
f.- Conclusión.-------------------------------------------------------------------------------
Así las cosas, se encuentran reunidos en autos todos los presupuestos de procedencia
de la responsabilidad del proveedor (en su concepto amplio ya explicado) en virtud del
vicio o defecto de la cosa que no pudo ser reparado en orden al estándar de
La Sra. Quinteros solicita la sustitución del Chevrolet Spark por uno de iguales
características o la suma de dinero necesaria para adquirirlo en el mercado, según
precio vigente al momento de dictar sentencia, con más sus intereses; lo cual es
resistido por las codemandadas.------------------------------------------------------------
De este modo, bajando estas premisas al caso de autos, la negativa de las demandadas
a reconocer el derecho de la actora a requerir la sustitución del automóvil y su
pretensión de proseguir con las reparaciones resulta abusiva; máxime si se tiene
presente que, en definitiva, no se ha detectado la causa del deficiente funcionamiento
del Chevrolet Spark de la actora, fabricado por GMA SRL, vendido por Chexa SA y
reparado no satisfactoriamente por Maipú SA. Es que mal puede pretenderse que la
Esta es la solución que, por otro lado, impone la aplicación del principio de la buena fe
(art. 1198 del CC, hoy arts. 961 y 1061 del CCCN); pues conforme a éste los contratos
deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse o cumplirse de buena fe.----------------------
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Por todo lo expuesto, corresponde hacer lugar al pedido de sustitución del vehículo
marca Chevrolet, modelo Spark LT sedan 5 puertas, solicitada por la actora. En
consecuencia, corresponde condenar a las demandadas en forma solidaria para
sustituyan el automóvil de la Sra. Norma Elsa Quinteros por otro de la misma marca y
modelo, también 0 km; y de no ser posible, por uno que corresponda a un 0 km,
modelo correspondiente al año de cumplimiento de la sentencia, que ostente iguales
características que el de la actora. Aquí cabe aclarar que si este último tuviera mayores
prestaciones, la diferencia de valor debe ser asumida por los demandados, desde que la
sustitución del rodado ha sido motivada por el incumplimiento contractual al que ya se
ha hecho referencia.--------------------------------------------------------------------------------
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Teniendo en cuenta esta naturaleza, a los fines de determinar el quantum por dicho
concepto, por regla general, quien reclama por este rubro debe probar que
efectivamente esa privación le ocasiona un perjuicio, su extensión y límite. En cuanto a
la acreditación de los extremos, la jurisprudencia la ha flexibilizado, haciendo uso de
uno de los elementos que hacen al sistema de valoración de pruebas (sana crítica
racional). Concretamente, se ha sostenido que el orden natural de las cosas o las
máximas de la experiencia, son suficientes para inferir la existencia del daño por
privación de uso cuando existen datos concretos que demuestren la imposibilidad de
utilizar el vehículo. A su vez, cuando no existen montos justificados ni bases, la suma
líquida debe ser fijada en la sentencia de acuerdo a los parámetros del art. 335 del
CPCC, esto es, librado al criterio prudencial del sentenciante, de acuerdo a situaciones
análogas, prefiriendo las más moderadas, sirviendo de guía los precedentes del tribunal
o repertorios jurisprudenciales (cfr. Vénica, Oscar H., Código Procesal Civil y
Comercial de la Provincia de Córdoba - Concordado, comentado y anotado, t. III,
Lerner, Cba., págs. 229/230).---------------------------------------------------------------------
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Pues bien, lo expuesto, sumado al carácter indiciario de que ostentan los comprobantes
de los gastos de transporte no reconocidos en juicio, resulta suficiente para admitir el
rubro.------------------------------------------------------------
En cuanto al monto por el cual debe proceder, cabe señalar que el pretendido por la
accionante resulta razonable y equitativo, teniendo en consideración el tiempo por el
El daño moral ha sido caracterizado como “(…) una modificación disvaliosa del
espíritu, en el desenvolvimiento de su capacidad de entender, querer o sentir,
consecuencia de una lesión a un interés no patrimonial, que habrá de traducirse en un
modo de estar diferente de aquel al que se hallaba antes del hecho, como
consecuencia de éste y anímicamente perjudicial” (Pizarro, Ramón Daniel, Daño
moral. Prevención. Reparación. Punición. El Daño moral en las diversas ramas del
Derecho, Hammurabi, Bs. As., 1996, pág. 47).-------------------------------------
De manera más precisa, Fernando Márquez señala, citando a Zavala de González, que:
“(…) no nos parece acertado que el resarcimiento del daño moral sea restrictivo en
la esfera contractual. No debe confundirse la prueba del daño moral con la facultad
judicial para conceder o rechazar la indemnización, pues no existe margen para una
denegación si el menoscabo se encuentra de manifiesto a través de variables
derroteros de convicción” (la negrita me pertenece). En efecto, aun cuando la relación
hubiese versado sobre materia mercantil, ese incumplimiento contractual puede dar
lugar tranquilamente a una afección espiritual o vulneración en el goce de intereses no
patrimoniales que autoriza la procedencia del resarcimiento de este perjuicio (cfr.
autor cit., “Indemnización de chances y daño moral por incumplimiento contractual”,
Revista de Derecho comercial del Consumidor y de la Empresa, año IV, N° 4, agosto
2013, págs. 165/166).---------------------------------------------------------------
Así las cosas, las faltas de respuestas de las garantes no sólo obligaron al ejercicio de
esta acción, sino que también derivaron en la privación del automóvil por extenso
período de tiempo, con el fácilmente imaginable disgusto que esa circunstancia
imprevisible debe haber generado en la ahora demandante. También debe ponderarse
aquí el grado de incertidumbre de la Sra. Quinteros provocada por el hecho de
encontrarse frente a una situación sin un horizonte claro de solución y las
contingencias que ello debe provocar en su ánimo.---------
formulado por las accionadas Maipú SA y Chexa SA, así como a la tacha de
(los cuales, adelantando opinión, corresponde rechazar), es que corresponde efectuar una serie
de consideraciones.----------------
En efecto, la naturaleza jurídica del instituto reglado por el art. 52 bis de LDC responde a una
multa civil punitiva y preventiva al mismo tiempo, la cual sólo puede ser invocada
ante la jurisdicción, aplicada y justipreciada por ésta. De allí que no es requisito para
incluirlo en la condena la estimación por parte del consumidor demandante.-------------
Aquí cabe destacar, tal como lo ha hecho la jurisprudencia local, que “desde hace
mucho tiempo el sistema de derecho civil admite la existencia de sanciones, tales
como los intereses punitorios (art. 622, CC) o algunas que también ostentan carácter
mixto, como las astreintes (art. 666 bis), que son conminatorias y sancionatorias, y la
conducta que los tornan procedentes tienen rasgos de indefinición que, a la luz del
principio de legalidad, las tornarían inconstitucionales. Sin embargo, tales institutos
perviven sin cuestionamiento constitucional. Se trata, entonces, de entender que
cuando de ´daño punitivo’ se habla, debe tenerse presente el doble contenido
sancionador y disuasivo, en el ámbito del derecho público derivado del
reconocimiento del derecho de los consumidores en el ámbito constitucional (art. 42,
CN)” (cfr. Cám. 4ª de Apel. Civ. y Com. de Cba., “Defilippo c/ Parra Automotores SA
y otro”, fallo cit.).-----
Esta circunstancia no sólo se compadece con la noción de dolo, sino que hasta puede
equipararse a la malicia, al dilatar el conflicto motivado en obtener una ventaja
económica derivada de la no asunción de los deberes contractuales, legales y de
justicia conmutativa. Ello supone una atención insincera, pues no tiene como fin el de
solucionar el dilema, in abstracto de una verdadera vocación de servicio.----------------
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Esto último se puede apreciar con claridad en el caso que nos convoca, pues las
reparaciones a las que se sometió el Chevrolet Spark se han realizado de menor a
VI) Costas.-----------------------------------------------------------------------------------
La condena accesoria por los gastos devengados en el presente juicio deben imponerse
a las demandadas vencidas, conforme al criterio objetivo de la derrota que deriva del
régimen pertinente que dispone el rito local en el art. 130, concordantes y relativos del
CPCC.-------------------------------------------------------
Así, adicionados los intereses mandados a pagar en cada rubro, se obtiene la suma de
pesos ciento cuarenta y un mil cuatrocientos cincuenta y ocho con sesenta y seis
centavos ($141.458,66). Aplicado el punto medio de la primera escala del art. 36 del
CA, se obtiene una remuneración de pesos treinta y un mil ochocientos veintiocho con
veinte centavos ($31.828,20), en conjunto y proporción de ley para los letrados antes
mencionados.--------------------------------
En cuanto a los honorarios de los Dres. Santiago Otero Berger, Daniel Gustavo
Peralta, Mariana Peralta y Marcelo González Sueyro, no corresponde practicarlos en
esta oportunidad, a mérito de lo dispuesto por el art. 26, ley 9459, a contrario sensu.---
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Respecto a los honorarios del perito mecánico oficial Ing. Domingo Inocencio Pérez,
se computan en la suma equivalente a veinticinco (25) jus, es decir, la de pesos doce
mil setecientos treinta y tres ($12.733). En cuanto a los honorarios del perito de
control, Ing. Carlos Gustavo Gómez, atento a lo dispuesto por el art. 49, primer
párrafo, apartado 2, segunda parte, CA y de acuerdo a la relevancia que has tenido sus
informes de control para la solución de la presente causa, corresponde “asimilar su
situación a la del perito oficial” y regular sus honorarios en la suma de pesos doce mil
setecientos treinta y tres ($12.733), equivalentes a veinticinco (25) jus. Asimismo,
corresponde imponer su pago a las demandadas vencidas (cfr. Ferrer, Adán L.,
Código Arancelario - Comentado y anotado - Ley 9459, Alveroni, Cba., 2010, pág.
125).---------------------------------------------------
* Sustituir el automóvil marca Chevrolet, modelo Spark LT sedan 5 puertas, año 2008,
dominio HMW 640, chasis N° KL1MM61079C567493, motor N° B10S1125445KC2,
de propiedad de la actora, por otro de la misma marca y modelo, también 0 km; y de
no ser posible, por uno que corresponda a un 0 km, modelo correspondiente al año de
cumplimiento de la sentencia, que ostente iguales características que el de la actora. Si
este último tuviera mayores prestaciones, la diferencia de valor debe ser asumida por
* Abonar a la actora las sumas de pesos cuatro mil quinientos ($4.500) en concepto de
privación de uso, pesos veinte mil ($20.000) por daño moral, y pesos cincuenta mil
($50.000) por daño punitivo; todo con los intereses determinados para cada rubro.------
------------------------------------------------------------------------
3.- Imponer las costas devengadas en el presente pleito a las demandadas (art. 130,
CPCC).----------------------------------------------------------------------------------
4.- Regular los honorarios de los Dres. Sergio Gómez Fernández y Jorge Mario
Álvarez, en forma provisoria y en conjunto y proporción de ley, en la suma de pesos
5.- Regular los honorarios del perito mecánico oficial, Ing. Domingo Inocencio Pérez,
en la suma de pesos doce mil setecientos treinta y tres ($12.733 -25 jus-), y los del
perito de control Ing. Carlos Gustavo Gómez en la misma suma, cuyo pago se impone
a las demandadas vencidas.---------------------------------------------