Sei sulla pagina 1di 2

Reysita te quería comentar algo que llegó a mi mente y mi corazón hace un rato atrás, estaba

pensando en la situación que estamos pasando como Iglesia, me refiero al distanciamiento


que has tenido de la Iglesia, a causa de lo que me comentaste que pasó entre el Pastor y tú.
Al margen de las razones que hayan provocado este distanciamiento e ignorando también
quien fue el culpable del problema o el que causo esta situación, empecé a analizar lo que
está pasando y llegué a imaginar que (lo que está pasando) se parece a esto: en una familia
ocurre un problema entre el padre y uno de los hijos, ellos han tenido un malentendido que
dejó tristes, resentidos y molestos a ambos, el problema empeoró y el hijo se fue de la casa.
Es en este punto en el que empecé a reflexionar: ¿Qué deberían hacer los demás hijos para
remediar esta situación? ¿Realmente vale la pena reconciliar a su padre con el hijo que se
fue?
Y en esta parte, llegó a mi mente la siguiente idea: Sí vale la pena luchar por una persona que
ha hecho, por lo menos, una cosa buena por los demás. Y llevándolo al contexto de la historia,
sí valdría la pena luchar por reconciliar al padre con su hijo, porque este hijo hizo, por lo
menos, una cosa buena por su padre y por sus hermanos.
Y analizando un poco más, me di cuenta de que esta historia del padre con su hijo, se parece
a lo que está pasando entre el Pastor (o los Pastores) y tú.
Reysita en la Iglesia somos como una familia, juntos hemos vivido experiencias divertidas y
muy bonitas, así como momentos difíciles. Tú, al igual que el hijo de la historia, has hecho
cosas buenas por los demás (y estoy segura de que hiciste más de un buen acto por tu
prójimo, porque lo he visto y recuerdo que a mí me ayudaste en más de una ocasión (por
ejm: haciéndome reír cuando muchas veces iba un poco triste o pensativa a la Iglesia), no
importa si fue un pequeño acto bueno, lo importante es que trataste de hacer algo bueno
por los demás).
Y como tu hiciste algo bueno por los demás, mereces que los demás hermanos intervengamos
y ayudemos a que tú y el Pastor (que sería el padre de acuerdo a la historia) se reconcilien y
retomen la relación de amor en el Señor que deberían tener por naturaleza.
No podemos olvidar todo lo bueno que ha hecho una persona por nosotros, solo por una
mala pisada que haya dado. No hay que buscar culpables en la situación, sino que todos
juntos como Iglesia debemos luchar para seguir unidos y amándonos, a pesar de todas las
diferencias y dificultades que pudieran haber.
Es por ello Reysita que debemos luchar por que tú, Chio y tu hermosa familia vuelvan a la
Iglesia, este es el hogar que Dios nos ha permitido compartir, esta es tu casa, aquí están tus
padres espirituales y tus hermanos que tanto te extrañan. Sigamos orando, tú, tu familia y
toda la Iglesia para que muy pronto esta situación se resuelva, hay que buscar las maneras
para restaurar la relación entre hermanos de la Iglesia. Hay que desterrar de nuestras mentes
esa idea de que: “Si un hermano(a) falla o por algún motivo deja de venir a la iglesia, nos
olvidamos por completo de él o ella y seguimos como si nada hubiera pasado”, NO, ESO ESTÁ
MUY MAL, hay que buscar al hermano y orar y hacer todo lo posible por arreglar nuestra
relación con él o ella.
No te desanimes Reysita, sigue luchando por recuperar a tu familia espiritual, eso es lo
correcto, creo que eso es lo que haría JESÚS, no nos abandones, no hay que tirar la toalla. Yo
seguiré orando para que todo esto se solucione, sé que Dios creará el escenario más
adecuado para resolver cada una de las cosas que hayan pasado.

Potrebbero piacerti anche