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VICERRECTORADO ACADEMICO
DECANATO DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS
ESCUELA DE DERECHO
ENSAYO
En este criterio, resulta inconcebible que dentro del seno familiar, donde los
niños, niñas y adolescentes deben encontrar protección y amor es donde generalmente
se presenta el maltrato infantil o trato cruel, donde se incluyen ofensas que van desde
los extremos de la violación y el asesinato, hasta la más sutil e insidiosa negación de
amor por parte de los padres, resaltando que un niño que crece sin esperar nada sino un
entorno hostil aprenderá a vivir dentro de estos límites y adaptará su comportamiento
de tal forma que va realizar acciones orientadas a no provocar la irritabilidad de los que
los rodean con el objetivo de no ser agredidos, bien sea físicamente o psicológicamente
; es decir, los niños, niñas y adolescentes aprenden desde temprana edad a procurar la
complacencia de cualquier adulto con el que puedan entrar en contacto como forma de
protegerse a sí mismos.
Por lo expuesto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF,
2013), plantea que “en Latinoamérica seis millones de niños y niñas son agredidos
severamente por padres o familiares, de los cuales 85.000 mueren anualmente” (p.25);
Similares características asume dicha realidad en Venezuela, según la información
suministrada por la Fundación Oficina Nacional de Denuncia del Niño Maltratado
(FONDENIMA, 2012), en donde los casos a los que esta institución ha hecho
seguimiento en diversos municipios del país, “las madres parecen ser las principales
responsables de negligencia y maltrato de sus hijos, tanto verbal como físico,
identificándose igualmente como autores de dichas formas de violencia y también de
abuso sexual a madrastras, padrastros, parientes y amigos de la familia” (p.56).
Cada día son más los casos en los cuales los niños, niñas y adolescentes son
víctimas de violencia, convirtiéndose en elementos de desahogo para sus
padres, quien a través de los golpes y maltratos hacia ellos desprenden sus
frustraciones, exteriorizan sus bajezas, los obligan a cometer delitos para
poder tener acceso a un plato de comida, a un techo donde dormir (p. 61)