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a. Concepto:
Todas las ciencias sociales toman como punto de partida el estudio del
hombre como ser socia o sea, el estudio de las colectividades, aunque, cada
una de ellas haga diferente énfasis sobre sus diversos aspectos. Así la
economía investiga los procesos de producción, trueque, cambio y consumo de
bienes y servicios en virtud de los cuales una sociedad dada atiende ciertas
necesidades; la historia describe la evolución y las transformaciones de la
sociedad a través del tiempo, la ciencia política analiza la distribución, los
cambios y los conflictos de poder y autoridad dentro del mundo social. Lo que
distingue a la sociología de esas y otras ramas del saber social es el hecho de
que ella investiga la estructura y la naturaleza de loa sociedad humana en
general. Las demás ciencias sociales estudian tan sólo aspectos parciales de
la sociedad. Ejemplo cuando un economista investiga el desarrollo del
capitalismo en una sociedad dada, concentra su atención sobre ciertos
procesos de de producción, la formación de capital, el reparto de beneficios, la
fluctuación de los salarios, los ciclos del mercado. Más el sociólogo si se acerca
al mismo tema no se atendrá sólo a lo anterior, sino que observará también
cuáles son los sectores sociales que ponen en marcha esa economía
capitalista, cómo se distribuye el trabajo entre los diversos partícipes del
proceso, qué conflictos laborales surgen por su causa, qué factores culturales
entran en juego, y así sucesivamente.
La unidad sociológica más amplia es el sistema social que está constituido por la
interacción de una pluralidad de actores sociales cuyas relaciones mutuas están
orientadas por las instituciones. Una sociedad es un sistema.
Los sociólogos estudian problemas que están relacionados con el objeto de otras
disciplinas pero lo hace desde la perspectiva sociológica.
Orígenes de la sociología:
Fue en 1838 que Augusto Comte acuñó el término sociología para describir
una nueva forma de reflexionar sobre el mundo.
Teorías sociológicas:
Desde los inicios de la Sociología como ciencia, hubo dos maneras diferentes
de entender y explicar la sociedad y sus cambios, diferencias que aún hoy
persisten; hay sociólogos que subrayan las capacidades de las sociedades para
mantenerse estables y en equilibrio, y otros insisten en el cambio y el conflicto
social; hay sociólogos que estudian los factores que hacen que las personas
creen y mantengan instituciones sociales que permiten cooperar o mantener
relaciones estables mientras que otros estudian cómo las sociedades pueden
fragmentarse según divisorias económicas, étnicas, etc.
1. El paradigma funcionalista:
Merton reformuló el concepto de función social. En primer lugar señaló que las
consecuencias de una pauta de acción social podían ser distintas para distintos
individuos. (Ej. Ser padres, en el concepto tradicional de familia, favorece al
padre, pero limita a la madre).
En tercer lugar, según Merton, no cabe esperar que todas las consecuencias
que siguen de tal o cual estructura social sean siempre funcionales positivas.
Por eso habló de disfunciones sociales, esto es, de las consecuencias
negativas (negativas para el equilibrio o para la marcha de la sociedad en su
conjunto) que se siguen del funcionamiento de tal o cual estructura o pauta
social.
Según esta perspectiva, las acciones de los individuos y el significado que ellos
mismos dan a esas acciones van configurando la sociedad. Weber reconocía
que los fenómenos no puramente subjetivos, sino objetivos y tangibles
(avances tecnológicos) también contribuían a configurar una sociedad.
Compartía con Marx algunas ideas sobre los conflictos sociales, pero su
enfoque era mucho menos materialista y más centrado en el poder explicativo
de las ideas. Las ideas (creencias, valores) orientan las acciones de los
individuos. Así, según esta perspectiva la sociedad moderna no es el producto
de los avances tecnológicos o del capitalismo, sino de un nuevo modo de
pensar.
Los nuevos enfoques teóricos son desarrollo de los enfoques clásicos. Algunos
se concentran en diferentes aspectos de la “acción”, como el lenguaje y la
conversación (análisis de las conversaciones), o en el supuesto de que las
acciones son racionales (teoría de la elección racional y de la teoría de los
juegos). Otros se concentran en aspectos estructurales o en el funcionamiento
de las instituciones (neo-institucionalismo).