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1.

LEYENDA DE LA LLORONA

Cuenta la historia de la Llorona que, hace mucho vivía una Mujer junto a sus tres hijos,
ellos vivían bien y eran felices, hasta que en una noche
de invierno, ocurrió algo terrible. El padre de los niños,
regresó después de muchos años de haberlos
abandonado. Ellos habían vivido muy feliz sin él sin este
mal hombre, siempre paraba gritando y en borracheras,
sin olvidar que siempre los castigaba sin sentido, así
como también se metía con la Madre. La Mujer siempre
rezaba para que este hombre no regrese, pero
lastimosamente regresó.
Cuando llegó este hombre, de una patada tiró la puerta
y gritó por qué no lo habían recibido. Los niños muy
espantados se escondieron. La Madre se enfrentó a su
Esposo con tal de defender a sus hijos pero lamentablemente, ella fue golpeada y se
desmayó por varias horas. Cuando ella despertó, lo primero que hizo fue buscar a sus
hijos, pero al buscarlos por toda la casa, no los encontró ni a su Esposo. Muy
desesperada, salió fuera de la casa y corrió bajo la tormenta llorando y gritando el
nombre de sus hijos por varios días, meses, años, pero nunca los encontró. Un día, tras
buscarlos por mucho tiempo, la Madre murió de tristeza. Tampoco se supo nada de los
niños, ni mucho menos de aquel hombre que se los llevó. Desde ese entonces, el espíritu
de esta Madre no descansa y todas las noches se le oye llorar y lamentar por los
alrededores de los pueblos buscando a sus hijos. Las mujeres que logran oír los lamentos
y gritos de la Llorona, corren asustadas rápidamente tras sus hijos para esconderlos de
ella, por qué si los encuentra, se los puede llevar para siempre.

2. Leyenda de la Siguanaba
Esta criatura de la mitología guatemalteca se presenta
a los hombres infieles como una mujer de hermoso
cuerpo y cabello largo. Pero cuando la observan de
cerca, tiene rostro de caballo. Según la leyenda, La
Siguanaba se aparece frecuentemente en áreas
solitarias, especialmente en barrancos. Esto se debe a
que es ahí a donde atrae a los hombres para luego
arrojarlos, haciendo que pierdan la vida y el alma a
favor de ellaEn otra de las versiones se afirma que La
Siguanaba era una mujer joven que fue obligada a
casarse con un hombre cuarenta años mayor que ella. Dicho hombre
la hechizó, convirtiéndola en una mujer fea y vieja.

Otra adaptación de la leyenda dice que aparece en lugares cercanos al agua, ya que se
suele bañar al mismo tiempo que peina su cabello con un peine de oro. Los hombres que
la observan en esta situación quedan embrujados por la hermosa mujer. Es entonces
cuando ella los llama.

En el momento en que ya se los ha ganado, muestra su rostro con apariencia de caballo.


Sus víctimas ven sus ojos rojos y la piel arrugada, sus uñas crecen al momento en que
desata una risa aterradora.

3. Leyenda del Sombrerón

Según las leyendas de Guatemala, El Sombrerón es un hombre de muy poca


estatura que siempre viste de negro, utiliza un cincho grueso y brillante y un par
de botas que dejan un ruido estruendoso a su paso. En la cabeza lleva un
sombrero de grandes proporciones, el cual esconde su mirada y sus intenciones
y al hombro una guitarra.

Se afirma en la tradición oral que El Sombrerón recorre las calles y los barrios
de Guatemala acompañado de cuatro mulas. Su propósito es enamorar a jóvenes
mujeres, especialmente a las de ojos grandes y cabello largo. Las enamora y
atrae interpretando canciones con su dulce voz y los mejores acordes de su
guitarra.

Se dice que este ser concreta su hechizo al amarrar las cuatro mulas frente a
la casa de la joven de la cual se ha enamorado. Las jóvenes al notar la presencia
de El Sombrerón, quedan embrujadas e hipnotizadas por él, quien luego las
persigue, les trenza el cabello, no las deja comer ni dormir.

El final para quienes caen en el hechizo de El Sombrerón es la muerte.


4. El fantasma de María
Una joven llamada María, la cual estaba enamorado de un joven, sin embargo los
hermanos de María no aceptaban que ella tuviera una relación con el joven, así que
decidieron convencerlo para que él se marchara, primero él se negó pero luego acepto
cuando los hermanos le ofrecieron mucho dinero.
Con el paso de tiempo María sin saber porque su amado había desaparecido comenzó a
decaer, hasta que sus hermanos decidieron llevarla a un convento para que se convirtiera
en monja, sin embargo, ella no podía soportar el abandono de su amado y se ahorcó en el
patio del convento, tiempo después comenzó a verse el fantasma de María que
deambulaba por las noches en el convento. Se dice que tiempo después el fantasma
abandono el convento y fue en busca del joven, al cual le quito la vida para que ambos
estuvieran juntos en el más allá.

5.La cueva del tiempo


Hace mucho tiempo en un lugar conocido como teziutlan donde se ubica la Sierra de
Puebla, existía una cueva llamada la cueva del tiempo en ella se ocultaban grandes
tesoros , un joven cuya familia proveniente era bastante humilde le contaron sobre esa
cueva y frente a sus amigos dijo que iría por el tesoro.
Su camino duro varios días hasta que por fin encontró la cueva del tiempo, era un lugar
muy oscuro pero siguió hacia adelante por varias horas hasta que encontró todo el tesoro
inimaginable del mundo, joyas, oro, etc. Pensaba en que cosas traerse que fueran de
mayor valor y sobre todo que no pesaran tanto, cansado por su largo recorrido se quedó
dormido. Cuando despertó tenía telas de araña sobre él, a esto no le tomo importancia y
salió de aquel lugar, al llegar a su pueblo noto que todo se miraba diferente y sus padres
ya habían fallecido y solo uno de sus amigos quedaba con vida y este era un anciano que
le pregunto ¿porque te tardaste tanto? Después se percató que él también estaba hecho
un anciano y se preguntó.
PEDRO Y EL LOBO
En un lugar muy remoto, vivía hace mucho tiempo, un pequeño
pastorcillo llamado Pedro, que pasaba la mayor parte del día
pastoreando a sus ovejas. Tanto tiempo libre tenía Pedro, que comenzó
a idear mil y un planes divertidos, con los que poder llenar esos grandes
momentos de soledad.
Uno buen día, decidió poner en práctica uno de esos planes, que
consistía en acercarse al pueblo en el que vivía y gritar a pleno pulmón:
-El lobo, el lobo se acerca. Por favor ayudarme.
La gente, al escucharlo, comenzó a correr en la dirección en la que iba
el pastorcillo, acompañados de todas las armas que habían encontrado
por su camino, para hacerle frente al lobo. Sin embargo, cuando
llegaron al lugar en el que estaba, supuestamente el animal, no
encontraron nada.
Tanto se divirtió Pedro, que esperó a que pasara el tiempo suficiente,
para repetir nuevamente la broma. Otra vez, volvió a pedirle ayuda a la
gente, para librarse del ataque de l lobo, siendo nuevamente mentira.
Pero, por desgracia, un mal día, el lobo, hizo acto de presencia entre su
rebaño y aunque pidió desesperadamente ayuda a la gente del pueblo,
nadie creyó su historia y tuvo que presenciar, como por culpa de sus
bromas y mentiras, moría la mitad de su rebaño.
CAPERUCITA ROJA

Había una vez una niña llamada Caperucita roja. Un día le dijo
su mamá: “Caperucita, lleva esta cesta de mimbre con
pasteles, a la abuelita que se encuentra enferma, y no te
entretengas por el camino porqu e el bosque es peligroso y
anda suelto un lobo“.
Caperucita respondió: “¡sí mamá!”

Caperucita se dirigía saltando sin parar y muy feliz a casa de


su abuelita, pero de repente, apareció el lobo:
- ¿Dónde vas caperucita?
- Voy a casa de mi abuelita a llevarle estos pasteles
El lobo consiguió mentir a Caperucita para que tomara
el camino más largo, y mientras tanto, el lobo cogió el camino
corto, para así adelantarse y comerse a su abuela y a
Caperucita a su llegada.
Entonces, cuando el lobo se encontraba durmiendo al lado del
río, después de habérselas comido a las dos, el leñador del
bosque que había perseguido al lobo, salvó a Caperucita
Roja y a su abuelita, sacándolas de la tripa del lobo. Y al lobo,
lo llenó de piedras y lo lanzó al río.
EL ÁGUILA Y EL ESCARABAJO
Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida
pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que le salvara.

Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el


águila, despreciando la insignificancia del e scarabajo, devoró a la
liebre en su presencia.

Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los


lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los
tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que
fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus
futuros pequeñuelos.

Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la


táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre
el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella
suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde
entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a
volar los escarabajos.

Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan


débil que no pueda alcanzarte.
LA VIUDA Y SU OVEJA
Cierta vez, una pobre Viuda que tenía una única Oveja, decidió que ya era hora de
trasquilarla, y deseando tomar su lana de la manera más económica, decidió trasquilarla
ella misma. Sin embargo, usaba la herramienta de tan mala forma, que junto con la lana,
le hacía daño a la Oveja.
La Oveja, muy molesta y con dolor, le dijo:
"¿Por qué me maltratas así Ama? ¿En qué te puede beneficiar el agregar a la lana mi
sangre?. Si quieres mi carne, llama al Carnicero quien me matará al instante para que no
sufra, pero si deseas mi lana, ahí está el Esquilador, quien quitará mi lana sin herirme."
Moraleja
Antes de ejercer una actividad, prepárate y entrénate adecuadamente para ejecutarla
bien.
EL LOBO Y EL CORDERO EN EL TEMPLO
Cierta vez, un Corderito era perseguido por un hambriento Lobo. Tras la ardua carrera,
el Corderito avistó un Templo, así que decidió refugiarse en este. El Lobo indignado, gritó
diciendo que si el Sacrificador lo encontraba allí dentro, lo sacrificaría a su Dios.
El Corderito contestó:
"¡Que así sea!, prefiero ser sacrificio para un Dios, a tener que perecer en tus malévolos
colmillos."
Moraleja
Si sin remedio vamos a ser sacrificados, más nos vale que sea con el mayor honor.
Los 3 cerditos

Había una vez 3 cerditos que eran hermanos y vivían en lo más profundo del bosque.
Siempre habían vivido felices y sin preocupaciones en aquel lugar, pero ahora se
encontraban temerosos de un lobo que merodeaba la zona. Fue así como decidieron
que lo mejor era construir cada uno su propia casa, que les serviría de refugio si el
lobo los atacaba.

El primer cerdito era el más perezoso de los hermanos, por lo que decidió hacer una
sencilla casita de paja, que terminó en muy poco tiempo. Luego del trabajo se puso
a recolectar manzanas y a molestar a sus hermanos que aún estaban en plena faena.

El segundo cerdito decidió que su casa iba a ser de


madera, era más fuerte que la de su hermano pero tampoco tardó mucho tiempo en
construirla. Al acabar se le unió a su hermano en la celebración.

El tercer cerdito que era el más trabajador, decidió que lo mejor era construir una
casa de ladrillos. Le tomaría casi un día terminarla, pero estaría más protegido del
lobo. Incluso pensó en hacer una chimenea para azar las mazorcas de maíz que tanto
le gustaban.

Cuando finalmente las tres casitas estuvieron terminadas, los tres cerditos celebraron
satisfechos del trabajo realizado. Reían y cantaban sin preocupación -“¡No nos
comerá el lobo! ¡No puede entrar!”.

– “¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme o soplaré y la casa derribaré!”- dijo el lobo feroz.

Como el cerdito no le abrió, el lobo sopló con fuerza y derrumbó la casa de paja sin
mucho esfuerzo. El cerdito corrió todo lo rápido que pudo hasta la casa del segundo
hermano.

De nuevo el lobo más enfurecido y hambriento les advirtió:


-“¡Soplaré y soplaré y esta casa también derribaré!”
de madera no resistieron y cayeron. Los dos cerditos a duras penas lograron
escapar y llegar a la casa de ladrillos que había construido el tercer hermano.
TRABALENGUAS
Adivinanzas
El árbol del milagro

Muchos arman el arbolito sin saber por qué lo hacen, ni qué significa. Sus
orígenes se remontan al siglo VIII, según relata la leyenda más conocida,
cuando San Bonifacio fue a Germania para convertir a los paganos al
cristianismo. En una noche de Navidad, los germanos intentaron sacrificar a
un niño debajo de un árbol y San Bonifacio, furioso, arrancó el tronco de raíz
y emergió de este un pino. Con su acción, no solo salvó la vida del niño, sino
que logró que la mayoría de los presentes se convirtieran al cristianismo, ya
que lo consideraron un acto milagroso. Pero fue recién en el siglo XVI que
se empezaron a colocar los árboles de Navidad adentro de los hogares. La
tradición pasó a Reino Unido, de allí a Estados Unidos y de ahí llegó a
Latinoamérica.

Los magos no eran reyes

El evangelio de San Mateo es el único que menciona la figura de los magos,


pero no da sus nombres ni tampoco cuántos eran. Fue en el siglo III cuando
Quinto Tertuliano se refiere por primera vez a los magos como reyes, o de
estirpe real. Posteriormente, durante el siglo IV, se estableció que fueron
tres, en representación al oro, el incienso y la mirra, y se conocieron sus
nombres. La figura del rey negro Baltasar nació en el siglo XVI, se cree que
por razones ecuménicas, e incluso en ocasiones se le representó como “jefe
indio”. Según diferentes historiadores, con la imagen de los tres Reyes
Magos se pretendió otorgar universalidad a la llegada de Jesús.
Papá Noel es turco

La historia de Papá Noel, también llamado San Nicolás, Santa Claus o Padre
de Hielo, está íntimamente relacionada con el santo Nicolás de Bari, quien
nació en Turquía en el siglo IV en el seno de una familia adinerada. Luego
del fallecimiento de sus padres, a los 19 años decidió donar su fortuna y
dedicar su vida al sacerdocio. San Nicolás falleció el 6 de diciembre del año
345 y la razón por la que se le represente con una bolsa, repartiendo
regalos, se originó cuando supo que la hija de un vecino iba a casarse y
como su padre no tenía dinero para la fiesta, decidió entregarle una bolsa
con monedas de oro.

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