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Fotografía y Sensores CCD

Prof. Bruno Peculio

Fotografía sobre emulsión

La fotografía revolucionó en su día la observación astronómica. Poder obtener


una muestra permanente de lo que, hasta entonces, solo se podía ver por el
telescopio abría multitud de posibilidades. Además, con la posibilidad de
realizar exposiciones de larga duración, se conseguía multiplicar de forma
drástica la capacidad del ojo humano para detectar objetos cada vez más
débiles y lejanos.
Se podían realizar medidas más precisas y más fácilmente. La fotografía
permitía corroborar y verificar fenómenos, no es lo mismo que alguien diga haber visto algo, que lo
diga y además muestre una imagen.

Una revolución semejante ocurrió cuando aparecieron los primeros sensores CCD. No solo tenían
una sensibilidad mayor, eran más lineales, etc., sino que además generaban una imagen digital
susceptible de ser procesada mediante un ordenador.
Esa impresionante sensibilidad era uno de los aspectos mas positivos de estos sensores, las
emulsiones fotográficas más sensibles detectan siempre menos de un 10% de los fotones que
reciben, sin embargo, los sensores CCD detectan entre un 50% y un 75% de los fotones que
inciden sobre él. Esto se traduce en una capacidad de detección frente a la cual ni la emulsión más
rápida puede enfrentarse.

El CCD

Un CCD (del inglés Charge-Coupled Device, "dispositivo de cargas


(eléctricas) interconectadas") es un circuito integrado que contiene un
número determinado de fotocélulas enlazadas o acopladas. Bajo el control de
un circuito interno, cada fotocélula puede transferir su carga eléctrica a una o
a varias de las fotocélulas que estén a su lado en el circuito impreso. La
alternativa digital a los CCD son los dispositivos CMOS (Complementary
Metal Oxide Semiconductor) utilizados en algunas cámaras digitales y en
numerosas Webcam. En la actualidad los CCD son mucho más populares en aplicaciones
profesionales y en cámaras digitales.

Los primeros dispositivos CCD fueron inventados por Willard Boyle y George Smith en 1969 en los
Laboratorios Bell.

Funcionamiento de los sensores CCD

Los sensores CCD son dispositivos electrónicos fotosensibles.


Poseen una estructura de células sensibles a la luz en forma
de mosaico, cada una de esas células es lo que se denomina
pixel. Cada pixel es una estructura detectora que es capaz
de almacenar fotones.
Cada pixel tiene unas dimensiones del orden de unas diez
veces la milésima parte de un milímetro.
Los pixeles del CCD registran tres colores diferentes: verde,
azul y rojo (abreviado "RGB", del inglés Red, Green, Blue), por lo cual tres píxeles, uno para cada
color, forman un conjunto de células fotoeléctricas capaz de captar cualquier color en la imagen.
Para conseguir esta separación de colores la mayoría de
cámaras CCD utilizan una máscara de Bayer que proporciona
una trama para cada conjunto de cuatro píxeles de forma
que un pixel registra luz roja, otro luz azul y dos píxeles se
reservan para la luz verde (el ojo humano es más sensible a
la luz verde que a los colores rojo o azul).
La cámara también tiene unos circuitos electrónicos que convierten las señales de salida del sensor
CCD en valores digitales que pueden ser transmitidos a un ordenador. Esa conversión de tensiones
eléctricas en valores digitales la realiza el segundo componente electrónico en importancia en una
cámara CCD, el conversor Analógico/Digital.
El conversor A/D es el que traduce las tensiones eléctricas correspondientes a cada pixel en un
valor digital en código binario.
El código digital correspondiente es enviado al ordenador bien por el puerto serie, puerto paralelo o
por una tarjeta dedicada. Una vez allí la imagen esta lista para ser procesada, visualizada, etc.

CCDs en Astronomía

Históricamente la fotografía CCD tuvo un gran empuje en el campo de la astronomía donde


sustituyó a la fotografía convencional a partir de los años 80. La sensibilidad de un CCD típico
puede alcanzar hasta un 70% comparada con la sensibilidad típica de películas fotográficas en
torno al 2%. Por esta razón y por la facilidad con la que la imagen puede corregirse
informáticamente de defectos la fotografía digital sustituyó rápidamente a la fotografía
convencional en casi todos los campos de la astronomía. Una desventaja importante de las
cámaras CCD frente a la película convencional es la reducida área de los CCD, lo que impide tomar
fotografías de gran campo comparable a algunas tomadas con película clásica. Los observatorios
astronómicos profesionales suelen utilizar cámaras, de 16 bits, que trabajan en blanco y negro. Las
imágenes en color se obtienen tras el procesamiento informático de imágenes del mismo campo
tomadas con diferentes filtros en varias longitudes de onda.

Cámaras CCD de uso astronómico

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