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MA NUAL D E TIPOG RA F ÍA
Las formas de la escritura tien en su ori gen en la esquemati zación progresiva de
representacion es ideogramáti cas, tenden te a un a consecución del signo puram ent e
lin güí sti co. Dist intas fases de la evoluc ión del jeroglífico egi pcio: 1 y 2 jeroglíficos,
3, 4 YS escritura h ier ática, y 6 esc ritura demó tica . Obsérvese la tenden cia hacia la
escritura cursiva.
L AS FA MI LI A S D E TIPO S
La influencia sobre los fenicios, en el campo de la esc ritu-
ra, de estos ha llazgos, hará surgir el primer esbozo de lo que
s; A ~A AAAA será propiamente u n sist ema cerrado de escr itura ana lítica : el
9 4- ~~ 8 8 B alifato. Con el alifato los sig nos no rem iten a ni ngú n ob jeto o
7 (, r 7 « e palabra completa, equivalen a un va lor fonéti co -sólo cons o-
~ 6 ~~ (J ~D D ná ntico- y permiten tr an scribir, combinados ord enadam ent e,
~ t SE. , ~ E
cua lquier palabra del lengu aje sin ambigü edades, ni necesidad
de apoyaturas semánticas auxiliare s.
Y -=fe F =\ ',..<' F Como heren cia directa del alifato feni cio, sur girá la versión
8 H eH [d EH H griega de l alfabeto con alg u nas ad apt acion es propias de las
7 lS 51 I I 1 necesidades de su foné tica - vocálico y consoná ntico- y, pos -
teriormen te, por adopción y as imilación de éste, aparecerá el
~ ~k K ~ 1< K alfabeto latino.
"\ 1\ A'v .j \... L
v.¡ ~ M Vtt M M
V\ '1,., N '1 NN Evolución gráfica del signo:
o rr
cp cp
rp r"1 p P
gr iego an tiguo
gr iego clásico
etru sco
9Q90-Q latino a ntig uo
\,.J $ ~L 7 >5 S
i T j T T
yy Y V v U
.f-:=f: - xx ,X
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I I Z Z Z Z
Escritura sinté tica: cuando los objetos, signos o accion es tratan de sugeri r pen samientos.
Escritura analít ica: sistema cerrado de tran sm isión fonética y gráfica de una lengua. Fuente : Historia del tibro, H ¡PÓl.l TO ESCOLA R
MANU AL DE T I P OGRAFÍ A
Elfa ctor tonal
L AS FAMILI AS D E TIPOS 43
concepto del tratamiento formal, cuya aportación al mundo de
la tipografía tendrá una proyección secular.
Con la escritura lapidaria romana, cada uno de los caracteres
del alfabeto pasa por un completo redibujado, que se basa en las
figuras geométricas simples del cuadrado, el círculo y el trián-
gulo, y obedece a unas rigurosas leyes de proporcionalidad. Así
mismo, en la composición de textos, la escritura se encaja per-
fectamente entre las dos líneas de referencia paralelas. isuperior
e inferior, sólo rebasadas por pequeñas licencias para algunos
rasgos, como el rasgo inferior de la Q y el brazo de la J.
Esta regularidad en el planteamiento de los caracteres, que
podría producir en el conjunto una excesiva sensación de rigi -
dez , quedará compensada por la aplicación de un novedoso
Pedestal de mármol de Buixcarró con inscripción
honorífica en capital quadrata [s. 11 d. el efecto luz-sombra, consistente en el tratamiento de los trazos
en forma de vertiente. Este tratamiento tonal del trazo confe-
rirá al carácter una riqueza en las formas que romperá defini-
tivamente con la habitual linealidad y esquematicidad a que
venía estando sometido su trazado. La adición de un elemento
ornamental realizado con el cincel, en forma de cuña, en su ter -
minación, acabará de conferir al conjunto el efecto de variedad
y riqueza formal que posee.
Así pues, la escritura lapidaria romana introdujo todo un
repertorio de efectos y elementos gráficos y rasgos formales que
van a ser susceptibles de uso e interpretación, en otros campos
AUFRS
Capital romana
Común clásico
Son muchas las 'cualidades de la capital romana, dada la alta calidad de su cuidado tratamiento formal.
La construcción de los caracteres y sus formas o elementos, en base a dos líneas paralelas, cuatro para
la versión cursiva, va a pasar a ser un elemento estructurador permanente del carácter para todas las
interpretaciones del alfabeto.
44 MA NUAL DE TIPOGRAFÍ A
de tratamiento de los caracteres, en siglos posteriores y hasta * Las-versiones cursi vas son frecuentes en la
ma yoría de sis temas de escritura pue s trans-
la época actual. Si la lapidaria griega con su funcionalidad nos criben la riguro sidad de otras versiones más
transportó a la linealidad de los caracteres, al depositarlos lim - so lem nes al tra zo caligráfico. Es el caso por
ejemplo de las version es hierática y d em ótica
piamente sobre la superficie del papel, como en una máquina de del jeroglífico egipcio.
escribir, la lapidaria romana introdujo en los caracteres el nuevo
factor del matiz. e. . Ductus:
Del latín ducere o «llevar consigo», con-
Paralelamente a la escritura lapidaria romana, de gran ducere. Trazo: dirigir con la muscula-
tura las oscilaciones de la mano. Hay
complejidad formal y técnica, existían versiones caligráficas una s partes del ductus es cribientes y
del alfabeto.* Este otro tipo de escritura, basado en los movi- otras no es cribientes (las que enlazan
sin dibujar uno s trazos con otro s).
mientos naturales del brazo y de la mano - ductus- y en la
La letra, G ÉRARD BLANCHARD (19 9 0 )
utilización de materiales y soportes de escritura más maneja-
bles, cubría la necesidad de la escritura en cuestiones de tipo \J EkElv\L\DI N1vro
administrativo, comercial, literario o personal, donde factores
como la rapidez e inmediatez en la obtención del texto escrito,
51AGNACOLll t lS
e incluso como su transportabilidad y fácil manejo, pasaban a Escritura rústica
un primer plano.
La ductilidad de los soportes, tales como el papiro o las tabli-
llas de cera, y de los ma teriales de escritura, tales como el pincel
o el cálamo y el estilete, dieron lugar a unos caracteres con un
trazado, a veces inclinado, que reproducía los giros del pincelo
los quiebros del estilete, facilitando y sugiriendo el paso de un
carácter a otro, lo que permitía, por su tamaño y adaptabilidad,
contener en un escrito un mayor número de éstos.
De las versiones cursiva o común clásico surgiría una concep-
ción distinta del carácter que, a diferencia de la capital romana,
Representación del
se estructuraba sobre un entramado imaginario de cuatro líneas
carácter A de capital
paralelas: dos centrales que contenían el núcleo principal de las romana basada en la
letras, estructurando el discurso desde la línea de base; y dos inscripción cince lada
en la columna de
exteriores hasta las que se alargaban los trazos ascendentes y Trajano (113 a. C.)
descendentes de los caracteres que los tuviesen.
Otra muestra de la riqueza expresiva y del dominio del
mundo latino en el campo de lo formal son los estilos de
escritura rústica y mayúscula libresca. Ambos transcri-
bían las soluciones formales de la escritura lapidaria a
materiales caligráficos.
La mayúscula libresca, por ejemplo, se usaba para
textos importantes e intentaba respetar, desde la
dulzura del trazo del pincel, las pautas formales
de la monumental. Sin embargo, en la escritura
rústica, para actos públicos, se permitía una
mayor libertad de realización, porque prima-
ba el factor de la rapidez por encima de
todos los demás.
LAS FAMILIAS DE TI P O S
45
Los valores típicamente caligráficos -modulación
e inclinación- producidos porlos quiebros y giros
de la mano, aunque pasan a Ull primer plano de la .-f-----... 2
escritura con el estilo uncial, van a ser una constan-
te a tener en cuenta en el acercamiento a la anato-
mía del tipo en general, pues subyacerán, aún en
la ac tu a lidad, en la estructura y formas de muchas
familias de tipos.
MANUAL DE TIPOGRAFÍA
El códice, antecedente inmediato del libro, resulta del ple-
gado sucesivo sobre sí mi smo de un trozo de pergamino, y va
...
( Códice :
Con el códice nace la idea del plegado .
Partiendo de un soporte plano (pap iro
a sustituir progresivamente a los aparatosos rollos y tablillas, o perga mi no y finalme nte papel ), se
procede al plegado sucesivo del soporte
pues su enorme manejabilidad facilita notablemente las labores sobre sí mismo, la agr u pación de pliegos
de localización de citas, así como la consulta, el almacenamien- por el lomo y la pro tección por medio
de tapas (cuero, mad er a o cartó n).
to y el transporte de gran cantidad de texto, ya que permitía
~ ~
escr ibir por sus dos caras.
La escritura uncial, en su conjunto, intenta conservar la
solemnidad e imponente proporcionalidad de la capital romana.
Su aportación consiste en una reinterpretación de la estructura soporte 1" plegado: resulta n 4 p égtn as
y de los elementos de los ca racteres hacia la forma curva. Los
caracteres, originalmente en mayúscula, parecen estar conte-
nidos en núcleos circulares. Además, el trazo modulado fino -
(~
grueso, característico del trazado caligráfico que adquieren los 2° plegado: resultan 8 páginas
Protección : TAPAS
caracteres, dependiendo de las variadas inclinaciones que va
adoptando la plumilla o el pincel con los giros de la mano, dota
a este tipo de escritura de una gran belleza formal.
-Su perpo-sición- de pliego:>
-
La potenciación de estos aspectos caligráficos redundaron en
la rap idez y la sencillez de su trazado. Las dos líneas de referen-
Protección: TAPAS
cia, que estructuran el texto, eran espontáneamente rebasadas
por un mayor número de trazos que en la lapidaria romana, lo
cual potenciaba el aspecto expresivo y ornamental y facilitaba
el paso, en el discurso de la lectura, de un carácter a otro.
Casi simultáneamente a la uncia!, y basada en el modelo de
las cursivas al uso, surge la semiuncial o minúscula uncial, des- Dibujo de escritura uncial
para el carác ter D
ti nada a una escritura más personalizada, de anotaciones
rápidas, para uso personal, y por ello menos solemne.
Se trata de unos caracteres muchísimo más estruc-
turados que los cursivos latinos, lo que los hace fácil-
mente identificables y legibles, dada la nítida definición
de su trazado. La semiuncial, al igual qu e la uncial, tiene
una marcada tendencia a la insinuación de los rasgos que
conducen de un carácter al siguiente, fluye de mane-
ra natural, potencia el aspecto ca ligráfico que gene-
ran los movimientos de la mano, y permite ade más
la introducción de gran número de caracteres por
línea y por pág ina .
La semiuncial, por estas características, pasa
progresivamente a ser adoptada para la escritura
de la mayoría de los textos de la Iglesia. Claramente
legible y fácil de realizar, va a constituir el núcleo
formal sobre el cual se elaborará la escritura durante
toda la Edad Media.
MA NU AL D E TIPOG R A Fí A
de los caracteres, así como al uso de abrevia tu ras y ligaduras,
recursos qu e permitían al copista adecuar el texto a los límit es
de la caja. Caligráfica y formalmente resu ltan pág in as de una
gr an belleza formal y de un notable interés gráfico, si dejamo s
a un lado la cues tión de la legibilidad.
Nace as í la concepción medieval de la página y de la justi-
ficación de l texto, de la cual, con muy po cos ca mbios, somos
directos herederos.
La fragmentación territorial, consecu encia del desmoro -
namiento del imperio rom an o, que explica la apa rición de las
escrit uras llamadas na cion ales o pre carolinas, sólo va a dete-
nerse con una nue va -unifi cación, qu e ve nd rá de la mano de
Carlomagno. Éste dominará gran parte de lo que hoy llam amos
la vieja Europa, y su reunificación cultural alcanzará, mu y espe-
cialmente, a la escritur a.
Constituido el imperio al que aspiraba , merced a una amplia
visión de estado y cons ciente de l valor del texto, como pot ente
difusor de ide as y como in strumento de gobernabilidad, pro -
pició el redibujado del alfab eto e impuso claridad en la lectura
y sen cillez en el trazado, cua lidades qu e ofr ecía como
modelo la cu rs iva romana. Surge así la minúscu- Ligadura pa ra las let ras rt de
la carolingia o carolina, de la cual se deri varán do s la esc rit ura nacio na l fra ncesa
mero vingia
ramas: la esc ritur a góti ca y la humanística.
Progresivamente, el anónimo hombre medieval,
merced a renovados planteamientos sobre la estructura
política y social, va a adoptar una nu eva posición frente
al mundo y va a considerarse el principal artífice de
sus cambios.
L A S FAM I LI A S D E TIP O S 49
Sobre soportes metálicos
M AN U A L D E TIPOGRAFÍ A
5°
El ciudadano era un ser activo y curioso que ya no dependía
del señor feudal. El uso de libros y textos se amplió y generalizó,
así como su producción. La escritura y los libros, el texto, eran
un hecho fundamental en la vida del hombre nuevo que estaba
naciendo.
No es de extrañar pues, que en ese contexto, se produjera
la invención de una técnica que permitía la mecanización del
laboriosísimo proceso que suponía la obtención manuscrita de
un libro. Aunque este hecho tuvo lugar originariamente en Ale-
mania, halló rápidamente acogida en los países vecinos de la
Europa occidental, más concretamente en Italia, donde floreció
de una manera espectacular, por la rapidez y proliferación con
que lo hizo.
Los primeros móviles que se fundieron adoptaron las formas
de la letra gótica.* El mismo Gutenberg, lejos de cualquier ánimo
Las páginas de los primeros libros
de ruptura, sólo pretendía acelerar el interminable proceso que impresos bien podrían haber pasado
suponía, en aquel momento, la producción manuscrita de un por páginas de un códice. Gutenberg,
con sus primeros logros tipográficos,
libro. Fundió, para la composición de su Biblia de las 42 líneas,
sólo pretende introducir una mejora
una familia de caracteres góticos compuesta por 300 tipos, entre técnica, pero en absoluto cuestionar
los que se incluían, aparte de los caracteres básicos, varias ver- el esquema medieval de composición
de textos.
siones de algunas letras, así como numerosas ligaduras de pares Página de la Biblia de [as 42 lín eas
de letras, con el fin de proporcionar al impresor el mismo juego
que venía dando la adaptabilidad y manejabilidad del trazado
manual de los caracteres en la composición de los textos manus-
critos. Al margen de la novedad del procedimiento, Gutenberg
pondrá todo su esmero en que las páginas impresas se aseme-
jen lo más posible a las páginas maestras de los manuscritos,
mientras que los tipos metálicos deberán reproducir fielmente
los quiebros de la pluma de los caracteres góticos.
En Italia, debido a la inercia del público lector, habituado a
esquemas medievales de lectura, sobre todo en textos de con-
tenido eclesial y jurídico, se seguirán imprimiendo libros en
caracteres góticos durante bastante tiempo. Sin embargo, debi-
do al impulso de los nuevos valores del humanismo, se abordó
simultáneamente una reinterpretación del material tipográfico:
los caracteres, la composición del texto con sus variables tipo-
gráficas, y los nuevos formatos de la página impresa.
Los temas nuevos del Renacimiento se van a tratar de una
manera nueva. Los impresores-editores italianos, de nacimien-
to o de adopción, afrontarán con una nueva actitud la edición
de los textos clásicos y de pensamiento. Esta nueva actitud los
alejará de la vieja relación reverencial y distante, y convertirá el
libro en un campo de experimentación de las nuevas ideas, de *La letra Gótica
PETER BAIN Y PAUL SHAW
los nuevos cánones. Campgrafíc, (200 1)
M AN U A L DE TIPOGRAFí A
publicación de un di álo go latino de l hu m ani sta Piet ro Bemb o,
Sobre el Etna (1496). De esta familia de caracteres se h izo po s-
teriormente una ver sión mejorada, para la publicación de El
su eño de Polifilo, obra escrita ínt egramente en itali ano, lo cual
la conv ierte en una de las primeras obras impresa s en lengua
romance. Aunque, desde nuestra perspectiva, la Bembo de Aldo
Manuzio adolece de cierta tosqued ad técn ica, su creació n tien e
una importancia sin precedentes por el esfuer zo qu e supus o de
rigor constructivo y de coherencia grá fica del conju nto. En sus
versiones po st eriores redibujadas y digitali zadas se tomará ~
abcdefghijk
espíritu de sus detalles y se corregirá esa «tosquedad» que ev i- lmnopqru
den ciaba limitacion es puramente técnicas, en relación al tipo de
papel, a probl emas de entintado, a la regulación de la presión de vwyz
la prensa y a la inestabilidad de la aleación metálica.
La rom ana de Nicolas [enson (1470), impresor de origen fran - ABDEFG
cés y formación alemana, afincado en Ven ecia , es una familia
muy racional y proporcionada, qu e se resuelve con una modu-
HILMNOP
lación más homogén ea , con un trazo m ás ancho, y con una QBSTVXY
gr an armonía y coh er en cia en la ut ili zación de los eleme ntos Muestra de los caracteres Bembo
gr áficos. Los ca racteres Bembo representan un
Otra gran aportación de Ald o Manuzio al rep ertorio tipo- gra n esfuerzo conceptual po r la sínte-
sis for ma l reali zada ent re los carac te-
gráfico fue el diseño y fundi ción de las primeras cursivas. res ca pita les ro man os y la tr adi ción
Manuzio, que proyectaba la publicación de una seri e de textos escrita humanísti ca. Piénse se e n la
en un formato menor, qu e resultara má s económ ico de reali- no ved ad de est a pro pu esta y en el
esfuerzo de di seño que supuso tradu-
zar y adquirir, encargó a Francesco Griffo el dis eño y fundición cir estas caracterí stica s gráficas a un
de una fam ilia basada en la escritura ut ilizada en la cancillería soporte metálico.
. papal para la redacción de
documentos, que diera
lugar a unos caracteres
más es trechos que los
d e su familia roman a,
d e manera qu e le permitiera
introducir un m ayor núme ro
de caracter es por p ágina , sin
evitar para ello la utili zación de
soluciones gráficas, propias de la
escritura manual, como era n el
estilo inclinado y los rasgos qu e
se ala rga n o se quiebran según
los movimientos naturales de la
mano. Surgió así la primera
cursiva, también conocida
como aldina, grifa o itáli-
ca que , aunque concebida
L A S FAM I LIAS DE TI P O S 53
Papel:
Soporte de esc ritu ra inve ntado en Chi -
na hacia el año 105 a. de C. que entró en
la cos ta medit e rrán ea es pañola de sde
Or ient e po r e l No rte de Á fric a. La c iu -
dad de Xa t iv a se co nsidera la cuna del
papel en Euro pa (" 44). En Marr uecos
al pap el de ca lidad se le den omina aú n
ho y en d ía xa t ivi. De Es pa ña pasó a
Italia y al resto de Europa , sus tituye ndo
paulatinamente al pergam ino.
Muestras de papiro, pergami no y papel
abcdefghilmnopqrstuxy
A BCDEFGIJHKL M
NOPQRSTUVWXYZ
Cur siva de Aldo Manuzio
L A S FA M ILI A S D E TIP O S 55
El incesante movimiento comercial de libros entre países va
a suponer, paradójicamente, un grave perjucio para el mundo
de la producción impresa, pues los poderosos van a ver en el
poder difusor de las ideas una amenaza contra la ortodoxia; y
para su control van a tomar importantes med idas: persecución
y castigo, aplicación de la cens ura, creación de legislaciones que
regulen los permisos para la publicación y el esta blecimiento de
impre ntas, impu estos sobre el papel, etc. La nueva situ ación va a
dar lugar al florecimiento de imprentas al amparo de casas rea-
les y curias pontificias estrechamente vigiladas por las estrictas
miradas y las exigencias de quienes imponen el cumplimiento
de unas normas orie ntadas a reafirmar los poderes reales y reli-
giosos. Lógicamente, van a darse pocas y tímidas aport aciones
en el campo de las fam ilias de tipos , y éstas van a ser, en gene-
ral, poco comprometedoras, más de efecto y de ca ntida d que de
conce pto. En esta líne a se funden grandes muestrarios de ot ros
alfab etos, como hebr eo, árabe y arme n io, y se desarrollan tam-
bién las técnicas caligráficas y los tratados en torno a esta d isci-
plina, pero más como ejemplo de virtuosismo formal que como
expresión de un cambio conceptual.
Con todo, en este ambiente tiene lugar la más notable aporta-
ción de la época al desarrollo de las familia de tipos: la roman a
de Claude Garamond. Fue d iseñada en torno a 1540, y marca
lo que se ha da do en llam a r la Edad de Oro de la tipogra fía
francesa. Claude Garamond, autor de numerosos encargos pa ra
Robert Estien ne y vinc u lado ade más a la imprenta de la cas a
rea l de Fra ncisco 1, real izó una pe rsona l rev isión de los gracio-
sos tipos de Aldo Manuzio. Destaca la búsqueda de un equ ilibrio
más completo en tre mayúsculas y minúscu las, ent re la versió n
redonda y la cursiva y, sobre todo refleja un mayor dom inio de
los recursos tipográficos, que se plasma en una mo dulación más
cont rolada. Esta mo dulación disminuirá el grosor y conseguirá
un contraste más armónico entre trazos finos y gruesos y ofre-
cerá unos trazos y ra sgos más peque ños y contenidos, cu idado -
sa y detalladamente trabajados en su s uniones. Al igu al que la
Bembo, la Gara mo nd conservará la modulació n oblícu a de la
abcdefghijk.11ll1lop escritura.
qr[stu VVZJXY7fl!(f Se le reconoce, con justicia, su capital aportación a la transi-
ABCDEFGHIJ ción entre los pr imeros tipos romanos y los esti los posteriores,
así como el perfeccionamiento formal y el domin io de los recur-
KL¡\1NOPQRST sos tipográficos que mos tró. La Garamond sup uso u n salto cua-
UVlVXYZ litativo y por su gran adaptabilidad a la con fección de todo tip o
Itá lica de la fa milia Garam ond de texto s, fue exten samente copiada e imitada en su tiempo.
MANUAL DE TIPOGRAFÍA
La modula ción axial
El siglo XVIII es un siglo clave par a la am pliación de las posibi-
lidad es de int erpretación del tipo, pues en él se introducen algu -
nas novedades que supondrán la separación definitiva entre
tipografía y escritur a.
En realidad, este pro ceso de ind epen den dización entre am bos
ca mpos se h a' ve n ido produciendo de una for m a gradua l. Con
las primeras fa m ilias roma na s del siglo x v y sus sucesoras de
los siglos XVI y XVII se realiza un enor me esfuerzo de síntes is
entre las fu entes tradicionales de escritura y los esti los al uso,
para la obtención de unos caracteres, cuidadosam ent e estruc tu-
rados, en los qu e nada quede al libre albed río . Ello dio luga r
a un as famili as admirablem ente cons t ru idas y con una visión
de la cohe renc ia formal del conjunto m uy notable, pero aún es
po sible, sin embargo, vislumbar la in flue ncia qu e el peso de la
Frente a l es pírit u raci on alis ta q ue
tradición manual seguía ejerciendo sobre ellas, lo cu al quedaba impregn aba las creac iones in glesas e
pat ente en la modulación inclinada del trazo. itali an as del XV III, la tipografía fra n-
Las familia s de tipos del siglo XVIII va n a llevar a la prá ctica cesa no co ns igue lib er a rse comp le-
tam ente del exquisito clasicismo del
tipográfica unos términos de m anipulación que bien podrían que , durante siglos, había hecho ga la
ca lif ica rse de ge nu inamente t ipográ fi cos, p ues di stinguen en toda Europa.
definitivamente el tr atamiento de los ca rac te res de sus oríge- Manuel Typogmph ique de Pierr e Simón Fuurn ier
(1764-1766) , portada del seg undo to mo
nes manuales y los introducen en un nuevo vocabul ario formal
y gr áfico, qu e ya nada tiene qu e ver con ellos. El du ctus de la
modulación, como en los ca racteres de la escri tur a inclinad a, se
desplaza ha cia la posi ción ax ial, ace ntua ndo al mi smo tiempo,
hast a el extremo, el contras te entre los t razos fin os y los grue-
sos, que adquieren así un marcado ritmo grá fico (negro-blanco). Muestra de los caract eres Didot
Se da , por una parte, una
tendencia a la racionali za-
ción de todos los elementos que
entran en el proceso de con fec-
ción de una familia tipográfica, y
por otra, el tip ógrafo se sirv e de
la técnica para expresar a través
de ella todo su pot encial gráfico.
Esta revisión de todas las dis -
ciplinas, bajo el tamiz de la razón
y la fe ciega en la capacidad de
intervención del hombre sob re
su e ntor n o, caracteri zará todos
los cambios sociales e inte lectua-
les más relevantes de este siglo.
Al amparo de las grandes mo-
n arquías se desarrolla una
nu eva cla se soc ial, la bur-
e. e'·.. .
su peso social y en sus derechos. Los más profundos cimientos
del Antiguo Régimen se van a tambalear, movidos por los nuevos
aires del pensamiento que viene. El talante pragmático, propio
del comerciante, del artesano y del intelectual independiente,
Bembo Garamond
formado al margen de los principios de la Iglesia y de la monar-
oe
quía, va a proyectarse sobre todas las disciplinas y órdenes de la
actividad social e intelectual. entre los que se encuentra la tipo-
grafía.
Quizás uno de los hechos que mejor refleja esta tendencia
transición suave Baskerville
sea la invención del sistema de normalización de las medidas y
tamaños tipográficos.
o
Francia, con la autoridad propia de quien posee una tradición
transición dura
e~
Bodoni
tipográfica secular, va a seguir dando su personal visión de la
tipografía a través de ilustres sagas de familias de tipógrafos,
que desarrollarán su labor a lo largo de todo el siglo, como son
Evolución de la tipología romana las de los Fournier y los Oidot que, si no destacan por la con-
tundente novedad de sus aportaciones, sí que contribuyen a la
mejora cualitativa del material y del lenguaje tipográfico.
abcdefghijk A Pierre Simon Fournier corresponde : la idea de la normali-
lmnopqrs zación de los tamaños de los tipos por el sistema de puntos, más
tarde perfeccionada por Francois Ambroise Oidot; la fundición
vwxyz de abundantísimo material tipográfico, también material orna-
ABCDEFGHI . mental (festones y viñetas) , y suya es la contribución a la teori -
JKLMNOPQR zación tipográfica que supuso su Manuel Typographique.
Los Didot , por su parte, brillaron por el buen hacer en lo
STUVWYXZ tocante a todos los aspectos relacionados con el material impre-
Carac teres Baskerville
so : edición, técnicas de impresión, fundición de tipos, e inclu-
so fabricación del papel. Sus caracteres
romanos están en sintonía con los nue-
vos aires tipográficos. Sus tipos poseen
una modulación marcadamente rítmica,
estructurada en base al eje axial de los
caracteres, con especial acento en el con -
traste entre los trazos finos
y los gruesos, lo cual se
refleja en los rema-
tes que adquieren
la consistencia de
la línea, pero que,
a diferencia de las
creaciones ingle -
sas e italianas, ado-
lecen de cierta inde-
terminación formal,
58 M AN U A L DE TIPOGRAFÍ A
producto quizás del peso de la tradición clasicista francesa . Ello
se refle ja en unos tipos excesivamente delicados para los drásti-
cos cambios de que eran portadores, que hubieran precisado qui -
r
! I
l\IANUALE
zás, al mismo tiempo, de una realización más resuelta, de ahí los
TIPOGRAFICO
remates excesivamente finos y las deformaciones en las uniones
de algunos elementos, aún a medio camino entre el clasicismo GIAMBATTISTA HODONI
francés y el racionalismo imperante.
Donde el cambio se opera de una manera rotunda es en la VOLU?oIE PRIMO.
59
_ _ __ ~"7
I
CBAMrrLIDBY Las realizaciones tipográficas del XIX se van a ca racterizar por
ILES CHATSf
Hl8TDIRE - MlEUB8 - ANECIlllTE8
la div er sidad de sus plante amientos, en ocas iones en fr anca
cont rad icción, y por lo in sólito de su s propuestas, en rela ción
a tod o lo qu e hasta entonces se h abía ve n ido entendiendo por
tip ogr afía.
lLLV5TRE _
La impor ta ncia gen eralizada qu e va n cobrando, durante el
siglo pasado, los inven tos aplicados a todos los campos de pro -
du cción , así como los nu evo s pro cedimientos me cánicos y el
utill aje industrial, alcanza en este siglo su plen o apogeo. El pro -
ceso de industrialización se dispara, dando lugar a un aumento
desm esurado de la producción. La mecanización de la ma yoría
de los procesos, antes manuales, genera dos actitudes: u na de
integ ración en esta corr iente productiva y ot ra de respuesta y
enfrentam iento.
La premisa «el tiem po es oro » adquiere su m áximo sentido;
el antiguo artesano, que p erfeccionaba y recti ficaba sin prisa
su trabajo, dio paso a un nu evo trabajador, no necesariamente
especializado, al que se le exigía, por encima de todo, el máximo
rendimiento. Esto dio lugar a un dist an ciamiento del trabajador
con res pec to al producto de su trabajo y a una escasa incidencia
en el acabado del mismo, que ad em ás llegará a un con sumidor.
numerosísimo y poco exigente.
Por ot ra parte, esta situación creó tam bién un cl.ima de recha -
zo hacia el nuevo orden y provocó la bú squeda, por parte de
algu nos gru pos minoritarios y en gran medida elitistas, de aque-
lla íntima relación que tenía el artesa no con su trabajo y la per-
Dos po st ura s fre nte a l trat a mi en to sona lización que suponía para el cons u m idor, lo que , para unos
del text o : arriba eclec ticismo , pro fu- se tradu jo en un volver la mirada a antiguos estilos y lenguajes,
sión de ti polog ías, cue rpos gra nd es,
e nsa nc ha m iento y estrechamien to de y par a otros se plasmó en la bú squ eda de nuevos caminos.
los ca rac te res, hom ogeneización y en - En tipografía, esta situación dio lugar a u n panorama mu y
grosami ento de l tr a zo, au sen ci a de rico, por la gran profusión de nu evas interp retaciones en la
rem at es, e tc., tod o en una m is m a
página, Aba jo, v ue lta a los valores tr a- manera de representar los caracteres, aunque, en muchas ocasio-
dicionales, h istori cismo, técni ca ar te- nes, adolececieran del rigor formal y el esmerado est udio de sus
sanal, valoración del e jemplar ún ico,
familias antecesoras , las rea lizadas entre los siglos xv y XVIII .
Cartel de Eduard Manet par a Les ctuus y pági na de
la ed ición de Work s de WiIliam Morris (lS9 6) La industrialización generó unos cauces y u n as necesid ades
de comu n icación propios, entre las que se encontraba la publici-
dad. Así mismo, las publicaciones periódicas, que puntualmen-
te ya se habían iniciado en el siglo pasado, adqu ieren en este
siglo un altísimo n ivel de difu sión entre amplios sector es de la
pobl ación , lo que motiva la apa rición de numerosos periódicos
y revi st as ilu stradas: el em blemá tico The Times (1788), Penny
Maga zine (1830), Punch (1841) en Inglatera ; La Presse (1830) en
Francia; Pfenning Magazin e (1833) en Alemania, etc.
60 MA N UAL DE TIPO G R A F Í A
Es en el campo de la publicidad y del cartelismo, así como en * «El nuevo orden tipológ ico precisab a de
un nom bre y, para revela r la novedad de
el de las publicaciones periódicas y de entretenimiento, donde su d ise ño 1...1 nada parecí a má s apropiado
esos cambios, referentes al tipo, se van a refleja r con más fuer- qu e us ar un o de los que e staba po r aque l
e ntonc e s e n boga. Las e sp e cta cula re s
za. Se crea toda una industria en torno a la ne cesidad de satis- campa ñas militares que Bon apa rte lle vó
a ca bo en Egipto ... » En la denomin ación
facer la curiosidad del ávido lector de noticias y folletines . Se
de los estilos «La cuestión resulta toda v ía
trata de captar la atención del posible con sumidor de una forma m ás abs urda en lo que concier ne a las pri-
meras ver siones de palo seco, que en lo s
sencilla, clar a y directa. Para ello, las formas de los caracteres se abu nda nte s catálogos de tipogr afía de l
sintetizan , aumentan de tamaño sus elementos y se descartan y siglo X IX se llaman, indisti ntamen te, Anti -
guas o Grot escas (y, entre los americanos
obvian las sutilez as en la modulación de los trazos, los rem ates Góticas),
filiformes y todo s aqu ellos eleme ntos que podían producir pro - El dis eño grófico, EN RIC SATU É (1988)
blemas de visualización en el receptor. Los caractere s se estre-
chan o ensanchan anormalmente, buscando un m ayor impacto
en el lector, que empieza a estar ya saturado de fue ntes de in for-
ma ción y mensaj es publicitarios, se in corporan sombreados,
efectos de relieve, eleme ntos ornamentales, etc. En definitiva, se
introduce un nuevo vocabulario de efecto s y eleme ntos, en ten-
didos ha sta ahora por la tipografía tradicional como ajenos al
carácter.
Surgen así las primeras tipografías de pal o seco yegipcias :*
las primeras se caracterizarán por el tratamiento homogéneo
del trazo y por la au sencia de remates, y las segundas, a medio
camino entre la tipología romana y la simplificación, por la par-
cial o tot al ausencia de modulación y por el engros amie nto del
trazo, así como por la transformación de los remates en contu n-
dentes formas rectangulares.
LA S FAMILI A S D E TI P OS 61
La incorporación de nuev as técni cas en el ca m p o d e la
impresión a color, la re pro ducc ión de im ágenes, com o es la
litografía (Aloys Sen efeld er, 1798) y el perfeccionamiento de la
técnica del grabado, con plancha de cobre , en combinación con
los primeros experime ntos fotográficos, aportaron al tex to un
nuevo tratami ento, como es el del cartelismo, en el que se poten-
cia la integración de texto e im agen , por medio de la apl icación
del color y de la adopción de formas orgánicas o decorativas,
propiamente pictóricas.
La fami lia Clarendon (1845) es un Todas estas experimentaciones en el campo de la tipografía
claro ejemplo de tipo s egipcios, por van a tener muy mala prensa, en tre los sectores procedentes de
el notabl e engrosa m iento del tra zo,
qu e en a lgu nas familia s irá en com- la tipografía tradicional, y va a tratarse, en general, de realiza-
bin ación co n la prác tica a usencia ciones anónimas y ocasionales, sur gidas por la ne cesidad de la
de mo d u lac ión, y con el lla m ati vo
obt ención ráp ida del imp reso qu e habían de confeccionar los
aument o del tama ño de los remates
tipógrafos, apremiados por las exigencias de la producción.
abcdefghijk Sólo algunos tip ógrafos reconocidos se van a hacer eco de
lmnopqrst estas propuestas, ten idas por algunos como un retr oceso, por-
que suponían una vuelta al grafismo elemental de los primeros
uvwxyz alfabetos, estilísticamente superado por los caractere s capita-
ABCDEFGHI les romanos. Por eso los incluirán en su rep er torio tipográfico,
intuyendo qu izás la validez de sus propuestas, como ocurre con
JKLMNOPQR las egipcias de Robert Thorne (1828) y las primeras familias .de
TUVWXYZ pa lo seco fun d idas por W illiam Caslon I V.
Clarendon
62 MAN UA L D E T I P OGRAF ÍA
El siglo xx
L A S FAMILIAS DE TIPOS
ren un valor pictórico, con el fin de potenciar el contenido de
los poemas, a través de una mancha de texto, que se sa lta los
cánones de la composición convencional. Distorsiona n, as í
mismo, la ordenación del recorrido del texto, por medio de la
variación tonal y la combinación de dis tin tos tam añ os, g ro s o ~
res de letras y tipologías.
Estos ensayos de tipo experimental encontrarán un cauce
racion al con su integración en los tem arios de la Staatlic hes
Bauhaus en Alemania, escuela de artes y oficios de honda tra-
dic ión nacional, fundada en 1919. La entrada al fr ente de su
dirección de un joven arquitecto, llamado Walter Gropius, la
convertirá en el crisol de la mayoría de estos movim ientos de
vanguardia, desde sus primeros años hasta el cierre en 1932, a
raíz de los primeros acontecimientos que anunciaban el inicio
Ejemplo de composición asimétrica. de la segunda guerra mundial.
Car tel de Jan Tsch ichold (1927/
El debate en la Bauhaus se centró en dos ideas : por una pa r~
te, si era conveniente dar una orientac ión a las enseñanzas
artísticas, basada en la libr e expres ión del subconsciente y de
los mecanismos intuitivos que genera el hecho artístico, como
se venía propugnando des de el expresion ismo y el surrealismo;
y, por otra, si lo adecuado era im pregn ar las enseñanzas.de u n
espíritu racionalista y de u na dimensión funcional, según predi-
cab an el constructivismo y el sup rematismo.
La utilización de los caracteres y el texto como material
expresivo, se convierte de sde el principio en práctica habitu al,
aunque la tipografía no entrará a formar parte de l temario,
como asignatura propiamente dicha, hasta la seg unda época,
que coincide con el traslado de la esc uela de Weimar a Dessau.
Desde el principio, tienen lugar tanteos en ambas direcciones
abcdefghijklmnopqrstuvwxyz.
abcdefghijklmnopqrstuvwxyz
Gall iard
~ Helvetica
o~ ay ay
MANUAL DE T IPOGRAFÍA
pero, finalment e, la búsqu ed a se encam ina a potenci ar el aspec- * (( A partir de 1925. Herhe rt Rayer en la
Bauheus . y Jan Tsch ichold en la Escuela de
to funcion al del texto , la «belleza útil»." Múnich , recomendaron enérgicamente el
Frente a la composición tradi cional centrada, otro eleme nto uso de los tipos sanserif y ambos diseña-
ron alfabetos sanser if construidos geomé-
innovador y de cambio fu e la composición asimé trica. La com- tricamente. Los tipos sanserif reflejaban
posición asimétrica con siste en la distribución de la in form ación la noción de ' belleza útil' que se había
convertido en el pivote de los experimen-
en la página sobre puntos inv isibles de tens ión compositiva. La tos de la Bauhaus, y ta mbién permitían
u nos contras tes t ipog rá ficos m á s sut i-
maquetación del texto en bandera, fr ente al justificado t rad i- les de grosor v isual. Bayer se mant enía
cional, invadió todos los impresos, en un int ento de resaltar el tajante mente a favor de un ú nico alfa beto
-'¿ po r qué debe ríam os escribir e im pri -
carácter dinámico y activo que el h ech o de la visión y la lec- mir en dos a lfabetos": no pronunciamos
tura tienen . Se confeccionaron numerosos alfabetos, orient ados una A mayúscu la y una a minúscu la'- y
después del tratado de Dessau. la Bauhaus
sobre todo a despojar el carácter de todos aquellos elementos comenzó a abandonar el uso de las letras
que se pudier a conside ra r accesorios, par a va lerse únicamen te may úsculas en sus publicaciones. Tanto
Tschichold como Schwitters experimenta-
de los imprescindibles, con el fin de pot en ciar, por enci ma de ron con alfabetos fonéticos .•
todo , su fun cionalidad. Es el apogeo de la tipología de palo seco. Pioneros de la tipografía moderna
H ER BERT SPENCER (1 990)
Todos estos ex perimentos, sin embargo, resultarán en la prácti-
ca infructuosos, entre otras razones, por la rigidez de su s plan -
teamientos.
Paul Renner supo dar cumplida respuesta a estas disyuntivas abcdefghijkl
y lo consiguió encontrando, con bastante fortuna , el punto de
equilibrio entre teoría y pr áct ica: la Futura (1925-192 7). El t ra-
mnopqrst
zado excesi vamente geométrico de sus antecesoras present ab a uvwxyz
puntos de unión conflicti vos y un ciert o desequilibrio ent re el
peso y el tamaño de las forma s. Con la Futura compaginó legi- ABCDEFGHI
bilidad y coherencia en su s planteamientos gráfico-formales y
corrigió los mencionados problemas.
JKLMNOPQR
La guerra de tend rá dramáticamente todas estas iniciativas, STUVWXYZ
pero el refugio de mu - Solu ción para los carac teres R y a
chos de estos artistas, de Helvetica
exi liados en países
ajenos al con fl icto,
co m o los Estados
Unidos y Suiza, dará
luga r a la evolución,
desde estos plantea-
mientos, de nuevas
corrientes de produc-
ción tipográfica.
Durante los años
cuarenta y cincuenta,
tiene lugar en Suiza
un importante desa-
rrollo tipográfico en
torno a los postu la-
dos funcionales de la
L A S FAM 1Ll A S DE TI PO S
39 Bauhaus, aunque pasados
por el tamiz de los principios
de la tipografía «tradicional».
En este marco surgirán nue-
45 46 47 48 49
vos diseños como la Helve-
univers univers univers univers univers
tica, la Folio , la Univers y
la Akzidenz Grotesk, entre
D
53 55 57 58 59 otras. Familias clasificables
en la tipología de palo seco
univers univers ¡uniVers I univers univers univers que se caracterizan por tener
el trazo homogéneo y por la
63 65 6'; 67 68
ausencia de remates . Sin
embargo, debido a la visión
univers univers univers univers univers
crítica que les proporcionaba
73 75 76
la distancia, estas familias
resultaron estar más próxi-
univers univers univers mas a los planteamientos
humanísticos de la concep-
83 ción del carácter, y sus dise-
ñadores consigu ie ro n libe-
univers rarse de la esclavitud de las
formas geométricas, que tan-
Las unidades marcan las variaciones tos quebraderos de cabeza había dado a los tipógrafos expe-
de la anchur a siendo los números im- rimentales de la Bauhaus. Se puede apreciar en ellas una clara
par es fuent es en redonda y los pa res
en cursiva. búsqueda de la proporcionalidad y un som etimiento de los ele-
Unívers de Adria n Frut iger ( 1957) mentos y las partes al éxito del conjunto, lo que se demuestra en
la concepción del texto como una mancha que destaca por su
tono perfectamente uniforme.
Los principios meramente asépticos y modulares, desde los
que se confeccionaban estas familias , junto con la compagina-
ción del desarrollo de las técnicas fotográficas y ópticas, y su
aplicación al campo de la composición de textos, dio lugar a que
la ma yoría de estas familias aparecieran con una completísim a
gama de matices, en sus variaciones de an chura, expa nd idas
y condensadas, y en el grosor del trazo, tanto para versiones
í íelvet icu de Max Miedi nge r (1957) redondas como cursivas.
66 M A NU A L D E TIPO GR A F ÍA
Durante estos años, la actividad en el campo del diseño gr á-
fico y la publicidad, que tiene lugar en E E VV , experimenta un
gran empuje debido a la masiva llegada de grandes dis eñadores
de procedencia europea. Éstos, desde sus estudios de diseño,
desarrollarán un trabajo que se proyectará en múltiples direc-
ciones y enriquecerá, de manera notable, la oferta tipográfica.
Estas creaciones tipográficas tendrán la particularidad, a
diferencia de las realizadas en el entorno suizo, de ser de natu-
raleza muy variada y de abarcar prácticamente todos los aspec-
tos considerables : se redibujan antiguas familias de tipología
romana, o se crean otras nuevas como la Palatino (Hermann
Bubycurls de Mil to n Glaser
Zapf, 1950) , la Galliard (Matthew Carter, 1978) ; se diseñan nue -
vas familias de palo seco desde planteamientos absolutamen-
rn~
te nuevos, como en el caso de la Avant Garde (Herb Lubalin,
1974); Y se llega al cenit de la tipología de fantasía, de la mano
de los grandes de la publicidad, entre los que destacan Seymour
Chwast y Milton Glaser.
Diseño de alguno s caracteres pur Sey mour Chwast
En los años ochenta, la incursión de las técnicas dig itales y la
digitalización progresiva del material tipográfico no trajo con-
sigo un especial cambio en la manera de ver el tipo, pero abrió
la posibilidad de su hiperrnanipulaci ón, desde las numerosas
opciones del menú de los ordenadores, sin necesidad de tener
nociones de tipografía.
Del abecedario Barcelo na de Javier Mariscal
Últimamente, como ha ocurrido siempre, nuevos creadores
investigan en el campo de los caracteres, buscan nuevas mane- Proceso evolutivo de la tipología de fanta-
ras de plantear los elementos tradicionales, o los interpretan sía hasta la actualidad.
con nuevas soluciones, y plasman en ellos su personal visión de
la tipografía: Neville Brody, Peter Matthias Noordzij, Francois
Porchez, Otl Aicher...
Aho ra , con la red de redes, los teóricos se preguntan si el
futuro del texto estará en la tridimensionalidad del mensaje.
La realidad, sin embargo, es que el texto sigue planteando
los mismos problemas de tratamiento que planteó a los prime-
ros impresores del siglo xv.
L AS FA MILIAS DE TIPOS