Taller Osiris el Huevo de Obsidiana

Sanación de nuestra energía femenina

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H ubo una época, durante las culturas matriarcales, que la mujer tenía un conocimiento acabado
de su propio cuerpo, al igual que el hombre. La gente para entonces, no vivía con tantos estímulos
como lo hacemos hoy: vemos el celular, miramos la publicidad, vemos televisión, revisamos nuestro
facebook, tomamos la micro, leemos, etc.… sin dejarnos tiempo para simplemente “no hacer nada”
y estar simplemente descansando. Es así, que por entonces, la gente tenía una mayor conexión con
su cuerpo, sintiéndolo en todas sus esferas: física, emocional y espiritual.
Por eso que poco a poco, nuestros ancestros fueron descubriendo que teníamos centros energéticos
y canales por los que fluía esta energía, percibiendo como ésta misma se movía por el cuerpo. Así
su conocimiento comenzó a crecer: desde la observación de sí mismos y de su alrededor, la
naturaleza.
Hoy buscamos re encontrarnos con este saber medicinal que vive dentro de nosotras, está en
nuestras células, solo debemos practicar con conciencia el yoga sagrado que se ha conservado y
transformado en el tiempo.

La energía sexual en la Mujer

En la sociedad actual la sexualidad ha sido vista con un enfoque poco certero, tanto en algunas
corrientes espirituales, como en el acervo cultural común (esto es, televisión, educación sexual,
etc.). La mayoría de las veces esta imbuida por cierto grado de morbosidad, violencia, dolor o
incluso, desprecio, porque es un aspecto de nosotros mismos que no es aceptado o que es visto de
manera simplista.
Sin embargo, esta visión no es más que una negación de nosotros mismos y del bello poder sanador
que tiene nuestra sexualidad.
Lo primero es comprender que en este plano, la divinidad, su energía, su todo, asume dos formas
esenciales, lo femenino (yin) y lo masculino (yang). Ambos aspectos son sagrados, y son parte de
Uno, que a su vez es indivisible (perspectiva taoísta). Esta conciencia en la manifestación de la
energía divina en la Tierra es la que nos permitirá desarrollarnos en nuestro camino de sanación y
encuentro con el alma, porque es así como funciona la dialéctica espiritual y material aquí.
Como mujeres, poseemos ambas polaridades, pero la verdad es que nuestro cuerpo encarna lo
Divino Femenino, aunque dentro de este mismo, este presente la polaridad de lo femenino y lo
masculino nuevamente. Así funciona, tal como la noche tiene aspectos más oscuros, y otros más
claros… no toda la noche es igual, progresa a lo largo de las horas, y por ende, contiene lo yin
(noche más profunda) y lo yang (noche transitando al día).
Conscientes de esto, podemos comprender como es la energía en nuestro cuerpo de hombre o de
mujer, generando una práctica armonizada con esta polaridad sagrada en la que estamos
inmersos/as.
Los centros energéticos más importantes en la mujer son los pechos, los ovarios y el yoni
(útero/vulva)… con ellos debemos trabajar constantemente, pues nos permiten aprender poco a

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poco a movilizar nuestra energía sexual por el cuerpo, transformándola en energía sanadora, y
eventualmente, en nuestra vía de conexión con la divinidad, la diosa, el dios, el/la alma suprema
(sin sexo, forma, solo alma). Es un camino de mucho compromiso, amor, devoción y entrega
completa, que tiene sus tiempos y espacios que debemos respetar, sin apuros, en sintonía con los
ritmos de la naturaleza: ciclos, vibraciones, espirales y movimientos diversos.
De acuerdo al yoga, es nuestro cérvix donde reside la kundalini, es decir, esa serpiente dormida que
una vez nos prohibieron, pero que puede ser despertada, creciendo por nuestra columna y
conectándonos con Lo/La Divino. De ahí que nuestra parte inferior, donde residen nuestros órganos
sexuales, sea tan importante como nuestro chakra del tercer ojo y coronilla… forman una unión
sagrada y divina, tal como la Madre Tierra y el Padre Cósmico en su Unión en Uno.
Un buen comienzo para ponernos en este camino, es colocar energía amorosa en nuestro pecho,
útero, ovarios, vulva… ya que, esto le da otra vibración a la energía sexual: la vibración amorosa.
Podemos sonreír a nuestros órganos, enviándoles dulzura, compasión y amor desde nuestro
corazón, así es como vamos transformando la energía sexual en energía sanadora, medicinal,
espiritual.
Podemos activar nuestro caldero con una danza que movilice tu cintura, haciéndote consciente de
la energía, y aprendiendo a cómo moverla por tu cuerpo. Para esto la danza de vientre es
maravillosa, pero también puedes sentir libremente, un día sola en casa con una música que
despierte tu sensualidad, como fluyen desde tu útero los movimientos. Siempre poniendo el toque
amoroso desde el corazón, y la sonrisa, que abre los tejidos de todo tu cuerpo al fluir de la energía.
Masajea tus pechos de forma amorosa y consciente de las sensaciones que vas teniendo. Enfócate
en cómo se activa tu útero, ya que está profundamente conectado con tus pechos… la energía sexual
se activa, y recuerda siempre ponerle el amor que viene desde ti misma. Envía este calor que genera
el masaje hacia tu útero y ovarios, experimentando una calidez y dulzura infinita por tu templo
interno.
Cuando hagas el amor (o auto cultivo), abre tu corazón, conéctate con él, y actúa desde aquí,
sintiendo hacia donde te moviliza su pulso amoroso. Es nuestro mejor guía a la hora de entregarnos
a nosotras mismas o a otro ser.
Permítete sentir, pulsar, danzar y vibrar en la energía del amor y la vida….

Francisca o Seva de Alquimizando Tu Luna

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El cuerpo femenino

Examinaremos primero desde una perspectiva física y sutil nuestro aparato reproductor y de
placer… conoceremos sus componentes, conexiones y funciones de forma sintética.
El Útero: También llamado matriz, tiene forma de saco invertido y mide
entre 7 a 8 cm. de longitud. Se encuentra situado en el centro de la
pelvis.
PARTES:
Fondo Uterino
Cuerpo Uterino: región superior, más abultada
Cuello o cérvix: tercio inferior, estrechado
Es un órgano muscular hueco que se compone de cuerpo y cuello
uterino, separados entre sí por un ligero estrechamiento que constituye
el istmo uterino. El cérvix o cuello uterino tiene un orificio que conecta al útero con la vagina.
El cuerpo uterino tiene forma aplanada y triangular y en sus dos extremos laterales superiores se
abren las trompas de Falopio. Está formado por tres capas: el endometrio, que es la capa mucosa

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interna (llena de células madres que
alimentarían al bebe de haber
fecundación, si no existe, esta capa se
libera en la menstruación), el miometrio,
que es la capa de músculo liso y el
perimetrio o cubierta peritoneal que
recubre el cuerpo uterino y la porción
superior del cérvix extendiéndose hasta el
recto, formando el espacio recto uterino.
Este es el órgano que aloja la vida, donde
se desarrolla el feto durante la gestación.
De no producirse la fecundación el óvulo
es liberado junto con el endometrio, en la
forma de sangre menstrual.
El útero está lleno de nervios, al igual que
el cuello del útero, la vagina y el clítoris.
Por esta razón es muy sensible a las
emociones (sobre todo antes de menstruar o durante la menstruación), a la excitación sexual y el
orgasmo. Más adelante veremos los cambios se que producen en nuestro útero con la energía
sexual….
El útero, es el espacio creativo por excelencia de la mujer, es la copa donde se produce la alquimia
sagrada de la vida, y por ende, es sagrada.
Como nacemos desde la utera de nuestra madre, y nuestra madre nació de la utera de nuestra
abuela (y así sucesivamente), heredamos en nuestro propio cáliz sentimientos, hábitos,
experiencias y dones desde ellas. Si bien hay cosas que con gusto heredamos, existen otras que
obstaculizan nuestro camino, por lo que, tenemos que saber qué cosas nos dejamos y cuales
soltamos.
También desde las relaciones sexuales que tenemos (sea con hombre o mujer, haya eyaculación o
no), se van recibiendo cosas, que debemos ir limpiando y soltando, pues con un cáliz lleno, no hay
espacio para generar alquimia, creatividad y vida.
Finalmente, también desde las personas externas que nos desean sin que nosotras correspondamos,
ponen cosas en nuestras uteras, que siempre están abiertas como cáliz sagrado a recibir. La
costumbre de las abuelas de poner cintas rojas en los/as niños/as, era para protegerlos del “mal de
ojo”. Algo semejante sucede aquí, pero como mujeres, con esta copita energética, nos es fácil
llenarnos de cosas que no sabemos, deseamos o nos sirven… por ende, limpiar este espacio, es
fundamental, al igual que protegerlo (la cintita de las abuelas es buena idea para esto).1
Ovarios: Son un par de gónadas localizadas en la cavidad pélvica, que se conectan al útero mediante
dos canales llamados trompas de Falopio.

1 Este saber proviene de Sajeeva Hurtado.

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Su forma y tamaño es una almendra (unos 3
cm. de longitud). Y contienen unos 400.000
óvulos, que existen desde el nacimiento y (sólo
400 ó 500 maduran). Producen gametos
femeninos (óvulos) y hormonas sexuales
(estrógenos y progesterona).
Periódicamente (cada 28 días más o menos),
los folículos maduros se abren al exterior,
liberando un óvulo. Los restos del folículo
forman el cuerpo amarillo o lúteo.
Este óvulo tiene una energía creativa muy perfeccionada, por eso, en las mujeres, gran parte de su
fuerza vital se encuentra en los ovarios. Esto se debe a que ellos constantemente están produciendo
energía sexual, que es la energía más poderosa que tenemos y la única que puede aumentar la
energía vital que hay en nuestro cuerpo. Si no reciclamos esta energía mediante la Respiración
Ovárica, esta se “pierde” mediante la menstruación; pero si realizamos esta práctica con constancia,
podemos vitalizar y alimentar con chi (energía vital) a todo nuestro cuerpo y sus órganos,
manteniéndonos saludables (aquí realizamos la alquimia que transforma la energía sexual de los
óvulos en energía vital o CHI).
Los ovarios tienen una cualidad Yang, es decir, activa, solar, fogosa… Pero después de la ovulación
sus cualidades cambian de Yang a Yin, donde hay un nivel muy alto de absorción y de
transformación (lo cual se visualiza en la menstruación).

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Los genitales en la mujer

Los labios mayores tienen vello y son aquellos que rodean a los labios menores que no tienen vello.
Su color varía mucho dependiendo del tipo de piel de la mujer, van desde el marrón y gris hasta el
melocotón y el rosa. Su forma y tamaño también varían enormemente, como podemos ver en el
siguiente trabajo plástico del artista Jamie McCartney:

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La mayoría tiene contornos desiguales y muchos pequeños pliegues, lo que les permite hincharse
(junto con los labrios mayores, durante la excitación. Son muy sensibles cuando se les acaricia
durante el encuentro sexual.
El Clítoris o pedacito de cielo, está cubierto por una capucha clitoriana, que es una capa de carne
que lo protege. Es el único órgano del cuerpo humano que solo está destinado a dar placer. El clítoris
es el equivalente anatómico de la cabeza del pene, aunque tiene más terminaciones nerviosas (8
mil para ser exactas) en un espacio tan reducido. Por esta razón el clítoris es tan sensible, y muchas
veces puede causarte dolor, aunque otras veces, si se trata con afecto y amor, puede darte un enorme
placer (de ahí el nombre pedacito de cielo).
Si bien vemos su cabeza, su tallo, bulbo y brazos se extienden mucho más allá… de ahí que la vulva
y la vagina sean tan agradables al tacto. La extensión de la parte interna del clítoris no fue mapeada
completamente hasta el 2005, cuando la uróloga Helen O’Connell del Hospital Real de Melbourne
publicó sus revolucionarios estudios. El clítoris se bifurca internamente como un hueso de los deseos
y luego se ramifica más lejos. Esto sugiere que el argumento sobre el orgasmo vaginal vs el orgasmo
clitoriano ha sido malentendido, ya que el clítoris recorre la vulva y la vagina.
Aunque si le preguntas a una mujer a tu lado dónde está su clítoris lo más seguro es que te responda
que está en la superficie de la vagina, protegida por los labios, la realidad es que la mayor parte del
clítoris se encuentra dentro de la pelvis. Es decir, es mucho más interno que externo. La pequeña
estructura consiste de dos cuerpos cavernosos que cuando están erectos envuelven la vagina por
los dos lados como si le estuvieran dando un gran abrazo.

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De acuerdo a los taoístas, el clítoris, al igual que nuestros pechos están profundamente conectados
con muchas de las glándulas de nuestro cuerpo (las cuales a su vez se asocian con los chakras), por
lo que, acariciarlo puede mejorar tu equilibrio hormonal y tu vitalidad general.
La apertura vaginal a veces está tapada por los labios y por los tejidos que rodean la vagina. El
himen es un tejido muchas veces cubre está abertura total o parcialmente… hay muchos tipos,
como puedes ver…

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Por mucho tiempo, se consideró al himen como la prueba de la virginidad de una mujer, sin
embargo, este puede romperse de muchas maneras, con movimientos bruscos o el uso de tampones
o copas menstruales. Todas conservamos restos del himen y el anillo himeral, que rodean la
apertura de nuestra vagina. Esta zona es sensible al tacto y tiene muchas glándulas que lubrican la
vagina.
Dentro de la vagina hay un anillo muscular que forma parte del músculo PC (músculo
pubococcígeo), o sea, cuando contraemos la vagina, también lo hace el músculo PC. Esta es la parte
más estrecha de la vagina y cuando se tensa debido a la ansiedad, o porque simplemente nunca ha
sido estirada, su apertura puede ser dolorosa o incómoda. Afortunadamente podemos aprender a
relajar este músculo y “ejercitarlo” mediante una serie de ejercicios, llamados ejercicios de Kegel,
que mantienen tonificada toda nuestra vagina (ser verán más adelante).

Nuestro periné, ejercicios de kegel y reflexología de la vagina: desarrollo la raíz para unir el cielo
y la tierra.
Para las prácticas taoístas es fundamental el trabajo de nuestro piso pélvico, que es la musculatura
de nuestro periné, pues nos ayuda a sostener la energía sexual durante la práctica de Respiración
Ovárica y a subirla por nuestra columna, para que así recorra nuestro cuerpo. Además, tonificar
los músculos que componen nuestro periné, ayuda a evitar prolapsos de vísceras e incontinencia
urinaria… pues el piso pélvico sostiene vejiga, útero y ano.
Para ser más exactas, el periné es una zona inferior del tronco del cuerpo, compuesta por piel,
vísceras, cuerpos eréctiles (clítoris), músculos, ligamentos, nervios, vasos sanguíneos, y orificios
(ano, vagina y uretra). Dentro de su conformación se encuentra incluido el músculo PC del que
hablamos más arriba.

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Además, al desarrollar estos músculos, mejoramos nuestro placer sexual, porque potenciamos la
fuerza de las contracciones musculares que tenemos en el orgasmo. Al controlar y tonificar esta
musculatura, el parto vaginal se facilita enormemente, evitando la posibilidad de realizar
episiotomía (corte de parte del periné para evitar que este se raje durante la salida del bebe)
El periné tiene dos partes, la anterior, que corresponde al triángulo anterior, el cual está formado
por los espacios uro-genitales donde se encuentran dos orificios: uretra y vagina. Y el periné
posterior, que es el triángulo posterior, donde se encuentra el año. Diferenciar estas partes, nos
permite ejercitar de forma consciente nuestra vagina, para así, sentir con mayor fuerza nuestra
energía sexual y trabajar la Reflexología de la Vagina.
El piso pélvico tiene tres músculos que componen el Músculo del Amor o Músculo CHI: músculos
pubococcígeos (PC), Pubovaginal y Puborectal (ver figura de más abajo). Se llaman así pues
permiten la movilización de la energía sexual y el CHI.

Ejercicios de Kegel
Los ejercicios de Kegel nos permiten desarrollar y mantener saludable nuestro piso pélvico. Reciben
este nombre por el Doctor Arnold Kegel que los desarrollo en 1940 como método para el control
de la incontinencia urinaria.
Hay varias maneras de realizar los ejercicios de Kegel, pero todos se basan en contraer y relajar el
músculo pubococcígeo o PC (también conocido como músculo del suelo pélvico) repetidas
ocasiones, con el objetivo de incrementar su fuerza y resistencia.
El músculo PC es el principal músculo del suelo de la pelvis. Tiene una conexión nerviosa que
alcanza el nervio pélvico, una ramificación que conecta el útero y la vejiga en la mujer. Si el
músculo PC es fuerte, se convierte entonces en el mayor transmisor de energía.

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Hay varias versiones de estos ejercicios:
1. El lento
Aprieta los músculos (los mismos que contraes al detener la orina), tirándolos hacia arriba.
Contráelos y mantenlos así mientras cuentas hasta 5 respirando suavemente. Luego, relájalos
durante 5 segundos más, y repite la serie 10 veces.
Intenta aumentar progresivamente el tiempo de contracción y relajación. Empieza por 5 segundos
en cada caso hasta llegar a los 20. Cuanto más tiempo consigas aguantar la contracción de los
músculos, más fuertes se harán.
2. El rápido
Aprieta y relaja los músculos tan rápidamente como puedas hasta que te canses o transcurran unos
2 ó 3 minutos (lo que suceda primero). Empieza con 10 repeticiones cuatro veces al día hasta
alcanzar las 50 repeticiones diarias.
3. El ascensor
Este ejercicio requiere cierta concentración, pero sus resultados son muy buenos. Tu vagina es un
tubo muscular con secciones en forma de anillo dispuestas una sobre otra. Imagínate que cada
sección es una planta diferente de un edificio, y que subes y bajas un ascensor tensionando cada
sección. Empieza subiendo el ascensor suavemente hasta la primera planta, aguántalo durante un
segundo, y sube hasta la segunda planta. Sigue subiendo tantas plantas como puedas (normalmente
no más de cinco). Para bajar, aguanta también un segundo en cada planta. Finalmente, intenta
relajar por completo la musculatura durante unos segundos. Sobre todo, no te olvides de respirar
pausadamente y de no realizar el ejercicio con ayuda de los músculos abdominales.

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4. La onda
Algunos músculos del suelo pélvico están dispuestos en forma de un ocho, pero con tres anillos. Un
anillo se sitúa alrededor de la uretra, otro alrededor de la vagina, y el último alrededor del ano.
Contrae éstos músculos de delante a atrás y relájalos de atrás a delante.
Haz estos ejercicios tantas veces como puedas al día. El objetivo es conseguir realizarlos sin que se
noten. Cuando empieces a realizarlos, pueden parecerte incómodos y raros, pero pronto verás que
podrás llevarlos a cabo sin que los demás se den cuenta.
Al principio, al practicar el ejercicio lento, puedes notar que los músculos no quieren mantenerse
contraídos. También es posible que te canses enseguida con el rápido. Pero si perseveras, verás que
en pocos días no te supondrán ningún esfuerzo.

PRÁCTICAS TAOÍSTAS Y CENTROS ENERGÉTICOS FEMENINOS

Este saber se ha transmitido por generaciones, sin embargo, la persona que lo ha sistematizado en
la forma de Tao Sanador o Amor Curativo es el maestro Mantak Chia.

La sonrisa interior
Sonreír estimula el sistema inmunitario y libera endorfinas, las hormonas de la felicidad. La sonrisa
es aceptación… aceptación del otro, de nosotras mismas y de cada una de las células de nuestro
cuerpo. Cuando le sonreímos a nuestros órganos estos se abren energéticamente para recibir la
energía vital y amorosa que queremos traer a ellos, como medicina diaria que los mantiene
saludables. El trabajo de Masaru Emoto es ejemplificador. El demuestra que los cristales del agua
cambian de acuerdo a la intención que se ponga en el mensaje, es decir, si ponemos amor en nuestra
palabra, los cristales toman formas hermosas y armónicas; mientras que si transmitimos odio o
rabia, estos cristales asumen una posición distorsionada y fea.

Si una palabra puede generar este efecto en el agua, imagina lo que hacen en nuestro cuerpo, que
se compone en 2 tercios de esta sustancia. De ahí que si nos tratamos cuidadosa y amorosamente,

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sonriendo, aceptando desde el corazón, la transformación que se produce dentro de nosotras es
impresionante. De la enfermedad, podemos traer salud.
Podemos sonreírnos y cuidarnos internamente practicando la meditación de la sonrisa interna. Su
propósito es nutrir esa cualidad amorosa que sentimos cuando vemos a un bebe o mirados un
hermoso atardecer. Puedes usar cualquier imagen que despierte este sentimiento en ti misma y
hacia ti misma. La Sonrisa Interna nos ayuda a re invertir la energía en nuestro propio bienestar y
curación.
Ejercicio La Sonrisa Interna:
- Cierra los ojos y lleva la atención a las plantas de los pies y
a su conexión con la tierra que atraviesa tus pies, sube por
tus piernas y se dirige hacia tu abdomen.
- Visualiza aquella imagen que despierte la energía amorosa
en ti, siente como entra esta energía entra en tu entrecejo.
- Sonríe a tu ombligo y siente que la energía sonriente
desciende por la parte frontal de tu cuerpo hacia tu centro
abdominal, situado como a unos cuatro centímetros por
detrás del ombligo. Mantener la mano a la altura del ombligo
con la palma abierta, como si fuera una taza recibiendo una
cascada de energía de tu rostro sonriente.
- Tócate el corazón con los dedos y sonríele, sintiendo que la
energía amorosa lo aligera. Puedes imaginar que tu corazón
se abre como una rosa, floreciendo de amor. Siente que brilla
e irradia, extendiendo su energía amorosa por todo el cuerpo.
- Vuelve a llevar esta energía amorosa al ombligo, sintiendo
que fluye a él desde el corazón.
- Tócate el vientre y la pelvis con las manos, y sonríe a tus órganos sexuales. Siente tu útero,
ovarios y clítoris cálidos e irradiantes dentro del vientre. Siente amor y aprecio por tus
órganos sexuales.
- Lleva la energía amorosa de tus órganos sexuales a tu centro del ombligo. Haz Girar la
energía de los órganos sexuales mezclándose con la energía del corazón; empieza en el
centro del ombligo y dibuja espiral, primero hacia fuera y después hacia dentro (26 y 24
vueltas respectivamente). Si lo deseas, frótate el abdomen con la mano mientras mueves la
energía para favorecer su absorción.
Extraído: “La mujer multiorgásmica” de Mantak Chia

En el dibujo de al lado se reflejan los centros que se activan durante la sonrisa interior… y también
son los centros principales de la mujer, según Miranda Gray: la glándula pituitaria (tercer ojo o
chakra del entrecejo), el corazón y el Útero.

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Y con estos mismos centros trabajamos durante la respiración ovárica.
La glándula pituitaria es la que regula las hormonas y la cantidad de luz que puedes sostener… o
sea, aquí reside la apertura que tengas a la conciencia espiritual. Por otra parte es el centro de la
intuición y de la felicidad… por aquí es donde entra la energía amorosa que te entrega el universo.
Mientras más luz y chi universal dejes entrar por tu entrecejo, tu conciencia espiritual se expande,
y dejas entrar medicina energética al resto de tu cuerpo, sus centros y canales energéticos.
De acuerdo a la tradición yoguica, este centro es el que controla o administra a los demás, por ende,
si lo activas practicando constantemente sonrisa interior, o meditando en él… tus otros chakras y
órganos tienden a armonizarse. Es como un canal al universo, que si puedes abrir o activar, deja
entrar fluidos de CHI cósmico en ti.
Luego el centro corazón, que está conectado a pechos y manos, es el que contiene la abundancia y
la generosidad, el amor desinteresado y el amor incondicional… es aquel, que en armonía, nos
permite dar y recibir sin conflictos. Su arquetipo, podríamos decir, es la diosa de la compasión,
kuan yin, bodhisatva que hizo un voto para conservar la forma humana hasta que todos los seres
alcancen iluminación.
Es la conexión con el amor universal, divino y verdadero que portamos… solo debemos abrirnos a
él en el camino de la compasión amorosa.
Finalmente están el útero y los ovarios, de los cuales ya nos hemos referido anteriormente. Sin
embargo, cabe señalar la perspectiva de Miranda Gray. Ella indica que el útero es el caldero,
centro de nuestra relación con la tierra, el mundo, la intimidad, la creatividad, la sexualidad
sensual y la espiritualidad femenina. Aquí guardamos muchos patrones emocionales y problemas
físicos, que se manifiestan en nosotras. Para ella el útero es el hogar del alma femenina.

Cabe agregar que nuestro chakra de la garganta suele ser un centro muy importante en la mujer,
generalmente afectado por problemas a la tiroide. Este punto se asocia a la comunicación, pero

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también se relaciona directamente con nuestro útero y ovarios… son centros muy íntimos entre sí.
Son simbióticos, problemas que hay en uno, se manifiestan en el otro, y así a la inversa. Por esta
razón, las prácticas taoístas de respiración ovárica y masaje de pechos, ayudan a regular problemas
a la tiroide que haya, generando una regulación hormonal. También la crisocola y el cuarzo rosa
son piedras que ayudan a abrir ambos centros energéticos mencionados, pues conectan con la
energía amorosa de la Diosa, desbloqueando y activando lo Femenino Sagrado.
Sonidos Curativos
Se pueden realizar sentada en la silla, como en las imágenes o en postura simple en el suelo. Estos
sonidos refinan nuestro chi, o energía vital, por ende, es importante realizarlos todos los días, o
cuando vamos a practicar Respiración Ovárica (RO). Transforman la energía emocional que hay
en nuestros órganos, los abren a la energía amorosa de nuestra sonrisa interior y por ende, los
limpian, dejándolos en un estado de armonía. Luego, si practicamos la respiración ovárica, este “chi
refinado” nutre nuestro organismo, junto con la energía sexual que también es transformada en
CHI nutritivo que se moviliza por el cuerpo.

Sonido del Riñón

Visualiza que sueltas o liberas todo el miedo y agresividad que reside
ahí, con el sonido Shuuuuuuu. Luego trae un universo Azul a tu
riñón, sonríele. Vete a ti misma en tu Riñón, y luego en el Universo
de chi azul… ve en este movimiento, de un lado al otro. Trae dulzura
y delicadeza.
Su planeta es mercurio y su animal es la tortuga azul
Elemento Agua

Sonido del Hígado

Sonríele a tu Hígado, para que se abra a recibir, la sonrisa es
aceptación. Suelta o libera aquella ira, rencor, culpabilidad y
celos que puedan residir en tu Hígado, con el sonido Shhhhhh.
Trae amabilidad, perdón y generosidad a tu órgano, junto a un
universo de chi verde.
Su elemento es la madera, y su animal el dragón.

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 Sonido Corazón
Libera todo aquel odio, crueldad, ansiedad y pena que pueda haber
en tu corazón, con el sonido aaaaahhhhh. Con un universo color
rojo, con un faisán rojo, trae amor, alegría, gozo, respeto. Sonríe a
tu corazón.
Su elemento es el fuego.

Sonido del bazo/estómago

Visualiza que sueltas todas aquellas preocupaciones, sobre pensamiento,
sufrimiento por otros, con el sonido Juuuuuuuuuuu. Trae chi fresco del
universo, que llene tu bazo/estómago de honestidad, transparencia,
esperanza.
Color amarillo, elemento tierra, animal ave fénix dorado.

Sonido pulmones
Visualiza que liberas con el sonido Sssssssss, toda aquella
melancolía y depresión que pueda haber en tus pulmones.
Trae del universo un chi blanco, radiante, con un tigre
blanco… justicia, rectitud, pureza y fortaleza… amor.
Su elemento es el metal.

Para finalizar, todo aquello que haya quedado aun en ti

libéralo con Jiiiii, realizando un movimiento con tus manos
que arrastre la energía desde la coronilla hasta tus pies. Tres
veces repite el gesto… quédate sintiendo el efecto de este trabajo energético dentro tuyo… visualiza
o siente como la energía que ya no te sirve sigue cayendo a la tierra, que todo lo transmuta.

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Masaje de los pechos
Los pechos han sido un símbolo de la mujer y de su
sexualidad y capacidad de nutrir durante milenios. Se
ubican en el centro cardíaco y albergan energías
alegres y amorosas. Aquí está la sede del amor
Incondicional y de la Compasión.
Masajear los pechos favorece la secreción de hormonas
como la oxitocina y la prolactina (asociadas con la
alegría y el gozo). Estas hormonas afectan a las mujeres
lactantes pero también producen sentimientos de
relación, calma y conexión con los demás en todas
nosotras.
Los pechos están estrechamente conectados con el útero
y los ovarios. Gran parte de la energía proveniente de
los órganos sexuales queda concentrada en los pechos.
Por eso la importancia de dispersas y reciclar la energía
con el adecuado masaje.
Por otra parte, el masaje de pechos favorece la secreción de hormonas como la oxitocina2 y la
prolactina3, produciendo sentimientos de relajación, calma y conexión con los demás. Según los
taoístas, activa las glándulas pineal (asociada al chakra coronario), timo (chakra corazón) y
pituitaria (chakra del entrecejo). Además de activar la energía sexual en tu útero y ovarios, por lo
que, es ideal de practicar antes de la respiración ovárica. Estimula meridiano del riñón, hígado,
pericardio y bazo, estando los dos primeros órganos íntimamente asociados al ciclo menstrual
femenino.
Ojala masajear los pechos todos los días por algunos minutos, 36 veces hacia un lado y 36 hacia el
otro. Es importante que al dar masaje, te concentres en tu útero hasta que lo sientas, quizás una
contracción o despertar de la energía sexual. (No practicar durante el embarazo).
Ayuda con el SPM (Síndrome Pre Menstrual), ya que relaja tu útero, tus ovarios y permite hacer
circular la energía, sin que se concentre o se pierda. Estas prácticas te pone en contacto con la
energía divina femenina, aceptando tu ser femenino, y por ende, evitando enfermedades asociadas
a un bloqueo de este fluir (pueden ser desde cánceres, hasta el famoso SPM y espasmos durante la
menstruación). También ayudan a vivir una menopausia como una PLENIPAUSIA!!!!

2 “hormona vinculante”, que permite el parto y la lactancia, además de producir un sentimiento de

conexión con otros, lo cual favorece en contacto físico, los comportamientos afectuosos y la
relajación. Llega a su máximo nivel en el orgasmo.
3 Hormona segregada por la hipófisis que estimula el desarrollo mamario y la producción de leche en

las mujeres.

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Reflexología de la vagina
En este ejercicio se activan y liberan las memorias asociadas a la sexualidad, al trabajar con los
diferentes anillos de la vagina que representan los 5 órganos del cuerpo y por ende, las 5 emociones
“positivas” y “negativas” que nos afectan.
Para equilibrar estos cinco elementos
(asociados a órganos y emociones), y entrar
en un estado de armonía en los cuerpos
físicos y sutiles, es necesario liberar
recuerdos y energías “negativas”
acumuladas en esta zona, dejando entrar
desde el universo todas las cualidades y
energías “positivas” que nutran este
espacio interno, tu Palacio Ovárico (útero y
ovarios). Para esto, se hará uso de los 5
sonidos curativos que ya aprendimos
anteriormente, y que están representados
en nuestra vagina (véase imagen).
Sentadas, de pie o recostadas en un mat o
manta, vamos a realizar el ejercicio
“apertura de pelvis” (movimiento hacia
adelante y atrás del coxis), al respirar,
exhalando, emitimos el sonido curativo
correspondiente a cada punto de acupresión de la vagina o anillo (asociado a su vez con cierto
órgano). Se repite varias veces cada sonido, mientras que se va conectando con la emoción que se
está trabajando, y a su vez, se siente o visualiza el anillo correspondiente. Se puede sentir o ver como
la emoción (ira, miedo, depresión, preocupación o pena) va saliendo por la vagina hacia la tierra,
con el color que corresponde a esa emoción, pero de una versión viscosa u oscura. Comienza con
el pulmón, que es el guardián de la vagina, luego riñones, hígado… hasta llegar al corazón (los
mismos sonidos que anteriormente se explicaron órgano por órgano).
Es una excelente forma de ir limpiando nuestro útero de emociones, experiencias, personas, hábitos
o enfermedades asociadas… trayendo armonía al vaciar tu caldero.
Luego te mueves en círculos, trayendo a ti todas las emociones positivas asociadas a cada anillo de
la vagina: comienza con el corazón y termina con el riñón. Siente o visualiza que entra un universo
de CHI a tu vagina, llenando de colores brillantes cada anillo, tal cual se hace con los sonidos
curativos, pero ahora entrando directamente a tu vagina y útero.
Quédate unos minutos sintiendo la energía de color moviéndose por tu útero… disfruta.

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Respiración Ovárica Alquímica
Los taoístas creen que el chi (fuerza vital) más poderoso en la mujer, se encuentra en los óvulos, y
por ende, en los ovarios; y el aliento vital en un punto entre los pechos. Si no nos quedamos
embarazadas durante el ciclo, el óvulo y su chi, son liberados de nuestro cuerpo mediante la
menstruación. La respiración ovárica, re distribuye el chi por nuestro cuerpo, evitando que se
pierda, y de esta manera, mejora nuestra vitalidad general.
Todo nuestro cuerpo respira, incluyendo sus células, órganos… y la respiración ovárica sería un
intercambio de chi o energía entre los ovarios y el resto del cuerpo.
La mujer menopáusica y sin útero físico puede practicar la RO todo el tiempo, sus ovarios siguen
contiendo su energía principal. Las embarazadas no deben practicar, pues quitarían energía al
bebe. Y las mujeres menstruantes idealmente deben practicar entre el fin de la menstruación y la
ovulación, ya que es un período yang, la virgen, la doncella, donde se puede extraer al óvulo su
energía vital con mayor potencial creativo. Las mujeres que no tienen útero u ovarios pueden
practicarla, porque la energía de su órgano sigue ahí. Revitaliza la energía sexual, ayuda en casos
de dificultad en la lubricación vaginal, además de armonizar un ciclo menstrual “enojado”.
Práctica:
Die pie, o recostada de lado, con la cabeza apoyada sobre uno de nuestros brazos flextados
Comienza sonriendo a tus órganos, tus ovarios, tu útero, tus pechos, tus riñones… (Sonrisa
Interior), y proyecta esta sonrisa a tu entrecejo, siente que esta energía amorosa baja por tu frente
hasta tu ombligo en un cascada.
Masajea tu coxis, riñones, activando el fuego que habita aquí.
Luego masajea tus pechos, esto ayudara a despertar la energía de nuestros ovarios, y a activar el
fuego del corazón. Llevando tus manos sobre el corazón, acarícialo y aligéralo, activa su fuego,
trayendo un universo de CHI rojo y/o recitando el mantra AAAHH, con que resuena… deja que la
energía de tu entrecejo, con la de tus pechos y corazón se fundan en una sola bola de energía.
Mientras retomas el masaje de pechos, y activas tu pelvis, desde el corazón permite que un rayo de
fuego rosado, rojo, se emita desde ahí hasta tu Palacio Ovárico y útero, visualiza este espacio.
Permite que el fuego se comience a encender en tu pelvis y en tu corazón, lleva toda tu atención a
lo que ocurre en tu interior… realiza este proceso todo el tiempo que necesites, permítete fluir en
esta activación de tu fuego.
Baja desde los pechos hacia tus caderas y comienza a trazar espirales en sus costados, luego sube la
energía de forma circular, hasta llegar nuevamente a tus caderas y volver a los espirales… asi
sucesivamente varias repeticiones, siguiendo la ruta de tu órbita micro-cósmica (mantén tu vagina,
el músculo PC, contraído para que la energía no escape al exterior). Sigue movilizando este fuego
interior varias veces (unas 6 o 9 veces esta ok). Y finalmente haz circular la energía en espirales
en tu abdomen, ayudándote de tu mano, primero hacia la derecha (contra las agujas del reloj) en
círculos más grandes (sin traspasar tu pelvis y tus pechos), luego, después de unas 36 vueltas, hacia
el otro sentido, contra las agujas del reloj (ahora 24 vueltas), las espirales se van haciendo más
pequeñas hasta llegar a tu ombligo. Aquí almacenas tu energía, en el tan tien… y cada vez que la
necesites estará disponible para ti!!

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En el dibujo está el detalle de la órbita microcósmica.

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 Ejercicios de equilibrio con la energía de los ovarios y útero

Apertura de la cadera y energía circular

1. Piernas al ancho de la cadera piernas levemente flexionadas
2. hacer círculos hacia un lado inhalando al llevar la pelvis hacia delante.
3. exhalando cuando lleva la pelvis hacia atrás, sintiendo la exhalación a través de la vagina
sintiendo que esta se abre se expande. (respiración profunda y normal)
Beneficios emocionales: libera el cuerpo de miedo, de desconfianza, de aversiones al sexo y el placer.
Beneficios energéticos: activa enciende el fuego en el primer caldero, limpia y energiza 1er y 2do
chakra. Activa al padre y la madre interior. Limpia la energía sexual y la baja de la cabeza a la raíz.
Activa la energía y su movimiento circular ascendente.
Visualización: visualiza en cada exhalación la vagina abriéndose ampliándose y observa como a
través de ella salen todos los excesos de energía que hay en la zona del útero en los ovarios, ya sea
a nivel físico, emocional o mental. Pueden ser emociones de miedo, parejas sexuales o situaciones
que quieras soltar. Al terminar llevar las manos al piso y drenar el exceso de energía.

Apertura de pelvis
1. Piernas al ancho de la cadera piernas levemente flexionadas.
2. En la inhalación lleva la pelvis hacia delante sin mover las rodillas ni el resto del cuerpo.
3. Exhalando cuando lleva la pelvis hacia atrás, sintiendo la exhalación a través de la vagina
sintiendo que esta se abre se expande. (respiración profunda y normal)
Beneficios emocionales: libera el cuerpo de miedo, de desconfianza, de aversiones al sexo y el placer.
Trabaja sobre la memoria celular de la madre 2do centro y el padre 1er centro.
Beneficios energéticos: activa y enciende el fuego en el primer caldero, limpia y energética 1er y
2do centro. Activa el padre y la madre interior. Limpia la energía sexual y la baja de la cabeza a la
raíz. Activa la energía y su movimiento ascendente a través de la columna.
Visualización: visualiza en cada exhalación la vagina abriéndose ampliándose y observa como a
través de ella salen todos los excesos de energía que hay en la zona del útero en los ovarios, ya sea
a nivel físico, emocional o mental. Pueden ser emociones de miedo, parejas sexuales o situaciones
que quieras soltar. Al terminar llevar las manos al piso y drenar el exceso de energía.

Beneficios de ambos ejercicios: generar amplitud pélvica. Evitar bloqueos dolores menstruales o
cólicos. Conectar con tu segundo chakra y tu energía creativa y sexual

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 Bibliografía:
“La mujer multiorgásmica” Mantak Chia
“Amor curativo a través del Tao” Mantak Chia
Talleres y formaciones con Geraldine Leighton, Miranda Gray y Sajeeva Hurtado

Este material está pensado en la experiencia vivida en el

TALLER DE OSIRIS EL HUEVO DE OBSIDIANA, SANACIÓN DE NUESTRA ENERGÍA FEMENINA
Por lo tanto, es de uso exclusivo de ustedes y de su práctica personal
Para entregar este documento a otra persona, debe ser con asentimiento de la autora.

Por Francisca Gálvez

Terapeuta dedicada al desarrollo integral femenino
Profesora de Respiración Ovárica, Alquimia Femenina
Profesora de Hatha Yoga método Loknath
Terapeuta de obsidiana y flores

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