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Los Testigos de Jehová y Juan 1:1

Nueva evidencia permite avanzar en la discusión

Sinopsis

Muchos Testigos de Jehová están publicando nueva evidencia de un


manuscrito que ellos mantienen apoya su traducción de Juan 1:1c: “y la Palabra
era un dios.” Este elemento de juicio – que es una traducción temprana del
Nuevo Testamento – data del mismo siglo que el manuscrito griego más antiguo
en existencia del Nuevo Testamento.

Tal interpretación de Juan 1:1c está en contradicción directa con lo que


todas las mayores ramas de la tradición cristiana han testificado sobre Jesús
desde el Credo Niceno: “Dios de Dios.” Por tanto, si los Testigos de Jehová están
en lo correcto en cuanto a lo que apoya esta nueva evidencia, esto alteraría
radicalmente cómo los cristianos entienden la divinidad de Jesús. Pero, ¿están
acertados los Testigos de Jehová en cuanto a cómo entender esta evidencia?

No lo están. La mejor interpretación de esta nueva evidencia indica que el


sujeto de Juan 1:1c (“la Palabra”, o, “el Verbo”- según la traducción) posee todas
las cualidades de Dios (con D mayúscula). No sólo esta interpretación está muy
bien apoyada por trabajos de especialistas, sino que también se aplica a otros
pasajes similares en el Nuevo Testamento, concuerda con lo que sabemos que el
resto de la escritura testifica concerniente a Jesús, y explica la adoración de
Jesús por parte de los primeros cristianos.

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Según los Testigos de Jehová, Jesucristo no es como Jehová, el único Dios


verdadero. Él es más bien un ser divino menor (“un dios”). Un pasaje principal
que ellos frecuentemente citan es Juan 1:1. ¿Por qué? Su propia traducción del
Nuevo Testamento – la Traducción del Nuevo Mundo – dice en Juan 1:1c, “y la
Palabra [=Jesús] era un dios”.

¿Acaso tiene algún mérito esa traducción? ¿Cómo llegaron a ella? ¿Por
qué otras traducciones no la expresan así?

Hasta hace poco, si usted hubiese argumentado sobre tales preguntas con
un Testigo de Jehová (TJ), el diálogo sería algo así:

TJ: “Una de las razones principales que tuvimos para producir nuestra
propia traducción de La Biblia, hace más de cincuenta años, era porque las
traducciones más usadas en ese tiempo, utilizaban lenguaje antiguo lo que hacía
que la Escritura fuera difícil de entender.”

“Además, el texto original griego de ciertos pasajes críticos había sido


traducido imprecisamente. Por ejemplo, en Juan 1:1c, que es un versículo
fundamental para la teología cristiana ortodoxa, el texto original griego no tiene el
artículo (en español, ‘el’) precediendo a la palabra ‘dios’ (que en griego es
‘theos’). Por eso es que nosotros traducimos correctamente el pasaje, ‘y la
Palabra [Jesús] era un dios’. Usted puede ver este mismo razonamiento que se
aplica a otros pasajes en los cuales no estamos en desacuerdo. Por ejemplo,
ambos traducimos Lucas 20:6, ‘Juan era un profeta.’ Esto es porque el texto
griego carece de artículo.”

En ese momento usted citaría algunos especialistas cristianos que dicen


que la regla gramatical llamada ‘La regla de Colwell”, refuta la traducción de los
TJ de Juan 1:1c.

TJ: “Están equivocados. La regla de Colwell no refuta ninguna de nuestras


posiciones”. (Entonces procede a compartir sus razones).

Por la mayor parte de los últimos cincuenta años, la discusión terminaba


aquí, ambos lados diciendo “estamos de acuerdo en no estar de acuerdo.” Sin
embargo, recientemente, muchos TJ están considerando defender y proclamar
que hay nueva evidencia en apoyo a su traducción. ¿Cuál es esta nueva
evidencia? ¿Por qué creen que apoya su traducción? ¿Y qué diferencia hace
esto?

Una de las traducciones más tempranas del Nuevo Testamento griego a


otro idioma es el cóptico sahídico, el cual se hablaba en Egipto durante los
primeros siglos del cristianismo. Este idioma, como el español, pero a diferencia
del griego, tiene un artículo indefinido (que en español sería típicamente “un” o
“una”). Ocurre que este artículo indefinido precede a la palabra para “dios” (noute)
en Juan 1:1c. Los TJ creen que esta evidencia claramente apoya su punto de
vista: Jesucristo es meramente “un dios” – y no es como Jehová, el único Dios
verdadero, como se mencionó previamente. Así, continuando con la
conversación anterior, ellos agregan:

TJ: “Aunque estemos de acuerdo en no estar de acuerdo sobre la mejor


manera de traducir el griego, ¿has oído sobre la nueva evidencia que ahora
tenemos a favor de nuestra traducción? Proviene de algunos de los primeros
misioneros cristianos, que claramente se refiere en Juan 1:1c a Jesús como “un
dios”. ¿Cuáles son tus pensamientos sobre esta evidencia? ¿Acaso alguien en tu
iglesia ya te ha compartido esto?”
La pelota está ahora de tu lado de la cancha.

Así que ahora se nos presenta esta traducción, que es evidentemente muy
temprana, en un lenguaje que utiliza un artículo indefinido (repetimos, el griego no
lo usa). Además, esta traducción usa el artículo indefinido en Juan 1:1c.
Entonces parece decir, “y la Palabra [Jesús] era un dios.”

¿Acaso este argumento constituye una prueba sólida de que los antiguos
cristianos entendían Juan 1:1c exactamente de la misma manera que los TJ
entienden ese texto hoy?

En principio, es posible que los TJ estén acertados en cuanto al texto


cóptico y en cuanto a lo que algunos cristianos antiguos hubieran creído. Sin
embargo, no parece que eso sea probable dado todo lo demás que conocemos
tanto acerca del cristianismo temprano como sobre la divinidad de Jesús. La
realidad histórica es que la iglesia cóptica aceptó íntegro el Credo Niceno, escrito,
digamos de paso, por Atanasio, un padre de la iglesia egipcio, que explícitamente
declara que Jesús es “Dios de Dios”. Ya que este es el caso, ¿cuál es la mejor
manera de entender esta nueva evidencia?” Para comenzar podemos examinar
todos los otros textos donde ocurre el artículo indefinido cóptico junto a noute
(repetimos, esa es la palabra cóptica para “dios”). Así podremos determinar
mejor si la interpretación de un “ser divino menor” tiene sustento legítimo.

Tenemos a disposición veintiséis pasajes para ayudarnos a entender cómo


los coptos usaban el artículo indefinido junto a noute. Estos veintiséis pasajes son
similares al texto griego de Juan 1:1c. En veintiuno de los casos, donde el texto
griego carece del artículo, el cóptico usa el articulo definido. Parecería que esto
apoyara la posición de los TJ, porque cuando la traducción cóptica utiliza el
artículo indefinido (como en el caso de Juan 1:1c), parece ser intencional.

¿Cómo entonces entendemos los cinco pasajes restantes donde el griego


carece de artículo, y donde el cóptico usa el artículo indefinido? (Estos cinco
pasajes son: Juan 1:1; Hechos 28:6; 1 Corintios 8:6; Efesios 4:6; 2
Tesalonicenses 2:4). Si la interpretación de los TJ fuera correcta, entonces sería
razonable encontrar otro texto, quizás varios textos, que resultan traducidos del
mismo modo como los TJ traducen Juan 1:1c. Si no fuera así, los TJ
simplemente están tomando una posible interpretación en español y forzándola
indebidamente en el lenguaje cóptico.

¿Acaso estos cinco pasajes restantes apoyan la posición de los T de J?


¿Será que la evidencia y los argumentos más convincentes están de su lado?
¿Deberíamos considerar a Jesucristo como “un” dios, y por lo tanto no
verdaderamente “Dios” como lo proclama la Iglesia Cristiana?

NUEVA EVIDENCIA

Nadie duda que la versión Cóptica Sahídica es una de las primeras y más
importantes traducciones del Nuevo Testamento griego original. La mayoría de
los especialistas estiman que la traducción Cóptica Sahídica data no más tarde
que el siglo IV y no antes del II (el mismo siglo que el más antiguo manuscrito
griego en existencia del Nuevo Testamento. (Este manuscrito es identificado por
los especialistas como “P52”).

Como tales, los manuscritos cópticos sahídicos presentan un rico depósito


de evidencia empírica. Nos dan una idea de las características que los textos
manuscritos griegos tempranos pueden haber presentado. Nos muestran cómo
los coptos entendían el texto en la época de la traducción. En realidad, el
propósito de la traducción cóptica sahídica fue constituir un vehículo para
proclamar el evangelio a través de Egipto donde los coptos habitaban. Este fue,
por lo tanto, el texto que utilizaron algunos de los primeros misioneros cristianos
que introdujeron el evangelio en Egipto.

Felizmente el conocimiento de esta evidencia cóptica sahídica no es nueva.


No tan feliz es el hecho que el acceso a nivel popular de estudios académicos
neotestamentarios legítimos sobre el tema, sí es nuevo. Tal es así que 2011 es el
primer año que una editorial académica principal – Oxford University Press –
publicó una obra dedicada exclusivamente a los varios usos del vocablo “dios” en
el idioma cóptico sahídico.

Por tanto, la mayor parte de los recursos disponibles a nivel popular,


desafortunadamente se limitan a foros, blogs y sitios en la web. También es de
lamentar que estos recursos no han sido examinados y evaluados por otros
especialistas, ni pubicados. Quedamos por tanto preguntándonos: ¿existen en
circulación otras opciones académicas? ¿Presentan los TJ la única o la mejor
solución?

POSIBLES SOLUCIONES ACADÉMICAS

Uno de tres escenarios nos ayudará a responder a la pregunta de cómo los


coptos usaban el artículo indefinido acompañando al vocablo “dios”. Cuáles son
las tres opciones?

Los Coptos hacían uso del artículo indefinido para indicar:


a) una distinción estilística,
b) un requisito gramatical, o,
c) una distinción interpretativa.

Reiterando, si bien es posible entender cada uno de estos cinco textos en


formas particulares, una solución única que satisfaga a todos los textos es
preferible a una solución que satisface a sólo uno de ellos. Dicho de otra manera:
una sola solución es mejor que cinco soluciones.

Estilística

El artículo indefinido cóptico puede indicar varias distinciones estilísticas.


Por ejemplo, en pasajes narrativos, el artículo indefinido cóptico puede indicar el
cambio de una entidad desconocida hacia una conocida. Un ejemplo de esto es
en el pasaje de la transfiguración. En Lucas 9:34-35, primeramente “una” nube
viene a Jesús, Moisés, Elías, Jacobo, Juan y Pedro. Pero después que la nube
fue introducida en el texto, el artículo cambia a “la” nube los cubre y oyen una voz
de “la” nube.

¿Satisface esta solución nuestros cinco pasajes?

Es tentador suponer que el artículo indefinido de algún modo indica esta


consideración estilística. Dos de los cinco pasajes – Juan 1.1c y Hechos 28:6 –
forman parte de material narrativo. Sin embargo, estos pasajes no se ajustan
para nada al modelo en que el artículo cambie de indefinido a definido. Ni en uno
ni en otro de estos pasajes está “dios” acompañado con el artículo definido. En
realidad, la única entidad en Juan 1:1 que pudiéramos esperar que cambie de una
entidad desconocida a una conocida (“el verbo”, o “la Palabra), va acompañada
del artículo definido a través de todo el pasaje. Además, como hemos notado,
sólo dos de los cinco textos son narrativos. Resulta por tanto, que la solución
estilística no es satisfactoria.

Gramatical

Una solución de tipo gramatical tendría lugar, si hubiera una razón


gramatical que hiciese necesario que el artículo indefinido formara parte del texto.
Resulta interesante que dos de los cinco pasajes cumplen esta condición. 1
Corintios 8:6 y Efesios 4:6 presentan construcciones similares, refiriéndose en
ambos casos a “un solo Dios”. Una de las formas en que el lenguaje cóptico
expresa la idea numérica de “uno” es utilizando el artículo indefinido. Por tanto
los artículos indefinidos funcionan numéricamente en ambos textos.

¿Qué ocurre con los tres pasajes restantes?


No hay nada en esos pasajes que requiera (o aún permita) esta idea
numérica (de “un solo Dios”). Sin embargo, las consideraciones de orden
gramático nos ayudan a agudizar nuestro enfoque. En primer lugar, ya hemos
resuelto dos de los cinco textos. Segundo, la gramática de los tres pasajes
restantes presenta un patrón común: las frases presentan a “dios” cerca del final
de la oración (formando parte de su “predicado”). Esto quiere decir que el sujeto
parece ser traslado al final de la oración. Generalmente esto ocurre cuando dos
cosas se presentan como equivalentes, tal como en la frase “él es un soldador”
(entonces, él = soldador). Esto apoya nuestro argumento aún más, de que la
mejor solución del uso del artículo indefinido será la que mejor resuelva los tres
textos.

Interpretativa

En general el texto del Nuevo Testamento cuando el artículo griego


aparece con la palabra “dios” se refiere al Dios de los cristianos (es decir, tal
construcción no significa meramente “divino” o “como dios”). Decimos “en
general” porque no siempre es así. Por ejemplo, “Dios” en Romanos 8:33 se
refiere al Dios de los cristianos, aunque el artículo no aparezca en el griego: “Es
Dios quién justifica.” En Filipenses 3:19, por el contrario, “dios” lleva el artículo
griego, aunque el texto no alude al Dios de los cristianos: “su dios es su vientre”.

¿Pero que sucede con el lenguaje coptco?

Se presentan circunstancias similares. Generalmente el copto, para


referirse al Dios de los cristianos, utiliza el artículo definido acompañando a noute.
Nuevamente, sin embargo, hay excepciones. En Apocalipsis 16:7 el copto no
presenta artículo con “Dios”, aunque evidentemente se está refiriendo al Dios de
los cristianos: “Señor Dios Todopoderoso.” Por otro lado, 2 Corintios 4:4 no se
refiere al Dios de los cristianos, sin embargo lleva el artículo definido: “el dios de
este siglo”.

Debido a que las referencias al Dios de los cristianos no siempre van


acompañadas con el artículo definido, y ya que el artículo indefinido en Juan 1:1,
Hechos 28:6, y 2 Tesalonicenses 2:4 no puede ser explicado por medios
estilísticos ni gramaticales, ¿qué nos queda?

La única opción viable es una distinción interpretativa. Los coptos


distinguían entre los usos definido, indefinido y cualitativo del artículo.

Si bien las categorías de artículos definidos (“el” o “ella””) e indefinidos (“un”


o “una”) nos resultan familiares, uno puede no tener tan claros los de tipo
cualitativo. Una gramática cóptica estándar describe los sustantivos cualitativos
como aquellos que se refieren a una entidad por su cualidad.1 En otras palabras,
en lugar de indicar “el” Dios de los cristianos (definido), o “un” dios (indefinido), el
artículo indicaría “las cualidades” del dios (o dioses) que el disertante o autor
imagina.

¿De qué manera se aplica esta categoría a nuestros tres textos?

En el caso de Hechos 28:6 (“cambiaron de parecer y dijeron que era un


dios”), la población local maltesa no entiende “dios” como el Dios de los
cristianos. Pero tampoco conciben que su propio concepto de “dios” fuera
inferior. Un especialista muy conocido ha dicho que los isleños hacen un giro de
más de 180 grados y concluyen que Pablo no es un “protegido de un dios sino un
dios real.”2 En otras palabras, el artículo indefinido indica las cualidades del dios
o dioses que la población imaginó.

Por otro lado, en 2 Tesalonicenses 2:4 no se da la misma claridad


contextual: “haciéndose pasar por Dios”. Aunque algunos comentaristas
modernos difieren, la mayor parte de ellos está de acuerdo en que Pablo se
refiere a Dios con D mayúscula. Como hemos mostrado, el artículo indefinido
cóptico no necesariamente indica indefinición (un dios). No debemos asumir que
el artículo indefinido siempre indica indefinición. En cambio, el uso del artículo
indefinido como indicación de una cualidad distintiva, es una interpretación más
razonable del pasaje: “haciéndose pasar por [alguien que posee las cualidades
de] Dios”. Esto satisfaría a los comentaristas que piensan que se trata de Dios
con D mayúscula y a aquellos que piensan que es dios con d minúscula.

Tanto en Hechos 28:6 como en 2 Tesalonicenses 2:4, la interpretación más


probable del artículo indefinido acompañando a “dios” es descriptiva/cualitativa.

Juan 1:1c

¿Qué podemos decir sobre nuestro texto controversial, Juan 1:1c? Hasta
el momento, la mejor manera de entender el uso cóptico del artículo indefinido es
que ellos estaban haciendo una distinción interpretativa y cualitativa. Esta
distinción había de describir las cualidades de calquier dios/entidad a la que se
refiriera el disertante o autor, o ambos. Concluimos que la población maltesa de
Hechos 28:6 decía que Pablo poseía las cualidades de “un dios”. Esto concuerda
bien con la manera en que los coptos probablemente entendían el texto:
descriptivamente. La población no consideraba a Pablo como un dios falso o un
dios menos divino. En cambio, la población lo describía como uno que se
caracterizaba por tener las cualidades de “dios” según ellos entendían ser los
dioses.
A su vez, la mejor manera de entender 2 Tesalonicenses 2:4 es que el
autor se está refiriendo a las cualidades del Dios de los cristianos, aun cuando el
“hombre de pecado” no es el Dios de los cristianos. Un especialista lo expresa
así: “Es por tanto preferible interpretar la caracterización como de alguien que se
exalta a sí mismo jactanciosamente por encima de cualquier dios percibido o
real.”3 De nuevo, esto complementa a la forma en que los coptos probablemente
entendían el texto: descriptivamente. El “hombre de pecado” no se exaltaría a sí
mismo como un dios falso o un dios menos divino, sino como alguien quien se
atribuye las cualidades de “dios” (en este caso, el Dios de los cristianos).

La misma categoría se aplica fácilmente a Juan 1:1c. Esta comprensión


cualitativa/descriptiva hace el mejor sentido como parte de la introducción del
Evangelio de Juan. Los coptos entendían que Juan se refería a “el Verbo” o “la
Palabra” como poseyendo las mismas cualidades del Dios de los cristianos. Si
uno rechaza los argumentos que hemos expresado, la única posible
interpretación viable que resta, dados los otros usos, sugeriría que los coptos
interpretaban que “el Verbo” sería como un “dios de los paganos” (comparar
Hechos 28:6), o algún “dios usurpador” (ver 2 Tesalonicenses 2:4). Si tal fuera el
caso, entonces, “Houston, ¡tenemos un problema!”. Tal interpretación nos deja
con muchas más dificultades.

Primero, otros pasajes en el texto copto presentan explícitamente a Jesús


como “Dios” usando el artículo definido. ¡Ni siquiera hace falta salir del primer
capítulo de Juan! En ese capítulo y libro se hacen referencias claras a Jesús
como Dios (ej. Juan 1.18; 20:28). También podemos citar otras partes del Nuevo
Testamento (Tito 2:13; 1 Juan 5:20). Es improbable que los traductores coptos
hayan interpretado al autor del evangelio de Juan refiriéndose a Jesús en Juan
1:1c como a un “dios pagano” o “un dios impostor”, y luego 17 versículos
después, como al Dios de los cristianos. Aún si uno insistiera en rechazar todos
estos pasajes, la evidencia de manuscritos indica que los coptos, muy temprano
en la historia, se sentían cómodos adjudicando el vocablo “Dios” a Jesús- ¡con el
artículo definido! Obsérvese como uno de los manuscritos coptos más antiguos,
identificado como P.11710, lee: “Jesús Cristo, que es Dios.”4

Segundo, existían otras palabras coptas para expresar la idea de Jesús


como meramente divino, de carácter divino, o semejante a Dios, si hubieran
deseado usarlas, pero evidentemente no lo hicieron.

Tercero, el mismo contexto global- capítulo, libro y Nuevo Testamento-,


todo disminuye la probabilidad de cualquier interpretación diferente de la
cualitativa.
Cuarto, otros ejemplos de sustantivos comunes con artículos indefinidos
cópticos están disponibles para comparación. Por ejemplo, tomemos la palabra
“profeta” en Juan 4:19: “Le dijo la mujer: ‘Señor, me parece que tú eres [uno que
tiene las cualidades de] un profeta.’” Las otras dos soluciones chocarían con este
ejemplo- un profeta pagano o impostor. Por el contrario, la solución “distinción
interpretativa” funciona bien.

Estas cuatro razones reducen la probabilidad de que los coptos usaban el


artículo indefinido para sugerir que “el Verbo” era o bien un dios de los paganos, o
bien un dios usurpador.

ARRIBANDO A UNA CONCLUSIÓN

Reflexionemos por un momento sobre las tres opciones que hemos


analizado. ¿Será que una de las opciones se ajusta mejor a los tres textos? ¿Era
totalmente aleatoria la manera en que los coptos usaban el artículo indefinido con
“dios”, o eran selectivos a propósito?

Admitimos que se podría decir mucho más en este diálogo. Pero a la luz
de esta sola nueva evidencia, es tiempo de avanzar en la conversación.

Al considerar el testimonio del Nuevo Testamento, la evidencia cóptica con


respecto al artículo indefinido muestra cuán extraño sería llamar a Jesús “un dios”
en Juan 1.1c. Según hemos descubierto, es mucho más probable entender a
Jesús como poseyendo todas las cualidades de Dios- con D mayúscula.

Sin embargo, esto no silenciará el clamor de todos los TJ. Siempre será
posible argumentar a favor de una interpretación diferente de Hechos 28:6 y 2
Tesalonicenses 2:4. Igualmente posible sería que Juan 1:1c signifique algo
diferente a lo que las tres ramas del cristianismo ortodoxo- Catolicismo Romano,
Iglesia Ortodoxa Oriental y Protestantismo- han interpretado a través de la
historia. Nuestra tarea no consiste en eliminar categóricamente todas las posibles
interpretaciones. Más bien esperamos ofrecer la explicación más probable: es
decir, una explicación que se ajuste a las tres instancias y que se deriva de una
interpretación gramatical apoyada por los expertos en la materia, y no de una
agenda teológica.

Evangelismo Efectivo

Volvamos a nuestra discusión inicial con los TJ. (Antes de que la pelota
quedara en nuestro lado de la cancha). Él preguntaba:
TJ: “Aunque estemos de acuerdo en no estar de acuerdo sobre la mejor
manera de traducir del griego, ¿has oído sobre la nueva evidencia que ahora
tenemos a favor de nuestra traducción? Proviene de algunos de los misioneros
cristianos más tempranos, que claramente se refiere en Juan 1:1c a Jesús como
“un dios”. ¿Cuáles son tus pensamientos sobre esta evidencia? ¿Acaso alguien
en tu iglesia ya te ha compartido esto?”

Nuestra respuesta abreviada sería: “Gracias por compartir tus creencias y


esta evidencia adicional. Estoy de acuerdo que es importante, y que debemos
continuar un diálogo sano. También estoy de acuerdo en que toda evidencia
viable debe ser considerada, verificada y evaluada académicamente.

Asimismo me consta esta nueva evidencia, y he sopesado las varias


opciones.

En última instancia, creo que la mejor explicación de los tres pasajes


conteniendo el artículo indefinido en la versión cóptica sahídica del Nuevo
Testamento, es la cualitativa. Por tanto, Juan 1:1c debería leer: ‘y el Verbo
[Jesús] era [posee las mismas cualidades que] Dios’. Esta categoría, que tiene el
apoyo de los académicos, también se ajusta bien al contexto de otros pasajes
gramáticalmente similares, y es la que mejor se corresponde con lo que se afirma
en otros lugares tanto en la escritura como en la historia de la iglesia. Pero si aún
no estuviésemos de acuerdo en Juan 1:1c, ¿estarías de acuerdo en observar
conmigo cómo los coptos claramente consideraban a Dios con D mayúscula en
otros pasajes del Nuevo Testamento que están fuera de discusión?”

Brian J. Wright, Th.M. es un capellán en el Departamento de Justicia de los


Estados Unidos.

Tim Ricchuiti, Th.M. es un autor y educador en Dallas, Texas, Estados Unidos.

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1 Bentley Layton, A Coptic Grammar: Sahidic Dialect (Wiesbaden,
Germany: Harrassowitz, 2000), 227.
2 Richard I. Pervo, Acts: A Commentary, ed. Harold W. Attridge
(Minneapolis: Fortress, 2009), 674.
3 Abraham J. Malherbe, The Letters to the Thessalonians: A New
Translation with Introduction and Commentary (New York: Doubleday, 2000), 420.
4 Andrew E. Bernhard, Other Early Christian Gospels: A Critical Edition of
the Surviving Greek Manuscripts (New York: T and T Clark, 2007), 127.

[Traducción del inglés: Andrés L. Prichard y David G. Prichard]  

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