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Forme un circulo con los participantes sentados en sus sillas (sin mesas),
de forma que queden muy juntos.
2. Entregue a cada participante un globo y pídales que se tomen
individualmente unos segundos para pensar cuál es su sueño más grande.
3. Pida a 3 o 4 participantes que voluntariamente compartan su sueño más
grande.
4. Dígales que ahora van a materializar su sueño, por lo que van a pensar que
tienen en sus manos magia que van a transmitir al globo y a los/as demás
participantes.
5. Indique que pueden comenzar a inflar su globo y mientras lo hacen
imaginen como, a medida que el globo crece, se va haciendo realidad su
sueño y experimentan la felicidad que eso les provoca.
6. Cuando los globos estén inflados, solicite a las personas participantes que
escriban su sueño en el globo o si prefieren dibujen algo relacionado,
despúes pida que los observen y traten de imaginar que sienten al ver sus
sueños materializarse.
7. Ahora pida que se pongan de pie y den vuelta a las sillas, de forma que
estas delimiten el espacio en el que permanecerán.
8. Solicite 4 personas voluntarias, de preferencia que no estén participando
en el taller, e indíqueles que se queden afuera del círculo y se distribuyan
en distintos lugares del salón o del espacio en que se desarrolla el juego.
9. A quienes están dentro, pídales que formen el circulo mirando hacia
adentro y que se mantengan muy juntos.Que imaginen que su sueño puede
llegar mucho más alto, entonces pueden jugar con su globo y cuanto más
alto llegue el globo, es decir, cuanto más alto se atrevan a soñar, más se
acerca la posibilidad de que sus sueños se hagan realidad. ¡Invítelas a
impulsar su sueño!
10. Indique que hay una restricción: Tienen que cuidar su sueño porque si al
lanzarlo, este se sale de su círculo, una de las personas que están afuera lo
tomará y lo reventará. Entregue un alfiler a cada una de esas 4 personas
11. Dé la señal para comenzar y desarrollen el juego por máximo 1 minuto.
Reflexionar
10 mins
1. Pregunte:
¿Cuántos globos quedaron?
¿De qué se dan cuenta con esta dinámica? ¿En qué se parece a la
realidad “afuera” en la escuela, la casa, el barrio, la provincia, el país?
¿De qué manera nos” revientan” en la vida real nuestros sueños?
¿Cuál es la peor manera en que nos pueden matar un sueño?
Ahora ¿Cómo puedes tu “reventar” el sueño, el proyecto de otras
personas? Honestamente levanten la mano y digan ¿Quiénes lanzaron
los globos de otros hacia afuera?
¿Quiénes perdieron sus sueños? ¿Cómo se sintieron cuando los
perdieron?
¿Cómo se hubiera logrado que los globos/sueños de todas y todos
sobrevivieran?
Integrar conocimientos
10 mins
1. Señale:
Existen muchos riesgos para los sueños, es decir hay muchas veces en
que un proyecto se puede ver no realizado a veces por razones
personales (miedos, temores, permanecer en zona de confort, etc.)
pero también hay muchos factores externos que pueden afectarlo, esos
factores pueden ser causas naturales, una enfermedad, la muerte de
alguien importante en nuestras vidas, un terremoto pero también
pueden ser estructurales (no hay garantías de acceso a salud,
educación, atención especializada, etc.). También pueden ser personas
las que influyan negativamente en la materialización de nuestro sueño,
que se burlen de ello, o que incluso impidan (intencionalmente o no)
que se realice. Muchos de estos factores o riesgos constituyen
vulneraciones a nuestros derechos o amenazas para los mismos que
afectan la materialización de nuestros proyectos de vida o el
desarrollo de nuestras capacidades para lograrlos.
También es importante revisar cuando somos nosotros/as quienes
reventamos los globos de otras personas, por ejemplo burlándonos lo
que afecta su proyecto de vida.
1. Técnicas de respiración
Algunas de las técnicas de relajación para niños y adultos más sencillas y
habituales se basan únicamente en la respiración. Resulta de utilidad hacer
que se sienten en una posición cómoda y que, en silencio o con música suave,
inspiren profundamente por la nariz y exhalen poco a poco por la boca. El niño o
niña puede poner una mano en su pecho y otra en el estómago, para observar cual
de los dos se mueve. En los más pequeños puede ser útil utilizar analogías, como
imaginar que es un acordeón o un globo.
En cada grupo de músculos se pedirá que se tensen durante unos pocos segundos
para posteriormente relajarlos el triple de tiempo del que hayan estado tensados,
haciéndose este proceso hasta tres veces seguidas con cada grupo muscular.
Esta técnica no debería ser empleada antes de los siete años de edad, ya que
además de requerir concentración y control voluntario de la respiración puede
resultar compleja de entender y llevar a cabo por un niño de menor nivel
evolutivo.
3. Relajación de Koeppen
Similar a la relajación de Jacobson, esta metodología se emplea de cara a hacer
más ameno, entendible y agradable los ejercicios de relajación para los niños
más pequeños al hacerla como un juego. En este caso se emplea un método
más simbólico y lúdico, a través de la imaginación de diversas situaciones en las
que necesitarán tensar y relajar diferentes partes del cuerpo.
Para relajar las manos se les pide que actúen como si tuviesen que exprimir una
naranja o limón, para los brazos y pies que hagan como si se estuviesen
hundiendo en el barro, para los hombros que se protejan como lo haría una
tortuga, para los brazos que se estiren como un gato, para la mandíbula que
piensen que están mascando chicle, para la cara que intenten espantar una mosca
sin usar nada más que la cara y para el abdomen que lo tensen para evitar que los
aplaste un elefante o que hagan como si tuviesen que pasar por un espacio muy
estrecho.
5. Cantar
Cuando pensamos en calmar a un niño, una de las imágenes típicas que se vienen
a la mente es una madre o padre cantando a su hijo mientras le acuna. La música
es un elemento muy importante para el ser humano, que a lo largo de todo el
ciclo vital puede acompañar nuestro estado emocional e incluso aliviar nuestro
malestar.
Cantarles o hacerles cantar de forma conjunta una canción simple, corta, que le
guste y conozca bien y que exija un ligero esfuerzo para controlar el tono y el
ritmo ayudará a mejorar el estado de tensión y relajar al infante.
6. Somos marionetas
Un ejercicio de relajación en forma de juego que puede gustar a niños de
todas las edades. Se basa en que se les dice que son marionetas que están siendo
controlados por un marionetista, teniendo un hilo o cuerda en cada extremidad,
en la espalda, y la cabeza. Se les va ir diciendo que el marionetista va tirando de
las diferentes cuerdas con el fin de que vayan haciendo diferentes gestos y
acciones.
Sin embargo pasado un rato se les dice que el marionetista en cuestión es torpe y
de vez en cuando deja caer una de las cuerdas, con lo que deben dejar totalmente
muerta la parte del cuerpo correspondiente durante unos segundos. Esta segunda
parte se mantiene durante varios minutos. El juego termina diciendo que al
marionetista se le caen todas las cuerdas a la vez y/o deja las marionetas,
teniendo que destensar todo el cuerpo.
En este estado inicial deben tensar todo lo que puedan los músculos y estar
inmóviles y encogidos. Sin embargo, esta llegando la primavera y con el sol, el
cual los va ir derritiendo poco a poco. Con ello, de forma progresiva el niño ha de
ir relajando los músculos,estirándose y destensándose.
8. Resistir la risa
Se trata de algo que probablemente todos hayamos hecho en alguna ocasión. Se
basa en pedir al niño que mire a otra persona permaneciendo en todo
momento quieto y mantener la compostura intentando no reírse, mientras
que la otra persona debe hacer todo lo posible por hacerle reír. Sirve desde
intentar sostener la mirada, hacer bromas e incluso cosquillas.
Tanto para el que intenta resistir la risa como para el que intenta hacer reír este
ejercicio de relajación permitirá que se centren en el otro o en la situación en sí.
9. Masaje
Un abrazo, una caricia... si bien no ocurre en todas las situaciones ni para todas
las personas, el contacto físico con otra persona tiende a ser un elemento
tranquilizador para el ser humano.
Posteriormente se realiza el mismo ejercicio, pero esta vez hacia los dos
lados, y finalmente un tercer par de veces hacia atrás. En todo momento el eje
del cuerpo permanece en el mismo sitio, solo variando la posición de piernas y
manos. Después de unas pocas repeticiones se finaliza el ejercicio sentándose y
centrándose unos pocos minutos solo en la respiración normal.
13. El camaleón
En este ejercicio, el niño o niña juega a imitar los movimientos del camaleón. De
este modo, el pequeño se tumba en el suelo y debe llegar a agarrar un objeto
situado a unos dos o tres metros de distancia, desplazándose hacia él gateando
muy lentamente.
14. Texturas
Para este ejercicio se necesita utilizar una pizarra de corcho grande y clavar sobre
ella un circuito de diferentes texturas que formen una ruta. Con este material, el
niño o niña sigue este circuito lentamente con la mano hasta llegar al punto final.
Se puede utilizar cordón, diferentes telas, piezas de plástico suave, etc.