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Cada día del 2019 han ocurrido 34

homicidios en el país
Con 129 casos más, siguen en aumento. Se mantiene la tendencia al alza de los últimos
cinco años.

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Los hombres asesinados siguen siendo más del 90 por ciento de homicidios.

Foto:

Leonardo Ballesteros / Noctámbulo Citytv


Relacionados:

Bogotá
Medicina Legal
Antioquia
Valle del Cauca
Homicidios
Por: Justicia
01 de octubre 2019 , 04:08 p.m.

Entre enero y agosto del 2019, se produjeron en Colombia 129 homicidios más que en el
mismo periodo del 2018, de acuerdo con cifras de Medicina Legal. Este aumento representa
una diferencia de 1,72 por ciento. Y, si se compara con la cifra de hace cinco años, en
2019 se han registrado 871 homicidios más que en el 2015, equivalentes a un aumento
de 12,94 por ciento.

De acuerdo con el más reciente consolidado de la entidad, en lo corrido de este año, hasta
agosto, fueron asesinadas 7.602 personas. Si se divide este número entre los 242 días
corridos hasta el 30 de agosto, el promedio de homicidios es de 34,41 por ciento cada día.

El Instituto de Estudios para La Paz (Indepaz), reportó que de acuerdo con los registros
recolectados por diferentes organizaciones sociales, durante el primer año del Gobierno
del presidente Iván Duque se cometieron 226 asesinatos de líderes sociales y defensores
de Derechos Humanos en el país.

Así lo señaló en diálogo con RCN Radio, Camilo González Pozo, director de esa
organización y quien aseguró que se presentó una leve disminución en comparación con el
último año del gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, cuando se obtuvo un
reporte de 268 crímenes de este tipo.

González Pozo precisó que sus estadísticas evidencian un número más alto de asesinatos de
líderes sociales ya que son recolectadas y depuradas por las propias organizaciones sociales
en la zona que cuentan con una mayor cobertura que otras instancias institucionales e
internacionales, como la Defensoría del Pueblo y las Naciones Unidas (ONU).

Lea también: Cerca de 500 líderes han sido asesinados en los últimos dos años: Defensoría

De acuerdo con los registros oficiales de la Defensoría de Pueblo, entre el mes de marzo
de 2018 y y mayo de 2019, se reportaron 196 crímenes de líderes sociales.
Por su parte, la Fiscalía General de la Nación, reveló que a la fecha ese organismo ya logró
el esclarecimiento de un total de 175 de los 292 crímenes de líderes sociales y
defensores de Derechos Humanos, reportados por la Oficina de Naciones Unidas entre el
período de 2016 a 2019.

De acuerdo con los investigadores, se trata de una cifra récord en los últimos cuatro años, al
presentarse una efectividad del 59,93 % en los reportes recibidos por las autoridades.

Lea más: Amenazas a líderes sociales aumentarán por elecciones: Defensoría del Pueblo

¿Por qué siguen asesinando líderes?


El presidente de Indepaz afirmó que el Gobierno de Iván Duque está en mora de
reconocer que ha sido insuficiente la política que se ha venido implementado, para frenar
los ataques contra líderes sociales en el país.

“Al presidente Duque le quedó grande reconocer que la política en está materia ha sido
insuficiente porque la estrategia de seguridad que ha sido definida por el Gobierno, no
coloca los problemas de la paz en el centro y desvía la atención hacia una estrategia de
seguridad corporativa, para la iniciativa inversionista y no la seguridad en los territorios”,
dijo.

González Pozo señaló que las autoridades deberían centrar su atención en regiones que
han sido identificadas como rojas, debido a los ataques contra defensores de Derechos
Humanos, por disputas territoriales a fin de quedarse con las riquezas producto de la
explotación ilegal del oro.

“La región más crítica es toda la región que va desde el medio atrato, Norte y Bajo Cauca
antioqueño, Magdalena Medio y sur de Bolívar, por la presencia de múltiples grupos
armados e interés de grupos y de intereses económicos en disputa”, advirtió.

El representante de Indepaz dijo que ante esta situación, se requiere de una política integral
para atender problemas de fondo de los pequeños mineros y que se ponga orden a ese
tipo de económicas ilícitas que son generadoras de lavados de activos financiadas por
grandes inversionistas.

De igual forma, indicó que hay otra gran disputa por las tierras de la Mojana, al igual
que en el sur del país en zonas como Tumaco (Nariño), por la apropiación de las rutas del
narcotráfico.

“Ahí hay economías ilícitas, intereses y corrupción y por ello, no basta con que se mate
a un Guacho o persigan a su sucesor, porque aparece otro, ya que son sólo alfiles, sicarios
o grupos armados de seguridad al servicio de negociantes y empresarios que tienen
estructuras macrocriminales”, indicó.
Agregó que "el problema más grave para los líderes no es la falta de chalecos, sino la
continuidad de la estigmatización y los discursos del odio, porque después vienen los
disparos del odio” dijo González Pozo.

Más información: Comunidades del Cauca piden protección por amenazas a líderes
sociales

¿Fracasó Duque en la defensa de Líderes?


A su turno, Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, calificó con un
puntaje de cinco sobre diez, la gestión realizada por el Gobierno de Duque con la
protección de los lideres sociales.

No obstante, señaló que esta calificación obedece a la reducción en la tendencia nacional de


los crímenes de defensores de Derechos Humanos en los dos últimos meses, pero no por
las acciones adoptadas por el Gobierno.

En ese sentido, indicó que el Presidente Duque no ha sabido elegir a los encargados de
su Gobierno, frente a las actuaciones y la defensa de los voceros comunales.

“La señora Claudia Ortiz (suspendida directora de la Agencia de Desarrollo Rural), dijo en
su momento que los liíeres sociales eran guerrilleros. En el plan de acción se colocó al
general retirado Leonardo Barrero muy cuestionado en las fuerzas militares”, dijo Ávila.

Sostuvo que todo parece indicar que los periodos electorales (como lo fue en el último año
de Santos), tienden a ser muy dramáticos en la victimización de líderes sociales.

“Hay que esperar si la reducción en el primer año del Gobierno de Duque es una tendencia
prolongada, o si previo a las elecciones de octubre vuelven a incrementarse los
números”, señaló Ávila.

Lea también: Concejo de Cali denuncia amenazas contra cinco líderes sociales

Los departamentos en rojo


Un informe de la Defensoría del Pueblo conocido por RCN Radio, reveló las zonas del
país con el mayor registro de casos de crímenes de líderes sociales, entre marzo de 2018
y mayo de 2019.

De acuerdo con ese reporte, los departamentos más críticos por casos de homicidios de
voceros comunales son: Cauca con 36 crímenes de líderes sociales, seguido por
Antioquia 26; Norte de Santander 17; Valle del Cauca 17; y Caqueta, Nariño y
Putumayo cada uno con 15 asesinatos reportados.
El Defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, indicó que se requiere de una mayor
inversión para fortalecer la Unidad Nacional de Protección (UNP) y la unidad de
víctimas, entidades a las que se les debe exigir un respaldo eficiente hacia los líderes que
resultan amenazados.

“Darle la solución de la garantía de la vida, no es darle a todo el mundo un carro


blindado, pero sí hay que estar pendiente en el momento inmediato cuando ocurre la
amenaza, porque una amenaza no atendida con seguridad es un asesinato de un líder o una
lideresa social”, dijo.

Las claves de los bombardeos contra las


bandas criminales
Este año se han realizado 4 operaciones de este tipo, todas contra el Eln.

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Por: JUSTICIA
09 de mayo 2016 , 10:18 p.m.

Este fin de semana, con la operación aérea que puso fin en selvas del Chocó a la carrera
criminal de alias Franklin, el sanguinario jefe del frente ‘Cimarrones’ del Eln, los
bombardeos de la Fuerza Aérea volvieron a demostrar su efectividad en la lucha contra los
grupos ilegales más poderosos del país.
Con inteligencia de la Policía, que ubicó las coordenadas exactas donde estaba el
guerrillero buscado por homicidios y secuestros perpetrados en el Chocó y por su poder de
financiación a través del narcotráfico y la minería ilegal, los aviones de la FAC aplicaron en
el sitio el máximo poder de destrucción en manos del Estado, las bombas, y dejaron fuera
de combate a 4 guerrilleros sin que haya sido denunciado ningún daño colateral.

Esa misma arma, desde la semana pasada, tiene luz verde para ser usada contra las bandas
criminales más poderosas: el ‘clan Úsuga’, ‘los Pelusos’ y ‘los Puntilleros’. Son grandes
‘grupos armados organizados’ que tienen capacidad de fuego similar a las de ejércitos
irregulares en algunas regiones y que, según las cuentas de las autoridades, tienen entre
todos cerca de tres mil hombres armados.

La orden de bombardear, sin embargo, no será aplicable en todos los casos. De hecho este
año, con la operación que descabezó al frente ‘Cimarrones’ el sábado, apenas se han
realizado cuatro bombardeos.

Con las bandas se utilizarán los mismos exigentes protocolos que hoy se aplican en el caso
de las guerrillas (en el caso de las Farc, esta herramienta está suspendida hace más de un
año, en atención a los avances de la mesa de paz de La Habana) y que en más de una
ocasión han llevado a la decisión de abortar una operación con el objetivo plenamente
ubicado por el hecho de que en el lugar hay civiles que también serían afectados.

Para dar luz verde a los bombardeos se hace un examen sobre los riesgos de daño colateral
y se verifica con inteligencia que el objetivo esté en el sitio.

Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), dice
que la decisión de bombardear las bandas es adecuada, pero advierte que el Estado debe
maximizar las prevenciones para riesgos colaterales, como el desplazamiento forzado. Estas
son las claves para comprender cómo se usará la “máxima capacidad de fuerza” del Estado
contra esos grupos.

1. Códigos Alfa y Beta

La Fuerza Aérea usa el código Beta para los bombardeos, que son operaciones planeadas en
las que los aviones más usados son los Tucano. Estos cuentan con 2 ametralladoras calibre
0,50 y 5 puntos bajo las alas con capacidad para llevar 3.300 libras en bombas y cohetes.

En su arsenal, Colombia tiene bombas guiadas o inteligentes –como las usadas en la


operación Sodoma– y bombas de caída libre. Las guiadas cuentan con dispositivos GPS, un
láser infrarrojo en tierra, que las guía, y el sistema electroóptico.

También se usa el código Alfa Charlie, que significa vía libre para ametrallamiento o
lanzamiento de cohetes, que se hacen desde aviones y desde los helicópteros Arpía, en su
versión repotenciada. Usan proveedores de 2.000 balas.

2. Los ‘objetivos legítimos’


La directiva del Ministerio de Defensa ubicó a las tres bandas más fuertes del país como
bandas tipo A.

A esos “grupos armados organizados”, dice la directiva, se les podrá aplicar toda la fuerza
del Estado por considerar que tienen “mayor capacidad hostil contra las instituciones y la
población, campamentos, armas largas, uniformes y presencia en el territorio”.

3. Cuándo abortar una operación

A toda operación de bombardeo la precede una serie de verificaciones de inteligencia que,


llegado el momento, tienen un análisis operacional y jurídico por expertos de la FAC. La
evaluación de un daño colateral siempre está presente, y dependiendo del riesgo de
afectación a la población civil (de nivel medio hacia arriba), crece la posibilidad de abortar
una misión. En las operaciones más sensibles se usan las bombas inteligentes, que son
guiadas electrónicamente y cuya precisión se acerca al 100 %.

4. Operaciones inteligentes

En toda operación de bombardeo participa un avión de inteligencia de los que tiene en


servicio la Fuerza Aérea y que graba toda la operación y entrega información en tiempo
real sobre los movimientos en tierra del objetivo y de terceros en la escena. En esas
misiones se usan naves como la King Air 300, Vampiro SA 2-37 B, Citation lV SR-560 y
Merlín.

Operación militar del Caquetá

Pasadas las 10:30 de la noche del jueves 29 de agosto, dos aviones Súper Tucano salieron
de la base de Apiay, en el Meta, rumbo a la vereda Candilejas, zona rural de San Vicente
del Caguán, Caquetá.

Los pilotos de la Fuerza Aérea fueron informados de que los protocolos de bombardeo
(operación tipo beta) estaban autorizados por el alto gobierno y que el objetivo
quedaba cerca a la latitud 1.51813, longitud -74.1505.

Interceptaciones de comunicaciones y fuentes humanas daban cuenta de que en el lugar


había un campamento móvil de la disidencia del frente séptimo de las Farc, liderado por
Rogelio Bolívar Córdoba, alias Gildardo Cucho.

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