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1. 1 LA MAMÁ
Leyendo la Biblia en voz alta,
Hablándole del amor de Dios.
Cantándole al Señor.
Diciéndole repetidas veces cuanto lo ama y que tan importante es para Dios y para ella.
Expresándole que tan feliz y gozoso va a ser su nacimiento.
Acariciándolo, hablándole de Dios y de Su creación.
Cuidando su cuerpo.
1.2 EL PAPÁ
Orando por el bebé en voz alta.
Hablando al bebé con ternura.
Leyendo la Biblia con la mamá y el bebé.
Infundiéndole seguridad y protección para el día de su nacimiento.
Amando a su esposa.
Expresándole su amor y aceptación.
Capaz de aprender.
Oye y responde a las voces y a la música o cantos.
Es sensitivo a los sentimientos de los padres.
Capaz de responder al amor.
Es un ser humano con sentimientos.
Es un ser perceptivo, sensitivo y dependiente.
Las primeras 12 horas después del nacimiento son las más importantes para el bebé en el sentido afectivo,
se recomienda que esté cerca de la mamá y que ésta lo acaricie, le hable, le de la bienvenida para que el
bebé sepa que lo estaban esperando con gusto. Las mamás pueden estar seguras y confiadas durante el
parto, pues Dios está en control de todo. (Isaías 66:7-9)
“Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que
enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”. 1 Corintios 2:13
Esta escritura la tomamos como base bíblica para saber que a los bebés los ministramos de espíritu a
espíritu; es decir que cuando les hablamos de Jesús o les enseñamos Su Palabra, o les cantamos cantos de
adoración y alabanza a Dios, el área de su ser que está recibiendo es su espíritu, porque cuando nacemos
somos espíritus que tenemos un alma donde están nuestras emociones, pensamientos y voluntad, y que
habitamos en un cuerpo. Lo que une al bebé con Jesús es el espíritu del bebé y es ahí donde le
ministramos. Aunque veamos que no nos entiende, o que está distraído, no debemos de menospreciar ni
privarlos de que su espíritu reciba el alimento de vida, porque no es a través de sus 5 sentidos (oído, tacto,
olfato, gusto, vista) Ni tampoco en su área intelectual, ni en la emocional donde el bebé recibe la
ministración de la Palabra, es a su espíritu.
3.2 ORACIÓN.
Cuando oramos por un bebé debemos de transmitirle el amor y la seguridad que el puede encontrar en
Jesús. Nuestra oración debe fortalecer su espíritu. La oración debe incluir promesas de la Palabra para su
vida como: “No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se
adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel”. (Salmos 121: 3-4). Declarar en el bebé: Dios siempre
te guardará Enrique y te dará seguridad en todo lo que hagas. “Y serán para mi especial tesoro, ha
dicho Jehová de los ejércitos...” (Malaquías 3:17). Declarar en el bebé: Dios te amará siempre cuidando
de ti, todos los días de tu vida, porque tu eres su especial tesoro.
El principal recurso que tenemos es orar en el Espíritu, utilizándole don de lenguas porque en la mayoría
de los casos el bebé no puede expresar lo que le aqueja sobre todo si está llorando. Las mamás desarrollan
la habilidad de reconocer el llanto de su bebé, el cual puede ser por falta de sueño, por hambre, por un
cólico, por rozadura, por frió, por miedo, por rechazo, por abandono; como maestros de cuneros tal vez
no conozcamos tanto a los bebés como para reconocer el motivo de su llanto, es aquí cuando una vez que
hemos suplido todas sus necesidades y no logra tranquilizarse, el Espíritu Santo nos ayudara a orar
conforme a la necesidad del bebé. Rom. 8:26 Toda oración que hacemos por un bebé debe ser en voz baja
sin espantarlo, nunca se debe hacer una oración de guerra espiritual en la que confrontemos al enemigo.
El ambiente espiritual:
Es tan importante para un bebé como para cualquier persona de otra edad. Sólo que
los bebés tienen reacciones que a veces los adultos no pensamos que tengan. Su espíritu está muy
receptivo a la condición espiritual del ambiente donde se encuentre.
De acuerdo a sus características el bebé necesita un ambiente de tranquilidad, donde se respire amor,
armonía, tranquilidad etc., ya que los bebés son muy perceptibles a cualquier ambiente de hostilidad que
le rodee. Recordemos que los demonios son espíritus que andan deambulando y por lo mismo debe ser
limpiado espiritualmente a través de una oración. El hogar así como los salones de cunas de las
Congregaciones deben ser un lugar de alabanza y adoración a Jesús. Los salones de cunas no deben
usarse por ningún motivo como lugares de liberación espiritual.
Muchas veces podemos cuestionarnos porque un bebé nace con un defecto o con una deficiencia o
enfermedad crónica. La respuesta a estas preguntas es la misma para responder ¿porqué hay niños
pobres? Dios no tiene nada que ver en cuanto a la mal formación o enfermedad de un bebé pero si
tiene que ver en cuanto a su Restauración Total Física y Espiritual.
Sabemos que los bebés son los seres más vulnerables e indefensos de la creación y que están expuestos a
multitud de asechanzas y ataques por parte del enemigo. No todo en el mundo del bebé es color de rosa,
muchos de ellos están sufriendo, están siendo atormentados por temores, miedos, otros están siendo
abandonados y rechazados por sus propios padres, aún desde el vientre, otros están sufriendo por una
enfermedad o dolor, otros son producto de una violación o fueron concebidos bajo estado de
drogadicción, otros sufrieron intento de aborto, otros están viviendo en un ambiente hostil, por eso es
necesario que alguien ore a favor de sus necesidades.
4. 5 LOS CANTOS
La alabanza a Dios cambia las cosas. Algo que el enemigo no resiste es la alabanza, por eso debemos
recurrir a ella para echar fuera toda opresión en el bebé: Alabanzas de victoria, de gozo, del poder de
Jesús ahuyentará los malos espíritus. “Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a
la roca de nuestra salvación”. (Salmos 95:1)
4. 6 ORAR EN LENGUAS
Cuando no sabemos que está oprimiendo al espíritu del bebé, interceder en lenguas espirituales, esto es
una arma poderosa que Dios nos ha dado para ministrar porque el Espíritu nos ayuda en nuestra
intercesión como conviene. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles”.
4. 7 LA ORACIÓN NOCTURNA: Cuando un bebé no duerme tranquilamente y percibimos que es
una razón espiritual todas las noches mientras ya está dormido debemos leer Salmos de protección en
forma personalizada poniendo el nombre del niño. Ejemplos: “Juanito en paz te acostaras y así mismo
dormirás porque solo Jesús te hace vivir confiado” Salmos 4.8. “En paz me acostaré, y asimismo
dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”. (Salmos 4:8) (Salmos 23, 3:3-6, 31:14-17,
34:4-7, 61:1-5, 62:5-8, 91, 121:7-8)