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“Paleontología”
2015
LA PRIMERA VIDA NO MARINA
Las plantas del devónico
Se ha podido lograr un cuadro, notablemente preciso, de lo que era la vida terrestre en
el Devónico medio, gracias a la feliz circunstancia de haberse conservado una turbera
silicificada, en Rhynie (Escocia). Esta turbera, no sólo contiene plantas que están aún
muy próximas a sus ancestrales marinas, sino que también nos ha proporcionado
algunos Artrópodos, entre ellos, los Insectos más antiguos que se conocen. Las plantas
son, en su mayoría, tallos delgados y erectos que se yerguen sobre los rizomas, y la
presencia de estomas (poros reguladores de la humedad), permite asegurar que eran
aéreas; aunque de pequeña talla, parecen haber sido muy numerosas.
Sub-clase Sarcopterigios.
LOS AGNATOS
El más primitivo, aunque no el primer "pez" del que se tiene buena documentación es
Jamoytius kerwoodi, del Silúrico superior de Escocia. Carece de armadura externa y
parece haber tenido esqueleto cartilaginoso, por lo cual, su conservación es realmente
afortunada; presenta algunos caracteres muy primitivos, que parecen indicar
claramente, cierta relación con los Cordados primitivos del tipo del Anfioxus, que vive
actualmente en nuestros mares.
LOS PLACODERMOS
En el Devónico inferior, los Agnatos debieron originar un grupo nuevo de peces, los
Placodermos, también cubiertos de placas óseas como la mayoría de los Agnatos (del
griego plakós, placa y derma, piel), pero con la diferencia de que estaban provistos de
mandíbulas. Estas mandíbulas parece que se originaron como un recurso para poder
alimentarse de presas de mayor tamaño, ya que están formadas por los huesos
correspondientes a los primeros arcos branquiales de los Agnatos, al tiempo que se
desarrolla cierta granulosidad en la superficie de la armadura, para formar los dientes
en la región de las mandíbulas. De hecho, la distinción entre "exoesqueleto" (o
armadura) y "endoesqueleto" (o huesos de las mandíbulas), de estos peces y de sus
descendientes, se refleja también en nuestra estructura, ya que los dientes constituyen
el "exoesqueleto" (o lo que aún queda de él), y el "endoesqueleto" está formado por las
mandíbulas. En realidad, la dentina de nuestros dientes, se puede encontrar ya en el
otro extremo de la serie evolutiva, formando la armadura de los Agnatos paleozoicos.
TIBURONES Y RAYAS
Probablemente, a partir de los Placodermos surgieron los dos grandes grupos de
peces que, en contraste con los Placodermos y sus antecesores los Agnatos, persisten
en su mayor parte hasta la actualidad. Son los Peces cartilaginosos (Tiburones y
Rayas) y los Peces óseos; estos últimos, constituyen la mayoría de los peces que
pueblan actualmente los mares y los ríos.
Del grupo de los Tiburones, como cabría esperar, después de haber visto lo que ocurre
con los precedentes grupos de peces que tenían esqueleto cartilaginoso, no ha
quedado una documentación fósil muy precisa.
LOS PECES ÓSEOS
Con los Peces óseos, la situación es completamente diferente, pues contamos con una
buena documentación fósil de su historia, debido a que su esqueleto interno suele ser
casi siempre fosilizable. Parece que, en sus comienzos, los Peces óseos eran de agua
dulce, y que no pasaron al hábitat marino hasta finales del Paleozoico.
SARCOPTERIGIOS
Desde el punto de vista evolutivo, los Peces pulmonados y los Coelacántidos, son
mucho más importantes, porque pertenecen a este grupo, los que dieron origen a los
Anfibios. Los Peces pulmonados, de los que quedan tres grupos actuales, viven en los
lagos tropicales, y cuando estos se secan en la estación cálida, quedan semienterrados
en el fango y aletargados, respirando el aire mediante un pulmón rudimentario. La
presencia de este órgano en tales peces, pueden parecemos extraña, pero de hecho,
también en los Actinopterigios existe un saco aéreo o "vejiga", que funciona como
órgano hidrostático, y el "pulmón" de los Peces pulmonados es, sin duda, un órgano
homólogo a esta vejiga.
Por lo tanto, los peces tienen que asimilar compuestos de calcio y de fósforo para
cubrir sus necesidades, y al propio tiempo deben acumular reservas de estos
elementos, que pueden ser escasos en el medio ambiente, especialmente en las aguas
dulces; y no cabe duda de que el hueso constituye una buena reserva de estos
elementos.
EL BOSQUE CARBONÍFERO
Antes de dar una explicación a esta paradoja climática, haremos un breve resumen de
la vida en el Carbonífero.
Licopodios (del griego lycos, lobo y podós, pie), plantas caracterizadas por la
disposición espiral de sus hojas; están representadas actualmente por Lycopodium,
una pequeña planta herbácea, pero en el Carbonífero, llegaron a ser árboles
(Lepidodendron y Sigillaria), hasta de 30 m. alto.
Equisetos (del latín equus, caballo, y seta, pelo, cerda), son plantas con las hojas
dispuestas en verticilos, representadas ahora por la "cola de caballo", que
comprenden también los Calamites del Carbonífero, que alcanzaron unos 20 m. de
altura.
Figura 3. Un Anfibio gigante, en el bosque carbonífero, que se desarrollaba en una ciénaga. En
primer término, un tronco de Lepidodendron, licopodio gigante; detrás, un Calamites con si;
característica ramificación verticilada, y varias hojas de helechos.
LA DERIVA CONTINENTAL
No toda la Tierra estuvo cubierta por estos bosques exuberantes, durante el período
Carbonífero. A parte de las áreas oceánicas, en las formaciones continentales
encontramos materiales de color rojo, que indican condiciones climáticas de tipo
desértico, los cuales aparecen, en algunos casos, a continuación de los depósitos de
carbón; y también encontramos indicios de otros ambientes distintos. En los
continentes del hemisferio Sur, la flora presenta un notable contraste con los
frondosos bosques del hemisferio Norte, estando representada por plantas especiales,
de las cuales Glossopteris (una planta de afinidades dudosas, que se reproducía por
semillas), es la más característica.
EL PÉRMICO
En algunos sitios, por ejemplo en Gran Bretaña, a los estratos carboníferos se
superponen otros de areniscas estériles pertenecientes al Pérmico, que se
caracterizan por sus coloraciones rojizas, de la misma forma que las rocas del
Carbonífero están caracterizadas por la presencia de carbón. Estos colores rojos, de
las areniscas y margas, denotan la presencia de una vegetación muy escasa o la falta
total de vegetación en esta época.
Sin embargo, la fauna era muy parecida a la del Carbonífero, lo cual justifica la
inclusión de este período dentro del Paleozoico. Los Anfibios continúan como en el
Carbonífero; en cambio los Reptiles eran mucho más abundantes: Seymouria era una
forma de transición entre los Anfibios y los Reptiles, hallada en la localidad de
Seymour (Texas), que presenta una notable combinación de caracteres de ambos
grupos, aunque, como en el caso del Ornitorrinco, parece ser una forma residual de las
auténticas de transición, más bien que una forma de transición en sí misma, puesto
que su situación en el Pérmico inferior, es posterior a los Reptiles del Carbonífero.
También del Pérmico eran los Cotilosaurios, un grupo de Reptiles primitivos, del cual
se piensa que derivaron todos los demás.
BIBLIOGRAFÍA: