Sei sulla pagina 1di 9

DOI: 10.1590/1413-81232018235.

10212016 1531

La medicalización de la vida:

ARTIGO ARTICLE
hibridaciones ante la dicotomía Naturaleza/Cultura

The medicalization of life:


hybrids against the dichotomy Nature/Culture

Anahi Sy 1

Abstract This paper aims to analyze the process Resumen Este trabajo tiene como objetivo anali-
of medicalization in current societies, starting zar el proceso de medicalización en las sociedades
from the description of the way in which medi- actuales, a partir de la descripción de la forma en
cine gradually appropriated various aspects of que la medicina se ha ido apropiando gradual-
everyday life that were once part of the life cycle mente de diversos aspectos de la vida cotidiana
of people. At the theoretical level, we are based on que antes formaban parte del ciclo de vida de
authors such as Descola and Latour, who prob- las personas. Teóricamente, partimos de autores
lematize the dichotomy between Nature and Cul- como Descola y Latour quienes problematizan
ture, and propose the need to think from a supe- la dicotomía entre Naturaleza y cultura, plante-
rior episteme. Methodologically, this theoretical ando la necesidad de pensar desde una episteme
proposal enables an analysis of the medicalization superadora. Metodológicamente, dicha propuesta
that can illuminate what is hidden in the dis- teórica habilita un análisis de la medicalización
course and biomedical practices: the sociocultural, que ilumina lo que se oculta desde el discurso y la
political and economic processes that are part of prácticas biomédicas: los procesos socioculturales,
these “objects” of Medicine. From this perspective, políticos y económicos que forman parte de tales
the presentation of them as scientific facts, objec- “objetos” de la medicina. La presentación de los
tively isolatable and manipulable by medical sci- mismos como “hechos científicos” objetivamente
ence, is in crisis. Thus, our analysis, based on the aislables y manipulables por parte de la ciencia
concept of “quasi-objects” or “hybrids”, problema- médica entra en crisis desde esta perspectiva. Así,
tizes such objectification, while providing critical nuestro análisis, al partir del concepto de “cuasi
tools to reflect on the medicalization of life in to- -objetos” o “híbridos” problematiza tal objetivaci-
day’s societies. ón a la vez que aporta herramientas críticas para
Key words Medicalization, Health-Disease pro- reflexionar acerca de la medicalización de la vida
cess, Medical anthropology en las sociedades actuales.
Palabras clave Medicalización, Proceso salud
1
Instituto de Salud -enfermedad, Antropología médica
Colectiva, Universidad
Nacional de Lanús.
CONICET. Av. 29 de
Septiembre 3901, Remedios
de Escalada. Buenos Aires
Argentina.
anahisy@gmail.com
1532
Sy A

Introducción prácticas, como para dar cuenta de aquellas so-


ciedades llamadas no modernas, en este sentido
En este trabajo indagamos sobre el proceso me- señala la imperiosa necesidad de pensar otra
diante el cual diversas esferas de la vida humana episteme (y en diversas publicaciones cita a La-
se han medicalizado, esto es, patologizado al in- tour como un referente en ese sentido).
corporarse como objetos del discurso y prácticas Bruno Latour, en su libro Nunca fuimos mod-
biomédicas. La atribución de un carácter “na- ernos: ensayos de antropología simétrica4, plantea
tural” o biológico a ciertos objetos por parte de que la división que establece la modernidad entre
la medicina, habilita la intervención con ciertas lo natural y lo cultural resulta ficticia, al exam-
prácticas médicas –en nombre de la pretendida inar diversos temas/problemas actuales entre los
objetividad científica- que, al menos en princi- cuales podemos citar, a modo de ejemplo, el agu-
pio, resulta problemática. Para ello partimos de jero de ozono o el recalentamiento global, seña-
problematizar la forma en que la ciencia médica la que se trata de “híbridos”, y los define como
desde su episteme establece una clara distinción humanos, porque se trata de una “obra nuestra”,
entre naturaleza y cultura al delimitar su “objeto”. a la vez que naturales, porque “no son produc-
Es en este sentido que nos parece relevan- to de nosotros”, son locales a la vez que globales.
te para el análisis retomar las propuestas de los Tales híbridos siempre han estado ahí, si bien
antropólogos franceses Philip Descola y Bruno desde la constitución moderna han sido negados
Latour, al plantear la imposibilidad o las dificul- sistemáticamente por el continuo proceso de “pu-
tades que acarrea la distinción entre lo natural y rificación” (El proceso de “purificación” refiere a
lo cultural o naturaleza / cultura; el primero al la creación de dos zonas ontológicas: humanos y
referir a cosmovisiones de los grupos amazónicos no-humamos, estableciendo una división entre
y, el segundo, al referir a nuestra sociedad, para un mundo natural y una sociedad con intereses
plantear que la modernidad instala la idea de una y desafíos previsibles y estables). En este sentido,
clara separación entre naturaleza/cultura que no Latour4 analiza las obras de Boyle y Hobbes como
ha hecho otra cosa más que multiplicar los “hi- aquellas que logran instalar la modernidad, en
bridos” esto es, “mixtos de naturaleza y cultura”, sus palabras: “inventan nuestro mundo moder-
donde tal distinción resulta imposible. no, un mundo en el cual la representación de las
Descola realizó un profundo trabajo de cosas por intermedio del laboratorio está diso-
campo etnográfico con los grupos amazónicos ciada para siempre de la representación de los
Achuar del Ecuador y señala que no se puede ciudadanos por intermedio del contrato social”.
establecer en estas culturas una distinción rígida Y lleva al extremo el análisis simétrico para plant-
entre el mundo de la naturaleza y el mundo de ear que “Boyle no crea simplemente un discurso
la cultura; desde ontologías animistas, tal dife- científico, mientras que Hobbes haría lo mismo
renciación resulta inexistente: animales, plantas, para la política; Boyle crea un discurso político
paisajes, piedras hasta los astros reciben atributos donde la política debe ser excluida, mientras que
y características humanas, poseen un alma, son Hobbes imagina una política científica de donde
concebidos y tratados como personas1-3. En su li- la ciencia experimental debe ser excluida”4. Así,
bro Más allá de la naturaleza y la cultura3 plantea mientras la Constitución moderna (La “Consti-
lo arbitrario de la episteme científica que separa tución moderna” es el texto común que define
claramente entre naturaleza y cultura, a partir el entendimiento que organiza la división de
de la descripción de otras formas de organizar y los poderes naturales y políticos, y la separación
concebir el mundo que responden a otras episte- entre el mundo natural y el mundo social. Esta
mes posibles. En ese sentido está planteando que Constitución ofrece cuatro garantías. 1) Aunque
la naturaleza es una construcción cultural y ello nosotros construyamos la naturaleza, es como si
supone que la cultura construye a partir de ma- no la construyéramos. 2) Aunque no construy-
teriales que ella no se ha provisto a sí misma, que amos la sociedad, es como si la construyéramos.
ella filtra, codifica, reorganiza o descubre entida- 3) La naturaleza y la sociedad deben ser absolu-
des y propiedades primarias, indiferentes a sus tamente distintas. 4) Dios es alejado para siempre
intenciones. Es así que, al estar nuestro entorno de la doble construcción social y natural, al tiem-
natural antropizado por todas partes y en grados po que lo deja presentable y utilizable) vuelve
diversos, su existencia como entidad autónoma invisible, impensable e irrepresentable el trabajo
ya no es más que una ficción filosófica3. Descola de mediación que reúne a los híbridos; en un hi-
va a plantear que este esquema dualista se reve- brido, ni por el lado de la naturaleza ni por el de
la tan inadecuado para pensar nuestras propias lo social puede reconocerse las leyes universales
1533

Ciência & Saúde Coletiva, 23(5):1531-1539, 2018


de las cosas o los derechos imprescindibles de los un discurso médico, una naturaleza para los ob-
sujetos (las dos garantías constitucionales de los jetos médicos. En este sentido, aparecen como
modernos). Latour, siguiendo a Michel Serres, “sujetos a análisis” no solo la medicina, sino
llama a tales híbridos “cuasi-objetos, porque no también diversos sectores de la sociedad, desde
ocupan ni la posición de objeto prevista para el- los usuarios del sistema de salud hasta los me-
los por la Constitución, ni la de sujetos, y porque dios masivos de comunicación, la publicidad y el
es imposible encajonarlos a todos en la posición mercado quienes se apropian, recrean y crean un
mediana que los convertiría en una simple mez- discurso biomédico.
cla de cosa natural y de símbolo social” y, sigui-
endo a Levi-Stauss va a decir: se trata de una Medicalización de la vida y sus implicancias
“íntima fusión por la cual se borran las huellas
de los componentes de la naturaleza y de la so- Al referir a “medicalización de la vida”, nos
ciedad –de los que sin embargo dice que se hacen remitimos a desarrollos que provienen del cam-
frente ‘como en un espejo’”4. Latour menciona po de las Ciencias Sociales, Sociología y Antro-
un ejemplo interesante, desde esta “antropología pología Médica y de las Ciencias de la Salud. La
simétrica” y que a la vez que lo conecta directa- medicalización en dichos campos se viene ana-
mente a los planteos de Levi-Strauss y en partic- lizando desde fines de los 60: Freidson7; Zola8;
ular a Déscola respecto a los Achuar: “También Conrad9, Illich10, Menéndez11,12, Conrad13 y Con-
nosotros vinculamos el gesto ínfimo de apretar rad y Schneider14.
un aerosol a prohibiciones que atañen al cielo”4. Ya en la década de 1970, Ivan Illch10 ex sa-
Al respecto, es generalizada la idea de que el uso cerdote austriaco-americano realiza una críti-
de aerosoles daña la capa de ozono y, su efecto a ca a la medicina moderna en su “Némesis de la
la vez que se asocia al calentamiento global, afec- Medicina” [Nemesis es el nombre de una diosa
taría en lo cotidiano a las personas. Es así que, griega que se encarga de impartir justicia ante la
el agujero de ozono no es solamente un fenóme- desmesura de los hombres, cuando Illich remite
no natural socialmente construido y discursivo, a “nemesis” refiere al castigo que les fue dado a
también está representando a las necesidades y los hombres por “jugar” a ser dioses al intentar
deseos de elementos significativos en el mundo manipular la vida y la muerte], señala “la me-
no humano, en este sentido que se puede decir dicina institucionalizada se transformó en una
que el comportamiento animista que describe gran amenaza para la salud”, describiendo tres
Déscola para los Achuar está también presente en formas principales de iatrogénesis: 1- Clínica,
nuestra sociedad. que es causada por los propios cuidados de salud,
Consideramos estos aspectos clave a nuestro daños por el abuso de las drogas y de las tecno-
análisis; también en el proceso de medicalización logías médicas más avanzadas; 2- Social, deriva-
las distinciones entre ciencia/política o naturale- da de una creciente dependencia de la sociedad
za/cultura resultan artificiales. Aun cuando desde de las drogas, el comportamiento y las medidas
una episteme de las ciencias de la salud basada prescriptas por las diferentes ramas de las medi-
en el método Hipotético Deductivo, orientada cina, lo que expropia la salud de cada individuo y
por la legitimación científico positivista de todo de su familia, y disemina en la sociedad el “papel
conocimiento se plantee la posibilidad de estab- de enfermo”, que es el comportamiento pasivo
lecer tal distinción5, aquellos objetos de la ciencia y dependiente de la autoridad médica. 3- cultu-
médica tampoco corresponden al orden del labo- ral, que es la destrucción del potencial cultural
ratorio o de la pura naturaleza. Como expresan de las personas y de las comunidades para lidiar
Castiel y Álvarez Dardet6 los discursos acerca de en forma autónoma con la enfermedad el dolor
la salud nunca refieren solo a la salud, sino que y la muerte. Es decir, aquello que las tradiciones
expresan además formas de pensar y actuar que crearon a lo largo de los siglos para enfrentar la
acompañan un orden económico, político y so- vulnerabilidad humana frente a tales contingen-
cial que los legitima donde son generados, sus- cias de la vida.
tentados y replicados. Esto remite a la medicalización, es decir cómo
La hipótesis que planteamos y buscamos de- gradualmente procesos, eventos, comporta-
sarrollar en este trabajo, parafraseando a Latour, mientos y padecimientos que antes formaban
es que la ciencia médica no solo delimita objetos parte de la vida cotidiana o del ciclo de vida de
de la naturaleza, sino que al mismo tiempo crea las personas, se han patologizado: por ejemplo
una política y un discurso político acerca de la las emociones -el duelo por la muerte de un
sociedad, del mismo modo que la sociedad crea ser querido, el dolor, la angustia o la ansiedad-,
1534
Sy A

eventos del ciclo vital -el embarazo, el parto y el como “enfermedad” responde a la identificación
nacimiento, la niñez, los cambios hormonales en de aspectos biológicos, fisiológicos, genéticos y/o
la adolescencia, la menopausia y el proceso de neurológicos diferenciados claramente y aislados
envejecimiento-, para nombrar sólo algunos. La en laboratorio. En este sentido, objetivamente
“construcción” o delimitación que se realiza de naturales o pertenecientes a la “naturaleza huma-
tales problemas como plausibles de tratamiento na”. Sin embargo, al analizar estos procesos “na-
médico es lo que llamamos medicalización. turales” en profundidad, advertimos que muchas
Es así que la definición de medicalización veces también responden a la delimitación cier-
plantea un nuevo interrogante: ¿cuál o qué es un tos comportamientos que es necesario dominar
problema médico? pregunta que supone episté- y controlar ya sea por considerarlos inmorales,
micamente que existen objetos tales que pertene- pecaminosos o criminales y; al adquirir un sig-
cen al campo de la medicina. Y eso es problemá- nificado médico se tornan controlables de una
tico porque los “objetos” de la medicina no son manera “científica”: la homosexualidad o el sín-
cosas en el mundo de los objetos, no tienen una drome de déficit de atención e hiperactividad en
pre-existencia hasta que se lo construya como ta- los niños entre otras categorías diagnósticas de la
les. Qué quiere decir esto: no existía un órgano psiquiatría son ejemplos de ello. Cualquiera sea
llamado “hígado”, “pulmón” o “corazón” hasta el caso, es difícil su adscripción a lo netamente
que alguien delimitó donde empezaba y termina- natural o estrictamente cultural.
ba cada uno de tales órganos, los aisló nombrán- Si lo pensamos en términos históricos tambi-
dolos como tales y describió su forma y función én observamos la relevancia que adquieren cier-
diferenciadas. En esta instancia, estamos plate- tas enfermedades vinculadas no sólo a los avan-
ando un posicionamiento teórico, como diría ces en el conocimiento científico, sino también
Latour4, la modernidad va a instalar la idea que a procesos sociales y económicos o valoraciones
los objetos de las ciencias, creados en laboratorio socioculturales. Pensemos sino en la tuberculosis
van a venir a sostener la posibilidad de establecer en el siglo XIX durante el romanticismo, con-
una distinción entre naturaleza y cultura, entre siderada síntoma de delicadeza y sensibilidad,
ciencias naturales y ciencias sociales. Tal distin- sobresaliendo la idea “del paciente en tanto que
ción no es posible, la medicina toma por objeto criatura turbulenta, descuidada, de extremadas
de análisis, de estudio y tratamiento un cuerpo, pasiones, demasiado sensible para soportar el
el cuerpo que “enferma”, pero ese cuerpo es natu- horror del mundo cotidiano y vulgar”15. El as-
ral a la vez que modelado, definido y delimitado pecto etéreo, pálido, casi fantasmal del enfermo
medicamente, social y culturalmente. Y esto es de tuberculosis representa a la perfección esa re-
aún más evidente para las llamadas “enfermeda- nuncia de lo mundano. Muchos jóvenes de buena
des”, su descripción y delimitación no emergen posición coinciden en las casas de curación, ade-
por el descubrimiento de un saber que estaba ve- lantando una forma de vida ociosa y elitista que
dado, sino que se trata de algo que se construye favorece en ocasiones el impulso creativo y que
social, histórica y políticamente, y se encuentra aleja a los artistas aún más de toda responsabili-
sujeto a cambios a lo largo del tiempo. Entonces, dad familiar o social, en una demostración literal
la medicalización también supone que algo sea de esa fuga de lo mundano. Este imaginario se
definido en términos médicos, descripto usando plasma claramente en La montaña mágica, de To-
un lenguaje médico, entendido desde un marco mas Mann16, este autor señala: “la enfermedad es
de referencia médico y tratado desde la interven- perfectamente humana, pues ser hombre es estar
ción médica –aunque no necesariamente todo enfermo. En efecto, el hombre es esencialmente
este proceso ocurre en el laboratorio, ámbito un enfermo, y el hecho de que esté enfermo es
de la ciencia por excelencia, como veremos más precisamente lo que hace de él un hombre (…)
adelante. Es importante advertir en este punto es pues del espíritu de la enfermedad de lo que
que la medicalización describe un proceso; es así depende la dignidad del hombre y su nobleza.
que podemos hablar de la medicalización del al- En una palabra, es tanto más hombre cuanto
coholismo, la menopausia, la disfunción eréctil o más enfermo está, y el genio de la enfermedad es
el síndrome de hiperactividad en los niños, del más humano que el genio de la salud”16. En ese
mismo modo que en otra época se patologizó y proceso “existencialista” de enfermar se gesta el
medicalizó la homosexualidad (proceso intere- modelo moderno de enfermedad: el del indivi-
sante al que ahora asistimos a su “des” patologi- duo y el de su rol social como enfermo, definido
zación o “des” medicalización). Desde una óptica por su lugar pasivo en el entramado cultural. La
biomédica, la delimitación de tales problemáticas tuberculosis se marginaliza a medida que se evi-
1535

Ciência & Saúde Coletiva, 23(5):1531-1539, 2018


dencia su carácter contagioso, especialmente en efectos fisiológicos o las etiologías de base or-
1866 cuando Jean Antoine Villemin demuestra gánica asociadas a tales patologías, sin embargo
que puede contagiarse la enfermedad. En la actu- tampoco podemos dejar de ver que tales “enfer-
alidad nadie puede negar el proceso orgánico que medades” responden a la instalación de ciertos
desencadena la enfermedad en las personas y el modelos de belleza y éxito extraordinarios o inal-
carácter biológico de la enfermedad, sin embargo canzables, donde la delgadez extrema se convier-
tampoco puede negarse sus connotaciones socia- te en el patrón, no solo en el ámbito de la moda,
les y que son las condiciones de vida más desfa- sino también en los medios masivos de comuni-
vorables que afectan a los sectores poblacionales cación que reproducen y potencian este discur-
más empobrecidos los que favorecen el contagio; so. Mientras, la publicidad instala un alimento
y esto no es porque tengan un gen o una biología de una manera que excede su valor nutricional,
tal, sino porque las condiciones de vida favorecen convirtiéndolo unas veces en icono de determi-
el contagio y desarrollo de la enfermedad en tér- nado estilo de vida, de diversión o placer, refor-
minos biológicos. Nuevamente nos encontramos zando ciertos estereotipos y valores (de belleza,
ante una problemática que se muestra como un salud, género, entre otros) promoviendo además
mixto de naturaleza y cultura, un hibrido. consumos que muchas veces no condicen con los
Podemos citar otro ejemplo como el cáncer; modelos de belleza instalados.
nadie dudaría que se trata de un proceso bioló- El Antropólogo Claude Fischler19, referente
gico en el que ocurre una reproducción anómala en el tema de alimentación, va a plantear esta
de células en el cuerpo humano, pero tampoco problemática en los términos dicotómicos que
podemos dejar de ver, como lo analiza Horisch17, venimos problematizando aquí: “si se admite
que su delimitación ocurre una época del creci- que, en el sistema alimentario, hay “ruido” cul-
miento exponencial, ilimitado de la producción tural y que ese ruido es capaz de desorganizar la
industrial, de la innovación, de las metrópolis y, maquinaria biológica, los dispositivos homeostá-
como lo plantea Sontag15, que su aparición ocur- ticos internos, entonces, queda por preguntarse a
re plagada de metáforas de desintegración física: través de qué procesos y mediaciones ocurre eso”.
el canceroso es visto como alguien a quien su Claramente aparece una base orgánica, fisiológi-
propia represión emocional conduce a ese de- ca que tiende a la “homeostasis” y se ve afectada
sorden máximo que es la proliferación de células por el polo cultura- sociedad. Consideramos que
malignas en el organismo. ante estas problemáticas alimentarias, que emer-
De las metáforas asociadas con una enfer- gen en momentos particulares de la historia y
medad grave, Sontag señala una en particular: la no en cualquier sociedad, sería difícil colocar el
metáfora militar. El cuerpo se concibe como un problema en lo puramente biológico o exclusiva-
campo de batalla; el cuerpo libra frente al cáncer mente cultural, también es difícil delimitar ámbi-
un combate encarnizado del que con frecuen- tos de acción o afectación de lo social hacia una
cia sale vencido. El cáncer representa el horror base biológica, quizá sea más adecuado hablar de
de una invasión generalizada, con escaramuzas híbridos.
imprevisibles, y terapias brutales que represen-
tan una suerte de contraofensiva militar. Es co- Cómo ocurre el proceso de medicalización
mún también extender la metáfora del cuerpo
enfermo a situaciones de orden político o social, Hasta aquí hemos definido la medicalizaci-
hablar por ejemplo del cáncer que corroe a una ón, dando algunos ejemplos de estos procesos
sociedad o a un partido político, o la revuelta que y desarrollando de qué modo los “objetos” de la
es preciso apagar o reprimir antes que gangrene medicina no son exclusivamente “objetos”, sino
a todo el cuerpo social15. Claramente la construc- también sujetos), cuasi-objetos o híbridos. Que-
ción y delimitación del cáncer como enfermedad da aún por indagar de qué modo esos híbridos
no es puramente natural. se crean con un significado que los adscribe al
Otro ejemplo a citar son las patologías que campo médico. Hemos señalado que intervienen
emergen con la proliferación del consumo, desde en su construcción tanto lo biológico, “natural”
la reciente inclusión en el Manual diagnóstico y como lo socio-cultural, político y económico, si
estadístico de los trastornos mentales18 entre los bien la medicina parte de la idea de estar tratando
trastornos adictivos no relacionados a sustancias con hechos científicos.
las compras compulsivas, hasta los trastornos ali- Es en esta instancia que se torna necesario
mentarios como la bulimia, anorexia u obesidad. indagar sobre los procesos de producción de co-
En el caso de estos últimos, no puede negarse los nocimiento científico que, especialmente en el
1536
Sy A

campo de la medicina, ocurre mayormente en el también es necesario delimitar que tal o cual pro-
ámbito del laboratorio. Al respecto es interesante blema es “apto” o “necesario” de ser tratado me-
el análisis de Latour y Woolgar20 en el libro “La dicamente. En esto, los medios masivos de comu-
vida en un laboratorio. La construcción de los nicación cumplen un rol fundamental. La publi-
hechos científicos” donde van a presentar el labo- cidad no solo va a instalar un medicamento, sino
ratorio como un sistema de inscripción literaria también una enfermedad, algunos autores como
cuyo resultado es llevar al resto a la convicción Conrad9 hablan del “marketing de la enferme-
de que algo es un hecho. Y un hecho se convierte dad”. Y en este proceso no podemos considerar
en tal cuando pierde todo atributo o cualificación a los usuarios como simples “pacientes” del siste-
temporal y se incorpora a un cuerpo de conoci- ma de salud, los usuarios reclaman la atención de
mientos al que otros recurren. ciertos padecimientos, de determinada manera,
Un excelente ejemplo, que desarrollaremos no sólo a partir de lo que la publicidad indica,
de manera sintética, es el llamado “Trastorno por sino también a partir de las múltiples fuentes de
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). información disponibles hoy, especialmente en
Los primeros intentos por explicar el TDAH en la web: blogs de especialistas y no especialistas,
los niños ocurren en 1935, hacia los años sesenta páginas de salud y revistas de divulgación cientí-
aparece Eisenberg, prestigioso profesor de psi- fica como de detractores del conocimiento cien-
quiatría en Harvard, quien vuelve sobre dicha tífico o posturas críticas del mismo, es con todo
“enfermedad”, con el nombre de “reacción hiper- eso que el “paciente” llega a la consulta médica,
cinética de la infancia”. Con ese diagnóstico pudo construyendo también él en su demanda la ne-
tratar a alumnos “difíciles”, probando diferentes cesidad de tratar su malestar medicamente y de
psicofármacos, inicialmente dextroanfetamina y determinada manera.
luego metilfenidato, droga que hoy en día preva- A modo de síntesis, el siguiente esquema (Fi-
lece como tratamiento y que transforma “niños gura 1) presenta la multiplicidad de eventos, ac-
enérgicos” en “dóciles”. El logro de Eisenberg fue tores, procesos que intervienen en la hibridación
asociar el TDAH a causas genéticas, donde pue- que caracteriza a la medicalización.
de intervenir la herencia. Así, en el año 1968 se En el esquema de síntesis vemos cómo en el
incluyó la “reacción hipercinética de la infancia” proceso de medicalización de las sociedades ac-
en el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM) tuales intervienen diversos actores sociales:
y desde entonces forma parte de dicho manual, - usuarios del sistema de salud,
sólo que ahora recibe el conocido nombre de - médicos
Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactivi- - medios masivos de comunicación,
dad (TDAH). - industria farmacéutica y
El mismo Eisenberg, antes de morir en el año - científicos.
2009, en una entrevista dijo que se trataba de La producción de conocimiento científico
una enfermedad inventada, que la idea de que un como “hechos científicos”, crea nuevas necesida-
niño pudiera tener TDAH desde el nacimiento des y demandas, muchas veces orientadas hacia el
estaba sobrevalorada, que nunca pensó que eso desarrollo de nuevos medicamentos pero también
pudiera tener tanta repercusión y que había que hacia la sociedad, recomendando ciertas prácti-
prestar más atención a lo psicosocial, al contexto cas y cuidados. En todo ello, los medios masivos
y entorno familiar21. El ejemplo muestra clara- de comunicación juegan un rol fundamental en
mente como los hechos que se construyen en la- la difusión de este conocimiento, especialmente
boratorio adquieren un peso que los autonomiza a través de la publicidad, pero también en blogs,
de otros procesos y eventos relevantes al proble- artículos de divulgación científica, columnas de
ma, en este caso particular también tranquiliza opinión y cadenas de mails, disponibles cada vez
a los padres o a los docentes, quitando respon- más fácilmente para un público más amplio. Así,
sabilidad al entorno familiar y social del niño y los usuarios reclaman desde una opinión formada
colocando el peso en lo biológico. a partir de lo observado y disponible, y el médico
En el proceso de medicalización, no podemos sería el encargado de diagnosticar, tratar y pres-
dejar de ver esos hechos atravezada por la indus- cribir acorde a tales expectativas. Es interesante
tria de los medicamentos, quién financia y qué se observar y analizar en este proceso, de qué modo
financia va a estar mediada por los laboratorios el médico ocupa un lugar marginal respecto de su
que producen ciertos medicamentos y necesitan tarea central: diagnosticar y tratar –muchas veces
la construcción de hechos científicos que avalen los usuarios llegan al consultorio con un auto-
tal o cual tratamiento farmacológico22, pero antes diagnóstico, demandando cierto tratamiento. Esto
1537

Ciência & Saúde Coletiva, 23(5):1531-1539, 2018


LA HIBRIDACIÓN EN EL PROCESO DE MEDICALIZACIÓN

Medios
Publicidad masivos de
Usuarios
comunicación
Internet Qué se constituye cómo
problema médico:
reclama prescribe
Industria
Farmacéutica malestares cotidianos,
(Mercado de modelos de exito, exigencias
Medicamentos) sociales, valores creados
culturalmente
Medicos
Creación de necesidad Producción de “Hechos científicos”
de nuevos productos conocimiento
médicos científico en
laboratorio

Figura 1. La hibridación em el proceso de medicalización.

es interesante para pensar que la hegemonía de la co farmacéutica y el desarrollo de investigaciones


medicina, lo que Menéndez11,12 llamó el Modelo científicas, y de ambos con los medios; que vie-
Médico Hegemónico, hoy funciona en la sociedad nen a reemplazar al médico a la hora de “vender”,
con gran autonomía respecto de la autoridad mé- recomendar y avalar el uso de ciertos productos.
dica, al menos del médico en la clínica. Las perso- Esto también puede ser leído como síntoma
nas no son simplemente “objeto” pasivo de lo que de un malestar de la época actual, de una socie-
recomienda el médico, sino que también buscan dad donde existen “medicamentos para todo”, al
deliberadamente soluciones químicas para so- tiempo que médicos –pensando en la hiperes-
brellevar malestares cotidianos. El uso y abuso de pecialización de la medicina-, pero además per-
medicamentos psicotrópicos, donde no siempre sonas que buscan o desean deliberadamente ser
media la prescripción médica, da cuenta de ello. “seducidas” por la ciencia médica para calmar sus
En relación a este proceso es interesante ana- temores, preocupaciones, dolores y ansiedades
lizar que si bien el llamado “paciente” se convier- con las tecnologías que ésta ofrece. A ésta deman-
te en “actor social” activo en relación a su salud, da también se superponen las sospechas que se
lo es pero a la vez expropiado de su propio saber alzan sobre el saber y técnicas médicas, sobre el
sobre su cuerpo, su demanda no parte de un ma- efecto secundario o iatrogénico de los tratamien-
lestar que construye de la propia experiencia in- tos –pensemos sino en la epidemia de Gripe A.
ter-subjetiva del padecimiento, sino que a la vez Si bien muchos de estos malestares encuentran
intervienen en la construcción de su demanda su causa última en las relaciones que se estable-
estas otras múltiples fuentes de “conocimiento”. cen entre las personas y de éstas con su entor-
El médico aparece como figura a medio ca- no, se termina buscando atender a esos síntomas
mino entre la publicidad y la ciencia. Este cor- químicamente, más que a unas condiciones de
rimiento del lugar del médico como autoridad vida que pueden deteriorar la salud y producir
para dictaminar sobre la salud y enfermedad de enfermedad. Nuevamente, la idea que instala la
las personas resulta novedoso. Nos permite aven- modernidad en torno a la clara distinción en-
turar que tal vez sea eso lo que esté ocurriendo tre naturaleza y cultura habilita a pensar ambos
hoy en nuestra sociedad o lo que vendrá: un mé- procesos separadamente, tal como se presentan a
dico que queda relegado en relación a la capaci- los fines analíticos, cuando en realidad sería di-
dad explicativa y de “seducción” que poseen otros fícil dar un estatus independiente a los procesos
medios como la publicidad o internet. En rela- biológicos, orgánicos o fisiológicos que desenca-
ción con esto, se perciben también alianzas que denan o encuentran su causa última en procesos
sería necesario analizar entre la industria quími- socio-culturales tal como los hemos descripto.
1538
Sy A

Una reflexión final nacer, pero tampoco se debe perder de vista que
a modo de cierre y apertura a nivel poblacional, la calidad de vida y condi-
ciones de vida han mejorado considerablemente
La medicina ha cambiado y con ello se des- más allá del desarrollo de cualquier medicamen-
pierta toda clase de temores acerca de la posibili- to, ese mejoramiento es lo que indudablemente
dad de la sobremedicación. El cuerpo y las enfer- produce algún impacto en la salud colectiva.
medades aparecen modelados conforme avanza El análisis que presentamos habilita la discu-
el conocimiento médico. En este proceso ¿la me- sión en torno al desarrollo de un modelo inter-
dicina podría ser pensada como actuando de un pretativo que amplía la comprensión en torno a
modo hipocondríaco? hallando enfermedades la hegemonía de los saberes y prácticas biomédi-
de todo tipo en todos lados, la proliferación de cas y sobre los procesos de medicalización, que
“medicamentos para todo” se convierte en la her- otorgan un lugar destacado a los profesionales
ramienta diagnóstica de una segura enfermedad. de la salud. Desde el lugar crítico que ocupamos,
En la actualidad, la publicidad ofrece todo tipo observamos la necesidad de incluir en nuestras
de medicamentos con una fórmula muy similar a explicaciones respecto de la hegemonía biomé-
la que se ofrece un cosmético, una hamburguesa dica la participación de otros actores sociales,
o cigarrillos; servicios de atención a la salud e in- de modo de problematizar la supuesta pasividad
ternación como si se tratara de hotelería. La salud de los enfermos y de la población en general, así
de las personas se mercantiliza. En paralelo ocur- como el lugar que ocupan en la actualidad la
re un creciente desarrollo científico-tecnológico industria químico-farmacéutica, los laborato-
que hace prescindir cada vez más del contacto rios, no solo en la producción, sino también en
directo del médico con sus pacientes. la construcción de patrones de legitimación del
De ello se deriva la pérdida de autoridad del consumo de medicamentos (ver Silva22 y para el
médico, situándose entre la publicidad y “la cien- caso de la Gripe A Sy y Spinelli23).
cia” en algunos casos y, el google, en otros. La he- En ese sentido, la crítica a la pretendida mo-
gemonía de la biomedicina se visualiza más que dernidad y el concepto de híbridos que propone
nunca en el grado de consenso que adquiere en la Latour resulta fructífero para el análisis y com-
sociedad, ya no hace falta de la figura de un médi- prensión de los procesos de medicalización de la
co que convenza de nada, es justo en el momento vida en las sociedades actuales. La falsa dicotomía
que la medicina y los médicos comienzan a dis- naturaleza/cultura no ha hecho otra cosa más
cutir sobre sus excesos, sobre los efectos adversos que crear y reproducir la ilusión de que estamos
que pueden producir muchas veces ciertos tra- tratando con “hechos científicos/reales”, objetos
tamientos, que la sociedad de manera autónoma que nada tienen que ver con los procesos sociales,
reclama como necesidad y derecho la atención político-económicos y culturales, lo que habilita
de padecimientos que antes formaban parte de el discurso sobre la neutralidad de ciertas inter-
la vida cotidiana, del ciclo vital y se resolvían en venciones y prácticas médicas.
el ámbito doméstico. Los medicamentos pueden Volviendo sobre nuestra hipótesis, puede ob-
resultar tan adictivos y enfermizos como las pro- servarse que el discurso científico al plantear “los
pias enfermedades. Es en parte producto de esta hechos” como tales, invisibiliza que su construc-
“paranoia” de hoy, en la cual todo malestar puede ción es también un discurso social que instala
ser objeto de tratamiento biomédico, que la vida una política-economía del cuidado y atención de
cotidiana puede medicalizarse, y no necesaria- la salud, del mismo modo que el discurso social,
mente a causa del médico sino también de la bús- político-económico y cultural de la salud tambi-
queda por escapar al dolor, a los años, al propio én es un discurso que modela los “hechos de la
cuerpo y ciclo vital que marca nuestra naturale- ciencia” y es desde este lugar que hablamos de la
za. Nadie niega los avances que la ciencia médica necesidad de pensar en términos de hibridacio-
ha traído para mejorar la expectativa de vida al nes en los procesos de medicalización.
1539

Ciência & Saúde Coletiva, 23(5):1531-1539, 2018


Referencias

1. Descola P. Nature and Society: Anthropological Perspec- 17. Horisch J. Las épocas y sus enfermedades. El saber pa-
tives. Londres: Routledge; 1996. tognóstico de la literatura. In: Bongers W, Olbrich T,
2. Descola P. Las lanzas del crepúsculo. Relatos jíbaros. Alta organizadores. Literatura, Cultura, Enfermedad. Bue-
amazonia. España: Fondo de Cultura Económica; 2005. nos Aires: Paidós; 2006. p. 5-30.
3. Descola P. Más allá de naturaleza y cultura. Buenos Ai- 18. American Psychiatric Association (APA). Diagnostic
res: Amorrortu; 2012. and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5). 5th
4. Latour B. Nunca fuimos modernos. Ensayo de antro- ed. Washington: APA; 2013.
pología simétrica. Madrid: Siglo XXI; 2012. 19. Fischler C. Gastro-nomia y gastro-anomia. Sabiduria
5. Samaja J. Epistemología de la Salud. Reproducción social, del cuerpo y crisis biocultural de la alimentación mod-
subjetividad y transdisciplina. Buenos Aires: Lugar Ed- erna. Gazeta de Antropología 2010; 26(1):1-19.
itorial; 2004. 20. Latour B, Woolgar S. La vida en el laboratorio. La con-
6. Castiel LD, Alvarez-Dardet C. La Salud Persecutoria. strucción de los hechos científicos. Madrid: Alianza; 1995.
Los límites de la responsabilidad. Buenos Aires: Lugar 21. Von Blech J. Schwermut ohne Scham. Der Spiegel 2012;
Editorial; 2010. 6: 122-131.
7. Freidson E. La profesión médica. Barcelona: Península; 22. Silva CD. Por uma filosofia do medicamento. Cien
1978. Saude Colet 2015; 20 (9):2813-2824.
8. Zola I. Medicine as an institution of social control. 23. Sy A, Spinelli H. Dimensiones políticas de una epi-
American Sociological Review 1972; 20(4):487‐504 demia: El caso de la gripe A (H1N1) en la prensa escri-
9. Conrad P. The Medicalization of Society on the Transfor- ta. Cad Saude Publica 2016; 32(3):1-11.
mation of Human Conditions into Treatable Disorders.
Baltimore: Johns Hopkins University Press; 2007.
10. Illich I. Némesis Médica. Barcelona: Ed. Barral;
[1973]1975.
11. Menéndez EL. El modelo médico y la salud de los tra-
bajadores. In: Basaglia F, compilador. La salud de los
trabajadores. México: Nueva Imagen; 1978. p. 11-53.
12. Menéndez EL. Cura y Control. La apropiación de lo so-
cial por la práctica psiquiátrica. México: Nueva Imagen;
1979.
13. Conrad P. Sobre la medicalización de la anormalidad y
el control social Psiquiatría Crítica. In: Ingleby D, edi-
tor. La política de la Salud Mental. Barcelona: Crítica;
1982. p. 129-154.
14. Conrad P, Schneider J. Deviance and medicalization:
from badness to sickness. Philadelphia: Temple Univer-
sity Press; 1992.
15. Sontag S. La enfermedad y sus metáforas. El sida y sus
metáforas. Buenos Aires: Taurus; 2005. Artigo apresentado em 13/04/2016
16. Mann T. La montaña mágica. Buenos Aires: Edhasa; Aprovado em 20/07/2016
[1924] 2009. Versão final apresentada em 22/07/2016

CC BY Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo la licencia Creative Commons

Potrebbero piacerti anche