Adventus = Parusía/Epiphania

*Venida anual de la divinidad a su templo para visitar sus fieles

*Día aniversario del ascenso al trono de Constantino

*Venida en la carne (primer testimonio) o en la gloria del Hijo de Dios (posterior).

Surge en el s. IV, como preparación vagamente ascética (ayuno 3 veces por semana) a los bautismos que se celebraban
en Galia y España, para la Epifanía (6/1) –según el uso oriental-, durante 3 semanas, de ahí el acento marcadamente
escatológico. Distintas tradiciones hablan de 6 o de 4 semanas (en s. XII/XIII se fija en 4 semanas definitivamente). La
introducción de la fiesta de la Navidad hizo que se superpongan las dos temáticas que han quedado hasta el día:
preparación para la segunda Venida y para la conmemoración actual de la primera, cosa que ha quedado mejor
especificada y precisada por la RL del CVII (CR, Normas generales 39), como inicio histórico (primera) y consumación
escatológica (segunda), entre las cuales se mueve el centro de nuestra fe: la Pascua, histórica y escatológica a la vez (cf.
evangelio del Dom I en la Edad Media: la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en burro: tanto humilde –por la
encarnación- como gloriosa –por la escatología-, pero siempre pascual).

Unidad y reciprocidad de las dos venidas: oración colecta del 21/12, la celebración del nacimiento de Jesús nos prepara
al encuentro definitivo con Él.

Si bien los textos bíblicos y litúrgicos están divididos según ambas temáticas (I y II semanas; III y IV y 17 al 24 de dic), ya
en la primera parte del Adviento encontramos expresiones que nos remiten a la primera venida (OrCol Sábado I, Lunes y
Martes II, Domingo III), así como en la segunda parte nos remiten a la Venida escatológica (OrCol Viernes III, 24/12 misa
de la mañana). El prefacio I también expresa esta unidad entre las dos venidas.

Temáticas teológicas:

Tensión: Ya/todavía no; presente/futuro; posesión/espera; cumplimiento/promesa: los dos acontecimientos son en
realidad uno solo desde diversas perspectivas. “Donde está Dios está el futuro”

Tres venidas y un encuentro: Prefacio II. La venida intermedia (existencial, sacramental) como manifestación de la
primera y preparación a la definitiva. “El Señor viene” (aoristo: una acción del pasado que sigue cumpliéndose en
elpresente/futuro)

Sacramento de la Alegre esperanza (III Domingo), entre compromiso y espera.

Tiempo Mariano por excelencia (MC 3)

los fieles que viven con la Liturgia el espíritu del Adviento, al considerar el inefable amor con que la Virgen
Madre esperó al Hijo (14), se sentirán animados a tomarla como modelos y a prepararse, "vigilantes en la oración y...
jubilosos en la alabanza" (15), para salir al encuentro del Salvador que viene

feliz equilibrio cultual, que puede ser tomado como norma para impedir toda tendencia a separar, como ha
ocurrido a veces en algunas formas de piedad popular el culto a la Virgen de su necesario punto de referencia: Cristo

tiempo particularmente apto para el culto de la Madre del Señor:

Paradigma de la condición peregrina del cristiano (OrCol y OrPost Dom I): movimiento, búsqueda, deseo nunca
plenamente satisfecho en este mundo (“tu deseo es tu oración”, S. Agustín). Más que descubrir nuestras infidelidades
estamos llamados a descubrir la fidelidad del Señor.