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Servimos a

Jesús
Sirviendo a nuestro prójimo

Contenido

Introducción al Servicio 5

1 Oramos por ellos Filipenses 1:3-11 7

2 Vivimos a favor de otros Filipenses 1:12-30 17

3 Nuestro ejemplo es Jesús Filipenses 2:1-11 27

4 Trabajamos para ser luz Filipenses 2:12-18 37

5 Compañeros de ministerio Filipenses 2:19-30 47

6 El trabajo solo es en Cristo Filipenses 3:1-21 57

7 Servicio y oración Filipenses 4:1-7 67

8 Compartimos de lo recibido Filipenses 4:8-9 75

9 Participes de la misión Filipenses 4:10-20 83

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Introducción al Servicio

S er cristiano y servir realmente son asuntos que van de la


mano. Por definición los cristianos son seguidores de
aquel que no vino a este mundo a ser servido sino a servir.

Sin embargo hay personas que cuando se habla de servicio, les


parece ajeno e incluso piensan que eso es para otros. Incluso
dentro de la cristiandad se han generado forma de
interpretación que con el pretexto de ser hijos del Rey, no
tienen por qué servir. Pero estas ideas están realmente lejos
de la enseñanza bíblica.

Sin duda una de las más grandes enseñanzas de Jesús es


justamente la de Él mismo ser siervo. Al leer sus palabras en
los evangelios, por aquí y allá van brotando diferentes pasajes
donde Él cita justamente el libro del profeta Isaías,
refiriéndose en particular a los cantos del siervo de Jehová. El
pasaje con el que se inicia su ministerio público en la pequeña
sinagoga de Galilea, es justo también el inicio de estos cantos
del Siervo de Jehová.

En la medida que avanzamos nuestra lectura por el Nuevo


Testamento, resulta sencillo observar que la Iglesia del libro
de los Hechos, sigue los pasos de su Maestro, predicando la

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palabra, llevando la sanidad del Espíritu a los enfermos, al
tiempo que atienden a las viudas. Distintos episodios de la
Biblia nos muestran a la iglesia atendiendo las necesidades de
los pobres, a través de ofrendas, pero también en muchas
ocasiones sirviendo personalmente o como escribiera el
Apóstol Pablo dándose a sí mismos en ofrenda.

Pero el servicio cristiano, no es mero altruismo, no se trata


simplemente de brindar ayuda, sino que se caracteriza por la
misericordia, donde todos se reconocen como parte de una
familia y la empatía que se genera entre unos y otros les hace
sentirse de un mismo corazón.

Servir al otro, experimentar su necesidad como propia y


poner los recursos propios a su favor, es lo que los cristianos
descubren de su Maestro. El mismo se dio para que
pudiéramos recibir salvación. Vio nuestra necesidad como
suya y ofrendo su vida para que con ella fuésemos
enriquecidos. Sus seguidores hoy hacen lo mismo por las
casas, hospitales o por donde Dios les permite transitar. Los
discípulos de Jesús llevan palabra de vida a muchos
necesitados, a gente que necesita una palabra de esperanza.

La motivación del servicio cristiano, brota no del simple deseo


de ayudar a otros, sino de un deseo más grande que es el de
servir a Dios, pues entiende que el servicio a los otros en
realidad es un servicio a su Señor.

Han descubierto que el servicio es un privilegio, pues es más


bienaventurado dar que recibir.

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Oramos por Ellos

U na de las primeras cosas que un cristiano aprende es a


orar. Ya que esta es una de las necesidades básicas de
todo creyente en su relación con su Dios. Aprender a orar esta
también entre las preocupaciones de los primeros discípulos,
cuando se acercan a Jesús para pedirle que les enseñe a orar.
Mateo 6:5-15. Conviene por ello hacer un repaso aunque sea
breve de la enseñanza de Jesús sobre la oración ante de ver la
oración como un espacio de servicio.

Jesús y la Oración
(v. 5) Se inicia con exhorto sobre la motivación para orar. En
ningún momento las prácticas espirituales han de ser
motivo de orgullo. La motivación incluso no está en las
peticiones que hemos de presentar, sino en estar
presentes delante de Dios.
(v6.) La oración es en privado con el Padre, pero sus efectos
en algunos momentos se hacen públicos.
(v. 7) La oración no consiste en decir las frases correctas, ni
en la cantidad de ocasiones que se multiplique, la
oración eficaz es aquella que está acorde a su voluntad
(v.10).
(v. 8) Oramos sabiendo que nuestro Padre ya conoce nuestras
necesidades.

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(v. 9) Oramos reconociendo la santidad y grandeza de nuestro
Dios. Nuestra vida misma ha sido dispuesta para que el
nombre de Dios sea santificado.
(v.10) La primera petición es que su reino se establezca y que
su voluntad perfecta se cumpla en el cielo y en la tierra
(v.11) La segunda petición es por las necesidades básicas.
(v.12) En la tercera petición, se solicita el perdón de Dios al
tiempo que se está dispuesto a perdonar a nuestros
ofensores.
(v.13) La cuarta petición es para que seamos capaces de salir
victoriosos sobre la tentación.
(v.13) Concluye la oración con expresiones de alabanza y
reconocimiento del poder de Dios
(v.14, 15) La enseñanza termina recordándonos que en la
espiritualidad, se espera que nosotros actuemos como
Dios ha actuado con nosotros.

Revisando el esquema que nos proporciona la enseñanza de


Jesús sobre la oración, podremos revisar como esta nuestra
propia práctica de la oración al nivel de las motivaciones e
incluso los contenidos específicos que ha de haber en las
mismas. Por ejemplo se utiliza más tiempo en adoración y
pedir que la voluntad de Dios se cumpla que en los motivos
tradicionales, como el pan diario. Sin embargo esto se hace
por dos razones. La primera la confianza de que Dios conoce
nuestras necesidades y que nosotros estamos dispuesto a
hacer su voluntad.

Este breve resumen de la enseñanza de Jesús sobre la oración,


habrá de sernos útil más adelante cuando consideremos la
oración como un servicio a nuestro prójimo.

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Siervos por amor
Filipenses 1:1-2 Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los
santos en Cristo Jesús que están en Filipos. Gracia y paz a
vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Observemos que la forma en cómo se presentan Pablo y


Timoteo. El título que utilizan para si es el de siervos de
Jesucristo. Hay que recordar en las distintas ocasiones en las
que Jesús define su ministerio, El también utilizo para sí los
pasajes del libro de Isaías que hablan del siervo de Jehová.
Por ello en ningún modo debe ser extraño para la iglesia, que
los discípulos de Jesús definan su propio ministerio en
función de ser siervos de Dios. El siguiente pasaje puede ser la
aplicación a la iglesia de las palabras de Jesús cuando dijo: el
Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir… Marcos
10:45

2Corintios 4:5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a


Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por
amor de Jesús.

Al Igual que Jesús.


1. No hablan de sí mismos. Juan 14:10 Las palabras que yo
os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre
que mora en mí, él hace las obras.
2. Como siervos hacen las obras que les han sido
encomendadas Juan 9:4 Me es necesario hacer las obras del
que me envió

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3. La motivación del servicio es el amor. Juan 15:13 Nadie
tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus
amigos.

Los discípulos de Jesús al igual que su maestro asumen el


papel de siervos de Dios. Saben que servir a su prójimo es
servir a Jesús.

Mateo 25:35-40 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed,


y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y
vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento,
y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te
recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos
enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les
dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Las palabras de Pablo y Timoteo siervos de Jesús al saludar a


los que Dios ha santificado en su iglesia son: Pidiendo que la
gracia de Dios venga sobre ellos y que la paz perfecta del
Señor, sea la que llene sus vidas.
Incluso en esto son como su Maestro. El que trajo la gracia de
Dios a su iglesia y quien les dio el legado de la paz a los suyos.

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La Oración como servicio
Filipenses 1:3-7 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de
vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por
todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el
primer día hasta ahora; estando persuadido de esto, que el que
comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día
de Jesucristo; como me es justo sentir esto de todos vosotros, por
cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y
confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes
conmigo de la gracia.

La oración siempre ha tenido un papel importante para la


Iglesia. En los evangelios leemos que Jesús oraba e invitaba
constantemente a sus discípulos a orar. Y de la iglesia
primitiva aprendemos que perseveraban en las oraciones.
Ahora hemos de considerar que la oración es también parte
del servicio que hacemos a los otros.

En este fragmento de la epístola a los Filipenses, podemos


observar lo que ha de ser una constante en el ministerio de los
discípulos de Jesús. Me refiero por supuesto a la oración vista
como un servicio y que se puede caracterizar por los
siguientes puntos.

Frecuencia: Lo primero que salta a la vista es que les mantiene


siempre en oración. Su oración no es ocasional sino
denota una práctica continua, el llevar en oración
delante de Dios a aquellos a los cuales ha discipulado.

Actitud: Resalta aquí la actitud con la que estos siervos oran.


En nuestro contexto la oración se ha convertido en una

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práctica melancólica y lánguida. Caracterizada más por
el silencio y una actitud quieta. Pero aquí dice que el
ruego es con gozo. Que forma más contrastante con
nuestras oraciones. La oración por los discípulos ha de
ser con una gran expectación ante la espera de lo que
Dios está haciendo en nuestros condiscípulos. Podemos
sentirnos felices por anticipado al considerar el
crecimiento en la fe que otros tienen en su propia
relación con Dios.

Contenidos: Por la comunión en el evangelio. Siempre hay que


centrarse en lo importante de las personas a las que les
compartimos el evangelio. No es que salud, economía e
incluso los problemas familiares carezcan de
importancia. Pero lo más importante es su propia
relación con Dios y su crecimiento en la fe. Cualquiera
que sea el problema que los discípulos enfrenten lo
podrán llevar mejor, si han crecido en la fe y en la
comunión con Dios. Pueden recibir la oferta de empleo
que tanto esperan, o recuperarse del mal que les aqueja,
pero si su fe no está fortalecida en el Señor, incluso el
haber recibido esas bendiciones pronto puede pasar a
segundo plano. Y Quizá pronto estemos llevándolos a
en oración por otros problemas que enfrentan. Lo
importante es que los creyentes se fortalezcan en la fe y
sean discípulos de Jesús. Que dependan de Él y le sirvan
a Él. Mientras dependan de nosotros, si bien son
creyentes no son aún discípulos de Jesús.

Confianza: Un discipulador, que no es otra cosa más que un


discípulo maduro y que está dando frutos para el Señor,
reconoce que no sus oraciones, las clases que ha dado o

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los tiempos de entrenamiento lo que habrá de hacer
crecer a los nuevos discípulos. Él sabe que el
crecimiento solo lo puede dar el Señor. Así es que confía
en que El Señor de la Mies es quien habrá de
perfeccionar a cada uno de los nuevos discípulos, para
que estos en su momento también puedan dar fruto.
Confiar en el Señor puede en algunos momentos de la
vida ser una de las cosas más difíciles al contrastarlo con
nuestra debilidad en la fe y los graves problemas que
podemos atravesar, pero el mismo tiempo confiar en el
Señor es lo más seguro. Él nunca va a abandonar a los
que tomo como hijos suyos. Además el mismo Señor
será quien provea los elementos necesarios para que
todos los elegidos puedan llegar a buen puerto. En las
palabras de Jesús encontramos también esta seguridad.
Juan 18:9 para que se cumpliese aquello que había dicho: De los
que me diste, no perdí ninguno.

Somos parte de un mismo proyecto: Lo que Dios ha hecho en


los que nos han precedido en la fe, ha de ser el aliciente
para que nosotros continuemos. La obra de Dios es la
misma, nosotros somos el eslabón en esta parte de la
historia que une los propósitos originarios de Dios, para
bendecir a su pueblo, con el fin último de que su
voluntad se cumpla como en el cielo así también en la
tierra. En este proyecto histórico, cada uno de nosotros
también nos vemos como participantes de la gracia, del
mismo modo que lo fue Pablo o cualquiera de los
grandes siervos de Dios. Podemos confiar entonces de
que como estuvo con ellos también estará con nosotros
para que llevamos su obra a cumplimiento. De la tal
forma que seamos instrumento de bendición para otros

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El amor como impulsor del servicio.
Filipenses 1:8 Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos
vosotros con el entrañable amor de Jesucristo.

Cuando hablamos de servicio, Dios está más interesado por


las motivaciones que nos mueven a hacerlo que por lo que
hacemos. Claro esto no debe mal interpretarse al considerar
que cualquier cosa que hagamos está bien, por el contrario. Si
la motivación es correcta, vamos a hacer todo lo que este en
nuestro alcance para hacerlo bien pues es para la gloria de
Dios. Y cuando hablamos de servicio, el dar la gloria a Dios
pasa a través de nuestro prójimo y hermano. Una iglesia que
conozco, tiene un lema que me parece relevante sobre cómo
hacer las cosas, ellos dicen: Todo con excelencia y todo para
la gloria de Dios.

En este pasaje como en el trasfondo de todo el mensaje bíblico


la motivación más importante del servicio es el amor. En las
palabras de Jesús encontramos esta idea. Juan 14:15 Si me
amáis, guardad mis mandamientos.

Como puede observarse amar a Dios se traduce de forma


inmediata en cumplir con su Palabra. Amor aquí es más que
sentimientos, se trata de llevar a la practica el consejo de Dios,
por ello amar se convierte en la motivación para cualquier
área de servicio que estuviéramos considerando.

El gran mandamiento: Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón,


y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6:5. No es
más que el preludio de la gran comisión. Pues quien ama a
Dios sin reservas esta también listo para cualquier servicio.

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El servicio a los demás entonces es producto del amor.
Servimos por amor, Eso es lo que Jesús hace entender a Pedro
al encomendarle el trabajo de cuidar de los nuevos creyentes.

Juan 21:15-17 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro:


Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí,
Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. 16
Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?
Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo:
Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás,
¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me
amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo.
Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

Cada vez que Jesús pregunta si le ama, la encomienda es la


misma. Apacienta mis ovejas. Amar entonces es cuidar del
rebaño de Jesús.

Oramos para que sean fructíferos


Filipenses 1:9-11 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún
más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis
lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de
Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo,
para gloria y alabanza de Dios.

Al estar considerando la oración como un servicio al Reino, es


más que orar por las necesidades de nuestros discípulos. La
iglesia no solo ha de orar por las necesidades de la gente que
está en derredor nuestro. La oración es una forma de cuidar
de las ovejas del Señor. Esta forma de orar está enfocada en

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que cada creyente llegue a cumplir con el propósito por el cual
Dios les llamó. Se trata de otra área del discipulado. Los
motivos de oración son específicos:

1. Que el amor, crezca. Por supuesto estamos hablando


del amor a Dios, que ha de crecer más cada día. Pero
no puede ser un amor ignorante, sino que ha de ser con
el conocimiento de las Escrituras.
2. La oración se enfoca en que cada creyente sea cada vez
mejor. Ser perfectos, como nuestro padre es perfecto.
Se trata de que el Espíritu de Dios nos perfeccione,
hasta que seamos irreprensibles
3. El crecimiento por el que oramos en nuestros
discípulos es para que ellos den fruto. La razón por la
que hemos sido unidos a la Vid verdadera es
justamente para dar frutos. El fruto es la manera en
como evidenciamos que estamos en Cristo.

La oración es una forma de servicio que los apóstoles


utilizaron en su trabajo de discipulado. Buscaban que sus
discípulos cumplieran el propósito por el que Jesús los había
llamado.

Cuando oramos como un servicio en el Reino de Dios,


nuestras oraciones están enfocadas en el crecimiento de la
comunión y conocimiento de Dios de nuestros discípulos.
Oramos para que cada uno de ellos de fruto para la gloria de
Dios.

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Vivimos a favor de otros

N o existe servicio que no sea a favor de otro. El servicio


cristiano, nunca se da en abstracto es vivir y servir a
favor de otros.
Dos textos que orientan el servicio cristiano son:

Marcos 10:45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino
para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Juan 15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por
sus amigos.

Ambos incluyen expresiones como: dar la vida o poner la vida.


A favor de sus amigos o por otros. Le ministerio de Jesús se
caracterizó precisamente por ser dar la vida a favor de otros,
pero esos otros en realidad no son extraños o anónimos, sino
personas a las que se ha hecho cercanas. La historia que
conocemos como el buen Samaritano Lucas 10:25-37. Nos
invita a hacernos cercanos y que usemos de misericordia para
con los que se encuentran en situaciones de desventaja.
El hacerse de un corazón con el prójimo es fundamental en el
cristianismo, se destaca en los Evangelios como el segundo de
los dos mandamientos en los que Jesucristo resumió la
totalidad de la Ley: Ama a tu prójimo como a ti mismo, Lucas
10:27.

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Con este contexto, nos acercamos a la epístola a los filipenses,
para ver una faceta de como la enseñanza de Jesús sobre el
hacernos cercanos a los otros y vivir a favor de ellos ha sido
puesta en práctica por su iglesia.

Las situaciones adversas pueden ser bendición


Filipenses 1:12-13 Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me
han sucedido, han redundado más bien para el progreso del
evangelio, 13 de tal manera que mis prisiones se han hecho
patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás.

Seguro para algunos esto puede parecer una contradicción,


pero no lo es de ningún modo. Cuando estas sirviendo al
Señor aún los eventos que pueden parecer más desagradables
se tornan en bendición personal o en oportunidad para
bendecir a otros.

El contexto de esta epístola no indica que fue escrita por


Pablo durante su prisión en Roma. Seguramente el dato de
que un predicador estuviera preso, sin duda no parece nada
bueno. Pero el apóstol Pablo dice: que esto ha redundado para
el progreso del evangelio. Pues de esta forma el evangelio se
ha podido predicar en todo el pretorio, el cual es la casa del
emperador.

Sin duda nos falta mucho conocer de Dios y de cómo el actúa,


pero sin duda un siervo aprende a ver como Dios puede
convertir una situación adversa en una oportunidad para
predicar el evangelio y traer salvación.

18
Isaías 55:8-9 Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo
Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así
son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos.

Un testimonio que anima


Filipenses 1:14-17 Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en
el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la
palabra sin temor. 15 Algunos, a la verdad, predican a Cristo por
envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. 16 Los unos
anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando
añadir aflicción a mis prisiones; 17 pero los otros por amor,
sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. 18 ¿Qué,
pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por
verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.

Pasar por penurias prisiones y maltratos, sin duda no es la


búsqueda de nadie, y parecería que dar testimonio de todo
ello con lo desagradable que resulta debería bastar para
ahuyentar a más de uno. Quizá incluso algunos pensarán que
esa es la vacuna para que nadie más se interese en el servicio
cristiano. Pero para los siervos del Señor estos testimonios en
lugar de amedrentarlos, les llenan de valor y confianza para
seguir predicando el evangelio por cualquier lugar. No es que
busquen pasar por prisiones y todos esos sufrimientos, la
verdad es que hay una lógica totalmente distinta la que les
lleva a involucrarse en la obra.

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Primero. Se trata del amor de Dios que llena sus vidas. Como
escribió el mismo apóstol en otra de sus cartas.

2Corintios 5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe,


pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;

Cuando el amor de Dios domina nuestra vida. Servir se


convierte en algo natural. Hay que recordar que el amor
de Dios en Cristo fue el que le llevo a dar su vida por
nosotros.

Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en


que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros

Segundo. Ver hombres y mujeres transformados por el poder


del evangelio, es sin duda una experiencia por la que
vale la pena trabajar. Ver la obra de Dios cuando
restaura, o sana en verdad es una experiencia de gozo
que no solo la experimentan los que están aquí, sino que
incluso en el cielo hay gozo por ello.

Lucas 15:10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de
Dios por un pecador que se arrepiente.

Tercero. Cumplir con la voluntad de Dios. Desde el inicio


nuestra relación con Dios está sobre la base de hacer su
voluntad, como aprendimos en El Padre nuestro. Cada
creyente por ello anhela escuchar estas palabras al
encontrarse en la presencia de Dios.

20
Mateo 25:21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre
poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu
señor.

En este sentido no hay gozo más grande en el servicio


cristiano que saber que nuestro trabajo ha servido, para
que el Reinado de Dios, siga creciendo en este mundo.
Sabiendo que este reinado trae bendición a todos
aquellos que están siendo integrados al gran Pueblo de
Dios.

El mismo pasaje nos muestra que en algunos momentos


habremos de encontrarnos personas que sirven a Dios por
motivos distintos de los que acabamos de mencionar.
Observemos que en nuestro texto el apóstol está plenamente
consciente de ello. Y aun cuando no es lo deseable, de todos
modos expresa su gozo, en que al ser predicado El Evangelio
más allá de los motivos que tuvieron, finalmente Dios trae
salvación a aquellos que reciben a Jesús como su salvador. Las
palabras de Jesús no podían ser menos contundentes.

Marcos 9:40 Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es

Cuando el fin que nos mueve es el Reino de Dios y que las


personas necesitadas de Él tengan un encuentro con Jesús,
quien es el único que realmente puede ayudarlos. Puede ser
que no concordemos con los medios y los motivos, pero
recordemos que nuestro objetivo como dijo Jesús, es:

Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

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El ministerio es sostenido por la oración
Filipenses 1:19-21 Porque sé que por vuestra oración y la
suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi
liberación, 20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada
seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre,
ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o
por muerte. 21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es
ganancia.

No son pocas las ocasiones que nos toca ver ministerios


poderosos que se van levantando en distintos puntos, y que
han llegado a ser de bendición a mucha gente. En la segunda
mitad del siglo XX. Las campañas masivas de Billy Graham
fueron de mucha bendición para millones de cristianos en el
mundo. Y lo mismo se puede decir de ministerios centenarios
y que siguen dando frutos, como Sociedades Bíblicas o más
recientemente La Liga Bíblica o la Red de Multiplicación
quienes proveen Biblias, materiales y capacitación a
muchísimas iglesias en el mundo.

Cuando todo esto ocurre es posible que pongamos la vista en


las personas que aparecen en escena como los más
importantes. Incluso cuando uno lee el Nuevo Testamento, no
deja de impresionarnos el súper evangelista, misionero y
pastor que resulta ser Pablo. Incluso hay que recordar que
casi la mitad del Nuevo Testamento es de su autoría, pero
antes de seguir exaltándolo, es importante poner atención a
sus palabras. El ministerio tiene dos fuentes poderosísimas.
La oración de la iglesia y la acción del Espíritu de Dios. Sin
ellas nada se puede hacer.

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Todos esos ministerios que han sido de bendición para
millones de personas en el mundo son sostenidos por la
oración, y debo agregar el apoyo de miles de personas
anónimas. Ellas son las que constantemente están
intercediendo delante de Dios por los ministerios. Son
también esas personas de las que desconocemos sus nombres,
las que con sus aportaciones apoyan para que el evangelio siga
siendo predicado en muchos lugares y de esta forma el Reino
de Dios siga avanzando por el mundo.

Pero aún las oraciones y el apoyo económico no son


suficientes cuando se trata de un ministerio, pues si Dios no
está con nosotros, en vano trabajan los edificadores, el único
que en verdad da el crecimiento es Dios. Es por ello que la
ministración del Espíritu de Dios en la vida de cada pastor,
evangelista, misionero, es indispensable.

1Corintios 3:5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por


medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno
concedió el Señor.

Así sigamos intercediendo para que esos ministerios que


están dando fruto sigan haciéndolo cuando son usados por el
Espíritu de Dios. Incluso hay ministerios que se han visto
opacados y no logran desarrollar el objetivo por el cual han
sido levantados. Oremos por ellos, para que nuestro Señor los
dote con su poder y puedan cumplir con los propósitos del
Señor.

Incluso oremos por nuestros propios hermanos en la fe, para


que cada uno de ellos también siendo ministrado por el
Espíritu, de fruto de bendición, para gloria de Dios.

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Nuestro propósito en esta vida
Filipenses 1:22-26 Más si el vivir en la carne resulta para mí en
beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23 Porque de
ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y
estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; 24 pero quedar en la
carne es más necesario por causa de vosotros. 25 Y confiado en
esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros,
para vuestro provecho y gozo de la fe, 26 para que abunde vuestra
gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre
vosotros.

La Biblia describe a los cristianos como extranjeros y peregrinos


sobre la tierra. Hebreos 11:13 Esto en algunos momentos ha sido
mal interpretado por algunos cristianos, llegando a
considerar que ya Dios los salvo y ahora lo único que resta es
esperar a que se el momento de su partida para ir al encuentro
de su Señor. Incluso algunos dejan en el olvido las tareas
mínimas de cada seguidor de Jesús, como hacer discípulos de
Jesús, y congregarse con otros discípulos para estimularse
mutuamente al amor y a las buenas obras.

En este fragmento el apóstol nos comparte el conflicto


interno que enfrenta. Entre el deseo de estar ya en la presencia
del Señor y gozar plenamente de sus bendiciones. O
permanecer en este mundo para seguir sirviendo, sabiendo
que ese servicio, aún habrá de causarle algunos dolores. Nos
comparte su conflicto pero al mismo tiempo nos muestra cuál
es su elección. Quedarse, para seguir viviendo a favor de otros
que aún necesitan escuchar del Evangelio, quedarse para
seguir instruyendo a la iglesia, a fin de que estén enteramente
preparados para toda buena obra.

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Nosotros no podemos determinar el momento para nuestra
partida y aun cuando muchos anhelamos estar en la presencia
de Dios. Sabemos que nuestro aquí y ahora tiene un propósito
dentro del plan salvífico del Señor.

Nuestra confianza es que en este compás de espera que


representa nuestra vida en la tierra, tenemos la oportunidad
de seguir contribuyendo a que se cumpla el propósito que
Dios expreso desde Abraham de ser bendición a todas las
familias de la tierra.

Cada día nosotros tenemos la oportunidad que Dios nos da de


ser bendición a muchas familias. Pues aun cuando es Dios
quien lo hace con los recursos que Él nos brinda nos da la
oportunidad de ser instrumentos suyos. Para llevar bendición
a mucha gente necesitada.

Una de las historias más conocidas en los evangelios es la de


la alimentación de los cinco mil. En este pasaje Jesús reta la fe
de los discípulos cuando ellos le piden que mande a la gente a
buscar alimentos en otro sitio. Jesús les dijo: No tienen necesidad de
irse; dadles vosotros de comer. Mateo 14:16

Los discípulos no saben qué hacer y reconociendo su


incapacidad le dicen solo tenemos cinco panes y dos peces.
Jesús ora y la multitud fue alimentada hasta saciarse. De los
sobrantes se recogieron 12 cestas llenas.

La historia es la misma hoy, ellos pusieron lo único que tenían


aprendieron a confiar en Jesús, repartieron lo que El proveyó
y la bendición fue derramada para muchos.

25
Nuestra forma de vida
Filipenses 1:27-30 Solamente que os comportéis como es digno del
evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté
ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu,
combatiendo unánimes por la fe del evangelio, 28 y en nada
intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es
indicio de perdición, más para vosotros de salvación; y esto de
Dios. 29 Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no
sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, 30 teniendo
el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en
mí.

En el fragmento anterior mencione que los cristianos, son


considerados en las escrituras como extranjeros y peregrinos
sobre la tierra. Hebreos 11:1. Y que esto ocasionalmente ha
provocado descuidos sobre nuestros quehaceres cristianos.
Este otro fragmento nos pone a considerar nuestra forma de
vida. Pues también a través de ella damos testimonio de
nuestra fe y servimos a nuestro prójimo. La frase de que nos
ocupa en este fragmento es: que os comportéis. La cual denota
que somos llamados a vivir como ciudadanos del evangelio de
Cristo. Aquí se da por descontado que se ha dejado atrás los
frutos de la carne. A los ciudadanos del evangelio de Cristo,
se les pide:
1. Que estén firmes en un mismo espíritu.
2. Combatiendo por la fe juntos
3. Que no se dejen intimidar
Estos ciudadanos no solo han tenido el privilegio de ser
llamados a la fe, sino también a sufrir por el Evangelio

26
Nuestro ejemplo es Jesús

T ener un ejemplo de vida es muy importante en la


formación de los individuos, pero incluso lo es para toda
una sociedad. Los ejemplos de vida, nos permiten visualizar
lo que de otra forma nos parecería abstracto, pero de manera
principal nos muestras un ejemplo de lo que sí es posible
lograr.

Ejemplos culturales de esto han servido en la formación de la


identidad mexicana. Por ejemplo Benito Juárez, es el ejemplo
del pastorcito indígena que llega a ser presidente del país.

Para la cristiandad ejemplos de vida, sin duda hay un gran


número de héroes de la fe que pueden servir para la vida de los
creyentes. Pero el ejemplo por antonomasia es Jesús. Él es el
ejemplo a seguir.

En el ejemplo de vida de Jesús descubrimos que si es posible


para cualquier cristiano hacer las cosas no solo a su modo sino
como el las hizo.

Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las


obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará,
porque yo voy al Padre.

27
La obra de cristo es autentica
Filipenses 2:1-2 Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo,
si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si
algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2 completad mi
gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes,
sintiendo una misma cosa.

De vez en vez es importante que recordemos lo que ha


significado para nosotros el estar en Cristo. En esta ocasión.
El apóstol Pablo va haciendo una serie de preguntas, retoricas
donde en todos los casos la respuesta es sí. Y que nos llevan a
una sola conclusión.

Hay consolación en Jesús


Hay consuelo de amor
Hay comunión con el Espíritu Un mismo sentir
Hay afecto entrañable
Hay misericordia

La unidad por la que Jesús oro en sus discípulos es posible


cuando estos reconocen la obra de Cristo en sus vidas.
Pero esta unidad es solo el preludio de algo más grande.

El mandamiento en 2:2, completad mi gozo, funciona como


meta-comentario. Ser de un mismo sentir se ha de traducir en
acciones que al ponerlas en práctica nos dan la oportunidad
de ejercer el de ejemplo de Jesús.

28
Sean de un mismo parecer
Filipenses 2:3-4 Nada hagáis por contienda o por vanagloria;
antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como
superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio,
sino cada cual también por lo de los otros.

Si efectivamente podemos hallar en Cristo estímulo, consuelo


y compañerismo, entonces ¿por qué hay cristianos que no
logran estar en armonía entre ellos? Es porque han olvidado
las cosas que hacen posible la unidad cristiana.

Las afirmaciones en 2:2b–4 explican en qué consiste (en


forma práctica) sentir lo mismo. Esto será muy importante
cuando el seguimiento de Jesús no lo hacemos solo de manera
individual, sino también la comunidad de creyentes.

El análisis de estos versos nos da una comprensión basada en


la vida real de lo que implica llevarse bien, donde la clave es
la unidad en el amor, el espíritu y el propósito.

En este pasaje hay solamente un verbo principal; los demás


verbos son secundarios que amplían el mandamiento
fundamental de sentir lo mismo

sintiendo lo mismo
teniendo el mismo amor
unánimes
No haciendo nada por contienda o por vanagloria
Estimando a los demás como superiores a uno mismo
No mirando cada por lo suyo propio
sino cada cual también por lo de los otros

29
El versículo 4 se centra en algo más práctico: velar por los
intereses de otras personas. La sencilla palabra también, juega
un papel muy significativo aquí:

Filipenses 2:4 Nadie busque el bien sólo para sí mismo, sino


para todos. TLA

A primera vista parece como si Pablo nos estuviera pidiendo


que dejemos de lado nuestros propios intereses para poder
servir a otros, pero no es así. Podría haber dicho que nos
ocupemos de nuestros intereses y los intereses de los otros,
pero eso los hubiera puesto en pie de igualdad. Al utilizar la
construcción retórica
No sólo / sino también
Nos está diciendo que quiere que nos ocupemos de ambos.

Interés Un mismo Interés


propio parecer de los otros

No se trata solamente de nuestros intereses o los de los otros.


Si no, ocuparnos de lo uno sin descuidar los otros. Solo así
entonces encontraremos el justo equilibrio bíblico. Atender
únicamente nuestros propios intereses termina en egoísmo.
Ocuparse solamente de los intereses de los otros no es
sustentable, aunque parezca una buena acción. La clave está
en ocuparse de ambos

30
Vivir con la unidad de un mismo parecer, por momentos
puede ser un trabajo duro, incluso con aquellos a quienes
amamos. Pablo nos desafía a reconciliar nuestras acciones
con lo que decimos creer. También explica en la práctica las
acciones que generan unidad. Recuerde, las grandes
bendiciones de la consolación, el afecto, el compañerismo y la
compasión que se pueden hallar en Cristo son subproductos
de la unidad de parecer, o de sentir lo mismo. Podemos
experimentar estas cosas si prestamos atención a la
exhortación de Pablo de llevarnos bien

El ejemplo de Jesús
Filipenses 2:5-8 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo
también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no
estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a
los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

El modelo de la humildad y el sacrificio de Jesús están


destinado a reforzar el llamado de Pablo a considerar a los
otros más importantes que uno mismo. ¿Qué mejor ejemplo
que Jesús? Veamos los rasgos de Jesús que se destacan.

Pablo conecta esta sección con la anterior pidiéndonos que


pensemos como Jesús lo hizo. En 2:6 nos recuerda que Jesús
es plenamente Dios, con todos los derechos y privilegios que
eso conlleva. Todo lo que sigue debe entenderse en este
contexto: que Jesús es por naturaleza Dios. Su condición
divina provee el telón de fondo contra el que deberíamos

31
considerar su ejemplo. ¿Qué hizo entonces Jesús con todo ese
poder y autoridad? Aunque tenía derecho a esas cosas, Jesús
no las usó a su favor. No consideró ser igual a Dios como algo
por lo cual luchar ni a lo cual aferrarse.

siendo en forma de Dios


- no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
+ se despojó a sí mismo
+ se humilló a sí mismo

La decisión de Jesús de humillarse y morir en la cruz ocurrió


en un contexto específico: siendo plenamente Dios. En lugar de
aferrarse a sus (derechos y privilegios), eligió un camino
diferente. Pablo describe este camino tanto en términos
positivos como negativos. Aunque hubiera podido ejercer su
derecho divino, eligió no considerar la igualdad con Dios
como algo de lo cual sacar provecho. Por el contrario, se
despojó y se humilló a sí mismo. La implicación es que si Jesús
estuvo dispuesto a dejar de lado sus propios derechos en
obediencia a los propósitos más elevados del Padre, ¿por qué
no podemos nosotros hacer lo mismo? ¿Por qué no podemos
tener su mismo sentir y considerar a otros más importantes
que nosotros mismos?

Pero al respecto de lo que hizo Jesús apenas vamos a la mitad


del relato, pues parece tomar una pausa para después
explicarnos las consecuencias de lo que hizo Jesús. Pues
estando en condición de hombre obedeció hasta la muerte de
cruz.

32
Se humillo a sí mismo
+ Se despojó a sí mismo
Forma de siervo
Semejante a los hombres
+estando en condición de hombre, se humillo a sí mismo
Obediente hasta la muerte
Y muerte de cruz

¿Hasta dónde llega nuestra capacidad de servicio? Para


algunos de nosotros, ya el ensuciarnos las manos representa
una humillación, para otros el convivir con algunos tipos de
personas es considerado como bajar de nivel. El ejemplo que
Jesús nos dio es de una humillación total. Primero dejo de lado
el ser Dios, se hizo hombre, después siervo y finalmente se
hace maldito a los ojos de Dios, para poder servir. Su servicio
ha significado para nosotros salvación y vida eterna.

El grado de humillación que Jesús experimento, nadie lo


puede igualar, pues aun cuando fuéramos clavados en una
cruz, nosotros no tenemos una deidad que dejar a un lado
para poder servir.

Pero el servicio al que somos llamados, si podemos hacerlo.


Jesús sirvió en condición de hombre. Esto es muy importante
porque nos enseña que Él no uso de ningún poder especial
para poder cumplir con la misión que Su Padre le había dado.

El único poder que le fue concedido para realizar su misión es


también el que recibe cada creyente cuando confiesa que
Jesús es su Señor y Salvador, se trata de la presencia del
Espíritu en nosotros. Entonces podemos salir a cumplir con
la tarea que Dios nos dio también a nosotros.

33
Humillación y exaltación
Filipenses 2:9-11 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo
sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en
el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los
cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

El estado final de Jesús, no fue el permanecer en la cruz,


menos aún el quedar en la tumba. Jesús se levantó de la
muerte. Resucito y con ello no solo vence el pecado y la
muerte, sino que es llevado a un estado de exaltación final en
la presencia del Padre. Su humillación y servicio son una parte
del trayecto que le llevó a experimentar la glorificación plena.

Podemos hacer un breve esquema sobre el sometimiento de


Jesús y ver que a cada paso de la humillación y servicio de
Jesús corresponde una acción de parte del Padre, no solo para
restituirle, sino para ponerlo en lo más alto.

Porque Jesús… Dios


…no se aferró a ser Dios
…se despojó a sí mismo …lo exaltó hasta lo sumo
…se humilló a sí mismo …le dio un nombre sobre
todo nombre
.. fue obediente hasta la … se doble toda rodilla
muerte
… toda lengua confiese que
es el Señor

34
El ejemplo de la humildad de Jesús, a ser ahora nuestro
aliciente, sabiendo que cualquier cosas que hiciéramos por el
Señor no quedará sin recompensa.

Mateo 10:42 Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un


vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os
digo que no perderá su recompensa.

Los elementos que tenemos para servir son los mismos con los
que Jesús conto. La presencia del Espíritu de Dios, el
beneplácito del Padre y ahora el acompañamiento de Jesús.

Vayamos cada uno de nosotros a servir a donde Dios nos ha


enviado. El servir siguiendo el ejemplo de Jesús siempre traerá
bendiciones para nosotros. No es casualidad que Él dijo:

Hechos 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se


debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor
Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.

35
36
Trabajamos para ser Luz

A lo largo de la vida he observado que hay gente que


trabaja en asociaciones civiles, fundaciones, etc., pero su
objetivo no esté enfocado específicamente en los motivos de
la organización, sino en la obtención de algún beneficio
personal. Ocasionalmente será un beneficio económico otras,
autoridad, status e incluso fama. Esto deberá de generarnos la
pregunta ¿Y los cristianos para que trabajamos?

1. No trabajamos para obtener un lugar en el cielo.


Porque la salvación la recibimos por la gracia de Dios.
Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la
fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para
que nadie se gloríe.
2. No acumulamos méritos para tener un mejor lugar en
la presencia de Dios o algún tipo de premio.
Mateo 20:23 El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y
con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados;
pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo,
sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.
3. No se trata de ganar una mejor posición en la iglesia.
Marcos 10:42-44 Más Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que
los que son tenidos por gobernantes de las naciones se

37
enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. 43
Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse
grande entre vosotros será vuestro servidor, 44 y el que de
vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos

Después de desechar algunos conceptos equivocados acerca


del porque los cristianos trabajemos, consideremos algunos
de valor positivo.

1. Se trata de agradar a nuestro Señor.


1 Tesalonicenses 4:1 Por lo demás, hermanos, os rogamos y
exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis
de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así
abundéis más y más.
2. Ser bendición para otros.
Génesis 12:2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
3. Seguimos el ejemplo de Jesús en hacer la voluntad de
Dios Padre.
Juan 5:30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo,
así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino
la voluntad del que me envió, la del Padre.

Cada una de estos motivos sin duda son buenos, pero están
supeditados a la obra que Jesús hace en los suyos
comparándolos ahora con el ser Luz y de allí que el ser luz
para otros es ahora el motivo del quehacer cristiano.
Mateo 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro
Padre que está en los cielos

38
Ocuparnos de la salvación
Filipenses 2:12-13 Por tanto, amados míos, como siempre habéis
obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más
ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y
temblor, 13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer
como el hacer, por su buena voluntad.

No se trata de hablar sobre la seguridad de la salvación, sino


de llevarla a la práctica. Este versículo resume los diversos
llamados a la acción que Pablo ha hecho a los filipenses: vivir
de una manera digna del evangelio (1:27), tener un mismo
sentir (2:2) y considerar a los demás como más importantes
que a sí mismos (2:3).

1:27 Solamente que os comportéis como


es digno del evangelio de Cristo, para
que o sea que vaya a veros, o que esté
ausente, oiga de vosotros que estáis 2: 12 Como
firmes en un mismo espíritu, siempre habéis
combatiendo unánimes por la fe del obedecido
evangelio,
2:2,3 completad mi gozo, sintiendo lo Ocupaos de
mismo, teniendo el mismo amor, vuestra
unánimes, sintiendo una misma cosa. 3 salvación con
Nada hagáis por contienda o por temor y temblor
vanagloria; antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como
superiores a él mismo;

39
Estos dos versículos desarrollando la idea del porque hemos
de ocuparnos de nuestra salvación. Poniendo a Dios como la
razón y motor de nuestro comportamiento.

1. Ocúpense de su salvación con temor y temblor


¿Por qué?
2. Dios es el que produce así el querer como el hacer
¿Por qué?
3. Por su buena voluntad

Es conveniente revisar este breve esquema para evitar caer en


algún tipo de interpretación donde llegáramos a considerar
que la salvación la obtenemos por algún esfuerzo propio. O
que somos nosotros quienes logramos algo al respecto de
obtener la salvación.

1. Somos los creyentes quienes nos ocupamos de la


salvación. Del mismo modo que cuando se habla de
arrepentirse, es el ser humano quien ha de arrepentirse.
La palabra griega que se traduce como “ocupaos” es una
forma intensiva de la palabra para trabajo o labor.
Significa trabajar en algo de manera minuciosa y
dedicada, traer algo a su conclusión plena y completa, y
así tiene la idea de realizar o lograr algo de manera
completa. Podía usarse para describir el trabajo del
agricultor quien trabaja a lo largo del año para hacer que
las semillas lleguen a producir una cosecha completa.
Aquí en nuestro texto significa que nos ocupamos en
nuestra salvación de manera plena en todas las áreas de
la vida sin dejar áreas sin tocar. Significa que, no vamos
realizando la tarea poco a poco o que no nos detenemos
a medio camino, sino que nos mantenemos avanzando

40
hasta que todo aquello por lo que Cristo murió haya
sido realizado en nosotros.

Periódicamente es bueno evaluar, cómo estamos


delante de Dios, para ver si nos seguimos ocupando de
lo que el Señor nos ha dado, es decir de la salvación. Él
ha sido fiel con nosotros, pero ¿nosotros nos
mantenemos fieles a él, avanzamos, crecemos en serio?
¿En dónde estamos desde el día que el señor nos rescató,
hasta ahora?

Recién nacido. ¿Qué más sigue?

Creyente atascado No puedo salir…


Creyente prometedor Un día lo voy a hacer
Creyente apantallador Sólo de apariencia
Creyente en reversa Dejo el camino
Creyente con pretextos Si lo hubieran dejado
Creyente sabiondo Saber sin practicar
Creyente normal Prosigo a la meta (Fil.
3:13-14)

Pero el ser un creyente normal no es la meta, porque el


llamado de Dios es que nuestra luz alumbre así que
hemos de seguir avanzando.

Creyente Discípulo Discipulador

El objetivo del llamado de Dios en la vida de cada uno


de nosotros es que seamos creyentes fructíferos. El
fruto a esperar de cada creyente no es solo dar algo a
favor de otros, sino que los otros lleguen a Cristo.

41
2. Dios es quien produce lo necesario para nuestro
crecimiento. Esta es una excelente noticia, pues si
nuestro nuevo nacimiento fue por la gracia de Dios.
(Efesios 2:8), entonces nuestro crecimiento en la fe es
por el mismo medio (no podría haber sido de otra
manera). Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas.

Dios da el deseo de obrar, de producir. Da la energía y


actúa en mí sobrenaturalmente para que yo desee
ocuparme de la salvación que él me regaló.

“El hacer”: Él también produce el actuar por su Espíritu


Santo Colosenses 1:26-29 el misterio que había estado oculto
desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus
santos, 27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la
gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros,
la esperanza de gloria, 28 a quien anunciamos, amonestando a
todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin
de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; 29 para lo
cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual
actúa poderosamente en mí.

Entonces, “la iniciativa” siempre proviene de Dios. 1Co


3:7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que
da el crecimiento. Él, por medio de su Espíritu Santo,
trabaja en nuestro interior para producir esto y todos
estos deseos los alimenta con la verdad de la Palabra.

42
3. Por su buena voluntad. La motivación no viene de
nosotros, Dios es quien quiere que el crecimiento total
sea una realidad en cada uno de nosotros. “Buena
voluntad” es el agrado, complacencia, propósito. Dios se
complace, se deleita en que tú, primero lo conozcas, es
decir, en que abras los ojos, en que seas libre y también
se deleita en que tu crezcas, que dejes de ser niño
fluctuante y seas maduro como Jesucristo
Todos estos deseos de conocer a Dios y de crecer vienen
de él por su gracia y su bondad. Ahora has tú lo que te
toca: ¡Ocúpate de tu salvación, dependiendo de él!. Se
trata de hacer uso de los medios de gracia que Dios ya
ha provisto para mi crecimiento. Y de usarlos también a
favor de otros.

Llamados a luminar el mundo


Filipenses 2:14-16 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha
en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la
cual resplandecéis como luminares en el mundo; 16 asidos de la
palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme
de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.

Haced todo sin murmuraciones… Cumplir este mandamiento


implica cumplir otros mandamientos tratados en este
capítulo. Se trata de tener la misma actitud humilde de Cristo,
no murmurando contra Dios por no respetar nuestros
derechos. Si tenemos una actitud como la de Cristo,
(considerando a los demás como mejores que nosotros)
estamos en una posición mucho mejor para obedecer.

43
Algunas cosas son más fáciles de hacer sin protestar que otras.
Pero Pablo no es selectivo con su mandamiento. No se trata
de, en qué deseamos obedecer y en que no. Si Dios nos pone
algo por delante, hemos de hacerlo sin discutir y sin medir los
inconvenientes. ¿Por qué nos manda eso? Porque no hay peor
ladrón de alegría que la queja y la murmuración.

En el desierto los israelitas se la pasaron murmurando, del


proyecto al que Dios les había llamado, perdiendo el gozo de
experimentar la salvación que Dios les había provisto.

Regocijarse y trabajar sin protestar ni murmurar están


íntimamente relacionados. Ambos provienen de la actitud del
corazón. Cuanto más escogemos alegrarnos en el Señor y
estar agradecidos de su provisión, menos lucharemos con
nuestra mala actitud. Una es consecuencia natural de la otra;
así es como Dios ha ordenado que funcionen las cosas.

¿Por qué debemos regocijarnos en todo en lugar de quejarnos


y murmurar? ¿Cuál es nuestra motivación para obedecer? La
respuesta de la Escritura es que una conducta irreprensible y
con sencilla es está relacionada con reflejar la luz de Dios en
un mundo oscuro y agonizante. La razón por la que estamos
aquí es para ser luz a este mundo. Mateo 5:14 Vosotros sois la
luz del mundo…

Los cristianos tenemos como propósito alumbrar con la luz


de Dios a este mundo, con la intención de que Él sea
glorificado.
Mateo 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro
Padre que está en los cielos.

44
Por eso nuestra obediencia a su palabra, y el ser imitadores de
la obra de Cristo son muy importantes. Forman parte de
nuestro testimonio desde el cual servimos a la causa de Cristo
y damos coherencia a nuestro mensaje a favor de otras
personas. Ya que el dar luz es siempre a favor de otros y de
que nuestro Dios sea glorificado por nuestros actos, como por
quienes son receptores de las obras que hacemos.

Hay un elemento más que está presente a la hora de alumbrar,


se trata de lo que Pablo llama la Palabra de Vida, que en parte
es la Escritura, pero también es al mismo tiempo Cristo como
palabra encarnada.

1. Por Su Palabra fuimos creados. Juan 1:3-4 Todas las


cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho,
fue hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres.
2. Al creer en su Palabra tenemos nueva vida. Juan 5:24 De
cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me
envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha
pasado de muerte a vida.

La palabra vivificadora de Cristo al venir a nuestra vida es la


que nos da la capacidad para ser luz. Pero esa palabra
vivificadora ha de seguir obrando en nuestra vida a fin de
santificarnos plenamente al tiempo que orienta nuestras
acciones a favor de otros.

El testimonio verdadero del cristiano, no está meramente en


que él se mantenga fiel, sino en que otros lleguen a glorificar
a Dios, por causa de lo que él está haciendo.

45
Alumbrar a otros nos desgasta
Filipenses 2:17-18 Y aunque sea derramado en libación sobre el
sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos
vosotros. 18 Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros
conmigo.

La imagen cultural que Jesús o el apóstol Pablo tenían cuando


hablaban de la luz, era la de la lámpara de aceite, que al estar
alumbrando se va consumiendo. Lo cual nos recuerda que la
única forma de alumbrar y dar vida a los demás, es cuando nos
consumimos a favor suyo. El ejemplo de Jesús fue ese, dio su
vida para darnos vida. El apóstol Pablo dio su vida por
predicar el evangelio. Hoy nosotros tenemos la oportunidad
de ser luz para otros al darnos nosotros mismos a favor de los
que aún caminan en tinieblas.

46
Compañeros de Ministerio

E l ministerio no es una tarea para desarrollarla en solitario.


La Biblia utiliza diferentes expresiones para enseñarnos
que en el ministerio siempre tenemos compañeros.

Éxodo 6:7 y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y


vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de
debajo de las tareas pesadas de Egipto.

Observe que el trato de Dios, siempre es en plural, Dios no


salvo individuos, sino a un pueblo. Para que fuese pueblo
suyo. Del mismo modo las promesas de Dios no son solamente
en lo individual sino para el Pueblo, como el colectivo de la fe.

Hechos 2:39 Porque para vosotros es la promesa, y para


vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el
Señor nuestro Dios llamare.

Cuando Jesús envía a los discípulos a trabajar, incluso lo hace


de dos en dos.
Marcos 6:7 Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de
dos en dos

47
En el desarrollo de la Iglesia primitiva podemos ver parejas
famosas que estuvieron sirviendo.

Pedro y Juan
Bernabé y Pablo

Pero más allá que parejas el desarrollo posterior de la iglesia,


genero equipos ministeriales. Uno de los más conocidos es el
del apóstol Pablo. Donde podemos encontrar un sinnúmero
de nombres asociados en ese ministerio
Timoteo, Filemón, Onésimo, Filemón,... Pero también hay
mujeres: Lidia, Priscila, Junias, etc.

Las iglesias se desarrollaron a través de equipos ministeriales


donde la formación de discípulos fue la clave. Por ello no era
raro que encontremos en las epístolas saludos como este:

1 Tesalonicenses 1:1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de


los tesalonicenses…

El discipulado incluso llego a extenderse por generaciones.


Por ejemplo tenemos los datos de Pedro.

53 Pedro
70 Evodius 211 Serapion
107 Ignatius 220 Ascelpíades
127 Heron 231 Philetus
154 Cornelius 237 Zebinnus
169 Eros 253 Babylas
182 Theophilus 256 Fabius
191 Maximus 1 260 Demetrius

48
El discipulado que genera nuevas generaciones de cristianos,
se convirtió en la forma de propagar la fe cristiana, al tiempo
de asegurar la doctrina y veracidad del mensaje del evangelio.
Por ello para la iglesia contemporánea le es muy importante
recuperar el discipulado que se hace desde equipos
ministeriales que trabajan juntos para la propagación del
Reino de Dios en este mundo.

Se buscan discípulos
Filipenses 2:19-24 Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a
Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de
vuestro estado; 20 pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que
tan sinceramente se interese por vosotros. 24 Porque todos buscan
lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. 22 Pero ya conocéis los
méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el
evangelio. 23 Así que a éste espero enviaros, luego que yo vea cómo
van mis asuntos; 24 y confío en el Señor que yo también iré pronto
a vosotros.

Ha observado usted que a pesar de la crisis de empleos que


existe en nuestro país, hay empleos, para los que siempre hay
vacantes. Uno de esos puestos es el de bomberos, siempre hay
vacantes para gente que quiera arriesgar la vida por otros, que
reciba un salario bajo y esté dispuesto a trabajar a cualquier
hora que le llamen y casi siempre con muy escaso equipo.

Podríamos comparar la búsqueda de discípulos con la


búsqueda de personal de bomberos. Pero cuando se trata de
buscar discípulos, además hemos de buscar que cumplan con
ciertas características especiales.

49
Hay quienes piensan que cualquiera que tenga la intención
está bien, pero quiero que vea el consejo que el mismo Pablo
le dio a Timoteo acerca de los que habrán de ser discípulos.

2Timoteo 2:2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto


encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también
a otros.

Esto por supuesto está relacionado con la forma en como


también los otros apóstoles buscaron un sucesor cuando les
hizo falta.

Hechos 1:21 Es necesario, pues, que de estos hombres que han


estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús
entraba y salía entre nosotros, 22 comenzando desde el bautismo
de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba,
uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.

Pero realmente no se trababa solo de los apóstoles sino que la


búsqueda de hombres idóneos para el ministerio se extiende
del mismo modo a otras áreas como el diaconado.

Hechos 6:3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete


varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de
sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.

En el discipulado para la iglesia hemos de buscar la


excelencia. Se trata de la obra que realizamos para Dios. Y
solo por ello y porque es para el pueblo de Dios, hemos de
buscar los mejores hombres y mujeres posibles para la obra de
nuestro Señor y Salvador.

50
¿Cuáles eran las características de Timoteo, por las que Pablo
está considerando enviarlo a la Iglesia de Filipo?

Obrero Aceptado Obrero Rechazado


Él realmente se preocupa Se preocupan sólo por
por ustedes y por su conseguir su propio bien y
bienestar no por seguir a Jesucristo.
Ha ayudado a anunciar las
buenas noticias como un
hijo que sirve a su padre

Tiene un interés genuino por las personas a las que va a


ministrar, y tiene la experiencia. Así que Timoteo es el
candidato adecuado para poder ir a ministrar el Evangelio.

Pablo no temía elogiar abiertamente a una persona con


quien había trabajado en el ministerio, y presentarlo como un
ejemplo para otros. Timoteo no fue una excepción. Un
reconocimiento como ése es raro en nuestros días, tal vez
porque nos preocupa inflar el ego de la persona elogiada.

Aunque las cualidades que Pablo destaca están en Timoteo,


también podrían verse en cualquiera que se compromete
diligentemente al ministerio. De modo que aunque el elogio
sirviera para estimular a Timoteo, también presenta a
Timoteo como un modelo a imitar. Las cualidades que se
elogian son como la descripción de un trabajo al que otros
pueden aspirar.

Con cada característica que Pablo afirma en Timoteo, nos


vemos desafiados a repensar cómo estamos en ese aspecto.
¿Podría Pablo decir lo mismo de nosotros? ¿Qué era lo que

51
hacía la diferencia? ¿Cómo se vería eso en el escenario de
nuestro ministerio?

Esto no significa que jamás tuvieran discrepancias, sino más


probablemente que sus valores centrales y sus prioridades se
combinaran bien, que en lo tocante al ministerio estaban en
sintonía.

Esto es muy importante en los equipos ministeriales, que


todos tengamos bien claro que nuestra misión es: Predicar el
evangelio y hacer discípulos de Jesucristo. Cuando estamos
de acuerdo en lo básico, podríamos diferir de estilo y método
de trabajo. Pero si el fin es el mismo, finalmente vamos a
coincidir, y entonces nuestro ministerio será de bendición.

Compañero de Milicia.
Filipenses 2:25-28 Mas tuve por necesario enviaros a
Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia,
vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; 26 porque él
tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se
angustió porque habíais oído que había enfermado. 27 Pues en
verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo
misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para
que yo no tuviese tristeza sobre tristeza. 28 Así que le envío con
mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con
menos tristeza.

Recomendar a otra persona no es sencillo, y cuando se trata


de enviar a una persona de la que opinamos que es la más
adecuada. Nuestro texto pareciera iniciar con un gran, Pero.

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Porque Pablo en lugar de enviar a Timoteo del que ha hablado
tan elogiosamente, decide enviar a Epafrodito. Pero el texto
realmente no menciona que este discípulo y compañero de
ministerio de Pablo, sea alguien menos capaz. Pues Pablo
mismo lo considera:

 Su hermano
 Colaborador
 Compañero de Ministerio
 Ministrador en las necesidades de Pablo

Seguramente estas serán suficientes cartas de presentación


para otro compañero de Ministerio, pero en este caso el texto
nos indica otras razones por las que Pablo decide enviar a
Epafrodito en lugar de Timoteo. Las razones son la misma
afinidad que hay entre Epafrodito y los filipenses.

 Era un mensajero de la Iglesia de Filipo


 El mismo tiene el deseo de verlos
 Está preocupado porque la saben enfermo

Podemos encontrar que Igual que Timoteo, genuinamente


tiene interés por los hermanos de la Iglesia de Filipo.

Me gustaría que observáramos que los motivos personales, de


Epafrodito, no figuran en ninguna manera en esta
descripción. Es decir no lo envío Pablo para que pueda ir a ver
a su familia. O por algún otro asunto particular, El interés está
todo en la obra de Dios y en la difusión del evangelio. De modo
que la visita a Filipos es hasta para consolar a los que estaban
preocupados por la suerte que habría corrido un misionero en

53
el desarrollo de su trabajo. Pues el texto dice, que estuvo
enfermo y a punto de morir.

Desconocemos las enfermedades que podría haber contraído


este siervo en el desarrollo de su misión. Lo cual nos recuerda:

1. Somos débiles, nuestro cuerpo también se debilita. Y


no faltarán las situaciones donde seamos vulnerables.
2. En algunos casos habrá que pasar por situaciones
donde nuestra vida quedara expuesta
3. La necesidad de entrenar nuevos discipuladores, ya
que nosotros mismos estamos de paso en esta vida
4. En el caso de Pablo su propia condición de preso en
Roma por causa del evangelio le limita, pero sus
discípulos pueden ir a donde él no puede hacerlo.

En el discipulado no se trata de ser temerarios y colocarnos


innecesariamente en situaciones de riesgo, pero hemos de
saber que puede haber momentos en los que nuestra vida
habrá de desgastarse o incluso puede perderse por causa del
evangelio. Muchos cristianos antes de nosotros expusieron su
vida para que el evangelio pudiera llegar hasta nosotros

Sigan su ejemplo
Filipenses 2:29-30 Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo,
y tened en estima a los que son como él; 30 porque por la obra de
Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para
suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí.

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La vida de cada uno de estos discípulos y los que han a lo largo
de la historia de la Iglesia podríamos considerar, tienen un
doble propósito.

El primero es que les podamos apreciar. Porque están


dispuestos incluso a exponer la vida con tal de servir a otros
a través del evangelio.

Un segundo punto, es para que sigamos su ejemplo. Cuando


vemos las características y disposición de estos hombres,
puede parecernos un reto intimidante, pero hay que recordar
esto.
No se trata de lo que nosotros somos capaces de hacer,
sino de lo que Dios puede hacer a través nuestro.

Nuestro papel solo es asumir el compromiso de vivir el


evangelio, bajo la gracia de Dios. Es su Espíritu quien habrá
de conducirnos.

Al entregar nuestra vida a favor de Dios, Él se encargara de


conducirnos a los propósitos que ya trazo para nuestra vida.

55
56
El trabajo solo es en Cristo

E n el andar de la fe, el cristianismo ha enfocado todas sus


esperanzas, esfuerzos y trabajos solamente en Cristo.
Una de las primeras alabanzas cristianas que a principios de
los 70s se empezaron a entonar en las iglesias y que cambiaron
nuestra forma de como las iglesias cristianas celebran su fe fue
un corito llamado “Solamente en Cristo”, que retoma el punto
culmen de la predicación del apóstol Pedro frente al Concilio
en Jerusalén
Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser
salvos.

Este tipo de expresiones son distintas formas en como la fe de


la iglesia se conecta con sus propios orígenes y dan forma
también a su propio trabajo contemporáneo. Las Iglesias de la
Reforma adoptaron a modo de divisa la frase: solus Christus

Solus Christus enseña que Jesucristo es el único mediador


entre Dios y el hombre, y que no hay salvación por medio de
ningún otro. Pero esto es más que una declaración de fe, pues
pasó a convertirse en la forma específica de vida. Donde todo
se hace y se vive desde la centralidad de Cristo en la vida del
creyente.

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Toda nuestra confianza está en Cristo
Filipenses 3:1 Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí
no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros
es seguro. 2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos
obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. 3 Porque
nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a
Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la
carne.

Pablo comienza el capítulo tres nuevamente con el mandato


a que se regocijen. Es una de las cosas más importantes que
pueden hacer para proteger su corazón contra el desaliento.
No es sólo una buena idea, es un escudo protector diseñado
por Dios para ese propósito. ¿Cómo funciona? Si elijo
regocijarme en el Señor por mis circunstancias o mi situación,
será prácticamente imposible quejarme o protestar por lo
mismo. Es una proposición del tipo uno o lo otro. La
consecuencia natural de alegrarnos honestamente en el Señor
por algo es la imposibilidad de protestar por lo mismo. No
podemos rezongar y alegrarnos por la misma cosa al mismo
tiempo. Si estamos rezongando, en realidad no hay gozo en
nuestro corazón.

Al escoger gozarnos en el Señor en medio de circunstancias


desagradables, nos protegemos contra el temor, las dudas, las
vacilaciones y el desaliento que vienen de la oposición.
Todas estas cosas son barómetros de la actitud de nuestro
corazón. Cuando vemos que esos rasgos van ganando terreno
y manifestándose, sabemos que nuestro foco se ha alejado de
Dios y está puesto en otras cosas. No podemos quejarnos de
algo y estar agradecidos por ello simultáneamente

58
El verso 3 nos lleva a una interpretación que para un judío
tradicional e incluso para los evangélicos tradicionales puede
parecerles hasta un atentado. La pregunta de fondo es: Quién
es el verdadero Israel o la verdadera Iglesia. Y ciertamente los
criterios para contestar esta pregunta no están en la tradición
o linaje, e incluso van más allá de si tienes o no la doctrina
correcta, Pues se asume que la doctrina correcta ha de ser
practicada. La enseñanza de Jesús ha de orientar lo que el
apóstol Pablo dice a la Iglesia.

Mateo 12:50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi


Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y
madre.
Juan 15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en
mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre,
y permanezco en su amor.

El verdadero Pueblo de Dios es:

1. El que guiado por Su espíritu sirve al Señor. Esto sin


duda no puede quedarse en ninguna actitud
espiritualizante, sino como explica el apóstol Pablo,
generan un desarrollo en el creyente que le llevará a
dar fruto. 2Pedro 1:5-8 vosotros también, poniendo toda
diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la
virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al
dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7 a la piedad,
afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque si estas
cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos
ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo.

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2. Su gloria, está en que Cristo sea glorificado. No
buscan reconocimiento alguno, sino el que Cristo, sea
glorificado. Anticipando de esta forma le destino final
de la humanidad, donde todos glorificarán al Señor.
Apocalipsis 4:10-11 los veinticuatro ancianos se postran
delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por
los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono,
diciendo: 11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el
poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad
existen y fueron creadas.
3. Su única confianza está en Cristo. No es que no tengan
en que confiar, Jesús no es su última tabla de
salvación. Sino que conscientemente han puesto en
Cristo Jesús todas sus esperanzas. La historia de los
amigos de Daniel, al confiar en Dios, pueden ilustrar
este tipo de confianza. Daniel 3:17-18 He aquí nuestro
Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego
ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. 18 Y si no, sepas, oh
rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la
estatua que has levantado.

Nuestra meta es Cristo


Filipenses 3:4-8 Aunque yo tengo también de qué confiar en la
carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo
más: 5 circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu
de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; 6 en
cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que
es en la ley, irreprensible. 7 Pero cuantas cosas eran para mí
ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y

60
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor
del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a
Cristo,

Nuestra sociedad está acostumbrada a que las personas para


tener importancia, han de tener un currículo impresionante.
Entre más sean los títulos, especialidades y méritos ganados
resultaría que la persona es más valiosa en su desempeño
profesional y con ello de mayor valía. El Apóstol Pablo,
menciona lo que en su época en verdad era un currículo,
religioso envidiable. Pero va a terminar diciendo, que todo eso
ha llegado a considerarlo como perdida, comparados con el
amor y el conocimiento de Cristo. No faltarían algunos en su
época que seguro le habrían dicho: Pablo, estás equivocado,
todo eso no puede ser desechado. Y no es que Pablo lo
desechara, pues el texto dice que realmente aspira a algo más
importante. Y esto es Cristo.

Hay algo, que el Apóstol había descubierto. Y es que estar en


la presencia de Dios, no se logra por méritos, ascendencia
familiar, o el cumplimiento de las obras religiosas.
Simplemente estamos en la presencia de Dios por su gracia.
Pero además al estar en presencia de nuestro creador y
salvador, no habrá tampoco ningún título que ostentar. Las
palabras de Jesús también ya nos habían hablado acerca de
esto:
Marcos 8:36-37 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare
todo el mundo, y perdiere su alma? 37 ¿O qué recompensa dará el
hombre por su alma?

61
El Apóstol, nos insta justamente a que nuestra búsqueda no
se quede en lo de este mundo, sino que centremos nuestras
expectativas en lo máximo esto en Cristo.

Mi justicia es Cristo
Filipenses 3:9-12 y ser hallado en él, no teniendo mi propia
justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la
justicia que es de Dios por la fe; 10 a fin de conocerle, y el poder de
su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando
a ser semejante a él en su muerte, 11 si en alguna manera llegase a
la resurrección de entre los muertos. 12 No que lo haya alcanzado
ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir
aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.

Tener acceso a la presencia de Dios, solo puede hacerse, con


los medios y con los recursos de Dios. El Apóstol sabe esto y
así lo comparte con la Iglesia. Todos sus méritos, los ha dejado
atrás y los ha considerado como basura (v. 8). Él sabe que no
hay forma en que él pueda ser reconocido como justo, por el
cumplimiento de la Ley. La epístola a los Romanos nos
presenta un esquema más completo de las razones de porque
no podemos alcanzar justificación delante de Dios, sino solo
en Cristo.

Romanos 3:10-12 Como está escrito:


No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se
hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera
uno.

62
Romanos 3:20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano
será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el
conocimiento del pecado.

Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con
Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

Romanos 1:17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se


revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe
vivirá.

Entonces no es con nuestra justicia que podemos llegar


delante de Dios, sino con la justificación que Cristo hace de
nosotros por la fe en Cristo. La justicia de Dios viene con
beneficios adicionales e inesperados:

1. Conocer al Cristo. Para experimentar salvación,


consuelo y guía para nuestra vida.
2. Experimentar el poder de la resurrección. En el
sentido último, al ser levantado junto con todos los
creyentes para vivir por la eternidad con Dios, pero
desde ahora, para ser librados del poder del pecado y
de la culpa y proseguir en un camino de santificación
3. Participar de sus sufrimientos. Identificarnos
plenamente con Jesús, tomar nuestra cruz y seguirlo.
Mateo 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso
para vuestras almas;
Pablo deja en claro que el tipo de relación con Dios que tiene
en mente no se centra en nuestro bienestar personal, sino en
ser conformados a la imagen de Cristo

63
Hasta llegar a ser lo que Cristo quiere de mí
Filipenses 3:13-14 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que
queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la
meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Conozco personas que viven en el pasado y pasan la vida


lamentándose de lo que ya no tienen. La experiencia de Pablo,
como la Cristo, del cual tomo ejemplo, (Aunque las
diferencias son abismales), son diametralmente opuestas.
Aunque ambas implican dejar algo. Y al final recibir una
bendición aún mayor.

Cristo Jesús, no estimo el ser igual a Dios como algo a lo


que aferrarse sino que se despojó a sí mismo, y se hizo
obediente hasta la muerte en su obediencia al Padre
trajo bendición completa para su Pueblo.

Pablo, dejo a tras los méritos obtenidos por esfuerzo


propio, para recibir por la fe la justicia que solo Jesús
puede darle. Al hacerlo espera una bendición más
grande que a lo que podía esperar con sus propios
logros.

Pero también se reconoce, como una obra que aún está


inconclusa, pues si bien la salvación ya es una realidad,
también sabe que la meta de todo lo que en esta vida ha
experimentado, no se encuentra, ni en los logros que como
cristiano pudiese lograr, pues sus metas ahora están
subordinadas a que Cristo sea glorificado. Su meta es que
Cristo logre sus propósitos en él.

64
La iglesia sigue el camino de Cristo
Filipenses 3:15-17 Así que, todos los que somos perfectos, esto
mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará
Dios. 16 Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma
regla, sintamos una misma cosa. 17 Hermanos, sed imitadores de
mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en
nosotros.

Ahora El apóstol, habla a la iglesia, y les hace ver que todos


estamos en el mismo equipo. Todos los que hemos sido
perfeccionados por el Señor. Hemos de ser de un mismo
sentir. Este no puede ser más que el que hubo primeramente
en Cristo Jesús. Quien se hizo humilde para ser siervo, y
trabajar en favor del Reino de Dios.

Nos invita también a mirar en derredor nuestro y descubrir


que no somos los únicos. Pues como diría el autor de la
Epístola a los Hebreos.
Hebreos 12: 1 Por tanto, nosotros también, teniendo en
derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de
todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la
carrera que tenemos por delante,

Hay muchos otros que también han seguido el ejemplo de


Jesús. Como Pablo lo hizo y ahora nos invita a que nos
sumemos con otros que también lo han hecho. Para que
mutuamente nos apoyemos en esta carrera de la fe

Hebreos 10:24 Y considerémonos unos a otros para


estimularnos al amor y a las buenas obras;

65
En el camino sin embargo también hemos de encontrarnos
con los por su manera de actuar se han convertido en
enemigos de Cristo.

Filipenses 3:18-19 Porque por ahí andan muchos, de los cuales


os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son
enemigos de la cruz de Cristo; 19 el fin de los cuales será perdición,
cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo
piensan en lo terrenal.

Su vida, conducta, sentimientos están lejos del ejemplo que


Jesús nos ha dado. Pues en lugar de una vida a favor de otros,
buscan como obtener provecho.

A ellos hemos de dejarlos a un lado, esperando que en la


misericordia de Dios, un día puedan comprender el llamado
al que Jesús les convoco. No nos toca a nosotros separar el
trigo y la cizaña, eso es tarea del Padre. Nuestra tarea es seguir
hacia el propósito por el cual Jesús vino a este mundo, por el
que nos dio nueva vida, y por el cual nos justificó.

Filipenses 3:20-21 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos,


de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 el
cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que
sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual
puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

66
Servicio y Oración

S ervicio y oración parecen dos asuntos diferentes, el


primero generalmente se relaciona con el trabajo,
mientras que el segundo parece remitirnos a una situación
quieta. La realidad es otra, pues ambos elementos son
complementarios y los dos representan diferentes maneras de
trabajar y de estar firmes en el Señor.

Aunque la adoración es primero, de ninguna forma excluye el


servicio, e incluso la verdadera adoración es confirmada por
el servicio, manteniéndose de esta forma un sano equilibrio
entre fe y obras. Una historia clásica para esta relación es la
de Marta y María.

Lucas 10:38-42 Aconteció que yendo de camino, entró en una


aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 39 Esta
tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los
pies de Jesús, oía su palabra. 40 Pero Marta se preocupaba con
muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado
que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41
Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada
estás con muchas cosas. 42 Pero sólo una cosa es necesaria; y
María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

67
Simplemente lo que Jesús está enseñando es que lo más
importante está en la adoración. Cualquier servicio sin
adoración es mero activismo. Y del mismo modo la adoración
sin servicio se vuele vana.

Mantener el equilibrio entre ambas partes, es lo adecuado, al


tiempo que damos prioridad a lo que realmente lo tiene, es
decir la comunión con Dios, que será la que sea impulsora de
cualquier servicio.

Estad Firmes en el Señor


Filipenses 4:1 Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo
y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.

La primera parte de este breve texto hace un resumen de lo


aprendido en los versículos anteriores, antes de pasar a
abordar el siguiente tema.

Así que… dado que tenemos tan gloriosa esperanza


Filipenses 3:20,21 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de
donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 el
cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que
sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual
puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

Amados Deseados Corona mía


Su amor por ellos El anhelo de Los Filipenses
debía ser motivo verlos tras larga eran la corona
de obediencia de ausencia 1:8 (stéfanos) de todos
parte de ellos sus esfuerzos

68
Así que… estad firmes en el Señor
Los Filipenses han de mantenerse firmes en el Señor. Solo con
Jesucristo puede una persona resistir las seducciones de la
tentación y la debilidad de la cobardía. La palabra que usa
Pablo para mantenerse firmes (stékete) es la que se usaría de
un soldado que tuviera que resistir el fragor de la batalla
cuando el enemigo se lanzara sobre él. Sabemos muy bien que
hay algunas personas en cuya compañía es fácil hacer lo que
no se debe, y que hay otras en cuya compañía es fácil resistir
al mal. Algunas veces, cuando miramos atrás y recordamos
algún momento en que nos desviamos o caímos en tentación
o perdimos nuestra dignidad, decimos anhelantes, pensando
en alguien a quien amamos: " Si él o ella hubiera estado allí,
aquello no me habría sucedido.» Nuestra única seguridad
frente a la tentación está en el Señor, en sentir Su presencia a
nuestro alrededor y en nosotros. La iglesia y el cristiano sólo
pueden mantenerse firmes cuando están en Cristo.

Un mismo sentir en el Señor


Filipenses 4:2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un
mismo sentir en el Señor.

No tenemos la menor idea de la naturaleza del problema


entre Evodia y Síntique. Como Pablo no toma partido como
lo hace con los conflictos que aborda en otras cartas, es
probable que esta disputa no tenga nada que ver con la
doctrina o una práctica moral. Parece más un asunto personal
Me he dado cuenta que esto último puede causar mucha más
división que lo primero. Generalmente se origina como un
desacuerdo de algún tipo, con frecuencia un asunto de
opinión. No se trata de la diferencia entre lo verdadero y lo

69
falso, sino entre lo bueno y lo mejor, entre hacerlo de una
manera o hacerlo de otra. Son cuestiones altamente
subjetivas, donde ―lo que está bien depende de los valores y
preferencias personales

Cualquiera sea el problema, para que Pablo se hubiera


enterado y tenido tiempo de responder, seguramente venía
de largo tiempo. ¿Por qué entonces encarar el problema? ¿Por
qué no sencillamente permitirles convivir con el desacuerdo?

Porque el desacuerdo impide tener un mismo parecer y no


permite poner los intereses de los otros por encima de los de
uno mismo. ¿Cómo se puede considerar a alguien como más
importante que uno y al mismo tiempo guardarle rencor? No
se puede hacer ambas cosas, lo que significa que debemos ser
proactivos en intentar resolver realmente el conflicto en lugar
de permitir que se vaya enquistando bajo la superficie. Una
relación rota sigue siendo rota aunque en la superficie el trato
sea cortés.

No puede existir unidad si no es en Cristo. En los asuntos


corrientes de la vida diaria sucede a menudo que personas de
lo más diferentes se mantienen en una cierta relación porque
reconocen a un gran dirigente. Se lealtad mutua depende
totalmente de su lealtad hacia él. Prescindid del dirigente, y
todo el grupo se desintegraría en unidades aisladas y a
menudo en guerra. Las personas no se pueden amar unas a
otras a menos que amen a Cristo. La fraternidad humana es
imposible aparte del señorío de Cristo.

Las iglesias que crecen son las que son de un mismo sentir en
el Señor.

70
Hechos 4:32 Y la multitud de los que habían creído era de un
corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que
poseía, sino que tenían todas las cosas en común

En medio de ese potencial conflicto, Pablo llama a uno de los


miembros de la Iglesia para que sirva de pacificador.
Mostrándonos así un modelo para la resolución de conflictos.

Filipenses 4:3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel,


que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el
evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos,
cuyos nombres están en el libro de la vida.

La resolución de conflictos es esencial en la iglesia, y ha de


realizarse siguiendo los modelos que la Biblia nos facilita. He
aquí algunas pautas
1. El pacificador es una persona de confianza, y con
experiencia en el ministerio.
2. El exhorto a los que están en conflicto es a que
recuerden que están en el mismo equipo, y no son
rivales.
3. No son solo las personas involucradas, sino también
otros que han luchado junto con ellos y por quienes
también Cristo murió
4. Finalmente el llamado es a que sean de un mismo
sentir en el Señor. Lo cual nos remite a la parte
primaria de esta epístola, pues si Jesús no se aferró a
sus derechos aun cuando los tenía, nosotros tampoco
deberíamos hacerlo.

El servicio en y desde la iglesia requiere que seamos capaces


de superar aun nuestras diferencias de opinión.

71
Regocíjense en el Señor
Filipenses 4:4-5 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo:
¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los
hombres. El Señor está cerca.

Lo único, que todos los seres humanos necesitan aprender


acerca del gozo es que no tiene nada que ver con las cosas
materiales ni con las circunstancias externas. Es un hecho de
la experiencia humana que una persona que viva en el regazo
del lujo puede ser desgraciada, y la que viva en la más grande
pobreza puede estar rebosando de gozo. Un hombre al que
aparentemente la vida no le haya asestado sus peores golpes
puede ser un quejumbroso amargado, mientras que otro al
que sí se los haya asestado puede estar siempre serenamente
jubiloso.

El secreto está en que la felicidad no depende de cosas ni de


lugares, sino siempre de personas. Si estamos con la persona
ideal, ninguna otra cosa importa; y si no estamos con esa
persona, nada puede compensar por su ausencia. El cristiano
está en el Señor, el más maravilloso de los amigos; nada puede
separar al cristiano de Su presencia, así es que nada puede
arrebatarle el gozo.

El problema puede residir entonces en que seamos incapaces


de darnos cuenta que estamos en el Señor y que con Él está
todo cuanto pudiéramos desear. Redescubramos las grandes
bendiciones que están a nuestro lado en Cristo y no
permitamos que las obras de la carne (Gálatas 5: 19-21) nos
impidan disfrutar de las bendiciones que ya Cristo ha puesto
en nuestra vida.

72
Por el contrario nuestra gentileza sea conocida por todos los
hombres. La palabra traducida como gentileza (epieikés),
representa más de un significado que debemos atender, los
que estamos en Cristo.

Ser comprensivos
Simpatía,
Magnanimidad,
Nuestra Gentileza Autodominio,
Buenos modales,
buena educación,
Cortesía, gracia.

Los griegos mismos explicaban esta palabra como " justicia y


algo mejor que la justicia.» Decían que la epieakeia, debería
entrar en juego cuando la estricta justicia resultaría injusta.
Puede haber ejemplos individuales en los que una ley
perfectamente justa sería injusta, o en los que no sería
equitativa. Una persona tiene la cualidad de epieikeia si sabe
cuándo no debe aplicar la estricta letra de la ley, cuando debe
relajar la justicia para introducir la gracia, la misericordia.

Esta es la clase de actitud que se espera en los cristianos,


cuando están enfrentando un conflicto. Ir más allá de lo que
dicta la justicia para dar paso a la gracia y la misericordia.

En el servicio cristiano, no es que renunciemos a lo que es


justo, sino que apelamos a algo más grande que la justicia,
pues en el sentido humano esta es solo retributiva. Mientras
que la gratuidad va más lejos aún. El ejemplo más claro para
nosotros mismos es Jesús quién no nos trata con justicia, sino
con misericordia.

73
La oración como antídoto
Filipenses 4:6-7 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.

Aún el servicio cristiano, puede ser causa de afán para los


creyentes. Algo que no debemos perder de vista incluso en el
servicio a cristiano, es que es El Señor de la mies es quien tiene
el control de todas las cosas, no nosotros a pesar del trabajo
que estemos realizando.

La fórmula de Pablo excluye los enfoques equivocados a la


oración. Las oraciones y peticiones deben ofrecerse con
agradecimiento en lugar de otras actitudes como la
murmuración y el resentimiento. La consecuencia natural de
orar con agradecimiento, es la paz de Dios que sobrepasa todo
entendimiento.

El gozarse es una protección, cambiar la ansiedad en oración


agradecida también funciona como un antídoto. La paz de
Dios protegerá nuestro corazón y nuestra mente contra la
ansiedad que pugna por reaparecer. ¿Nos aferraremos a las
cosas que generan preocupación y ansiedad, o las
presentaremos a Dios con agradecimiento? Si lo hacemos, la
paz de Dios no solamente aliviará la inquietud y el temor,
también nos protegerá contra su reaparición

74
Compartimos de lo recibido

C ompartir de lo recibido, en nuestra cultura,


grandemente monetizada, parece traducirse en cuestión
de pesos. Pero la orientación que la Biblia propone, va mucho
más lejos, para centrarse en lo más valioso. Se trata de
compartir la vida.

El mejor ejemplo, de compartir la vida a favor de otros, por


supuesto es Jesús. La obra de la salvación que el hizo por
nosotros, no fue, ni es cuestión de dinero.

1Pedro 1:18-19 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana


manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con
cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa
de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,

Jesús dio su vida para darnos vida, el llamado del apóstol es


para que siguiendo el ejemplo que Jesús mismo nos ha dado y
que ha sido el modo de hacer de los que nos han precedido en
la fe, así también hagamos nosotros. Hechos 15:26 hombres que
han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Ahora nosotros siguiendo los ejemplos que nos han dejado,


también así hagamos.

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Filtrando nuestros pensamientos
Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad.

La mente humana se tiene que concentrar en algo, y Pablo


quería estar seguro de que los Filipenses se concentraran en
cosas que valieran la pena. Esto es algo de suprema
importancia porque es una ley de vida que si uno piensa en
algo con suficiente frecuencia e intensidad llegará al punto en
que no pueda dejar de pensar en ello: Sus pensamientos
discurrirán literalmente por un cauce del que no se podrán
salir.

Aquí Pablo provee algunas ideas importantes sobre cómo


debemos pensar y actuar. Las formula intencionalmente evita
parámetros estrechos o legalistas. No obstante, los límites
que establece son firmes y seguros. Veámoslos de cerca. Si
Pablo hubiera dicho:

Sólo piensen en las cosas verdaderas, respetables, honestas,


hubiéramos quedado con una lista de puntos que cumplir. En
el fondo hubiera sido un mandato esencialmente negativo, al
exigirnos que no pensemos en aquello que no se ajuste al
patrón.

En su lugar, nos hace pensar en un conjunto ilimitado de


posibilidades que se adecuan a criterios positivos.

76
La expresión todo lo es como un ejercicio de completar los
espacios en blanco. En tanto una cosa se ajuste a alguno de
los criterios, ¡adelante!

Pablo no dice: No hagan esto, no hagan aquello, y tampoco eso


otro. Una lista así pronto quedaría obsoleta y estaríamos
diciendo: Eso no me sirve hoy en día. También estaría
negando la gracia de Dios, pues simplemente se cambiará un
código de deberes, por otros.

Sin embargo de ningún modo es para que cada quien haga lo


que quiere, pues al especificar criterios, Pablo hace que su
mensaje sea atemporal. Revisemos los criterios propuestos
para nuestra forma de pensar.

Lo Verdadero. (ἀληθής) Hay cosas que son auténticas.


Muchas de las cosas de este mundo son engañosas e
ilusorias, prometen lo que no pueden cumplir, ofrecen
una paz imaginaria y una felicidad inalcanzable. Uno
debe siempre fijar su pensamiento en cosas que no le
fallen.

Lo Honesto. (σεμνός) Es la palabra que se usa


propiamente de los dioses y de sus templos. Cuando se
usa de una persona, la describe como alguien que se
mueve por el mundo como si estuviera en el templo de
Dios. Pero la palabra realmente describe lo que está
revestido de la dignidad de la santidad. Hay cosas en
este mundo que son ligeras, que no tienen seriedad, que
no son atractivas más que para los ligeros de cascos; por
el contrario, es en las cosas que son serias y dignas en
las que el cristiano debe concentrar la mente.

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Lo Justo. (δίκαιος) Define al que da a Dios y a los
hombres lo que les es debido. El juez injusto de la
parábola se definía como uno que " ni temía a Dios ni
respetaba a hombre» Luc. 18:2). En otras palabras,
δίκαιος es la palabra del deber asumido y cumplido.
Hay quienes no piensan más que en el placer, la
comodidad y la buena vida. El cristiano concentra su
pensamiento en sus deberes para con Dios y para con
sus semejantes.

Lo Puro. (ἁγνός) Define lo que está moralmente


incontaminado. Cuando se refiere a los sacrificios
describe lo que se ha purificado hasta dejarlo apto para
ser presentado a Dios y usado en Su servicio. Este
mundo está lleno de cosas que son asquerosas y
desharrapadas y sucias y obscenas. Muchas personas
tienen la mente en tal estado que ensucian todo lo que
piensan. La mente del cristiano se concentra en lo que
es puro; sus pensamientos son tan limpios que pueden
resistir el escrutinio de Dios.

Lo Amable. (προσφιλής) promueve el amor. Hay


algunos que tienen la mente tan concentrada en el
castigo y la venganza que no provocan más que
amargura y miedo en otros. Hay algunos que tienen la
mente tan programada para la crítica y la bronca y la
burla que no provocan más que resentimiento en los
demás. La mente de la persona cristiana se concentra en
cosas amables: simpatía, tolerancia, comprensión. De
tal manera que resulta amable para los demás: basta
verla para quererla.

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De buen nombre. (εὔφημος) Bien hablado, digno de
confianza. Es apto para que Dios lo oiga. Hay
demasiadas palabrotas, blasfemia y doble sentido en el
mundo. En los labios y en las mentes de los cristianos
debe haber solamente palabras aptas para que Dios las
oiga.

Los seis criterios que Pablo provee deberían hacer las veces de
filtro para el tipo de cosas que debemos pensar. Pero en lugar
de proveer una lista limitada de qué hacer y qué no hacer,
Pablo provee principios que deberían orientar nuestra
conducta. Reglas hay muchas, principios pocos. Las reglas
cambian, los principios no.

Piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo


que es agradable y merece ser alabado. Filipenses 4:8 b TLA

Piensen en todo lo que está relacionado con la


excelencia. (ἀρέτη) Física y Moral. El mundo tiene sus
impurezas y sus degradaciones, pero es indudable que
tiene también sus noblezas e ideales, y es en las cosas
más elevadas en las que debe pensar el cristiano.

Piensen en todo lo que es recomendable (ἔπαινος) y


propios y extraños lo pueden reconocer. Lo que es
recomendable, Aunque muchas veces el cristiano no
estará de acuerdo en que muchas de las cosas que alaba
el mundo sean dignas de alabanza, habrá casos en que
sí; y le debe importar la aprobación de los suyos, y
supremamente la de Dios.

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Transmitir lo que recibimos
Filipenses 4:9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis
en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

En este pasaje, Pablo establece el método de discipulado


correcto. Aquí como anteriormente utiliza seis principios que
habrán de orientar a la iglesia sobre qué cosas deben hacer. Lo
que han aprendido, recibido, oído y visto en él. Si lo que uno
está pensando o haciendo no se adecua a alguna de esas
categorías, es muy posible que no sea edificante.

Lo que aprendiste. (μανθάνω) Esto es el Evangelio


mismo que Pablo les ha enseñado. Podemos aquí
colocar los contenidos de la Escritura, así como la
predicación oral del evangelio, para las primeras
comunidades. Y para nosotros la Biblia, completa como
Palabra de Dios.

Lo que recibiste. (παραλαμβάνω) La palabra original


quiere decir específicamente aceptar una tradición
fijada. Esto equivale a la enseñanza de la Iglesia que
Pablo les había transmitido. En los primeros siglos, la
autoridad apostólica, fue muy importante, pues se
trataba primordialmente de la fidelidad al mensaje que
había sido transmitido por Jesús a los apóstoles.

De estas dos palabras podemos deducir que la enseñanza


incluía dos partes. Una parte era el cuerpo de doctrina que
mantenía toda la Iglesia; y otra era la explicación de esa
doctrina por medio de la interpretación e instrucción del
maestro. Si hemos de enseñar o de predicar debemos conocer
el cuerpo de doctrina aceptada por la Iglesia; y luego lo

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tenemos que pasar por nuestra mente y entregárselo a otros,
tanto en su sencillez original como en el sentido que nuestra
propia experiencia y pensamiento le hayan dado. No se trata
entonces de solo transmitir las letras de una determinada
ortodoxia, sino de la vivencia misma de esa doctrina.

Entonces si bien se trata principalmente de conocimientos,


pero la Biblia, no se basa solo en conocimiento, sino también
en acciones que hemos de transmitir a otros.

Pablo pasa más adelante. Les dice a los Filipenses que imiten
lo que han oído y visto en él. Desgraciadamente, pocos pueden
decir eso; y sin embargo, sigue siendo verdad que el ejemplo
personal es una parte esencial de la enseñanza. El maestro
debe demostrar en acción la verdad que expresa en palabras.

El discipulado para otros, no solamente es dar una clase, sino


modelar a través de un estilo de vida, para que otros, puedan
seguirlo. Jesús fue primeramente quien modelo para nosotros
que significa creer y vivir el evangelio. Después toco a Pablo
vivir y modelar el evangelio, para los filipenses. Nosotros
hemos recibido la bendición de vivir y modelar el evangelio
para las siguientes generaciones de cristiano.

Palabras y acciones, son los el resumen de una vida que


compartimos a otros.

Por último, Pablo les dice a sus amigos Filipenses que, si


hacen eso con fidelidad, el Dios de la paz estará con ellos.

1. El Dios de Paz. Para un judío la paz no era algo


puramente negativo, como la ausencia de guerra o de

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problemas. Era todo lo que contribuye al bien
supremo del ser humano. Sólo en la amistad con Dios
puede una persona encontrar la vida como es debido.
Pero también para un judío esta paz se manifestaba
especialmente en las relaciones personales correctas.
Sólo por la gracia de Dios podemos entrar en la
relación correcta con Él y con nuestros semejantes. El
Dios de la paz puede hacer que nuestra vida sea
conforme a Su propósito, permitiéndonos entrar en
las debidas relaciones consigo mismo y con nuestros
semejantes.

El Dios de paz, seguirá actuando en nuestra vida, cuando


nosotros estemos compartiendo con nuestra vivencia lo que
ese Dios de Paz ha hecho en nuestra vida.

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Partícipes de la Misión

L a historia misionera de nuestro país, muestra que


principalmente hemos sido objetos de misión. Cuando
oímos de misioneros, es frecuente que pensemos en otros,
pero no en nosotros mismos. Esto ha afectado grandemente el
desarrollo de la Iglesia, pues cuando se habla de misión el
referente es alguien de fuera (que no pertenece a la iglesia
local o que incluso bien del extranjero) que viene hasta
nosotros a realizar la obra de proclamación del evangelio.

Esta actitud que ha prevalecido en muchas iglesias ha


limitado en gran manera la difusión del evangelio, pues
depende mayoritariamente de agentes externos. Mientras
que los locales se perciben mayoritariamente como objetos de
misión. Al prevalecer este paradigma, las iglesias se han
vuelto dependientes de lo externo, y en su inmensa mayoría
las mismas iglesias experimentan decrecimientos.

Pero el paradigma que las Escrituras presentan sobre la


misión no es ese, por el contrario, la misión surge desde la
iglesia local y desde ella se va extendiendo realizando círculos
concéntricos que cada día van llegando más lejos. Pero la
misión no es simplemente lo que una determinada iglesia está
realizando, para alcanzar a los que cada vez están más lejos.

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Pues en la siguiente generación estaría repitiendo el mismo
problema que intenta solucionar, es decir tendríamos una
iglesia que es agente de misión y muchas comunidades que
seguirían siendo objetos de la misión.

El paradigma del Nuevo Testamento, si bien inicia en una


comunidad local, al ir alcanzando a las nuevas comunidades e
ir estableciendo nuevas iglesias, estas replican para otros la
predicación del evangelio, de modo que cada una de esas
nuevas iglesias se convierte ahora en agentes de misión.

El paradigma que se nos presenta en el Nuevo Testamento


entonces es en su primera etapa: Jerusalén, toda Judea,
Samaria y hasta la último de la tierra. Es decir una iglesia local
que siguiendo el mandato de Jesús, no se detiene en sus
fronteras, sino que va hasta lo último de la tierra. Si
consideramos la historia del apóstol Pablo, como un referente
de misión, nos daremos cuenta que él puso en práctica ese
modelo en su propia experiencia y así lo enseño en cada iglesia
que iba siendo organizada.
A. La iglesia de Antioquía, siguió el modelo que Jesús
enseño y desde allí salieron Pablo y Bernabé para
extender el evangelio a otros países e incluso alcanzar
otros continentes.
B. Las nuevas iglesias, hicieron lo mismo. Recibieron el
evangelio y convirtiéndose en agentes de misión, la
iglesia de tesalónica extendió el evangelio por Acaya y
Macedonia.
C. Las nuevas iglesias, pronto generaron tanta
interacción que no solo alcanzaban más y más rápido
a otras comunidades, sino que también empezaron a

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colaborar en las misiones, entendiendo que todos eran
en realidad una misma misión. La misión de Dios.

Este este modelo de las iglesias está fundamentado en la


forma de evangelización-discipulado que Jesús utilizo. Jesús
discípulo a los 12 y estos discipularon a otros, de manera que
cada nuevo creyente, una vez que había recibido el evangelio,
era discipulado y entrenado para poder cumplir en primera
persona la encomienda que Jesús nos dio a todos los creyentes
de predicar el evangelio a toda creatura, haciéndonos
partícipes de misión.

Ahora dedicaremos a ver un ejemplo de como una iglesia local


se hace partícipe de la Misión cristiana.

Oportunidades de Servir
Filipenses 4:10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya
al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también
estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.

A lo largo de nuestra vida El Señor nos brindará


oportunidades de servir y de involucrarnos en su obra. Esas
oportunidades se presentarán no precisamente cuando
nosotros creamos que estamos preparados, pero sí cuando
Dios sabe que podemos realizarlas.

Más de uno de nosotros puede argumentar: mejor cuando este


más preparado, o tenga más recursos quizá incluso cuanto
tenga más tiempo libre. Pero Dios sabe cuándo estamos listos
aun cuando nosotros mismos no lo consideremos así. Incluso
el hacernos partícipes de la misión en los tiempos que El

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Señor nos indique, es signo de obediencia y por supuesto el
Señor bendecirá a los que les obedecen. También es una
oportunidad para aprender a confiar en El Señor, la obra es de
Él, y sin duda Él nunca se equivoca al respecto de los tiempos
y personas que requiere para cada momento de su obra.

Si nosotros no participamos, Dios levantará a otros, para


poder realizarlo. Su obra nunca fracasará por que
participemos o no. Pero somos nosotros los que quedamos a
un lado de las bendiciones del servicio.

La iglesia de Filipo en cuanto tuvo oportunidad de sumarse al


servicio, lo hizo. Esto trajo gozo al apóstol y más gozo trae
aún al Señor cuando nos disponemos a su servicio.

Suplir carencias en la misión


Filipenses 4:11-14 No lo digo porque tenga escasez, pues he
aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé
vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo
estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre,
así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece. 14 Sin embargo, bien hicisteis
en participar conmigo en mi tribulación.

Las palabras que el apóstol Pablo utiliza en este texto,


muestras claramente cuál es su situación. No es que no tenga
nada en absoluto. Las ofrendas de los filipenses aquí tienen un
papel diferente, se tornan en un apoyo eficiente para la
misión. En muchos casos, los trabajos de misión se llegan a

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limitar no porque el misionero no tenga ni para comer, sino
porque les hacen falta elementos para el desarrollo de la obra.
De modo personal, Pablo lo aclara, él sabe vivir humildemente
o en abundancia. De la forma que Dios provea para su vida él
ha aprendido a esta satisfecho. Aquí Pablo recurre a una
figura de la cultura griega con la que está familiarizado. El más
rico, no es el que más tiene, sino el que menos desea.

Aprender a estar satisfecho con lo que nuestro Dios ha


provisto es una parte de nuestro crecimiento espiritual, por el
contario

1Timoteo 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al


dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores.

Bien haremos nosotros, cuando como la iglesia de Filipos


estemos colaborando para al apoyar a otras iglesias y
misioneros al proporcionarles elementos que les permitan
desarrollar de una mejor forma su ministerio.

Solo ustedes participaron


Filipenses 4:15-16 Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que
al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de
Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y
recibir, sino vosotros solos; 16 pues aun a Tesalónica me enviasteis
una y otra vez para mis necesidades.

Esta es una tremenda realidad cuando se trata de misiones,


son muy pocos los que están dispuestos a dar a las misiones.

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La primera barrera que hay que superar es el egoísmo propio.
Hemos olvidado las palabras de Jesús.

Hechos 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se


debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor
Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.

Incluso cuando oramos porque el Señor envié obreros a su


mies, no logramos vernos como la respuesta a esa oración,
cuando esta debería de ser la primera opción, antes que
esperar a que otros vengan a hacerlo por nosotros. Dios no va
a enviar a otros misioneros, donde ya nos puso para cumplir
con su misión.

No buscamos beneficios personales


Filipenses 4:17-18 No es que busque dádivas, sino que busco
fruto que abunde en vuestra cuenta. 18 Pero todo lo he recibido, y
tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo
que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.

No se trata de que seamos beneficiados personalmente. El


promover la mayordomía tiene como propósito incentivar la
gratitud de los creyentes por los beneficios que Dios ha
puesto en sus vidas. Al hacerlo con gratitud, y como respuesta
a las acciones de Dios, es bendecida la persona que dona de
sus recursos.

Cada vez que una persona se suma al ministerio y colabora, es


esa persona la primera que recibe bendición. Pero al sumarse

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como donante, también es motivo de bendición para otros. De
manera que facilita que otros desarrollen la misión. Y a través
de estos muchos otros sean alcanzados.

Sin embargo sigue habiendo mal entendidos acerca de la


misión.
1. Hay algunos que piensan que se trata de cumplir. La
motivación realmente debe estar en que el amor de
Dios nos impulsa a dar y compartir con los que aún no
experimentan de la bendición de ser hijos de Dios
2. Otros piensan que con solo llegar los domingos, es
suficiente. Miles de creyentes, han mantenido ese
estilo “cristiano” de vivir. Sin darse cuenta que ellos
mismos se están privando de bendiciones que Dios ha
dispuesto, para ellos. Pero al mismo tiempo sirviendo
de mal ejemplo para otros creyentes que aprenderán
que la relación con el señor solo es dominicalmente.

La misión es estar allí permanentemente, pero no solo estar,


sino tomar una posición activa y de desarrollo en la misión de
Dios en este mundo.

Es Dios quien suple


Filipenses 4:19-20 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 Al Dios y
Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Sin duda que modo final es Dios quien suple para las
necesidades de la misión de cada Iglesia, pero usará a

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hermanos, iglesias, incluso a no creyentes y a las autoridades
civiles para que podamos cumplir con la misión.

Nuestro papel en la tarea de la misión es ser como si fueranos


esas estaciones repetidoras de radio. Donde se recibe la señal
y desde allí se vuelve a radar para que llegue más lejos.
Cualquier bendición que hubiéremos recibido, hemos de
buscar cómo hacerla llegar a otros, para de esa manera
extender el reino de Dios por todos los confines del mundo.

Al final de toda tarea misionera, damos gracias a Dios, porque


nos tuvo por fieles y porque los recursos que se han usado y la
forma en como hemos podido bendecir a otros. Solo se debe a
Dios quién ha actuado para que pueda realizarse.

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