Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
A/H1N1
En suma, el público
no quiere saber sino creer.
Peter Coles
De acuerdo con los telediarios, la gripa porcina o A/H1N1 es una nueva modalidad
gripal que se ha convertido en una pandemia1 desde finales del primer semestre del año
pasado (2009). Todos los días vemos noticias que tocan tópicos relacionados con esta
gripe que alarman a todos los televidentes, generando en ellos la necesidad de
“cuidarse” de la misma. Sin embargo, estudios científicos mundialmente aceptados
revelan que la gripe A/H1N1 y su virus correlativo no son para nada nuevos. En 1918,
se dice, hubo una pandemia en la que murieron más de 20 millones de personas en el
mundo por “causa” de esta entidad nosológica. Además, el virus A/H1N12, estuvo en la
mira de patólogos y virólogos de muchos lugares del mundo hasta la década de 1950,
ya que en 1957 se perdió de vista. Pero en 19773 reaparece en las investigaciones
científicas llevadas a cabo en los laboratorios de Europa y Estados Unidos,
comenzando formar parte de las vacunas estacionales puestas en Europa.
Por otra parte, los virus de la gripe en el hombre son clasificados en tres: A, B y C. El
último, por tener una frecuencia baja de aparición en las gripas estacionales europeas,
no es usado para la elaboración de vacunas con el fin de evitar la presencia de las
mismas. Los dos primeros sí. Es más, las vacunas puestas en las clínicas y hospitales
europeos para prevenir las gripas estacionales son una combinación de estos dos tipos
de virus (en formas atenuadas). Asimismo, las proteínas periféricas del virus
(hemaglutinina4 y neuraminidasa5) son ya muy conocidas por los especialistas. Por estas
tres razones es evidente que la gripa porcina y su virus correlativo no son para nada una
novedad en el mundo.
Asimismo, el 29 de abril (12 días después de que se registrasen los dos casos de gripe
porcina en California), la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
Margaret Chan, dijo que había un estado de alarma en 5º grado7 que tenía como
finalidad prevenir el padecimiento de dicha gripe. Y el 11 de junio la misma dice que la
pandemia está establecida. La pregunta que la doctora Teresa nos hace es: ¿cómo en tan
poco tiempo y con una tasa poco significativa de mortandad asociada
epidemiológicamente con la gripa A/H1N1 se pudo llegar a decir que había una
pandemia? Una de las razones para ello está en el hecho de que en mayo del mismo año
la OMS modificó la definición que tenía de pandemia. Mientras en el pasado este
significante aludía a la (1) aparición simultánea, en varios países del globo terráqueo, de
una entidad nosológica que (2) tuviese una tasa de mortalidad significativamente alta
proporcional al tamaño de la o las poblaciones donde aparecía, ahora sólo designa lo
4
Glucoproteína antigénica responsable de la unión del virus con la célula en donde se aloja.
5
Es en realidad una enzima, no una proteína. Tiene como función romper la unión molecular de la
Hemaglutinina con el ácido siálico.
6
El lector debe recordar que estos planteamientos tienen como sustento epistemológico la teoría
patológica del virus como entidad causante de enfermedades, que la Alopatía y la Isopatía defienden.
Pero es notable el hecho de que lo que se dice en los medios de comunicación masivos y lo que la gente
común maneja en las calles es una información para nada parecida a esta. Es decir, que los medios de
comunicación y el común de la gente ni si quiera llegan a entender lo que las ciencias monológicas y la
Alopatía dicen, ¡y estas son unas amebas comparadas con las ciencias de la complejidad y la
Homeopatía!
7
El 6º grado de alarma indica la presencia de la pandemia.
2
Leyder Lasprilla
Ahora bien, antes del año 2005 la OMS hacía sugerencias a los países respecto de las
medidas a tomar en cuanto a la salud de sus poblaciones, pero desde ese año en
adelante, en lo relativo a las pandemias, la OMS ha dejado de dar recomendaciones y ha
comenzado a dar órdenes que todos los países miembros de dicha institución están en la
obligación de cumplir9. Así, se están llevando a cabo los trámites políticos para que,
poco a poco, los países tengan sanciones bastante duras contra los individuos que
decidan no vacunarse para prevenir dicha gripe. Massachusetts, por ejemplo, comenzó a
aplicar una sanción de 1.000 euros diarios a las personas que no decidan vacunarse o
vacunar a su familia. ¡Qué barbaridad! ¡Nada más estúpido que esto!
8
La expositora cita, de nuevo, como referencia al The New England Journal of Medicine.
9
Pero esto es justificable con la antigua definición de pandemia (la que estaba presente cuando se
efectuó dicho cambio en la OMS) y no siempre lo es con la nueva, precisamente porque resta
importancia a la tasa de mortalidad significativa.
3
Leyder Lasprilla
Pues bien, antes de acabar este breve escrito, es importante hacer algunas aclaraciones
sobre el tema por fuera del marco conceptual alopático. En primer lugar, con el doctor
Ryke Geerd Hamer quedó totalmente claro el hecho de que los virus no son venenos
productores de males físicos (aunque su etimología así lo diga11) que puedan llegar a ser
mortales, sino que su función no es otra que el transporte de sustancias nutritivas –como
las proteínas- para la restauración celular en caso de que se presente decremento tisular
(ulceración) en los tejidos de derivación ectodérmica durante la fase de conflicto activo
de un Programa Biológico y Especial12. Es decir, los virus –al igual que las bacterias y
los hongos- aparecen en fase postconflictolítica para ayudar al organismo a
restaurarse13.
Y, tercero, como la Alopatía trabaja con base -entre otras cosas- en (1) el principio
hipocrático “contraria contrariis curantur”, (2) la idea de que los virus son nuestros
enemigos y (3) el concepto de enfermedad primando sobre el de enfermo (y no al revés),
con sus fármacos, termina suprimiendo al paciente y agravándolo a posteriori. Por ello,
es totalmente necesario el abordaje terapéutico de lo que el doctor Eduardo Lasprilla ha
denominado “medicinas centáuricas”. Estas no van en contra de los hábitos de la
naturaleza y se centran en el enfermo antes que en la enfermedad, por ello carecen de
efectos colaterales (como sí los poseen los fármacos alopáticos y –en la mayoría de los
casos- las vacunas isopáticas).
Por todas estas explicaciones considero necesario reevaluar todo cuanto se ha dicho en
patología, microbiología y virología sobre esta enfermedad, pues obedece a un enfoque
poco aproximado a la realidad corporal del hombre.
10
De acuerdo con The Centers for Disease Control and Prevention, pueden darse efectos secundarios
como parálisis (Guillain-Barré) o afecciones en el sistema nervioso central.
11
Virus en latín significa veneno o toxina.
12
Para la Homeopatía, la enfermedad del hombre es una sola: la psora. Pero las manifestaciones
concretas de esta (cuando no es asumida) son las entidades nosológicas. Por ello no hablo de
enfermedades sino de entidades nosológicas.
13
Además, los virus, los hongos y las bacterias actúan sólo con base en las órdenes que desde el
encéfalo les son enviadas. Ninguna de estas entidades obra en el cuerpo sin el previo permiso de
nuestro sistema nervioso; por ello, esa idea que desde Henle se tiene en inmunología y microbiología
(las bacterias, virus y hongos son nuestros enemigos) es falsa.