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ANALISIS DE COYUNTURA DESDE 1999 HASTA EL 2006

El modelo de Estado socialista del siglo XXI es un socialismo revolucionario que debe
directamente de la filosofía y la economía marxista, que se sustenta en cuatro ejes:
el desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias,
la democracia participativa y protagónica y las organizaciones de base. El
propósito en general de la Revolución, es construir una sociedad sin clases, una
sociedad más participativa, más protagónica, este Socialismo se ha enfocado
últimamente a las reformas sociales de las democracias modernas. Hugo
Chávez expreso lo siguiente: Hemos asumido el compromiso de dirigir
la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un
socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor,
en la libertad y en la igualdad en un discurso a mediados de 2006. Además, este
socialismo no está predefinido. Chávez dijo debemos transformar el modo de capital y
avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día. Este quiso decir
que con el trabajo en conjunto, trabajo mancomunado, un trabajo entre todos
podemos construir un mejor socialismo. Las políticas públicas destinadas a atender
las demandas sociales y promover el desarrollo productivo están presentes en el
gobierno de Chávez desde 1999. Esta primera etapa, quedo a merced de un clima de
confrontación y polarización política cuyos momentos más álgidos fueron la
promulgación de la Ley Habilitante en noviembre de 2001, el intento de golpe de
Estado en abril de 2002, el paro petrolero de diciembre de 2002 y el referendo
revocatorio de agosto de 2004. El caso de Venezuela parece demostrar que un
proyecto de cambio político, económico e institucional que, como el bolivariano,
escoge la vía confrontaciones como eje de su gestión, requiere dosis constantes de
legitimación si quiere continuar transitando por la ruta democrática. Los primeros
pasos de la política social pusieron en evidencia el fuerte contraste entre los principios
incluidos en el Plan de Desarrollo Económico y Social presentado en la campaña y la
necesidad de atender demandas sociales urgentes y concretas. Los programas
sociales de tipo compensatorio ya existentes desde el gobierno de Rafael Caldera
quedaron en la órbita de un Fondo Único Social, que además concentró la captación y
administración de los recursos. A estos programas ya en marcha se añadieron otros,
como el Proyecto Bolívar 2000 y los programas de la Fundación Pueblo Soberano, en
los que la Fuerza Armada Nacional jugó un rol central. En general, consistieron en
actividades de atención a la salud y el empleo temporal, así como asistencia pública
en el mejoramiento, la recuperación y la construcción de viviendas e infraestructura
social. También contemplaron acciones de beneficencia en los sectores de pobreza
crítica y extrema mediante el suministro gratuito de alimentos y otros productos
básicos. En todos los casos, se trató de programas de carácter provisional. En una
evaluación de la política social durante este periodo, reconoce la revalorización
de la participación de la sociedad como un logro importante, pero identifica fallas en la
capacidad institucional y una concepción de las políticas sociales excesivamente
asistencial, también se implementaron otras iniciativas de carácter más estructural,
orientadas a crear mecanismos de financiamiento para la economía popular y las
microempresas, fórmulas de organización empresarial tradicionalmente excluidas de
los mercados financieros formales, que fueron impulsadas por el gobierno. En
noviembre de 1999 se creó el Banco del Pueblo y meses más tarde se inauguraron el
Fondo de Desarrollo Microfinanciero y el Banco de la Mujer. La tasa de desempleo no
dejó de ser un problema entre 1999 y 2003, periodo durante el cual se mantuvo
siempre por encima. En noviembre de 2000, la Asamblea Nacional sancionó una Ley
Habilitante mediante la cual se cedieron poderes especiales al gobierno para legislar
en materia institucional, económica y financiera. Pero fue solo en el límite del
vencimiento de la habilitación, en noviembre de 2001, cuando Chávez anunció un
paquete de 49 leyes, la idea era imponer una agenda global de reformas. El gobierno
consideraba estas leyes como una muestra de su carácter progresista, solidario y
modernizador. En cualquier caso, lo central es que 2002 y 2003 fueron años
consumidos por una aguda confrontación política que degeneró en un paro petrolero y
un intento de golpe de Estado. El quiebre en el desarrollo de la política social ocurrió a
mediados de 2003, con el surgimiento de las misiones. El 19 de agosto de 2003 se
cumplía la mitad del mandato y con ello se abría, según la nueva Constitución, el
periodo para iniciar un proceso revocatorio. Los mecanismos se activaron y, pese a
los contratiempos, un año después, el 15 de agosto de 2004, se realizó el referendo,
en el que Chávez obtuvo una victoria aplastante. Esto se explica por dos factores: por
un lado, una inflexión importante en la evolución de los precios del petróleo, que
generó un rápido incremento de los recursos fiscales a disposición del gobierno; y, por
otro, la rápida implementación de las misiones, una serie de programas sociales de
amplia cobertura apalancados en la bonanza petrolera. El aumento acelerado de los
precios del petróleo produjo un incremento de los ingresos fiscales del gobierno
central en 2004. Después del fallido paro petrolero ocurrido entre fines de 2002 y
comienzos de 2003, Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) había quedado bajo su
control, lo que le permitió desviar recursos hacia los nuevos programas sociales.
Desde un principio, las misiones se orientaron a la atención de los problemas sociales
prioritarios en las áreas de educación, salud, alimentación, trabajo y vivienda. En el
2003 se pusieron en práctica la Misión Barrio Adentro, Robinson I, Robinson II, Ribas,
Sucre y Miranda. Luego, en 2004, se crearon las misiones Mercal, Vuelvan Caras,
Hábitat, Identidad y Guaicaipuro. Por su cobertura y su impacto, las misiones Barrio
Adentro y Mercal son las más relevantes. El objetivo es llevar directamente a los
sectores más pobres atención primaria a la salud con la ayuda de médicos cubanos
especialistas en medicina integral y con la participación activa de las comunidades. La
primera etapa de gobierno de Chávez estuvo marcada por la crisis
macroeconómica, en este segundo periodo la macroeconomía acompañó las mejoras
en materia de política social. En contraste con el periodo 1999-2003, las restricciones
externas y fiscales desaparecieron y la implementación de un régimen de control de
cambios en un contexto de bonanza petrolera puso a los mercados a nadar en
recursos líquidos. Otro elemento que forma parte de esta transformación, de
implementación más reciente pero que también apunta a generar un cambio en el
sector productivo, es la creciente participación del Estado en la producción de bienes
y servicios, realizada a través de la asunción del control directo de ciertas industrias
consideradas claves para el desarrollo de la economía. El segundo es más reciente.
Esto permitiría hablar, en principio, de un nuevo modelo de desarrollo productivo. Son
tres las piezas que, a nuestro juicio, se ensamblan en el nuevo modelo. La primera
está constituida por los denominados núcleos endógenos micros, las nuevas fórmulas
de propiedad empresarial promovidas por el Estado, como cooperativas, empresas de
producción social y empresas cogestionadas. Todas ellas operan en alianza con las
empresas básicas del Estado, a las que sirven como una suerte de concesionarias.
Chávez lo ha explicado de esta forma: Superada la etapa fundacional todas esas
empresas que van a ir naciendo en núcleos endógenos micros, pequeños, medianos
o grandes núcleos o polos de desarrollo, deben estar interrelacionadas estrechamente
con las empresas básicas, con las grandes plantas industriales. La segunda pieza de
este modelo consiste en lo que Chávez ha llamado el núcleo endógeno básico. El
Estado, potenciado financieramente por la renta petrolera, se relanza sobre la
actividad productiva y, luego de asumir el control de las principales empresas de
ciertas áreas estratégicas, se dedica de manera directa a la producción industrial
primaria y la prestación de algunos servicios básicos. Se comienza por establecer las
industrias consideradas pilares fundamentales para crear lo que hoy llamaríamos un
núcleo endógeno básico. En este impulso creador inicial de la industria del hierro y del
acero surgen la electro y la metalmecánica, estamos hablando de otras áreas: la
química básica, la infraestructura de energía, transporte y comunicaciones a partir de
la utilización de recursos naturales hasta entonces desaprovechados. La tercera
pieza son las misiones educativas y, sobre todo, los programas de capacitación
laboral, como la Misión Vuelvan Caras, es un programa orientado a construir nuevas
capacidades humanas promoviendo la adquisición de nuevas habilidades para el
trabajo y preparando a la gente para su entrada a nuevas relaciones productivas a
través de cursos de cooperación y autogestió. En otras palabras, un programa de
capacitación que se enlaza con las cooperativas. Entre 1999 y 2006 desaparecieron
muchas empresas en los diferentes servicios. Se observa a partir de 2003, un
incremento del precio del petróleo alivia sensiblemente las restricciones económicas:
el control de los crecientes ingresos, junto con una renovada plataforma de programas
distribucioncitas de amplia cobertura, explican el repunte político de Chávez. La
política social adquirió significación desde el siglo XX y, sobre todo, durante la
segunda mitad de ese siglo cuando, en asociación con el desarrollo de los Estados
sociales de derecho, se configura como el conjunto de áreas que hoy la identifica
desde el punto de vista sectorial (entre las que destacan educación, salud, seguridad
social y vivienda y hábitat) y de atención a grupos específicos en razón de su
vulnerabilidad o discriminación por razones de: necesidades sociales básicas
insatisfechas (pobreza e indigencia); género (mujeres); culturales (indígenas); etarias
y de ciclo de vida (infancia, juventud y adultos mayores) o de discapacidad, entre
otras. Las acciones sociales desarrolladas bajo las gestiones presidenciales de Hugo
Chávez, entre 1999 y 2012, pueden analizarse en dos etapas generales y la segunda
de estas en tres sub-etapas.

La primera etapa, que abarca el período comprendido entre 1999 y mediados de


2003, En este punto se retoman, actualizan o amplían algunos contenidos políticas
sociales precedentes y algunos ensayos de reforma. En estos años se observan
avances importantes en el aumento del gasto social, en la cobertura de la matrícula
escolar y en la expansión de las pensiones de vejez. En la primera etapa (1999-2003),
junto con los avances mencionados en materia de incremento del gasto, aumento de
la matrícula escolar y de cobertura de las pensiones de vejez destacaron tres
iniciativas. Dentro del conjunto de las acciones educativas, el gobierno impulsó las
escuelas bolivarianas, como escuelas de jornada completa. Por otro lado, el gobierno
creó el Fondo Único Social (FUS), que supuestamente serviría para racionalizar el
gasto hacia una parte importante de los programas sociales, y el Plan Bolívar-2000
(PB-2000), con el que se intentó implantar un programa de emergencia social y de
cooperación cívico-militar . Durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-
78) la educación básica que duraba una jornada completa (mañana y tarde) pasó a
funcionar solamente durante medio día, lo que permitió el uso de las instalaciones
escolares en un doble turno. Este cambio afectó significativamente la calidad
educativa y tuvo negativas repercusiones para el cuidado y protección de niños, niñas
y adolescentes.

La segunda etapa va desde mediados de 2003 hasta 2012 y en esta: se acrecienta


mucho más notablemente el gasto social, alcanzando en algunos de estos años sus
más altos niveles en toda la historia de las finanzas públicas de Venezuela; el
aumento de la matrícula escolar prosigue, aunque pierde impulso en educación
primaria y secundaria para pasar a crecer aluvionalmente en la educación superior;
prosigue el aumento sostenido de la cobertura de las pensiones de vejez, que va a
integrar en los últimos años (especialmente con la Misión Amor Mayor) un
componente importante de pensiones no contributivas; y se crean las Misiones
Sociales, que representan la mayor novedad en el conjunto de la política social desde
1999 y que resultan muy exitosas desde un punto de vista político y comunicacional,
aunque tienen impactos sociales debatibles como se evidencia especialmente desde
el 2007, cuando varias de éstas sobre todo las más importantes evidenciaron
problemas severos en su funcionamiento. Esa segunda etapa puede sub-dividirse en
tres momentos, asociados en especial con la evolución de las Misiones y del gasto:
2003-2006/2007, puede considerarse hasta ahora (2012) como la sub-etapa de mayor
auge del gasto y de las Misiones.

2007-2010 es una fase de disminución del alto gasto alcanzado en 2006-2007 y de


desaceleración y debilitamiento de varias de las principales misiones iniciales.

2011-2012, es una sub-fase de relanzamiento parcial tanto del gasto como de las
misiones, aunque basándose más -en este último caso- en algunos nuevos
programas antes que en los más relevantes desde 2003-2004.

La segunda etapa (2003-2012) de la intervención social del actual gobierno está


marcada por un aumento sustancial del gasto social especialmente entre el 2003 y el
2007 y por el desarrollo de las Misiones Sociales. Como se mencionó anteriormente,
en esta fase prosiguió el aumento de la cobertura de las pensiones de vejez, dándole
continuidad a lo iniciado desde 1999. Por su parte la matrícula escolar siguió
expandiéndose, aunque más adelante se describirán los cambios en algunas de las
características de este importante avance. En cuanto al comportamiento del gasto
social, en medio de fluctuaciones, éste muestra un ascenso sustancial, especialmente
expresado en su crecimiento entre el 2004 y hasta el 2007 cuando alcanza sus
máximos registros. De hecho, entre el 2006 y el 2009 y luego entre el 2011 y el 2012,
el gasto social real por habitante llega a su más alto nivel en toda la historia de las
finanzas públicas venezolanas

Estos programas se propusieron masificar en un plazo breve- diversas medidas de


atención, hacia los sectores populares y en pobreza en especial, en materias
prioritarias como la alimentaria (Mercal y PDVAL), la educativa (Misiones Robinson,
Ribas y Sucre), y la de salud (Misión Barrio Adentro) utilizando, en casos como los
dos últimos, el Convenio Cuba-Venezuela -firmado en el 2000 para su desarrollo.
Estas Misiones han ocupado (aunque con fluctuaciones) un lugar central en la agenda
de prioridades gubernamentales y llegaron a representar entre 2006 y 2007 un
estimado del 6 25% del gasto social, convirtiéndose en la principal novedad de la
política social gubernamental. Buena parte de las Misiones se construyeron al margen
de la institucionalidad pública convencional, con la intención de lograr una mayor
agilidad administrativa; pero, esto parece haberse traducido en muchos casos en una
mayor descoordinación, duplicación de costos y en lagunas en el seguimiento y
evaluación que limitan la posibilidad de favorecer la efectividad de la gestión. Aunque
se han creado más de 40 Misiones, las principales hasta el 2009 fueron las antes
mencionadas. Y en medio de la promoción sobre los extraordinarios logros que el
gobierno le atribuye a las Misiones Sociales, a medida que se ha ido debilitando el
inmenso entusiasmo popular que estas despertaron en sus inicios (2003-2004), se
han ido revelando también sus importantes limitaciones. En suma, esas Misiones
Sociales que buscaron responder a relevantes problemas sociales de la población,
cumplieron un papel comunicacional fundamental en coyunturas político electorales
decisivas, sobre todo entre 2004 y 2006. Debe insistirse en que las Misiones Sociales
son la principal referencia asociativa con el conjunto de la política social desde el
2003, y que ésta es un polo que en medio de fluctuaciones ha sido un factor
importante para la popularidad de la gestión, a pesar de las fallas que presentan. En
la actualidad hay Dos visiones Hay dos visiones extremas sobre la situación social y
económica de Venezuela. Por una parte, la oposición, para quien todo es negativo; y
por otra, el gobierno, que no acepta críticas ni reconoce problemas en su desempeño
o los atribuye a fuerzas extranjeras o a ejercicios de sabotaje interno. La realidad es
más gris que negra o blanca. Hay, definitivamente, avances sociales muy importantes,
pero subsisten problemas económicos no resueltos que ponen en peligro la
Revolución Bolivariana. Sin embargo, aquí es necesario examinar que los gobiernos
caen porque sus economías no funcionan; pero no siempre por razones políticas. La
oposición venezolana se ve fortalecida porque efectivamente hay problemas
macroeconómicos no resueltos, que les dan argumentos para su reacción, pero
simultáneamente niegan los avances sociales alcanzados por el gobierno chavista.
Sus consignas están llenas de desinformaciones y de datos falsos en contra de las
evidencias de los organismos encargados de las estadísticas oficiales, o de
organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial, las Naciones Unidas o la
CEPAL. El gobierno defiende las acciones tomadas desde 1999 en el campo social,
tales como la reducción de la pobreza y el desempleo; la ampliación de las coberturas
en educación, salud, pensiones y vivienda., como ya hemos mencionado
anteriormente sobre todas las misiones implementadas. Así mismo, se refiere al papel
jugado en la promoción de la integración latinoamericana y al reconocimiento
internacional de Venezuela como un país soberano no sometido a los caprichos de
Washington. En el campo económico manifiesta que el sabotaje interno por parte de
grupos de la posición con apoyo extranjero le ha impedido tener una mayor tasa de
crecimiento económico, eliminar el desabastecimiento de productos esenciales y
reducir la inflación. En el aspectos Económicos Política cambiaria ha sido errada
porque la tasa de cambio ha estado sobrevaluada por mucho tiempo, favoreciendo así
las importaciones y desestimulando la producción interna. La forma como se ha
llevado a cabo el control de cambios permitió un mercado paralelo donde la tasa de
cambio en el mercado negro llegó a estar diez veces por encima de la tasa oficial, lo
que dio lugar a la evasión de capitales y distorsiones de precios. El control de cambio
se estableció en 2003. Con esta tasa de cambio se liquida las importaciones
prioritarias en salud, alimentación y educación. Situación fiscal Sobre la situación
fiscal de Venezuela, la oposición especula con sus propios datos de déficit fiscales
altos, acompañadas de cifras macroeconómicas y sociales supuestamente terribles, y
dan a entender que Venezuela está al borde del colapso. Esto se viene repitiendo
desde hace varios años y nunca han ocurrido sus predicciones. Tomando las cifras de
la CEPAL (2104) para el período 1990 a 2012 se encuentra que el sector público
consolidado no financiero ha tenido un déficit fiscal por debajo de 6,0%, salvo los
años 1996, 1997, 2005, 2006 y 2007 cuando se obtuvo un superávit.
Las crisis políticas han influido en la inflación, como se puede ver en los años 2002,
2003 y 2013. La inflación venía controlándose, con tendencia a bajar, pero la situación
política de 2013 fue muy inestable y causó dificultades económicas que se reflejaron
en bajo crecimiento y alta inflación. La inflación ha sido un hecho recurrente en
Venezuela a partir del decenio de los ochenta. En los últimos años se ha producido
desabastecimiento de productos de primera necesidad causado por la caída en la
producción interna, el mal manejo de empresas estatales, de las cooperativas o de las
llamadas empresas de producción social, que junto con el exceso de demanda, el
control de las divisas, y el papel de los empresarios quienes no convierten los dólares
suministrados por el gobierno en compra de bienes, han producido un
desabastecimiento de productos que. El crecimiento económico de Venezuela desde
2000 ha sido afectado negativamente por las crisis políticas y positivamente por el
precio internacional del petróleo. El intento de golpe de estado y el sabotaje petrolero
en 2002 y 2003 tuvieron un efecto muy negativo en la economía, De 2004 a 2008 la
economía volvió a crecer a tasas bastante altas, hasta que la crisis mundial que
comenzó en 2008, afectó de nuevo el PIB, La economía venezolana depende de la
evolución de los precios internacionales. Desde 1999 Venezuela ha firmado acuerdos
petroleros con más de 40 países, relacionados con dos tipos de convenios: suministro
de petróleos y derivados; y asociaciones con empresas estatales o privadas, para
desarrollar el área de hidrocarburos en Venezuela o en el exterior. En ambos casos
los acuerdos pueden ser bilaterales o multilaterales. Todos los acuerdos que ha
firmado Venezuela se basan en precios de referencia internacionales, sólo se
diferencian en la forma de pago. En 2014 se tienen acuerdos con todos los países de
Latinoamérica, con Japón, China, Rusia, Suráfrica, España, Francia, Canadá,
Inglaterra, Portugal e Irán. A continuación se hará una breve referencia a algunos de
los más importantes convenios.

• Convenio con Cuba Comenzó en el 2000 con el envío de crudo venezolano a


cambio de la prestación de servicios médicos, y se amplió hasta abarcar numerosos
sectores de la economía, como la minería, el deporte y la electricidad.

• Petrocaribe Nacida en el 2005, esta iniciativa multilateral permite a 18 naciones de


Centroamérica y el Caribe recibir petróleo venezolano, con pagos de dos años de
gracia y financiamiento a largo plazo por 25 años de hasta 70% de la factura con un
2% de interés anual, dependiendo del precio del crudo

• Acuerdo Energético de Caracas Nació en el 2000 como una iniciativa de Chávez


para proveer petróleo a los países de América Central y Sudamérica (Barbados,
República Dominicana, Guyana, Haití Honduras, Jamaica y San Vicente y las
Granadinas inicialmente), pero no se activó sino hasta un lustro después con el envío
de moderadas cantidades a países como Uruguay, Paraguay y Bolivia . Al igual que
otros pactos, este permite la compra de crudo en condiciones flexibles de
financiamiento, a cambio de diversos bienes y servicios producidos por los países
beneficiarios. Venezuela ha recibido ganado, alimentos y servicios tecnológicos en
pago de los despachos petroleros.

• Fondos chinos Caracas y Pekín, con la participación del Banco de Desarrollo Chino-
BDC y el venezolano Banco de Desarrollo- BANDES, acordaron en 2007 la
constitución de un fondo rotatorio para financiar obras de infraestructura en el país
sudamericano, en el que China aporta 4.000 millones de dólares y Venezuela 2.000
millones . Los aportes chinos se pagan con crudo y fuel oil venezolano, por lo que
PDVSA aparece como garante del mecanismo del convenio.

• Convenio con Argentina Se creó inicialmente con el objetivo de contribuir a aliviar la


aguda crisis energética que atravesó Argentina a principios de la década pasada.
Venezuela suministra a ese país alrededor de 25.000 bpd de diesel, destinado
fundamentalmente a la operación del sistema eléctrico mientras el gobierno
venezolano recibe diversos bienes a cambio, principalmente alimentos. Antes de la
gestión de Chávez este convenio era infructífero, ahora ha permitido un dinámico
comercio entre ambas naciones, que incluye la construcción de buques tanqueros
para PDVSA en astilleros argentinos y la participación venezolana en el mercado
interno de combustibles de ese país.

• Intercambio con Ecuador Venezuela y Ecuador acordaron en el 2007 el intercambio


de dos tipos de crudo ecuatoriano por derivados venezolanos, con el objetivo de
eliminar intermediarios en la compra-venta de petróleo. Venezuela está recibiendo
unos 60.000 bpd de crudo ecuatoriano y entrega un volumen variable de derivados a
Ecuador, según dijo el gobierno venezolano en abril de 2013.

• Acuerdo de San José Creado en agosto de 1980, este convenio involucra el envío
de 80.000 barriles por día de crudo tanto por México como Venezuela a una docena
de países de Centroamérica y el Caribe signatarios del pacto, pero en los últimos
años Venezuela ha ido sustituyendo este mecanismo por el convenio alrededor de
Petrocaribe. Este acuerdo no involucra descuentos o financiamiento directo, pero
permite a empresas de los países proveedores contar con ventajas arancelarias en
las naciones receptoras.

Aspectos políticos Situación política Desde que Hugo Chávez ganó las elecciones en
1999, la política ha estado muy agitada. La oposición no ha aceptado al gobierno
bolivariano y en esto ha estado apoyada por el gobierno de los Estados Unidos, que
no puede reconocer que en su patio trasero, que el país con las mayores reservas de
petróleo del mundo no esté bajo su control. Pero el gobierno también ha sido radical
en sus posiciones, puesto que ha utilizado un lenguaje agresivo como respuesta a los
ataques de la oposición. Además, se ha equivocado igualmente en el tratamiento con
el sector privado, que en lugar de atraerlo, prácticamente lo ha entregado a la
oposición.
En el campo del gobierno se tiene el Partido Socialista Unido de Venezuela-PSUV-,
iniciado a partir de 2006, conformado por más de seis agrupaciones: Movimiento
Quinta República (fundado por Hugo Chávez en 1997), Movimiento Electoral del
Pueblo, Unidad Popular Venezolana, Movimiento Independiente Ganamos Todos y
Liga Socialista, entre otros. No decidieron participar en la creación del nuevo partido:
el Partido Comunista, Patria para Todos y Por la Democracia Social-PODEMOS. Los
partidos que decidieron ser parte de él, acordaron disolverse para conformar un
partido único, a diferencia de la MUD, lo que le da más poder y unidad. El gobierno
bolivariano se enfrenta a decisiones muy difíciles que debe tomar para evitar que la
economía se derrumbe y que el chavismo pierda las elecciones próximas. Como
economía rentística desde 1928, Venezuela es un país en donde el Estado domina a
la sociedad a través de todos los beneficios que suministra a los ciudadanos; y la
sociedad no controla al Estado. El primer punto es el de implementar una política de
precios realistas, lo que implica eliminar gradualmente los excesivos subsidios de los
servicios públicos y de los bajísimos precios de los derivados del petróleo. Dentro de
esta política de precios realistas, la tasa de cambio debe ser objeto de otro manejo.
Hay tres regímenes de tasa de cambio que deberían reducirse a uno solo, para evitar
la especulación, el mercado paralelo, la corrupción e incentivar la producción y reducir
las importaciones. No se trata de proponer un sistema de tasa de cambio libre, sino
de una tasa de cambio única controlada por el Banco Central. Es irónico que un
gobierno de izquierda, cuyos miembros siempre hablan de cambiar la estructura
productiva de Venezuela, después de quince años de gobierno, esta se mantiene
igual y aun con retrocesos con respecto a 1999. Venezuela no puede continuar
dependiendo solamente del petróleo y ser simplemente una economía rentística. Ya
es tiempo de sembrar el petróleo. Hay que promover la industria y agricultura. Tiene
las tierras necesarias para volver a ser un país agrícola; y para ello es clave tener una
tasa de cambio competitiva. Los avances sociales de la Revolución Bolivariana son
evidentes, pero ellos pueden sufrir retrocesos si la economía no marcha bien. La
pobreza y la pobreza extrema así como la desigualdad de ingresos, a pesar de los
logros obtenidos, son aún altos, lo que obliga a un trabajo en este sentido. El
desempleo ha venido disminuyendo, pero si la economía no se reactiva se va a
perder lo ganado desde 1999. Hay distorsiones en los diferentes precios manejados
por el gobierno como las múltiples tasas de cambio, aunque con la introducción del
sistema del Sicad II comienza a sincerarse esta variable. Igualmente, los precios de
los servicios públicos están por debajo de los costos, como el de la energía eléctrica,
la gasolina y el diesel oil, que están restándole recursos al gobierno central; y lograr
así, disminuir el déficit fiscal. 2014 es un año muy crítico para la economía
venezolana: alta inflación, desabastecimiento de productos y crecimiento económico
negativo, lo que no había ocurrido simultáneamente desde la crisis del petróleo de los
años 2002 y 2003. La situación política está tensa y así seguirá porque hay factores
internacionales interesados en producir caos para evitar que la economía se
normalice.
Este es un dato claro, de ahí la urgencia del gobierno de promover una economía
próspera para derrotar a los enemigos externos e internos de la Revolución
Bolivariana. Un Estado con avances sociales significativos no está en contradicción
con un manejo económico adecuado, no necesariamente de corte neoliberal.
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