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Literario

Núm. 16, Año 2 NOVIEMBRE 2010

Mariana Bernárdez
Eva Castañeda Barrera
Verónica E. Díaz M.
Obed González Moreno
Cecilia Guzmán María E. Solórzano
Héctor Saúl Bravo Rosete
Carmen Saavedra Mary-Tony
Verónica Nagore Samuel Arias
Adolfo Ramírez
Cristiant Morales
Fotografías de
Arturo Texcahua
Eric Márvaz

Costo de recuperación $10.00


Nuestros nuevos
colaboradores SUMARIO
Eva Castañeda Barrera (México, D.F. 1981). Es
licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la
UNAM, donde actualmente estudia la maestría en 2 Alí Chumacero y
Letras. Es miembro del Seminario de Investigación
de la Poesía Mexicana Contemporánea, proyecto
Miguel Hernández
adscrito a la Facultad de Filosofía y Letras de la
UNAM. Es colaboradora permanente del Periódico de
Editorial
Poesía de la UNAM, donde ha publicado poemas y
reseñas. Además ha sido incluida en las antologías
Poesía al armar y Canto de Sirenas (Compilación ibe- 3 Poema
roamericana de poesía femenina 2010).
Verónica E. Díaz M. (Barquisimeto, Lara, Venezue- Mariana Bernárdez
la) Nació en la Clínica Acosta Ortiz un jueves 14 de
octubre de hace mucho tiempo. Se graduó, gracias a
su constancia y dedicación, de ingeniero en Informáti-
ca en la UCLA de Barquisimeto. Actualmente (y 4 Poemas
temporalmente, espera) trabaja en Caracas como
consultora de cistemas. En 2005 empezó un blog:
Eva Castañeda Barrera
http://eldiariodeveronika.blogspot.com
Obed González Moreno (México, D.F. 1969) es
director de TEA (Thauma Escritores Autónomos). 6 Lugar común
Obtuvo el Premio Internacional de Creación Literaria
Areté, 2010 en el género de ensayo que otorga la Verónica E. Díaz M.
Asociación Onubense de Altas Capacidades Intelectua-
les en España. Primer lugar en el género de tesis en la
Primera Convocatoria Colección Manual Ediciones,
2010, en Chile y mención honorífica en el Primer Con- 7 Cuadro realista muy cercano
curso Mundial de Poesía Erótica 2007, en Perú, entre
otros. Realizó una conferencia magistral en el marco de
a hiperrealista
los 35 Años de la FESA y del Primer Congreso Lengua
y Literatura FESA, 2010, UNAM. Escribe para revistas
Obed González Moreno
científicas de Instituciones como la Universidad Com-
plutense de Madrid, la Universidad de Saint Gallen en
Suiza y en Lunds Universitet de Suecia, entre otras. 8 Vista retinal
María Elena Solórzano nació el 9 de abril de 1941 en la
ciudad de Delicias, Chihuahua. Es profesora de Educa- Cecilia Guzmán
ción Primaria, bióloga (Escuela Normal Superior de
Artista invitado: México) y licenciada en Letras Hispánicas (UNAM).
Eric Márvaz Editor de
Morvoz, narrador, poeta y
Ejerció como profesora de primaria, secundaria y bachi-
llerato en diversas instituciones. Jubilada desde 1992. 12 Mensajero de los dioses
fotógrafo. Tiene cierta
obsesión por la figura
Poeta y cronista de Azcapotzalco. Ha publicado diecio-
cho libros, uno de ellos de manera colectiva. Sus últimos María Elena Solórzano
femenina. Al referirse a su libros son Arena Luminosa, La tanda, Colectivo Cultu-
labor fotográfica, dice que ral Morelia, México 2007; Fridamariposa, Tintanueva
es un trabajo muy difícil 2007, y Los transtextuales en México, Urdimbre de Conju- 16 Crónica de una lectura anunciada
que alguien debe realizar. ros, Literalia Editores, México 2009.
Cecilia Guzmán. (México, D.F) Performera, fotógra- Héctor Saúl Bravo Rosete
fa y literata, aún no ha pertenecido a asociaciones
secretas, ni recibido grandes premios. Sus búsquedas
artísticas la han llevado a estudiar actuación (Escuela
de Formación Actoral Especializada) y literatura 19 Si el día fue malo
latinoamericana (Universidad Iberoamericana). Su
mejor disciplina ha sido la indisciplina. Carmen Saavedra
Héctor Saúl Bravo Rosete. Ultraterrestre hecho en
México, específicamente en Tulyehualco, Xochimilco,
dicen los papeles que en 1987. Lector asiduo, desde la 20 Duelos
infancia, de anuncios publicitarios. Actual paseante de la
Facultad de Filosofía y Letras por la carrera de Historia. Mary-Tony
Fundador del Partido de Intelectuales Indefensos pero
Revolucionarios (PIIR). Ex jugador profesional de aje-
drez y actual fugitivo del tablero. Degustador profesio-
nal de helado y paseador de libros. Aficionado a las 21 Compañía de la muerte
páginas blancas. Ha publicado sus más importantes
poemas en paredes de la colonia San Isidro. Reciente- Verónica Nagore
mente recibió el premio "Mejor cara de espanto" en una
fiesta de día de muertos. A veces ponzoñoso y muchas
otras un completo farsante. Soñador e imaginario, idea-
22 Acercamiento a la esencia poética
lista de profesión.
Mary-Tony (María Antonieta Córdova Padua) lleva 11
años trabajando en la Secretaría de Cultura del GDF
de Miguel Hernández
como lectora en voz alta. Ha tomado talleres de creación
literaria con los maestros Armando Vega-Gil, Míriam
Samuel Arias
Laurini, Álvaro Soto Haro y Tulio Lailson. Sus cuentos
se han publicado en los libros Letras para armar, El otro
lado del silencio, en Tepito crónico, El lado oscuro de Tepito, 26 A vesos
y en algunas revistas. Nació hace muchos años en un
bello puerto, arrullada por las olas del mar. Adolfo Ramírez

revista de literatura y creación 27 Mirando las miradas que te miran


No. 16, Noviembre 2010, es una publicación impresa y electrónica mensual editada por
Cristiant Morales y Arturo Texcahua
Colectivo Trajín: ◙ Elizabeth Llanos ORGANIZACIÓN Y LOGÍSTICA ◙ Marlene Galicia
DIFUSIÓN Y PROMOCIÓN ◙ Arturo Texcahua EDITOR
29 Bandeja de entrada
Registros en trámite. Todos los textos aquí publicados son propiedad de sus autores y están
protegidos por la Ley Federal de Derechos de Autor. Queda prohibida cualquier reproduc- Nuestros lectores
ción total o parcial sin previo aviso de los autores y/o sin mención de la fuente.

colectivotrajin@gmail.com 2010 Noviembre 1


http://trajineros.blogspot.com
Editorial Opinión Mariana Bernárdez Poesía

Alí Chumacero y Poema*


Miguel Hernández

A finales del mes pasado, en el ámbito público


fueron recordados dos poetas. Alí Chumacero,
por su muerte, acaecida el 22 de octubre, y Miguel Hernán-
dez, el poeta español, víctima de su época y de la brutal
Ganar silencio en el exceso o en la ausencia
Aquietarse para vislumbrar el movimiento ligero
Rastro apenas logrado
cuando palpas la humedad de la tierra
represión ejercida por el Generalísimo contra los partidarios para descubrir el abismo de adentro
de la República. Alí Chumacero fue de esos escritores me- Contener el cuerpo en su arrojo
didos (sólo tres títulos se le conocen: Páramo de sueño, aún de que la finura del aire
Imágenes desterradas y Palabras en reposo), que después lo seduzca prometiéndole plumaje
de escribir algunos bien logrados libros, prefieren callar, Sentir los músculos en tensión
que llenar su trayectoria con textos inocuos. Su poema Saltar
―Responso del peregrino‖ es de lectura obligada para quie- Escuchar el chasquido de las pezuñas contra las piedras
nes amamos la poesía. Es reconocido su trabajo como edi- el aliento entrecortado de la carrera
tor en el Fondo de Cultura Económica, donde colaboró por y la lanza en la diestra deslizándose en vuelo.
muchos años, y desde donde pudo cuidar la edición de li-
bros de Octavio Paz, Juan José Arreola, Carlos Fuentes y
Juan Rulfo, entre otros muchos. Además, fundó, con otros,
las revistas Tierra Nueva (1940) y El Hijo Pródigo (1943),
así como el suplemento México en la Cultura (1949), que
dirigió Fernando Benítez. Por otra parte, Miguel Hernández
fue recordado por el centenario de su nacimiento, ocurrido
el 30 de octubre de 1910. El poeta de Orihuela alcanzó una
enorme popularidad en los años setenta, cuando Joan Ma-
nuel Serrat cantó algunos de sus poemas, como ―Boca‖ y
―Para la libertad‖, que se oyeron en las radiodifusoras de
toda Iberoamérica. Aparte de este momento de fama, la
obra de Miguel Hernández, no obstante su enorme calidad,
es menos conocida que la su contemporáneo, también vícti-
ma de la Guerra Civil Española, Federico García Lorca. A
modo de homenaje, en este número se publica un texto de
Samuel Arias, que invita a leer a Miguel Hernández.

Asimismo, en algunos de los textos publicados en este


número se asoma la muerte, como presencia ineludible en
el mes dispuesto para burlarse de ella y festejarla.

No podemos dejar de mencionar el celebradísimo cente-


nario de la Revolución Mexicana. Reflexionar sobre sus
logros y pendientes no es objeto de este espacio, pero sí es
una tarea que nos incumbe a todos los mexicanos. Cabe
recordar que este año también festejamos otro centenario, el
de la fundación de la Universidad Nacional Autónoma de
México. Enhorabuena por nuestra Máxima Casa de Estu-
dios, institución donde se han formado importantes escrito-
res, y la literatura se promueve y se estudia.

*Poema incluido en Alguna vez el Ciervo, portada de Carmen Gayón,


cuarta de Félix Suárez, México, Editorial Praxis, 2010.

2 Noviembre 2010 2010 Noviembre 3


Poesía Eva Castañeda Barrera Poemas Poesía

Poemas Cambio de estación

Bajo el brillo de mis ojos se esconden los gusanos,


bajo los gusanos se esconde el aire,
el polvo,
Las dos con zapatos rojos el mundo.

Nos sentamos al filo de la banqueta El viento resbala de las hojas


mi muerte y yo. (Una hoja enamorada es un árbol perdido)
Ella tan ruidosa, la fauna inverosímil es el único testigo del milagro.
tan desparramada,
sonora de campanas que se oxidan en el aire. Insectos: vuelo interrumpido de alas desgarradas.

Era mi muerte de mi tamaño:


las dos con zapatos rojos Camina el brillo de mis ojos por el mundo subterráneo,
y en los mismos lugares. somos itinerarios escritos en la humedad de la tierra.
Conocíamos nuestro hospital de perros,
la farmacia que guardaba mi dolor Me estoy perdiendo, soy menos que una luz,
de muelas, ya nada brilla.
los días que uno no se muere
porque una aspirina te salva
y queda el sufrimiento fermentado Aquí abajo se está mejor. Los animales son rutas altas,
con olor a casi muerte, encuentro un ojo perdido, gris de tanta luz.
pero no te mueres. Habla el sol en verdad de tan verde que es
un pedazo de mundo se asoma tembloroso.
Era mi muerte con mis años:
la muerte niña con mi cara
y sus mallitas de algodón. Ojos no quieren mundo,
Tan torpes brillo gusano.
las dos
para cruzar la calle Realidad fantasmagórica, ciega por tanta tierra:
sitiada por locomotoras,
carros que aplastaban pajaritos es posible sucumbir a lo profundo,
sin piedad. grillos azules mandan mensajes de oscuridad.

Del otro lado las dos,


tan salvadas de morir. Separo mis ojos, ya no son dos, son uno aquí y otro lejos,
así se ve mejor.

Te brillo el camino si me enseñas a leer tierra.

El mundo se está saliendo por un ojo


¡rápido los ojos se están deshojando!
Hay cambio de estación.

Fotografía de Eric Márvaz

4 Noviembre 2010 2010 Noviembre 5


Poesía Verónica E. Díaz M. Obed González Moreno Poesía

Lugar común Cuadro realista muy cercano


a hiperrealista

C oncurrir a la cita que tiene dispuesta la tarde pen-


sativa es un hecho obligado. Me manda traer el
macerado; eso que queda de mí después de mi religioso
entierro nocturno en líquidos espirituosos. Y yo voy, sumi-
sa, entregada al encuentro inevitable con extractos de mí,
con una esencia que se resbala pesadamente como la savia
de un tronco herido, a reconocerme en olores íntimos, en
sabores instintivos, como cuando salgo a tu encuentro con
un beso de bienvenida y desde tu vientre mi olor empecina-
do me saluda de vuelta, o cuando me besas y tu lengua sabe
a una estancia previa en mi pezón. Pero si yo te beso prime-
ro –inesperadamente– una parte del cuerpo sin haberme
antes tocado ni un pensamiento tuyo, te juro que también
sabes a mí y esa confusión me invita cada vez a concebir
hipótesis dementes y realizar experimentos no autorizados
en tu anatomía. Y cómo me dejas desahogar el delirio de
estar viviendo, recorrer a mi inusual ritmo un camino pres-
tado con unas zapatillas incómodas, recostar el cansancio
oblicuo en tus noches sensatas, seguirle el juego antojado a
mi imaginación; mirar, atónita, una brújula atorada en un
único destino posible: tú. Y tú queriéndome enseñar otros
mundos.
Fotografía de Eric Márvaz

Fotografía de Eric Márvaz

Cae la noche en un bote, se revuelve entre papeles y colillas.


En el temblor de mis manos la metáfora se escurre,
crea mancha sobre el vómito. Me estoy enfermando.
En el estómago las letras son úlceras que se atildan oscuras y
ácidas, un reflujo de garabatos corroen mi garganta, mi boca
no puede expulsar negros versos que me aprisionan en libertad
de nefastas verdades. Filosas estrofas desalineadas se
acumulan tras las rejas de mis costillas y en el cañaveral de mi
hígado se atacan sin piedad, dejan pútridos despojos
de epitafios.
La luna se estrella contra la pluma, y la tinta corre vacía de
Mientras me desviste tu boca, cálida y gentil, vas repi- pensamientos en la línea de color a nada. El viento es un gel
tiéndome con paciencia de santo; norte, sur, ¿este? ¿o… que obstruye mi nariz y opaca mi vista. ¡Las letras no caminan!
éste? Y no hay forma de rehuir este alud adjudicado al úni- —escucho— pero el silencio me ensordece.
co filántropo postor: voy a ti inequívocamente; el bastón es Todo se ha caído esta noche, el bote se derrama y el polvo que
sólo un apoyo… Nuestro destino, amor, es un lugar vuela al ras del suelo me parece como algo muy cercano.
común…

6 Noviembre 2010 2010 Noviembre 7


Narrativa Cecilia Guzmán Vista retinal Narrativa

Vista retinal ―La sangre dirá la verdad‖, ¿la sangre de quién? Aquel
día sólo veía un líquido rojo que emanaba de mí, pero aque-
lla sustancia, sacada con ira, no era más que la prueba del
recuerdo renuente que no se olvida.

V
Me dio risa, mi papá me miró con aquellos ojillos grandes
y verdes, ¿Es porque yo no los tengo verdes? Los podría
tener morados y yo sé que a él no le importaría. Y aun así el
eo la lámpara que lastima mis retinas, la mirada
fluir del agua convertida en sangre no denota mis afectos.
fija enrojece mis ojos y me provoca una pecu-
liar ardidez; parece que eso en realidad no me importa, ¿y
realmente no?
Recuerdo que apenas en septiembre lo vi, es uno de esos
compañeros que no olvidas jamás, un loco que no tiene
nada que hacer y que como diría mi madre: ―Es un vago‖.
Ella no quería que fuera parallá, dice que no le da espina
que yo ande por esos lugares, que hay mucha inseguridad.
¿Y acaso no la hay acá?
Me regresé a la semana y parece que a este chico lo ena-
moré porque no para, no paraba de mandarme notitas pre-
guntando por mi regreso, pero desde octubre ya no escribe
más. Se desapareció, o lo desaparecieron, no hay certeza de
nada, pero mis amores no se quedan ahí, continúan, aquí;
en algún lugar.
Estoy cansada de la espera, ¡tanto papel!, ¡tanto alboro-
to!, el ruido me carcome los huesos, estos burócratas creen Fotografía de Eric Márvaz
que no me doy cuenta de lo que pasa, ¡mis nervios se los
pasan por la triunfal! Apenas la semana pasada me han ido Pensé que la desaparición de mi primera ilusión en octu-
a sacar sangre, me dolió mucho, si me conocieran un poqui- bre había sido mi fin; ahora creo que hay un fin después del
to sabrían que eso de las agujas me causa mucho espanto. fin, y no estoy segura de que sea pecado no querer saber el
Mi papá sí que lo sabe, él me contaba que de niña hacía fin. Una de las secretarias me dijo que estos procesos eran
berrinches cada vez que íbamos a la vacuna; no lo recuerdo muy difíciles. No soy un proceso, no soy un recuerdo, soy
bien, apenas tengo un resquicio de aquellos tangones que yo. Son mis recuerdos, que nada tienen que ver con tíos
armaba: él todo nervioso pensando que con una mala pin- falsos, ni sangre sacada para satisfacción ajena. Nadie hace
chada me podían lastimar; de esas heridas de hospital que las galletas como mi abuela. Las mejores navidades fueron
se curan con un curita, pero que los padres ven por muy aquellas donde el postre siempre fue una galleta; hecha con
grave. Mi mamá cuenta que ella prefería no ir, y la com- aquellas manos que me regalaron muñecas, que llenaron
prendo, la perdono porque sé que me ama mucho. cajas y cajas de aquellos bellos seres que me acompañaron
De chica, cuando ya no soportaba la angustia de la obs- en mis juegos inocentes, y que me siguen acompañando aún
curidad, iba corriendo con ella y papá debajo de las sába- ahora, dentro de las ascuas que se prenden dentro de mí, a
nas, los dos me cantaban para dejar de llorar, él no era ento- cada minuto que paso sentada, viendo cómo alguien más
nado, nunca lo fue, pero en estos momentos quisiera escu- me dice quién soy.
char el confort de aquella voz desentonada que me gritaba Rosita, Juanita, Pepita, tuve muchas muñecas, con los
cuando a la salida del colegio no me podía encontrar. ojos azules, verdes, cafés; con el cabello castaño, negro o
rubio y no importó, todas eran mías, a todas las peiné, a
todas les canté, con todas tomé el té y no importó la tienda
de donde hayan salido.
¿Cómo amar cuando no se conoce a lo amado? Uno ama
cuando conoce el objeto de su amor, no se puede amar algo
que ni siquiera sabes que existe. Así es el amor mal corres-
pondido. Así es cuando uno espera noticias y no llegan,
cuando te preguntas cómo estará y él no responde, no se
deja encontrar, no da señales de vida. Es hermético, y me
vuelvo hermética yo también con mis recuerdos, no los
quiero dejar ir.
Recuerdo que cuando caminábamos juntos por el Zócalo
aquello me parecía inverosímil, los espacios eran más gran-
des que aquí. Tormentas de gente salían por doquier. Me
Fotografía de Eric Márvaz

8 Noviembre 2010 2010 Noviembre 9


Narrativa Cecilia Guzmán Vista retinal Narrativa

gustaba la música que tocaban en la calle, aunque no me Aquella mañana de domingo me levanté temprano, la
gustaba dar dinero cuando lo pedían; él sólo sonreía, y garganta me mataba, no podía dormir, ni siquiera respirar,
cómo olvidar aquello, si era mágico, único. las flemas eran dueñas de mis pulmones. Bajé las escaleras
Ahora no sé nada de él y hay días que ya no aguanto las para pedir agua a papá, siempre está levantado desde tem-
ganas de correr a buscarlo, no soporto la incertidumbre de prano. Esa mañana hacía mucho frío, lo recuerdo porque
estar aquí junto al correo esperando, ¿esperando qué?, andaba descalza y la sensación glacial en mis pies no era
¿esperándolo?, ¿esperándome? Es como si se lo hubiera normal, incluso el ambiente era desolador, creo que lo sen-
tragado la tierra. tía así porque estar enferma me pone triste; estaba a punto
de gritarle, cuando, a pesar de los oídos tapados por la gri-
pa, escuché salir del estudio una voz femenina muy profun-
da que decía sollozando: ―¿Dónde la tiene?, es mía, mi nie-
ta, la sangre no miente, ¿dónde la tiene? no hay derecho a
callárselo.‖ Después de eso empezaron los tíos falsos, las
llamadas extrañas y los estudios de sangre.
Estaba a punto de terminar de comerme las uñas, cuando
escuche desde el fondo de la grieta de la puerta: ―En cinco
minutos está el juez contigo.‖ Sentí pánico y angustia por
no poder desaparecer, volteé a la ventana y vi los coches,
las personas que pasaban ajenas, personas que si una vez
había visto, para mí eran rostros nuevos, totalmente faltos
de significado, de afectos.
Recordé México, y la duda sobre él me volvió a matar,
¿él también sentiría estos lazos fragmentados que causan
Fotografía de Eric Márvaz las ansias de no saber; de desaparecer?
Hace algún tiempo llamé a su casa a hurtadillas de papá Muchas cosas de mi vida ya las había olvidado, otras tan-
—a él no le parece eso del amor a distancia, dice que es tas las seguía olvidando aún, y lo prefería así. La memoria
inútil, una cursilería, que es mejor no recordar lo pasado, selectiva es lo mejor, así el subconsciente no te traiciona, no
que lo imponderable se encuentra en las cosas que uno tiene atas los cabos sueltos que has tenido siempre, no difundes en
enfrente, no en las que recuerda—, me contestó su mamá, ti misma la duda que desde el colegio has tenido.
pregunté por él y parece que ella se dio cuenta de quién era ¿Quiero la verdad?, ¿la verdad de quién?, ¿soy la ver-
yo; de un momento a otro se le quebró la voz y preguntó: dad? Prefiero ser ésta que está aquí, la de amores extranje-
―¿La argentina?‖ Respondí con un sí titubeante, ella se ros, la de afectos desaparecidos.
alejó un poco de la bocina y llorando le dijo a alguien: ―Es Me iré en mayo y lo buscaré, tocaré casa por casa, con
la argentina‖ Aquel, con una rabia incontenida gritó este recuerdo roto que dejó en mí ser. El recuerdo pervive
―Pinche argentina pendeja ¿Qué no ves las noticias, lo que en mí desde que naufragué. Nunca desembarqué. Soy mi
pasó en las Olimpiadas?‖ Colgó. propio botín.
Las cosas siempre se saben de oídas. Estaba en la sala De reojo miro de nuevo la ventana, ya no quiero verda-
que da frente al estudio, mi mamá estaba muy nerviosa, a des, busco mi propia verdad.
punto del llanto, mi padre la sostuvo con ambas manos del
hombro y se rió diciendo, un hijo se cría no se engendra.
Sonó el teléfono y era él, lo reconocí de inmediato, ex- —¿Dónde está ella? —pregunto con extrañeza a la se-
trañaba tanto su voz que no hablé para que se me quedara cretaria que está a mi lado, me mira con ojos asombrados y
grabada en el alma. Sólo alcanzó a decirme que diario me se levanta de su asiento hacia la puerta que está entreabier-
iba a mandar cartas, hasta que regresara en mayo, que todo ta; se asoma.
comenzaría para nosotros entonces, le dije: ―¡Sí!‖, entusias- —Hace unos minutos estaba aquí.
mada, no sé si me escuchó, era la primera vez que él habla- Me quedo inmóvil pensando qué decir. Uno de los agen-
ba desde que regresé; las llamadas internacionales siempre tes me toca el hombro
son cortas supongo. Pero el amor no desembarcó, se quedó —¿Juez?
ahí, a la espera con esperanza, frágil, muy frágil, pero con Volteo y la abuela está ahí, desesperada, grita como si
esperanza. una piedra preciosa le hubiera sido arrebatada. Respiro pro-
La angustia me carcome, preferiría desaparecer, quedar fundamente cerrando los ojos, veo a mi alrededor una vez
inmóvil, suspendida en un tiempo sin horas. Las miradas más. Hecho los hombros hacia atrás, subo la cabeza; trato
ajenas me invaden a cada roce con la puerta entreabierta, de caminar serenamente, al llegar a su lado ella deja de
como si las almas de los que pasan por ese resquicio supie- forcejear, no grita más. Me ve con todas las esperanzas
ran algo que yo no, ya no soy una niña y los secretos no me puestas en mí. No la dejo hablar, tomo un minuto para abrir
gustan, no me importa si son de estado; siempre los quiero un poco el nudo de la garganta.
saber. –Abuela, ella no está, desapareció.

10 Noviembre 2010 2010 Noviembre 11


Poesía María Elena Solórzano Mensajero de los dioses Poesía

Mensajero de los dioses Bajo la lluvia incontenible del ajenjo


los aztecas en completo desamparo.
Aturdidos marchan por la franja del islote.

Entre el torbellino de las aguas espumeantes


edifican sus chozas con carrizo.
Por el camino bordeado de acahuales
parten de las siete cuevas. Un destino de plumas y quetzales,
un amanecer con resplandor de cobre
Impulsados por la esperanza les tienen los dioses reservado.
al peregrinaje desafían.
―El águila devora una serpiente‖.
Fortalecidos por las promesas
consagran los granos de maíz. El fruto, un corazón en llamas.
Se cumple la promesa.
Donde el eco se recrea, Desciende el mensajero de los dioses.
sobre los montes y los valles,
sus coloridos pendones alzan.
Allí la señal que se esperaba.
Empalizan el nidal de la serpiente. Allí la vida que florece.
Allí la tierra de la flauta y el copilli.
Un frío de pedernal hiere la piel. Allí se erigirán los templos venerados.

Insensibles a la inclemencia del rayo, Sobre el agua triunfan las chinampas.

Adorno de la ofrenda de la Casa de Cultura de San Mateo Xalpa


batalla de espinas y de ramas. Surge el prodigio verde del maíz,
la calabaza con túnica de jade.
Sus corazones al sufrimiento cierran.
La pluma tornasol.
Otra vez abandonan En el pecho un ojo de esmeralda;
la aldea construida durante el equinoccio. en el manto el nácar, la turquesa;
Siguen por el acantilado donde las águilas habitan. oro y plata en la sandalia.

Diáfano el aire, la sed latente. Los templos cubiertos de copal.


Llegan a los bosques de agujas En el filo del alba danzan las doncellas.
donde los ojos de agua se derraman.
Ofrece sus ópalos la luna.
Moctezuma escudriña en el espejo:
Hombres-dioses afilan sus espadas.
En el amanecer de girasol El agua hierve en la laguna.
ya se mira el espejo de obsidiana.
El agua se eleva en ondas, se estremece. Las llamas devoran la cúspide del templo.
El caracol anuncia el despertar, Y los terribles presagios del cometa.
atabales se escuchan a lo lejos.

Crepita la leña. ¡Ay, Cuauhtémoc, niño!


El olor a tortilla se dispersa. Ya no más el canto del cenzontl
Ya no más el hogar santificado por ocotes.
Pero la distancia se detiene: Ya no más la señal erguida
bajan a la cuenca luminosa. en el marco del silencio.

Deserta con lentitud la angustia. El sonido de la flauta destrozado yace.


La señal de los dioses aún no llega. Emergen varas puntiagudas
Ruedan por la ribera del lago. donde antes florecían girasoles.

En medio del nido de alacranes


tu débil voz es canto de ocarina.

12 Noviembre 2010 2010 Noviembre 13


Poesía María Elena Solórzano Mensajero de los dioses Poesía

Las mujeres tejen listones de amargura. Es tiempo de rasgar banderas.


Sus pechos ya sin leche se desgranan. De blandir la palabra como daga.
De recoger los frutos del desastre.
Temblor de lágrima en la puerta,
desborda la angustia en cada esquina. La serpiente espía desde lejos
y se enrosca tocándose la cola.
Entre el malogrado tejocote pululan los gusanos.
No hay himnos en los labios Cascabeles resonantes en el alma.
ni el huéhuetl envía su mensaje.
Los caracoles braman.
Amanece. Nubes de sandía
entre los vientos cálidos del sur.
Las mujeres engendran otra raza:
Doloroso parto el mestizaje.

Necesito tu entrega en la alborada.


Cuauhtémoc, arcilla celeste.
Tu mirada de púber necesito,
tu latido de níspero sazón,
Qué melodía madurará tu lengua,

Adorno de la ofrenda de la Casa de Cultura de San Mateo Xalpa


tu ojo de águila en acecho.
qué sílabas evocarán tu nombre.
Tu mano de firme empuñadura.
Hacia qué horizonte te guiarán los ecos
para que los guerreros empuñen sus macanas.
Eres polvo de alumbre,
esquirla de lucero,
Hacia qué horizonte tus pasos, tus pupilas,
capulín en rama.
para salvar al pueblo de la espada.
Como negras mariposas
puntas de obsidiana
cruzan por el cielo del Anáhuac,
Tu planta, surtidor de pus entre guijarros,
aniquilan a los blancos
la carne al rojo vivo te traiciona.
que en nombre de la cruz han masacrado.
Trasmina tu quebranto doloroso.
Sangre en la laguna
¿Cómo lograr que el agua rebose
Tu manto vuela entre maltrechas mariposas
de peces y canoas?
(pendón a punto de derrota).

Paciente en el tormento.
Y tú, Cuauhtémoc, nublados ojos,
Estremece tu queja contenida.
con el sol irás en tránsito de siglos.
En rojas pitahayas tus lágrimas germinan.
Los dientes, punzones en la lengua.
En lo cerca y en lo lejos: Tloque Nahuaque.
Los ojos no miran horizontes
En lo visible y en lo invisible: Tloque Nahuaque.
ni los oídos escuchan de dulces ocarinas el gorjeo.
En los jugos de la tierra: Tloque Nahuaque.
En los hongos de los muertos: Tloque Nahuaque.

La muerte llega despacio,


(el gusano espera entre la hierba).
Defiendes sin temores tu linaje.
El árbol, un cordel: el tránsito termina.
Atados quedan los maltrechos corazones.
Ahora renacerás en el cabrilleo del maíz,
En la memoria colectiva las plegarias y los cánticos.
en el cuarto menguante de la luna,
En el fondo de la gruta gimen dioses mutilados.
en la invocación del caracol,
en el signo del gemelo.
Ni cuando en ahogo moribundo se arremoline la ceniza
el tesoro jamás será entregado.

14 Noviembre 2010 2010 Noviembre 15


Crónica Héctor Saúl Bravo Rosete Crónica de una lectura... Crónica

Crónica de una lectura anunciada acaudaladas letras. Mi miopía anuncia que una letra peque-
ña da nota que el asunto será un movimiento intenso y lite-
rario. Poemas de… Textos…
Poerismos y afoemas. Tomo el café rápidamente y me

D
quemo la lengua, ―aguántese como los machos que si no
quema no sirve‖, me recuerda mi mente con una voz de
cubano ajedrecista a la cual extrañamente se le extravió el
eambular es un buen ejercicio. Filósofos, pinto- acento. Se me cae uno de los acolorados ejemplares, no me
res, escritores y políticos e imbéciles (las últi- da tiempo de levantarlo porque sigo atrasándome. Jalo de un
mas tres palabras léanse en voz alta y luego disfrute la sino- lado para otro con los sobrantes papeles de colores. Calculo
nimia) presumen de hacerlo. Con un poco de tiempo libre si me da tiempo bañarme. Para qué, si al rato me volveré a
regreso yo de andar por el panteón buscando la tumba más ensuciar. Me medio lavo los dientes e intento cambiarme
vieja, ya desde hace un par de años la he encontrado pero los calcetines. Joder, hubiera preparado el baño, mejor uso
me empeño en releer los epitafios y encontrar a los nuevos los huaraches para disimular la peste (negra además). Todo
muertos. Allí encontré a mi bisabuela, la perdí en un di- el tiempo que pierdo merodeando por la casa sigo paseando
ciembre y tardé en volverla a localizar. Llego a mi casa y con los ejemplares en una mano mientras hago malabares
veo junto a la puerta unos cuantos papeles muy coloridos y con la otra. Enfundado en mochila y con el cajón salgo de
pisoteados, los levanto y en las huellas hallo una bici roda- mi casa y regreso estúpidamente porque olvidé el dinero.
da catorce, un Volkswagen del cual no logro deducir ni el No olvido todos los ejemplares y sigo leyendo mientras
modelo ni el año pero deduzco fácilmente unas llantas Mi- camino hacia el pesero, acto casi suicida. Leer y caminar o
chelin que fueron compradas a mitad de precio. En los pa- leminar o cameer; escoja el que más le guste.
peles también encuentro las huellas del probable delincuen- No importa, esto de terminar de leer un renglón es efí-
te que tiró el papel y contaminó mi calle y el mundo de mi meramente delicioso. Se acaban rápido e inmediatamente
hija. Leo con presura las letras principales mientras abro la comienzo el siguiente, sigo caminando viendo los renglones
puerta, entro a mi sala y lleno una taza con café. pasar sin entender bien a bien un carajo de qué magias me
hablan. Un claxon, un enfrenón y mi grito más femenino y
asustado. Hago alarde de mi profundo conocimiento de la
lengua mientras el chofer también hace lo suyo y me dobla
en esa habilidad oral. Tu puta madre pendejo, qué no ves
que estoy leyendo, imbécil, deberías hacer lo mismo, le
grito al chofer. Ni modo, derrotado me contento con sacarle
la lengua y aventarle un arcoiris de ejemplares a la cara. Se
espanta y pisa el acelerador. ¡Estás en mi tierra! le grito.
Subo al RTP de puro coraje por haberle aventado mi entre-
tenimiento y lectura para el camino. Soy demasiado igno-
rante y no entiendo bien de poesía, cómo gastan hojas de-
jando tanto espacio en blanco. Comienzo a cabecear hasta
que otro enfrenón lleva mi cabeza a estamparse en el vidrio.
Saco mi pluma y decido comenzar a adornar las partes en
blanco de alguno de los ejemplares que no aventé. De lite-
Fotografía de Eric Márvaz ratura solamente conozco a un tal Pedro Páramo y creo que
escribió algo sobre un pueblo y la comida.
Sentado observo que son varios ejemplares con el mismo
Soledad… Odio amarte… Diez cosas que odio de ti…
título. Conozco bien la palabra sustantiva que encabeza
Termino de leer y apenas entiendo algunas cosas. Es la pri-
estos papeles. El Espasa Calpe 2005, mi diccionario almo-
mera vez que termino de leer algo de principio a fin. Bueno,
hada de la infancia, define aquella palabra como ―actividad
me faltaron todas las letras pequeñas. Una señora me des-
o movimiento intensos‖. El contenido puede ser (espero
pierta y me avisa que ya hemos llegado. A ver puerco mari-
que así sea) de caracteres pornográficos. Lo abro pero son
quita, sácate a tirar tus papeles a otra parte, me dice al oído
pocas las imágenes. El café frío me interrumpe la lectura y
mientras me toma del brazo. Otro señor le hace eco al ante-
el reloj me avisa un retraso de veinte minutos con treinta
rior y me dice que no ande dejando mis papeles tirados por el
segundos y tres millones quinientas mil vibraciones del
camión, y además de colores. Creo que me robaron algo, no
átomo de Cesium. Voy muy atrasado en el itinerario del
me importa y bajo rápidamente e intento huir a toda veloci-
día. Meto la taza con café al microondas, tomo uno de los
dad, acción que es impedida por la gran cantidad de puestos
ejemplares y lo agito para darme un poco de aire y frescura.
que hay en la plaza central, observo el reloj allí colocado, se
Espero un minuto y medio en el cual comienzo una lectura
detuvo justo cuando más tarde se me hacía, tres y cuarto. Ese
detenida. ¡Oh! Penosa decepción, no es lo que esperaba,
reloj ya no sirve y no marca las pulsaciones Cesium. Además
nada de imágenes de mujeres sublimes, ni de muchas car-
le falta la manecilla más larga y grande, seguro se la clavó el
nes y tacones excitantemente altos. Sigo por inercia las

16 Noviembre 2010 2010 Noviembre 17


Crónica Héctor Saúl Bravo Rosete Carmen Saavedra Poesía

el delegado. Camino al transporte Puma y doy cuenta de que Si el día fue malo
solamente me quedan dos ejemplares. Joder.
Me subo, pago los dos lugares habituales, me acomodo y
acomodo mis cosas. Comienzo a leer pero me gana el sueño.
Llegamos a la Ciudad Universitaria. Bajo del Puma y me
doy cuenta que me falta un ejemplar más. No hay bronca,
hice justicia y repartí literatura y los que encuentren los Si el día fue malo
ejemplares me lo van a agradecer. Tengo ganas de ir al baño,
hagamos una fiesta en la noche
voy a la Facultad de Ingeniería, dejo encargadas mis cosas.
Mierda, no hay papel en estos lugares y tengo que realizar un celebremos la vida
divertido paseo por la burocracia para conseguir… perdonémonos las tardanzas
(Adivinen)… papel. Misión cumplida. Me siento, ¡por fin!, los excesos, las ausencias
tranquilamente a leer con el sonido de pipis cayendo y jalo-
nes a la cadena. Ya es muy tarde, prefiero dejar todo para Si el día fue malo
después, quedé de llegar temprano y ya llevo cuarenta y cin- bailemos desnudos frente a la luna
co minutos tarde, ojalá y todavía la encuentre. Llego y le
dedico un poema que encontré en el ejemplar rosa con el tipo
de la iguana en la frente. Creo que tampoco lo entendió. Le Resucitemos a los amores perdidos
dejo un beso en la nariz y quedamos de vernos en casa, des- hagamos rondas con las hadas
pués voy a Ciencias con el ejemplar restante. Comienzo mi invoquemos al olvidado nuevo mundo
trabajo ¿Cuántas alegrías va a querer? También traigo dulce
de coco. A diez la oblea. Pase a ver a mi jefe, a mi papá, Si el día fue malo
anda allá en Filos, en el segundo piso, en las primeras escale-
crucemos los dedos esperando que amanezca
ras, él sí trae panqués. Le dejo mi tarjeta, llame cuando quie-
ra un pedido, allí nos encuentra en Tulye.
Llego a casa y encuentro a mi pequeña hija ya dormida.
El tráfico y el trabajo me dejan una hija horizontal, siempre
dormida. Llego al cuarto, mi pareja me espera somnolienta.
Le dejo el último ejemplar y le digo que lo lea, que no tardo,
que es como ella porque son de periodo menstrual, que es el
último de su especie y que sobrevivió a un largo viaje. No le
digo que habla demasiado de amor y tampoco espero que
con eso se le quite el miedo a los cuatro narco jinetes del
apocalipsis. Bajo y hago las cuentas, sí me robaron esos ca-
nijos del RTP. Encuentro el ejemplar que se me cayó en la
cocina antes de irme y me llega el recuerdo de cuando iba a
la escuela a estudiar y no a trabajar. Voy a la sala y saco el
diccionario de entre los dos libros de la casa, el otro libro
gordo es la Biblia, lo abro y arranco la última hoja, he acaba-
do de deshojar el cuarto diccionario de mi vida y ya llevo
dos mil ochocientas setenta y seis hojas arrancadas. Lo vuel-
vo a meter y me comienzo a reír. Olvido mi obsesión por el
tiempo y por las cuentas y recuerdo una de las conjugaciones
alguna vez leídas. Trajinar, mantener relaciones sexuales con
alguien, sentido peyorativo. Hago las cuentas finales; le di
un Trajín al chofer y otro a mi mujer, los demás los repartí e
hice el bien sin mirar a quien. No me fue tan mal, aunque
tengo que conseguir más para seguir dando y seguir repar-
tiendo.

Fotografía de Eric Márvaz


Adorno de la ofrenda de la Casa de Cultura de San Mateo Xalpa

18 Noviembre 2010 2010 Noviembre 19


Poesía Mary-Tony Verónica Nagore Ideas

Duelos Compañía de la muerte

A ñoranzas
Sé muy bien que el viaje que emprendiste no
tiene vuelta. Me cuesta tanto entender que ya nunca más
podré hacerte una caricia o robarte un beso. En mí siguen
presentes tu mirada, tu risa, tu voz, tus gestos. Muchas ve-
ces, cuando me vence el sueño, no puedo evitar ver tu ima-
gen: te ves tan real, me sonríes y me dices que es cierto,
que has muerto, pero que mientras yo quiera me acompa-
ñarás como un amuleto. He decidido que siempre te llevaré
impregnado en mis sentimientos, porque estando juntos me
enseñaste a aprovechar cada momento. Cuando por algún
motivo me sentía mal, nunca faltaban tus sabios consejos.
Son tantos los motivos que me hacen añorar aquel tiempo.
Sé que un día nuestras almas estarán de nueva cuenta
juntas, pero mientras eso pasa, espero que los ángeles me
escuchen y te digan que te quise y aún te quiero, que en mí
siguen presentes tu mirada, tu risa, tu voz, tus gestos.
Fotografía de Eric Márvaz

Calaca de la ofrenda de la Casa de Cultura de San Mateo Xalpa


Cuando tu mirada cayó sobre la mía
Me puse a contar los coches que pasaban por la calle
No pasó ni uno rojo, seguro se habían agotado

Cuando tu mirada cayó sobre la mía


Los grillos lloraron toda la noche
Interrumpiendo mí sueño

Tal vez lloraban porque sus casas estaban derrumbadas


Y alguien jugaba al golf sobre las olas con pelotas de
espuma

Cuando tu mirada cayó sobre la mía


Hubo tal corto circuito, que la ciudad quedó a oscuras Muerte
Vi a la gente caminar como fantasmas con las manos En los recuerdos y los olvidos, en ese ciclo que empieza
extendidas y tiene siempre un final, llegas tú, etérea, transparente a la
Para no chocar con sus pensamientos vista pero no a los sentidos de quienes saben perfectamente
que un día te acompañarán.
Cuando tu mirada cayó sobre la mía Aquellos que agonizan escuchan tu voz y el ritmo de tu
Las nubes comenzaron a parir la lluvia respiración, lentamente el alma abandona sus cuerpos, ven
la luz o la oscuridad, emprenden el viaje a lo eterno.

20 Noviembre 2010 2010 Noviembre 21


Ensayo Samuel Arias Acercamiento a la esencia... Ensayo

Acercamiento a la esencia poética


de Miguel Hernández

E l pasado mes se cumplió el primer siglo del naci-


miento del poeta y dramaturgo español Miguel
Hernández (Orihuela, 30 de octubre de 1910 – Alicante, 28
de marzo de 1942), a quien tradicionalmente se le ha encua-
drado en la generación del 36, sin tener en cuenta que man-
tuvo una mayor proximidad con la generación anterior, es
decir, la del 27. De hecho, Dámaso Alonso llegó a conside-
rarlo un ―genial epígono‖ de tal generación. Para tal fecha,
he considerado oportuna e imprescindible esta breve
aproximación a su obra, particularmente la poesía, con el
objeto de re-conocer a uno de los mejores líricos de inicios
del XX. Si el acto poético en cualquiera de sus formas con- Fotografía de Eric Márvaz
lleva la osadía del artista por volverse un ser creador, la
insospechadas de no ser por los testimonios de sus compa-
búsqueda de una identidad, original e irrepetible, implicó
ñeros de trinchera, de gente de la vida diaria, de los retratos
en el caso de Miguel Hernández la construcción de todo un
postales que otros escritores —como Neruda1 y Aleixandre,
andamio de versos donde las palabras echaron raíces y des-
por citar sólo algunos—, amigos suyos, a la postre nos deja-
de ahí se levantó el genio creador, la figura excepcional de
ron de él. Ese registro tan verídico de lo que fue Miguel
un hombre que supo confeccionar su obra, cual gran dise-
Hernández como persona, con su carácter afable pero va-
ñador de la modernidad. Pero hablemos de una modernidad
liente, entusiasta pero templado, es uno de los aspectos más
no entendida en su acepción industrializada y globalizante,
particulares del poeta. ¿Cómo llegó a congeniar su persona-
sino de tiempos austeros donde el pulso firme fue la base
lidad extrovertida con el entorno deprimente que le cir-
para reivindicar los años de gloria, quizá como recuerdos
cundó? ¿Cómo consiguió una expresión tan honda de dolor
vanos o ilusas proyecciones de lo posible. Inserta en los
y a la vez el lúcido destello para soportarlo? ¿Cuáles fueron
difíciles tiempos de comienzos de siglo, la poesía de
los temas predominantes que inspiraron ese tratamiento
Hernández refleja como ninguna otra la crudeza y desespe-
lírico? Tal fue la problemática existencial de su creación,
ración de toda una nación cada vez más cerca del abismo,
que alcanzó puntos álgidos en El rayo que no cesa (1935),
cuya tradición literaria que alcanzó su máxima expresión en
un poemario por demás enigmático y en el que centraré mi
los siglos áureos, pesaba tanto por su distanciamiento como
aproximación al trabajo poético del español. Sobre este
por la sequía de voces que pudieran acercarla nuevamente.
poemario caben varias precisiones que van desde aclarar
Solamente en escasas figuras, desde Antonio Machado has-
que es la versión final de los textos reunidos primeramente
ta los siguientes generacionistas del 27, se pudo vislumbrar
en Imagen de tu huella (1934), después en El viento vulne-
el resurgimiento de los grandes poetas para una España que
rado (1934), hasta llegar a su estadio final. Los tres son el
sufría su decadencia sin misericordia alguna. Esa España
mismo… y también son diferentes. El texto consta de 29
otrora llena de grandeza, potencializada al máximo, que vio
sonetos perfectamente medidos, muestra exacta de sus ju-
la pérdida de sus últimas colonias como la dolorosa metáfo-
veniles lecturas y anticipación del límpido manejo de los
ra de su caída, donde el declive se extendía a todos los hori-
metros áureos; el mismo Hernández describiría su libro
zontes. No es de extrañar que esta profunda crisis de con-
como un ―grupo de sonetos amorosos‖ acompañados hacia
ciencia nacional, cuyos estragos se prolongaron aún mu-
el final por una elegía sumamente entrañable dedicada a su
chos años después, marcara la niñez del poeta alicantino y
mejor amigo, Ramón Sijé. A partir de aquí extenderé la
le convenciera de que el sufrimiento y la muerte son irrepa-
rablemente inherentes a la vida misma, a tal punto de con- 1“Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recor-
vertirlos en ejes de su producción literaria. Y tal descon- darlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas
cierto existencial se vería capitalizado con los tiempos de tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua
se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía
destrucción y caos que acompañarían por el resto de sus Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino
días a Miguel. Sin duda, tiempos infames que hicieron de una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando.
su yo escritor ese denunciante del hastío que era la vida, del Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía
amor sin correspondencia, de los días de combate y tam- duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a
la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, ilumi-
bién de la final esperanza que hasta su muerte le valió una narlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón
sonrisa en los labios. Esas muecas inquietas que plagaron su purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de
rostro de juventud y aún el de precoz madurez, resultarían claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la
noche armado con la espada de la luz!” España en el corazón, 1937.

22 Noviembre 2010 2010 Noviembre 23


Ensayo Samuel Arias Acercamiento a la esencia... Ensayo

significación de los poemas, más allá del sentimentalismo, el vínculo de amo y mascota, representa un sometimiento al
hacia una visión vital. Antes de entrar en las composiciones revés. El amor es entonces desazón y angustia, es herida en
finales, me parece interesante el vínculo entre títulos, ¿por el corazón del poeta (soneto 4) o un navegar sin norte por
qué los cambios?, ¿que evolución representó cada uno? Si mares que no cesan. Sólo la posesión de la amada podrá
atendemos a la semántica de las palabras y su respectiva salvar al poeta de ese naufragio (soneto 10). Sin embargo,
carga metafórica en cada versión, tenemos ante nosotros también se sabe que, aun con la consecución del amor, el
una hermosa figura que ayuda en la interpretación de cada tormento de saber que después de todo moriremos no des-
uno por separado y en conjunto. Sería una especie de trico- aparece por completo.
tomía que se completa con los significados expuestos: un
rayo, grabado indeleble, que lastima el viento hasta el infi- Descansar de esta labor
nito un hombre que sufre las marcas de su vida hasta que De huracán, amor o infierno
muere… No es posible, y el dolor
Un carnívoro cuchillo Me hará a mi pesar eterno
De ala dulce y homicida .
Sostiene un vuelo y un brillo Pero al fin podré vencerte,
Alrededor de mi vida. Ave y rayo secular,
Corazón, que de la muerte
Los versos anteriores que inauguran el Rayo… parecen Nadie ha de hacerme dudar.
confirmar mi idea. Y el recorrido que hace Hernández a Así, sin necesidad de enredos mayores, es posible entre-
través de los sonetos es conciso en niveles muy diversos, ver ya algunos puntos centrales no sólo del texto, sino de la
puesto que el poeta comienza a descubrir su mundo pobla- concepción poética entera de Miguel: 1) No fue al azar la
do de ansiedades y sombras trágicas, agonías y muertes. La alegoría elegida, pues el autor sabía muy bien que el amor
personalidad poética abre la prisión de una pasión llena de es ave y rayo, que acaricia y hiere al mismo tiempo. 2)
patetismo. En un libro de temas muy personales, la prodi- Amar es vivir la vida en toda su plenitud, pero también el
giosa intensidad se engarza en la arquitectura perfecta y el amor es muerte que da la vida; dicho de otra forma, cual
lenguaje limpio de excesos que conforma los registros pre- aforismo propio, el amor es vivir lentamente la muerte o
cisos del ritmo y el significado. En resumen, El rayo que no morir con premura la vida. 3) Amar es, por tanto, una nece-
cesa es la perfección técnica y la reivindicación de la forma sidad y una exigencia en el poeta, incluso cuando se sabe
clásica quevedesca. Ahora bien, una vez que el poeta inició que el amor alberga un gérmen de destrucción. Según mis
su recorrido hacia otros senderos, comienza también la ex- lecturas de los sonetos y las posteriores cavilaciones resu-
ploración interna y con ella el descubrimiento de su voz midas en lo anterior, hacen que concluya al amor, en la
poética —la misma que es difícil de encontrar, pero que visión hernandiana, como el acontecimiento trascendental
Hernández consiguió ejemplarmente—. Tenemos, pues, del hombre, como el desbordamiento vital que aligera el
que en este poemario el autor centra su visión en la pena de peso de la muerte y a su vez la peor causa de todas las des-
amor, que da unidad a todos los textos; la pena es, en pri- agracias. Finalmente, el hondo pensamiento de la vida y de
mer lugar, el ansia incontenible hacia la amada ausente o la muerte se acompaña de un fatídico destino: la pena y el
inalcanzable y la herida que esta ausencia va abriendo en el dolor inmenso son fundamentalmente la herida abierta por
corazón del poeta. De esto nos habla en el sexto soneto, la soledad impar o por el amor no correspondido, pero, aun-
cuyos dos cuartetos son incuestionables: que el amor alcance su objeto —y esto es lo peculiarmente
Umbrío por la pena, casi bruno, trágico en el poeta—, el dolor no hace sino aumentarse. Me
Porque la pena tizna cuando estalla, detengo en este análisis para ceder la invitación a leer a este
Donde yo no me hallo no se halla escritor alicantino, sin duda uno de los mejores exponentes
Hombre más apenado que ninguno. de la poesía moderna, hombre que en su obra reflejó todas
sus facetas de vida: el amor torturado, el compromiso polí-
Sobre la pena duermo solo y uno, tico, el desgarre interior y la lucha inacabable con la muer-
Pena es mi paz y pena mi batalla, te. Miguel Hernández fue un poeta lleno de autenticidad, de
Perro que ni me deja ni se calla, fervor por la vida y los extraños retruécanos que significa
Siempre a su dueño fiel, pero importuno. buscar una libertad, lo mismo suspendida en los días de
combate civil que en los pliegues de las pasiones amorosas.
De estas dos estrofas, subrayo dos aspectos. El primero, Un poeta de lo mejor que podemos conocer a un siglo de
donde se evidencia el protagonismo que admite consciente- distancia.
mente Hernández, casi rayando en un doloroso egocentris-
mo pues no hay quien sufra más que él. El yo poético emer-
ge lentamente. El segundo aspecto atiende al verso que re-
Libros citados de Miguel Hernández:
marqué, donde corroboro los vestigios del título primero El hombre y su poesía, Madrid: Cátedra, edición de Juan Cano Ballesta, 2005.
Imagen de tu huella: la marca imborrable que, pese a utilizar El rayo que no cesa, Buenos Aires: Losada, 1998.

24 Noviembre 2010 2010 Noviembre 25


Poesía Adolfo Ramírez Reseñas y comentarios

A vesos Mirando las miradas


que te miran
Machete o la escuela de los compadres Rodrí-
guez y Tarantino, por Cristiant Morales. En el
principio, las películas de acción en Hollywood
todavía suenan cual balasos: eran una lista de elementos comunes. Héroe, villa-
¡Muac, smuak!,ssssssssssssss no, disparos, explosiones, sexo, venganza, final
atacándome un par de masos: feliz con moralina. El espíritu de Tarantino flotaba
olas, uracanes sus labios tersos en la nada, hasta que participó en Asesinos por
naturaleza (Natural born killers, 1994) de Oliver
Pobresitos, andaban tan presos Stone. Los rumores cuentan que Tarantino dejó la
en su boca, en sus uesos producción antes de terminar esa película, pues sus aportaciones
y me los dejó toditos impresos eran “demasiado violentas” para el señor Stone. Pero mientras
Tarantino lidiaba con un director experimentado de la Nueva Vieja
desdel almaasta losesos Escuela, Rodríguez trataba de hacer El mariachi, un filme de bajo
Manchaban d zangre alos tienpos presupuesto, para el cual tuvo que –cuenta la leyenda– participar
dejaban al aire sin peso en pruebas de nuevos medicamentos. Dictaba el destino que los
a la pesera sin pesos dos admiradores del cine japonés de samuráis, Bruce Lee, Jackie
a la cartera sin peses Chan y otros actores del género, trajeran al mundo sus películas
y yo que soy de esos –ahora clásicas– en el mismo año: Perros de reserva (Reservoir
que no saben de impulsos dogs) y El mariachi, 1992. Entre sus múltiples creaciones, Rodrí-
este plural me hiso pedasos guez cuenta con filmes de vampiros, las secuelas de El mariachi,
Nunca anunsió sus pasos los niños espía, y la más artística –¿o artesanal?– La ciudad del
pecado (Sin city, 2005) basada en la novela gráfica de Frank
sólo sentí de pronto su pulso Miller. Originalmente, estuvieron promocionando Depredadores
su lenguapez como mares inmensos (Predators, 2010) como una película de Robert Rodríguez, pero
dejando sólo sueños espesos al final resultó que sólo la produjo, y bueno es algo fuera de lo
úmedos, plausibles, intensos que acostumbra hacer. Todo este preámbulo nos lleva a la pelí-
cula en cuestión: Machete. Al parecer, la idea no es totalmente
quedé estúpido en ecseso original de Rodríguez, se encuentran dos películas más en inter-
con los pensa mientos inbersos net, una de los noventa, con cierta semejanza. Pero si algo carac-
duró tanto, tanto que a beses teriza a Rodríguez y Tarantino, es su capacidad de reinventar los
géneros, con ellos en verdad, no hay nada escrito. Como otros
no sé ni cómo ise estos bersos
directores que han recurrido a actores poco conocidos, para crear
S.O.S. S O S SOS ssss... antihéroes, Rodríguez ha incluido en muchas de sus películas a
Danny Trejo y otros actores de origen latino. No conforme con
esto, ha convocado actores más famosos para sus películas,
elevando su valor taquillero, así aparezcan diciendo líneas trilla-
das, o bien ni siquiera intentando actuar –hablo de Mickey Rourke
y Johnny Depp en Érase una vez en México (Once upon a time in
Mexico, 2003)–; entre estos vemos a Robert de Niro, Steven
Seagal, y Don Johnson –desaparecido de la escena por un buen
rato–. Si vieron a Robert de Niro en Jackie Brown de Quentin
Tarantino, estarán de acuerdo conmigo en que su actuación ahí
fue más prominente. En Machete, bueno, no es creíble –¿cuánto
de lo que pasa en las películas de Rodríguez lo es?– Pero la
cuestión es que al igual que casi todos los personajes principales
y secundarios, se ve envuelto en los disparos, en el clímax donde
hasta unas inocentes enfermeras empuñan Uzis –o Mac 10, no
estoy seguro–, y la burla al clero es Lindsay Lohan vestida de
novia vengando a su padre con una Magnum .357. Ya que men-
cionamos lo inverosímil, estoy seguro de que al cambiar los
estándares, Rodríguez está sentando las bases para los suyos.
Obvio, si la película se llama Machete, el héroe los usa, la pelea y
la matanza son con esta arma, pero ¿qué sean tan fuertes como
para soportar el ataque de una katana? Más aún, el villano come-
te seppuku ¡con el machete! No sé si reírme, o aplaudir lo kitsch
del asunto; y todavía más, que el otrora figura intocable de las
artes marciales, señor Seagal, acordara terminar su papel así.
Fotografía de Eric Márvaz
¿Recuerdan cuando lo balaceaban, golpeaban, y no tenía ni un
rasguño? Más mérito para Robert y Troublemaker Studios. Luego

26 Noviembre 2010 2010 Noviembre 27


Reseña Mirando las miradas... Nuestros lectores Email

de la polémica por la Ley Antimigrante en Arizona, el slogan de la


película se convirtió –y lo dice Danny Trejo en ella–: “¡Se metie-
Bandeja de entrada
ron con el mexicano equivocado!”, tomándose la libertad de inser-
tar una especie de “guerrilla” contra los americanos xenófobos,
liderada por una sensual morena, muy acorde al estilo de los
héroes rodriguenses –carajo, ¿será tiempo de crear dicho adjeti- Saludos a todos. Agradezco el envío de la revista en PDF.
vo?–. Definitivamente, si no les gustan las películas con exceso Felicidades por el proyecto.
de sangre –un tono muy ligeramente gore al inicio–, balazos in- Antonio Salinas
justificados o justificados –la libertad de los compatriotas en el
Otro Lado, lo es–, y una historia simple y plana, mejor no la vean. Estimados amigos:
Si por el contrario, han visto cosas malas como Triple Equis Agradezco la revista y las invitaciones que nos han hecho llegar.
(XXX, con Vin Diesel y Ice Cube), Rápido y furioso (nada especial Saludos,
contra Vin Diesel, lo juro), o cualquier película de Jackie Chan, María Teresa Pérez Cruz
denle una oportunidad a nuestro casi compatriota Robert y vean
Machete. Lo peor que puede pasar es que se rían de ideas un Perfecto jóvenes ilustres; sigan, no se detengan y déjenme decirles que esto es
lo que le hace falta al país: artículos interesantes de lectura y obviamente
poco absurdas a la hora de “la acción”, como el salto en motoci- fomentar el hábito de leer, leer y volver a leer.
cleta equipada con una ametralladora de Machete (¡muérete de Saludos y felicidades
envidia Vin Diesel!) o la forma en que cambia de piso en el hospi- Asees Impresores
tal –eso es simplemente…, indescriptible–; también podrán apre-
ciar desnuda a la sensual Michelle Rodríguez con su escopeta- Me parece interesante la revista Trajín. Siempre da gusto que se editen más
pistola tipo El mariachi, otro elemento rodriguense, he dicho. revistas. Me gustaron los poemas de nuestro querido Israel González. Una
Día de Muertos en la casa de cultura de San felicitación para él. Mis saludos a todos los amigos que aman la poesía en
Mateo Xalpa, por Arturo Texcahua. En Xochimil- todos los continentes. Envíen sus colaboraciones.
co, creo que la casa de cultura con mayor número Marisa Trejo Sirvent
de actividades es la de San Mateo Xalpa. La joya
de la corona del dinamismo desplegado a lo largo Mil gracias por el envío de su publicación, me encantó... miles de abrazos y
del año por su directora, Linda García (para osten- felicitaciones.
tar la excepción de la regla en el mundo de los Adán Rosas
absurdos burocráticos y de la inmovilidad como
modelo: nadar de muertito es su principio), está Me parece muy buena la revista electrónica, me encantaría seguirla recibien-
representada por la ofrenda de Día de Muertos, que con el apoyo do.
de alumnos, padres de familia, maestros y la comunidad artística LAE Laura Graciela Méndez Reyes
local, prueba que sí puede dar vuelta la rueda, a pesar de los Difusión Cultural
presupuestos que no alcanzan para hacer política (y otros me- El Colegio de Michoacán, Extensión La Piedad
nesteres privados) y atender lo sustantivo. El recinto se convierte
por unos días en una ofrenda monumental. El vestíbulo, las prin- Les agradezco el hecho de enviarme la revista, la cual es para mí de mucho
interés. Los felicito por su excelencia literaria, se me ocurre que podrían
cipales aulas, el foro y el área de usos múltiples albergan calave-
publicar las biografías y fotos de los colaboradores para hacernos sentir esa
ras, adornos y creaciones básicamente de papel y cempazúchitl, sinergia que existe entre los lectores y productores de la misma.
cuya preparación se realiza en los meses previos. Además, des- Sergio Aguilar M.
de el día de la inauguración hasta que se desmonta la ofrenda, se
presenta un programa vespertino-nocturno de actividades que da Gracias por enviar su revista, pero en verdad les digo que hacerle homenajes
espacio lo mismo a grupos locales y de los propios cursos de al poeta oficial de las cacofonías y rey de los melosos, Jaime Sabines, no tiene
danza, música y teatro de la casa de cultura, como a historiado- nada de original y mucho menos de revolucionario. Les recomiendo que lean
res, escritores, antropólogos, estudiosos y personas interesadas a Qincho Vázquez, Raúl Garduño, Efraín Bartolomé, Daniel Robles, Ar-
en la preservación y el rescate del arte y la cultura de Xochimilco mando Duvalier y tantos creadores de buena poesía y que son de Chiapas,
y del país. La ofrenda es muy visitada, sobre todo los días 1 y 2 más pan con lo mismo aburre, fastidia. En verdad, lean a otros y verán que
de noviembre el lugar se abarrota. La buena organización permi- en Chiapas hay buenos poetas.
te, incluso, repartir tamales y atole entre algunos de los visitantes. Raúl Mendoza
Este año la ofrenda se dedicó a la mujer de la Revolución, a
propósito del bicentenario de este suceso histórico. Soldaderas, Sin duda hacen falta espacios para dar cabida a todos los creadores de
nuestro país, y más en estos días de guerra en que nos hallamos inmersos. He
coronelas, adelitas, vivanderas y una elegante catrina se mostra-
leído números de su revista y realmente es un gran trabajo el que realiza el
ron cocinando, arriba del carro de un tren, llevando niños, cargan- colectivo.
do un fusil o con la coquetería en el rostro, muy de la mano con la Jorge Arturo Hernández García
visión, un tanto romántica, que se ha construido de la participa-
ción femenina en ese movimiento armado. Sobresalieron dos Le agradezco su atención por el envío de la revista, es un proyecto interesan-
grandes esculturas de caballos y jinetes revolucionarios, hombre te, me da gusto saber que las personas jóvenes como el grafitero de tercer año
y mujer, de Alejandro Molina, hechas de papel periódico. No faltó de secundaria, se expresen en estos espacios, pues es signo de una mejor cultu-
la mención de la Independencia, con una ofrenda dedicada a ese ra. Mi comentario al respecto de este número es el siguiente: La mezcla de
tema, y la evocación de nuestro pasado indígena, con una sala juventud, experiencia y el reflejo de un desahogo de sentimientos en estilos
del mundo prehispánico. Un lugar destacado ocupó el homenaje tan diversos, puede lograr que los lectores queden abstraídos momentánea-
al creador de Cielito lindo, el maestro Quirino Mendoza, orgullo mente. Los felicito, porque todo lo mencionado está presente en esta revista.
de Tulyehualco. Como cada año, la ofrenda obtuvo el reconoci- Eva Avendaño Rojas
miento de sus visitantes. Quizá por ello, esta tradicional ofrenda
ha sido filmada, más de una vez, por las televisoras nacionales.

28 Noviembre 2010 2010 Noviembre 29


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