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El Señor ha nacido-Lección No.

Su Anuncio
Lucas 2:8–20
En estos versículos leemos cómo se anunció el nacimiento del Señor Jesús por primera vez a los
hijos de los hombres. El nacimiento del hijo de un rey suele ser ocasión de diversión y regocijo
popular. El anuncio del nacimiento del Príncipe de Paz se hizo en privado, a media noche y sin
pompa ni ostentación humanas.

1. Su Anuncio, una Revelación de la Gracia de Dios.

 ¿Quiénes eran aquellos a quienes llegaron las noticias de que había nacido Cristo? Eran “pastores
en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño”. A pastores,
no a los sacerdotes y gobernantes; a pastores, no a los escribas y fariseos, se les apareció un ángel
proclamando: “Os ha nacido hoy […] un Salvador, que es CRISTO el Señor”.

En esa época se consideraba que los pastores estaban en el peldaño más bajo de la escala social. Su
trabajo no sólo los obligaba a estar distantes del templo y de la sinagoga, sino que los hacía
ceremonialmente impuros. Sin embargo, en su gracia, Dios dio el primer anuncio del nacimiento
del Salvador a humildes pastores (Lucas 1.52). El primer anuncio del nacimiento del Mesías lo dio el
ángel a unos cuantos pastores anónimos.

 ¿Por qué pastores? ¿Por qué no sacerdotes o escribas? Al visitar a los pastores el ángel reveló la
gracia de Dios hacia la humanidad. Los pastores en Israel eran en realidad menospreciados. Su
trabajo no sólo los hacía ceremonialmente inmundos, sino que los obligaba a estar lejos del templo
por semanas a la vez, de modo que no podían purificarse. Dios no llama a los ricos y poderosos; él
llama a los pobres y humildes (Lucas 1:51–53; 1 Corintios 1:26–29).

 “¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino
que ha prometido a los que le aman?” (Santiago 2:5). La falta de dinero no quita a nadie los
privilegios espirituales. Las cosas del Reino de Dios están con frecuencia escondidas de los grandes
y nobles y son reveladas a los pobres. El duro trabajo manual no evita que alguien sea favorecido con
una comunión especial con Dios. Moisés estaba guardando las ovejas, Gedeón estaba trillando, Eliseo
estaba arando cuando individualmente fueron honrados por llamamientos directos y revelaciones
de Dios. Lo débil del mundo suele ser llamado antes que lo poderoso. Los últimos suelen ser los
primeros, y los primeros los últimos.
 El Mesías vino para ser a la vez el Buen Pastor (Juan 10) y el Cordero de Dios sacrificado por los
pecados del mundo (Juan 1:29). Tal vez estos pastores estaban cuidando los rebaños que proveerían
los sacrificios para las ceremonias en el templo. Era apropiado que las buenas noticias del Pastor
Divino y Cordero de Dios se dieran primero a pastores humildes.
 Los pastores no se dejaban engañar fácilmente. Eran hombres prácticos que no se dejaban llevar por
fantasías. Si decían que vieron un ángel y que fueron y hallaron al Mesías, entonces se les podría
creer. Dios seleccionó a esforzados trabajadores para ser los primeros testigos de que su Hijo había
venido al mundo.
2. Su Anuncio, Una esperanza de Gozo, Libertad y Paz.

El lenguaje utilizado por el ángel al anunciar el nacimiento de Cristo a los pastores. Les dijo: “Os doy
nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”.

 No debemos sorprendernos de estas palabras. Las tinieblas espirituales que habían cubierto la Tierra
durante miles de años iban a desaparecer. El camino al perdón y a la paz con Dios iba a ser abierto
a todo el género humano. La cabeza de Satanás iba a ser aplastada. Se iba a proclamar libertad a los
cautivos y recuperación de la vista a los ciegos. Se iba a proclamar la poderosa verdad de que Dios
podía ser justo y, sin embargo, por amor a Cristo justificaría al impío.

 Literalmente el ángel dijo: “Les anuncio buenas noticias, un gran gozo que será para todo el pueblo”.
Usó la palabra que significa predicar las buenas nuevas, expresión que Lucas utiliza a menudo tanto
en su evangelio como en el libro de los Hechos. Vemos aquí el énfasis de Lucas en un evangelio
universal: Las buenas nuevas son para toda persona, no solo para los judíos.

 ¿Qué eran las buenas nuevas? No que Dios había envia a un soldado, o a un juez, o a un reformador,
sino que había enviado a un Salvador para que supliera la necesidad más grande del hombre. Era un
mensaje de paz a un mundo que había conocido mucha guerra.

 Ya no había que ver la salvación a través de tipos y figuras, sino abiertamente y cara a cara. El
conocimiento de Dios ya no estaría restringido a los judíos, sino que sería ofrecido a todo el mundo
gentil. Los días del paganismo estaban contados. Estaba a punto de ponerse la primera piedra del
Reino de Dios. Si esto no eran “buenas noticias”, no ha habido nunca noticias que merezcan ese
nombre.

3. Su Anuncio, una poderosa razón para adorarle.

Quiénes fueron los primeros que alabaron a Dios cuando nació Cristo. Fueron los ángeles, y no los
hombres: ángeles que nunca habían pecado y no necesitaban un Salvador, ángeles que no habían caído
y no requerían de un redentor ni de sangre expiatoria. El primer himno en honor de Dios manifestado
en carne fue entonado por “una multitud de las huestes celestiales”.
Fijémonos en este hecho. Está lleno de profundas lecciones espirituales.

 Nos muestra qué buenos siervos son los ángeles. Todo lo que hace su Maestro celestial les agrada
y les interesa. Nos muestra el claro conocimiento que tienen. Conocen el dolor que el pecado ha
introducido en la creación. Conocen las bendiciones del Cielo y el privilegio de una puerta abierta a
él. Sobre todo, nos muestra el profundo amor y la compasión que sienten los ángeles hacia el pobre
hombre perdido. Se gozan en la gloriosa esperanza de que muchas almas se salvarán y muchos
pecadores serán arrebatados del fuego.

 Esforcémonos por tener una mentalidad más parecida a la de los ángeles. Nuestra ignorancia y falta
de vida espiritual aparecen de forma muy dolorosa en nuestra incapacidad de entrar en el gozo que
vemos aquí y que expresaron ellos. Sin duda, si esperamos morar con ellos eternamente en el Cielo,
debemos compartir algo de sus sentimientos mientras estamos aquí en la Tierra. Busquemos un
sentimiento más profundo de la pecaminosidad y de la tristeza que produce el pecado, y después
tendremos un sentimiento más profundo de gratitud por la redención.
El cantico de los angeles.
El himno de alabanza que cantaron las huestes celestiales para que lo escucharan los pastores. Dijeron:
“¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”.

 Estas famosas palabras se interpretan de diversas maneras. El hombre es por naturaleza tan torpe
para las cosas espirituales que parece como si no pudiera comprender una frase en lenguaje
espiritual cuando la escucha. Pero se puede encontrar un sentido en estas palabras al que no se
puede presentar objeción alguna; y no solo es un buen sentido, sino una excelente teología. El
cántico comienza con: “¡Gloria a Dios en las alturas”! Ahora se llegaba al mayor grado de
glorificación de Dios por medio de la entrada de su Hijo Jesucristo en el mundo. Él, por medio de su
vida y muerte en la Cruz, glorificaría los atributos de Dios —su justicia, santidad, misericordia y
sabiduría— como nunca habían sido glorificados. La Creación glorificaba a Dios, pero no tanto
como la Redención.

 “En la tierra paz”, continúa la canción. Ahora ha llegado a la Tierra la paz de Dios que sobrepasa todo
entendimiento, la paz perfecta entre un Dios santo y el hombre pecador, que Cristo iba a conseguir
a precio de su propia sangre; la paz que es ofrecida libremente a toda la Humanidad; la paz que, una
vez que se la deja entrar en el corazón, hace que los hombres vivan en paz unos con otros y que un
día cubrirá el mundo entero.

 La canción concluye diciendo: “¡Buena voluntad para con los hombres!”. Ahora ha llegado el
tiempo cuando la bondad y la buena voluntad de Dios hacia el hombre culpable van a ser
plenamente dadas a conocer. Su poder se pudo ver en la creación. Su justicia en el diluvio. Pero su
misericordia siguió sin ser plenamente revelada hasta la aparición y el sacrificio expiatorio de
Jesucristo.
Ese era el significado del cántico de los ángeles. Felices aquellos que pueden acceder a su significado y
con sus corazones suscribir su contenido. El hombre que espera morar en el Cielo debe tener cierto
conocimiento experimental del idioma de sus habitantes.

Conclusión:
Aprendamos de la inmediata obediencia a la visión celestial de los pastores. No vemos dudas en ellos, ni
preguntas, ni indecisión. Por muy extrañas e improbables que pudieran haberles parecido las noticias,
enseguida actuaron conforme a ellas. Fueron a Belén rápidamente. Encontraron todo exactamente
como se les había dicho. Su sencilla fe recibió una rica recompensa. Tuvieron el enorme privilegio de ser
los primeros de toda la Humanidad, después de María y José, que vieron con los ojos de la fe al Mesías
recién nacido. Pronto volvieron “glorificando y alabando a Dios” por lo que habían visto.
¡Que nuestro espíritu sea como el suyo! ¡Que siempre creamos sin reservas, actuemos con prontitud y
no esperemos nada cuando el camino del deber esté claro! Si lo hacemos, recibiremos una recompensa
como la de los pastores. El viaje que comienza en fe, generalmente concluye en alabanza.

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