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Roles y funciones del

psicólogo comunitario
Introducción
En los últimos años, el campo ejercido por el Psicólogo Comunitario, ha carecido
de un respaldo conceptual propio, a causa de múltiples factores, que encerraban
tanto la ausencia de una preparación académica especializada en el área, como
la complicación de unificar en una sola concepción a la ciencia
multiparadigmática de las actividades y funciones del psicólogo que labora e
interviene en las problemáticas sociales.

Por otro lado, es indispensable resaltar que la mediación que lleva a cabo un
Psicólogo Comunitario entre el grupo de personas a quienes desea abordar y las
instituciones públicas, daba lugar a una delimitación de competencias
específicas, con la finalidad de mejorar su desempeño individual y cooperativo,
con colaboradores de diversas disciplinas relacionadas al ámbito de las ciencias
sociales.

La perspectiva del Psicólogo Comunitario, no solo se enmarca en el sector de


servicios sociales, éste trata de encontrar una vía alterna para optimizar la
calidad de vida y el bienestar de las personas, desplazando el término
sociológico de naturalización por empoderamiento y libertad de opresión.

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De tal manera, se pretende dar una explicación al enfoque y al cargo proactivo


que desempeña el Psicólogo Comunitario, siendo uno de sus principales
papeles, el ser agente activo del cambio y creer fielmente en la transformación
de su realidad social. En conjunto, se tratará de dar a conocer sus roles y
funciones en los diferentes campos donde éste puede accionar.

Contenidos
Para poder acceder a la psicología como una práctica con una visión social y
comunitaria, Hans (2002) propone que el profesional debe:

 Conocer la necesidad de los individuos y las comunidades en lo concerniente a


ser actor(es) de su propio desarrollo, es decir, proponer actividades orientadas
a motivar a los miembros de las comunidades a reconocer y potenciar sus
aspectos emocionales, cognitivas y físicas, y cómo estos podrían favorecer e
impactar positivamente su realidad social.
 Reconocer que la comunidad debe y puede trascender de ser solo un territorio
geográfico a convertirse en una herramienta y respaldo potenciador del
desarrollo humano y social. Aquí es indispensable que el experto plantee
acciones directas sobre la realidad a través de experiencias vivenciales y se le
muestre como pueden ser parte de una red de apoyo.
 Asumir que toda persona dentro de la comunidad puede ser dinamizador de
procesos desde su propia historia y realidad. El desafío que debe afrontar todo
agente social, caracterizado por su conciencia cívica y democrática, será tratar
de cubrir en lo posible la falta de igualdad de oportunidades y posibilidades de
desarrollo. Por esta razón, se debe diseñar programas de prevención y
promoción que sensibilice y concientice a las masas y puedan acercarlos más a
la preocupación por mejorar el desarrollo integral de todos sus miembros y de tal
manera cambiar sus condiciones de vida.

Con lo expuesto anteriormente, se puede evidenciar un estrecho vínculo entre la


psicología comuniaria y la praxis con enfoque social, de que una no puede estar
ajena a la otra, lo que envuelve la búsqueda de la transformación social.

A partir de este encuadre, junto a Juliao (1999), quién expresa que la práctica
social denota proyección social y esta a su vez una posición personal, grupal y
colectiva de no quedarse de brazos cruzados ante la situación por la cual
atraviesan las comunidades, sino actuar para visualizar, intervenir, interactuar y
exponer posibles soluciones para eliminar los componentes generadores de
conflicto. Por consiguiente, el propósito de la práctica social conlleva a presentar
ante un modelo de desarrollo social un aporte de construcción, comprendiendo
este último, desde la postura de Restrepo (2002), como la capacidad de elaborar
conocimientos y de dinamizar procesos de organización social y comunitaria,
sustentados en unos beneficios compartidos y una alta competencia
institucional.

Por ende, en una intervención social, el Psicólogo Comunitario se desempeña


en base a las siguientes funciones destacadas (Egusquiza, 2011):

1. Atención directa: Se intervendrá con la población objetiva en la evaluación,


orientación y resolución de sus necesidades. De forma:
 Individual: Autovaloración en base a reconocimiento de capacidades,
orientación en problemas específicos, aprendizaje de competencias, etc.
 Colectiva: Identificar problemas con un enfoque macro, diseñar programas de
prevención y promoción, sensibilización y concientización, grupos de
autoayuda, etc.
2. Asesoramiento y consultoría externa: Esta labor va direccionado a los
profesionales que tienen un contacto directo con servicios de atención al cliente.
Se le brinda una implementación y desarrollo de programas que puedan ayudar
a solucionar conflictos interpersonales.
3. Dinamización comunitaria: Fomentación de la reestructuración y mejora de las
conexiones sociales, mediante la creación de nuevos proyectos.
4. Investigación: Generar nuevos conocimientos teóricos científicos que sirva
como base para el diseño de programas y resolución de problemas sociales
dentro de un contexto en particular.
5. Planificación, evaluación y gestión de programas sociales: Esto refiere a las
funciones que se debe realizar para accionar de manera dinámica ante las
necesidades poblacionales.
6. Formación: Realización de actividades formativas que tengan como fin el
estimular el pensamiento crítico.

Comentario analítico

Como en un inicio se menciono, no es fácil tratar de pautar funciones específicas


a un profesional dedicado al ámbito de la psicología, debido a la diversidad y
amplia gama de su objeto de estudio. El ser humano de por sí es complejo, y si
pretender entenderlo del todo de forma individual es una tarea interminable,
imagínense desde una visión macro colectiva. Es así que, se necesita de un
especialista que pueda crear un puente entre los mecanismos internos que
presenta una persona/comunidad y la transformación de su realidad social. Este
mediador recibe el término de Psicólogo Comunitario, pues gracias a su papel
que desempeña se puede evidenciar que los grupos sociales pueden lograr
alcanzar cualquier meta u objetivo que se planteen empleando sus propios
recursos, marcando así una experiencia llena de aspectos significativos que
fortalecerán el ímpetu de éstos por querer igualdad de oportunidades y una
reestructuración social que beneficie a toda la población. Cabe recalcar que el
Psicólogo Comunitario no posee las respuestas a todos los conflictos sociales,
no obstante, presenta las técnicas necesarias para que mediante un trabajo
cooperativo entre él y la comunidad, puedan conjuntamente encontrarle
soluciones a sus necesidades. Un entorno social estable, produce personas con
mayor equilibrio y regulación entre sus distintas dimensiones funcionales. Por
último, la característica que prima ante cualquier especialidad de la psicología,
según mi opinión, debe ser la empatía la cual permite estar por un momento en
el lugar del otro y sentir lo que realmente tiene en su mundo interno. Mientras
este aspecto este presente, el profesional podrá desenvolverse en cualquiera de
las áreas psicológicas existentes.

Conclusiones

Para concluir, el psicólogo comunitario frente a cualquier acción social debe


presentar un carácter de sensibilidad social, con capacidad de percepción ante
los actos de injusticia de sus iguales y que esta misma igualdad considere el
respeto de la particularidad individual; debe tratar de buscar respuestas
adecuadas con imparcialidad, sin miedo a las sorpresas, imprevistos, errores y
críticas. Esto es, mantener un sentido de apertura y flexibilidad para dar un
análisis objetivo a todas sus partes, sin limites, y alcanzar así tener decisiones
justas. Esta especialidad psicológica, pone en marcha una serie de funciones
para que su intervención tenga éxito y brinde resultados fructíferos, explorando
e identificando posibles soluciones, que parten de la misma comunidad que se
encuentra en el proceso de intervención. Es de suma importancia la existencia
de este mediador y un mecanismo holístico y multidisciplinar de soporte que,
además de establecer alternativas de cambio en las comunidades, puedan
acceder a sus necesidades de maneras más representativas. El campo de
acción del Psicólogo Comunitario definitivamente está, pero se observa todavía
con cierto desdén. Lo que queda es mucho camino por recorrer debido a la
percepción tan reservada y la falta de conocimientos sobre su
alcance (Egusquiza, 2011).

Bibliografía

 Berroeta, H., Hatibovic, F. & Asún, D. (2012). Psicología Comunitaria: prácticas


en Valparaíso y visión disciplinar de los académicos nacionales. Polis, Revista
de la Universidad Bolivariana, 11(31). Recuperado
de http://www.redalyc.org/pdf/305/30523346018.pdf
 Berroeta, H. (2014). El quehacer de la Psicología Comunitaria: Coordenadas
para una cartografía. Psicoperspectivas Individuo y Sociedad, 14(2), 19-31.
Recuperado de http://www.scielo.cl/pdf/psicop/v13n2/art03.pdf
 Castro, D. (2012). La psicología como una práctica social comunitaria y su lugar
en la construcción colectiva. Revista de la Facultad de Psicología Universidad
Cooperativa de Colombia, 8(14), 142-152. Recuperado
de https://revistas.ucc.edu.co/index.php/pe/article/view/333
 Costa, M. & López, E. (1986). Salud comunitaria y psicología
comunitaria. Barcelona: Martínez Roca.
 Hombrados, M. (1996). Introducción a la psicología comunitaria. Málaga: Aljibe.
 Sánchez, A. (2007). Manual de Psicología Comunitaria. Un enfoque integrado.
Madrid, España: Ediciones Pirámide.

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