La destrucción.

La destruction, Charles Baudelaire (1821-1867)

A mi lado sin pausa el Demonio se agita;
A mi lado flota como el aire intocable;
Lo bebo y siento cómo abrasa mis pulmones
ahogándome en un deseo culpable y eterno.
Adopta, a veces, pues conoce mi amor por el Arte,
la apariencia de la mujer más seductora,
y acudiendo a especiosos pretextos cobardes,
acostumbra mis labios a sus depravados hechizos.
Lejos de la mirada de Dios así me lleva,
Jadeante y deshecho por la fatiga, al centro
De las hondas y solitarias planicies del Hastío,
Y arroja ante mis ojos, de confusión repletos,
Vestiduras manchadas y entreabiertas heridas,
¡Y el sangriento artificio en donde habita la Destrucción!
Humillados y ofendidos
Fiódor Dostoievski
[...] caía, en cuanto llegaba la noche, en esta disposición de ánimo en que ahora, durante
mis vigilias de enfermo, me encontraba: disposición que yo denominaría «pavor místico».
Ese dolorosísimo temor de algo que no puedo precisar, de algo inconcebible, inexistente
en el orden natural de las cosas, y que, sin embargo puede en verdad realizarse en
cualquier momento, como una ironía lanzada a la lógica de todo razonamiento. Este
temor irrumpe ante mí y se yerguen en mi presencia como irrefutable realidad, deforme e
inexorable; toma cada vez más cuerpo, en contra de los testimonios del juicio, y, al final, el
discernimiento, aunque quizás en esos momentos se agudiza y adquiere plena lucidez, pierde la
facultad de oponerse a tales sensaciones; ya no obedece; es inútil... Y esta sensación se suma al dolor
temeroso de esperar lo inesperado. Me parece igual al miedo del que teme la muerte. Pero, en mi
pena, lo indefinido de mi aprensión agudizan más aún mis sufrimientos.
Crying lightly, Patrick Palmer
- Friedrich Nietzsche
"Aquella tensión del alma en la infelicidad, que es la que le inculca su fortaleza, los
estremecimientos del alma ante el espectáculo de la gran ruina, su inventiva y valentía en el
soportar, perseverar, interpretar, aprovechar la desgracia, así como toda la profundidad, misterio,
máscara, espíritu, argucia, grandeza que le han sido donados al alma: - ¿no le han sido donados
bajo sufrimientos, bajo la disciplina del gran sufrimiento? Criatura y creador están unidos en el
hombre: en el hombre hay materia, fragmento, exceso, fango, basura, sinsentido, caos; pero en el
hombre hay también un creador, un escultor, dureza de martillo, dioses-espectadores y séptimo día:
- ¿entiendes esa antítesis?" (Más allá del bien y del mal).

Un filósofo literario, un poeta filósofo discípulo de Schopenhauer que lleva la filosofía pesimista y el
nihilismo a su cumbre y superación. Con una ontología (o teoría del ser) del devenir (el ser como
fenómeno transitorio producido de la espacialidad y la temporalidad) que toma de la escuela
ontológica de Heraclito, abandonando la escuela ontológica de Parménides.
Nietzsche es arrebatado y no teme en revelar los valores que son perjudiciales, que van en contra de
la naturaleza del ser y los hace caer por su propio peso. Un gran amante de las paradojas, en sus
escritos se puede ver de frente la naturaleza pura del hombre y de las cosas.
El devenir del ser y la transmutación de los valores, hace de la filosofía de Nietzsche una filosofía de
la confrontación y de la catástrofe, no existe un entendimiento de un Nietzsche dogmático. La
superación del hombre reclama o necesita constantemente la confrontación.
Nietzsche parte del nihilismo, de la nada existencial. Ridiculiza cantidad de dogmas, desde políticos
hasta religiosos. Para así liberarse de toda moralidad de esclavos, como el cristianismo que enseña la
sumisión. Los valores transmundanos, que son los valores que prometen una trascendencia, que
niegan este mundo por otro ideal, el Cielo en el caso del cristianismo y el mundo de las ideas en el
caso de Platón (para Nietzsche "el cristianismo es el platonismo para las masas") los despreciadores
del cuerpo, que son los que hacen ver la naturaleza o los impulsos naturales del ser humano como
pecaminosos.
El nihilismo es necesario, es decir el vacío es lo que permite que sea llenado el espíritu. La principal
característica negativa de Dios es que impide la capacidad del ser humano de ser creador. Creador de
sentido y de nuevos valores que sean propios ya no de un humano, si no de un súper humano, el
Übermensch (Superhombre).
Nietzsche huye del nihilismo y al mismo tiempo lo abraza, y propone superar al hombre con una
vacuidad constante, el vacío y llenado de significado existencial, ya sea como individuos o como
sociedad, se tiene que transvalorar los valores de la generación anterior constantemente.
La soledad es donde el espíritu se llega a transformar, es donde se puede llegar a la cumbre de la
existencia. Aceptar nuestra condición de dionisíacos (lo natural) y construir una armonía con lo
apolíneo (lo racional) (El origen de la tragedia). Atacar los dualismos del bien y del mal, superando
toda elucubración de maldad y bondad, hacer una complementación de ambos y una única dirección
individual (más allá del bien y del mal) huir de lo que nos hace débiles y buscar lo que aumenta el
poder del individuo y por ende la sociedad (la voluntad de poder).

"Esto no es un libro: ¡qué encierran los libros,

esos sarcófagos y sudarios!
El pasado es su botín:
pero aquí vive un eterno Presente.
Esto no es un libro: ¡qué encierran los libros!
¡qué encierran sarcófagos y sudarios!
Esto es una voluntad, una promesa,
esto es un viento marino, un levar anclas,
esto es una última ruptura de puentes,
un rugido de engranajes, un gobernar el timón;
¡brama el cañón, blanco humea su fuego,
ríe el mar, la inmensidad!"
(La gaya ciencia - poema)
Rainer María Rilke✍
[Cartas a un joven poeta]
"Si su diario vivir le parece pobre, no lo culpe a él. Acúsese a sí mismo de no ser bastante
poeta para lograr descubrir y atraerse sus riquezas. Pues, para un espíritu creador, no hay
pobreza. Ni hay tampoco lugar alguno que le parezca pobre o le sea indiferente. Y aún
cuando usted se hallara en una cárcel cuyas paredes no dejasen trascender hasta sus
sentidos ninguno de los ruidos del mundo, ¿no le quedaría todavía su infancia, esa riqueza
preciosa y regia, ese carmín que guarda los tesoros del recuerdo? Vuelva su atención a ella. Intente
hacer resurgir las inmersas sensaciones de ese vasto pasado. Así verá cómo su personalidad se
afirma, cómo se ensancha su soledad, convirtiéndose en penumbrosa morada, mientras discurre muy
lejos el estrépito de los demás. Y si de este volverse hacia dentro, si de este sumergirse en su propio
mundo, brotan luego unos versos, entonces ya no se le ocurrirá preguntar a nadie si son buenos.
Tampoco procurará que las revistas se interesen por sus trabajos. Pues verá en ellos su más preciada
y natural riqueza: trozo y voz de su propia vida".