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1. Defensa estratégica con tendencia a la iniciativa estratégica.

1.1. Estrategia. Desde una perspectiva clásica, y siguiendo a Clausewitz, podemos definir la
estrategia como el uso del combate para los fines de la guerra. ¿quién lleva a cabo esa
actividad? La fuerza armada (en sí misma y en sus relaciones principales).

Desde la perspectiva de Clausewitz, la defensa no es sino una forma de guerra más fuerte, por
medio de la cual se quiere alcanzar la victoria para pasar, una vez obtenida la superioridad, al
ataque, es decir, a la finalidad positiva de la guerra.

Importancia de adecuar exactamente la guerra a los propios fines y medios, es decir, no hacer
demasiado ni demasiado poco.

Las fuerzas espirituales, las más difíciles de aprehender.

Los combates posibles han de ser considerados reales por sus consecuencias.

La aniquilación de las fuerzas enemigas y el sometimiento del poder enemigo sólo se produce
por los efectos del combate, ya sea porque tenga realmente lugar, ya porque sea meramente
ofrecido y no aceptado.

Los elementos de la estrategia en Clausewitz

Morales, físicos, matemáticos, geográficos, estadísticos.

Es importante tratar la estrategia conforme a estos elementos, pero siempre que esto se haga
desde una perspectiva de conjunto.

Magnitudes Morales.

“Aunque la teoría del arte de la guerra no pudiera realmente hacer más que recordar estos
objetos, exponer la necesidad de hacer honor en todo su valor a las magnitudes morales e
incluirlas en el cálculo, ya habría expandido sus límites más allá de ese reino de los espíritus y
condenado de antemano, al establecer ese punto de vista, a todo aquel que quisiera
justificarse ante ella meramente con la relación física de las fuerzas.”

Una de las limitaciones que tuvo nuestra apuesta táctica anterior, está dada por una errada
concepción de la defensa estratégica, en el sentido de que el mero “repeler un golpe es algo
que contradice el concepto de la guerra, porque, indiscutiblemente, hacer la guerra no es
soportarla. Si el defensor ha alcanzado una ventaja significativa, la defensa ha hecho su parte,
y bajo la protección de esa ventaja tiene que devolver el golpe, si no quiere exponerse a una
decadencia cierta. La inteligencia exige forjar el hierro mientras está caliente, aprovechar la
superioridad obtenida para prevenir un segundo ataque. (…) ese paso a la devolución del golpe
ha de ser considerado una tendencia de la defensa, es decir, un componente esencial de la
misma, y que allá donde la victoria alcanzada por la forma defensiva no se consume de alguna
manera en el presupuesto bélico, allá donde se marchita en cierto modo sin ser empleada, se
comete un gran error.
Un rápido y vigoroso paso al ataque –la reluciente espada de la venganza- es el punto más
esplendoroso de la defensa; (…) es una burda confusión entender siempre por ataque un
asalto, y en consecuencia no entender por defensa nada más que angustia y confusión.”

El Partido Revolucionario de los y las Trabajadoras.

La mejor estrategia es ser siempre fuerte, primero en general, y luego en el punto decisivo.

El Partido es el factor de unidad de todas las fuerzas. Unidad política, ideológica.

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