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Publicado en 07/10/2014
¿cuál es la conexión entre Yom Kipur (Día de la Expiación) y Simjat Torá (regocijo de la
Torá)?
Esas situaciones evolucionan una después de la otra porque llevan a la criatura de un grado
al siguiente justo igual que un proceso químico o físico que debe desarrollarse
gradualmente, paso a paso.
Esas leyes son descubiertas por cualquiera que asciende la escalera espiritual. Éste sabe eso
porque puede leer en los libros sagrados que sus predecesores llegaron exactamente a los
mismos lugares que él ve ante sí justo ahora.
Nosotros debemos señalar que los nombres de todos los días de fiesta que serán
mencionados en este artículo describen situaciones internas que una persona experimenta
en el proceso de corrección, y que los días festivos que nosotros celebramos simplemente
marcan la secuencia de correcciones.
Esto también significa que un cabalista puede experimentar los días festivos en un día
normal.
Si te preguntas a tí mismo cuál es el significado de esos días festivos, la Cabalá explica que
estos describen la secuencia de revelación y corrección de un grado completo.
Esto es como una persona que sufre una enfermedad. Primero debe descubrir que tan mal se
encuentra y que no puede curarse a sí mismo a menos que se dirija a un médico. Una vez
que él ha hecho eso, se le da una medicina y empieza su curación hasta que alcanza la salud
y felicidad. Sólo entonces puede apreciar la grandeza y la gentileza del médico.
El proceso dura diez días porque cada vaso espiritual es revelado en diez grados llamados
Sefirot.
En el Día de la Expiación (el décimo día de las pesquisas), cuando es claro para la criatura
que no tiene ningún poder de otorgar hacia el Creador, puede orar, ayunar y pedir desde el
fondo de su corazón ser dotado con la vida. El significado de la vida espiritual es la
habilidad de parecerse al Creador y deleitarlo, pero para recibir esa vida él necesita ser
corregido.
En éste punto la criatura empieza a recibir las que son llamadas “Luces Circundantes”. Esas
luces lo habilitan a él a corregir en forma gradual su vaso y adquirir la habilidad de otorgar.
Durante los cuatro días entre el Día de Expiación y Sucot, la criatura tiene la oportunidad
de iniciar su corrección.
Su techo nos defiende del calor del sol, pero está hecho de desechos de hojas y ramas que
no tienen otro uso para el hombre.
El significado es precisamente que esos deseos que el hombre ha decidido son superfluos y
sin uso, ahora forman su escudo de la intensidad del placer que llega a él. Al desechar esos
deseos él se defiende a sí mismo de la excesiva ambición de autoindulgencia.
Después de que ha descubierto su incapacidad de otorgar, recibe la fuerza para protegerse a
sí mismo de sus deseos egoístas.
El peligro es, que si es esclavizado por esos deseos, olvidará quién se los da y tomará el
placer para sí mismo. La defensa que él obtiene le otorga la fuerza para creer en el Creador
y ver Su grandeza, a pesar de los placeres tentadores que encara. Por esa razón tratamos de
estar lo más posible dentro de la Sucá durante el Día Festivo e incluso dormir dentro de
ésta.
El hecho de que construya y decore la Sucá por sí mismo le da la confianza de que también
se puede proteger a sí mismo de sus deseos excesivos. Esa defensa es la Luz de la fe que lo
llena con una bendición sin fin.
Pero esa defensa no es suficiente para llevar satisfacción a Quien lo creó. Nosotros no
debemos olvidar que el Creador lo ama y quiere dotarlo con placer y no evitárselo. Por lo
tanto, necesita aprender a cómo recibir placer, a fin de satisfacer al Creador. Ahora él
necesita un medio por el cual pueda recibir el placer. Ese medio es la corrección que hace
entre el citrón, la rama de palma, el mirto y el sauce.
Las cuatro variedades marcan los cuatro grados de la voluntad que uno descubre en el curso
de su trabajo espiritual. Algunas veces él se encuentra con un buen sabor y una buena
esencia, a la que llama citrón; algunas veces éste tiene sabor pero no tiene esencia, así es
que lo llama rama de palma; algunas veces es fragante pero sin sabor por lo que es llamado
mirto, y cuando éste no tiene sabor y no tiene esencia lo llama sauce.
La habilidad de unir todos los tipos de trabajo en una dirección a fin de deleitar al Creador,
da a la criatura la capacidad de recibir genuino deleite bajo cualquier condición y bajo
cualquier circunstancia, porque bajo cualquier situación él recuerda para qué y para quién
trabaja. Es manifiesto en Sucot circundar el altar moviendo la rama de palma.
Los siete días de Sucot marcan la corrección de sus siete sefirot más bajos, los cuales deben
de estar unificados y conectados, hasta que en el octavo día las correcciones sean
terminadas. Es por esto que a ese día se le llama Shmini Atzeret (el alto en el octavo).
En ese día, después de que ha completado las correcciones, la criatura va a unirse con Su
Creador y recibir de Él el verdadero placer llamado Torá.
La Torá es un medio que da a la criatura la habilidad de llevar deleite sin fin a quien lo creó
justo como su Creador lo deleita a él, y finalmente, unirse con Él en un amor eterno.
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Publicado en Jasidut | Etiquetado fiestas judias, judaismo, judios, Suka, Sukot | Deja un
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Kparot de Kipur
Publicado en 02/10/2014
Las” Kaparot”
1.Se acostumbra en todas las Comunidades Judías, a realizar en la víspera de “”Iom
Kipur””,””Kaparot””.
Se toma una gallina por cada miembro de la familia y se las degolla para Expiar de esta
forma nuestros pecados.
2.La costumbre es degollar un gallo para el hombre y una gallina para la mujer.
Asimismo se acostumbra a seleccionar las aves blancas para simbolizar de esta forma la
Purificación de los pecados.
3. Para las mujeres embarazadas se degollan dos (2) gallinas y un (1) gallo; una gallina
perteneciente a la mujer, otra por la posible niña que nacerá y el gallo por si el futuro bebé
es un varón.
4.Quien por causas económicas no puede comprar un ave para cada miembro de su familia,
puede degollar un (1) gallo para todos los hombres y una (1) gallina para las mujeres.
5. Se toma el gallo ó la gallina, se los gira alrededor de la cabeza y se dice tres (3) veces:
“Si se realiza la “Kapará” para otra persona que se encuentra allí el “Shojet” dice:
Traducción:
“Éste es tu sustituto, éste es tu cambio, ésta es tu Expiación, este gallo / gallina será
degollado y tú seras Sellado para la Vida Buena y la Paz”.
Fonética:
“Ze halifatja, ze temuratja, ze kaparatja, ze atarnegol / atarnegolet lishjita ielej vetikanes atá
lejaim tobim ulshalom”.
Si realiza la “Kapará” para una tercera (3º) persona que no se encuentra allí
el “Shojet” dice:
Traducción:
Fonética:
“Ze halifat peloni ben pelonit, ze temurato, ze kaparato, ze atarnegol / atarnegolet lishjita
ielej veikanes peloni ben peloni lejaim tobim ulshalom”.
6.Al efectuar las “Kaparot” debe Arrepentirse por sus pecados, y pensar que en realidad lo
acontecido con el gallo / gallina, era digno que se lo realicen a él.
1) “Sekila” (apedreamiento).
2) “Serefa” (incineración).
3) “Ereg” (degollamiento).
4) “Jenek” (ahorcamiento).
Al apretar el “Shojet” el cuello del animal para degollarlo he aquí “Jenek” (ahorcamiento),
luego al degollar al animal se cumple con “Ereg” (degollamiento), posteriormente se tira el
ave contra el piso, lo que se asemeja a la “Sekilá” (apedreamiento), y finalmente al
quemarlo levemente para quitarle las plumas se cumple con la última condena “Serefa”
(incineración).
Por medio de esta concentración, su corazón Retornará más fácilmente al Creador y Éste lo
perdonará con su Misericordia.
8. Si al degollar una gallina para efectuar las”Kaparot”, se percataron que el ave estaba
enferma, de tal forma que la Ley indica que es “taref”, no es necesario que degolle otra en
su lugar.
Pero si no fue degollada según lo prescripto en la”Halajá” y se convirtió asi en “nebela”
debe volverse a realizar la “Kapará”.
9. Es correcto aprovechar la oportunidad para que después del degollamiento del ave se
proceda al cumplimiento del Precepto “Kisui Hadam”, ó sea “cobertura de la sangre”, que
consiste en cubrir la sangre de la gallina que cayó sobre la tierra, con tierra y previamente
se Bendice.
(Cabe aclarar, que en muchas Comunidades acostumbran a realizar las “Kaparot” con
dinero, es decir. que toman el dinero y lo giran por la cabeza tres (3) veces diciendo un
Párrafo que figura en el”Majzor”. Esta costumbre también tiene base en la”Halajá”).
(Agregado para esta Edición de “Hamaor” por el Editor Responsable).
1.Uno de los seiscientos trece (613) Preceptos de la Torá es comer y beber en demasía, en
la víspera de “Iom Kipur” como dice el Versículo “y ayunarán el noveno día por la noche”
(Vaikra 23) y preguntaron los Sabios del Talmud ¿acaso el noveno día se ayuna? ¡el
décimo se ayuna!. Explicaron entonces, que la Torá nos enseña que todo el que come y
bebe en la víspera de “Iom Kipur” se considera como si hubiera ayunado el noveno (9º) día
de Tishrei y recibirá recompensa por ello.
El motivo de este Precepto se puede comprender más claramente a través del siguiente
ejemplo:
Un rey, al observar el mal comportamiento de su hijo, lo encarceló y le ordenó ayunar todo
el día como penitencia. Sin que el niño se entere le ordenó a sus siervos, que alimenten bien
al joven príncipe antes del ayuno para que éste no se debilite tanto.
De la misma manera el Todopoderoso se Apiadó de nosotros y nos ordenó fijar un banquete
especial antes de “Iom Kipur” para poder soportar nuestra penitencia.
Sin embargo hay quienes opinan que el motivo del Precepto de comer en la víspera de “Iom
Kipur” es exactamente lo contrario del motivo anterior. Estos explican que la persona que
durante toda la semana come muy poco, si ayuna un día no sufrirá tanto como aquel que
acostumbra a comer suculentas y abundantes comidas.
Por este motivo el Todopoderoso nos ordenó comer en la víspera de”Iom Kipur” para que
de esta forma nuestro sufrimiento sea más grande y nuestros pecados sean Expiados por
completo.
Hay una tercera (3º) opinión Rabínica que sostiene que después de un exquisito banquete,
inmediatamente la persona se siente más alegre y de mejor ánimo, lo que le facilitará
perdonar a su prójimo y olvidar las agresiones cometidas en contra suyo.
2. Está terminantemente prohibido ayunar en la víspera de “Iom Kipur”, aún quien tuvo una
mala pesadilla (“Taanit Jalom”).
3. Se debe disminuir las horas de trabajo en la víspera de “Iom Kipur” para dedicarse
plenamente a las “mitzvot” concernientes a la fecha y especialmente para comer y beber.
4. Aún los Estudiantes de la Torá deben acortar su estudio para comer y beber.
La” mitzvá” del banquete en la víspera de “Iom Kipur” recae sólamente por la mañana y no
en la noche anterior.
5. Las mujeres también están obligadas a cumplir con este Precepto. Asimismo los
enfermos que corren peligro de vida que están exentos del ayuno tienen la obligación de
comer y beber en la víspera de “Iom Kipur”.
7.No se debe comer en este banquete alimentos que calienten el cuerpo como el huevo, la
leche caliente, ajo cocido ó asado, pescados, y carne grasosa ó muy condimentada.
8. Hay quienes acostumbran en esta “Seudá” a sumergir el pan en azúcar pero lo correcto es
hacerlo también en sal.
1. Se acostumbra agregar en las “Selijot “de la víspera de “Iom Kipur”, himnos especiales
referentes a la “Teshuvá”. Pero en “Shajarit “y “Minjá” de la víspera de “Iom Kipur” no se
Recita “Vidui” ni el Párrafo “Le David”.
La misma distinción existe con respecto a la Recitación del “Abinu Malkenu” que los
“Ashkenazim” no lo Recitan mientras que los “Sefaradim” acostumbran a decirlo tanto en
el Rezo matutino de “Shajarit” como en el Rezo vespertino de “Minjá”.
7. En el rezo de “Minjá” cada persona debe Confesarse al finalizar la “Amidá” como figura
en los”Majzorim “(Libro de Rezos de la Festividades). El motivo por el cual nuestros
sabios establecieron esta obligación se debe a que en la “Seudá” que se realiza
posteriormente, en la cual se come más de lo acostumbrado, es posible que se atragante, se
embriague ó se enferme y no pueda Confesarse después en “Iom Kipur”.
8. El ayuno comienza unos momentos antes de la puesta del sol, ya que la Torá prescribe
que debemos agregar parte del día anterior y del día posterior a “Iom Kipur”,
considerándolos también Festividad. Esta ordenanza recae en todas las prohibiciones
de “Iom Kipur” sean prescriptas por la Torá ó por Legislación Rabínica.
Pero si pronunció verbalmente que no comerá más, le está prohibido hacerlo. Está
permitido dejar sobre el fuego en la víspera de “Iom Kipur” la comida que preparó para
servir al finalizar el ayuno. Sin embargo a los “Ashkenazim “les está prohibido.
Hoy en día, a pesar que la mayoría de las Comunidades del mundo encienden velas en la
víspera de “Iom Kipur”, si existe alguna Comunidad que no lo hace, le está prohibido
adoptar esta costumbre. Pero si “Iom Kipur” coincide con Shabat se prenden las velas en la
víspera del mismo en todas las Comunidades de Israel.
2. Los que acostumbran encender las velas en la víspera de “Iom Kipur” Bendicen antes de
prenderlas:
Traducción: “Bendito Tu Di´s, nuestro Di´s, Rey del Universo, que nos consagró con sus
Preceptos y nos ordenó encender las luminarias de “Iom Kipur””.
Fonética: “”Baruj ata Adonay, elohenu melej haolam, asher kideshanu bemizvotav
vezivanu leadlik ner shel Iom Hakipurim””.
3. Si no se sabe cuál es la costumbre de la Comunidad deben encenderse las velas pero sin
pronunciar la Bendición.
4.No se recita la Bendición de “Shehejeianu” antes de prender las velas; pero está permitido
pronunciarla después del encendido, previamente haberse descalzado los zapatos de cuero,
ya que al recitar esta Bendición comienza el “Iom Kipur” para la mujer.
5.Si no Bendice “Shehejeianu” después de encender las velas, debe tratar de prestar suma
atención en el Templo cuando el “Jazán” Recita la Bendición de “Shehejeianu” al retirar los
Rollos de la Torá, para el Servicio de “Kal Nidre”.
7.A pesar que en “Iom Kipur” se ayuna y se Expían los pecados, debe la persona vestir
bellas ropas en honor a esta sublime fecha. Los “Ashkenazim, “por su parte, acostumbran a
vestir un manto blanco llamado “Kítel.”
El “Beit Hamikdash “era la sagrada morada de Hashem. ¡Qué halo providencial reinaba
entre el pueblo de Israel y el Creador del Universo! ¡Cuánta santidad y belleza habia en esa
espléndida mansión!
Ciertamente, durante los días en que el “Beit Hamikdash “existía, no había en todo el
mundo una construcción tan extraordinaria como ésta, construida con grandes y pesadas
piedras, acomodadas de modo excepcional. Algunas estaban recubiertas con un mármol
verde azulado, similar al oleaje marino, lo que transmitía paz al observador.
Todos los portones del “Beit Hamikdash “estaban hechos de oro puro, lo mismo que la
mayoría de los utensilios utilizados en el Templo.
Allí había miles de candelabros decorados con flores y botones de oro, y al ser encendidos,
el “Beit Hamikdash “quedaba inmerso en un mar de luz.
El Templo se encontraba dividido en dos grandes partes: el hall del Templo -“heijal”- y el
patio del Templo (“azara”).
En el hall estaban dispuestos tres de los más importantes utensilios del Templo.
En el sector sur se ubicaba la menorá de oro, compuesta de siete brazos; en el sector norte
se ubicaba la mesa del “lejem hapanim “(mesa con la ofrenda del pan), y en el centro del
hall, se erigía el altar de oro, utilizado para los inciensos.
En el extremo del hall había otra habitación: el “Kodesh Hakodashim”, el sitio de máxima
santidad del Templo. Dos cortinas adornadas con hilos de oro cubrían su entrada y lo
separaban del hall. Mas nadie corría estas cortinas ni ingresaba al “Kodesh Hakodashim”,
salvo el Gran Sacerdote, una vez al año: el día de “Yom Kipur.”
Desde el hall del Templo, doce escalones conducían al patio de los sacerdotes. Se trataba de
un patio de grandes dimensiones en el que se encontraba el altar de cobre, denominado
también altar externo. Sobre este gran altar se ofrecían la mayoría de los sacrificios
del “Beit Hamikdash”.
Otro importante utensilio del Templo se encontraba en el patio de los sacerdotes. Se trataba
del lavabo -“kior”- de cobre brillante en el que los sacerdotes lavaban sus manos y sus pies
antes de prestar su servicio en el Templo.
Cerca del patio de los sacerdotes se encontraba el patio de los israelitas. En este inmenso
patio se concentraba todo el pueblo de Israel que peregrinaba a Jerusalén y acudía al
Templo para rezar y ofrecer sus sacrificios. Y aunque esta masa humana era muy numerosa,
llegando a miles de personas, de todos modos el patio los contenta. Inclusive un milagro
solía producirse: “El pueblo se encontraba amontonado mas se arrodillaban holgadamente”.
En la esquina del patio de los israelitas se abría una habitación de suma significación
denominada “Lishkat Hagazit”.
Alli se reunía el Sanhedrín para juzgar casos monetarios y casos de vida y muerte,
resolviendo todos los conflictos del pueblo. También en la “Lishkat Hagazit “se aclaraban y
se enseñaban las leyes de la Torá.
De este modo, el peregrinaje a Jerusalén representaba una oportunidad estupenda para que
el pueblo estudiara Tora. Al regresar a sus hogares llevaban consigo las enseñanzas de los
sabios. De este modo cumplían el versículo que enseña: “Porque de Tzión saldrá la Torá y
de Jerusalén la palabra de Hashem”.
Cercano al patio de los israelitas se ubicaba otra extensión de grandes dimensiones: el patio
de mujeres. Allí se reunían las mujeres y las niñas separadas de los hombres, a fin de
cumplir estrictamente las normas de recato. Quince escalones separaban el patio de las
mujeres del patio de los israelitas. En cada escalón se ubicaban los levitas y entonaban los
quince cánticos graduales del Libro de los Salmos: “Tehilim”.
Los levitas cantaban con afinadas voces y acompañaban sus cánticos, con arpas, flautas y
címbalos. Sus maravillosas melodías alegraban los corazones y colmaban de felicidad a
quienes ascendían a Jerusalén.
Al comienzo de la escalera habla una magnífica puerta -La Puerta de Nikanor- por la que se
ingresaba en el patio de las mujeres.
¿Por qué era llamada de este modo? Esto lo relatan nuestros sabios en el Tratado de Yomá:
Un hombre judío llamado Nikanor deseaba entregar una donación al “Beit Hamikdash”. Se
dirigió a Alejandria, en Egipto, y alli hizo preparar por expertos artesanos dos bellas puertas
de cobre para el Templo.
Las cargó sobre el barco con la intención de transportarlas hasta la Tierra de Israel. Durante
el viaje una fuerte tormenta azotó la embarcación hasta el punto que la nave estaba a punto
de quebrarse. Los marineros y el capitán del barco pensaron de qué modo alivianar la carga,
y al observar las pesadas puertas de cobre, tomaron una y la arrojaron al mar. Sin embargo
las aguas no calmaron su furia. Mas al pretender arrojar la segunda puerta, Nikanor se
amarró a la misma y. exclamó: “¡Arrójenme con ella!”.
Mas no fue éste el único milagro acontecido en beneficio del Templo. En el Tratado de
Avot, nuestros sabios relatan otros milagros sucedidos en el “Beit Hamikdash”:
1)A pesar de la gran cantidad de carne ofrecida en sacrificio, jamás hedió, como así
tampoco se vio una mosca en el sitio donde se degollaban los sacrificios.
2)El fuego en el que se quemaban los sacrificios era encendido en un sitio abierto, y sin
embargo jamás las lluvias lo apagaron.
3)La columna de humo que ascendía de los sacrificios no era llevada por el viento ni
inclinada en dirección alguna. Por el contrario, siempre subía de modo recto hasta el cielo.
4)Jamás se encontró defecto que descalificara la ofrenda del omer, la ofrenda de los panes
de la fiesta de Shavuot o la de los panes de proposición. Igualmente, el pan de la
proposición nunca fue descubierto seco sino siempre fresco como el día de su horneado.
5)Jamás una serpiente o escorpión dañó a una persona en Jerusalén, y nunca se dio el caso
de que un hombre se quejara diciendo que era estrecho el sitio donde pernoctara en
Jerusalén.
Hashem efectuaba milagros en el Templo y de este modo demostraba su afecto por Israel.
La Providencia moraba sobre el Templo, otorgándole una inigualable belleza lo mismo que
una impresionante santidad interna. La belleza del Templo también atraía a los habitantes
de otras naciones, quienes al observarlo no cabían de asombro.
El rey Salomón construyó el Primer Templo 480 años después que los judíos salieron de
Egipto. Siete años se prolongó su construcción y durante este período ninguno de los
obreros del rey sufrió enfermedad alguna; ninguna herramienta se rompió, ningún material
se extravió.
Una vez concluida la tarea, el Templo fue erigido, y el rey Salomón convocó a todo el
pueblo en el Beit Hamikdash en el mes de Tishrei, para que todos juntos celebraran su
inauguración.
Tras la inauguración del “Beit Hamikdash”, Hashem se reveló al rey Salomón a través de
un sueño y le dijo: “He escuchado tu plegaria y tu ruego… y si marchas por mi senda…
íntegra y rectamente… mantendré eternamente tu reino en Israel”.
Mas Hashem le aclaró qué sucederla si ellos y sus descendientes si no cuidaban los
mandamientos y las leyes: “Y arrancaré al pueblo de Israel de sobre esta tierra y también
esta Casa destruiré. Y entonces todos preguntarán: ¿Por qué Hashem hizo tales actos con
esta tierra y esta Casa?”.
Este fue el mensaje divino revelado al rey Salomón. Y ciertamente, durante la época del rey
Salomón, el pueblo cuidó estrictamente las”mitzvot” (preceptos), e Israel mereció vivir una
etapa brillante de paz y tranquilidad.
El reino de Salomón logró estabilidad y cada cual pudo sentarse calmamente “bajo su viña
y bajo su higuera”.
El “Beit Hamikdash” permaneció en pie durante 410 años. Mas el pueblo de Israel se apartó
del camino indicado por Hashem y marchó tras otros dioses, y ya en los días de Rejavam,
hijo de Salomón, el reino de David fue dividido.
Diez tribus de Israel proclamaron por rey a Ierovam ben Navat, conformando el reino de
Israel y estableciendo a Shomrón por capital.
Por otra parte, las tribus de Iehudá y Biniamin proclamaron por rey a Rejavam, hijo de
Salomón, continuando con el reino de Iehudá y aceptando a Jerusalén por capital.
A partir de entonces el reino de Israel quedó separado en dos reinos, generando entre ellos
una gran disputa hasta el punto de provocar la guerra entre los mismos hermanos.
Por desgracia, tanto la tribu de Iehudá como las diez restantes continuaron pecando.
Rendían culto a dioses extraños, colocaron altares en cada montaña y debajo de cada árbol,
y siguieron el camino de las demás naciones. Mas Hashem no los castigó inmediatamente.
Durante cien años les envió profetas que advirtieron al pueblo y les rogaron que se
arrepintieran. Sin embargo todo fue en vano. Ellos no se arrepintieron y continuaron
pecando y transgrediendo.
En especial continuó pecando el reino de Israel, hasta que la copa se rebasó. Hashem envió
a Shomrón a Shalmaneser, el rey de Ashur, quien exilió a las diez tribus y al rey Hoshea
ben Ela a la tierra de Ashur, y hasta nuestros dias nadie conoce su exacto paradero.
En aquellos dias reinaba Jizkiahu, quien siguió rectamente el camino de Hashem, tal tomo
lo hiciera el rey David. Fortificó y profundizó en el pueblo el estudio de la Torá y el
cumplimiento de las mitzvot; terminó con los altares y destruyó los ídolos a los que el
pueblo servía. Así, el rey logró el arrepentimiento y la recomposición de su generación.
Mas al morir ascendió al trono su hijo Menashé, y nuevamente volvió a apartarse del buen
camino. Hizo, rotundamente, lo malo para el Creador. Construyó nuevamente los altares de
culto al Baal, y dentro mismo de los patios del “Beit Hamikdash” construyó altares para
servir a todas las constelaciones celestiales. Colocó un ídolo dentro del “Beit Hamikdash”,
y renovó el culto a Molej. Durante su reinado también fue derramada la sangre de muchos
hombres justos e inocentes.
Los actos de Menashé terminaron por colmar la paciencia divina en referencia al reino de
Iehudá.
Hashem les envió a los profetas Najum y Jabakuk, quienes profetizaron sobre el final de
Jerusalén y el reino de Iehudá. Por medio de tanta dura profecía era advertido el pueblo,
mas sin resultado alguno.
También el hijo de Menashé, Amón, siguió los pasos de su padre y arrastró al pecado al
pueblo entero.
Sin embargo tras la muerte de Amón, ascendió Ioshiahu al trono de Iehudá, e hizo lo recto
ante el Creador, quemando y terminando con todos los ídolos.
Mas ya se había establecido el decreto divino y no alcanzó a calmar la ira divina provocada
por las transgresiones de Menashé.
Un duro sitio
En el noveno año del reinado de Tzidkiahu, el décimo dia del mes de Tevet, se estableció el
sitio a Jerusalén.
Desde las alturas de las murallas podía observarse el numeroso ejército, verdaderamente
incontable.
Los babilonios aparecían como un panal de abejas; cada cual ocupado en sus tareas
especificas.
Rodearon la ciudad y erigieron catapultas a fin de voltear las murallas con mayor facilidad.
Tres años y medio se prolongó el sitio a Jerusalén.
Cada día Nevuzaradán rodeaba la ciudad e intentaba nuevos métodos para derrumbar las
murallas aunque sin éxito alguno: no logró voltear los muros ni conquistar la ciudad.
Los soldados aceptaron la propuesta. Al dia siguiente, los habitantes de Jerusalén hicieron
descender de las alturas de la muralla una canasta repleta de oro.
Los soldados enemigos vaciaron la canasta y la llenaron de trigo, el cual fue molido,
preparado y comido por los hebreos.
Transcurridos algunos días los habitantes de Jerusalén volvieron a descender una canasta
repleta de oro, y nuevamente los hombres de Nabucodonosor la vaciaron y la colmaron con
cebada.
Los israelitas subieron la canasta, prepararon los granos y se alimentaron durante varios
dias.
La tercera vez los soldados tomaron el oro y colmaron la canasta con paja.
Ahora descubrían los israelitas la veracidad de las palabras del profeta Irmiahu en
la “Megilat Eijá”.
Ciertamente Jerusalén aparecía como una ciudad fantasmal. Un silencio absoluto y cortante
habitaba sus callejuelas. Cientos de cadáveres, producto del hambre y la sed, se
encontraban desparramados por la ciudad; nadie tenia fuerza de enterrarlos.
Un hediondo olor invadía el aire. Los que aún no habían muerto de hambre marchaban
sigilosos como sombras, deambulando sin rumbo fijo hambrientos buscando comida en los
rincones. Revisaban los tachos de basura. Otros se acostaban en la entrada de sus casas,
desalentados, aguardando su muerte segura.
Una mujer de Jerusalén dijo a su marido llorando: “¡Por favor! Elige la mejor de mis joyas
y compra en el mercado un pedazo de pan. Por favor, sólo un trozo de pan”. Conmovido
ante el pedido de su esposa, el hombre eligió la más bella de sus piedras, y se dirigió al
mercado con la intención de comprar un pedazo de pan para calmar el hambre de su esposa
y su hijo.
Durante largas horas deambuló por las calles de la ciudad sin encontrar ni un solo un
pedazo de pan duro.
Golpeado por el desaliento y la decepción, fue presa de un fuerte mareo que lo arrojó
muerto sobre la tierra. Con suma impaciencia la mujer aguardaba la llegada de su esposo.
Al notar su demora, dijo a su hijo: “Sé valiente, mi hijo, y busca a tu padre”. El hijo
hambriento emprendió la búsqueda. Al encontrar a su padre, muerto, se arrojó sobre el
cuerpo inerte, y mientras lo abrazaba fuertemente perdió también su vida.
El sufrimiento provocado por el hambre y la sed era compartido por los habitantes de
Jerusalén. El hambre no distinguía entre pobres y ricos. Ni siquiera a cambio de plata y oro
era posible conseguir comida en la ciudad.
Uno de los hombres más ricos del lugar, poseedor de una gran fortuna, llamó a su sirviente
y le dijo: “Toma toda mi plata, mi oro y mis piedras preciosas y consígueme un poco de
agua para calmar mi terrible sed”.
El sirviente tomó plata, oro y piedras preciosas del tesoro de su amo, y marchó con la
intención de comprar agua. Al notar que su esclavo demoraba, el millonario subió al techo
de su espléndida mansión para observar qué sucedía con su enviado. De pronto vio que
retornaba con la vasija vacia en su mano. El rico gritó amargamente a su sirviente: “Rompe
esa vasija ¿qué utilidad tiene si esta vacia?”. El sirviente cumplió el pedido de su amo y
rompió la vasija en cientos de pedazos. Entonces el hombre rico saltó del techo de su
mansión sobre la vasija destrozada, y su cuerpo se quebró completamente ante la severidad
del impacto.
Muy especialmente se destacó la valentia de Avika ben Gavtari, quien subió a la muralla y
exclamó: ¡Quien esté a favor de Jerusalén y de su Templo que me siga!”. Al escuchar su
convocatoria, numerosos valientes de Israel lo siguieron y enfrentaron al ejército
babilónico.
“B’nai B’rith objeta a las acusaciones de violaciones de derechos humanos, ya que son
infundadas, difamatorias y unilaterales” sostuvo la organización.
Los que sugieren que la ayuda se utiliza para violar los derechos humanos sólo lo hacen
para demonizar al Estado judío”, añadió el dirigente.
“Esta carta es un intento apenas velado para tratar de dañar a Israel, y las relaciones entre
Estados Unido e Israel”, dijo el vicepresidente Ejecutivo de B’nai B’rith International
Daniel Mariaschin.
Además, el dirigente sostuvo que “es injusto” cagar contra Israel a pesar del hecho de que
es “el único país de la región con el que compartimos nuestros valores por la democracia y
la libertad de religión”.
“B’nai B’rith cree firmemente que al pedir una investigación sobre el uso que Israel hace de
la ayuda de Estados Unidos, estos líderes han adoptado una aproximación al conflicto
israelí-palestino que no promueve la paz y la reconciliación, sino la agudización de las
tensiones entre todas las partes”, concluyó el comunicado.
“Todos y cada uno de los judíos deben esforzarse por llegar a ser tan grandes como
Moisés”. (Maimónides, Leyes de Teshuvá 5:2)
Y Di-s nos dará lo que sea que necesitemos para tener éxito.
El pueblo judío es llamado “los hijos de Di-s” (Deuteronomio 14:1, Talmud – Pirkei Avot
3:18).
Así como un padre naturalmente quiere dar todo lo bueno a sus hijos, así también Di-s
quiere que tengamos todo lo que es bueno.
Aquí esta el verdadero secreto del éxito:
Realmente la sinagoga no es mencionada en la “Torá Escrita” (es decir, los Cinco Libros de
Moisés).
Desde los tiempos de Moisés hasta la restauración del Segundo Templo, nosotros
cumplíamos la obligación de orar diariamente componiendo nuestras propias plegarias, y
orando privadamente.También hacíamos peregrinaciones a Jerusalén para experimentar los
servicios públicos que se llevaban a cabo en el Santo Templo.
Tras la restauración del Segundo Templo (352 a.e.c.), La Gran Asamblea, liderada por
Ezrá, instituyó el Kadish, la Kedushá, Baruj, y el resto de los servicios comunales estándar
(requiriendo la participación de un minian o quórum de diez), como así también la
obligación de los individuos de participar en esos servicios.
Fueron levantados tanto en Israel como en la Diáspora lugares separados para orar
comunalmente. Así nació el “Lugar de Reunión” —Beit Kneset en hebreo, y sinagogas en
griego.
La principal experiencia de culto siguió siendo el viaje a Jerusalén para participar y ser
inspirados por el servicio del Templo.
Cuando los romanos destruyeron el Segundo Templo en el 69 e.c., el único lugar para el
culto público siguió siendo la sinagoga, la cual entonces adquirió importancia como el
centro de la vida comunal judía.
Sin embargo el foco primario del judaísmo, siempre ha sido la vida de cada individuo y su
hogar y familia, vivida en una comunidad fuerte y mutuamente responsable.
Como establece la ley judía, las prioridades con respecto a establecer instituciones
comunales deben ser:
1) Una mikvé
2) Una escuela judía para los niños.
3) Un fondo de caridad.
4) Una sinagoga.
Por supuesto la gente puede —y lo hace —reunirse en cualquier lugar para orar
comunalmente.
Tomado Jabad.org
Preguntas al Tzadik
Publicado en 06/09/2012
Pregunta:
La Teshuba (el arrepentimiento por los pecados) existe también entre los gentiles o sólo es
privilegio del pueblo de Israel ?
Respuesta:
Dice el Midrash Tanjuma (Parashat Nitzvabim) que cuando el pueblo judío cumple la
voluntad del Eterno, El se acerca a ellos y acepta su Teshuba, como está escrito: Y
buscaréis a D-os vuestro D-os y lo hallaréis.
Explica nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, esta cuestión según lo que escribiera
Rabí Moshe Hayim Luzzato z”l en su magnífica obra “Mesilat Yesharim” -La Senda de los
justos-, que en realidad la Teshuba no debería rectificar el pecado, ya que cómo es posible
corregir lo que ya se hizo.
Sino es un acto de misericordia y favor divinos que la persona por medio de su Teshuba
pueda rectificar sus pecados, como si extirpara lo que hizo en su momento.
Y así se entiende del Midrash arriba mencionado, pues cita el versículo “y dirija D-os Su
rostro hacia ti” referido a la Teshuba. Y esto es una acción de misericordia más allá de lo
que dicta la ley.
Por eso entendemos que la Teshuba sólo beneficia al pueblo de Israel, que es considerado
un hijo de D-os y por lo tanto D-os actúa con ellos así com un padre lo hace con sus hijos.
Y no así con los gentiles que son considerados siervos del Eterno, no hijos.
Pero es preciso subrayar que la Teshuba de los gentiles no es aceptada para borrar lo que
han hecho, sin embargo es válida para evitar que sean castigados en este mundo.
Como vimos que ocurriera con la ciudad de Ninive, de quienes D-os se apiadó debido a su
Teshuba y no los exterminó.
Sin embargo, su Teshuba no es válida para beneficiarlos en el mundo venidero a menos que
tras su Teshuba incremente la misma en forma maravillosa convirtiéndose al judaísmo y
adoptando la fe de Israel en forma genuina.
Estan las naciones haciendo Avoda Hashem o estan haciendo un servicio extraño al
corazon de D-os?
Continuará. . .
El Tzadik
Publicado en Jasidut | Etiquetado adonay, hashem, judaismo, judios, sidur, torah | Deja un
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