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Flt EG 8616 Pracie $ 3.00 LA BIBLIA ANTE LA CIENCIA MODERNA ror @ERMAN HERRASTI, |. C, diembro de Ia Sociedad E. V. C, de México Miembro de la C, T, S, de Londres Es tan gran error querer ihter- pretar toda la Biblia literalmente como el querer dar a toda ella una interpretacién metaférica con el pretexto de que “la terra mata y el espiritu vitsifica”, GOn LAS DEBIDAS LICENCIAS ‘ Puede reimprimirse Edici6én 1978 GUAMDO QUIERA UD ALSUN FOLLETO &. V.C PIDALOALA SOCINDAD K. V, C.-APARTADO POSTAL 0787 * mexico, 0. o, = 200 — CREER EN LA BIBLIA NO ES DOGMA DE FE El Concilio de Trento viendo como, malinterpretan- do la biblia, pretendian los protestantes fundar sus errores, no permitfa a los fieles que la leyeran; el Con- cilio Vaticano II buscando la unién entre los cristia- nos, no les ordenc a los catélicos que Idan la biblia, pero si se los permite, siempre que no la interpreten a su gusto, lo que la misma biblia condena (II Ped. 1, 20; II, 16), sino que acepten la interpretacién que de ella da el Magisterio infalible de la Iglesia, el que se -les da a conocer mediante las notas que llevan las © biblias catélicas. Los protestantes, aprovechandose de que el Ecu- “ menismo jes abrié’de paren par las puertas y abu- sando de que los jieles ignoran los versiculos biblicos que fundamentan sus doctrinas (ver folleto E.V.C, 337), poniendo la biblia en contradiccién consigo misma, amontonan versiculos con los que, malinterpretdndolos, hacen creer a los catélicos ignorantes, que la biblia condena las doctrinas catélicas y los atraen a sus tem- plos, alejandolos de los Sacramentos que son el ORO de Ia Religion de Cristo y de la SANTA MISA en la que, los legitimes Sacerdotes de Cristo, obedeciendo esta orden suya: +} HACED ESTO EN MEMORIA MIA + (Luc. XXII, 19), contintan Ia Ultima Cena y perpetian el Sacrificio del Calvario. Para no arriesgarte al peligro de ser victima de las multiples artimafias de los protestantes y te alejen de tu fe, no aceptes con ellos discusiones biblicas y para esto, lo mejor que puedes hacer es decirles clara- mente: YO NO CREO EN LA BIBLIA y no tengas re- Paro en decir esto, pues no esids faltando a ningiin Dogma y anonddalos después exigiéndoles que te prueben que la Biblia es la Pulabra de Dios, ya que Ella no lo dice y aunque lo dijera no puede dar Ella testimonic de si misma, LA BIBLIA ANTE LA CIENCIA MODERNA —1— , Objeto de este Folleto. Hay personas, y no en corta cantidad, que, desconociendo por completo las mas elementales reglas de interpretacién .Biblica, ereen que cuanto la Biblia dice, debe ser tomado del modo mas materialmente literal posible, y haciéndolo asi, juzgan que hay un completo desacuerdo entre fas ensefianzas Biblicas y muchos hechos cuya evidencia ha venido a hacer palpable los descubri. mientos de la ciencia, Ahora bien, tiene por objeto este Folleto, lamar la atencién de los que lo ignoran, acerca de que es absurdo querer inter- pretar la Biblia de una manera farisaicamente literal, ya que basta considerarla con un poco de detenimiento para descubrir que en ella, desde luego, aparte del sentido LITERAL propio, hay un sentido literal metaférico. En efecto, cuando la Biblia nos dice por ejemplo: que los judios inmolaban corderos, es obvie que esta palabra debe ser ~ tomada en sentido material, ya que ha sido empleada en el sen- tido litera] propio, Pues que con ella se designa ¢l animal cua- dripedo, cria de la oveja. Pero cuando leemos por ejemplo en la Biblia, que Cristo di- jo a San Pedro japacienta mis corderos}, seria absurdo querer tomar la palabra corderos en el mismo sentido literal popio, ya que ella representa metaféricamente a los fieles de Ia Yglesia y, que ha sido empleada por lo tanto en el sentide literal meta- férico, o figurado, . Todavia mAs, si con la necesaria ilustracién se analizan las ensefianzas Biblicas, se descubre en ellas, aparte del litera], un sentido MISTICO, el que puede a su vez ser tanto alegérico, como tropolégica y anagégico, - —_——-——— Nihil Obstat. — México, 3 de enero de 1933.—J. Cardoso, 3. J. Secretaria del Arzobispado de México, ” . México, 16 de enero de 1933. Puede imprimirse. E] Exemo. y Rvmo. Sefior Arzohispo lo decreté, Doy Fe. . Pedro Benavides, Srio. 2 - Folleto B. ¥, C. No, 16 Vamos pues u exponer en este folleto las diferencias entre estos 5.diferentes sentidos que se encventran en la Biblia, ast como las regias que para su interpretacién ha dado nuestra Iglesia; pero antes de ello y en la imposibilidad de refutar en un simple folleto todas las objeciones que se hacen a la Biblia en nombre de la ciencia, vamos a exponer cémo las mds impor- tantes de ellas, las que sce pretende existen entre el Génesis y la ciencia, se reducen a polvo cuando, la Biblia es interpretada debidamente. . Para lograr lo anterior nos limitaremos simplemente a reproducir la discusién que a este respecto tuvo el abate Des- granges con un Oficial de Ia Academia, que se atrevié a inte- rrumpirlo en una de sus conferencias, lo que hacemos bajo el encabezado: “EL GENESIS Y LA CIENCIA”; después de esto expondremos algunas nociones sobre la manera de interpretar la Biblia; y terminaremos en fin, refutando las principales impugnaciones que losenemigos de nuestra fe hacen a la Biblia bajo pretexto de inmoralidad. Se requiere estar cegado por la pasién, para no darse cuen- ta de que es falso que cualquiera puede interpretar correcta- mente la Biblia. Atin sin tomar en cuenta las dificultades que a este res- pecto ofrecen sus diferentes sentidos misticos, y ateniéndose so- lamente al sentido literal, facil es ver la dificultad, la imposi- bilidad, de que cualquiera persona pueda entender lo que qui- sieton decir escritores que vivieron hace mds de 1,900 afios, en un medio del todo diferente al nuestro, como es el medio orien- tal y no solamente de distintas costumbres, y de distinta men- talidad, sino demasiado afectos a Jos modismos y a usar en sus escritos el sentido metaférico o figurado. * ,/08 orientales se asemejan a los latinoamericanos en la tendencia-a emplear tanto palabras como frases figuradas, sal- vo que aquéllos abusan de esta tendencia ;,Cémo va cualquiera a entender lo que dicen cuando usan este lenguaje figurado? os Podré facilmente el lector darse cuenta de lo que venimos diciendo, simplemente con imaginar qué pensaria de la Ciudad de México una persona que consultando, dentro de 100 aos, una Hemeroteca, leyera este encabezado: “Trabajador muerte por un cécodrilo en el eentro de la Ciudad” FoJleto E. ¥. C. No. 16 a EL GENESIS Y LA CIENCIA Apenas terminada la guerra Europea, sustentaba una noche el abate Desgranges una de sus notables confereucias, probando y demostrando “Lag razones de nuestra Fe.” El tema que debfa tratar el conferencista era el siguiente: “No hay anlagonismo entre ta ciencia y el Catolicismo.” Pero apenas habfa terminado de exponer a su numeroso au- ditorio el plan de su conferencia, cuando un Oficial de la Aca- demia, victima de la tan general tendencia entre los enemigos de Ja Iglesia Catélica de apartar Jas discusiones de los puntos capi- tales para inyolucrarla engolféndose en temas secundarios sin mayor trascendencia, lo interrumpié en estos términos: “Sr. Cura, permitame Ud. que le suplique no nos lleve a un “terreno metafisico, en el que Ud. puede discurrir a sus anchas, “pero al gue no puede seguirle la mayor parte de su auditorio, “sino que trate sobre temas que todos podamos comprender y “que todos los apologistas cat6licos eluden siempre que se logs “proponen. Creemos que es infantil el que venga Ud. a hablar- ‘nds de que no hay contradicciones entre la ciencia y la doctri- “na Cat6lica, cuando en la misma Biblia, que es para Uds, una “obra inspirada por Dios y que deberia ser por Jo tanto Ja ex- “presién de la verdad, se encuentran pasajes esenciales que es- “tin en entera ‘contradicci6n cqn log descubrimientos ciertos de “la ciencia. Sin ir mas lejos, en Ja mera 1a. pagina del Géne- “sis, Se nos habla de una luz creada el ler. dia antes que el sol. ‘¥ qué pensar de esta creacién del mundo en 6 dfas, ahora que las ciencias astronémicas y geolégicas cuentan siglos y si- “glos, desde las primeras evoluciones de la nebulosa primordial? “:Cémo admitir que el hombre tenga un lugar aparte en la “serie zool6gica, cuando Jags ciencias naturaleg:nos lo muestran “dentro de Ja cadena ininterrumpida de esta armoniosa evolu- “ein? (1) “{C6mo aceptar esta edad de 6,000 afios que dan Uds. a la “humanidad, cuando contamos ya m4s de 50,000 afios de prehis- “toria? “Nos bara creer Ud, que el par dnico formado por Addn y “Byva, segin Ja Biblia, ha engendrado las razas tan diferentes “que pueblan el globo? . (1) Con esta frase quiere decir 6) Oficial de la Academia, en- tre otras cosas, que las cienciag naturales muestran al hombre descendiondo de] mone, Folleto E. V. C. No. 168 “{Puede creerse que el diluvio haya inundado toda la tierra “y que no quede ninguna traza de Sus devastaciones? *,Cémo en fin, aceptar que Dios mismo haya podido ensefiar- “nos que Josué ha detenido el sol, cuando sabemog que no es el “gol el que gira alrededor de la tierra, sino ésta la que gira al- “rededor del sol? “Y jcuéntas m&s contradicciones pudiera mencionar, si yo “bastaran eon las dichas para concluir que hay en la Biblia “errores cientificos innegables y que por lo tanto la Biblia no “es Divina, y el Catolicismo, del cual ella eg una parte integran- “te, tampoco es la religion verdadera!" El abate Desgranges contesté al Oficial lo siguiente: A fin de que pueda proporcionar mis respuestas a este largo cuestionario, tendria Ud. la bondad, Sr., de decirme, ;cudnto tiempo va a durar todavia la noche? Contesta el Oficial:—"En este momento son las 8.40, el so) “gale mafiana a Jas 3.50, lo que deja a Ud. 7 horas 10 minutos.” —Muchas gracias. Espero no tener necesidad de agotar todo ese tiempo disponible. Pero ino dijo Ud, que el sol salfa mafiana a las 3 y 50? ,;Pues qué ignora Ud, acaso que es la tierra la que gira? El Ofieial.—‘Reconozco que la expresién no es cientifica, pero “es clara, admitida por todo el mundo, y bien creo asf que pue- “do emplearla.” —Tiene Ud. raz6n, sefior. Nuestro lenguaje nunca es ‘exacto. Hablamos para ser comprendidos y escogemos lag palabras que entiendan menos mal nuestros oyentes. He aqui por qué desea do dar una enseiianza religiosa y moral a los pueblos primi- tivos, que eran némades humildes, pastores sin cultura, cuyo vocabulario era muy pobre, Dios, que posee toda la ciencia, pe- To también toda la sabiduria, no ha sugerido a los escritores sagrados el lenguaje complicado de M. Einstein, Si lo hubiera hecho, nosotros, con todo y que somos espiritus distinguidos, no comprenderfamos tampoco probablemente nada. Lo que no im- pide el que las f6rmulas de Winstein puedan parecer impreci- gas y anticuadas en el afio 2,000! El Eseritor Sagrado ha estado pues, hay que confesarlo, bien .inspirado al adoptar un lenguaje simple, f&cil, popular, que no- darian mejor comprender sys auditores. Les dico simplements asi, ge Josué detuvo €] so] para hacerles comprender que pro- longé le luz. Folleto E. V. C. No. 16 on 8 El Oficiai—‘Sea, pero a ver, cémo es que se produjo_ eso” —Ah, esta es ya otra cuestién que no explica la Iglesia y que debo confesarle a Ud. nada me importa; me basta con sa- ber, como sé, con certeza, que al Creador del! sol y de la luz no le ha costado mayor trabajo iluminar milagrosamente algunas horas la extensién de un campo de batalla. De igual manera sé, como ensefia nucstra Iglesia, que el Escritor Sagrado, al decir que el diluvio fué universal y que eubrié toda la tierra, hace entender que inund6é el mundo enton- ces habitado; —y no se le escaparé a Ud. que esta interpreta- cién tan racional y tan de acuerdo con la ciencia, destruye todas las dificultades que Ud. levanta como un castillo de naipes, queriende suponey equivocadamente la universalidad geografica lel diluvio, entre ellas, la imposibilidad de que Noé haya dado eabida en su Arca a un par de animales y aves de cada especie, ya que no tuvo que guardar en ella los animales feroces e inuti- les al hombre, que siguieron multiplicandose en las partes de la tierra no inundadas por el agua; gnecesito acaso afiadir a Ud. que el Escritor Sagrado habla de la ereacién en 6 diag Para indicar 6 periodos consecutivos? . El Oficial‘; Viene Ud, acaso entonces a pretender decir- nos, sefior Cura, que la Iglesia Catélica no ensefia que la crea- ’ eién del mundo se ha Ievado a cabo en 6 dfas de. 24 horas?” —Por supuesto que no lo ensefia, mi querido sefior. Para crear le basta a Dios con quererlo. El Creador no reclama el beneficio de la ley de 8 horas, ni la de 24. Su obra no est4 so- metida a] tiempo. Podrfa haber sido llevada a cabo en menos segundos de los que se requieren para decirlo. El quiso que ella se llevara a cabo segiin cierto orden sucesivo. ;Ha querido El] que el curso de estas evoluciones se estrechara dentro de los “ Mmites de un dia de 24 horas, o que se desarrollara durante los largos siglos que vuestras especulaciones cientificas han creido poder enumerar? Ambas hipotesis son legitimas. Ambas se coneilian perfectamente con el relato amplio y Meno de image- _ ne de] Génesis. ¥Y Ud, puede creer en las progresivas evolucio- nes de vuestra nebulosa primordial, éigalo usted bien, sin se- pararos de la Iglesia. Pero vengamos a otro hecho. Digame Ud., esta nebulosa pri- mitiva jestaba acaso en un principio sumergida en las tinieblas? Estoy en que los sabios evolucionistas ensefian que esta madre de los mundos desprendfa una claridad difusa, yno es asf? El Oficial—"S{, sefior, y esta es también mi opinién”. - é Folleto E. V. C. No. 16 —En sgte caso, sefor mio, tiene Ud. que reconocer que Ja la. de vucstras objeciones se reduce a humo. Pues he ahi bien esta luz que Ud. reprocha al Génesis sefialar antes de la formacién de los astros. El Oficial —‘Sea”. —Y pasando a otras de vuestras objecionea. Si me permite Ud. la frase, me atreveria a decir que otras 2 de vuestras objeciones se entre-devoran. Ud. afirma por una parte, que el hombre es un animal evolucionado, (2) y por la otra, rechaza la idea de que las diferentes razas hunanas hayan podido salir del mismo par. Asi pues, acepta Ud, la idea de que el elefante y la pulga hayan tenido el mismo antecesor embrio- nario, y en cambio, no quiere Ud. aceptar el que Jos negros y Jos blances puedan descender de nuestro ler. Padre Adan!!! 1;Vues- tra evolucién, que basta para explicar la diversidad de especies de los animales, no le basta para explicar la diversidad de las razas humanas!! El Oficial—*Pero es que la evolucién de las especies se ha ‘Tlevado # cabo en muchos millares, tal vez millones de afios! y “en cambio Uds. quieren hacer creer a sus fieles que la apari- “cién del hombre sobre la tierra tiene apenas 6,000 afioa”. ~—Mire Ud., para zanjar esta dificultad, lo invito a Ud. atentamente a que tache esta cifra de la Biblia donde quiera que la encuentre... Es falso, ademas, que la Iglesia Catélica haya obligado a gus fieles a aceptarla; 4de qué autoridad ha tomado Ud, esa idea? Esta cifra ha sido obtenida segén cAlculos hechos sobre las genealogias Biblicas por antiguos autores Catdlicos. Pero un examen mds atento de ellas nos ha permitido poner en evidencia que estas genealogias no son completas, pues no nombran la serie completa de antepasados, sino solamente los principales. Nuestra Iglesia le deja a Ud. pues, un margen amplio, por decirlo asi ilimitado, donde puede colocar, si -asi le place, la lenta evolucién de las razas y vuestros numerosoa siglos de prehistoria. . Después de lo que va dicho jqué queda de vuestras objecio- nes? y todas las demds que pudiérais presentar se reduciran también a polvo simplemente con que comprenddis bien que el fin de la Biblia fué principalmente ensefiar a conocer a los pus- bloz primitivos: --El Dios Gnico y viviente, soberano Sefior de (2) Es decir, que el hombre desciende del mono. , ¥olleto E. V. C. No, 16 . 7 todas lag cosas, —la creacién especia} del alma humana a la imagen de Dios, —la dignidad del hombre, su libertad y su res- ponsabilidad, —la introducei6n del mal en el mundo por la fal- ta del hombre, —la promesa de un Redentor, la Providencia vigilando sobre Ja humanidad, eastigando el crimen y animando la virtud. Estos, éstos son los dogmas principales de nuestra fe y los * que si vale la pena discutir y demostrar, pero no lo otro; gqué se nos da a los cat6licos para cumplir las objigaciones que con Dios tencmos, que el mundo tenga siglos de mAs 0 siglos de me- nos? Todas estas ensefianzas las presenta Ja Biblia dentro de un yelato acomodado a las necesidades de las almas orientales, den- tro de un relato que no es ni una faébula, ni una leyenda, sino una historia popular en la que estarfan fuera de lugar, preci- siones y nociones que las generaciones primitivas estaban in- capacitadas de poder asimilar. Estudiad la Biblia conforme a las reglas oficialmente estable~ cidas por la Comisién Biblica el 30 de junio de 1909; profundi- zad, ademfs, vuestros estudios astron6micos y geol6gicos, no ate- niéndoos mds que a Jos resultados debidamente comprobados en uno y otro dominio, segdn los consejos de Leén XIII, en su En- cfclica “Providentissimus” y entonces descubriréis entre la Bi- plia y el universo, no un contlicto perturbador, sino una lumino- sa armonia. — eet ___Uno de los equivocas en que incurren los protestantes al interpretar la Biblia, es el tomar de ella frases aisladas y darleg la interpretacién que quieren. Su proceder eg en multiples ocasiones, semejante al de quien afirmata que el Credo catdlico ensefia que “Poncio Pilato fue ctucificado, muerte y sepultado”, o de quien dijera que los “abrojos para log ojos son buenos” porque tal leyé en un libro, sin notar que enseguida dice; “para sacarlos”.. Asi Por ejemplo se fundan en esta frase; }Escudrifiad las Eserituras+ para derivar de ella que basta con leer la Biblia pa- ra conocer la verdadera doctrina de Cristo, cuando el parrafo en que se encuentra esta frase, esta muy lejos de decir eso, pues Nuestro Sefior Jesucristo les dice a los fariseos que ya que ellos creen en las Escrituras, las escudrifien para que vean cémo en El se estaban cumpliendo las profecias mesianicas. 8 Folleto EV. C. No. 18 BREYE INFORMACION ACERCA DE LA MANEBA COMO DEBE INTERPRETARSE LA BIBLIA La Iglesia de Jesucristo, la Iglesia Catélica, no es solamente in guardiana de la Biblia, ella es también su intérprete, su intér- prete infalible. Es a ella a la que pertenece, en efecto, determi- nar el sentido de los diferentes cap{tulos y versiculos de la Bi- blia, y decidir si ellos establecen o no, tal o cual aflrmacién dog- mftica o moral, Es evidente que el sentido de un pasnje de la Biblia, es aque) que tuvo el Espiritu Santo al inspirarlo y e] Escritor Sagrado que lo dej6 consignado. Ahora bien, sucede con Ja Biblia, lo que sucede con cualquier otro libro humano; el sentido exacto de tal o cual pasaje, puede prestarse a discusiones, de agui que para interpretar la Biblia deben ser seguidas estrictamente por los que la estudian, las reglas y las direcciones establecidas por la Iglesia. Obrando asi se encontrar4 la verdadera significacién de lo que ha escrito tal autor sagrado, Vamos pues a exponer cudles son estas reglaa establecidas por la Iglesia para interpretar la Biblia, pero antes de ello de- beremos explicar cuales gon los cinco sentidos diferentes que puede tener Ja Santa Escritura, Procedamos pues a ello, recor- dando al lector que se entiende por exégesis la interpretacién misma de la Biblia y por hermenéutiea el conjunto de reglas que deben presidir esta intérpretacién, Los 5 diferentes sentidos de las Santas Excrituras. ., Be distinguen desde luego en Ja Biblia 2 sentidos: el sentido literal y el sentide mistico, _EL SENTIDO LITERAL.—Todo autor razonable tiene al es- eribir en su pensamiento un sentido, una signifieaci6n que quic- re dar a lo que escribe: este es el pensamiento, Ja idea que quie- Te transmitir a su lector, lo que hace por medio de las letras que emplea. He aqui por qué este sentido ha recibido el nombre de sentido literal, El que también ha.sido llamado sentido his- térico o sentido gyamatical. En, sentido literal puede ser a su vez propio o metaf6rico. El sentido propio es e] que presentan Jas palabras segin la significacion que tienen ordinariamente, Cuando por ejemplo la Biblia nos dice que los judios inmolaban corderos, tomamos Folleto E. ¥. C, No. 16 9 esta palabra en su sentido literal propio, pues es evidente que designa a la erfa de las ovejas. E] sentido metaférico, al contrario, es el que resulta de Jas palabras tomadas uo en su ‘sentido rigurose, sino solamente co- mo im&genes. Asf, cuando San Juan Bautista dice refiriéndose a Jestis “he agu{ el cordero de Dios”, es evidente que emplea la palabra cordero en sentido metaférico, haciendo alusién a la mansedumbre de Jess y a la inmolacién que de él haran. Santo Tomas de Aquino cita uva frase Biblica reproducida en el Simbolo, en la que el sentido literal es sucesivamente pro- pio y metaf6rico: “Subié a los cielos”, sentido propio; “esta sen- tado a Ja diestra de Dios”, sentido metaftérico, pues Dios, siendo Bspfritu, no tiene ni derecha ni izquierda. EL SENTIDO MISTICO.—Frecuentemente en la Biblia y so- pre todo en el Antiguo Testamento, bajo el sentido literal (propio o metaforico) se oculta un sentido mistico. En efecto, el Antiguo Testamento tenfa por objeto preparar y figurar el Nuevo, es de- cir, a Jesucristo y a la Ley que debfa fundar; los hombres y las instituciones de la antigua ley, eran figura y profecfa de Jesu- cristo: Adan, Melquizedec, Jonas, el Cordero Pascual, cl Ma- na, etc., han tenido su historia literal tal cual nos es dada por la letra de la Biblia; pero también han signiftcado misticamente el Mestas o su Obra. Ellos han sido tipos de los que Jestis ha su- ministrado el antitipo: el Mand es el “tipo” de la Eucaristfa. etc, de donde al sentido mistico también se le ha Wamado el sentido tipico, El sentido mfstico se divide 61 también a su vez, en 3 espe- cies, pues puede ser: alegérico, tropalégico o anagégico. ' El sentido alegérico profetiza a Jess o a su iglesia. Es ast, por eJemplo, que Isaac, Nevando la lefia para el sacrificio, es la alegorfa o figura de Jests Yevando su Cruz. Y¥ he aqut por qué este sentidoes también Jlamado profético, ' E] sentido tropolégica,o moral, encierra una leccién para la conducta de la vida. Asf e] Exodo (XVI, 21) nos ensefia que el Man4 se fundia a log primerogs rayos de} sol: sentido literal, Pero bajo estas palabras existe un sentido oculto que nos revela el libro de la Sabiduria (XVI-27-28}: que hay que adelantarse al . sol para dar gracias a Dios y para adorarle antes de que nazca el dia. En fin, el sentido anagégico expresa un pensamiento relativa a la vida tutura, a la “Jerusalem” celestial, 10 Follete BE. VC. No. 16 Y he aqui una palabra: Jerusalem, que puede por s{’sola dar- nos un ejemplo de los 5 diferentes sentidos que acabamos de enu- merar. En el sentido literal propio designa la Capital de la Ju- dea; —en el sentido literal metaforico, la Judea toda entera, sien- do tomada una parte por el todo; —en el sentido mfstico alegéri- co, designa la Iglesia; —-en el sentido mistico tropolégico, el al- ma fiel; —y en el sentido mistico anagégico, el cielo. ‘Todos estos 5 sentidos que acabamos de enumerar, pueden encontrarse en Ja Biblia y al interpretarla no debe confundirse uno con otro, como Jo hacen muchas personas que prestan a la palabra Biblica una significacién que no tiene en si! misma, aco- modando sn interpretacién a su propio pensamiento, modificande para ello su sentido cuanto sea necesario. Para estas personas estos 5 sentidos de la Biblia se reducen a uno solo: el sentido acomodaticio. Reglas para Ia interpretactén de la Biblia. La Biblia ha sido eserita por hombres, pero bajo Ja inspi- racién Divina. Como libro humano los que quieren explicarla deben seguir las reglas generales que se imponen a toda exé- gesis; como libro Divino, los exégetas estan obligados para in- terpretarla a seguir las reglas especiales impuestas por la Igle- sia, : REGLAS GENERALES que se imponen para Ja interpretacién de todas lag obras literarias——@1 fin de una sana interpretacién es el que pueda el lector comprender facilmente las ideas que tenfa el autor al escribir su libro. Para llegar a ello se imponen varias reglas para la interpretacién de la Biblia, asf como para la de cualquiera otra obra literaria, . 1%—Hay que reconstituir asf tan exactamente como sea po- sible el texto primitivo, para lo que es necesario conocer las len- guas en lag que han eserito los autores Sagrados. -Pues ge sabe bien que las traducciones son algunas veces defectuosas y que no dan el sentido pleno del texto original. 2°—Bl texto no basta, hay que recurrir al contexte, El sen- tido de una frase ambigua es frecuentemente precisado por las frases que le preceden o que la siguen. Se encontraran atin in- dicaciones preciosas estudiando: —el fin que se propuso el a tor, —la clase de libro que ha querido escribir (por ejemplo, hi t6rico 0 didactico), —e] medio en el cual ba vivido, —lag costum- bres de su tiempo y de su pata. Folleto E. ¥. C. No. 18 Bt 3°—Los pasajes paralelog son también de gran auxilio. Se lla. man as{ las partes del mismo libro cn donde est4n repetidos los mismog pensamientos 0 empleados los mismos términos: tal pa- saje que aparece oscuro o incompleto es luego completado o acla- rado por un pasaje “paralelo.” 4°—Log comentarios ya existentes y aprobados, nos dan rapi- damente el fruto de varios siglos de exégesis; hay que recurrir- a ellos, ast como a los manuales de Geografia y de‘Arqueologia Biblicos, A estas reglas que se imponen a todo intérprete, se afladen, como Jo hemos dicho, otras leyes enando se trat& particular- mente de la exégesis de la Biblia, y estas reglas son las siguien- tes: : ~ REGLAS ESPECIALES que se imponen para la interpretacién de Jag Santas Escrituras.—La Biblia no es un libro cualquiera: es un libro inspirado y no tiene por lo tanto error. Billa esta confiada ademas, como todo lo que se relaciona con el dogma y la moral del Cristianismo, a la Tglesia infalible de Cristo. De aqui resultan para el exégeta Biblico obligaciones particulares que se resumen en las reglas siguientes: 1*—Debe rechazarse toda interpretacién de la que resultara que la Biblia ha cometido un error 0 una contradicci6n real, sea en materia religiosa, sea atin en profana, 2°—En las cuestiones de fe y de moral sobre las cuales des- eansa la doctrina Cristiana, debe adoptarse el sentido determi- nado por la Iglesia en el ejercicio ordinario o extraordinario Je su magisterio infalible, - . Por ejemplo, no es permitide interpretar las palabras testo eg mi Cuerpot de otra manera que en el sentido literal propio en que Ia Iglesia las ha constantemente interpretado, 8’—En las euestiones de fe o de mora] no debe separarse de la interpretacién de los Padres cuando eg cuasi undnime y que los Padres la presentan como siendo del dominio de la fe. En es- te caso nos encontramos, en efecto, en presencia de una tradi- cién que representa la creencia de una Iglesia que és infalible. 4°—Es igualmente prohibido interpretar la Biblia contraria- mente a Jag decisiones de la Comtisién Biblica aprobadas-por el Papa. Pues aunque estas decisiones no son infalibles, no cons- tituyen, aun aprobadas por el Soberano Pontifice, actos persona- les del Papa, sino que su autoridad es tan grande que seria im- prudente, temerario y haata culpable rechazarlas, « 12 Folleto E. V. C. No, 16 *—_Hay que dar el primer lugar al sentido literal y no atri- buir mds que el segundo lugar al sentido mistico, que se apoya por otra parte en el precedente. Es preciso no introducir a la ligera, sentidos misticos en la Santa Escritura, Cuando tal pa- saje tiene un sentido mistico, se nos informa de ello —sea por la misma Biblia en otro pasaje, —sea por Ja tradicidn y las ense- flanzas de la Iglesia, —sea por la naturaleza de las cosas, es decir, por una correspondencia real y palpable entre la figura y la cosa figurada. Tales son las reglas que se imponen al exégeta catélico y que el Papa Leén XIII ha establecido o promulgado de nuevo en su Encicliea “Providentissimus Deus”, reglas que pueden resumirse en esta maxima: “La Biblia debe ser leida como fué escrita’. Ahora bien, ella ha sido escrita bajo la inspiracién de Dios. Es pues con un espiritu de fe y de sumisién a Dios como ella debe ser leida e interpretada a h luz de las reglas y de las en- sefianzas de la Iglesia de Dios. 24Cémo podra cualquiera, como pretenden los “evangélicos”, dar su debido interpretacién a frases de la Biblia como las siguientes: jas puertas del infierno no prevalecerén contra ella} (se re- fiere Nuestro Sefior a su Iglesia) (Mat. XVI-18). #Simoén: Simén, he aquf Satands os ha pedido para sarandea- ros como a trigo; mas yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y tu, una vez vuelto, confirma a tus hermanos} (Lue, XXI y 31). fNi se enciende una lampara y so pone debajo de un almud} (Mat. V, 1 fCualquiera que hablare contra el hijo del hombre le sera per- donado: mas cualquiera que hablare contra el Espiritu San- to, no le sera perdonado, ni en este siglo, ni en el veniderot (Mat. XII, 22). : fEsto es mi Cuerpot (Mat. XXVI, 26; Mare. XIV, 22; Luc. XXII, 19). +E] hijo del hombre, vendr4 en Ia gloria de su Padre, con sus angeles, y entonces pagard a cada uno conforme a sus obras} (Mat. XVI, 27). +Bienaventurados los pobres-de espiritut (Mat. V, 8). ;Bienaventurados los que Iorant (Mat. V, 4). +Bienaventurados los que padecen persecucién por causa de la Juaticiat (Mat. V, 10). +8i fois, eaiados del espiritu, no estareis bajo la leyt (Gal. Felleto BV. C. No. 18 , 13 REFUTACION DE LAS PRINCIPALES IMPUGNACIONES QUE HACEN A LA BIBLIA SUS ENEMIGOS EN NOMBRE DE LA MORAL No solamente los enemigos de la Biblia Ja impugnan en nom- bre de la ciencia; también suelen impugnarla en nombre de la moral, Las m&s generales e importantes impugnaciones que en este sentido se le hacen, sun en nombre del b* y 6 mandamientos. Por lo que hace al 6%, es de ver la “Santa” indignaci6n que los embarga al reterirse a algunos pasajes de la imperfecta an- tigua ley. . Una de las m&s generates impugnaciones de éstas y que po- nen mejor en evidencia la mala fe de los que la presentan, ya que no cabe aceptar, como maa adelante veremos, lo hagan por ignorancia, es la siguiente: “Como puede uno aceptar como Sagrado e inspirado por “Diog un libro que da a la especie humana el mds desagradable “g inmoral de los orfgenes, ya que leemoag en él. que log 3 hijog ‘que tuvieron Adan y Elva, a saber: Cain, Abel y Zet, fueron to- “dog varones y que por lo tanto para multiplicarse la especie, “tuvo que mancharse el hombre desde um principio con el maa “horrible de los incestos?” El autor de este folleto ha tenido Ia pena e indignacién in- mensas de haber podido observar por s{ mismo, cémo aprove- chan los propagandistas de Ja Vida Impersonal la ignorancia de log Catélicos en la doctrina de su religién y en los textos biblicos, para mediante esta vil impugnacién Mnspirarles horror hacia la Biblia y hacia una Religién que al exaltarla, acepta y legitima, les dicen, el que la especie humana haya tenido tan desagradable origen. Ahora bien, nada hay absolutamente de verdad en esto, ya que la Biblia no dice que Ad4n y Eva hayan tenido sélo 3 hijos, sino que expresamente nos dice TUVIERON MUCHOS HIJOS E HIJAS, lo que consta en el Capitulo V del Génesis. Por lo que respecta al 5? mandamiento, es de ofrlos como cri- tiean una obra que alaba e] que Moisés haya dado muerte a un Eegipcio, y que Jefts, Sans6n, David y Salomén, etc., hayan condu- cido sug ejércitos a la guerra, haciéndose responsables de todos tos dolores y las muertes causados. Pero hay sobre todo que ver cémo se indigna su pudor y su sengibilidad, al unfsono, ante los mediog de seduccién puestos en . ory Folleto EB ¥. C. Noa. if fuego por Judit para cautivar a Holofernes y ante su “vil ase~ sinato’’, Ilevado a cabo con toda suerte de astucias y de epga- fos. ¢Cémo es posible, nos repiten, pueda presentar la Biblia como ejemplo de heroismo a una mujer que no es-sizo una. vul- gar asesina? Dejando a un Jado ocuparnos de todos los demas casos criti- cados, pues hacerlo sera interminable, nos Jimitaremos a con- siderar este ditimo, ya que es especialmente hacia Holefernes que el coraz6n de Jos enemigos de Ja Biblia encierran tesorog inegotables de indulgencia y simpatta. Si consideramos este caso con detenimiento y sin prejuicios, descubrimos desde luego que uo hay raz6n para tanta indulgen- cia y simpatia, ya que Holofernes no era ni con mucho un san- to, sino un sanguinario imperialista, un verdadero criminal que mil veces merecia la pena capital, Sin ninguna provocacién, sin motivo racional de ninguna especie, lanza un ejército de 110,000 hombres contra lag ciudades de Israel, con el designio de saquéarlas y de pasar a cuchillo a sus habitantes, como ya lo habfa hecho con la ciudad de Betania, a la gue habia sitiado, cortandole toda clase de viveres y.de recursos, y haciendo sufrir después a sus habitantes espantosas carnicerfas y violaciones. Judit, que ve el peligro en que su pueblo inocente se encuentra, concibe el temerario proyecto de libertarlo hiriendo al enemigo en la cabeza. Vestida en sus trajes de flesta salva las. vanguar- dias y Ilega hasta Ja tienda del generalisimo, al que seduce con lg gracia de su cara y el encanto de su conyersacién, Holofernes invita a’su bella prisionera a un festin, donde des- pués de haber bebido mds de la cuenta, ordena a sus oficiales que lo dejen solo con ella. ° . Esta logra adormeccrio con Ja mdsica de sus palabras, y aprovechandose del pesado suefio que la ebriedad le habia pro- ducido, le corta la cabeza que ye apresura a Ievar a sus com- patriotas. A esta vista los sitiados cobran valor y evan a ca- bo una salida victoriosa contra los invasores desamparados, que levantan e] sitio y renuncian a sus salvajes proyectos de con- quista, He agut la heroica historia de Judit que tanto critican los enemigos de la Biblia, Hs la historia de un homicidio, cierto, pe- ro estos sefiores no han reflexionado en que la guerra consiste en matar a su.enemigo, sea por la fuerza, sea por medio de la astucia, Y lo curioso del caso es que muchos de estog impugnadores acu militares, que eg probable hayan pasado largos afios soste- , Folleta BV. C. No. 16 8 niendo una guerra cuya justicia tal vez su conciencia no san. eiona, tratando de sorprender, de rechazar, da matar a sus ene- migos. > Si la pasada guerra mundial hubiera podido evitarse o acor tarse al menox, gracias a alguna heroica francesa que hubiers podido suprimir a Hitler, ,se atrevera alguien a inculparla? Ln General yue leva sin razon la guerra a un pafs vecino, © que ensangrienta su propia Patria con una guerra injusta, de- be estar pronto a ver llegar la muerte bajo la forma de una bomba de avi6n que lo aniquila, o de un gas asfixiante que lo cie- ga y envenena, Al recibir el golpe fatal bajo su tienda, de manos de una mu- jer agradable que muy diestramente y sin dolor le corta de un tajo la cabeza, zno fué acaso Holofernes mejor jugado? ;Qué pocos son los qué Mueren en una guerra como la que ella abre-. vié, sufriendo tan poco como 6] sufrié! ¥ por otra parte, y este hay que proclamarlo muy alto, la Biblia no alaba a Judit por sus estratagemas guerreras. Lo que ella propone a la imitacién de las generaciones futuras, es la ab- negacién heroica de esta débil mujer, que no dud6 en arriesgar su Vida para salvar a su pueblo. El Escritor Sagrado, al dejar consignada la historia nacional del pueblo de Israel, guardién de. la revelacién primitiva, no aprueba todas las circunstancias concretas de ella, se limita a ,€lorificar las virtudes que brillan en la frecuentemente confusa complexidad de los hechos. — Cuatro razoneg por Ins que la Biblia interpretada libremente no puede ser el cédigo del cristiano, como pretenien los protes- 5, : : -e it—Porque la razén condena ser juez y parte en causa pro- pia, y siendo la Biblia entre otras cosas un cédiro de moral, in- terpretarla libremente es el venir a ser juez y parte en causa propia. 2*—Porque si tal fuera cierto, asf deberia haber sido desde un principio, lo que no es exacto, ya que la historia nos ensefia. qué antes de) siglo XVI los fieles no podian leer la Biblia desde el momento en que por no haberse aun inventado.In imprenta, las ediciones manuscritas de la Biblia eran sumamente escasas y se encontraban sélo en poder de los Obispos y Sacerdotes, no pudiendo ademas Jeerla los fieles porque las habia s6lo en griego 7 en latin, : 16 Folleto E. V. C. No. 16 3'—Porque ta misma Biblia condena de manera terminante su libre interpretaci6n, como no puede mas claramente decirlo entre otras muchas citas, estas palabras de San Pedro: (2% III- 16) “entre las cuales hay algunas diffciles de entender (se refie- re a las epfstolas de San Pablo), las cuales los indoctos e in- constantes tuercen, como también las otrag escrituras, para per- dici6n de st mismos.” Los protestantes pretenden que al revés la misma Biblia or- dena su lectura y libre interpretacién en este versfeulo; “Escu- drifiad las Escrituras, porque a vosotros, os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de m{”, pero esto No'es exacto. Jesucristo con estas palabras no hace si- no confundir g log fariseos que finicamente aceptaban lo que en- contraban en las Escrituras, pues a pesar de que ¢llas daban tes- timonio de que Jestis era el Mesfas, ellos no lo crefan, El’ast, con estas palabras, arguye a los fariseos con sus pro- pias armas, pero no establece como precepto leer lag Escrituras, y menos atin interpretarlas libremente, ni que ellas sean el tinico cédigo de te y de conducta como erréneamente pretenden log protestantes. , 4'—Porque los hechog ponen en evidentia que la libre inter- pretaci6n de Ia Biblia conduce al error, ya que si condujera a Ja verdad, todos los que la interpretan libremente sacarian de ella las mismas doctrinas, ya que la verdad es una, que no cambia, y por e] contrario, las contradicciones fundamentales de las doc- trinas que de ella han derivado los que la interpretan libremente, Donen en evidencia su error. . Y no se diga que estas contradicciones son solamente secun- darias, no hay una sola VERDAD FUNDAMENTAL del Cristia nismo, NI UNA SOLA, que no sea aprobada por unas sectas y negada por otras, y estas diferencias fandamentales se encuen- tran hasta en el gtupito de sectas que se han ligado en México para mejor combatir la Iglesia Catélica,, como son los Episcopa- les, los Preshiterianos, los Bautistas, etc., etc., pues mientras los primeros dicen que son 7 los sacramentos, los segundos afir- nian que son sélo 2, y log terceros que no hay tales sacramentos; y mientras estos Gltimos afirman que hay que huir de las imé- genes como del mismo diablo, y que la misa es una supersticién satanica, log primerog veneran lag imagenes y dicen misa, como Io puede comprobar el lector, simplemente con asistir un domin- go a las 8 de la mafiana a la Protestant Episcopal Church, que est& en el nGmero 134 de lp calle de Nuevo México, hoy Articulo x — i98 ~ gES LA BIBLIA LA PALABRA DE DIOS? A pesar de que en la propia Biblia protestante, versién de Cipriano de Valera, leemos: “entendiendo primero esto, que ninguna profecia (ensefianza bibli- ca) de la Escritura es de particular interpretacién’’ (II Ped. 1,20) y que todavia mds claramente, condena su libre interpretacién diciendo, refiriéndose a las Episto- las de San Pablo EN LAS CUALES HAY ALGUNAS DI-- FICILES DE ENTENDER, LAS CUALES LOS INDOCTOS E INCCNSTANTES TUERCEN, COMO TAMBIEN LAS OTRAS CSCRITURAS, PARA PERDICION DE SI MIS- MOS (II Fed. II, 16) pretenden les protestanies que - ctialquiera puede encontrar en la Biblia, la Palabra de Dios. “Este es del todo falso, pues la Palabra de Dios, es la verdad y ésta no cambia y les innumerables'contra- dicciones de ellos, en las Doctrinas fundamentales, prueban gue no estén en la verdad. La Biblia, para ser la Palabra de Dios, requiere un intérprete infalible, infalibilidad que Cristo concedié a San Pedro diciéndole + He orado por ti para que tu Fe no falle 7 (Luc. XXII, 32) y a sus sucesores di- ciéndoles { Estaré con vosotros todos los dias, hasta la consumacién de los siglos t (Mat. XVII, 20). Interpretandola libremente, cualquier error puede fundarse en la Biblia, cuclquier pecado justificarse, lo mismo el homicidio (II Rey, XL, 2-5), que la poliga« mia (Gén. XXIX, 25-28); el incesto (Gén. XIX, 30-36); e] filicidio (Gén. XXI, 1-16); el Espiritismo {I Rey. XXVIIL 6-20); ef genocidio (Num. XXI, 24; 32, 51-52; Jos, IV, 1-17; XIE, 3; Capitulos: XVI a XXI, etc., etc, La Biblia interpretada libremente, bajo el punto de vista religioso, no vale nada. NO ES la palabra de Dios es, como dijo el insigne escritor profestante, co- nocido en el mundo entero, convertido al Catolicismo, Gilberto Keith Chesterton, tan sélo TINTA Y PAPEL. ; — is; — gQUE ENCUENTRA USTED EN LA SANTA BIBLIA? | =—el impresor lee su Biblia, y encuentra erratas de_ imprenta. —el mormén lee Su Biblia, y da con la polemics —el metodista lee Su Biblia y reconoce solamente dos Sacramentos, el Bautismo y la Cena del Senor (sin la presencia real). y —el Bautista lee Su Biblia yy niega todos los Sacra- mentos hasta del Bautismo, al que debe su nombre. —el pentecostal lee Su Biblia y pretende que para que * abunde el Espiritu Santo, debe abundar el pecado. —el Testigo de Jehové lee Su Biblia y niega la exis- tencia del infierno, la divinidad de Cristo, la inmor- talidad del alma. ir —el adventista lee Su Biblia y saca en consecuencia que debe guardarse el s&bado en lugar del domin- go, y que el fin del mundo debia de haber tenido lugar en 1843. i: —el de la Ciencia Cristiana lee Su Biblia y descubre la “curacién mental’ mediante el convencimiento % de que no existe realmente la materia, ni las enfer- " medades, ni el mal, ni el pecado, ni sus consecuen- cias: La Jista de lo que cada quien puede encontrar en Su Biblia es intevnitanis y contradictorio; de ahi el ' origen de las innumerables sectas protestantes. Quien lee la Biblia sin ninguna preparacién y guia, se hunde en el laberinto de un libro oriental, y si se lee mds el antiguo que el Nuevo Testamento, se _encontrara todo lo que se quiera, lujuria, tirania, trai- | ién, injusticia, adulterio, estupro, incesto, etc. No hay que olvidar que la Biblia, sin-el magiste- rio de la Iglesia Catélica, es, como dijo Chesterton, tan ~ | s6lo PAPEL Y TINTA, pues es la Iglesia la que le da i Autoridad a la Biblia y no la Biblia a la Iglesia. re Kon ——~ | Bociedad EV.C. “Oaxaca 53, Apdo: 8707, Meco D. oS * [ene th Pet pd . Sayeed

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