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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FILOSOFÍA DE GEORGE BERKELEY

George Berkeley también conocido como el obispo Berkeley propuso una teoría
filosófica que fue denominada inmaterialismo y que recibió más tarde el nombre de
idealismo. Elabora una nueva versión metafísica del empirismo al servicio del teísmo
cristiano creacionista. Para lograr tal propósito utiliza la metodología empirista
considerada por el como la mejor para acabar con el materialismo y enaltecer la infinita
y gloriosa potencia divina.

Su teoría también es conocida como inmaterialismo y fue publicada en su obra más


conocida: Tratado sobre los principios del conocimiento humano.

El inmaterialismo de Berkeley es una ontología que sólo admite dos especies de


existencias, la de las ideas que son pasivas y dependientes y la de los espíritus que son
activos, siendo Dios el espíritu supremamente activo, que ha creado todo lo demás.
Berkeley niega, pues, la realidad de los corpúsculos materiales. El inmaterialismo niega
la realidad de las sustancias materiales cualesquiera que sean.

Hizo grandes aportaciones al mundo de la ciencia y al de las matemáticas como la crítica


publicada en su obra El analista.

En este caso nos centraremos en su aportación a la filosofía. Cabe destacar que su


filosofía se basa en el empirismo llevado al extremo. Como producto de ello, Berkeley
tuvo que redefinir el concepto de causa. Así, consideró que las causas físicas no eran
verdaderas causas, sino únicamente signos que la ciencia debía interpretar para asegurar
la supervivencia.

En primer lugar Berkeley adoptó desde el principio un inmaterialismo que lo enfrentó


a Hobbes y a Locke: según él, afirmar que las cosas existen independientemente de
nuestra percepción implica una contradicción, sobre todo desde un empirismo
consecuente. En efecto, si no debemos aceptar nada sobre lo que no exista una certeza
absoluta, y puesto que de las cosas «sólo conocemos su relación con nuestros sentidos»,
no lo que son en sí mismas, únicamente podemos aceptar como ciertas las
representaciones mentales.
En Segundo lugar, sostiene la inmanencia de la misma experiencia, la reducción de ésta
a contenidos de conciencia, es la ecuación ser=ser percibido. Es la experiencia y sólo ella
quien ha de fijar los "hechos". Y ni la experiencia de las sensaciones visuales ni la de las
sensaciones de contacto nos da derecho a inferir que esas sensaciones tengan una y la
misma causa real (como infería Locke). Ni tampoco que una u otra, ni por separado ni
juntas, tengan causas materiales en absoluto.

Entonces, sólo hay dos maneras de existir verdaderamente: percipere o percipi y fuera de
la percepción consciente no hay realidad ni existencia (Berkeley,1710).

Desde el punto de vista de otro autor como fue Kant, el idealismo de Berkeley se describía
como un "idealismo dogmático que enseña que el espacio y todas las cosas de las que
constituye parte integrante son algo imposible en sí, y que los objetos en el espacio son,
por tanto, puras imaginaciones". No es que haya que dudar de las sensaciones, no se trata
de que la vida sea un sueño ni de que no se pueda distinguir el sueño de la vigilia. Pero
es en las sensaciones y sólo en ellas, donde está la base para relacionar unas con otras y
para prever nuevas sensaciones futuras (reales, no soñadas) en nosotros o en los demás.

Bibliografía
Berkeley, G (1710). Los principios del conocimiento humano.

Berkeley, G (1713). Tres diálogos entre hilas y filonus.

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